CAPITULO 2- COMPRAS ESCOLARES
Finalmente llego el día tan ansiado por Sirius: su salida en solitario junto a su prima al Callejón Diagon. Le alegraba enormemente poder salir sin la compañía de sus padres. Antes de irse al trabajo, el Señor Black acercó a su hijo hasta la casa de sus primas. Sirius toco al timbre alegremente y al rato el elfo domestico de la familia le abrió la puerta.
Pase señorito, la señorita Andrómeda no tardara en bajar- Sirius pensó seriamente si todos los elfos domésticos serian tan amargados como Kreacher y Dryth (así se llamaba el elfo de sus tíos)
Sirius noto algo peludo restregándose por sus piernas y cuando bajo la mirada vio a Pyther, el Kneazle de su prima Andrómeda. Era una criatura pequeña parecida al gato, con un pelaje pardo moteado a lunares. Sus orejas y cola eran como las de un león. Sirius lo cogió en brazos y el pronuncio un prolongado gemido N/A: El kneazle es originario del Reino Unido, aunque ahora se exporta al mundo entero. Es inteligente e independiente y puede llegar a ser agresivo ; aunque si se encariña con un mago o una bruja, es una excelente mascota. El kneazle tiene una misteriosa capacidad para detectar personas sospechosas o desagradables ; además, sus dueños pueden confiar en que, si alguna vez se pierden, el kneazle los guiara de vuelta a casa con total seguridad. Tienen hasta un máximo de ocho crías por parto y pueden cruzarse con gatos. Hace falta una licencia para tenerlos, la apariencia de los kneazles es suficiente anormal para despertar la curiosidad de los muggles. El Ministerio de Magia lo clasifica como un animal de clase XXX : Magos competentes pueden salir adelante
Aquel Kneazle parecía haberle cogido inquinia a todos los miembros de la familia Black, a excepción de Andrómeda, su dueña y a la cual adoraba con locura (siempre iba donde iba ella) Sirius y el tío preferido de ambos, Alphard. En ese momento Narcisa apareció por la puerta y Pyther la miro de mala forma a la vez que se ponía tenso.
Narcisa miro con repugnancia a la mascota de su hermana y luego saludo brevemente a Sirius, para desaparecer por uno de los numerosos pasillos. Pyther resoplo cuando ella se fue.
Chico listo- pensó Sirius mientras acariciaba al felino.
Su prima no tardo en bajar. Llevaba una falda tejana, unos zapatos de plataforma y una camiseta sin mangas blanca con el emblema de Reino Unido. Su larga melena negra estaba recogida en dos moños.
Siento la espera.
Tranquila, he estado bien acompañado- dijo mientras señalaba a Pyther. El felino nombrado fue enseguida a los brazos de su dueña.
¿Nos vamos?
¿Cómo vas a hacer para que los muggles no se den cuenta de lo anormal para ellos de tu mascota?- pregunto Sirius. Andrómeda se limito a sonreír y señalo la pequeña mochila roja que llevaba colgada de la espalda. El Kneazle enseguida lo comprendió y se metió en la mochilla. Andrómeda la medio cerro, dejando espacio suficiente para que su mascota pudiera respirar.
Ambos salieron de casa y tras esperar el taxi que habían pedido y fueron hacia el Caldero Chorreante.
¡Vamos mama! ¿Cuánto tiempo necesitas para arreglarte?- un muy impaciente James miraba frustrado como su madre se peinaba tranquilamente. La joven madre sonrió al ver la emoción que embriagaba a James por el hecho de ir de compras al Callejón Diagon.
Samantha Potter acabo de arreglarse el cabello y fue junto con su hijo a la chimenea de la sala de estar.
¿Iremos con polvos flú?- pregunto James algo receloso.
Sí.
Seguro que me mareo- dijo con cierto fastidio, pero no por ello iba a perder la emoción por ir a comprar el material para el colegio. Además, seguro que tendría ocasión de escaparse e ir a visitar la tienda de artículos de Quidditch y con un poco de suerte, conseguiría varios artículos de broma, aunque conociendo a su madre, lo dudaba.
Para la desesperación de James, aún faltaba su padre. Aquella noche había habido revuelo en el Ministerio y había tenido que trabajar toda la noche. Un estruendo se apodero de la casa y Rowald Potter no tardo en aparecer por la chimenea. Sus ojos estaban enmarcados por unas grandes ojeras y sus hombros caían pesadamente, estaba claro que no había dormido en toda la noche.
