Por supuesto, no hace falta decir que los personajes utilizados en este fic son sólo y únicamente de Matsushita Yoko sensei y yo sólo los utilizo para saciar mis ansias de escribir sobre ellos. Pero también he de constatar, que en este fic hay personajes propios de dos de mis obras: Stigma Angel (a la cual pertenecen Tsubaki Hi y Kaede Hikari) y My Immortal (a la que pertenecen Keiichi Adriana y Keiichi Shaoran; también los Lothar), construyendo pues, un Crossover de todas ellas.
Por descontado, este es un fic Yaoi, es decir, relación chico-chico...homófogos, abstenerse de leerlo, y también personas que no le gusten este tipo de fics, así evitaremos futuros problemas. También decir, que será un fic sangriento en ocasiones y cosas que pueden herir a personas muy sensibles…si aún después de estas advertencias quieres leer, bienvenido seas.
TH:…wo…que silencio…en mi cabeza…se oye eco
REMINISCENCIAS
Desesperación, caos, desconcierto, soledad, miedo…… ¡horror!...
(Yami)
Nunca he llegado a comprenderlo; la lluvia, la noche; jamás he podido entender porqué la mezcla de éstas hace estremecerse al corazón humano. Miedo, soledad, angustia y pesar recorren cada fibra de sus almas esperando a un ser que les reconforte, que les proteja de ellas…sinceramente, para mi, ambas constituyen algo indispensable en mi vida… ¿o debería decir en mi no-vida?...realmente no tiene importancia…
¿Sabes?...por un tiempo, dejé de tocarlo…sí…ya no componía esas melodías que tanto te gustaban, ni en medio de la noche toco ya las refinadas cuerdas del violín, y mis dedos casi no se deslizan formando la ansiosa melodía de un piano…para mí, ya no tiene sentido hacerlas, ya no me encuentro reconfortado ante ellas…sólo la noche, sólo la lluvia…sólo ellas me ayudan a soportar este dolor, esta angustia…aunque realmente, sólo hacen que recuerde el tiempo junto a ti…todas nuestras peleas, todos nuestros reencuentros, nuestras reconciliaciones…todo fue observado bajo la atenta mirada de la noche y mientras, la dulce melodía de la lluvia hacía eco en nuestro oídos.
¿Lo recuerdas?...la primera vez en la que nos encontramos, ya era de noche, y fuera de tu habitación, llovía…realmente, fui muy afortunado de que mi sed me llevara hasta ti, y que tú refrenaras mis instintos, porque aunque tú no lo recuerdes, ese día estaba resuelto a matarte, a destruirte, a alimentarme de ti, haciendo que mi existencia se prolongara por más tiempo…pero ahora, por mucho que me duela, por mucho que tu inexistencia me parta el alma, no quiero que mi estancia en este mundo desaparezca, porque lo he decidido, estoy resuelto a recuperarte, porque ya estoy cansado de perder y tener que superarlo; ya no más. Me han dado la oportunidad de volver contigo, y voy a hacerlo, porque quiero que tu esencia vuelva, que tu alma regrese junto a mí.
Se lo que dirías si supieras lo que estoy dispuesto a hacer; se que intentarías detenerme ante lo que voy a permitir, pero el deseo de volver a tenerte entre mis brazos es más infinito que la culpa que pueda causarme tales acciones…pero puede quizás, que al fin y al cabo, sea castigado con ello, ya que, a pesar de que mi vida acabó hace ya demasiados siglos para mí, esto puede resultar mi fin. Pero si el resultado es que vuelvas a caminar entre los vivos, que así sea; no opondré objeción alguna.
Antes dije castigado…es gracioso, creo que no estoy precisamente siendo bendecido ahora, pero dejemos sarcasmos y dobles sentidos para luego; ya habrá tiempo de ellos.
