¿Qué Hay Detrás Del Velo?
Dissclaimer: Todos los personajes que aquí aparecen pertenecer todos a la señora J. K. Rowling, a quien debemos estas fantásticas historias.
Capítulo V: "Las voces de las almas"
–¡Remus! –Harry corrió a abrazar al mejor profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras que tuvo.
Luego de saludar, Lupin volvió a preguntarles parte de lo que ya había hecho cuando los encontró:
–¿Qué hacen acá, muchachos?
–Supongo que lo mismo que tú... venimos por Sirius.
¡Y ya habían salido con eso!
Lupin había estado pensando en decirles que estaba en una misión, pero cambió de opinión. ¿Por qué no les decía la verdad y lo hacían entre todos, porque seguramente era más fácil. Sabía que no iba a ser el mejor ejemplo, pero bueno, de todos modos, que importaba ahora; si esa era lo forma segura de que Sirius volviera. Lupin, en el plan que había ideado para rescatar a Sirius, se bastaba él solo, pero sería muy contrarreloj. Aunque si iba con ellos tres, iba a ser más fácil, e iba a haber más posibilidades de salvarlo. Así que calló lo que iba a decir, y habló con sinceridad.
–Bueno, saben que tendría que detenerlos, pero no lo voy a hacer, pues se trata del único AMIGO que me queda y quiero sacarlo de ahí a toda costa –una sombra le ensombreció la cara, pero en seguida la borró. "Piensa que en un rato estará Sirius acá" se dijo.
Los chicos estaban extrañados, la última vez que habían visto a Lupin, éste, actuaba realmente extraño, serio.
–Bueno –Lupin fue quién habló–. ¿Probaron que puerta es, porque yo no sé cuál. Sé entre cuales está, pero no cuál es. Además, ahora que giraron, siquiera sé por cuál entré –haciendo una pausa, y en tono de broma–. Creo que ni los inefables saben cuál es cuál.
Los chicos pensaron que era raro que Remus hiciera tantas bromas, generalmente era muy serio; pero la verdad, es que los nervios hacen actuar a la gente de un modo impredecible.
–Bueno... empecemos a buscar.
Entraron a la primera habitación, había una especie de tanque verde, con cerebros dentro. Ron, ni siquiera entró. Luego, salieron.
–Hermione, marca la puerta –dijo Ron–, ya sabes, la cruz esa que haces aparecer en la puerta...
–No es una cruz, es una "equis". Parece que no sabes la diferencia...
–¡Ay, por favor, muchachos –era el profesor Lupin quien hablaba–. ¿No pueden dejar de discutir? "Flagrate"
E hizo aparecer la "equis" que mencionaban los chicos.
Luego, cerraron la puerta, y toda la pared giró. Suerte que la habían marcado, porque si no, hubieran vuelto a entrar, probablemente.
Luego de un rato, y algún percance que otro, había cinco puertas marcadas; iban por la sexta. Al azar, eligieron una y entraron. Se encontraron en una sala rectangular con un foso en medio. También había un arco (de una sutil belleza, pese a su antigüedad) del cual "colgaba" una cortina, si colgar se le puede decir a eso. Estaba como sostenido en el aire, era extraño. Esa cortina, parecía haber sido atravesada recientemente; ya que no había aire que la moviera y se balanceaba. Se escuchaban sonidos semejantes a voces provenientes de la zona donde estaba la "cortina" (mejor conocida como "velo" por quienes sabían algo del tema) y el arco. Éstos, estaban sobre algo similar a un estrado de piedra.
–Odio esas voces... –dijo Lupin–, son espantosos... son las Voces de las Almas (así se las llaman)...
–... de los magos que se encuentran allí dentro. No las escucha cualquiera, sólo quienes tienen o tuvieron una relación importante con magos tenebrosos o poderes oscuros –dijo Hermione.
–También las perciben aquellos a quienes alguien muy querido les fue arrebatado de un modo u otro por un mago tenebroso. La relación entre éstos debe ser muy importante –Lupin
–Ahora entiendo por que Neville la escuchaba... porque sus padres fueron torturados, y él realmente les tiene aprecio; y us... –dijo Hermione refiriéndose al profesor. Estuvo a punto de decir "usted", pero recordando que a Lupin, ahora que no era su profesor, no le gustaba que lo trataran de usted, prefirió omitir el sujeto y cambiar la conjugación de los verbos–, ¿las escuchas por... ser hombre lobo? –esto lo terminó de decir con algo de temor, tal vez Remus no quería hablar del tema.
Lupin asintió.
–Bueno, ¿podemos empezar?
–Sí, Harry, ya va. Entonces, haremos así. Hermione, Ron, quédense fuera; Harry y yo entraremos.
Nadie se opuso, todos entendían que quienes más derecho tenían de entrar eran el mejor amigo y el ahijado.
–¿Qué haremos nosotros?
–Tú, Ron, esperarás, y cuando estemos saliendo nos ayudarás de afuera. Hermione, mantendrás abierto el portal... supongo que eras tú quien iba a hacerlo
–Sí, era yo.
–Harry y yo entraremos –y luego agregó–. ¿Trajeron poción, porque yo traje sólo para una persona.
–Sí, nosotros para dos.
–Bien, Harry, toma toda la de ustedes, será mejor. No va a tener efectos secundarios, lo he hablado con Severus.
–¿Con Snape? ¿Qué tiene que ver en esto Snape?
–Estaba con nosotros cuando encontramos los datos de todo esto, en la redada, naturalmente que él leyó todo. Estuvimos hablando sobre la poción... –los chicos pensaron que la pregunta que le habían hecho, era por demás estúpida, si los papeles los había sacado Luna del despacho del Profesor, era obvio que éste los había leído, y que estaba al tanto de todo.
–¡Está bien! Vayan –se escuchó la voz de la chica.
Hermione apuntó hacia el velo, y dijo un conjuro. A continuación comprobaron que se pudiera entrar y salir, y Ron y la chica vieron desaparecer por "la cortina" a Harry y el profesor Lupin.
–Bueno, si te cansas te ayudo con el hechizo –dijo Ron, luego de un rato de haber estado solos, viendo que la cara de la chica se contorsionaba–. ¿Hermione, ¿estás bien?
–Sí... –de nuevo su cara se contorsionaba–, eso creo. No me pasa nada...
–Entonces... tu cara... ¿por qué estás así?
–Me duele mucho la cabeza... pero no tiene nada que ver con el hechizo.
–¿Cómo lo sabes?
–Le pregunté a Flitwick. Pero él no se dio cuenta porque no le pregunté directamente, fue muy entreverado... ¡Ay! –gimió del dolor.
–Hermione...
