LAS GUERRERAS MAGICAS

CAPITULO 4 – VICTIMA DEL AMOR

Lucy, Marina y Anaís se encontraban separadas en lugares distintos, pero estaban unidas por el corazón. Lucy descubrió en la aldea a Zaz y Geo, los antiguos compañeros de Aguila, quienes ahora dirigían la aldea donde habitaban las personas de Autozam. En el Bosque del Silencio, Anaís se reencontró con Paris, mientras que Marina daba un paseo con Ascot cerca del castillo. Todo parecía estar bien hasta que anocheció, entonces Marina y Ascot fueron atacados por Kyra, quien decía haber sido enviada para aumentar los poderes de las guerreras mágicas, pero ni Marina ni Ascot conocían sus verdaderas intenciones.

Marina y Ascot esquivaban una y otra vez los ataques de Kyra, pero ninguno encuentra la oportunidad de contraatacar.

-Ascot, debemos hacer algo, no podemos seguir así.- insistía Marina.

-Tengo una idea. Tienes que regresar al castillo y alertar a los demás, yo detendré a Kyra para evitar que te siga.

-No puedo abandonarte Ascot, no sabemos que tan fuerte sea esa persona.

-Haz lo que te pido. Estoy seguro de que con la ayuda de los demás nadie saldrá herido.

Marina comprendió la petición de Ascot e intentó huir hacia el castillo, pero Kyra no estaba dispuesta a dejarla escapar.

-¿Vas a alguna parte guerrera mágica?-la detuvo Kyra-¡Fortaleza glaciar!

Una gran pared de hielo se formó alrededor de los tres y se elevó un par de metros, lo suficiente para evitar que pudiesen salir. Al darse cuenta de la situación, Marina invocó su espada y se dispuso a atacar. Kyra también se preparó, estiró su mano y un sable de hielo comenzó a tomar forma.

-Necesito que me demuestres todo tu poder guerrera mágica.- dijo Kyra.

-¿De que estas hablando? Si en verdad quieres que me haga más fuerte no es necesario que luchemos.

-Eso es lo que tu crees.

El aire en el interior de las paredes de hielo cada vez se tornaba más frío y la atmósfera se hacía pesada. Tanto Marina como Kyra permanecieron inmóviles hasta que Kyra atacó. El choque de las espadas fue muy intenso e hizo retroceder a Marina. Kyra empujó a Marina y la golpeó con un rayo de salió de su espada. El impacto lanzó a Marina contra el muro de hielo, y al estar indefensa, Kyra atravesó su hombro con el sable. El grito de dolor resonó en el corazón de Ascot, quien se lanzó inmediatamente al rescate.

-¡Criaturas mágicas!- la técnica de Ascot invocó a tres de sus más fuertes criaturas para que atacaran a Kyra.

-Criaturas patéticas, no intervengan.- Kyra retiró su espada del hombro de Marina y lanzó su hechizo mágico contra las criaturas- ¡Ventisca azul!

Naturalmente, la magia de Kyra era mucho más poderosa y tan solo un instante eliminó a las criaturas mágicas. Ascot pidió perdón a sus amigos por haberlos puesto en peligro y lanzó una mirada desafiante a Kyra.

-¡Jajaja! Creía que las criaturas de Céfiro eran más poderosas. Que lástima que tuviera que desperdiciar mi magia con ellas.

-(Lo lamento amigos, no debí mandarlos a luchar)- se disculpó Ascot-Si crees que podrás vencernos, primero tendrás que enfrentarte a mí.

-Eres valiente, pero tu magia no se compara con la mía- sonrió Kyra.

-Espera... ahhh- la herida en el hombro de Marina era más grave de lo que parecía y le impedía moverse- ...Ascot.

-¡Marina!- en el corazón de Ascot se acumulaba la ira hacia Kyra y apretaba fuertemente su puño mientras trataba de controlarse- Yo te prometí que te protegería sin importar que para hacerlo tuviera que sacrificar mi vida. Eres la persona que más me importa y si no hago algo en este momento me arrepentiré por el resto de mi vida.

