Capítulo 23 - Secretos antiguos, leves descubrimientos e ineludible asesinato

- ¿Trajiste algún trapo o algo para quitarle el polvillo, James? – Preguntó Joanne mientras observaba cautelosamente el libro que tenía en sus manos. Se notaba que poseía años y años encerrado allá abajo…

- Aquí. – Le tendió James a su amiga un trapo que ella tomó agradecida y empezó a frotar contra la portada del libro.

- ¿Ahora lustraremos un libro? – Sonrió socarronamente Daniel, mientras acariciaba la cabeza de su nueva mascota, el Kneazle. Draco le había preguntado a su hijo de donde lo había sacado, pero éste eludió la pregunta poniendo cara de ángel y suplicándole a su padre por quedarse con la criatura... ¿Y qué padre le niega un capricho a su hijo favorito y único?

- Es necesario. Yo no pienso analizar un ejemplar inmundo que no se puede leer por la suciedad… Que irresponsabilidad dejarlo allá abajo, entre todas esas ratas…

- Debe ser algo importante. – Opinó pensativamente James, observando a Joanne significativamente. – Sino, ¿para que ocultarlo en ese lugar? Debe contener secretos o claves importantes que nadie quiere que los demás sepan…

- Y ahora venimos nosotros a encontrarlo y poseemos la maldición del libro oculto. – Terminó Daniel irónicamente. – Espera a sacar conclusiones, Jamie, primero tenemos que "analizarlo", como dice Jo. Capaz es un simple libro infantil, con esos muñecos horribles que usan los Muggles pequeños para divertirse coloreando con crayones multicolores. Como también puede ser el libro místico de Salazar Slytherin, que en su época vivió en esta mansión y quería guardar sus secretos recelosamente… Así que lo ocultó allá y puso a mi Kneazle como guardia de éste. – Se encogió de hombros Dan, nuevamente hablando sarcásticamente.

- Ya, cállense un poco. – Murmuró enfadada e impaciente Jo.

Últimamente andaba de un humor pésimo, causado, según sospechaban sus dos amigos, por Lizzie y Helena. Según Joanne, compartir la habitación con esas dos Slytherin a veces era una tortura. No comprendía como su antigua mejor amiga podía haber cambiado tanto en limitados doce meses.

- Esto ya está. Le he sacado la capa superficial de polvo para que pudiésemos leer lo que dice en la portada. Sino, estaré años tratando limpiarlo. El polvo parece formar parte del libro. – Se lo tendió a James, que lo agarró y lo ojeó distraídamente. Luego lo apoyó sobre la mesa y deslizó la mano sobre la portada. Sus dedos quedaron algo oscurecidos, pero no tanto como antes.

Era obvio que se trataba de un diario-agenda. Había una fecha escrita en el extremo superior izquierdo de la portada que indicaba el año 1995. Sacando rápidas cuentas, James dedujo que eso había sido solamente hace dieciocho años. Lo abrió intrigado y en la primera página pudo leer, con tinta emborronada, "H. J. Potter." James permaneció unos segundos aturdido, intentando que la información entrara correctamente a su cerebro. ¡Era el diario íntimo de su padre! Y la fecha coincidía con el quinto año de éste en Hogwarts…

- ¡Jo, Dan! – Chilló emocionado, como si acabara de encontrar su extraviado juguete favorito. - ¡Es el diario de mi padre cuando tenía quince años!

- Eso podría explicar por qué está en tu casa, James. – Sonrió con burla Dan.

- ¿Por qué quería guardarlo en semejante lugar?

- ¿Por qué nunca me lo había mostrado?

- Entonces, tu padre sí conocía ese pasillo. Y capaz el Kneazle era una vieja mascota de él, que dejó fielmente para que vigilara el lugar, y la pobre criatura lo extrañó durante todos los años que pasó allá abajo… Por algo emitía esos sollozos tan estridentes.

- Déjame un segundo el librillo, James. – Pidió Joanne, con el ceño fruncido. James se lo entregó extrañado. Su amiga separó las hojas del diario delicadamente y las ojeó por encima. No había en ellas el más leve resto de escritura, estaban completamente en blanco.

- ¡Está en blanco! – Anunció con un grito ahogado pero a la vez, entusiasmado.

- ¿Qué? – Exclamaron al mismo tiempo Daniel y James aturdidos y sorprendidos, mirando a Joanne como si se hubiera vuelto loca.

- Capaz le aplicó algún hechizo para que nadie pudiese leerlo o algo así… Capaz escribió con letra invisible… - Apuntó Joanne, señalando el diario con el dedo índice.

Observó su alrededor, asegurándose que nadie estuviera con ellos escuchándolos. Se hallaban en la biblioteca principal de la casa de James, los tres sentados en una de las mesas del fondo. Más lejos de ellos, estaban Helena y Lizzie, sumergidas en sus deberes de pociones. 

- ¿Por qué? – Preguntó Daniel inmediatamente, sin comprender.

- Debe contener grandes secretos que nadie querrá leer… o recordar… - Dijo tenebrosamente James, con los ojos tristemente brillantes.

***

Querido… ¿diario? ¿Así se empieza? No lo sé realmente… Eres el primer diario "íntimo" que poseo… e incomoda hablar con un cuaderno comprado en una tienda muggle, ¿sabes? Cualquiera diría que estoy paranoico… Pero no importa la opinión de los demás en este sentido ni en ningún otro… Uh..

