LAS GUERRERAS MAGICAS
CAPITULO 8 – ¿COMO ANTES?
Lucy, Marina y Anaís se habían reunido después de pasar por varios problemas y prometieron que ya nada las separaría. En el castillo la verdad comenzó a florecer cuando Anaís se enteró de la extraña enfermedad que afligía a Paris, cuya única cura era una planta conocida como Lágrima del Atardecer. En el salón principal, Marina se desahogó con GuruClef por lo que pasó con Ascot y creyó que sería buena idea confesarle que lo amaba. Finalmente, Lucy descubrió, por un texto en uno de los libros del estudio de Presea, que su querida amiga Presea no era quien ellas creían. Mientras las guerreras descubrían la verdad, una serie de sombras aparecieron y se llevaron a todos los que estaban en el castillo, dejándolas completamente solas. Entonces escucharon una voz que les dijo que debían iniciar un nuevo viaje y que no podrían invocar a sus genios. Las chicas decidieron esperar hasta el amanecer para comenzar con su nuevo viaje, en busca de sus amigos y para derrotar al mal que amenazaba Céfiro.
Al salir el sol, las chicas ya se estaban listas para partir, habían descansado lo suficiente y Anaís se encargó de traer un poco de comida que encontró en la habitación de Zero.
-Anaís, Marina, debemos irnos.- dijo Lucy ansiosa.
-Estoy de acuerdo.- la apoyó Marina.
-¿Creen que debamos llevar algo?- preguntó Anaís.
-¿A que te refieres?- dijo Lucy confundida.
-Si aquella voz nos dijo que teníamos tres días para llegar al bosque, eso quiere decir que necesitaremos cosas para acampar y provisiones.
-Si tan solo Nikona estuviera aquí.- suspiró Marina.
Al escuchar su nombre, Nikona apareció dando saltos por toda la habitación acompañada del hada Primavera.
-¡Nikona!- gritaron las tres.
-¿Cómo es posible? Pensé que todos habían desaparecido después de lo que pasó ayer.- dijo Anaís mientras recorría a Nikona de arriba a abajo con la mirada.
-Pupu Pu Pu Pupu.- dijo sonriendo.
-Si lo piensas detenidamente.. .- dijo Marinalevantando a Nikonade una de sus orejas- ¿Para qué querría el enemigo llevarse a Nikona?
-Puu.
-Me alegra ver que nada te pasó.- le sonrió Lucy.
-Yo no le veo la gracia a esto.- interrumpió Primavera.
-¿No eres tú la pequeña hada que siempre está con Latiz?
-Sí.- contestó enfadada.
-Por cierto ¿tu sabes a donde se llevaron a Latiz y a los demás?- preguntó Lucy preocupada.
-No. Anoche estaba con mi querido Latiz en el jardín, cuando llegó esa bola de algodón y me saltó encima. Traté de levantarme pero no pude, y cuando por fin se quitó de encima, Latiz ya no estaba.
-Ya veo. En ese caso tenemos que rescatarlo.- dijo Lucy decidida.
-Ni creas que voy a dejar que te quedes con todo el crédito.- le dijo Primavera posandese frente a ella-Si ustedes van a ir a rescatarlo, entonces también iré yo.
-Pupu Pupu.- porsu expresión las chicas comprendieron que Nikona también quería acompañarlas.
-Lo mejor será que te quedes aquí, es muy peligroso que nos acompañes.- aconsejó Anaís.
-¿Peligroso? Yo no le temo a nada.- en ese momento, Nikona le hizo un gesto muy extraño yla asustó- ¿Qué crees que haces bola de algodón?
-Yo creo que Nikona y Primavera deben acompañarnos por que conocen Céfiro mejor que nosotras. Además así podemos cuidar que nada malo les suceda.- sugirió Lucy.
-Lucy siempre quiere ayudar a todo el mundo. Nunca cambiará.
Ahora que Nikona las acompañaba ya tenían todo lo que necesitaban, por lo que salieron del castillo de inmediato. Las primeras horas del viaje transcurrieron sin novedad, incluso parecía que disfrutaban el viaje. Durante el camino, Nikona iba al frente del grupo para indicarles el camino, pero siempre se distraía cuando encontraba una flor o un insecto, lo cual molestaba mucho a Marina, quien le gritaba para que se diera prisa en llevarlas al bosque.
Caminaron hasta llegar a un lago muy bonito, donde se refrescaron y decidieron sentarse a descansar antes de continuar. Marina y Lucy se quedaron juntas mientras Anaís, Nikona y Primavera se divertían con el agua del lago.
-Lucy¿no te recuerda algo el que estemos viajando así?- le preguntó Marina.
