¿Qué Hay Detrás Del Velo?

Dissclaimer: Todos los personajes que aquí aparecen pertenecer todos a la señora J. K. Rowling, a quien debemos estas fantásticas historias.

Capítulo VI: "¿Pero cómo vamos a encontrarlo?"

Harry y Lupin sintieron un escalofrío cuando atravesaron el velo. Estaba tan frío allí dentro. Harry pensó que era necesario para que los cuerpos no se pudrieran...

–Se pueden mantener los cuerpos sin que se pudran con hechizos. El aire frío no sé por qué es, tal vez simplemente es así, porque algún aire tiene que haber, y es frío y no caliente.

Lupin adivinó lo que pensaba... ¿cómo hacía? Siempre sabía lo que Harry pensaba. Tal vez... si... debía ser eso, podía "leer" la mente (¡si Snape lo escuchaba lo mataba!), tal como Snape hacía. Con razón siempre le respondía en lo que estaba pensando, más que Dumbledore. ¡Y recién ahora se le ocurría! Claro que recién el año pasado se había enterado de que eso era posible por medios mágicos, y que no eran adivinos quienes lo hacían, como para los muggles.

Lupin le tocaba el brazo, eso lo sacó de sus reflexiones.

–¿Qué?

–Hay que buscar a Sirius...

¡Cierto! ¡Sirius! ¡Cómo pudo distraerse! Miró alrededor... todo era un espacio oscuro... totalmente negro.

–Lumus –dijo Harry, y luego Lupin hizo lo mismo– Vamos... ¿pero cómo vamos a encontrarlo, hay un montón por ver, tardaremos siglos.

–No sé, creo que podemos separarnos. Si tú le encuentras envía chispas rojas, yo haré lo mismo. ¡Ah! Si llega a sucederte algo, envía doradas. No creo que nada pueda pasarte, pero por si acaso...

Así se separaron. Ahora que había luz, se veía algo más que negro: cuerpos, por todas partes, flotando. Un escalofrío le recorrió la espalda.

Luego de mucho caminar, Lupin encontró a alguien que conocía...

Ron miró en todas direcciones, pero no vio a nadie. Viendo que la chica se encontraba peor, tomó una decisión: acercándose a ésta, sacó su varita y dijo el hechizo. Al menos si a ella le pasaba algo, él seguiría el hechizo (los tres lo habían practicado por cualquier imprevisto).

Miró a Hermione, ¿qué le estaría pasando, ni se había dado cuenta de que la estaba ayudando con el hechizo, estaba demasiado concentrada.

De pronto recordó: cuando estaban yendo hacia el velo, una vez que habían entrado en la habitación, se había oído un ruido. Ninguno le dio mucha importancia, pensaron que había sido uno de ellos. Luego escucharon un susurro, ahí sí comenzaron a preocuparse. Los cuatro lanzaron hechizos aturdidores en todos los sentidos, cualquiera que estuviera allí hubiera quedado afectado por los hechizos; pero por si no, Lupin realizó otro hechizo más fuerte que el aturdidor y de un alcance mayor.

Probablemente, pensó Ron, el susurro fue un hechizo de "tiempo corrido", esos que se hacen en el momento, pero demoran en hacer efecto. En el colegio sólo habían estudiado ideas generales de eso en Defensa Contra las Artes Oscuras, no sabían la cura para ninguno, aún iban en la parte teórica.

–Vas a estar bien –llegó a decir Ron antes de que cayera al piso desmayada.

Si, definitivamente conocía a esa persona.

Harry seguía caminando, mirando de un lugar a otro, ¿cuándo lo vería? Estaba cada vez más ansioso, y empezaba a ponerse histérico.

Así que Salazar Slytherin estaba como un mago tenebroso. Lupin no lo sabía, era de conocimiento público que el fundador de Hogwarts cabeza de la casa de serpientes era algo fanático de las Artes Oscuras, pero la Cámara sólo fue una leyenda, incluso cuando recién fue construida... ¿qué habría hecho para que se considerara un mago tenebroso? Después le preguntaría a Dumbledore; porque todo el mundo sabía que no era muy bueno, pero no habían pruebas de que fuera lo suficientemente malo para mandarlo al Velo. Seguramente Dumbledore sabría.

Siguió caminando... pero vio chispas, chispas doradas... salió corriendo en dirección de éstas.

–Harry... –fue lo único que pudo decir cuando llegó.

¡Tenía que encontrar a Sirius! Ya no estaba sólo histérico, comenzaba a desesperar. Empezó a caminar más rápido. Ahora, ya no era caminar rápido, casi corría. De pronto, frenó. Estaba terriblemente agitado (correr con el nerviosismo que tenía encima...). Se dejó caer al piso para recuperar el aire. Luego de levantarse y alzar la cabeza, casi cae de nuevo al piso, de la impresión. Tomó rápido la varita que si había caído y envió las chispas.

Luego de un momento, escuchó la voz de Lupin:

–Harry...