Snape se pasó la mano por su cabello aceitoso….y….la mano se le escurrió, yéndose para atrás.
"Mh… pero si haces dos meses que me lo lavé…¿por qué estará tan resbaladizo?"
Snape no era de los que se lavaban mucho. A pesar de ser profesor de pociones, el champú le era desconocido. Se arrellanó en el sillón.
-Au. Duele.
En ese momento recordó como en un flashback la locura del día anterior.
-Ugh.
"Fue horrible." "El peor día de mi vida."
Sacó su varita y se la apoyó en la sien, para acto seguido, introducirla en el pensadero, mientras un chorro plateado se metía en él.
Hizo ademán de coger el pensadero y tirarlo por la letrina, pero se contuvo.
"Mhh…un momento. Mejor será que vea lo que ocurrió ese día…"
Y se asomó a sus propios pensamientos.
Snape se vio a sí mismo arrastrado por Lucius hacia la cama.
-A donde crees que vas, morenazo.
Se le hizo un nudo en el estómago, ese había sido el comienzo de todo.
"Puagggggg…. ¿por qué no me corté las venas a dentelladas antes que permitir que ese me tocara…"
Vio cómo sus alumnos le hacían sitio en la cama, abriendo los brazos incitadoramente hacia él. Seguían con aquellos ridículos tutúes rosas. Entre ellos se encontraba Lupin medio transformado y atado a la cama. Toooodoosss le miraban sonrientes en plan sectario.
-No vamos a caber todos ahí… -dijo Lucius-…. Mmmmm… menos mal que los Malfoy tenemos muchas ideas…- y con un aireo de varita aparecieron unas sogas que apresaron a Snape por las muñecas y le ataron al dosel de la cama, con los brazos en alto, pero lo suficientemente largas como para que no colgara como un jamón.
Snape se vio a sí mismo contraer la cara en un gesto de desesperación mientras gritaba:
-Qué coño haces, Malfoy. Suéltame…
-Qué buena idea, padre¿me dejarás a mí también?
-MMM… por supuesto… pero ve preparándome a esos dos…
Lupin miró con ilusión al rubito sacudió las orejitas y el rabito (el de la espalda) se agitó con aprobación. Draco le devolvió la mirada… después de lo que había visto hacer al lobo con su padrino ya no le daba tanto asco achucharle… . Harry asintió.
Snape miró con asco a todos. Eran unos pervertidos… ¡Allí quería poseerle todo el mundo! Ni que fuera un sex- symbol.
-Ni se te ocurra acércateme, rubio depravado.- Snape abría mucho los ojos.
-Vamos, Sev… antes lo hiciste muy bien- Lupin estaba entusiasmado.
Snape le fulminó con la mirada. Intentó soltarse, pero estaba bien atado.
-Tsk, tsk… vamos a tener que hacer algo con esa mirada tan poco incitante… ¿qué tal con esto, chicos?- Lucius mostraba algo a los demás.
Todos aplaudieron y fue entonces cuando Snape notó que le vendaban los ojos. Estaba indefenso…..
Y todo se oscureció.
Snape salió del pensadero, lo cogió y tiró el contenido por el retrete. Era suficiente. No quería recordar más.
Se sentó en su silla azabache y empezó a corregir un pergamino, tachando todo y sellando un suspenso enorme en la parte superior.
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Lucius Malfoy se peinaba el rubio cabello mientras suspiraba. Era una especie de Narciso snob repelente. Le hubiera gustado ser una princesita con un cabello laaaaaaargo y sedoso…
Paró de peinarse un momento y se miró al espejo. Sonrió. Al fin se había cumplido su sueño: tirarse a Severus Snape.
Todavía podía recordar los gemidos de placer del hombre de pelo oscuro. Esa música celestial no se iría de su cabeza durante algún tiempo. (pestañitas moviéndose soñadoras)
Después de haberle puesto la venda en los ojos, se había relamido de placer, para acto seguido, quitarse la ropa. Ante la sorpresa de Lupin, el orgullo de su hijo y la frustración de Potter.
Mientras los críos se divertían haciendo caricias a "la criatura", (no iba a llamarle de otro modo. No después de ser perseguido por él por medio Hogwarts y haber acabado con la cara toda roja de arañazos…y lo que parecían puñetazos…ya preguntaría después a su hijito…)
Así que volvió su atención a Snape, que seguía revolviéndose y exigiendo que le soltaran.
Lucius negó con la cabeza y se abrazó al hombre, quien se tensó de inmediato y se retorció histérico dando patadas a todo lo que podía.
-¡Lucius-maldito-bastardo no te me acerques¡Apártate, no me toques¡¡¡Te juro que te echaré una maldición peor que tu estancia en Azkaban!
Lucius se enfadó ante esto y bajando su mano, agarró por encima de la túnica el miembro de Snape con fuerza.
Snape chilló.
Lucius se acercó a su oído.
-Ten cuidado con lo que dices, Severus… no estás en posición de amenazar a nadie.
Y siguió frotándose contra el profesor de pociones. Esta vez no hubo más insultos, pues Snape se mordió el labio para no exteriorizar sus pensamientos.
