HOLA GENTE! ¿Cómo les va? Bueno aquí está el sig capítulo pero antes que nada:

Harotay: Hola soy Ho-to-mi

Princesa Nausicaa: Que gusto me encanta hacer reír!

KaNiZa: Hola de nuevo, aquí está el segundo cap. Lo lamento..pero no será un JXH esque no se me da un romance..Pero aún así espero que lo sigas leyendo.

kashime asakura:Muchas gracias!

Irene yamileth: A mi también me encanta la actituda de Hao.. siempre me lo he imaginado así JA JA JA

Kami Hao. No te preocupes..no lo haré.

Sherlyn Mizuahra: Gracias en serio!

Sayuri Kino: ¿EN SERIO TE GUSTÓ? PUES TRATARÉ DE NO DEFRAUDARTE!

Capítulo 2 : Buscando trabajo.

Jeanne tenía la mirada fija en el techo. Por supuesto que no podía dormir, es decir.. ¿Quién demonios podría dormir en un piso que crujía y que se encontraba a pocos centímetros de distancia de un baño apestoso que servía de casa para mínimo 15 cucarachas? Eso sin mencionar que justo del otro lado de la habitación se encontraba él.

Hao Asakura, a quien había jurado eliminar. Aquél ser engreído. La misma maldad encarnada. La fuente de todo problema en el mundo. ¿Cómo esperaban que durmiera tranquila estando a pocos centímetros de distancia de ese ser?

Y por si fuera poco el hombre gordo que cayó del techo, no pudo dormir en su habitación por culpa del hoyo y había regresado para dormir en la bañera…

" Oh Dios mío" Rogó la doncella " Ayúdame por favor…"

"NUNCA ES LARGO EL CAMINO A LA CASA DE UN AMIGO"

Esa era la pista. A mitad de la noche Jeanne decidió que el examinar la pequeña llave era más productivo que escuchar los ronquidos de un desconocido obeso. La examinó detalladamente y encontró que en el borde de la llave se podía leer la inscripción anterior.

"Así que…" Hao giró la llave entre sus dedos un par de veces mientras sus ojos releían la pista. "¿Esta es la verdadera pista?"

"Así es, lo descubrí en la noche"

"¿Y qué significa?"

"Pues verás..eh creo que está en clave o algo así y…"

"¿Clave?" Hao dirigió su mirada hacia Jeanne. Luego esta dijo:

"Si es como un código..tal vez debamos seguir el camino a algún lugar o…"

"¿No tienes ni idea verdad niña?"

"No"

"Lo sabía"

"Pues por lo menos yo ayer me dediqué a pensar no como otras personas que solo se dedican a ….AHHHHHHHHHH!"

La muchacha emitió un grito desgarrador el cual tomó a Hao por sorpresa. Éste, con un tono de confusión preguntó:

"Por Dios ¿Cuál es tu problema?"

"¡ES ENORME! SIN MENCIONAR HORRIBLE!"

Hao dirigió su mirada hacia donde la vista de Jeanne estaba posada. Con una mirada seria y una voz cortante dijo:

"¿El hombre? Si, eso ya lo se. Solo que yo me di cuenta desde ayer que cayó del techo"

Jeanne dejó de gritar y saltar por unos segundos y dirigió una cara de incredulidad hacia Hao. Luego dijo:

"¿Eres imbécil o qué? No me refiero al obeso! Sino a ESO!" Jeanne apuntó con su dedo índice hacia las patas de la bañera.

Un pequeño ratón se movía lentamente, cada dos segundos aspiraba el aire a su alrededor en busca de comida.

"TE DIJE QUE ERA HORRIBLE!"

"Ay por Dios Jeanne! Es un simple ratón!"

"MÁTALO MÁTALO!" Jeanne había pasado del miedo a la histeria. Lloraba, saltaba y gritaba sin control. Hao comenzaba a desesperarse. Justo cuando estaba a punto de darle una bofetada para que se tranquilizara, una segunda voz se unió a los gritos de Jeanne.

"YO ME ENCARGO DE ÉL! YO ME ENCARGO DE ÉL!"

La voz pertenecía al gordo. Los gritos de desesperación de Jeanne lo habían despertado. Ahora mismo el hombre se encontraba dando golpes con la pata de la cama hecha pedazos al piso por toda la habitación. El pobre ratón huía asustado.

