LAS GUERRERAS MAGICAS
CAPITULO 9 – LAGRIMA DEL ATARDECER
Un nuevo viaje había comenzado, Lucy, Marina y Anaís ahora se encontraban rumbo al norte. Las tres jovencitas estaban decididas a rescatar a sus seres queridos, y estaban dispuestas a enfrentarse a cualquier enemigo. Pero su recorrido apenas había comenzado, y la distancia no era lo único que debían recorrer.
-¿Querías verme padre?- preguntó Fania
-Sí. Hay algo que debo pedirte
-Haré cualquier cosa que me pidas, padre.
-¿Sabes dónde se encuentra tu hermana?- preguntó a pesar de que ya sabía la respuesta.
-Hace poco hablé con ella, dijo que saldría a dar un paseo en el bosque.
-¿Un paseo? Mmm... Veo que su orgullo es más grande de lo que pensaba.- rió.
-¿Su orgullo?
-Tu querida hermana se ha atrevido a desobedecer mis ordenes y ha ido en busca de las guerreras mágicas. Ella cree que puede destruirlas sin ayuda de nadie.
-Su poder es lo suficientemente fuerte, seguramente podrá...
-¡Silencio!- le gritó- ¿Acaso no recuerdas que ustedes no debían enfrentarse a ellas?
-Lo lamento padre.
-Al parecer tu hermana ha adelantado mi plan. Pero aún estamos a tiempo para evitar que lo arruine.
-No te entiendo, padre. Por favor explícame.
-Siempre has sido una niña obediente, creo que puedo confiarte mi secreto. Pero antes debo pedirte que vayas a luchar junto a tu hermana. Deben usar tu poder al máximo, de ese modo las guerreras mágicas obtendrán la fuerza que les falta.
-Padre... Kyra y yo no entendemos por que quieres aumentar su poder si el nuestro es más grande.
-¡Oh, mi querida hija! La razón es muy sencilla. Estas en lo cierto al decir que tu poder y el de Kyra sobrepasan al de las guerreras mágicas, sin embargo, nuestro verdadero enemigo posee un poder inimaginable. Aunque tú y tu hermana lucharan juntas no podrían ganar. Es por eso que son las guerreras mágicas quienes van a luchar por nosotros.
-¿Y que pasará después de que acaben con ese enemigo?
-Entonces, obtendré el control absoluto de este planeta, y con él dominaremos a todos los demás.- rió siniestramente y Fania solo lo escuchó aún confundida-¿Ahora entiendes por que solo deben preocuparse por incrementar el poder de esas chicas?
-Creo que sí. Pero, si nosotras novamos a pelear¿para qué robamos los poderes de esas dos guerreras?
-Digamos que es como una carta bajo la manga. Ahora, si queremos lograr nuestro objetivo, deberás luchar contra las guerreras, mátalas si es necesario...
-Pero...
-Si ellas mueren en esta pelea, significa que no son lo suficientemente fuertes. Creo que ya ha sido bastante charla, ahora ve a reunirte con tu hermana.
-Si... Como tu digas padre.
Fania abandonó el lugar rápidamente para reunirse con Kyra. Mientras, Luz despertaba de una larga siesta que había tenido para descansar y así juntar fuerza para enfrentarse a la falsa Deboneir. Cuando se acercó al lugar donde había estado Fania, escuchó que alguien hablaba solo, y eso la confundió un poco.
-Perdóneme hijas, pero la misión que les tengo preparada será muy dolorosa. Si tan solo hubiera otra forma para obtener el poder del pilar... Lamento tener que traicionar su confianza, pero si esto no resulta, entonces tendré que luchar yo, y no creo... ¿Quién esta hay?- preguntó al sentir la presencia de Luz detrás de él- Ah, eres tú. ¿Acaso ya estas lista para ir a vengar a tu amiga Lucy?
-Desde luego, no pienso olvidarme de esto hasta que la sangre de Debuoner manche mis manos.- dijo Luz mientras apertaba su puño-Por cierto, lo que dijiste hace un momento... ¿qué quisiste decir cuando mencionaste al pilar?
