Un deseo a las estrellas
Ginny se separó bruscamente de Draco, poniéndose de pie anonadada. No entendía nada... ¿qué... que hacía Malfoy ahí con ella?
Te explicaré Ginny... yo...- Draco no podía hablar; sentía un enorme vacío en su estómago, como si de pronto una inevitable tristeza se apoderaba de él.
¡Que.. demonios...¿Dónde esta Harry?- exclamó Ginny, señalando a Malfoy asustada.- ¿Qué has hecho con él?
En realidad, Potter nunca estuvo aquí.- explicó Draco.
¡Como que no!- replicó Ginny, escandalizada.
Esta última semana... Fui yo el que estuvo en el lugar de Potter.- dijo Draco, apenado. Honestamente lamentaba mucho haber pedido aquel deseo... porque fue por él que se había enamorado de Ginny, y ahora no encontraba justificación para perderla si la quería con toda su alma...
Draco le contó todo. Ginny no podía creer lo que escuchaba. La voz de Malfoy se hacía cada vez mas lejana, se sentía como en un terrible trance... donde miles de preguntas sin respuestas rondaban por su cabeza. Entonces... Harry en realidad no la quería, todo había sido un engaño!
Yo solía pensar que sabía quien eras tu
no sabía que dentro de ti iba a encontrar la luz
no sabía que existía un mundo así
no sabía que podía ser tan feliz...
Se que fue una estupidez, Ginny, pero... no sabes cuanto lo siento.- susurró Draco, incapaz de mirarla a los ojos.
Ella tenía la mirada fija en el suelo, con los ojos empañados en lágrimas.
¿Por qué lo hiciste?- preguntó, sin mirarlo.
Por ti.- respondió Draco, con honestidad.
Ginny levantó la mirada.
¡No digas que lo hiciste por mi! Lo hiciste porque eres un desgraciado que quieres burlarte de mi!- gritó Ginny, furiosa, con las mejillas empapadas.
¡Claro que no!
¿Pretendes que te crea! Oh, por favor, Malfoy, no se a quien quieres engañar...
Estoy diciéndote la verdad, Ginny. Nunca creí que me pasaría esto.
¿Qué cosa?
Pues... interesarme en ti...
Ginny rió.
Vamos, Malfoy, creo que ya te divertiste lo suficiente... no sigas¿quieres? Ya basta! Si tu objetivo fue burlarte de mis sentimientos, lo lograste, así que ninguna explicación tienes para darme.
Si tengo que darte alguna... Yo no quise que esto fuera así.
Ya es demasiado, Malfoy, tu papel de hacerte el enamorado no funciona. ¡Aléjate de mi!
Draco la tomó por los hombros.
Ya te dije que lo siento! Que mas quieres que haga! – exclamó desesperado.
¡Quiero que me dejes en paz! Vete!- gritó Ginny, llorosa.
Draco la soltó bruscamente. Si eso era lo que ella quería, estaba bien...
No voy a rogarte ni tratar de convencerte de nada. Alguna vez dejarás de estar tan enceguecida por Potter que te darás cuenta mis motivos por lo cual hice esta locura.- le dijo. Se alejó de allí rápidamente.
Ginny lo observó irse, con los ojos llenos de lágrimas. No sabía que pensar, que hacer, que decir... no podía confiar en Malfoy... el la había engañado, había jugado con sus sentimientos... y no podía creerle de que realmente la quería...
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Harry entró corriendo a la sala común de Gryffindor. Ron y Hermione lo observaron sorprendidos.
¿Dónde esta Ginny!- exclamó agitado.
¿No estaba contigo? – se extrañó Hermione.
Harry, picarón¿no estabas en el lago con ella?- dijo Ron, con una sonrisita.
¡Oh, diablos!- gruñó Harry, pasándose una mano por el cabello.
¿Qué esta sucediendo, Harry?- preguntó Hermione, arqueando una ceja.
Necesito urgentemente hablar con Ginny.
En ese momento el retrato de la dama gorda se abrió y Ginny entró tras él. Tenía un aspecto terrible. Caminaba con la cabeza gacha y tenía los ojos rojos e hinchados.
¡Ginny¿Qué pasó?- preguntó rápidamente Ron, poniéndose de pie.
Ginny levantó la mirada y se abrazó a su hermano. Recién se percató de la presencia de Harry. Este estaba demasiado nervioso... ¡Que demonios había echo Malfoy!
¿Cómo tienes cara, Harry?- le dijo ella, con un susurro de voz.
Escúchame, Ginny, yo no tuve nada que ver con todo esto...- trató de explicarse Harry.
¿Cómo que no! No trates de ocultarlo, Harry... Malfoy me contó todo!- gritó Ginny, explotando en llanto.
