10 years

Prólogo : Una reunión de amigos.

13:00h del 7 de Agosto. Hotel Sunny Beach. Los Ángeles. California.

Era un día aparentemente normal, pero todo el personal del lujoso hotel Sunny Beach parecía estar increíblemente ocupado, y no era para menos, puesto que al menos una docena de grandes personalidades internacionales se reunirían allí para celebrar lo que ellos mismos llamaron una "reunión de amigos". El problema no era la reunión en si (preparar banquetes, reservar salones y tener llenas todas las suites, no era difícil), sino los amigos que la celebraban (todos famosos. La mitad respetados, y excepcionalmente poderosos, hombres de negocios, y la otra mitad estrellas de cine, deportistas, modelos y cantantes cada cual con un club de fans de no menos de 1000 integrantes para él solo), pues al ser quienes eran, la seguridad tendría que ser excepcional, pues no solo tendrían que prevenir posibles atentados, sino que tendrían que contener las numerosas hordas de fans adolescentes, algunas de las cuales ya se agalopaban en los alrededores del hotel. Además tenían que satisfacer todas las exigencias de los invitados, por estupidas que fueran... ("quiero estar al lado de este, pero lejos de aquel" "no quiero ningún dibujo de zorros, puerco espines o gorilas en mi habitación" " en la canasta de frutas de bienvenida que haya plátanos" "que entre los jabones y demás utensilios de ducha haya 3 botellas de gel fijador" "que mi habitación este lejos de las demás, a ser posible insonorizada" etc, etc...)


No fue hasta las 14:00h cuando llegó el primer invitado, o mejor dicho el primer matrimonio de invitados. Llegaron en un Ferrari descapotable de color rojo vivo. Las fans, que por aquel entonces ocupaban ya toda la Avenida Marítima empezaron a chillar e intentar pasar las vallas vigiladas por los cuerpos de seguridad, los cuales tuvieron que hacer un esfuerzo sobrehumano para contener a la marea enloquecida, mientras los causantes de aquella agitación se desaparecían tras las puertas de cristal del hotel, seguidos por cuatro hombres vestidos de negro (supuestamente guardaespaldas) que apartaban gentilmente a los periodistas para facilitar el paso a sus protegidos, cuando no les metían un sopapo para quitarlos de en medio. Una vez en el inmenso hall de mármol del hotel, el recepcionista se acercó a la pareja.

-Todo esta preparado señores, si quieren pasar

¿Ha llegado alguien más? –preguntó la chica.

-No señora, ustedes son los primeros, y ahora si quisieran seguirme los lle...

-JUAS JUAS JUAS �¡Esta claro que el genio Sakuragi ha vuelto a superarlos a todos�¡Soy el mejor! –Hanamichi Sakuragi, exjugador del Shohoku siguió riéndose a mandíbula batiente durante un buen rato, ante las estupefactas miradas del personal hotelero. Contaba ahora ya con 26 años, hacia 4 que estaba casado con Haruko Akagi (su 51º gran amor y hermana pequeña del capitán del Shohoku), y 6 que trabajaba de modelo internacional, siendo uno de los mas cotizados por las grandes firmas (especialmente las deportivas). Sakuragi, al igual que muchas de las grandes "estrellas" de la prefectura de Kanagawa, se había retirado del baloncesto al entrar (por los pelos) en la universidad. Allí fue donde empezó su carrera como maniquí humano, al salir varias veces en el diario del campus. Cabe decir, que el pelirrojo se había esforzado para mejorar su imagen publica (no privada, en casa seguía siendo un mono), empezando por corregir ligeramente (ATENCIÓN: he puesto solo ligeramente) su vocabulario, y terminando por arreglarse el vestuario: vestía americanas de diseño, corbatas a la última moda y zapatos de lujo, excelente, de no ser por su mal gusto combinando las piezas.(ej: el conjunto actual, estaba compuesto por una americana roja, una corbata naranja butano sobre una camisa rosa fucsia, pantalones a cuadros rojos y verdes, y zapatos marrones de piel. Amén de las gafas de sol de lente ultra grande que llevaba en la cabeza..).

Su mujer, Haruko Akagi, era ahora una famosa cantante, y aunque también había actualizado su imagen (pelo corto prácticamente "a lo chico" y con mechas rubias, minifaldas y botas de tacón alto, cuando no lujosos vestidos de los mejores diseñadores, como el que ahora lucia, de color azul topacio, ligeramente arrapado al cuerpo y con las faldas por los tobillos) seguía teniendo el mismo carácter que antes, tímida y amable, aunque ligeramente más estricta.