"¡TRANQULÍZESE ESTÚPIDO! EL RATÓN NO LE HA HECHO NADA!"

Ahora era Hao el que gritaba. Un humano estúpido perseguía a un pobre animal indefenso. Eso no lo permitiría oh claro que no. Así que el ratón era perseguido por el gordo y el gordo por Hao….

La señora Lia se levantó de muy mala gana de su cama. Unos gritos la habían despertado. Caminó hacia la ventana de su cuarto que daba hacia la calle y corrió las cortinas rápida y furiosamente.

Lo que vio, la dejó helada:

Por la ventan de la habitación del edificio de enfrente se podía ver la siguiente escena:

Una niña, de grises cabellos gritaba sin control mientras derramaba lágrimas. No dejaba de decir:

"MÁTALO ¡ MÁTALO!"

Alrededor de ella un hombre gordo y calvo ( que sólo cubría su cuerpo con una toalla)corría sin dejar de golpear el piso con lo que parecía una pata de una cama. De su boca salía saliva por montones.

Y detrás de él, un joven de cabellos largos trataba de darle alcance. Lucía enojado y no dejaba de decir la frase: "Humanos estúpidos , todo lo destruyen"

Y en medio de esta escena, una bañera rosa.

Cerró las cortinas lentamente. Dormir, eso era lo que necesitaba.

Lo había acorralado. Esa era su oportunidad, levantó en el aire la pata y con fuerza dio el primer golpe. Lo que el no contaba es que Hao estaba dispuesto a defender al animal a cualquier costo. El plan del chico consistía en lanzarse hacia el gordo y detener el golpe con sus manos.

Y así lo hizo…. O por lo menos lo intentó. Lo que salió mal es que se resbaló justo antes de saltar y cayó justo enfrente del gordo permitiendo al ratón escapar. Pero… el golpe no fue detenido ¿Y están de acuerdo que tuvo que pegar en algún lado no? Pues así fue…el mazo impulsado por la fuerza del hombre gordo golpeó justo ESE lugar que se encontraba entre las piernas de Hao….

"AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!"

Jeanne apretaba los dientes lo más fuerte que podía, jamás hubiera imaginado que contener la risa era algo tan difícil.

"Estas….je je….estás seguro de que estás bien Hao?"

"Estoy perfectamente bien. Gracias." El tono de su voz estaba lleno de enojo.

"En…ji ji ji…entonces porqué caminas así?"

Hao caminaba despacio. Muy despacio. Y sus piernas iban abiertas tan abiertas que la altura de su cuerpo en total estaba al nivel de los hombros de Jeanne.

Esto era tan humillante. Un humano, (y no cualquier humano uno humano con colesterol y pésima condición) y un palo habían sido suficientes para hacerlo quedar en ridículo frente a una de sus peores enemigas. Pero esto no se quedaría así. SOBRE SU CADÁVER. Él se vengaría, no sabía como ni cuando pero podían estar seguros de que obtendría su venganza.

Después de una hacer en 15 min el camino que normalmente toma 5 de su habitación hacia la recepción, ambos shamanes se mostraban sorprendidos al ver que Karl los esperaba con mirada seria.

"Veinte mil" Dijo Karl.

"¿Dispénseme?" Preguntó una confundida Jeanne.

"El hoyo en el techo, la bañera, los golpes en el piso, la cama y su estadía. En total le deben a Karl veinte mil ." Un hilo de saliva escurrió por su boca y fue a parar al piso. En realidad… cayó en el pie de Hao.

"Imbécil…" Murmuró Hao mientras limpiaba su pie, estaba muy adolorido como para golpearlo. Tal vez otro día.

"Pero señor…todo eso lo hizo el caballero del segundo piso, el rompió todo."

"Él dijo que ustedes pagarían"

Jeanne no lo podía creer, su suerte iba de mal en peor. Hao se repetía una y otra vez " Humanos estúpidos" Entonces Jeanne en un intento de no pagar dijo:

"No tenemos dinero Karl" Y sonrió con un rostro angelical

"Trabajo"

Fue lo único que dijo Karl antes de retirarse, bueno en realidad fue lo penúltimo, lo último que dijo fue:

"Soy Karl"

"Yo no voy a trabajar, no pienso ponerme al servicio de los demás, soy mil veces mejor que esos humanos."

"No seas obstinado, necesitamos el dinero para pagarle a Karl"

"¿Y es a mi que me importa? No paguemos y ya."