Oye, oye¿Qué esta pasando? – inquirió Ron, preocupado.
Harry y Malfoy intercambiaron sus vidas por una semana... Y no fue exactamente con Harry con quien estuve de "novia"- explicó Ginny. Sentía tantas cosas... bronca, impotencia, tristeza... todos la habían engañado...! incluso Harry...
¡Como que no¿Entonces con quien?- Ron parecía no entender.
¿Con Malfoy, Ginny?- dijo Hermione asombrada.
Ginny asintió.
Nunca, Harry, nunca te voy a perdonar esto!- Ginny se alejó de allí hacia su habitación, llorando.
Pero... como, no lo entiendo! Como ocurrió esto?- se preguntaba Ron.
Harry le contó todo.
¿Y tu te prestaste a esta basura, Harry?- dijo Hermione, indignada.- No puedo creerlo!
Te juro que yo no lo sabía! No tengo la culpa, Hermione, fue idea de Malfoy!
Pero no debiste seguirle la corriente! – replicó ella.
No sabía que iba a meterse con Ginny, que querías que haga!
Le hubieras dicho a ella... Harry lo que hiciste... fue terrible...
Lo sé, pero les juro... yo no quería...
Ron estaba mudo... Miró a Harry y también se fue a dormir.
¿Qué haré, Hermione?
Yo hablaré con él, lo entenderá... Pero con Ginny será mejor que dejes que las cosas se calmen...
Harry suspiró.
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A la mañana siguiente todo había vuelto a la normalidad. Draco se levantó esta vez en su habitación de Slytherin. Tenía un gran dolor de cabeza. No había pegado un ojo en toda la noche. No sabía que hacer, con lo que sentía... le había hecho daño a la única chica que había amado en verdad... y eso le estaba torturando. Ella no quería escucharlo, pero el tenía que decirle que lo que sentía era sincero. Nunca antes le había pasado algo igual; era la primera vez que sentía aquello, no era una atracción sino, mucho más, algo muy fuerte que se adueñaba de todo su ser cuando la veía, cuando la tenía cerca todo quedaba como paralizado y solo existían los dos... como explicarle que recién ahora había descubierto lo que era amar... lo que era sentirse desesperado por su ausencia, por su indiferencia y su rencor... no podía soportar un segundo más en pensar que Ginny en esos momentos lo estaba odiando, lo detestaba y quizás hasta lo quería ver muerto...
Nunca imaginó que se enamoraría de ella, pero así era el destino, la había puesto en su vida... y ahora.. ¿cómo sacarla de allí, si parecía que todo lo que había vivido era imborrable? Cada recuerdo volvía a su cabeza... parecía que los había vivido hace muchos años, y solamente hace un día que la había tenido a su lado, y hace menos de 24 horas que había besado sus labios... ¿qué haría con lo que sentía, con sus ganas de estar con ella...? como le explicaría que ahora no podía imaginarse sin ella?
Y la vida pasaba de largo, vacía, sin emoción...
no había nada flotando en el aire abrazándome el corazón
Y llegaste tu, y el mundo me abrazóY llegaste tu, y el mundo se paró...
Se levantó cansado y bajó desayunar.
Y allí volvía... su aburrida vida de antes... y lo peor... ahora sin Ginny. ¿Cómo podría pensar así en una chica¿Significaba aquello que nunca podría dejar de pensar en ella y que estaría toda su vida lamentándose..? quizás algún momento encontraría consuelo y este sería descubrir que Ginny no era para él, que ella amaba a otro, y era Potter...
Desayunó en silencio, sin escuchar las tonteras que hablaban sus compañeros; la verdad que ya no le interesaban, ni tampoco estaba pendiente de su club de fans que lo admiraban desde la punta de la mesa.
Entonces la vio. Allí entraba Ginny junto con Granger. Sintió un ligero alivio. No podía explicar lo que había producido.. ganas de ir corriendo a abrazarla... pero eso estaba prohibido para él ahora. Lo mejor que podía hacer era olvidarse de todo lo que había ocurrido... que solamente había sido un "enamoramiento" y nada más... miró a su alrededor... miles de chicas morían por estar con él, pero Draco solamente moría por una sola. Pero... no, no debía sufrir! El no podía sufrir por ninguna chica... ellas debían sufrir por él... y nunca le rogaría a Ginny Weasley, por más que la amaba con toda su alma...
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Ginny dio una cuchara a su avena, sin muchos ánimos.
¿Cómo te sientes hoy, Ginny?- le preguntó Hermione.
Estoy bien.- dijo ella, sin mirarla...