-Siento interrumpir este momento tan conmovedor, pero debo cumplir con una misión. Así que será mejor que desaparezcas. ¡Dagas de cristal!- Kyra lanzó varias dagas de hielo contra Ascot.

-¡Escudo mágico!- gritó Ascot.

El escudo mágico de Ascot lo protegió de la magia de Kyra. Ella no cesó de lanzar sus dagas de hielo, pero el escudo no se debilitaba. Entonces Kyra decidió cambiar su objetivo y atacó a Marina, quien apenas se levantaba del suelo. Las dagas cortaron a Marina por todo su cuerpo, pero ninguna de ellas dio un impacto directo.

-¡AHHHH!- gritaba Marina por el dolor.

-¡Marina!- gritó Ascot al ver la condición de se amiga.

Como el escudo mágico requería de mucha concentración, éste se debilitó cuando Ascot se preocupó por su amiga, permitiendo que varias dagas penetraran el escudo y lo hirieran.

-Te dije que no intervinieras. Ahora morirás.

-No permitiré que lo lastimes. Si lo que quieres es pelear conmigo, entonces pelearé, pero déjalo tranquilo.- Marina apenas pudo levantar su espada y la apuntó hacia Kyra.

-(Eso es, puedo sentir como el poder fluye en su cuerpo)- pensaba Kyra-Ya era hora. Veamos que puedes hacer. ¡Dagas de cristal!

-¡Espadas de hielo!

La energía liberada por el choque quebró los muros de hielo que los aprisionaban, y esta misma energía llegó hasta el castillo de Céfiro.

-¡Marina!- exclamó GuruClef al levantarse de golpe de su asiento.

-¿Qué sucede GuruClef?- preguntóCaldinapreocupada.

-Marina y Ascot están en grave peligro, tenemos que ayudarlos.

-¿Qué?

-Yo iré a buscarlos.- intervino Ráfaga-GuruClef, dime en donde se encuentran.

-No están muy lejos de aquí. Al este.

-Espera Ráfaga, yo también iré.- insistió Caldina.

-No. Debes quedarte con GuruClef.

-Pero...

-Si el enemigo viene a atacar el castillo, alguien tiene que ayudar a GuruClef a protegerlo. Además no puedo exponer tu seguridad allá fuera. Volveré pronto, debo irme.

La luna que iluminaba Céfiro se oscureció cuando una densa nube se colocó frente a ella. En el campo de batalla, Marina yacía en el piso, exhausta por haber usado toda su magia. Ascot corrió para ver si se encontraba bien, pero ella no respondía.

-No entiendo por que a mi padre le interesa que esta niña se vuelva más fuerte. Yo sola podría conquistar Céfiro.- dijo Kyra mientras se burlaba de la condición en la que se encontrabaMarina.

-Eso está por verse.- Ascot extendió su brazo derecho y una gran estrella de seis picos se formó.

-Así que piensas llamar a tus criaturas mágicas. Ya te dije que es inútil enfrentar a esas débiles bestias contra mí.

-Protegeré Céfiro, a mis amigos... y a Marina.- un aura dorada creció alrededor de Ascot, y la energía que despedía era muy intensa.

Desde el castillo, GuruClef sintió que Ascot reunía todo el poder de su cuerpo y se disponía a usarlo en contra de Kyra.

-(¿Qué estará sucediendo¿A que clase de enemigo se estarán enfrentando? Ascot... Marina.. Date prisa Ráfaga).- se preguntaba mientras caminaba de un lado a otro.

-Se ve que esa es una técnica poderosa. Pero te lo vuelvo a repetir, no importa cuanto luches, no importa cuanto te esfuerces, nunca podrás derrotarme.- se burlaba Kyra.

-Tal vez tengas razón...-

Yo no soy tan fuerte como las guerreras mágicas, pero aquí en Céfiro la fuerza del corazón lo determina todo, y yo no estoy dispuesto a darme por vencido.-Ascot cerró sus ojos y esperó a que la última parte de magia se concentrara en la estrella- ¡Maxima!