-¿Por qué me lo preguntas?- respondió un tanto confundida.
-No es nada, lo que sucede es que yo me siento igual que cuando vinimos por primera vez a Céfiro.- varios recuerdos aparecieron en sus mentes mientras Marina hablaba- Cuando llegamos aquí ninguna de nosotras sabía lo que estaba pasando. No conocíamos a nadie y comenzamos nuestro viaje solas, con la única misión de convertirnos en guerreras mágicas y salvar Céfiro. Admito que al principio no me agradaba la idea porque en lo único que pensaba era en regresar a Tokio y ganar el torneo de esgrima. Pero después de todas las batallas que tuvimos, los problemas a los que nos enfrentamos juntas y la amistad que creció entre nosotras me hizo cambiar de opinión.
-A decir verdad yo también me siento igual. Nunca pensé en lo que realmente significaba ser una guerrera mágica, pero eso cambió con cada una de las batallas. Cada vez que luchábamos arriesgábamos nuestras vidas, y siempre me preocupe por que ustedes nunca salieran lastimadas. Yo siempre arriesgare mi vida para protegerte a ti y a Anaís, y a todos mis seres queridos.
-Empiezo a comprender lo que GuruClef me dijo.
-¿GuruClef?
-Y también entiendo por que Ascot se arriesgó para salvarme.- Marina dejó caer una lágrima.
-¿Dices que Ascot... arriesgó su vida?
-¿Nadie te ha contado lo que sucedió?
-Cuando llegué al castillo GuruClef nos explicó que habías estado luchando junto con Ascot, pero no terminé de escuchar porque corrí para ver como te encontrabas. ¿Acaso le pasó algo malo?
-Lo que pasó fue que... Ascot fue asesinado por una horrible mujer.
-¡No puede ser, Ascot es muy fuerte!. ¡El no perdería tan fácilmente!
-El hizo su mayor esfuerzo...- dijo mientras recordaba el último ataque de Ascot.
-Se ve que esa es una técnica poderosa. Pero te lo vuelvo a repetir, no importa cuanto luches, no importa cuanto te esfuerces, nunca podrás derrotarme.- dijo Kyra muy confiada.
-Tal vez tengas razón... Yo no soy tan fuerte como las guerreras mágicas, pero aquí en Céfiro la fuerza del corazón lo determina todo, y yo no estoy dispuesto a darme por vencido- Ascot cerró sus ojos e invocó su hechizo-¡Maxima!
Un gran rayo salió disparado del centro de la estrella hacia Kyra, quien no tuvo tiempo de contraatacar y cruzó sus brazos sobre su rostro para protegerse. En ese instante Marina despertaba. Incapaz de levantarse, observó desde el suelo el ataque de Ascot. Cuando el rayo se detuvo, Ascot cayó de rodillas al suelo y empezó a respirar de forma irregular. El polvo levantado por el rayo se disipó rápidamente y no había rastro de Kyra.
-Lo... logré.
Cansado y débil, Ascot no se percató de que Kyra se aproximaba a él por su espalda. Ella apareció su sable nuevamente y lo levantó para apuñalar a Ascot.
-¡Guerrera mágica, mi misión es la de hacerte más fuerte! Ahora, libera todo tu poder.
-En ese momento Ascot...- Marina se soltó a llorar amargamente y Lucy la abrazó para reconfortarla- Yo intenté protegerlo, pero nuestra enemiga era demasiado fuerte... y él...
Marina se sentía terrible por haber podido salvar a Ascot, pero ya no tuvo la necesidad de llorar, pues sabía que debía mantenerse fuerte para cuando el enemigo se presentara. Después de un rato, las guerreras reemprendieron su viaje, nuevamente dirigidas por Nikona. Mientras caminaban, Primavera voló hacia Lucy y se posó frente a ella.
-Antes de continuar quiero aclararte algo. Latiz es mío, y si crees que te a dejar el camino libre estas muy equivocada.- Lucy la miró muy extrañada y no sabía que responder- ¡Di algo! No te quedes callada como una tonta. ¡Ahh!- en ese momento Nikona saltó sobre ella- ¿Por qué siempre me estas molestando¡Ya quítate de encima!
Las tres chicas rieron al ver la cara de autoridad de Nikona mientras estaba sobre Primavera, pero ella no le veía el chiste. Ya habían pasado varias horas desde que abandonaron el castillo y faltaba poco para el se ocultara el sol. Marina le pidió a Nikona que apareciera la pequeña carpa para que no pasaran la noche al aire libre. De inmediato, un rayo rosado salió de la joya de Nikona y lacarpa apareció. Nikona y Primavera permanecieron en la parte superior mientras Lucy, Marina y Anaís entraron. El interior era exactamente el mismo al que vieron la última vez, todo seguía igual, la cama, la mesa, los asientos, incluso las pijamas sobre las camas.
