¿Qué hay detrás del Velo?

         por Blythe  ( )

Capítulo I: "¿Y dices que pueden ser sacados del Velo?"

Se oían gritos, ¿quién gritaba así? Harry se dio vuelta y trató de seguir durmiendo; pero no pudo, había demasiado ruido. Un vago recuerdo le llegó a la mente, pero se esfumó tan rápido que no pudo darse cuenta de que era. Supo, aunque no como, que se trataba del sueño que había tenido.

De momento tuvo que dejar de pensar porque los gritos eran más fuertes que antes. Descorrió las cortinas de la cama para ver a un chico gritando histérico, otro gritando no tan histérico y dos más tratando de apaciguar los ánimos (cosa que no conseguían). Harry se unió a éstos dos, pero sus intentos fueron aún menos provechosos, ya que no tenía idea de porqué discutían.

De repente, se abrió la puerta y entró cierta jovencita con ademanes autoritarios. De un portazo hizo que todos se fijaran en ella.

-Hermione... ¿qué haces en el cuarto de los chicos? -preguntó Harry, adelantándose a los otros cuatro.

-Sus gritos -dirigiéndose a Ron y Dean-, se escuchan desde abajo.

En poco rato, tranquilizó a todos excepto a Ron. Por tanto, les dijo a los otros que los dejaran solos, para que pudieran hablar más tranquilos, sin que Ron tomara como un insulto cada gesto de Dean.

-Hermione, es que... ¿sabes lo que hizo ese estú... -comenzó a decir Ron una vez solos hasta que Hermione lo interrumpió.

-Escúchame Ron. Estuve hablando con Ginny y ella me contó lo que pasó. A ella le dijeron que Dean la había engañado con otra, pero, ¿sabes quién se lo dijo? -Ron fue a responder pero Hermione no lo dejó, ella siguió- ¡Fue Basil!, ¿y sabes quién se lo dijo? ¡Malfoy!

-¡YO LE CREO A MALFOY!

Eso sonó realmente estúpido, aunque Ron ni se dio cuenta; él estaba convencido de que Dean había lastimado a su hermana, engañándola.

-¡RONALD WEASLEY! ¡Si no cierras en este instante tu boca, yo haré que lo hagas!

Ron no lo hizo, un poco como desafiándola, y pensando "no debe pegar muy fuerte". Pero la chica hizo lo que dijo

Harry, Seamus, Dean y Neville estaban conversando en la Sala Común, aún observados por unos cuantos, ya que procedían del mismo sitio que de donde antes vinieran los gritos.

Los chicos ya habían puesto a Harry al corriente de todos los hechos. Dean estaba diciendo por enésima vez que no había hecho nada a Ginny, cuando ésta apareció.

-Dean, ¿podemos hablar?

Y se fueron los dos.

Los tres restantes decidieron bajar a desayunar. Cuando llegaron al Gran Salón, Harry se dio cuenta de que no tenía hambre, y fue a caminar por afuera. Era un bonito día, no muy caluroso y con una suave brisa renovadora.

Estuvo caminando y pensando, tratando de recordar su sueño... había una varita... un maleficio imperdonable... un elfo doméstico... Había soñado, como tantas noches, con Kreacher. Desde que en casa de los Weasley, en las vacaciones, se enteró de su muerte, había soñado muchas veces con eso, imaginándoselo. Sabía, gracias a las Orejas Extensibles de los hermanos Weasley, que Lupin, completamente fuera de sí, lo había asesinado una vez que entraron en una "redada" a una casa donde se escondían los Lestrange junto con otros mortífagos. Todos ellos habían salido, pero Kreacher se encontraba allí, limpiando calderos, que seguramente fueron usados para hacer pociones con las que luego mataron a algunas personas, las dominaron o torturaron. Bueno, lo demás ya se dijo: Lupin, al verlo enloqueció de ira y lo asesinó con el Avada Kedavra. Luego reaccionó y quedó tirado en el piso por unos minutos, ya que en seguida se adueñó de sí, y seriamente como nunca, siguió con el trabajo. Desde entonces, Remus ya no era el mismo. Estaba serio, pasaba leyendo libros y jamás decía a Harry de que se trataban.

