¿Qué Hay Detrás Del Velo?
Disclaimer: Todos los personajes que aquí aparecen pertenecer todos a la señora J. K. Rowling, a quien debemos estas fantásticas historias.
Capítulo VII: "¿Cómo lo llevaremos?"
Allí estaba Sirius.
–¡Ay! Lo siento Remus, no quise tirar las chispas doradas. Perdón –era sincero; fue tal la sorpresa que sintió al ver a Sirius, que equivocó el tipo de chispas.
–No es problema, pero pensé que estabas en problemas. Me alegra que no sea así. Bueno, vamos.
–¿Lo levantaremos entre los dos? –preguntó Harry con algo de temor, no creía poder moverlo, no. Estaba tan cansado que apenas se podía mantener en pie... lo que podían hacer los nervios...
–No, Harry. ¿Piensas que vamos a poder levantarlo, Sirius pesa bastante por sí solo, imagínate ahora que es un cuerpo inerte... Una vez tratamos de moverlo tu padre y yo, y no sabes cuanto nos costó –por un momento recordó una escena, había tres chicos de trece años, corriendo por los pasillos de Hogwarts. Los seguía Filch, el celador. Seguro que si los atrapaba, se lo comunicaría al director, y estarían en más problemas; perderían puntos para Gryffindor (que realmente ya habían perdido unos cuantos), y estarían detenidos. En realidad, el único que no estaba en detención era él, Remus Lupin, porque James y Sirius lo estaban, por una de las tantas jugarretas. No se podían esconder en la capa de invisibilidad, porque la habían dejado al lado de una estatua, corrían hacia allí para recuperarla... ya faltaba poco, hasta que llegaron. Luego de un rato, Filch se dio por vencido (aunque por una semana estuvo vigilándolos). Salían ya con dirección a la Torre de Gryffindor, cuando alguien pasó por ahí cerca, era un profesor... hicieron silencio. Éste bajaba las escaleras, y apoyó su mano en la baranda, donde había algo como una piedra, haciendo que el objeto cayera, y pegara en la cabeza de Sirius. Tal fue el impacto, que lo dejó inconsciente. Por consiguiente, tuvieron que llevar, luego de que el Profesor se hubo retirado, a Sirius entre ambos... realmente estaba muy pesado.
Harry lo sacó de sus recuerdos:
–Está bien, entonces, ¿cómo lo llevaremos? –fue acompañado con un tono de exasperación: era la tercera vez que lo decía. ¿Qué le pasaba a Remus? ¿Por qué no respondía?
Pero respondió:
–Así: "Movilicorpus"
Se llevaron a Sirius. De repente, Harry sintió que le costaba más caminar, supuso que estaba quedando medio inmóvil, ya que la poción no tenía un efecto permanente.
Ron comenzaba a ponerse nervioso, una vez que la poción entra el cuerpo no dura tanto, sólo una hora. Les quedaban sólo cinco minutos para que salieran o quedarían dentro; además, temía por Hermione.
Vio salir algo del velo... Sirius. Casi suelta la varita, de la alegría que le dio verlo allí, a salvo. Luego salió Lupin y por último Harry. Pero éste último no iba solo, tenía enganchado en el pie algo.
–Harry, ¿qué tienes en el pie? –le preguntó, pero no esperó a que respondiera, simplemente lo empujó de una patada. Fue con mucha suerte, porque casi suelta la varita, pero oportunamente lo recordó.
El objeto, una especie de estatua de un mini dragón con la boca abierta de la cual salía una sustancia color crema, más semejante a un gas que a otra cosa, entró por el velo. En seguida, Ron dejó de apuntar al velo, y así finalizó el encantamiento: ya no se podía atravesar el velo (de adentro a fuera, en el sentido inverso sí).
–¿Qué era eso? –preguntó Harry, algo aturdido. La sustancia se había acercado al chico algo más de lo prudente, y había quedado bastante mareado. Tuvo que sentarse o se hubiera caído.
–En realidad, no estoy seguro. La leyenda, de la que ya muy pocos se acuerdan, dice que el velo es cuidado por un Dragón. Supongo que ese era el mítico Dragón que guarda a aquellos que entran al velo y les imposibilita el salir –dijo esto como recitando, posiblemente sabía de memoria la leyenda–. Supongo que su función como cuidador del velo, es inmovilizar a todos los que están dentro. Por eso, Harry que lo olió quedó algo aturdido, ya que ya iba a terminar el efecto de la poción. Bueno, suerte que Ron lo tiró dentro del velo, si no los mortífagos hubieran visto su deseo cumplido antes de tiempo.
"Por cierto, ¿y Hermione? ¡Ay, por Dios! –Lupin la vio.
–No estoy seguro de que le pasó, empezó a sentirse mal y yo la reemplacé en su trabajo. Supongo que fue la persona con quien nos habíamos topado cuando veníamos... debió ser un hechizo de tiempo corrido...
–Déjame verla –dijo Lupin dirigiéndose a ella. Luego de examinarla un rato, dijo–. Si, probablemente lo sea –lanzó un conjuro–. Creo que eso la mantendrá a salvo para que Madame Pomfrey la mire. Bueno, creo que lo mejor es que nos vayamos.
Con un hechizo que antes se había usado, Hermione estuvo en el aire, al igual que Sirius; uno al lado del otro. Los taparon a ambos con la capa de invisibilidad de Harry, y salieron del Ministerio.
Sin más percances llegaron a Hogwarts.
Estaban subiendo las escaleras, alguien los descubrió.