Lucius sonrió y alzó su cara a tan solo unos centímetros de la del exmortífago y le mordió el lóbulo de la oreja. Snape apretó los dientes para no chillar, produciéndose una herida sangrante en el labio. El rubio no tardó en bajar hasta ahí y lamer la sangre, para después besar la boca de su víctima. Snape cerró sus labios más herméticamente, pero Lucius a su vez apretó su mano con más fuerza y el profesor de pociones al final abrió la boca. Sus lenguas se encontraron. Una con regocijo, la otra con repugnancia, las dos en un baile macabro dentro de sus bocas. Saliva y sangre se entremezclaron.
Lucius empezó a excitarse. Con la otra mano empezó a acariciar el torso aún vestido de Snape y a seguir agarrando el miembro, esta vez con más dulzura, con la otra. Snape empezaba a gemir angustiado. Lucius dejó de acariciar su pecho para llevar su mano al pelo del moreno y acariciar sus mechones hacia atrás. Su boca aún estaba en contacto con la del otro mago. De repente notó cómo el hombre se tensaba por un escalofrío y empezaba a excitarse como él. Lucius sonrió para sus adentros. Ya había empezado.
Rompió el beso y le lamió el cuello. Snape resopló. Lucius se apartó un poco y le miró. Su víctima estaba atada con los brazos sobre su cabeza, colgando, y con una venda negra en los ojos.
-Mh…. ¿sabes? No se cómo voy a desnudarte sin tener que desatarte…. ¿Draco?
Su hijo estaba demasiado ocupado montando al lobo.Potter, que estaba besando en ese momento a Lupin, los miró extrañado y cogió su varita.
-Desvisttio.
Ante los ojos de Lucius, Snape se quedó sin ropa, totalmente desnudo, a su merced. Y después de un escalofrío, empezó a temblar.
Lucius miró a Snape asombrado y después a Potter, que le sacó la lengua y siguió a lo suyo.
-Bueno, Severus, resuelto el problema. Vayamos al grano….- sonrió.
-Que te follen, Lucius.
-... ¿Snape?- la sonrisa de Lucius se ensanchó aún más.
-….mierda.- dijo el que estaba atado, al caer en la cuenta de su frase.
-En fin…ya que eso es lo que quieres…..al que van a follar será a ti…
Lucius tembló al recordar lo bien que se sentía estar dentro de ese hombre…. Al principio lo único que sentía por el era deseo carnal….pero después de entrar en él y estar penetrándolo durante…durante las horas que estuvieron allí, (en las cuales Severus ya estaba desatado y se movía con frenesí aunque nunca lo admitiera) se había dado cuenta de que nunca en su vida se lo había pasado tan bien…ah, y de que estaba enamorado de Severus.
-¡Aaaaahhhhh¡Luciussssssssssssssss¡Más¡Aaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh¡Siiiiii….!
Sus gritos hacían que se excitase aún más. Y se confundían con los de él mismo y las otras tres "personas" de la habitación. ¿Cuántos orgasmos tuvieron así?
Severus, que al principio se había resistido…había acabado sucumbiendo…y todo gracias a él….bueno, vale, todo gracias a los chicos…y a ese lobo de peluche de Lupin… pero daba igual….oohhh, que bien que se lo habían pasado…
Lucius paró de peinarse y se untó una cosa espesa muggle en la cara. Se levantó de la silla y sonrió a su reflejo.
Lalalalala lalala …- cogió el ramo de flores blancas y salió de la habitación con el maquillaje puesto sobre sus rojas heridas de la cara.
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Severus Snape entró tarde en su clase de pociones. Tocaba Gryffindor y Slytherin. Y curiosamente faltaban un rubio y un moreno de cada casa. Frunció el ceño, ya no quería pensar donde estarían ni qué estaban haciendo.
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-¡Aaaahhhh¡Draco¡¡¡Aaahhhhhh!
-¡Ah, ah!
Estaban en la Torre de Astronomía. Por fin.
Harry estaba espatarrado en un sillón, boca arriba, con las piernas abiertas y las rodillas en los hombros del rubio. Esa había sido una de las posturas que más les había gustado probar con Lupin… y con Snape… y ahora habían decidido practicarla un poco más, para no perder la costumbre, claro…
-¡Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh!- Harry puso los ojos en blanco. Draco apretó los labios y también se corrió, dentro del moreno. Espiró y se sentó en sus rodillas, estirando la espalda. Harry bajó sus piernas un poco, hasta la cintura del rubio. Se miraron. Estaban rojos.
-La próxima vez me toca a mí arriba.
-Qué pesado eres…¿es que acaso no te ha gustado?- acarició la mejilla del moreno torciendo el labio.
-Sí. Pero también me gustó hacértelo con Lupin. Eso sí que estuvo bien. Deberíamos repetirlo.- Harry sonrió con malicia cuando el rubito se ruborizó.
-Je.- Draco se pasó la lengua por las comisuras de la boca.- Si es que soy bueno para todo, no puedo evitarlo….
Harry sonrió, moviendo la cabeza…. Se incorporó hasta tener su cara frente al rubio y le besó en la boca.
-No tienes remedio.
-No. Oye¿no teníamos que ir a pociones?
-¿Y¿Crees que Sev vendrá a buscarnos por no asistir a sus clases?
Draco soltó una carcajada.
-Si se asomara por aquí, el tampoco asistiría al resto de las clases. Jejejeje
-Te adoro.
-Lo sé- el distintivo Malfoy, la arrogancia.
Estuvieron un rato más remoloneando en el sillón.
Mientras, en el castillo, alguien pensaba en ellos dos.
Lupin no había podido olvidar el trío que se montaron.