-Lo siento pero no puedo decírtelo.
-¿Acaso hay algo de lo que no quieres que se enteren?
-No era mi intención tener que manipularte, pero sabes demasiado. Además, si te explicara mis verdaderos planes seguramente te interpondrás e irías a prevenir a Lucy.
-¿Quieres decir que Lucy...?- preguntó extrañada.
-Así es...
El sujeto levantó su mano hacia Luz y una fuerte descarga la golpeó. Esa energía era muy fuerte, y Luz no pudo defenderse. El ataque la debilitó poco a poco hasta que dejarla inconsciente.
-Créeme, no me gusta la idea de manipularte, pero no me has dejado otra opción.
Lejos de ahí, las guerreras mágicas reemprendían su viaje después de aquella noche agotadora. Al frente iba Nikona saltando de un lado a otro muy rápido, y detrás venían Lucy y Anaís corriendo para alcanzar a Nikona, mientras que Marina se había quedado a descansar en una roca junto a Primavera.
-¿Cómo pueden correr tanto? Si Nikona fuera deportista seguramente ganaría el maratón.- se decía Marina mientras recuperaba el aliento.
-Esa... bola de...algodón me las pagará... en cuanto le ponga las manos... encima.- dijo Primavera que también estaba exhasuta.
-Veo que se cansan muy rápido.- les dijo un joven al acercarse.
-¡Zero!
Cuando notó la ausencia de Marina y Primavera, Lucy decidió regresar para ver que había sucedido, pero a lo lejos podía ver que ambas se acercaban junto a Zero.
-Mira Anaís, es Zero.- le dijo Lucy.
-¿Zero?- Anaís se acomodó sus gafas para poder reconocerlo desde lejos.
-Pupu Pu Pu Puu
-Que bueno es ver caras conocidas por estos lugares.- sonrió Zero.
-Me alegra que estés bien. Pero ¿cómo llegaste aquí?- se apresuró a preguntar Lucy.
-¿Qué como? Pues con la ayuda de Trin.
-Eso no es posible, nosotras vimos como todos en el castillo desaparecieron...- replicó Marina.
-¿Qué dices?- preguntó Zero confundido.
-¿Acaso no estuviste en el castillo cuando eso ocurrió?- preguntó Anaís.
-No. Poco después de que regresamos al castillo, yo salí de nuevo para ir en busca de...- se calló al recordar que Paris le había pedido guardar el secreto de su enfermedad.
-¿A buscar qué?
-La lágrima del atardecer¿no es así?- dijo Anaís en voz baja.
-... Yo...
-No te preocupes, Paris ya me contó todo.
-Es mi imaginación o Lucy y yo estamos en una conversación que solo ustedes entienden.- reprochó Marina.
-Lo siento, debí decírselos antes.- sonrió Anaís.
-¿Qué sucede Anaís?- preguntó Lucy angustiada.
-Es sobre Paris...
Anaís les explicó a sus amigas la enfermedad de Paris y ellas le contaron a Zero lo ocurrido en el castillo. Naturalmente se sorprendieron al recibir la noticia y Lucy le preguntó a Zero sobre la cura, y él les habló de la lágrima del atardecer, una extraña planta que solo es visible durante el atardecer y cuya flor parece estar hecha de lágrimas de cristal.
-¿Aún no encuentras la planta?- preguntó Anaís.
-Sabía que sería difícil encontrar esa planta, pero nunca imaginé que me tomaría tanto tiempo.- aclaró algo decepcionado.
-¿Entonces ya la encontraste?- dijo Lucy entusiasmada.
-Desafortunadamente la lágrima del atardecer es tan rara que no sé por donde empezar. Hasta ahora solo he revisado un bosque al este de aquí, pero no tuve éxito.
-Tal vez Primavera sabe donde encontrarla. Nikona, puedes llamarla por favor.
Nikona obedeció de inmediato y, como de costumbre, trajo arrastrando a Primavera. La pequeña hada estaba muy molesta por el trato que recibía y se negó a cooperar hasta que Zero le habló.