El encargado condujo a la singular pareja hasta las habitaciones para que sus guardaespaldas (además de portaequipajes) depositaran allí las maletas (cabe a destacar que los 4 guardaespaldas eran los 4 amigotes de Sakuragi, Yohei co.). Y finalmente, después de que Sakuragi se cerciorara de que no había fotos de animales no deseados (el zorro, para poner un ejemplo) se dirigieron a la sala del banquete donde ya había unos cuantos invitados, los cuales voy a citar a continuación:

En primer lugar se encontraba Takenori Akagi, actual ministro japonés. El excapitan del Shohoku tenia ya 29 años, rozando los 30 (como le recordaba amablemente Sakuragi cada vez que se encontraban) y era uno de los jóvenes políticos mas influyentes de Japón, razón por la cual siempre vestía de manera impecable con americana y corbata, y ya ni hablar de las grandes citas políticas donde ya iba con traje o esmoquin.

Junto a el ministro japonés, se hallaba Jun Uozumi, el mayor rival de Akagi en baloncesto. Uozumi, había seguido con la tradición de su familia, y se había iniciado en cocina para poder regir el negocio familiar, pero al cabo de unos años termino marchándose a Francia donde abrió un restaurante llamado "Le chef simiogne" (el jefe simio en francés) el cual había cosechado un gran éxito logrando situar a Uozumi como uno de los mejores cocineros del mundo.

Sentado cerca de los dos simios, se encontraba Kicho Fukuda, famoso por ser uno de los 20 hombres más ricos del mundo, sin saber nadie a quien se dedicaba. Aunque corrían rumores que tenia negocios en Italia, España, China y Rusia (curiosamente los países con mas mafias del mundo...). Fukuda seguía teniendo el mismo aire distraído (mejor dicho "porras") de antes, sentado en su silla, fumándose un puro Montecristi, apurando un baso de Vodka y arreglándose matuseramente la corbata de su traje amarillo de rayas negras (como los de la mafia, mira tu que casualidad).


15:30 h. Sala del banquete. Hotel Sunny Beach. Los Ángeles. California.

Pasaba ya 1 hora de la acordada para la cita, y la mayoría de los comensales ya estaban sentados en sus respectivas sillas, pero aún había cuatro sitios vacíos. El banquete ya había empezado, y todos charlaban animadamente, al parecer, sin percatarse de las ausencias o, en algunos casos haciendo caso omiso de ellas...

-Pues por mi mucho mejor si no viene este zorro estupido, no tengo ganas de aguantar como se pavonea de su éxito... –murmuró Sakuragi mientras devoraba una pata de pollo.

-Lo que a ti te pasa es que estas celoso –contestó Ryota Miyagi, sentado a su derecha- Rukawa consiguió lo que quería, fue MVP en su tercer año de instituto y en los 2 últimos de universidad, cuando se retiró Sendoh,(Sakuragi empieza a molestarse) solo salir de allí ya fichó por uno de los mejores clubs de Japón, y quedo entre los cinco mejores del país (Sakuragi muestra ya claros signos de cabreo) los 2 siguientes fue MVP nacional y entró en la selección, al año siguiente se presentó al draft de la NBA y quedó primero, fichó por los Chicago Bulls y quedo de nuevo en el quinteto ideal de la liga (Sakuragi cabreado al máximo), y este año es el favorito para ganar el premio MVP, además de...

�¡CALLATE! –toda la mesa se giro para contemplar a un Sakuragi echando chispas¡te recuerdo que tu tienes trabajo gracias a mi!

-O mejor dicho Hanamichi, tu puedes cobrar gracias a mi –Miyagi era el representante de Sakuragi, al igual que su mujer, Ayako lo era de Haruko. La pareja era la mas antigua de todo el grupo, llevaban juntos desde el primer año de universidad, aunque los demás no se enteraron hasta que en el segundo, Akira Sendoh los pillo en medio de una sesión de besos y lo proclamó a los cuatro vientos, haciendo que se enterara todo el mundo (menos Sakuragi que no se enteró hasta que recibió la invitación de boda). Eran quizás los que vestían de manera mas normal en toda la mesa, eso si, sin perder la clase, que a Ayako no le servia cualquier trapo.