Ese día no había asistido a sus clases. El problema era que seguía teniendo rabito y orejas… Ya se lo habían contado todo a Dumbledore (todo lo que se podía contar, se entiende) y éste le había dispensado de las clases por una semana, para ver si mejoraba. Si no empeoraba en ese plazo, volvería. Mientras, se pasaba el tiempo en su habitación. Normalmente se servía una taza enorme de (¿lo adivináis?) chocolate caliente, y sólo con eso estaba feliz, pero ese día era diferente.
-"¿Qué estarán haciendo? Joooo… me aburroooooooo… Nada, voy a buscarlos… espera, creo que están en clase."
Consultó el horario de los de sexto.
"Mmm… pociones dobles… ¡Qué bien, eso significa que Sev está allí con ellos¡yujuuu! También echo de menos a Sev, aunque no es tan blandito como los otros dos… ¿Y si fuera a buscarles? Tal vez pueda encontrar la manera de llevarlos al despacho… "
Y diciendo esto, se dirigió hacia el aula de pociones. Iría con la excusa de haber encontrado un ser peligroso rondando por el castillo al que Sev debería administrar alguna poción. Como sería una tarea dura, necesitarían la ayuda de dos alumnos…. ¿Potter y Malfoy, por ejemplo?
"Jejeje… es un plan perfecto… mmmm… necesito un ser diabólico que llevar a la clase de Sev, o si no, no podré hacer todo eso…. ¿Dónde lo busco¡Ya sé¡en la biblioteca siempre hay seres escondidos entre las estanterías…! O… también en el armario de la sala de profesores suele haber seres horribles normalmente hay seres horribles en toda sala de profesores… Si no, preguntaré a los alumnos. Ellos siempre saben dónde están los bichos raros. Si no encuentro nada… pues nada. Llevo una mariposa. Lo que sea."
Y Salió de su habitación armado con una red gigante, como las de las mariposas, un gorrito que le tapase las orejitas y, por supuesto, muuuuuuuuuuucho chocolate por todos los bolsillos.
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Snape llevaba un rato impartiendo su clase sin nada que la interrumpiese. Ni siquiera notitas en pajaritas de papel.
"Como no están esos dos, se nota todo más relajado… Aunque creo que los alumnos todavía se rían de mí… No sé, tengo la extraña sensación de que me observan… "
Efectivamente. Los alumnos le señalaban con el dedo y susurraban cosas por encima de los calderos.
"malditos niños. En cuanto me jubile, me iré muy lejos de aquí. Los odio a todos. Especialmente a esos dos. Por culpa de ellos tengo el cuerpo hecho una mierda. Por su culpa, la del licántropo, la de Malfoy padre…"
-Hola
Snape pegó un brinco.
-¡Ah! Lucius ("hablando del rey de Roma. ¿Cómo se atreve a venir a verme después de.. de eso¡y en medio de clase!" )¿Qué te trae por aquí? ("bastardo presumido")
Yfue entonces cuando se dio cuenta de lo que tenía el otro en las manos. Lucius Malfoy, heredero de la larga tradición Malfoy, le tendía un ramo de flores blancas mientras lucía su mejor sonrisa…
"¿Qué… qué coño hace este?"
Los alumnos habían empezado a murmurar y a algunos se les escapaban risitas a su espalda.
-Lucius… er… gracias. ("¿Qué hago…?") Sí, sin duda esas son las flores que necesitaba para la poción… ("a ver si cuela").- Snape dijo esto último con retintín para que el otro le siguiera el juego.
Lucius no se enteró.
-Poción ¿Qué poción? Son para ti, Sev. Te amo.- Y una vez más le sonrió. Si Snape no se hallara a medio camino entre el paro cardiaco y el coma, habría pensado que era la misma sonrisita de ilusión que ponía Lupin.
La boca de Severus no se había cerrado de la impresión. Pero las risas despectivas de los alumnos le sacaron de su estupor.
…
Snape cerró la boca.
Miró las flores.
Miró a Lucius.
Lucius le sonreía.
"Bastardo, cabrón…."
Ron y Hermione se miraban confundidos, Últimamente estaban ocurriendo cosas muy raras en Hogwarts. ¿Malfoy declarándose a Severus Snape?
Las risitas de los alumnos se fueron apagando al ver el estado en el que Snape.
-¿Qué pasa¿no te gustan los claveles?- Lucius parecía preocupado.
Snape estrujaba el ramo con saña.
Ron y Hermione se apartaron poco apoco de sus calderos. Los demás alumnos empezaban a retroceder. La cara de Snape se estaba volviendo roja…pero no de vergüenza, sino de rabia.
-Mmm…tal vez hubieran sido mejor las rosas….¿rojas, blancas….?
Snape miró a Lucius con ira. Todo su cuerpo en tensión, como un animal a punto de atacar. Los alumnos estaban ya pegados a las paredes con miradas de temor.
-…¿tal vez…rosas?
-¡FUERA!
La furia y la mirada del hombre hicieron que tanto Slytherins como Gryffindors se encogieran en sus sitios.
Lucius no parecía enterarse. Miró a los alumnos levantando una ceja.
-Ya lo habéis oído, vuestro profesor no os quiere dar clase, hala, fuera, fuera….me dará clase a mí solito…
Los alumnos aprovecharon la confusión para escapar de la clase corriendo. Pero cuando intentaban salir de la puerta con disimulo…
-¡LUCIUS MALFOY¡FUERA DE MI CLASE¡YA!