Aún así, quería decírtelo, quería que supieras cuanto siento haber hecho que sucediera esto…ya se que las cosas pasan, y que uno no debe autocompadecerse ni arrepentirse de sus acciones, ya que no resuelve nada…pero aún así, lo siento…Siento no haber sido lo que siempre esperaste, no haberte dado lo que necesitaras, no haberte dicho nunca lo que sentía, porque aunque tú lo sabías, yo nunca te lo dije, y jamás me reprochaste nada…siempre decías que para ti era suficiente con saberlo, que no querías presionarme con algo que me costara tanto admitir, que mis acciones eran suficientes para darte cuenta de qué era lo que yo sentía…pero para mí no era suficiente, y jamás lo será…y aún no puedo decírtelo, y me atormenta, porque he necesitado que murieses para sentir la necesidad de gritarle al mundo entero lo que yo siento.
Perdóname…por lo impersonal que resulta esta confesión, por no haber aprovechado el tiempo en el que ambos caminábamos por el mismo sendero. Pero sobretodo, siento el haber permitido que me arrebataran tu vida…no lo entiendo…y aún así, tus últimas palabras no fueron de reproche, ni rencor, ni odio…sólo volviste a mostrarme tu infinito amor una vez más, haciendo que me deshiciera totalmente, llorando como un niño pequeño.
Ya lo he decidido, y si estos instantes son los únicos que tengo para que tú y yo nos despidamos por última vez, que así sea. Por ello, por todo lo que me diste y lo que has dejado en mí, por todo lo que sufriste a mi lado y me apoyaste cuando más lo necesité, por todo el amor y el cariño que nos diste, tanto a mí como a mi hermano, el cual te extraña tanto como yo, y aunque no esté a favor, ha decidido ayudarme a recuperarte. Pero sobre todo, te agradezco el profundo amor que siempre por mí profesaste y que, sinceramente, yo correspondía desde lo más profundo de mí ser.
Por eso, yo, te a…
Mi vida, mi muerte, mis ansias, mis objetivos, mi poder, mi cuerpo, mi alma, tú……todo perdido…… ¿qué queda?...mi yo partido, dividido, desperdigado en la nada, la cual, si bien no nace, puede llegar a ser……
El chico releyó la carta una vez más, pero siguió sin convencerle del todo. Nunca hacía ni había hecho este tipo de cosas, por lo que no estaba acostumbrado a expresar sus sentimientos de una forma tan impersonal como era ésta, por eso no acababa de gustarle. Pero no le quedaba más remedio que hacerlo de esta forma, ya que había sido culpa suya que las cosas hubiesen seguido ese rumbo. O eso pensaba él.
Recordó cuando hacía varias semanas, había llegado de su cacería, encontrando a esos dos extraños chicos en su sala de estar. Volvió a recordar la propuesta del mayor de ellos. Realmente no es que le hiciera demasiada gracia su plan, pero era lo único que podían hacer si ambos querían recuperar lo perdido. Al fin y al cabo, aunque era un poco cruel decirlo, si algo salía mal, el que más salía perdiendo era aquel chico.
Absorto en sus pensamientos, no se percató de la figura que sigilosamente se acercaba a él por detrás, ojeando lo que éste llevaba en las manos.
¿Qué tienes ahí, hermanito?
La reacción del otro fue inmediata. Abrió el cajón del escritorio donde estaba escribiendo, y escondió rápidamente la hoja en éste.
Nada en lo que mi entrometido hermano deba meter las narices –Se giró, cerrando con llave el cajón y guardando la llave en un lugar seguro, sin que el otro lo viera.
Joo...Shaoran…desde aquello estás muy borde conmigo…-hizo una pausa-…bueno...quiero decir...tú siempre has sido un borde y un antipático, un cascarrabias y un… ¡auch! -Se frotó la cabeza tras el golpe de su hermano.
Gracias sobre tu maravillosa descripción de mi persona, Adriana…pero ¿no tienes nada mejor que hacer?...como fomentar tu inteligencia...por ejemplo -salió de la habitación seguido de cerca por su hermano pequeño.
Shaoraaannn…no seas tan malo conmigo… ¿a dónde vas?... -habló un chibi Adriana colgado del brazo de su hermano con ojos llorosos.
Sólo necesito pensar, Adriana…volveré en un rato…
Pero Shaoran…está lloviendo a cántaros...