Pero realmente se sentía muy mal... Se sentía engañada, estúpida... pero lo peor del caso, es que se sentía muy extraña, porque a pesar de que Harry no estaba enamorada de ella, aquella semana había sido la mas feliz de su vida, porque habían estado juntos... pero su alma se llenaba de tristeza al recordar que no había estado con Harry sino con Malfoy... y quizás por eso era que se sentía extraña, porque nunca pensó que Malfoy fuera así, tan... detallista, y realmente la había echo sentir bien, tan feliz como nunca antes... pero era Malfoy! Culpa de él estaba sufriendo, pero también gracias a él había sido tan feliz aquella semana... le costaba admitir que se había acostumbrado a su compañía, a estar con él, al sentirlo a su lado, al saber que él estaría con ella siempre... pero el mundo se le caía a los pies al acordarse de quien hablaba... de Draco Malfoy... pero¿por qué el había echo eso¿por qué justamente con ella...? "Por ti..." le había dicho Malfoy... no podía explicarse porque aquellas simples palabras se habían gravado en su mente y no podía apartarlas de allí... ¿acaso Malfoy realmente sentía algo por ella?... Imposible! Porque ella era una Weasley y ese interés no podría ser sincero...
Miró hacia la mesa de Slytherin. Y lo observó detenidamente. Se estremeció al recordar el momento en que la había besado; no podía olvidar todo lo que había sentido al tenerlo tan cerca... Parecía triste; ni siquiera había probado bocado.. Nunca lo había visto bien, pero realmente era interesante.
Entonces cayó en la cuenta... Era Draco Malfoy! Y ella no podía enamorarse de él, después de todo lo que le había echo, además... no podía!
Sacudió la cabeza, intentando alejar aquellos pensamientos.
Pero era imposible... en ninguna de las clases del día pudo concentrarse...
Señorita Weasley¿se siente bien?- le preguntó el profesor Flitwick al verla tan distraída.- Siempre participa en clase y hoy esta muy dispersa.
Lo siento, profesor, tengo un dolor de cabeza.- respondió ella.
Puedes ir a tomar un vaso de agua, ve... – le dijo él, preocupado.
Ella accedió, para tratar de despabilarse.
Salió del aula caminando sin rumbo... La verdad que no podía pensar en estudiar después de lo que había pasado... ¿qué sería ahora? Lo que más le preocupaba y angustiaba de todo este asunto, era que... bueno, se dio cuenta que amaba totalmente a Harry esa semana, cuando estuvo con él tan cerca... pero se hacía un fuerte nudo en su estómago al recordar que no era Harry, sino Draco. Y quizás era por eso que se sentía tan mal, porque de verdad extrañaba estar con él, de compartir todos los días... tratar de asimilar de que la persona que amaba no era quien ella pensaba era algo muy difícil, y aún más cuando creía estar enamorándose de su propio enemigo...
Escuchó pasos, y al darse la vuelta, se encontró con Malfoy. El pareció asombrarse de verla, pero no huyó, ni Ginny tampoco.
¿Escapándote de clase, Weasley?- le dijo Draco, tratando de empezar una conversación.
Eso es algo que a ti no te importa.- respondió Ginny, con mala gana.
No me digas que sigues fastidiada por lo de Potter... Ya te dije que lo siento!
No me interesa lo que sientas, Malfoy! Para mi no existes...
¿Estas segura que no existo para ti, Ginny Weasley?
Ginny sintió un fuerte sacudón... Y lo miró con ojos asombrados.
¿Qué quieres insinuarme?
No puedes negarme que te gustó¿o si?
¿A que te refieres?
Vamos, Ginny, te encantó estar con el supuesto Potter la semana pasada... Pero te recuerdo que no era él, sino yo... Y Potter no es como yo, el nunca podría hacerte sentir como yo lo hice.- Draco se acercó a ella lentamente... tenía que decirle lo que sentía, sin perder su dignidad. No podía rendirse, Ginny le gustaba demasiado... No podía perderla...
Ya, aléjate, Malfoy!- replicó Ginny, retrocediendo.
Te molesta escuchar la verdad, porque sabes que tengo razón. Potter es demasiado lento en cuestiones del amor... pero, Ginny, soy sincero... me importas, no creas que todo lo que hice fue en vano, yo no lo considero así... creo que gané más de lo que pensé...
¡No has ganado nada, Malfoy! Solo mi desprecio, que ya lo tenías de antes.- exclamó Ginny, furiosa.
Claro que gané, Ginny Weasley... porque logré enamorarte...
Le guiñó un ojo y se alejó de allí. Ginny suspiró... y entendió entonces que Malfoy tenía razón.
Y llegaste tu y me sorprendió el poder que había en este amor
Y llegaste tu, una bendición, aún recuerdo el momento en que todo cambió
Y llegaste tu y me sorprendió el poder que había en este amor
Y llegaste tu, una bendición, aún recuerdo el momento cuando llegaste tu...
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