¿Estas bien cariño?- le pregunto preocupada su mujer.
Lo estaré así que me haya tomado una taza de café.
Los tres miembros de la familia fueron hasta la cocina y allí Samantha se encargo de prepararle un café a su marido. Tras haberse tomado el liquido caliente Rowald pareció recuperarse.
Bueno, creo que va siendo hora de que vayamos al Callejón Diagon o James nos matara- mientras decía esto y se ponía en pie, Rowald revolvía el rebelde cabello de su hijo. James sonrió ampliamente, pero la sonrisa se le fue así que noto el mareante efecto de los polvos flú.
Remus estaba tranquilamente sentado en la cocina de su casa comiendo tranquilamente unas pequeñas ensaimadas rellenos de chocolate. Habían pasado tres noches desde su última transformación y se encontraba mucho mejor.
En eso que entro su madre por la cocina.
Remus cielo tu padre no podrá venir, se ve que esta noche ha habido problemas en el Ministerio y esta mañana le han llamado para que fuera a ayudarlos.
Remus se apeno un poco, no conocía a nadie aparte de su familia, desde que se convirtió en hombre lobo, se había alejado de los demás niños por temor a hacerles daño. Pero no iba a permitir que eso quitara la ilusión de poder ir por primera vez al Callejón Diagon. Su madre nunca había querido llevarlo con el.
¿Qué usaremos? Londres esta a cuatro horas de viaje en coche...
Polvos flú, así llegaremos mucho más rápido.
Remus asintió lentamente con la cabeza, se lleno los bolsillos de ranas de chocolate y fue con su madre hasta la chimenea. Aquel seria un gran día.
Sirius y Andrómeda miraban fascinados la cantidad de tiendas que se extendían por el Callejón. No era la primera vez que iban, pero nunca habían estado allí solos. Cuando iban con sus respectivas madres, estas se encargaban de marearlos de tienda en tienda sin poder pararse apenas a contemplar nada y evitando el contacto con cualquiera que no fuera del agrado de ellas (de sus madres)
Estaban paseando tranquilamente, mirando aquí y allá, cuando Andrómeda decidió sacar a Pyther de su mochila. El Kneazle se mostró contento de poder caminar libremente. Encontraron rápidamente la tienda de libros, y tras dejar la lista de los libros que necesitaban, dijeron que se los llevaran a sus respectivas casas y allí sus padres le pagarían. Alguna cosa buena tenia que tener ser un Black. Podían comprar lo que quisieran sin preocuparse, solo con mencionar sus apellidos no mostrarían ningún problema en llevárselas a casa.
Siguiendo el mismo método compraron sus calderos, las túnicas, el telescopio y un montón de artículos más. Solo les faltaba la varita.
¡Esto es fantástico!- exclamo Andrómeda al mirar fascinada el escaparate de la tienda donde vendían mascotas. Pyther pareció sentirse ofendido por la fascinación de su ama hacia otros animales y se fue corriendo.
¡Pyther espera!- Andrómeda salió corriendo detrás de su Kneazle y para la desesperación de Sirius, se perdió entre la multitud.
¡And espera!- Sirius siguió corriendo tras su prima pero pronto comprobó que la había perdido. Siguió corriendo desesperado, hasta que colisiono con alguien. Ambos cayeron al suelo estrepitosamente.
¡Ouch!
Remus estaba caminando por el Callejón sorprendido por todas las tiendas que había, los artículos tan diversos y la gran cantidad de gente diferente que paseaba con total tranquilidad por allí. Su madre lo miraba con una gran sonrisa.
¿Qué nos falta?
Su madre hizo un recuento mental de lo que tenían.
Los calderos, el telescopio y tu mascota.
Al escuchar esto los ojos de Remus se iluminaron.
¿Me vas a comprar una mascota?- pregunto temblando de emoción.
Creo que te lo mereces.
¡Muchas gracias mama! Eres la mejor madre del mundo- Remus abrazo efusivamente a su madre. La señora Lupin sonrió ampliamente.
Remus iba pensando que mascota iba a comprar cuando noto algo peludo en sus piernas. Cuando bajo la mirada se encontró con un lindo kneazle. Lo cogió en brazos y este ronroneo.
¡Pyther!
De entre la multitud apareció Andrómeda en busca de su kneazle. Cuando lo vio en brazos de Remus suspiro aliviada.
Hola
Remus miro hacia atrás, pensando que se dirigía a otra persona, pero no había nadie. Andrómeda esbozo una linda sonrisa.