Llegado este punto, Harry tuvo que frenar sus pensamientos, porque alguien le estaba hablando.

-¡Harry!, ¡Harry!

-¡Ah! Hola, Luna. ¿Qué haces? -dijo reaccionando al fin.

-Hace diez minutos que vengo siguiéndote. El otro día en el despacho de Snape, yo...

-¿Qué hacías en el despacho de ese? -preguntó Harry curioso, interrumpiéndola.

-Me había llamado para castigarme por no poner atención en clase. Pero tuvo que salir y me quedé un rato sola. Encontré unos papeles y los copié con un hechizo simple.

-¿De qué eran los papeles?

-No estoy segura. Los copié porque adelante decía: "Secreto. No abrir. B.L.", y me dio curiosidad. Anoche los estuve mirando pero me aburrí; pero por lo que leí, a ti pueden resultarte interesantes.

-Gracias, Luna. Por cierto ¿qué pasó con tu castigo? -agregó pensando que sería lo más correcto, ya que ella había pensado en él, podría él interesarse algo en ella.

-Cuando volvió (Snape), me dijo que por esta vez pasaba, que no me iba a castigar y me echó. Estaba apurado.

Para alegría de Harry, Luna recordó que tenía algo que hacer y se fue.

Como no tenía nada que hacer, decidió que hojearía los papeles que Luna le había dado.

Luego de leer un poco, entendió porqué Luna no se había encontrado atraída por los textos: eran puras palabras científicas. Para alguien quien cree más en las cosas sobrenaturales que en lo que todo el mundo cree, eso era algo realmente aburrido.

Esa misma noche, en la Sala Común de Gryffindor, todos, menos tres amigos que conversaban, habían ido a acostarse, pues ya era más de media noche. La conversación no era en voz muy alta pese a estar solos, tal vez por la costumbre.

-¿Y dices que el velo era usado para meter a los magos tenebrosos antes?

-Si. Antes que crearan Azkaban, allí iban; y cuando Azkaban fue creada, aún encerraban magos en el velo, sólo los más peligrosos. Con el tiempo, se dejó de hacer, hasta que en el gobierno de Fudge nadie ha ido a parar al velo... nadie excepto Sirius -añadió Harry en tono melancólico-. De todos modos, ya es algo similar a un mito, nada más que menos conocido; hay muy pocas personas que saben de él.

-¿Y dices que pueden ser sacados del velo?

-Al menos eso dice en los papeles que Luna le robó a Snape. Estuve leyendo esa parte, pero no entendí nada. Tal vez si tú los leyeras, Hermione, entenderías... ¿lo harás?

-Por supuesto -hizo una pausa-. Dame los papeles, así los miro ahora, Harry.

Éste lo hizo.

Luego de un rato:

-Hermione, ¿entiendes algo?

-Si -dijo la chica-, es una pavada.

-Necesitamos hacer una poción y practicar unos hechizos -siguió Hermione.

-¿Para? -quiso saber Harry.

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Nota de la Autora:

Hola! Cómo están?

Estoy modificando los formatos de mis historias para que queden bien del todo. No sé si voy a poder terminar con esta hoy, espero hacerlo.

Bueno, sólo quiero agradecerles que lean mi fict a los que lo hacen, y que hayan leído este capítulo. Agradecería aún más que dejaran reviews... ¡vamos, no es tan difícil! Además, no hay que pensar tanto. No tiene que ser una review súper elaborada, me conformo con su opinión sobre lo que hago (valoro tanto las críticas a favor como las que son en contra). Entonces, ¿estamos de acuerdo? ustedes me dejan reviews, ¿si?

mi: Me parece que tenés que darles algo a cambio...

Ah, les presento. Él es mi, una de mis mitades. Para los que ya leyeron mi profile, esa no es una aclaración necesaria.

Lo único que puedo ofrecerles es seguir subiendo capítulos (si les interesa...) y responderlos (lo intentaré, lo prometo).

Espero no haberlos aburrido,

Blythe.