Un gran rayo salió disparado del centro de la estrella hacia Kyra, quien no tuvo tiempo de contraatacar y cruzó sus brazos sobre su rostro para protegerse. En ese instante Marina despertaba. Incapaz de levantarse, observó desde el suelo el ataque de Ascot. Cuando el rayo se detuvo, Ascot cayó de rodillas al suelo y empezó a respirar de forma irregular. El polvo levantado por el rayo se disipó rápidamente y no había rastro de Kyra.

-Lo... logré.- dijo en tono triunfal.

Cansado y débil, Ascot no se percató de que Kyra se aproximaba a él por su espalda. Ella apareció su sable nuevamente y lo levantó para apuñalar a Ascot.

-¡Guerrera mágica, mi misión es la de hacerte más fuerte¡Ahora, libera todo tu poder!.- exclamó Kyra.

Marina quedó petrificada al ver que Kyra había atravesado el pecho de Ascot justo donde se encontraba su corazón.

Ma... Marina.- dijo Ascot con voz débil.

-¡ASCOT!- gritaba desesperada.

-Discúlpame por no... haber sido más fuerte. Debí entrenar... un... un poco... más.

GuruClef cayó al piso cuando dejo de sentir la presencia de Ascot, y Caldina sintió que un vacío llenaba su corazón. Ráfaga corría lo más rápido que podía esperando llegar a tiempo, pero para el pobre de Ascot ya era demasiado tarde.

Cuando la luna volvía a salir, lo primero que brilló fue la sangre que cubría el suelo. Kyra dejó caer el cuerpo de Ascot, y Marina, con su corazón lleno de rabia y desprecio, reunió las fuerzas que le quedaban y se puso de pie.

-¿Por qué Ascot?- dijo Marina en voz baja y con nostalgia mientras las lágrimas empapaban su rostro- ¡Nunca te lo perdonaré!- le gritóa Kyra.

-Lo lamento¿era amigo tuyo? Debiste decirme antes de que lo matara... ahhh.- su brazo derecho comenzó a sangrar debido a una fuerte herida producida por el ataque de Ascot- (Ese sinvergüenza logró herirme) Creo que subestime su poder, pero esa ya no tiene importancia.- Kyra puso su otra manosobre su herida, y ésta se cerró instantáneamente.

-¿Qué sucede¿A dónde fue toda esa energía ¿O es que decidiste ya no pelear?

-Te haré pagar... El era uno de mis más queridos amigos. ¿Cómo pudiste asesinarlo¡Dragón de Agua!

Quitaré a cualquiera que se interponga entre nosotras ¡Ventisca azul!

Esta vez, el dragón de agua de Marina venció fácilmente y golpeó a Kyra, arrojándola hacia atrás. Kyra se dispuso a atacar de nuevo cuando escuchó la voz de su padre.

-Kyra, debes apegarte al plan.

-Pero padre, esa tonta y su amigo me han lastimado. No puedo dejarlo así.- le reprochó Kyra.

-¿Estas cuestionando mi decisión?

-No... padre. Haré lo que me habías ordenado.- el cuerpo de Kyra se desvaneció y tomo lo forma de aire negro.

-Espera... Aún no terminamos nuestra batalla.- Marina trató de detenerla.

-No te preocupes, estaré más cerca de lo que te imaginas.

La corriente de aire envolvió a Marina y comenzó a atacarla con descargas de rayos. Marina no pudo hacer nada para defenderse, y al final cayó inconsciente. En ese momento Ráfaga llegó al lugar de la batalla, pero Kyra ya había desaparecido. Al ver que Ascot estaba gravemente herido corrió para ver su estado. La sangre que mojaba el césped era mucha, aún así Ráfaga trató de reanimar a su amigo, pero al no encontrar señales de vida volvió a dejarlo en el suelo. Incapaz de hacer algo por él y con una gran tristeza se apresuró a ayudar a Marina.

Marina... respóndeme por favor.-Ráfaga tomó su pulso y entendió que ella estaba bien, pero necesitaba curar sus heridas urgentemente.

Tomó a Marina en sus brazos y se aproximó nuevamente a Ascot para despedirse, pero al acercarse éste empezó a brillar. Marina abrió los ojos momentáneamente y miró a Ascot. Sus lágrimas empapaban su rostro y sus mejillas. Después de un breve destello, el cuerpo de Ascot se convirtió en pequeñas esferas de luz que se elevaban al cielo y una a una se fueron extinguiendo.