Parece que le has caído bien a mi kneazle, y eso es bastante inusual en el.
Vaya ¿es tuyo?- Andrómeda asintió con la cabeza- Entonces es mejor que te lo devuelva.
Remus le extendió al animal, pero este se mostraba reacio a ir con su dueña.
Vamos Pyther, solo las miraba por curiosidad, sabes que eres la mejor mascota del mundo.
El orgulloso Pyther ronroneo alegremente y se fue feliz con Andrómeda.
Muchas gracias por coger-lo, pensé que no lo alcanzaría nunca. Me llamo Andrómeda Black.
Yo Remus Lupin- Remus no estaba acostumbrado a hablar con gente de su edad, y menos con una chica, así que la situación le resultaba algo extraña e incomoda. Pero así que vio la sonrisa de Andrómeda, se tranquilizo.
¿Eres de Hogwarts?
Voy a entrar este año a primero- respondió Remus mirando de reojo a su madre, no sabía si le molestaría que se entretuviese hablando.
¡Genial!- ante la enorme sonrisa de Andrómeda, Remus se sonrojo un poco- Yo también voy a ir a primero pero solo conozco a mi primo, bueno, a mis hermanas, pero a ellas es mejor no contarlas- en ese momento Andrómeda pareció darse cuenta de algo y se giro buscando desesperada a ambos lados.
Esto...¿Qué estas buscando?- pregunto tímidamente Remus.
A Sirius, es mi primo. Habíamos venido juntos a comprar las cosas pero cuando e salido detrás de Pyther me parece que lo he perdido.
Andrómeda pareció entristecerse. Remus miro a su madre y esta asintió con la cabeza.
S..si quieres puedo, bueno, ayudarte a encontrarlo. Aunque solo si tu quieres- la sonrisa volvió al rostro de la pequeña Black.
¡Gracias!
Antes de que te vayas, toma Remus- su madre le dio algunos galeones- Cuando paséis por la tienda de mascotas, cómprate la que quieras. A sí, y también esto, tu padre la consiguió para ti- la señora Lupin le extendió una licencia para criaturas mágicas de clase XXX- Podría ser que lo necesitaras dependiendo de la mascota que elijas.
Remus se despidió de su madre y junto con Andrómeda se sumergió en aquel bullicio de gente. Pasaron horas buscándolo, horas que aprovecharon para hablar. Remus nunca había hablado tanto con alguien ajeno a su familia, y Andrómeda era una chica muy habladora y risueña. En poco tiempo ya sabían un montón de cosas el uno acerca del otro, aunque Remus omitió su licantropía, claramente eso era solo su secreto. Pyther estuvo encantado que algunos ratos fuera Remus quien lo cogiera, hecho que complacía enormemente a Andrómeda.
Normalmente solo permite que mi primo, mi tío o yo misma lo cojan. Al resto de la familia Black parece tenerles una especie de inquina. Según mis hermanas esta loco y es un desquiciado, pero yo creo que es muy inteligente.
Remus sonrió. De repente pasaron en frente de una pastelería con mesas en el exterior.
¿Y si vamos a tomar algo? Yo invito, llevamos tres horas buscando a mi primito y no aparece, así que tampoco va a pasar nada porque descansemos un rato. Siento haberte hecho caminar tanto.
Tranquila, me ha encantado charlar contigo, y si, no seria una mala idea hacer un descanso.
Ambos junto con Pyther fueron a las mesas y se sentaron en una. Andrómeda pidió algo de leche para su kneazle y un batido de vainilla para ella, mientras que Remus se pidió un helado con tres bolas de chocolate bañado con chocolate fundido y algo de trufa. Andrómeda rió ante la visible tendencia de su nuevo amigo por los chocolates.
¿Tu en que casa quieres quedar?- le pregunto Remus.
Según la tradición familiar, debo quedar en Slytherine- Andrómeda exalto un largo suspiro- Pero preferiría Ravenclaw.
Ya veras como lo consigues.
Gracias.
Andrómeda pago lo que se habían tomado (sus padres antes de salir le habían dado una cantidad exagerada de dinero para que pagara la varita, pues sabían que Ollivander no se las llevaría a domicilio)
Mientras volvían a la búsqueda de Sirius, pasaron delante de la tienda de mascotas, y decidieron entrar. Remus se perdió contemplando la extensa variedad de animales que podía adquirir. Pyther bufo molesto pero Andrómeda le acaricio detrás de las orejas, su blanco débil, y ya no hubo problema.