-No te enojes, un hada tan bonita como tú siempre debe sonreír- Primavera se sonrojó al ver al muchacho y no dijo nada- Por cierto, es la primera vez que veo un hada tan bella.- como Primavera se pasaba la mayor parte del tiempo con Latiz, no conocía a Zero, pero su corazón latía más rápido al escuchar su voz.
-Yo...- se había quedado sin palabras.
-Me pregunto si Zero dirá esas cosas solo para convencer a Primavera de que nos ayude.- le susurró Marina a Anaís.
-A mí me parece que lo dice en serio.
-Primavera ¿sabes donde podemos encontrar la lágrima del atardecer?- preguntó Lucy.
-¿Y que te hace pensar que voy a ayudar a una tonta como tú?- dijo Primavera cruzando sus brazos.
-Tengo entendido que las hadas conocen a todos las criaturas y plantas que existen en Céfiro. Seguramente has escuchado hablar de ella.- Primavera se sentía extraña cuando escuchaba a Zero, pues solo se había sentido así cuando estaba con Latiz.
-Esta bien... - se resignó- Lo único que conozco acerca de esa planta es que puede aparecer cuando una lágrima cae en una de sus hojas, incluso si no hay un atardecer en ese momento. Pero no hay forma de conocer su ubicación exacta.
-Vamos, debes saber algo más.
-Lo lamento si no les gusta, pero es lo único que sé.
-Será mejor que me vaya para seguir buscando.- dijo Zero alcaminaren la direcciónopuesta-No es buena idea desperdiciar el tiempo cuando alguien necesita ayuda. Ustedes encárguense de traer a salvo a Paris y a los otros.Les prometo que ya tendré la planta para cuando regresen.
-¿Te vas tan pronto?- dijo una mujer a lo lejos-Pero si la fiesta apenas va a comenzar.
Marina reconoció de inmediato la voz y buscó por todas partes pero no veía a nadie. Desde la copa de un árbol, su enemiga las acechaba, dispuesta a vengarse por la herida que Marina le había hecho en su último encuentro.
-¿Qué sucede Marina?- dijo Lucy al ver tan alterada a su amiga.
-Yo conozco esa voz...
La mujer saltó desde el árbol y cayó frente a ellos. Su sonrisa siniestra reflejaba su confianza y determinación.
-No volvemos a ver guerrera mágica.
-¿Eres amiga de esa chica Marina?- preguntó Anaís.
-... Ascot...- dijo Marina en voz baja.
-¿Ascot? Ah, te refieres al sujeto que mate en aquella ocasión.- rió su enemiga.
-¿Qué?- exclamó Anaís sorprendida.
-No es posible...- Zero tampoco creía lo que acababa de escuchar.
-Me las pagarás Kyra, esta vez no escaparas...
Marina invocó su espada y atacó a Kyra, pero sus golpes eran esquivados fácilmente. Kyra también invocó su sable y se defendió. Lucy y Anaís trataron de ayudar a su amiga, pero Kyra las detuvo con su poder dagas de cristal.
-Admito que te has vuelto un poco más fuerte, pero no podrás vencerme con un poder tan débil.
-Eso es lo que tu crees.
Las espadas chocaban una y otra vez, y cuando Kyra intentó usar su magia, la flecha de fuego de Lucy y el huracán verde de Anaís la detuvieron.
-¿Cómo se atreven a interrumpir? Primero acabaré con ella y después iré por ustedes.
-No te lo permitiremos.
-Eso lo veremos. ¡Fortaleza glaciar!
La magia de Kyra invocó los muros de hielo, idénticos a los de la última batalla, pero esta vez solo encerró a Marina y a Kyra.
-Muy bien, ahora nadie nos interrumpirá.
-Me parece bien. Déjame mostrarte mi poder. ¡Dragón de agua!
Kyra cruzó sus brazos sobre su rostro y recibió el poder directamente, pero sólo se movió un poco de su lugar. Marina estaba sorprendida por lo que sucedió.