Sonríe nostálgicamente mientras sale hacia la calle-...sí…lo se
O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O
Lo sé……lo conozco……lo siento ahora sobre mí……
Hisoka se sentía mejor que nunca. No había tenido ningún sueño perturbador, ni había despertado en medio de la noche bañado en sudor, asustado porque alguien lo estuviera observando. No, esta vez no fue así. Se sentía muy cómodo y protegido y tenía miedo de abrir los ojos temiendo que fuera algún juego de su imaginación, pero si era así, todos sus sentidos le engañaban. Percibía un olor muy familiar y tranquilizador, escuchaba un suave ruido que sonaba como si de música se tratase, provocando una leve sonrisa en su rostro. Su piel notaba que algo cálido lo rodeaba, haciendo que intentara fundirse con esa calidez. Sólo su cabeza se resentía, provocándole leves punzadas en las sienes, pero casi imperceptibles, aunque incitaron a que abriera los ojos muy lentamente, para que se fueran acostumbrando a la fuerte luz que entraba por entre las cortinas, haciendo que se cubriera con un de sus brazos, por lo que notó un movimiento a su lado. Se sintió confundido...incluso en un momento llegó a sentir miedo, pero lo desechó en seguida, puesto que en ningún otro momento había resultado ser amenazador para él. Despacio, volvió a quitarse el brazo de los ojos, mirando con precaución a lo que podría encontrarse.
¡¿TSUZUKI!...-gritó sorprendido el chico al ver que no era nada más ni nada menos que su compañero el que se encontraba con el en SU CAMA y ABRAZÁNDOLE mientras dormía. No podía creérselo…intentó pensar… ¿qué le había llevado a estar acostado en su cama con Tsuzuki abrazándolo?...bueno…la noche anterior…estaba muy confundido…ese chico le había afectado demasiado…y Tsuzuki…él le había reconfortado…así era…le había abrazado y…pero un momento…eso no explicaba que hacía en la cama con ÉL…lo miraba confuso…Tsuzuki parecía estar muy cómodo…daba la impresión de que no quería despertar…de que era feliz…eso hizo que los labios de Hisoka se tornaran en una sonrisa, mientras lo admiraba…nunca pudo entenderlo…¿por qué Tsuzuki, alguien que era tan escandaloso, infantil y torpe, lograba reconfortarlo de esa manera?...¿por qué sabía que en lo más profundo de su ser lo odiaba por ser así?...porque lo odiaba…esa era la verdad…odiaba que fuera de esa forma…que pudiera reír tan abiertamente, que no hubiera nadie a quien no respetara y entendiera, porque él…hasta incluso a Muraki, le había demostrada más de una vez su profundo respeto…siempre sonriente, pasara lo que pasase...aunque su alma se partiera, aunque tuviera que sacrificarse él mismo por su bien y por el de los demás, no importándole jamás su seguridad…y le odiaba enormemente por eso…le dolía sentirse así, que Tsuzuki representara toda su vida, porque lo hacía…para él el tiempo que pasaba con Tsuzuki, aunque se quejara, aunque le insultara una y otra vez, era lo mejor que podía pasarle…porque sabía que Tsuzuki no se alejaría de él…pero sobre todo, por lo que más le odiaba, era porque tenía miedo de perderle…de que se cansara de él…de ser una carga…y más que nada, temía, por encima de todo, que para Tsuzuki sólo fuera un compañero…que nunca llegara a verle como algo más…nada más que un niño…
Tsuzuki abrió los ojos lentamente encontrándose en frente a Hisoka, ya despierto, que le miraba intensamente…aunque parecía no haberse percatado de su despertar…su mirada estaba perdida y se encontraba pensativo. Tsuzuki esbozó una sonrisa, estrechando más el abrazo, sintiendo el frágil cuerpo de Hisoka entre ellos...aquel cuerpo que anhelaba proteger y cuidar…aquel cuerpo que pertenecía a la persona que él más…
Buenos días Soka…-le susurró al oído cuando lo tuvo lo más cerca- ¿te encuentras mejor?