Uno de los guardias del castillo avisó a GuruClef de que Ráfaga había regresado junto con una chica de cabello azul.

-¿Y Ascot¿Dónde esta Ascot?- preguntaba Caldina una y otra vez.

-No lo sé, el joven Ascot aún no regresa.- le respondió el guardia.

GuruClef y Caldina se apresuraron a ir a la habitación en donde se encontraba Ráfaga. En la cama descansaba Marina. Inmediatamente, GuruClef invocó su magia curativa para ayudar a Marina, pero a pesar de que sus heridas sanaron, ella estaba muy débil.

-Necesita descansar.- sugirió Ráfaga.

-Ráfaga ¿qué pasó con Ascot? Dime que se encuentra bien...- Caldina esta muy angustiada por el pequeño Ascot

Caldina, Ascot esta...

-Bien ¿verdad?- ínterrumpió Caldina pero Ráfaga no dijo nada- ¿Qué sucede?

Por el gesto de negación de Ráfaga, Caldina entendió que su pequeño hermanito ya no volvería al castillo. Tal fue la impresión que Caldina se desmayó, y Ráfaga tuvo que llevarla a otra habitación. Antes de salir, GuruClef lo detuvo.

-¿Qué sucedió allá afuera?

-No lo sé. Pero el enemigo que los atacó no era ordinario. Lo mejor será que esperemos hasta que Lucy y Anaís regresen. No podremos actuar mientras las guerreras mágicas estén separadas.

Lejos de ahí, Anaís regresaba a la aldea con Paris para ir en busca de Zero. Entraron a una posada donde encontraron a Zero cenando.

Vaya, imaginé que se habían escapado o algo así.- dijo Zero sarcásticamente.

-Lo que sucedió es que Paris y yo no nos habíamos visto desde hace un año y teníamos muchas cosas que decirnos.- sonrió Anaís.

-No hay duda de que Anaís es la mejor.- dijo Paris.

-¿Por que lo dices?- preguntó Anaís un tanto extrañada.

-Por nada en especial, simplemente creo que eres la mejor en cualquier aspecto.

-Anaís, Paris, Zero.- los llamó GuruClef por medio de telepatía- Deben volver al castillo, ha ocurrido una tragedia.

-¿Están bien todos?- preguntó Anaís de inmediato.

Por ahora todos están bien, pero regresen en cuanto puedan.

-Paris, debemos ir al castillo.- insistió Anaís-¿Qué tal si le ocurrió algo a Marina?

-Estoy de acuerdo contigo.

-Será mejor que esperemos hasta mañana.- los detuvo Zero-Es peligroso salir de noche, además Trin no puede orientarse en la oscuridad, lo que quiere decir que si queremos ir al castillo tendríamos que ir caminando y correriamos el riesgo de ser atacados por algún monstruo.

La posada era muy acogedora, Anaís fue la primera en acostarse, pero no podía conciliar el sueño pensando en que algo malo le hubiese pasado a Marina. Mientras, Paris y Zero se quedaron en la sala para hablar a solas. A penas era medianoche cuando Anaís se quedó dormida en su habitación. Afuera de la posada, oculta en las sombras, había alguien más que ansiaba que amaneciera, y no precisamente para hacerles compañía de regreso al castillo.

(Fin del Capítulo)

¿Que¿Ascot está muerto! TT Fue una desición difícil la que tuve que tomar mientras escribía este capítulo, pero ya verán que su sacrificio no habrá sido en vano.

Hada: Como te prometí, aquí esta el siguiente capítulo. En cuanto tenga tiempo voy a leer tu historia del Señor de los Anillos (nada más dime donde la encuentro para no andar buscando).

Abuelitnt: Disculpame por no haber permitido que Marina y Ascot terminaran juntos, y aunque Marina es mi personaje favorito, no podía alterar así como así sus sentimientos hacia GuruClef.

Actualizaré pronto para traerles el siguiente capítulo: "Batalla de Genios". Hasta entonces.

Por el momento es todo, nos leemos después y saludos a todos los lectores.