"Pero eso es robar Hao… es pecado."

"Ay Jeanne… por favor"

Hao sonrió. En verdad creía que lo convencería con eso? Que patética. En verdad patética.

Jeanne pensó rápido en un argumento para convencerlo.

"Pero Hao, no solo es para pagar, sino también para pagar alimento y eso"

"Nos las arreglaremos"

Jeanne suspiró, parece ser que la humillación del golpe se le había pasado. Su cinismo y su actitud arrogante habían regresado. Esperen… EL GOLPE! Eso era…je je je.

"Lo sabía…parece ser que ese golpe SI te quitó lo hombre."

"¿Disculpa?"

"Yo solo decía….no importa si tienes miedo Hao tu quédate aquí , yo trabajaré y conseguiré el dinero."

"No tengo miedo!. Yo solo decía eso porque…por la prueba si trabajamos no podremos concentrarnos."

"Lo que digas Hao"

Eso ya era demasiado. No solo había insultado su hombría ( recuerdos dolorosos recorrían su mente) Sino que se había atrevida a insinuar que el era un cobarde! ¿Él? ¿Miedo? NI HABLAR! Nunca había tenido miedo en su vida. Y menos de algo tan absurdo como un trabajo.

"CONSEGURÉ UN TRABAJO MEJOR Y ANTES QUE TU Y TRAERÉ EL DINERO!"

Y diciendo esto Hao se fue del motel a buscar trabajo.

Fácil. Por supuesto que había sido fácil. Apenas salió del motel, encontró un cartel pegado en la ventana de un pequeño establecimiento.

"Se solicita empleado"

Convencer al dueño había sido fácil. Un pobre anciano que no escuchaba bien. Y así fue como Hao consiguió el primer trabajo en su vida.

"Por favor linda, necesito que me sacudas las frutas y luego acomodes los productos de limpieza"

"Linda?" Hao miró confuso al hombre…

"O prefieres que te llame pequeña?" El anciano sonrió, le encantaban los niños. Y esta chica si que se veía responsable.

"Me confunde señor…yo no soy ninguna.."

"Ay que no te de pena, bueno es tarde, tengo que ir a recoger mercancía al centro de la ciudad. Cuida la tienda por mi Hao."

Hao se mostró perplejo. ¿En verdad parecía una mujer?

JA! La simple idea le daba risa. Era una anciano ciego y estúpido. Pero eso ya no importaba. Tenía que trabajar.

Comenzó por las manzanas. Las sacudía con un trapo lentamente. Todo iba realmente bien cuando la campanilla de la tienda sonó. Un cliente había entrado.

"Disculpa jovencito…"

"¿En qué puedo ayudarle señora?" Hao estuvo a punto de escupir. El decir tal abominación lo hizo sentirse sucio. Jamás serviría a un humano… al menos hasta conseguir el dinero.

"¿Me veo gorda en este vestido?" La señora empezó a girar sobre si misma. Una sonrisa iluminaba su rostro.

"Qué?" Hao parpadeó y abrió su boca.

"Que si me veo gorda en este vestido."

"Ah..pues…eh no pero."

"Gracias. Eres muy amable".

La señora se retiró rápidamente.

Por Dios…justo cuando en verdad creía que la estupidez humana había llegado a su límite…

No es que no confiara en Hao pero es que... bueno la verdad NO confiaba en Hao. Así que mejor había salido a buscar trabajo por cuenta propia.

Lo encontró rápido. En una peluquería. Siempre le había gustado peinar a las personas.

Después de ser aceptada se sentó esperando que el primer cliente hiciera su aparición.

Después de veinte minutos de espera le fue asignada su primer misión:

"Quiero un corte juvenil, algo que me haga lucir moderna y más joven"

"Claro" Dijo Jeanne. Colocó todas sus herramientas en orden, y se preparó para desenredar el cabello de la mujer.

Empezó suave y fácil. Pero entonces un objeto pegajoso y de color rosado interfirió con su trabajo.

"Señora…tenemos un problema.."

"¿Cuál?"

"Hay goma de mascar en su cabello…"

" Pues quítala"

"Pero.."

"Para eso te pago ¿No?"

"Bueno…"

Dos horas habían pasado ya. Cabello por cabello, Jeanne había despegado cada partícula de goma de mascar. Su tic en el ojo había regresado.

Era hora del corte.