-Vaya, así que este es todo tu poder. ¡Que patético! Permíteme demostrarte como debes utilizar tu magia. ¡Dragón de agua!
-¿Qué?
Al igual que Marina, Kyra invocó el dragón de agua, solo que éste era más poderoso, y cuando golpeo a Marina, la lanzó contra uno de los muros de hielo. En el exterior, Lucy, Anaís y Zero trataban de romper la pared con su magia, pero era inútil. Lucy se acercó y golpeó la pared con su espada, pero no pudo hacerle ni un rasguño.
-¡Marina¡Marina!
-Tenemos que ayudar a Marina.
-No se preocupen, mi hermana cuidará bien de ella.- dijo otra persona a sus espaldas.
-Tú eres...-Anaís reconoció la voz.
Cerca de ahí, Fania había observado la pelea esperando el momento para ir en ayuda de Kyra, pero cuando utilizó la fortaleza gélida, sintió que debía entretenerse con las otras dos guerreras mágicas.
-Vamos a jugar un poco mientras Kyra termina con su amiga.
-Eres la misma chica que nos atacó en la aldea cerca del Bosque del Silencio ¿no es así?- le preguntó Anaís.
-Tienes buena memoria. Saben, me estoy aburriendo un poco, así que comencemos de una vez.
Lucy y Anaís se prepararon para el combate e invocaron sus espadas. Las dagas de Fania eran el arma perfecta para luchar contra dos oponentes, su ataque era constante y su defensa impenetrable. Las guerreras no se rendían y seguían atacando con todas sus fuerzas.
-Anaís, es hora de la magia ¡Flecha de fuego!
-¡Huracán verde!
-Impresionante, pero déjenme mostrarles mi nueva magia ¡Viento de defensa!
Los poderes de ambas guerreras fueron rechazados por el viento de defensa que Fania había invocado. Lucy y Anaís intentaron usar su magia de nuevo, pero Fania utilizó primero el viento protector y las inmovilizó.
-No es posible.
-¿Cómo es que usas la magia de Anaís?
-¡Jaja jaja¿Sorprendidas? Déjenme revelarles un secreto. Hace poco, cuando luche en contra de esa guerrera mágica yo gané, naturalmente. Después de eso, la llevé conmigo al Bosque Dormido.
-¿El Bosque Dormido?
-Así es, y una vez allí, mi padre me dio permiso para robar parte de su magia para que yo pudiera utilizarla. No es eso fantástico. Ahora no solo poseo mi magia, que es superior a la de cualquier otro en Céfiro, si no que también poseo la magia de una de las legendarias guerreras mágicas.
-¿Cómo puedes hacer algo tan horrible?
-¡Liberalas!- gritó Zero al lanzar una esfera de energía contra Kyra.
-¡No molestes!- Kyrarechazó el ataque con un golpe, lanzándolo de regreso contra Zero.
-¡Cuidado Zero!- gritaron Lucy y Anaís.
Zero no pudo detener su propio ataque y la explosión lo lanzó hacia atrás.
-Creo que si peleo con ustedes de esta forma las acabaría muy rápido. Me gustaría ver su poder al máximo, así que primero las liberaré...- el viento protector se disolvió y Lucy y Anaís cayeron al suelo- Ahora retiraré el sello mágico a sus espadas.
-¿Sello Mágico?
-¿A que sello te refieres?
-¿Aún no se habían dado cuenta? En verdad que son tontas. Estoy hablando del sello que les impedía comunicarse con sus genios, desde luego.- Fania levantó su mano y las joyas de las espadas de las tres guerreras comenzaron a brillar.
Dentro de la fortaleza gélida, la batalla con magia de agua aún continuaba.
-¿Qué sucede?- dijo Marina al ver que la joya de su espada comenzaba a brillar.
-Al parecer alguien retiró el sello de sus espadas, pero eso no importa ahora por que voy a acabar contigo. ¡Tornado azul!
-No te será tan fácil ¡Dragón de agua!
Mientras tanto, Fania se preparó para llamar a un viejo amigo, al mismo tiempo que Lucy y Anaís escuchaban las voces de los genios.