Remus iba paseando cuando algo llamo su atención: un fwooper verde-lima reposaba tranquilamente en su jaula N/A: El fwooper es un pájaro africano que exhibe plumajes de colores intensos: los hay anaranjados, rosados, verde lima y amarillos. Este animal ha sido durante mucho tiempo proveedor de plumas de fantasía y sus huevos también llaman la atención por los dibujos de vivos colores de la cáscara. Aunque al principio resulta agradable, su canto acaba por volver loco a quien lo escucha. En consecuencia, el fwooper se vende con un encantamiento silenciador que es preciso reforzar todos los meses. Para ser dueño de un fwooper hay que tener una licencia, ya que estas criaturas requieren un cuidado responsable. El Ministerio de Magia lo clasifica como un animal de clase XXX : Magos competentes pueden salir adelante
Andrómeda mira esto.
La chica se acerco y contemplo al fwooper.
Es precioso- en su regazo, Pyther lanzo un bufido.
¿Crees que puede utilizarse para el correo como las lechuzas?
Por supuesto, son igual de fiables que las lechuzas y los búhos- el tendedero, al ver el interés de Remus por el fwooper, se había acercado N/A: No se si lo son o no, en el libro no lo pone, así que me lo invento XD
Creo que voy a quedármelo- dijo Remus con la mirada clavada en la que seria su nueva mascota.
Es una buena elección- confirmo una sonriente Andrómeda.
El vendedor cogió la jaula con el fwooper.
¿Tienes licencia?- Remus le extendió la licencia que horas atrás le había dado su madre- Perfecto.
Remus pago el precio del fwooper y salió de la tienda con una enorme sonrisa.
¿Cómo vas a llamarlo?- pregunto curioso Andrómeda mientras miraba la jaula. Era la primera vez que veía un fwooper.
Pues aún no lo he pensado, el vendedor me ha dicho que era hembra- Remus pareció meditar unos segundos- Elige tu el nombre- dijo finalmente.
¿Yo? Bueno, deja que lo piense...- Andrómeda empezó a caminar por el callejón sin prestar atención en si veía a su primo o no, estaba más concentrada pensando un nombre adecuado para el fwooper de su nuevo amigo- ¿Qué tal Queen? N/A: Aunque es bastante obvio, por si acaso: queen es reina en ingles
Me gusta, es un nombre bonito nn- Remus se miro su reloj- ¡Es taradísimo! Quede con mi madre en encontrarnos en la tienda de Olivetti hace diez minutos!
Vaya, siento haberte hecho perder el tiempo, será mejor que vayas, seguiré buscando a Sirius sola.
El tiempo contigo nunca se pierde- dijo Remus con una sonrisa- ¡Espero que lo encuentres pronto!- mientras decía esto, se iba perdiendo entre la multitud - ¡Adiós Andrómeda! ¡Adiós Pyther!
No había dado ni dos pasos, que Andrómeda escucho una voz familiar.
¡Potter no puedes dejarme solo!¡Traidor!
¡And espera!- Sirius siguió corriendo tras su prima pero pronto comprobó que la había perdido. Siguió corriendo desesperado, hasta que colisiono con alguien. Ambos cayeron al suelo estrepitosamente.
¡Ouch!
Sirius se incorporo de un salto y le extendió la mano al chico que estaba en el suelo a la vez que pedía disculpas. Era más o menos de su misma edad, de rebeldes cabellos azabache y ojos color avellana detrás de una gafas.
Tranquilo, no ha sido nada. Me llamo James Potter ¿y tu?
Yo Sirius Black, encantado.
Ambos estrecharon la mano.
¿Se puede saber porque corrías de esa manera?- pregunto James con una sonrisa divertida.
Vine de compras con mi prima, pero su kneazle se escapo, ella salió detrás y la perdí. Intente seguirla pero choque contigo.
¿Hogwarts?
Si- respondió Sirius sonriente- Primer año ¿y tu?
¡Yo también estoy en primer año!- exclamo un risueño James- Vine con mis padres a hacer las compras, pero los deje en la librería. Convencí a mi madre para que me dejara ir a ver el ultimo modelo de Nimbus.
¡Me encantaría verla!
¿Quieres venir conmigo?- Sirius lo dudo un momento, por un lado deseaba ver la nueva escoba, pero por otro, tenia que buscar a Andrómeda- Luego te ayudare a buscar a tu prima.
Entonces hecho.