Hao había terminado las tareas que le correspondían. Sin mencionar que tuvo que ir a comprar más frutas porque se equivocó y las limpió con desinfectante de escusados, todo había salido bien.

Por alguna razón creyó que si salía a barrer el piso de la calle en frente de la tienda su ganancia sería mayor, así que no lo pensó dos veces, tomó una escoba y salió.

Barría lentamente, de vez en cuando se detenía para mirar al cielo. Como la tienda se encontraba cerca de un parque se podía escuchar el cantar de las aves. Hao cerró los ojos un momento, aspiró el aire y comenzó a imaginar que se encontraba en un paraíso terrenal.

El cantar de los adorables pajarillos, el sentir el viento contra su cuerpo, el Sol en su rostro, el arrollo a sus pies…

Esperen. ¿Arrollo a sus pies? Nunca antes sus divagaciones habían sido tan reales ¿En verdad había sentido agua en sus pies? Bajó lentamente la mirada, y la dirigió hacia sus pies:

Su pie derecho se encontraba sobre un charco amarillento, su talón, tobillo y pantorrilla se encontraban empapados también.

El responsable: Un perro.

El asco invadió a la persona de Hao, una mueca de horror se dibujó en su rostro. No importaba…realmente no importaba que fuera una criatura de la naturaleza :

LO IBA A MATAR

"VUELVE ACÁ PEDAZO DE PORQUERÍA!"

"GUAU GUAU!"

El pobre cachorro huía horrorizado, es decir estaba siendo perseguido por lo que en un principio había creído un árbol . El perrito dio vuelta a la derecha y se dirirgió a un callejón. Sus amigos lo ayudarían.

Hao llegó al callejón. Estaba oscuro muy oscuro.

"Oh…ven perrito ,tengo una linda sorpresa para ti…ven pequeño ..ven!" Hao buscaba detenidamente en cada lugar del callejón. Un fuerte y estruendoso gruñido lo distrajó.

Hao volteó hacia donde había venido el gruñido. Varios pares de ojos lo miraban atentamente, gruñían, todos gruñían. Sin mencionar que cada par de ojos venía acompañado de dos largas y filosas hileras de colmillos.

"Ay mami…" Pensó Hao mientras se disponía a correr.

Jeanne no sabía mucho de moda…pero sabía que le cabello largo y parejo parecía gustarles a todos.

Cortó las puntas, luego un poco mas… pero el lado derecho era mas corto que el izquierdo, así que decidió cortar mas el izquierdo. Luego el derecho era muy largo así que cortó más y más el derecho, de nuevo el izquierdo tuvo que ser cortado. El derecho seguía siendo demasiado largo, así que lo cortó. Regresó para cortar el izquierdo cuando se dio cuenta que la señora estaba prácticamente calva.

Sólo unos cuantos pelitos se asomaban sobre su cabeza. Horrorizada Jeanne pensó rápido.

TINTE! Eso era si la cubría con un poco de tinte nadie notaría la diferencia. A al menos.. eso esperaba.

Tomó un poco de tinte...el rosa era un lindo color. Comenzó a untárselo lentamente.

Jeanne sonrió. Todo quedaría tan bien .

Después de veinte minutos Jeanne observó su trabajo terminado.

Sólo había una manera de describir aquél "look" tan extravagante y llamativo que consistía en una cabeza prácticamente calva cuyo color ya no era piel, sino rosa pastel y con unos cuantos pelos levantados:

PORQUERÍA

Y sip, eso fue justamente lo que la señora pensó al ver su cabello.

Los lloriqueos de la señora eran incontrolables. Eso sin mencionar los gritos de la dueña de la peluquería hacia Jeanne.

Lugo Jeanne comenzó a balbucear y gemir por los nervios y al intentar salir corriendo del lugar se tropezó con un bote de basura. Eso hizo que nuestra querida doncella quedara en ridículo…

Sin mencionar que perdió su trabajo y no ganó ni un centavo.

A Hao le dolía todo. Siete perros. Siete perros lo habían perseguido por toda la avenida principal hasta la autopista. Como era de esperarse, le dieron alcance, y después de morderlo ( y orinarlo) por todo el cuerpo, el shaman del fuego tuvo que regresar a la tienda por cuenta propia.

Al llegar a la tienda lo único que el anciano le dijo fue:

" Creí que eras un jovencita responsable, muchos clientes se fueron al ver que nadie los atendía, además guardaste todo mal. Lo siento pero estás despedida."