-Jovencitas del mundo místico...
-¡Rayearth!
-La barrera que nos separaba por fin ha desaparecido...
-¡Windom!
-Escuchen con atención. Aquí es donde comienza todo. La fuerza de su corazón será puesta a prueba...
-Solo el poder que existe entre ustedes tres podrá derrotar al enemigo...
-La amistad que existe entre ustedes será su arma más poderosa...
-Su confianza será el escudo que las proteja...
-Ahora, griten nuestros nombres...
La tierra comenzó a temblar y una gran grieta se abrió en el suelo detrás de Fania. El genio vencido, Vagrant, emergía de la grieta para luchar una vez más contra las guerreras mágicas.
-No puede ser. Pero si es...- dijo Anaís al reconocer al genio.
-¡Vagrant! - exclamó Fania- Mi padre se encargó de restaurarlo de sus cenizas. Y no creas que esta vez te será tan fácil vencerlo. Lucharé con todas mis fuerzas, y las mataré si es necesario.
-¡Anaís!- Lucy la miró y ambas se prepararon para luchar.
-Si... ¡WINDOM!
-¡RAYEARTH!
Las armaduras de ambas se transformaron, y del cielo aparecieron los genios Rayearth y Windom, dispuestos a ayudar a Lucy y a Anaís. Tanto Fania como las guerreras entraron a sus respectivos genios al mismo tiempo, y después de invocar sus armas, comenzó la pelea.
La defensa de Fania parecía impenetrable, todos los ataques que recibía los bloqueaba sin mucho esfuerzo, y si Lucy o Anaís atacaban con su magia, Fania utilizaba el viento de defensa. Además, Fania logró golpearlas varias veces, ganando terreno poco a poco.
Por su parte, Marina se esforzaba al máximo para derrotar a su enemiga, pero parecía que ni su experiencia en esgrima era suficiente para acabar con Kyra. Su magia tampoco era muy efectiva, pues Kyra conocía cada ataque y podía rechazarlos sin ser herida.
-Lucy y Anaís me necesitan.- decía Zero al ponerse de pie-Debo hacer algo.-desde el suelo miraba la batalla, pensando en algún modo para ayudar a sus amigas.
-¡Que patéticas! No entiendo como Zagato y Debouner, incluso el pilar mismo, pudieron perder ante unas guerreras tan débiles como ustedes.
-¿Qué dices?
-Acabaré con ustedes y le mostraré a mi padre que Kyra y yo podemos derrotar a su enemigo. Entonces el podrá apoderarse del poder del pilar.
-¿El pilar?
-Eso es imposible, el pilar de Céfiro ya no existe.- dijo Lucy.
-Ya lo sé, pero mi padre tiene un plan para apoderarse de ese magnífico poder... ¿Qué es esta magia?- dijo Fania al sentir que un gran poder se concentraba cerca de ahí.
Cuando miró al piso, notó que Zero era quien emitía esa energía. El estaba parado firmemente con una de sus manos levantadas al nivel de su rostro y con una estrella de seis picos dibujada frente a él... Pero el ataque no apuntaba a Fania, si no a la fortaleza de Kyra.
-¡Anaís! Necesito que uses tu magia para cubrirme mientras libero a Marina.
-¡No te lo permitiré!- gritó Fania-¡Huracán verde!
El ataque fue desviado por un golpe de la espada de Lucy mientras Anaís se acercaba a Zero e invocaba el viento de defensa.
-Solo un poco más...
Fania voló hacia Zero, pero Lucy trató de interceptarla al ponerse frente a ella. Fania la golpeo en el estómago y la arrojó al suelo, luego trató de atacar a Anaís, pero el viento protector se había fortalecido cuando Anaís vio que Lucy estaba en peligro.
-No es posible que incrementen sus poderes tan rápido- pensaba Fania.
-¡Lucy¿te encuentras bien?
-No es nada. Estoy bien.