Lucius le miró extrañado.
-Pero Sev….
Los ojos de Snape se abrieron del todo. Fue hasta el caldero más a mano(el de Neville), aún de lleno de poción, lo levantó con inusitada fuerza y se lo puso a Malfoy de sombrero. Con eso y una patada en el culo le echó de la clase.
-¡Y NO VUELVAS!
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Harry y Draco andaban felices por el pasillo en dirección a la clase de pociones. Por el camino un hombre chorreando líquido extraño, con el pelo teñido de azul eléctrico y temblores por todo el cuerpo iba deshojando un ramo de claveles como si fueran margaritas…
-Me quiere, no me quiere…
Draco y Harry lo siguieron con la mirada hasta perderse de vista. Harry parpadeaba, Draco estaba con una ceja levantada.
-Mmmm….¿Draco¿Ese no era tu padre?
-… - los ojos del rubio se abrieron de golpe. Claro, por eso le resultaba tan familiar. Miró a Harry.- Sev debe estar de mal humor. Será mejor que le veamos luego.
-Mmmhhh…. Vale. Entonces…¿qué hacemos¿volvemos a la Torre?
-… no. Me apetece follar con alguien más.
Harry asintió. Era más divertido cuando estaban todos juntos. La orgía que habían hecho con Severus y Lupin no s ele iba de la cabeza. Por supuesto él ni siquiera había tocado a Lucius. Ni hablar. Pero el rubio mayor si que se lo había montado con Lupin y Sev bien…. En fin…que bonitos recuerdos…
-¿Y Lupin? Creo que no tiene clase…por lo de las orejas y el rabo, ya sabes…
Draco miró radiante al moreno y le estampó un beso en la boca.
-Te quiero.
En ese momento unos alumnos más pequeños que pasaban por allí los miraron con miedo y asco. El rubio los miró con furia y les chilló que les violaría si se lo decían a alguien. Los niños salieron corriendo.
Y así, partiéndose de risa, se encaminaron a los aposentos de Lupin….
… para encontrar que había salido.
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-Lalalalala lala la lala lalallala lalala…..- Lupin iba con su cazamariposas danzando por….por el Gran Comedor…. Ante las miradas atónitas de algunos alumnos. Salió al aire libre y siguió bailando él solito.
Hagrid daba de comer a sus nuevos escregutos de doble cola explosiva. Había logrado cruzarlos con "doscolas" y ahora tenía unos buenos ejemplares. Sonrió con ternura
Pero qué animalitos más tiernos…
Los tiernos animalitos eran como langostas gigantes, negras, verdes y moradas, con antenas, dos colas, babas chorreantes y ojos inexistentes que si te descuidabas te dejaban sin brazo.
A Hagrid le entusiasmaban todo tipo de criaturas.
En ese momento una muy especial se acercaba diciendo palabras incoherentes.
Hagrid levantó la vista sonriente, para quedarse de una pieza al ver quien se le acercaba.
Remus Lupin venía dando saltitos y moviendo las manos con alegría. Llevaba al hombro lo que parecía una especie de cazamariposas gigante (en realidad era el mango de la escoba de Filch con una sábana atada desgarrada) y un gorro, o lo que parecía ser un gorro, en la cabeza, tapando dos extraños bultos que le salían de la cabeza. Definitivamente iba hasta los topes de chocolate.
¿Profesor Lupin?
Lupin se paró para ver quién le había hablado. Y sonrió al ver al guardabosque.
¡Hagrid! Estoy buscando bichos peligrosos para que el profesor Snape me de un antídoto contra ellos. ¿Has visto alguna criatura extraña por aquí?
"Sí, usted."- pensó Hagrid, pero no lo dijo. Se limitó a observar cómo el hombre se le acercaba encantado, demasiado para su gusto. Lupin empezó a olisquearle.
Eh…profesor Lupin….
Lupin le olisqueó el culo.
¡PROFESOR!
Lupin saltó y le miró como un perrito asustado.
Profesor…creo que ha tomado demasiado chocolate…
¿Chocolate? – Lupin sonrió y le ofreció una tableta.
Hagrid la cogió y se la comió en el acto, también sonriendo como un tonto.
"Un momento…"
No. Profesor…usted…usted…¿qué tiene en la cabeza?
¿Mmmmh? Ñam. Orejas.
¿Orejas?
Ñam. Orejas de lobo. Mira. Ñam.- y se quitó el gorro improvisado (era un gorro de señora. De Trelawney para ser exactos) Unas orejitas peludas y puntiagudas saludaron a un Hagrid boquiabierto.
El guardabosque se sentó en el escalón de su cabaña y puso en su regazo la cabeza del licántropo. Lupin se dejaba hacer, ocupado en comer su chocolate y sin hacer caso de nada.
Hagrid tocó las orejas, tiró de ellas, las rascó…. y de repente Lupin estaba ronroneando y frotándose contra él, temblando de excitación.
Oh, oh….
Hagrid dejó las orejas en paz.
Lupin paró de moverse y le miró triste haciendo una mueca.
Hagrid…… - se abrazó al semigigante. Este de repente entendió que no estaba con una de sus muchas criaturas, como había pensado. No. Era un profesor. Se apartó bruscamente y carraspeó.
Ejem. Creo que debería irse, profesor.