Y sin ganas de repelar ni nada Hao salió de la tienda.

Jeanne se sentó sobre una banca del parque, no había logrado conseguir el dinero necesario y por si fuera poco, ya iban por la segunda noche y ni siquiera habían logrado descifrar la primera pista.

La chica hubiera seguido lamentándose de no ser porque un olor nauseabundo penetró su nariz haciéndola sentir una repulsión enorme. El olor provenía de detrás de ella. Volteó ligeramente y a sus espaldas en la banca de atrás logró identificar a la persona que despedía ese asqueroso olor.

"¿Hao?"

Hao se sobresaltó un poco al oír su nombre y volteó para encontrarse cara a cara con Jeanne.

"Jeanne…" Respondió el.

"Apestas"

"Eso ya lo sé si?"

"Pero porqué? Y que demonios le pasó a tu ropa?" Jeanne notó que los pantalones del chico estaban manchados de lodo y hechos prácticamente jirones.

"Digamos que mi trabajo no fue precisamente fácil.."

"Mas bien tu no pudiste hacerlo con propiedad" Dijo ella un poco molesta. Pero en el fondo se sentía un poco alegre al darse cuenta de que su día no había sido tan malo.

"Pues mira." Hao le mostró cinco billetes a Jeanne con una sonrisa arrogante. "¿Tu conseguiste algo?"

Jeanne se sintió avergonzada ya que ella no había logrado obtener nada, ni un centavo.

"No.." Contestó tristemente…

Hao estaba preparado para reír y reír y comenzar a hacer comparaciones groseras con respecto a Jeanne, pero el ver que su día también por lo visto había sido "MIERDA" se detuvo.

"En realidad.." El chico dijo " En realidad yo no gané nada el anciano estúpido para el cual trabajé no me quiso dar nada solo porque apestaba."

"¿Entonces ese dinero que tienes en tus manos Hao?"

Hao miró el dinero de mala gana y dijo

"Una señora creyó al verme, que yo era un vagabundo." Hao suspiró y cerró los ojos. "Me dio este dinero sin preguntar ni nada y dijo "Que Dios te bendiga pequeño" Ni siquiera me dejó devolvérselo."

"Ay Hao.. ja ja ja es que si te ves horrible" A Jeanne se le hizo muy divertida la idea.

"Pues corre mas de 1000 metros con perros persiguiéndote y yo seré el que se ría."

Jeanne rió más. Hao solo sonrió un poco. Fue en ese momento cuando el se fijó en la inscripción que estaba escrita en la estatua frente a él.

"NUNCA ES LARGO EL CAMINO A LA CASA DE UN AMIGO"

Y la estatua eran dos niños que reían mientras uno estaba subido al árbol y el otro trataba de alcanzarlo.

"Niña, mira"

"Oh Dios mío es la pista…"

"Ya lo se tonta por eso dije: "Mira"

Ambos se acercaron a la estatua y justo sobre la mano de uno de los niños una caja brillante podía ser vista.

Jeanne la tomó y trató de abrirla, pero no pudo.

"La llave Jeanne, úsala"

Jeanne tomó la pequeña llave y la insertó en una pequeña abertura al frente de la caja. Luego la giró suavemente.

Era una caja de música. La tonada que salía de esta era suave y muy dulce .Jeanne creyó que era en verdad encantadora. Hao por otro lado, pensó que era insufrible.

Ambos se quedaron callados unos segundos y después de la caja provino una voz que cantaba al ritmo de la canción.

"La amistad, siempre nos recuerda que no estamos solos. La amistad, siempre nos recuerda que no estamos solos, La amistad, siempre…"

Y la canción hubiera seguido si Hao no hubiera cerrado la caja de un solo golpe.

"Bien Jeanne… ya sabemos cual es la próxima pista…"

CONTINUARÁ….

Ay Dios, bueno pues antes que nada gracias a todos los que dejaron REVIEWS! Quiero agradecer a mi amiga Kana o Harutay…. Ella siempre me apoya en todo. TE QUIERO MUCHO NIÑA!

Pero basta de cursilerías, por favor díganme que les pareció este capítulo..en lo personal me gustó mas el otro pero bueno.

PRÓXIMO CAPÍTULO:

En el Hospital.

Hao experimentará lo que es ser arrollado por un auto… je je je