-¡Anaís apártate!- le ordenó Zero
Cuando Zero terminó de concentrar toda su magia, se dispuso a destruir la fortaleza. En su interior, Marina y Kyra estaban frente a frente con sus espadas cruzadas, ninguna estaba dispuesta a ceder, pero ambas retrocedieron al sentir el poder de Zero.
-Esa energía... ¿acaso será... Ascot?- pensaba Marina.
-Que tonto, piensa que puede romper mi fortaleza con un hechizo tan débil.
-Aquí voy. ¡Maxima!- gritó Zero.
Un rayo dorado salió de la estrella de seis picos, pero este era mucho más poderoso que el que había usado Ascot anteriormente. El rayo atravesó los muros de hielo, pasó junto a Marina y golpeó a Kyra. Los muros se rompieron a los pocos segundos del impacto, levantando una gran cortina de polvo. Durante la confusión, Marina escuchó claramente una voz familiar.
-Guerrera mágica...
-¿Seres¿Eres tú?
-Así es. Por fin, ha llegado el momento de unirnos nuevamente para luchar en contra del enemigo. Pero cuidado, si subestimas sus poderes, las consecuencias pueden ser fatales.
-Entiendo.
La sombra de Kyra se acercaba entre el polvo y no mostraba señal de herida. Mientras, Zero se recuperaba por la gran cantidad de magia que había utilizado en su ataque.
-Zero ¿estas bien?- dijo Anaís al acercarse.
-GuruClef siempre me advirtió... que al usar este hechizo perdería toda mi energía, pero nunca... imagine que hablaba en serio.- sonrió.
-No sabía que podías usar magia con semejante poder.- dijo Lucy sorprendida.
-Yo... al igual que GuruClef... soy un hechicero de sangre pura. Mis poderes pueden sobrepasar casi cualquier límite, siempre y cuando... mi corazón se mantenga firme.
-Veo que has logrado liberar a la guerrera mágica, pero eso no cambiará las cosas. Acabaré con ella ahora mismo.
-¡Detente!- todos miraron a Lucy al escuchar su voz- ¿Por qué insisten en pelear¿acaso no se dan cuenta de que este mundo por fin se ha restablecido? No vale la pena luchar por el poder del pilar. Ese poder ya ni siquiera existe, ahora le pertenece a los habitantes de Céfiro.
-Te equivocas. Si mi padre dice que quiere apoderarse del pila de Céfiro, entonces yo haré todo lo que me pida para cumplir sus deseos.
Fania comenzó a atacar nuevamente, pero esta vez con más fuerza. Anaís se apresuró a ayudar a Lucy mientras Marina se preparaba para combatir.
-Si me necesitas, grita mi nombre, no lo olvides.
-Sí. ¡SERES!
Ahora, los tres genios se reunían para atacar a Vagrant, pero no contaban con que Kyra también poseía un genio. Mientras luchaban, una gigantesca esfera brillante apareció en el cielo, y de su interior apareció un genio blanco con alas de murciélago. La pelea se intensificó, había ataques mágicos surcando los cielos, y las chispas que brotaban cuando las armas chocaban lanzaban destellos que iluminaban todo a su alrededor.
No muy lejos, Nikona y Primavera observaban la batalla, y Zero, aún exhausto, se reunía con ellos, incapaz de hacer más para ayudar a sus amigas.
Poco a poco, la fuerza de las guerreras se incrementó, y Kyra y Fania comenzaban a perder el control de la batalla. A pesar de tener la misma magia, no podían hacer frente a los hechizos combinados de las tres guerreras mágicas. Los golpes las debilitaron cada vez más, hasta que ya no pudieron mantener la conexión con su genio, y regresaron al suelo, cansadas y heridas.
-¡Es imposible! Estas niñas estúpidas no pueden derrotarnos. Nuestra magia es más fuerte que la de ellas. Entonces ¿por qué nos pasa esto¡Padre! Dinos por que no podemos vencerlas.
Lucy, Marina y Anaís abandonaron a sus genios para luego acercarse a donde estaban sus enemigas apunto de ser derrotadas.
-Por favor... estoy segura de que ustedes no quieren hacerle daño a nadie. Ya no quiero ver que alguien muera.-dijo Lucy trantando de convercerlas para que se detuvieran-Es por eso que les pido que abandonen esta absurda lucha.
