¿Qué hay detrás del Velo?
por Blythe

Capítulo II: "...yo creo que en una semana va a estar"

–El velo es una especie de portal, al que se entra con sólo atravesarlo, pero luego es casi imposible salir. Además, ni bien entras en el velo, quedas inmóvil hasta que vuelvas a salir. Incluso cuando sales, demoras un rato en tener todas tus facultades... depende del tiempo que estés dentro.
"Entonces –Hermione recordó que Harry quería saber para qué necesitaban la poción y el hechizo–, alguien mantiene con el hechizo abierto, por decirle de una forma, al velo, mientras otra persona entra. Esta segunda persona, debe tomar la poción para no quedar inmóvil luego de haber atravesado el velo. Y luego es fácil: se saca al mago y ya está.
Al ver que no había más preguntas y que Harry había comenzado con sus deberes, Hermione retomó la lectura de los papeles.
–¿Recuerdan a Lupin estudiando? –dijo Ron, que había estado mucho rato en silencio, pensando, sin intervenir ni contradecir a Hermione; cosa que los había sorprendido mucho–. ¿No tendrá nada que ver con esto? Quiero decir, que tal vez tiene algo que ver... Lupin está raro desde que volvieron de la "redada".
–Tal vez –dijo Harry. Pero luego agregó: – Pero, ¿qué es lo que puede no haber entendido Remus? Hermione pudo con todo... - si Harry quería decir algo más no lo supieron, porque Hermione lo interrumipó.
–En realidad, no. Hay cosas del hechizo que no estaban escritas antes, alguien las completó. No se nota mucho, pero no es la misma letra que la otra. Sin eso, yo tampoco podría hacer el conjuro.
–O sea, que Lupin podría haber estado estudiando eso. Me pregunto, si para sí mismo, o para la Orden...
–Ron, no creo que Lupin ponga su odio por encima de la Orden.
–Tal vez no antes, Hermione, pero ahora está muy cambiado.
Pareció que Hermione iba a decir algo mordaz, pero se contuvo.
–¿Cómo es la poción? ¿Cuánto tiempo tardará?
–Considerando que la luna llena es en tres días... yo creo que en una semana va a estar –contestó Hermione. A continuación le pasó a Ron una lista de los ingredientes que tenían que conseguir, sin falta, para la tarde siguiente que era cuando pensaba comenzarla. Quien tenía que robar los ingredientes era Ron, porque Snape desconfiaba de Harry siempre y Hermione ya los había tomado unos años atrás, para la poción multijugos.

Hermione estaba hablando con el profesor Snape sobre una tarea que éste les había mandado en frente a la sala de profesores. El profesor estaba harto de tener que hablar con ella: ¿por qué una Gryffindor tenía tanto interés en aprender sobre pociones? ¿No era más propio de alguien de Slytherin? Y cada vez que Snape había terminado de responder una pregunta, Hermione le hacía otra. Y así, sucesivamente.

Ron, entró en puntas de pie, con cuidado, al despacho de Snape y abrió el armario privado de éste. Tenía miedo, ¿qué tal si Hermione no había podido distraerlo lo suficiente y aparecía y lo descubría? Recordó la vergüenza de recibir un howler y que todo el Comedor lo escuchara...
Por suerte, nada pasó. Luego de haber tomados los ingredientes del armario privado de Snape, tomó otros del armario que siempre usaban en clase y se fue.

A Harry le había tocado preparar el "laboratorio". Conseguir un caldero fue fácil: había una tienda en Hogsmeade que los enviaba a domicilio. Luego, preparar un fuego en el baño de Myrtle la llorona. Tampoco fue complicado. Definitivamente, pensó, le había tocado lo más fácil.
Una vez que terminó de preparar el caldero y poner tres litros de agua a hervir, pudo dar por terminada su tarea y viendo que los otros aún no llegaban, decidió leer un poco más de los tantas veces mencionados papeles.

–Ron, ¿cómo te fue? ¿Conseguiste las cosas? - le preguntó Hermione mientras caminaban al baño de Myrtle.
–Si –le respondió el pelirrojo y continuaron caminando en silencio.
Casi llegando, Ron, armándose de valor, dijo: –Hermione, ¿podemos hablar, después? Tal vez, ¿esta noche?
–Si, por supuesto.