Hisoka despertó de sus ensoñaciones, encontrándose cada vez más cerca del cuerpo de su compañero, sintiendo su respiración acompasada cerca de su oído, y su dulce voz taladrando cada uno de sus nervios, los cuales maltrataban una a una las vértebras de su espalda, provocando que un intenso color rojo aflorara en sus mejillas. No podía separarse. Se sentía paralizado entre tanta afluencia de sentimientos. Sus sentimientos…de Tsuzuki no podía percibir nada…sus propios sentimientos nublaban ahora todo, y ni siquiera lograba articular palabra.
Soka… ¿estás bien? –preguntó el muchacho al ver que el chico no se apartaba, ni le respondía, sólo temblaba. Lo apartó un poco de sí para poder mirarle a la cara, preocupado, y sin dejar de abrazarle, una de sus manos se acercó a su rostro, acariciándolo.- Hisoka… ¿por qué no me contestas?... ¿te encuentras mal?...estás muy rojo… -susurró acercando la frente a la suya, para comprobar su temperatura. Esto hizo que el chico entrara en shock, aún más cuando su compañero posó sus suaves labios en su frente, dándole un tierno beso-…Hisoka…
¡Hisoka chaaaaaaaaaaaaaaan!... ¡Hisoka chaaaaaaaaannnnn!... ¡¿Has visto a Tsuzuki san?... –Irrumpió un chico peliazul en la habitación, casi tirando la puerta abajo- ¡Ups!...si está contigo…-Se acercó a la cama subiéndose a ella de rodillas, observando a escasos centímetros los rostros de los dos muchachos- ¡Qué interesante!...ustedes sigan, que a mí no me importa .
O/O –Hisoka y Tsuzuki en estado de shock absoluto, totalmente rojos.
¿Pero qué les pasa?... ¡ah!...esperen un momento!...¡ya se!...es porque prefieren que les grabe, ¿no es eso?...yo siempre digo que hay que grabar los momentos hermosos…nunca sabes lo que puede ocurrir…por eso llevo siempre una cámara encima…me costó mucho conseguirla...pero me ha servido de mucho, sobretodo para espiar a Hi-chan… ese sí que sabía tener momentos lindos con Sh… -Un zapato salió volando en ese momento golpeando la cabeza del muchacho, haciendo que cayera entre los dos shinigamis, separándolos al instante. En la puerta de la habitación, un chico se encontraba apoyado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados y un rostro totalmente pálido que resaltaba más aún su belleza, haciéndolo parecer muy frágil, pero su cejo estaba fruncido, y expresaba una profunda molestia y enfado.
¡¿A quién narices le interesa eso maldito idiota! – gritó al chico desde la puerta.
A…aniki...estás despierto… -dijo el chico dolorido, corriendo hasta éste, abrazándolo- Ohayô
¿Cómo no voy a estar despierto?...tu odioso parloteo se oía claramente desde todos lados…eres un maldito ruidoso...no dejas dormir a nadie…además…te he dicho mil veces que no me llames Aniki…no soy tu hermano –le dio un suave golpe en la cabeza.
Pero Hi-chan… es que me aburría…y como tú estabas durmiendo, por eso me vine a buscar a Tsuzuki y Hisoka…yo no quería despertarte…- dijo con ojos llorosos- además…te he preparado algo para desayunar… he intentado hacerlas lo mejor posible, como las que hacía papá…¿vienes a probarlas?...porfa…
Sorprendentemente para Hisoka, e incluso para Tsuzuki, que observaban la escena sentados en la cama, el chico esbozó una tierna sonrisa hacia su compañero.
Hay que ver lo infantil que eres por las mañanas, otooto-chan, pero está bien…vamos a probarlas…espero no indigestarme… - y volviendo con su rostro serio salió de la habitación.
¡Vamos a desayunar!...-gritó contentísimo Hikari, a lo que los demás asintieron y bajaron junto a él hasta el comedor.