�¡Dale las gracias a Miyagi mono pelirrojo! –gritó alguien desde la puerta�¡de lo contrario nadie contrataría a un mono estupido como tu!

Todos se giraron para ver quien había hablado, y allí, justo en la entrada a la sala del banquete, se encontraban dos de los cuatro invitados ausentes: Nobunaga Kiyota, exjugador del Kainan (y el bocazas mayor del reino que acababa de insultar a Sakuragi) y Kaede Rukawa, exjugador del Shohoku. Ambos jugaban ahora en el mismo equipo, los Chicago Bulls. Kiyota había mejorado considerablemente su altura, llegando ahora a prácticamente igualar los 187 cm. de Rukawa (el cual no había crecido ni un pelo), aunque por todo lo demás seguía siendo el mismo de antes, incluso llevaba el mismo peinado. Aún y no haber tenido una carrera tan brillante como la de su compañero de equipo, Kiyota se defendía bastante bien entre los gigantes de la NBA, y ya se había ganado el aprecio de la afición (no se sabe si por talento, o por cantidad de gilipolleces por segundo).

Rukawa, considerado como el fenómeno júnior del año, tampoco había cambiado en nada, excepto, quizás, en la forma de vestir, cambiando uniforme escolar, pantalones "normales" y camisas, para adaptarse a la moda estadounidense y vestir con camisetas anchas, pantalones anchos medio caídos, y anillos, muñequeras y demás adornos, incluso un piercing en la oreja. Su rostro, seguía siendo pálido y frío, con los largos filamentos de flequillo negro cubriéndole sus ojos de zorro, rematados con largas pestañas. Los dos jugadores, eran de los mas informales de la reunión, Kiyota con unos tejanos piratas que le llegaban a los tobillos y se aguantaban por debajo de la cadera, con una camiseta de tirantes color blanco, con el logo de "Nike" estampado en el medio con rojo, y una cinta de pelo roja con el logo de "Nike" en blanco. Rukawa por su parte, iba con una camiseta azul de "Air Jordan" sin mangas, pantalones de color blanco parecidos a los de Kiyota (especialmente en la forma de llevarlos), y su ya celebre muñquera negra en el antebrazo.

�¡Kiyota�¡t'he echado mucho de menooochh! –una figura se abalanzo sobre el atontito jugador y le dio un abrazo, para después, girarse hacia Rukawa y repetir la operación.-echtaba taan drisde...

�¡PLAF!

El abanico de Ayako se estrelló en la cocorota de el beodo Hisashi Mitsui (explico lo de beodo: 2 Martinis con hielo por el almuerzo, 1 "chupito" de manzana en el bar con su amigo Hotta, 2 botellas de whisky escocés con su grupo, y ya en el banquete, 1 botella de vino negro que se había cogido ya en propiedad solo aparecer en la estancia). Mitsui era ahora el líder y vocalista de un grupo de Rock, y aunque estaban en lo mas alto de la mayoría de listas musicales, tenían giras por todo el mundo, clubs de fans inmensos y, como es lógico, ganaban un huevo de dinero, Mitsui y los demás miembros de su grupo vestían como si les acabara de pasar un tractor por encima, la palabra "informal" no era suficiente para definir su vestuario.

-M-me haaas e-e-echo dañooooo...-se lamentó frotándose la cabeza con las manos.

-Esto te pasa por estar beodo en una reunión tan importante –fue la seca replica de Ayako.

�¡Yo no echdoy beodooo!

-Beodo perdido... –Musitó Rukawa poniendo los ojos en blanco.

-N-n-no ech ziertooo... –Mitsui parecía a punto de llorar (NdA:borrachooo...), cuando de repente levantó la cabeza orgulloso�¡ y bara demochtrar gue no echtoy hip borachhoo... Voy a bailad el Asereje...

Todos� �UUUUUUUU

-Idiota... -(ni decir de quien fue el comentario)

-callade zordooo, borgue chi no de voy a...

-UAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!

De repente un griterío ensordecedor les izo callarse a todos, las fans de la Avenida, estaban todas gritando como unas locas, dignidad y cordura, olvidadas.

¿Quién ser�-preguntó Sakuragi mirando con curiosidad por la ventana para intentar ver a la causa de aquel griterío. Pero lo único que pudo distinguir fue una masa de chicas abalanzándose sobre un individuo mientras los guardias de seguridad estaban siendo evacuados por una ambulancia (sin comentarios...).