Aún era muy temprano para dormir, así que las chicas permanecieron despiertas un rato. Anaís les ofreció una taza de té mientras hablaban. La fruta que estaba sobre la mesa se veía deliciosa, y Lucy no pudo resistir la tentación, así que tomó una gran manzana y se la comió muy rápido. Marina tuvo que levantarse para ayudar a Lucy, pues de lo rápido que se comió la fruta se estaba ahogando.
-Lucy, debes tener más cuidado, no es saludable comer de ese modo.- la regañó Marina.
-Marina tiene razón.- secundó Anaís.
-Además, si sigues comiendo así terminarás engordando tanto que podrían confundirte con Nikona.
-No estaría del todo mal, al menos si yo fuera como Nikona sería igual de bonita.
-Pero Lucy, si tú ya eres una chica muy bonita.- dijo Anaís.
-Estoy de acuerdo, aunque me sorprende que aún no tengas novio.
-Bueno yo... - Lucy se sonrojó al recordar a su querido Latiz.
-Anaís¿acaso te has olvidado de Latiz?- le susurró Marina.
-Claro que no, pero hasta donde yo sé, ellos aún no formalizan nada.
-Y supongo que tú y Paris ya son novios ¿no?- dijo Marina guiñandole el ojo.
-¡Pues no... quiero decir si...! - Anaís se veía algo nerviosa- La verdad nunca hemos hablado de eso.
-¿Cómo es posible si tu fuiste la primera de nosotras en enamorarse?
-Eso quiere decir que tu también estas enamorada.
-No digas tonterías Anaís...- Marina rió para escoder su nerviosismo.
-Pero creí que tú y GuruClef...- Marina sujetó a Lucy y le tapó la boca mientras Anaís las miraba confundida.
-Lucy está bromeando, no le hagas caso. ¡Jajaja!- rió sarcásticamente.
Anaís miró su taza mientras recordaba a Paris, se sentía mal por no poder ayudarlo, en cualquier caso ni siquiera sabía por donde empezar a buscar la Lágrima del Atardecer. Lucy notó el estado de sus amigas e intentó animarlas con una sonrisa.
-¡Animo chicas! Sé que todo saldrá bien. No creo que Paris tarde en pedirte que seas su novia, Anaís. Y seguramente Marina pronto conocerá a alguien que la quiera de verdad.
Gracias Lucy.
-Si, ya me siento mejor. Por cierto¿les gusta el té que preparé?- ninguna de ellas había dado un solo sorbo, pero Lucy fue la primera en probarlo.
-¡Anaís, está delicioso!
-Está muy rico, además no está ni muy caliente ni muy frío.
-Me alegro que les gustara.
Al terminar su té, se levantaron para ir a la cama, pero una fuerte explosión en las cercanías llamó su atención. Salieron para ver que estaba sucediendo al mismo tiempo que Nikona y Primavera entraban para refugiarse.
Entre las sombras de la noche, Marina divisó que un gran dragón negro se acercaba a ellas a pasos agigantados y lanzando bolas de fuego.
-¿Por qué tenía que aparecer este monstruo justo cuando vamos a dormir?- reprochó Marina.
-Anaís, Marina. ¡Hay que acabar con esa criatura!- Lucy invocó su espada y se adelantó.
-¡Espera Lucy!
-¿Por qué Lucy siempre tiene tanta energía?
-No lo sé. Ojalá nosotras también hubiésemos nacido con ese espíritu.
Lucy se paró frente al dragón, pero éste ni siquiera se detuvo a mirar y casi aplasta a Lucy con su enorme pata, luego se dirigió a donde estaban Marina y Anaís.
-¡Chicas, cuidado!- el dragón abrió su hocico y lanzó una gran flama.
-¡Viento de defensa!
Mientras Anaís distraía al dragón, Lucy intentó atacar con su magia rayos rojos, pero no tuvieron ningún efecto sobre las escamas de la criatura. El dragón volteó y amenazó a Lucy, pero Marina lo detuvo con su dragón de agua.
-¡Son unas tontas!- gritaba Primavera desde dentro de la carpa- La magia no puede dañar las escamas de un dragón, usen sus espadas.
-¿Qué usemos...?
-¿...solo nuestras espadas?
-Eso es muy sencillo.- Marina empuño con fuerza su espada y atacó primero.