Pero mi corazón late…… ¿por qué?...mi mente grita…… ¿a qué se debe?...sólo Oscuridad responde a mis ruegos…… ¿qué he de hacer, Oscuridad, para que me abraces?...suplica todo mi ser……mi ser……yo……
O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O
Me abordan preguntas sobre ti, sobre mí, sobre el futuro…… ¿futuro?...futuro……pero yo no vivo, aunque no puedo volver a morir……pero sin embargo, los latidos de este atormentado corazón no cesan……mi cuerpo no existe……Delirio……pero yo aún existo…… ¿existo? ¿Por qué?
Hacía horas que su hermano había salido de casa. No se había atrevido a salir tras él, porque sabía lo que adoraba la soledad…aún así, estaba muy preocupado. Él apoyaría a su hermano fuese lo que fuese lo que hiciera éste, pero lo que iban a intentar esos dos, era muy peligroso…sólo rogaba que la persona más importante en su vida supiera lo que hacía……
Su hermano….aún recordaba cómo había hecho lo posible por matarle…incluso la había utilizado a ella para eso…afortunadamente, se dio realmente cuenta de lo que significaba en realidad para él…de cómo había sido su vida tras que éste desapareciera, cuando sólo tenía 12 años. Le habían mentido y dicho que su querido hermano había asesinado brutalmente a personas inocentes, y le entrenaron arduamente para que vengara la muerte de esos desdichados, junto a la organización en la que su padre trabajaba…
Ese maldito…..primero había estado experimentando con su hermano…provocándole esa dolorosa enfermedad que lo destrozaba lentamente por dentro, y que éste, trataba día tras día, de ocultar ante los ojos de los demás…su profundo dolor...y su miedo…él se convenció de que su hermano había enloquecido ante la enfermedad, y que eso le había llevado a convertirse en el monstruo que todos creían que era…y así acabó él siendo otro de los experimentos de su odioso padre, listo para acabar con su existencia…pero entonces…llegó el momento propicio…esperó más de cuatro siglos hasta encontrarlo…lucharon y perdió…tan poderoso era su hermano que no tardó en acabar con él…pero en esa batalla, descubrió que el dolor y la soledad que siempre vio en los ojos de su hermano, no habían cambiado nada durante cuatrocientos años. No era un monstruo…cierto que había acabado con la vida de personas, pero éstas jamás fueron lo inocente que le obligaron a creer. Era su hermano…la única víctima que sufría, que era perseguido por todos, humanos y vampiros por su condición de ambos y su gran poder y el que, hasta que llegó ella, permaneció en absoluta soledad…durante tanto tiempo…
Lo admiraba más que a nadie en el mundo…lo amaba más que cualquier otra cosa, y si su hermano se lo pidiera, se quitaría la vida sin dudarlo…él jamás fue un fanático…nunca le gustó recibir órdenes y en eso era igual a él…pero veía en éste un profundo respeto que no podía ser ignorado…inteligencia, comprensión…vale que siempre era muy borde, frío y distante…pero, ¿qué podía esperarse?...cuatro siglos de soledad son una completa eternidad…
El sonido de una puerta entreabrirse lo sacó de sus cavilaciones. Fue corriendo hacia el baño, cogiendo una toalla y se dirigió rápidamente a la puerta de la entrada, dónde su hermano mayor acababa de llegar. Su pelo largo hasta la cintura y lacio, negro como el más oscuro azabache, se encontraba pegado a su alto y esbelto cuerpo…piernas largas enfundadas en sus eternos pantalones negros y sus botas de igual color…un torso perfectamente delineado se dejaba entrever entre su camisa, empapada con la lluvia, y su hermoso pelo delineando deliciosamente su cuerpo, mientras sus refulgentes ojos verdes miraban a un punto vacío, como cada vez que volvía a casa…se acercó a su hermano, llamándolo suavemente, rodeándolo con la toalla…