Pero Hagrid…- Lupin se levantó, decidido a abrazar de nuevo al guardabosque. Este abrió la puerta de la cabaña y Fang salió ladrando a Lupin. Este de inmediato se puso a cuatro patas y empezó a gruñir al perro.
Vamos, vamos, Fang. Adentro.- Hagrid lo cogió y se lo metió en la cabaña, cerrando la puerta y dejando a Lupin solo afuera.
El lobito se encogió de hombros y recuperó su cazamariposas gigante. ¿Dónde encontrar bichos raros? Y fue entonces cuando vio los escregutos.
"vaya, qué bichos más interesantes… ¿Serán lo suficientemente terroríficos? Mmmm… no sé. Parece un gusano gordo con armadura y antenas."
Se acercó a ellos… y les ofreció chocolate.
-Bichitos, tomad… ¡AY!
Los "animalitos" hicieron explotar sus colas, y si no fuera por los reflejos de lobo de Lupin, ya tendría la mano achicharrada llena de chocolate fundido.
-Definitivamente no sois muy buenos… ¿no?- Lupin parecía triste, pero luego se acordó de para qué llevaba un cazamariposas gigante y sonrió mientras daba saltitos de alegría.
"¡YUJUUUUUUU animalitos perversos! Ahora podré llevar a cabo mis planes. Jajajjaja"
No se sabe muy bien cómo, pero el caso es que blandiendo el "cazamariposas" logró atrapar a un par de los escregutos. Eso sí, tuvo que pasar un tiempo hasta que lo consiguió, pues cada vez que pasaba un insecto volando Lupin se distraía y lo intentaba coger con sus manos.
"Ya los tengo. Y ahora… ¡A clase de Sev!"
y se fue tan contento con sus escregutos. Por el camino recogió su sombrero y se lo volvió a poner silbando.
Sev en ese momento no se hallaba en situación de recibir a un lunático con escregutos incorporados. La clase pasaba lentamente. MUY lentamente. Desde el incidente con Malfoy los alumnos no se atrevían a dirigirse a él, y ahora se encontraba en su escritorio vigilándoles.
"Gihehweifdhwnñwn lkdlhedl weldlehfhiwfr "- eran los pensamientos de Snape, más o menos. Traducido sería como decir que odiaba al entrometido-engominado de mierda-come flores-…. Podría seguir, pero sería eterno…
Neville estaba histérico. El profesor había lanzado su poción sobre otro adulto y encima le había quitado puntos… Tendría que darse mucha prisa para rehacerla… No quería que el profesor se pusiera con él como con el señor Malfoy. Neville casi se puso a llorar cuando pensó en cómo sería estar bajo la mirada que Snape le lanzó a Lucius…
Lucius en ese momento se hallaba sentado en un banco fuera del colegio. Ya había deshojado todos los claveles, y ahora se disponía a deshojar todos los geranios, gladiolos, tulipanes, mandrágoras, plantas de calabazas… en fin, todo lo que tuviera hojas por el parterre.
Estaba suspirando con una rosa entre los dedos cuando oyó a alguien que se acercaba silbando.
"¿Qué es eso? Parece un ser deforme… deforme y cantarín. Sólo puede ser…"
-Hola
-Hola, Lupin- suspiró Malfoy, volviendo la vista hacia su rosa.
-¿Por qué estas tan triste¿Quieres?
-No, gracias. No puedo tomar chocolate, estropea mi cutis.
-Ah, pues nada. Te dejo. Tengo algo para Sev y tengo que darme prisa para dárselo.
Malfoy alzó la cabeza como un resorte.
-¿Para "Sev"¿Qué es?
-Uy, algo perverso. Por cierto¿qué le ha pasado a tu pelo?
-¿Perverso¿Puedo verlo?
-Claro, pero son para Sev, así que no te puedo dar ninguno¿vale?
-vale
Y miró el interior del cazamariposas.
Se quedó de piedra.
Ese lobo era estúpido.
¿Pretendía así conquistar a Severus¿A SU Severus? No, Malfoy no lo iba a permitir. Pensó que si Lupin le llevaba eso, era porque sabía que al moreno le gustaban esas cosas. A lo mejor le gustaban más que los claveles blancos.
"Hombre, si le llevara yo los bichos estos, puede que Sev se alegre tanto que me perdone y…. y lo que venga después. Jeejeje. Hombre, la verdad es que son horribles, pero si funcionan… Sólo tengo que quitárselos al lobito. Pan comido."
-Oye, Lupin. Esa carga debe de pesar mucho. ¿Por qué no me dejas ayudarte? Necesito ayudar a alguien para sentirme bien, y ya que estás aquí, pues te ayudo.
-Vale.
Y el lobito le pasó el cazamariposas.
"Lo que yo decía, pan comido. Aunque parece que éste ve a seguirme… "
-Mmmmm Lupin, estos bichos los quieres usar para conquistar a Sev¿verdad?
-Síiiii ¿cómo lo has sabido? Eres muy listo, y eso que era un plan muy trabajado…
-Es que los Malfoy somos así de inteligentes, ya ves. Quería decirte que si eso era lo que querías, existe una planta que hace irresistible al que la toma. Precisamente crece junto al lago del colegio… ¿No te gustaría probar con eso también?
-Jo. La verdad es que suena muy bien. ¿Junto al lago, dices? Qué guay. ¿Cómo es?