Marina trató de atacar al dragón, pero fue rechazada por un fuerte golpe de su cola. Después Lucy se acercó por su espalda y saltó sobre él, pero el dragón la golpeó con su garra. Solo quedaba Anaís para ayudar a sus amigas. Cuando el dragón disparó una bola de fuego, ella la esquivó y corrió a donde estaba Marina, pero no tuvo tiempo de invocar el viento curativo, pues el dragón atacó de nuevo. Anaís alcanzó a invocar su viento de defensa para proteger a su amiga. El dragón atacaba sin cesar a Anaís, pero ella no se rendiría. Lejos de ahí, Nikona se acercaba cuidadosamente mientras arrastraba a Primavera.
-¿Pero que crees que haces¡Suéltame!- le reprochaba a Nikona-Yo no pienso luchar contra ese monstruo. ¡Ya basta!
-Pupu Pupu Pupupu- dijo Nikonaseñalandoa Lucy varias veces.
-¡Que quieres que la cure? No lo haré, prefiero que me coma ese monstruo...
El dragón rugió con tanta fuerza que las aves de toda el área huyeron aterrorizados. Entonces Primavera cambió de parecer inmediatamente y utilizó su magia para sanar las heridas de Lucy.
-Gracias Primavera.
-¡Ja! Solo lo hice para que destruyas a esa criatura y pueda ir a dormir.
-Después de todo no te desagrado tanto.- sonrió.
-¡Ya te dije que no lo hice por ti!- y dicho esto Primavera regresó volando a la carpa.
La charla fue interrumpida por una gran explosión que levantó una nube de polvo. Cuando se disipó, Anaís y Marina estaban inconsciente e indefensas ante el dragón. Sin perder ni un segundo, Lucy saltó nuevamente sobre el dragón, pero esta vez su espada se cubrió por una llama roja.
-¡No permitiré que le hagas daño a mis amigas!
El dragón intentó detenerla con una bola de fuego, pero Lucy la destruyó y luego cortó al dragón por la mitad de un solo tajo. El poder de la espada creó una gran flama que convirtió a la criatura en cenizas. Lucy se apresuró a ir con sus amigas, e intentó despertarlas.
-Chicas¿están heridas?
-¿Qué pasó?- dijo Marina al levantarse.
-¡Marina!-la abrazó con fuerza
-¿Y el dragón?- preguntó mientras se incorporaba.
-No se preocupen, ya no nos molestará más.- sonrió Lucy-Me alegro de que se encuentren bien.
-De no ser por la magia de Anaís, esehorrible monstruo nos hubiera comido.
-Yo solo hice lo que tenía que hacer.- sus mejillas se sonrojaron.
-Pupu Pu Pu
Es cierto, Nikona y Primavera también ayudaron.- afirmó Lucy.
-Puuu Pupu Pupu Pupupuuu
Después de que Anaís invocara el viento curativo para sanar sus heridas y las de Marina, las chicas se levantaron y caminaron de regreso a la casita para descansar, pues había sido una noche difícil y muy agotadora. Desde la copa de un árbol, Kyra observó lo que había pasado y estaba molesta al ver el potencial de las guerreras.
-Niñas estúpidas, no puedo creer que mi padre quiera que usemos su magia. Ni siquiera pudieron dañar al dragón hasta que la otra atacó por sorpresa. Yo sola podría acabar con las tres, mi magia es más fuerte. Tal vez... sí... seguramente mi padre se pondrá feliz si acabo con las guerreras mágicas y luego me apoderó del castillo, después de todo ya no queda nadie que pueda protegerlo.- comenzó a reir mientras miraba a la Luna- Será mejor que duerman bien guerreras mágicas, van a necesitar toda su fuerza por que mañana será un día difícil... muy difícil ¡Jaja jaja!
(Fin del Capítulo)
Primero que nada quiero disculparme por no haber actualizado hasta ahora, pero no había tenido tiempo y además desde ayer no pude accesar a la página con un problema del servidor (tu me entiendes Hada), pero aquí esta otro capítulo.
Como se habrán dado cuenta este capítulo traté de hacerlo para que aparentara ser un episodio de la primera temporada de la serie, cuando viajaban solas, peleando contra criaturas, etc, y lo hice para cambiar un poco de ambiente (espero no les moleste).
Hada y Abuelitnt- Se quedaron en suspenso ¿verdad, No desesperen, pronto sabran las respuestas asus preguntas, pero eso será en los próximos capítulos.Una vez más les agradezco sus reviews y el que sigan la historia con interés.
Si creen que dejar a Lucy, Marina y Anaís solas fue malo, en el siguiente capítulo veran que puedo ser aún más malo. (risa malévola) ¡Jajajaja!.
Bueno, por el momento es todo, nos vemos en el siguiente capítulo: "Lágrima del atardecer". Hasta entonces. Saludos a todos los lectores.