Ambos fueron hacia la tienda hablando animadamente, compartían gustos y aficiones y pasaron un rato agradable riendo. Finalmente se pararon frente al mostrador y contemplaron fascinados la escoba que se lucia en el escaparate como el orgullo de la tienda. Después de casi veinte minutos pegados al cristal, James propuso ir a una pastelería que había allí cerca. Pastelería donde más tarde irían Remus y Andrómeda.
James se limito a pedir un batido de fresa con una ensaimada rellena de chocolate, pero Sirius, para faltar a la costumbre, tenia un apetito voraz y galeones de sobra, entre otras cosas se pidió tres batidos de chocolate, cinco raciones de pastel de manzana, varias tabletas de chocolate blanco (su preferido) dos trozos de pastel de calabaza y una bolsa de caramelos para el viaje. James miraba todo eso sorprendido y divertido a la vez.
¿Piensas comerte todo eso?
Zi'no nog l'og agia copr'go- James levanto una ceja.
Primero traga y luego habla.
Sino no lo habría comprado.
Continuaron hablando animadamente, y se sorprendieron al comprobar la confianza que se habían cogido en apenas un rato.
Hacia tiempo que no me lo pasaba tan bien con alguien- comento James- Estoy seguro que seremos grandes amigos.
Dalo por hecho- sentencio Sirius- Aunque piensa que es una suerte que yo, el gran Sirius Black te haya escogido a ti como amigo.
Oye ¿tu no tienes abuela? ¬¬
Si, era tan hermosa como yo, pero ahora esta llena de arrugas.
James suspiro.
¿Qué? Soy inteligente, guapo y encantador ¿Qué más quieres?
Y por lo que veo también algo egocéntrico.
¿Que es eso? 0.o
Me rindo contigo.
nn si es que soy un encanto
Cuando Sirius acabo de comer todo lo que había pedido, se pusieron a vaguear por el callejón en busca de la prima del joven Black. Sirius le hizo una 'descripción' a James de cómo era su prima.
Es algo más baja que yo, pero con el mismo porte elegante y sexy
Sirius...
¿Qué?
Nada.
Al pasar por la tienda de artículos de broma, James se volvió como loco.
Ojala existiera un modo de evadir a mi madre y conseguir algunas.
Sirius sonrió maliciosamente.
Tranquilo amigo mío- James lo miro muerto de curiosidad- Soy socio de Zonko, la mayor tienda de artículos de broma desde que tengo 7 años- ahora los ojos de James se iluminaron- Tengo un montón de artículos en casa, y mi madre no notara su desaparición cuando me vaya a Hogwarts. Además, al ser socio y miembro de la familia Black me envían un catalogo con las novedades y si lo deseo, me envían todos los artículos que pida a mi casa- Sirius paro para coger aire- Hace dos días envié a mi lechuza para que les informaran de que a partir del uno de septiembre estaré en Hogwarts, así que me enviaran las cosas allí.
James ahora si que se volvió loco del todo, no paraba de dar vueltas y saltar eufórico.
¡Sirius eres genial!
Eso mi estimado amigo, ya lo sabia.
Por cierto, tengo que ir a comprar mi varita.
Yo también ¿Nos pasamos por la tienda de Ollivander?
James asintió y ambos fueron hacia dicha tienda. Una vez allí el amable y anciano señor Ollivander los saludo afablemente.
Supongo que vienen a por sus varitas.
Ambos asintieron. El señor Ollivander se perdió y volvió aparecer con dos cajas. Les dio una varita a cada uno, pero el resultado no fue muy bueno: Sirius chamusco el pelo de James y este destrozo parte de las cajas. Volvieron a probar y los resultados no fueron muchos mejores, varita tras varita. James y Sirius empezaban a desesperarse, pensando que su varita se habría perdido en Singapur cuando Ollivander apareció muy sonriente.
Creo que estas servirán, son muy especiales, si que lo son, pero creo que son las vuestras. Caoba y escama de dragónN/A: En el libro no se especifica que tenia la varita de James, veintiocho centímetros y medio. Flexible. Excelente para transformaciones- le extendió la varita a James- Y esta para el joven Black. Ébano y pelo de thestral, veinticuatro centímetros y medio. Elástica, muy útil para transformaciones y encantamientos de invisibilidad- y le extendió la varita a Sirius.
Cuando cogieron sus respectivas varitas, ambos lo notaron, un súbdito calor se apodero de ellos y sus varitas empezaron a emitir chispas rojas.
¡Excelente!- exclamo Ollivander- Espero que sepáis utilizarlas, porque son varitas muy especiales.
¿Porque son especiales?- pregunto Sirius aún fascinado con su varita.