-Bueno… es muy especial. Si le preguntas a esa planta algo, te responde. No sé cómo es físicamente. Pero será muy fácil encontrarla, sólo tienes que probar a hablar con todas las plantas que te encuentres en torno al lago. Cuando alguna te responda, te la comes. Y ya está.
-Mmm… no sé. ¿tú no me ayudas?
-Bueno, he pensado que puedo esperarte aquí, junto con el regalito de Sev. Así tú estarás más libre para buscar. –Lucius le sonrió.
-¡Vale! Gracias.
"Lobo idiota"- Pensó Malfoy mientras veía alejarse a Lupin hacia el lago.
Recogió el cazamariposas y se metió en el castillo hacia las mazmorras.
"Jjejejeje… seguro que esta vez no me rechaza. Es una pena perderme al tipo ese hablando con cualquier hierbajo…"
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Draco y Harry pasaron por el Gran comedor, juntitos y sonriendo. Las caras de los que estaban allí eran todo un mapa. Pero ninguno de los dos les hacía caso.
Tsk. Aquí tampoco está. ¿Dónde se habrá metido ese lobo estúpido?
No le llames estúpido, Malfoy. Eres repelente…si no está aquí habrá ido a dar un paseo fuera.
Tú si que eres repelente, Potter. Cararajada, cuatrojos.
… me parece que esta noche te quedas sin chimichurri.
Sin sexo, anormal.
¿QUÉEEEEE!
En ese momento un peliazul con un cazamariposas gigante entró en el gran comedor, canturreando.
Regalos para Sev…lalalalala…
Draco lo miraba boquiabierto. ¿En serio descendía de …ese ser?
Las risas en el gran comedor llenaban la estancia.
Blaise y su grupito se le acercaron.
Draco…¿ese no es tu padre¿y qué haces con Potter?
El rubio lo miró con asco.
¿Qué¿mi padre¿Eso? Qué dices….mi padre está de vacaciones en Transilvannya, haciendo tratos con el primito Drácul. Ese es un indigente que se ha colado en el castillo…..¡Crabbe, Goyle¡A por él!
Harry le miró.
Eres un cabrón…- le susurró. Draco levantó una ceja.
Se llama "librarse de la competencia".
Miraron cómo los gorilas perseguían al peliazul por los pasillos. Después escucharon quejidos y golpes. Y unas explosiones.
Los matones no volvían.
Blaise se encogió de hombros y miró a su compañero de nuevo.
¿Y qué hay de Potter¿Desde cuando eres su amigo?
¿Amigo? Blaise…¿qué coño te pasa últimamente? Estás ..gi…ejem…gilipoyas. Potter está bajo un imperius. Hará todo lo que le ordene. Jeje, es un nuevo imperius no registrado que me he inventado yo mismo. Fíjate. Potter. Quédate quieto y no hagas nada.
Y le dio un morreo delante de todos.
Blaise, Pansy, Nott y los que estaban con ellos se quedaron de piedra al ver eso. Esperaron a ver si Potter reaccionaba, pero este se limitó a quedarse quieto. Le estaba siguiendo el juego.
¿Y bien?- Draco levantó una ceja y miró a Blaise. Este negó con la cabeza, sorprendido.
No, nada. Es genial. No sabía que se pudieran hacer estas cosas…en fin, nos vamos a Hogsmeade¿te vienes?
Mhhh..no. Tengo planes más perversos y divertidos que hacer con este Potter-esclavo. Hasta luego.
Cogió a Harry del brazo y salió del castillo.
Cuando ya estaban cerca del lago, Harry empezó a reír.
Draco le miró serio.
¿De qué te ríes? No recuerdo haberte autorizado a reírte, eres mi esclavo. Sólo debes obedecer mis órdenes.
Que te den. ¡Weeeeeeee!- y se subió de un salto a su espalda.
¡Ay¡Pesas!
Jajajajaja, vaya, vaya, pues ayer no pesaba tanto¿no?
... – Draco no dijo nada, pero no insistió en que Harry se bajara. Llegaron a su destino: la cabaña de Hagrid.
El semigigante estaba de pie ante un cerco de madera rascándose la cabeza con consternación.
Hola, Hagrid.
¿Mh? Ah, hola Harry. ¿Malfoy? Bah, da igual. Oye….eh…¿podéis contar por mi cuantos escregutos hay aquí?
Tres.- dijo Draco. Harry asintió.
Mh…lo que me temía.
No sabes contar. ¿Era eso?- Harry le arreó un capón a Draco.
No, no es eso. Tenía que haber cinco. Los conté ayer.
Se habrán matado entre ellos.
Malfoy tiene razón…alo mejor lucharon y se exterminaron.
No. En ese caso habría marcas. Es como si…se hubiesen escapado. Pero no ha podido ser, no hay huellas. – Hagrid se cruzó de brazos y empezó a pensar seriamente. Parecía costarle mucho. Frunció el ceño y al final encontró una respuesta.- Entonces es que alguien se los ha llevado.
Draco y Harry se miraron.
¿Quién sería tan idiota para querer tener esos bichos¡Ay!
Harry le había dado un codazo. Era obvio que Hagrid sería ese idiota.
Lo que Draco quiere decir es que…¿por qué se los llevaría alguien¿Y cómo los cogería de ahí?
Buena pregunta, Harry. No se…quizá con algo grande..una sábana, una bolsa, no sé…
¿Seguro que eran cinco?- Draco seguía pensando que el semigigante no sabía contar.