Shaoran… -susurró tomando entre sus manos su pálida tez, viendo la profunda tristeza que emanaba de sus hermosos ojos. Apartó cuidadosamente algunos mechones que se escurrían por su rostro, acariciándolo suavemente hasta llegar a sus labios…siempre se preguntó cómo un ser tan perfecto podía llegar a sufrir tanto como su hermano…estaban cálidos, al contrario que el resto de su cuerpo, el cual se asemejaba a un témpano de hielo…pasó sus dedos suavemente por ellos, delineándolos, percibiendo la calidez de la sangre que aún manaba en ellos tras la cacería. Acercó lentamente los labios a los suyos, degustando su sabor…el sabor de su querido hermano…se separó un momento para observarle…un ligero rubor en sus mejillas había logrado dar color a su nacarado rostro. Sonrió ante tal arrebatadora visión-…Shaoran...-repitió antes de posar nuevamente sus labios en los suyos…poco a poco, la boca de su hermano se fue entreabriendo, dejando pasar su lengua con facilidad, notando que ahora cercaba sus brazos en torno a su cintura. Por su parte, apartó las manos del rostro de Shaoran, para pasarlas a su cuello, empujándolo levemente hacia él, apretándose más contra su cuerpo y enredando sus dedos en la suave cabellera ébano de su hermano. Profundizó más el beso, explorando con su lengua cada centímetro de la cavidad del mayor, y éste, enredaba una y otra vez su lengua a la del pequeño, ofreciéndole el sabor que tanto les gustaba a ambos. Algo tibio cayó sobre su mejilla tras separarse por falta de aliento, descubriendo el rostro de su hermano surcado por lágrimas ensangrentadas. Sonrió cálidamente a su querida mitad, recogiendo sus lágrimas entre sus labios.
Shaoran…-susurró por tercera vez mirándolo fijamente, rozando sus labios con los suyos-… ¿quieres...que subamos?- el mayor sólo asintió, dejándose llevar de la mano hacia su habitación.
Al llegar, Adriana hizo que Shaoran se tumbara suavemente sobre la cama y fue desprendiéndole lentamente de sus prendas mojadas, dejando su hermoso cuerpo desnudo, refulgente a la luz de la luna que lo bañaba desde la ventana. Quedó totalmente extasiado ante esta visión, tanto, que se sorprendió verse tumbado en la cama bajo Shaoran, que empezaba a desprenderle pasivamente de su ropa. Fue el turno de él, para que un leve rubor adornara sus también pálidas mejillas…tan parecidas a las de su hermano…un escalofrío recorrió su cuerpo al notar los dulces labios de Shaoran sobre su piel, besándole tiernamente cada centímetro…
"Dios…los ángeles no saben cómo es el verdadero paraíso…"-pensó notando que su cuerpo comenzaba a arder, ahora que sentía la humedad de la lengua de su hermano mayor recorrerle, dejando escapar leves gemidos de entre sus labios. Shaoran seguía con su juego, torturándole a cada caricia, a cada beso, cada leve pinchazo que sentía cuando hundía levemente sus colmillos en él, extasiándole con el olor de la sangre, volviendo de nuevo a cerrar la herida, pasando su cálida lengua por ella. Su cabello mojado, recorría a conjunto con sus manos su expuesto cuerpo, mientras la boca de su hermano bajaba lentamente hasta detenerse en su hombría.
Los gemidos de placer aumentaron de intensidad, cuando la cavidad húmeda del mayor se cerró en torno a su miembro, y su lengua ondeaba, rodeándolo, una y otra vez, succionándolo, notando que su hombría ya endurecida, palpitaba dolorosamente entre sus labios. Shaoran bajó, esta vez concentrándose en la entrada del pequeño, introduciendo suavemente sus dedos, uno a uno, para acostumbrarlo, hasta que su hermano estuvo preparado. Subió para encontrarse con lo labios del menor, besándolos hambrientamente, con deseo en sus ojos esmeraldas. Adriana dejó escapar un leve gemido de impaciencia, con lo que éste se introdujo lentamente en él, hasta que su hombría quedó totalmente en su interior…se abrazó a su cuello, notando el aliento de Shaoran sobre el suyo propio, cuando comenzó a moverse dentro de él, besando tiernamente su cuello, oyendo los gemidos del pequeño muy cerca de su oído, cada vez más fuerte, suplicándole que fuera más rápido, mientras rodeaba su cintura con sus piernas para sentir mayor placer en las embestidas. Shaoran aumentó el ritmo, acariciando con una de sus manos su cuerpo, hasta llegar a su trasero, apretándolo y haciendo que sus caderas chocaran con más intensidad, provocando que nuevos gemidos de placer afloraran desde los labios de Adriana. Pronto llegarían al clímax, y Shaoran lo sabía, así que hundió sus colmillos en el cuello de su hermano, empezando a deleitarse con su sangre. Adriana lo imitó, cerrando el círculo, extasiado por tanto placer. Fue el turno de Shaoran de romperlo, emitiendo un sonoro gemido al desfogarse a la misma vez que su hermano, quedando exhausto sobre él, sin salir todavía de su interior. Sus respiraciones sonaban entrecortadas, y el sudor perlaba sus espectrales pielesbrillando bajo la luz de la luna.