Paso un largo rato (media hora) hasta que, por fin se abrió la puerta. Allí, se encontraba un individuo de mediana estatura, tirando a alto, pelo y barba corta de color castaño oscuro, enmarcando la piel bronceada por el sol, y barriguita cervecera en proceso. Llevaba unas gafas de sol al estilo Steven Spilberg, bermudas caquis, una camisa de color beige desgastada, y chanclas playeras. Aún y el estilo descuidado, se podía adivinar que el tipo era relativamente joven. Pero, lo que ahora tenia confusos a todos los exjugadores, era, primero ¿quién coño era aquel tipo? Y, segundo ¿cómo semejante tipo podía provocar una revolución femenina, como la de hacía media hora?

¿No va a saludarme nadie?

...Silencio

¿chicos?

...Silencio

¿no me reconocen?

�¡MAGUIIIIIII! –repentinamente, Mitsui se abalanzó sobre el misterioso individuo.

¿Magui? –Sakuragi miraba inquisitivamente a Mitsui, que seguía abrazando al extraño.

-Creo que ha querido decir Maki –murmuró Ayako.

�¿MAKI! –todos se quedaron parados mirando al antiguo capitán del Kainan�¿el rey Maki!

-Maki... –Kiyota miraba a su excapitan mientras los ojos se le salían de las orbitas¿en serio eres tu?

-por supuesto que soy yo. –repuso ligeramente contrariado, a la vez que se deshacía de Mitsui, el cual se fue cantando la canción de Heidi hasta su asiento.

-Es que... Estas muy cambiado...

-Jeje, por supuesto, ya tengo 29 años no puedo tener la misma cara que cuando tenía 18.-Maki se sacó las gafas y se las colgó de la camiseta- al fin y al cabo ahora soy un respetado director de cine...

-Pues a mi me pareces mas joven ahora y todo –musitó Sakuragi- o al menos ya has llegado a la edad que aparentas desde los 18.

-Puede ser... En fin, dentro de 3 meses serán los Oscar's y estoy nominado en 5 categorías, así que tenía pensado invitaros a la gala...

¡Yo vendré! –se apuntó Kiyota entusiasmado.

-Una cosa Maki... –Sakuragi miraba curioso al cineasta¿este look que llevas hace que las chicas se abrahonen sobre ti?

-No... ¿por?

¿Qué era la marabunta de hace unos momentos?

¿eh¿Qué marabunta?

-La de hace media hora, la estampida de chicas locas.

-Yo llegué hace cinco minutos...

¿CINCO MINUTOS?

Maki asintió con la cabeza. Los demás se miraron extrañados. ¿quién había sido el causante de semejante ajetreo?

¡Buenos días! –una voz sonó en la puerta trasera de la habitación, justo detrás del asiento de Rukawa, el cual se giro sobresaltado- perdón por el retraso...

¡Sendoh!

Y, en efecto, allí se encontraba la exestrella del Ryonan, Akira Sendoh. Vestido impecablemente, con un traje de Armani, color azul oscuro, corbata de diseño de color negro, medio desabrochada, al igual que el cuello y los puños de la camisa, los cuales sobresalían de las mangas del traje, dándole un aire despistado. Llevaba el pelo como en su época de instituto, todo levantado hacia arriba, desafiando a Newton y sus leyes de la gravedad. Sus ojos azul cobalto sonreían divertidos, resaltando en su rostro ahora bronceado y adornado por su famosa sonrisa. Sendoh era ahora un actor de Hollywood, extremadamente famoso, tanto por su talento, como por su atractivo. Además era el chico imagen de Armani, la gran marca de moda italiana.

-Perdón por llegar tarde, es que las fans se me tiraron encima y me dejaron perdido...

Pensamiento general- "Ahora ya sabemos quien provocó la marabunta..."

Sendoh se sentó en el único sitio vació, al lado de Rukawa.

-Cuanto tiempo ¿no, Rukawa?


NdD: Bueno, aki esta el prólogo, puede k no sea muy largo, pero aki solo he hecho una pekeña introducción, si os fijáis ni siquiera hay pensamientos de personajes. Asi era mas fácil introducirlos a todos (al fin y al cabo 10 años, son muchos años). Nos vemos en el siguiente capitulo. Para cualkier duda o sugerencia enviadme un comentario.