Si, si…eran cinco hasta hace un rato. Luego vino Lupin con un gorrito, un cazamariposas gigante y bailando como poseído… y me tuve que meter en la cabaña. Me dio mucho miedo.
Harry se tiró al suelo del ataque de risa que le dio imaginarse a Lupin con el cazamariposas y el gorrito-tapa-orejas.
Draco estaba pensando.
A ver…¿dices que llevaba un cazamariposas?
Si. Y un gorro de señora. Y bailaba. Y estaba poseído.
¿Poseído¿Cómo poseído?
… de repente tenía orejas de perro y se frotaba contra mí…era muy embarazoso. Así que le achuché a Fang y me metí en la cabaña hasta que se fue.
Las risas de Harry aumentaron, casi no podía respirar.
Ya. O sea…¡Potter, levanta ya! Que llevaba un cazamariposas…¿no sería un palo de escoba con una sábana?
¡Si! Era eso…¿cómo lo sabes?
Draco se masajeó las sienes. Mierda. Entonces las explosiones que había oído…
Potter, nos vamos.
Harry seguía retorciéndose en el suelo, así que Draco se lo cargó al hombro.
Adiós.
Uh…adiós….¡encontrad a mis escregutos!
Draco seguía con Harry al hombro cuando ya estaban cerca del lago
De repente se paró. Debía de estar alucinando. No. Ahí estaba. Volvió sobre sus pasos y miró otra vez.
Si.
Sin duda alguna, era Lupin.
Y parecía que estaba intentando dar chocolate a una planta carnívora.
Draco parpadeó.
"¿Y por qué no? Si todo esto es muy normal…yo con un Potter descojonado al hombro…mi padre con el pelo azul eléctrico cargado de escregutos por el castillo…y Remus Lupin con rabo y orejas de lobo invitando a comer dulces a una planta carnívora. Si..todo esto es muy normal…¿dónde estará Voldemort? Solo faltaba que se apareciese bailando un vals delante de Minerva y Dumbledore morreándose…"
Negó con desesperación y tiró a Harry al suelo- ¡Auch!- para dirigirse a Remus.
Por favor…solo quiero que me concedas un favor…quiero que Sev se enamore de mi. Ya está. Sólo eso. Y mira¡te daré la tableta entera de chocolate! Eres una flor muyyyyyy bonita. ¿Si?
Remus dio unos golpecitos a la planta con la punta de la tableta. La planta abrió la boca …. Y cuando Remus metió la mano con el chocolate todo confiado….la planta se cerró de golpe y Remus fue arrastrado hacia atrás por un Draco Malfoy que en ese momento estaba debajo de Remus. Se había caído encima suyo.
Ohhhhhh¡Draco! Hola, os estaba buscando….- Remus movió su colita por debajo de la túnica.- ¿Y Harry?
Draco señaló al moreno retorcido de risa en el césped.- Le ha dado un ataque de risa. Estábamos buscándote para hacer otro trío. Nos aburrimos mucho sin ti.
Remus sonrió ampliamente y se abrazó al niño rubio.
Qué biennnnnn…entonces ya no necesito los bichos peligrosos para atraeros…jajaajja
Eh… ¿Lupin¿Tú cogiste los escregutos?
Si- dijo muy orgulloso.- los cacé con el cazamariposas.
Y…¿Dónde están?
Oh. Lucius me los está cuidando. Le dije que eran para Sev…y es verdad, solo que yo quería que Sev los atrapara y vosotros le ayudarais para así ir todos juntos al despacho pero ya no hace falta porque habéis venido, jejejje. Ah, y Lucius me dijo que había una planta que te concedía deseos si te la comías. Es una planta que habla y a estoy buscando pero ninguna me responde…esa se movía, así que pensé que seria esa pero no habla, solo come…debe ser muda….
Draco estaba hecho un lío. Lo único que sabía era que su padre era un imbécil.
A ver…¿le dijiste a mi padre que los escregutos eran para Sev?
Si.
Genial. Con lo cuerdo que está ahora, seguro que se lo ha creído y habrá ido a soltárselos en medio de una clase….
¿Qué? Pero si me los esta cuidando..
No. Se los ha llevado.
¡Me ha engañado!
Si, Lupin, si…- acarició al lobito entre las orejas. Este dejo de enfadarse y ronroneó. En ese momento Harry iba hacia ellos. Se le había pasado el ataque.
¿Qué pasa?
Nada. Nos vamos de cacería.
-¡Juhuuu¿Vamos a cazar más Lethifods?- Lupin todavía recordaba recorrer los pasillos con Sev hasta arriba de Grog.
Harry y Draco se miraron sin comprender, pero se encogieron de hombros y se llevaron a Lupin al castillo con ellos.
Malfoy padre había conseguido deshacerse de Crabbe y Goyle. Fue muy simple: Se le cayó el cazamariposas encima de los dos gorilas y los escregutos hicieron el resto.
"Joder con los bichitos estos"- pensaba Malfoy intentando meter de nuevo a los escregutos con un palo en la sábana atada a la escoba. " Ya sé que Sev nunca ha sido muy cariñoso, pero es muy raro que le gusten estas bestias."
Pero consiguió meterlos de nuevo en el interior del "cazamariposas" y siguió a las mazmorras.
Por fin había llegado. Frente a la puerta de la clase, Malfoy tomó aire y empujó la puerta con dignidad y prestancia. Todo un Malfoy.
No le sirvió de nada todo ese alarde.
Estaba vacía.