Shaoran se separó lentamente del interior de su hermano, recostándose a su lado y cerró los ojos lentamente hasta quedarse profundamente dormido. Adriana sonrió ante tan hermosa visión…su hermano…su ángel caído de cabellos ébanos y corazón oscuro, tan triste y melancólico, que perdía la razón cuando la sangre rozaba sus labios, cerrándolo en sí mismo, para torturarse. Se alegró de haber descubierto cómo podía hacer que su querido Shaoran pudiera dormir en paz por las noches y como así recuperaba poco a poco la vida. Acarició suavemente su rostro y se recostó sobre su ahora cálido pecho, jugando con sus hebras azabache, y esperanzado de que con el nuevo sol, los ojos de su querido hermano volverían a cobrar vida.
Oscuridad, háblame……Oscuridad……bésame……Oscuridad…………ámame………
(Yami, Final)
CONTINUARÁ…
¡Siento muchísimo el retraso!...pero comprendan que mis exámenes de selectividad acaparaban todas mis neuronas, y aunque quisiera, una semana después, todavía estaba estresada…XDXD…pero nada…he vuelto y cuento con renovadas fuerzas…que aunque una sola persona lea mi fic, y aunque sea por puro aburrimiento, mi no abandonará mientras me queden fuerzas…XD...ains…que paranoias, por Yevon…pues eso...muchas gracias por esperar, y aunque este no sea un capítulo propiamente dicho, me sirve mucho para dar a conocer a dos de los personajes más oscuros de este fic…no os preocupéis, el turno de Soka y Tsuzuki llegará….pero quiero torturarlos un poco más…aún así, me ha quedado muy extraño este capi…realmente no se ya ni lo que escribo…ruego que perdonen mis delirios….XDXD…sólo eso..y por favor…vuestros reviews son mi combustible para poder avanzar..
Muchísimas gracias a Dark-san86:.…¿por qué dices eso de mi querido niño?...Y.Y…Hichancito es muy bueno…lo que ocurre es que lo entenderás según avance el fic, ya verás. Y Hisoka… ¿quién no adora a Hisokita?...aunque mis prefer son Tatsumi y Muraki...XD. Yo también conozco la seria…me encanta en cómo salía luego en Angel, que era la seríe que hacía con Cordelia… (babas)…de todos modos, me hace muy feliz que te guste mi fic, en serio…Dômo..
Mi querido aprendiz padahappy…ains…otro capi más…¡¡¡por fin!...y si…como querría yo tener a un Hichancito para mí también..XDXD…Mentira podrida de la mala pésima y asquerosa!...Han Solo es millones de veces mejor que Anakin Skywalker…XDXD…nada nada…me alegra mucho haber recibido tu review, me hace muy feliz…me alegra que te guste…
Y por último, mi querido otooto-chan muchas gracias por leerme y aguantarme mis berrinches...y los que te quedan!...XDXD
Bye bye minna!...nos vemos en el próximo capi...y estad atentos…dentro de poco empezaré con un pequeño juego…no es que haya premio para el ganador, pero será divertido ver quién gana…XDXD….Jya ne!
-Tsubaki Hi-