La suya tiene un pelo de thestral, como ya le e indicado, y solo ahí dos varitas que su núcleo sea un pelo de dicho animal. La otra aún esta en la tienda. Fueron realizadas hace más de 100 años, y nunca ningún mago a conseguido usarlas, y eso que lo intentaron por la fuerza. Es muy difícil conseguir un pelo de thestral, y por eso solo ahí dos. Al tener como núcleo el pelo de un thestral, son muy poderosas, al igual que esos magníficos animales. Si sabes como usarla será una magnifica aliada. Por otro lado, de su amigo, el señor Potter, tiene una varita cuyo núcleo es una escama de una raza de dragón extinguida hace trescientos años, época en la que fue creada. Al igual que la de tu amigo, tiene un gran poder que te será de gran utilidad si sabes emplearla como es debido.
Pagaron sus varitas y se fueron de la tienda rebosantes de felicidad.
Ya sabia yo que el gran Sirius Black necesitaría una varita especial- comento Sirius.
¿Nunca te cansas de auto alabarte?
No
James suspiro entre divertido y severo, y pensó que su nuevo amigo era un tanto peculiar pero muy buen chico. Continuaron paseando en busca de Andrómeda, pero no consiguieron dar con ella. Al cabo de mucho rato, James se miro el reloj y vio que se le había hecho tarde.
¡Hace dos horas que tendría que haberme reunido con mi madre!¡Me va a matar!- James empezó a correr perdiéndose entre la multitud- ¡Nos vemos en Hogwarts Sirius! ¡Te escribiré!
¡Potter no puedes dejarme solo!¡Traidor!- el grito de Sirius se perdió entre los demás sonidos que inundaban aquel callejón. Cuando se volteo resignado a continuar con la búsqueda de su prima solo, se encontró con una sonriente Andrómeda que enseguida se abalanzo sobre el.
¡Te he estado buscando!- exclamo cuando su prima lo soltó.
Yo también, pero me lo he pasado muy bien, he conocido a un chico muy simpático nn
Me alegro, yo también he conocido a alguien, estoy deseando que nos volvamos a ver- comento Sirius recordando a James.
Acabaron de hacer las compras que les faltaban y volvieron a sus respectivas residencias. Allí la madre de Sirius lo estaba esperando.
Me alegra que hayas vuelto, se que antes no te lo dije, pero estoy muy orgullosa de tu ingreso en Hogwarts, espero que pronto te conviertas en un gran mago y le ayudes...
¡Ayudar a quien?- pregunto Sirius con desgana, si su madre se mostraba minimamente cariñosa, era que había algo detrás de todo aquello.
A nadie cariño, a nadie.
Sirius se encogió de hombros y fue corriendo a su habitación.
¿Qué pasara con Remus y Andrómeda?¿Y James y Sirius?¿Continuara juntos o se separaran?¿Por qué tantos bichos raros en esta historia como fwoopers y kneazles? Eso es culpa mía y del libro de criaturas mágicas y donde encontrarlos XD Bueno, dejemos a un lago mi enfermedad mental ¿Qué les a parecido este segundo capitulo? Mi máximo problema fue que intente mezclar dos historias y la cosa me salió fatal -- finalmente decidí escribir las dos por separado y poder crear mejor el carácter de mis personajes, por un lado esta mi adorable Kathy, y por otro la loca de Hana en un próximo fic al mezclar las dos cosas me salió algo nefasto y se notaba que no sabia mucho lo que quería. Espero que ahora, modificada, les guste más.
Sirius: Algo escrito por ti nunca va a gustar, si lo hubiese escrito yo, el grandísimos Sirius Black.
Rayen le da un golpe a Sirius
Sirius: ¡Ouch! Eso dolió TT con una tirita en la cabeza bruta ¬¬
Rayen: Quieres otro ¬¬x
Sirius: ¿no te han dicho que eres encantadora? con cara angelical
Rayen: ¿De verdad? nn
James: Esta vez te libraste Padfood. Por cierto Moony ¿quieres que le pidamos una novia para ti?
Remus: ¿EH? .. No, así estoy bien…..
Sirius: Lo que te pierdes.
Besos
Rayen Black Bloom
Miembro de la Orden Sirusiana
Miembro de la Orden de Cornamenta
Miembro de la Orden Remusiana
Miembro de la Orden de los Merodeadores
Miembro de la Legión de las Lupianas
Miembro de la Orden de Potter
Miembro de la Orden Anti Pettigrew