-¡Nunca!- Kyra estaba decidida a seguir luchando-Nuestro padre nos dijo...
-¡Ya basta!- interrumpió Anaís- ¿Acaso no se dan cuenta de que su padre las está engañando?
-No es cierto.- dijo Fania.
-No sigan peleando. No tenemos nada en contra suya y es por eso que no queremos hacerles daño.- aclaró Marina.
A pesar de su intento por razonar con ellas, Kyra y Fania se empeñaban en seguir las ordenes de su padre, y en ese momento, una voz, la misma que había invocado a las guerreras mágicas al mundo de Céfiro y la que pertenecía al padre de Kyra y Fania resonó en cada rincón del planeta.
-Muy bien hecho mis queridas hijas. Por fin han conseguido que las guerreras mágicas alcancen la fuerza que necesitaban para cumplir mis planes.
-¿Quién eres¡Da la cara!- dijo Marina con voz retadora.
-Paciencia jovencita, muy pronto nos conoceremos. Ahora, es el momento de que mis hijas cumplan con una última tarea.
-Daré mi vida por ti si es necesario, padre.
-Yo también.
En ese caso, regresen lo que han robado. Devuelvan la magia que le pertenece a las guerreras mágicas.
Dicho esto, un gran destello cegó momentáneamente a todos. Kyra y Fania se elevaron lentamente del suelo y se convirtieron en dos pequeñas esferas de color azul y verde, respectivamente. Estas esferas entraron rápidamente en las armaduras de Marina y Anaís. Cuando el destello desapareció, Lucy abrió los ojos, pero se dio cuenta de que sus amigas ya no estaban con ella. Busco por todas partes, pero no halló rastro ni de ellas ni de Kyra o Fania.
Nikona se acercó una vez que todo se había calmado, y Zero camino hacia Lucy acompañado de primavera, quien le había devuelto su fuerza gracias a un hechizo mágico.
-¡Marina, Anaís¡contesten¿dónde están?- Lucy se echó de rodillas al suelo y se quedó cabizbaja.
Zero miró detenidamente a los alrededores pero tampoco vio señal de Marina o Anaís. Nadie sabía que había sucedido y mucho menos la ubicación de las otras guerreras. Lucy estaba devastada. Solamente permaneció callada y comenzó a llorar. Ninguno de sus amigos sabía que decir para consolarla.
Sus lágrimas caían al suelo, pero de vez en cuando, algunas de ellas se quedaban suspendidas en el aire, como si chocaran con algo. Al darse cuenta, Lucy acercó su mano a donde sus lágrimas no caían al suelo, y pudo sentir algo parecido a una flor. La tomó con ambas manos y la arrancó, de inmediato, la planta se hizo visible.
-¡Esa es la lágrima del atardecer!- exclamó Zero.
Lucy miró la hermosa flor de cristal mientras secaba sus lágrimas. Luego acercó la flor a su pecho y permaneció mirando al horizonte, decidida a hacer hasta lo imposible para rescatar a todos sus seres queridos. Esta vez, nada la detendría para encontrar al sujeto que le había arrebatado lo que ella más quería, pero aún no estaba segura de que haría cuando se encontrara con él.
(Fin del Capítulo)
Creo que otra vez me atrase en actualizar. Una disculpa, pero les prometo que fue el último atraso. Lo que pasó es que la escuela, las tareas, ya saben...
Hada: Tendrás que esperar para saber que sucede, pero trataré de no enredar mucho las cosas para que le entiendan.
Abuelitnt: Después de tanto esperar, que destino tan cruel, Marina tuvo que "posponer" su venganza T-T. Espero no haberte decepcionado.
MaOko: Me alegro de que por fin hayas elegido un nick de tu agrado. No creo que sea problema el que actualice tan pronto. Después de todo, no parece haber mucha actividad últimamente.
Por el momento es todo. Ojalá sigan leyendo la historia. Nos leemos luego. Saludos
Atte. Angel