"Genial. Ahora se ha terminado la clase… ¿Dónde estará este hombre?"
Se iba a dar media vuelta cuando vio que sobre la mesa de Snape brillaba algo. Malfoy se acercó por curiosidad.
Sonrió satisfecho.
Snape había dejado sus apuntes de la clase con el tintero abierto y la pluma sobre un papel (eso era lo que brillaba). Eso quería decir una cosa: Snape se había ido, pero tenía la intención de volver pronto. Si no no hubiera dejado sus cosas sin recoger.
Malfoy descargó la bolsa de escregutos sobre el suelo y se dispuso a esperarle en la posición más sexy que pudo encima del escritorio.
Mientras, Snape iba por los pasillos a su paso normal, es decir, al trote. Agarraba algo firmemente arrastrándolo tras de sí. Ese algo tenía nombre propio: Neville Longbottom.
Esta vez el cazurro de Neville no sólo había hecho explotar su caldero, sino que además se había derramado el contenido sobre su piel, y ahora estaba de un inexplicable tono azul. Si Malfoy padre se hubiera cruzado por los pasillos con ellos, habríamos observado que el color actual del pelo del primero armonizaba perfectamente con la piel del muchacho.
Neville no podía articular ni una palabra. Su temido profesor le arrastraba hacia la enfermería. En vez de sentirse agradecido, se sentía mal. Muy mal. No era de extrañar. Snape hasta le había propinado una patada en un sitio poco honorable.
Hoy no había sido un buen día para Snape y estaba especialmente furioso.
Llegaron a la enfermería y Neville se sintió lanzado hacia una camilla.
"Ay. Yo no he hecho nada. No es mi culpa que él hubiera derramado mi primera poción sobre el señor Malfoy."
-Madame Pomfrey, haga el favor de relevarme en el puesto de niñera. Yo ya he hecho suficiente por hoy.
Y diciendo esto, se giró y salió de la estancia.
Por el camino se topó con Filch, quien le entretuvo contándole una noticia muy "interesante". Había descubierto un nuevo pasadizo en el colegio e insistía en que el profesor lo probase, pues él era muy viejo, y claro, uno no estaba ya para esos trotes, y necesitaba que alguien le ayudase en esas cosas…
"Viejo chocho. Si piensas que me voy a meter por una cueva sucia como si fuera tu elfo doméstico, te equivocas."
Pero Snape subestimaba la fuerza de la insistencia de los viejos y al final Filch se salió con la suya.
-¿Va todo bien, profesor?
-Grumph.
Snape intentaba deslizarse por una rendija abierta entre dos paredes. Había quedado oculta hasta ese momento por un viejo tapiz.
"Puf. He engordado. A partir de ahora tengo que tomar menos azúcar en el café"
Y haciendo un esfuerzo, consiguió meterse del todo por la oquedad, encontrándose en medio de un oscuro pasillo que lo llevaría Merlín sabía a dónde. Con un resoplido y una maldición siguió avanzando.
"¿Por qué todo el mundo consigue liarme en lo que quiere? Esto no es serio."
Los otros tres alegres "cazadores" habían llegado ya a las mazmorras y querían encontrar pronto a Sev.
-Ssss. Callaos, si nos descubre, no nos dejará entrar.
-Tienes razón.
Lucius Malfoy se encontraba de espaldas a la puerta cuando oyó que alguien se acercaba a ella desde el otro lado y decidió que la mejor manera de impresionar a su Sev sería lanzándole directamente a los escregutos por encima.
"Jaja. Le va a encantar y se va a enamorar de mí, y seremos felices para siempre."
Y levantó el saco de sábana por encima de su cabeza mientras se acercaba a la puerta y se escondía en el lado que quedaría oculto al abrirse ésta.
Ya estaba entrando.
Con un sentimiento cálido y reconfortante, lleno de amor y ternura, vació el contenido del "Cazamariposas" sobre el recién llegado.
El único problema era que no había entrado una persona, sino tres.
-Para ti, mi amor. Todo para ti.
-¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!
-¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!
-Hey, los bichos malignos… ¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!
Las colas habían explotado, todos tenían las caras y las manos carbonizadas y estaban tirados por el suelo con los escregutos encima pinchándoles con sus cuernos.
-Padre, eres idiota.
Sin que ninguno de los cuatro lo notara, alguien se reía desde el interior de un pasadizo oculto. Severus Snape lo había observado todo desde su escondite y de repente le había entrado la risa floja. Después del día que llevaba, lo necesitaba.
Estaba a punto de volver por donde había venido para decirle a Filch que el pasadizo no llevaba a ningún sitio (pensaba guardar el secreto, un pasadizo así podía serle útil para huir de degenerados como los que ahora yacían en el suelo de la clase) cuando se volvió a abrir la puerta.
Neville después de estar en la enfermería sin mucho éxito, recordó que había dejado sus cosas en clase y decidió volver a por ellas.
No se esperaba ese recibimiento. Uno de los escregutos saltó sobre él, dejándole espantado mientras alguien gritaba.
-Mirad chicos¡un pitufo! Yo creía que no existían, pero parece que sí…. Oh, oh. El ser maligno está yendo a por él….
Snape volvió a partirse el culo. Definitivamente había valido la pena meterse por ahí. Sin pensar en lo que hubiera pasado si todo eso le hubiera tocado a él, recorrió el pasadizo en sentido inverso.
Kaworu & Snape white