–Hermione, Ron. No saben lo que acabo de descubrir –soltó Harry en seguida de que los vio entrar, y les dijo algo que no entendieron de tan rápido que habló.
–¿Qué?
–Harry, trata de tranquilizarte. Ahora, dinos qué es lo que descubriste.
–Estaba leyendo lo que me dio Luna, y dice que dentro de diez días van a entrar al Ministerio, al Departamento de Misterios, para sacar del Velo a los magos tenebrosos. Está escrito, todo planificado, quién se va a encargar de qué, todo.
No sabían que hacer. Podían hablar con Dumbledore... pero ¿para qué?, ¿de que serviría? Seguro que Dumbledore ya sabía todo esto. Discutieron el tema, y decidieron que no harían nada, o mejor dicho, que no se lo comunicarían a nadie.
–Lo que podemos hacer, es luego de rescatar a Sirius, frustrar sus planes –dijo Harry.
–Yo creo que es una buena idea
–Pero chicos, no se dan cuenta que irán MORTÍFAGOS, MUCHOS MORTÍFAGOS, a sacar a los magos tenebrosos del velo, que están mucho mejor preparados que nosotros en un duelo de magos o algo semejante.
–¿Y? Podemos hablar con Lupin... con Sirius... Tonks... yo creo que podemos. Además tenemos una ventaja: ellos no van a esperar que alguien esté allí, y menos que sea Sirius, a quien creen dentro del Velo.
–Vamos Hermione... Ron tiene razón... Y si no hacemos nada, y liberan a los magos esos, ¿qué haremos? Ahí si que estaremos en problemas... más ayudantes para Voldemort
–¡NO PRONUNCIES ESE NOMBRE! –lo cortó Ron, aún temía al nombre; pese a haber escuchado a Harry decir que era el miedo al nombre agranda el miedo a la persona. Interrumpieron su plática porque habían terminado por ese día la poción y tenían que dirigirse a la Sala Común.

Habían unos pocos alumnos en la Torre de Gryffindor, Ron, Hermione, Harry, Ginny y Dean, quienes ya se habían reconciliado, y unos alumnos de séptimo. Los tres primeros, se quedaron haciendo tarea atrasada el resto del día. Los profesores exigían mucho en ese penúltimo año, como si creyeran que los EXTASIS fueran en ese mismo curso. Los chicos no entendían como Hermione se había dejado estar, durante la semana, dejando la tarea para el fin de semana. Lo que ellos no sabían, es que Hermione había conseguido un libro (con una rapidez sorprendente) sobre portales; pensando que tal vez les arrojaría alguna luz más hacia lo que estaban haciendo. Ellos creían que estudiaba, pero la verdad, leía el mencionado libro.

Era de noche, y como casi siempre, sólo el trío estaba en la Sala Común de Gryffindor, los demás, ya se habían ido a dormir; o al menos al dormitorio.
–¿Qué creen?, ¿qué le tenemos que decir a Dumbledore sobre lo que pensamos hacer, o que no? - preguntó Ron, como tantas veces lo había hecho en el transcurso del día. De todos modos ya le habían respondido: "No nos va a dejar hacer nada" (Harry) "Ron, ¿no crees que ya está suficientemente ocupado?" (Hermione, en tono de censura). Esta vez, optaron por ignorarlo. Ron insistió, e insistió, hasta que Hermione perdió la paciencia:
–RON, YA TE HEMOS DICHO MUCHAS VECES LO MISMO: QUE DEBE ESTAR OCUPADO Y QUE NO VAMOS A PODER...
Harry prefirió irse a escuchar a sus amigos discutiendo. ¿Por qué siempre discutían?.. Todo el tiempo, es lo único que hacían. Ni siquiera se despidió para no molestarlos y que se la agarraran con él. Además, estaba de buen humor; no era necesario que se enojara y comenzara a gritar él también; así si se despertaría todo Gryffindor.
Después de discutir un rato, Ron notó la ausencia de Harry:
–¿Y Harry? –
No lo sé... Probablemente está harto de escucharte pelear por cualquier cosa –no pudo continuar porque fue interrumpida por Ron, y comenzaron de nuevo a discutir ("¿No estará harto de escucharte a vos sermonear todo el tiempo,?" "Yo creo que es más probable que esté harto de escuchar tus gritos..." ). Así continuaron hasta que Ron paró.
–¿Podemos hablar en serio aunque sea sólo un momento?
–Si.
–Sólo quería hablarte sobre lo que pasó ayer...