Mi nombre es Harry James Potter. Nací el 31 de julio de 1980 (estamos en 12 de Septiembre de 1995.) No tengo idea de la hora, ni creo que posea ciertamente importancia. Soy hijo de James Potter y Lily Evans, asesinados cuanto yo tenía sólo un año de edad. ¿Por quién? Por Lord Voldemort o Tom Marvolo Riddle, como te plazca llamarlo. El mago tenebroso más poderoso (rima!) de los últimos años. Erm... Otro día te cuento el resto de la historia, ¿vale? Voy a algo más actual que el pasado: el presente.

Mis mejores amigos son Hermione Granger (uh... deberías verla...) y Ronald Weasley. Ron y Hermione no paran de discutir! Son una molestia!! Pero en fin, no digo nada.. O sino Mione (ni se te ocurra mencionarle que le llamo así, vale? Es un nickname cariñoso secreto) dejará de ayudarme con los deberes y Ron me pegará con una escoba.. u_ú

Hay una chica muy guapa, lástima que no está en Gryffindor como yo T_T Está en Ravenclaw (donde habitan los inteligentes.. aquí en Gry habitan los valientes. ^^)  Pero igualmente, la veo muy seguido (en los partidos de Quidditch y benditos recreos..), lástima que también está en un curso superior al mío.. El caso es que hoy… sucedió algo maravilloso… ¿adivina qué? Me dijo "Hola, Harry!" Tendrías que haberla escuchado T_T Es una diosa!! *_* Esa voz tannnn dulce… pero ella me recuerda a la muerte de Cedric…

Mione me regañó otra vez por no prestar atención en transformaciones T_T Ron apresta menos atención que yo y no le regaña T_T No es justo!! Será que Mione gusta de Ron?? Diosa, ni lo permitas!! _ ¿Por qué mi consciencia me pregunta por qué digo eso? Estoy confundido.. Argh!! ¿Será que estoy celoso de Ron, por qué el tiene favoritismo de parte de Mione? Bah, que favoritismo!! Se viven peleando!! Soy un idiota _ Ya sé que estarás pensando, "¿recién te das cuenta?" Espera… tú no puedes pensar… u_ú

Tengo un archi enemigo, como en las películas Muggles. ^^ A parte de Voldie, obviamente. Pero ese es mi futuro asesino más que nada… xD Me invade el optimismo, te das cuenta? Bue, tengo un rival más a mi altura (o sea, yo mido un metro sesenta y dos y él mide un metro sesenta y tres... Sólo un centímetro…) Draco Malfoy. Es un hurón molesto y fastidioso!! Encima, Slytherin!! En realidad, que sea hurón-molesto-fastidioso es consecuencia de que sea Sly. No todos los Sly's son hurones, pero todos son fastidiosos y molestos. Fíjate Voldie: siempre molestándome por las noches T_T Pero Voldie se parece más a una lagartija que a un hurón. Es escurridizo!! XD ¿O seré yo la lagartija? ¿O yo seré una rata? Nuuu, que no me quiero pareces a Pettigrew! Asqueroso traidor! No, yo tengo que honrar (o deshonrar?) a mi casa! Soy un valiente león! "Seeeeeee ¬¬"

Mira, querido diario, ya me tengo que ir. ^^ Tengo práctica de Quidditch y soy el buscador del equipo de Gry. Y Ron me espera en la sala común! Se enfadará mucho conmigo sino llego a tiempo.. Además, Mione quiere estudiar conmigo Herbologia luego u_ú ¿Por qué yo y no Ron? O sino, que se busque a un alma gemela tan inteligente, aconsejadora y sabia como ella.. Y hermosa… Pero más vale que sea mujer su compañero de estudio! _

PD: A propósito, esto lo he escrito con la tinta invisible que me regaló Ron para mi cumpleaños. ^^ Lo seguiré haciendo así.. Pues así nadie podrá leer lo que escribo, ¿te parece? Salvo que descubran el truco xD Lo mantendré celosamente guardado! Ni Mione sospechará de nada!

Joanne pestañó varias veces antes de dejarse caer sobre su cama cansadamente. Menos mal que tío Harry había mejorado su caligrafía, pues esa letra, a pesar de ser bastante legible, le había costado un ardor intenso en los ojos al intentar leerlo solamente con su varita iluminando las páginas a mitad de la noche.

Le había pedido a James el diario para poder investigar sobre lo que podría contener y cómo revelarlo. Se le había ocurrido que capaz fuera tinta invisible: era la primera opción de todo, ya que tío Harry no conservaría un cuaderno vacío en un pasillo secreto de su mansión. Así que tomó su revelador de tinta invisible y lo frotó en las primeras líneas. La letra de Harry brilló ante sus ojos y la frotó por las tres siguientes páginas con entusiasmo, hasta que se dio cuenta que el relato del 12 de septiembre terminaba en ese punto.

Se había reído mucho leyendo las frases de su tío. Ahora mismo le parecía imposible que volviese a escribir eso, pues su punto de vista era totalmente más maduro que a la edad de los quince años. Sobre todo la comparación de Lord Oscuro con una lagartija. Era ciertamente ilógico.

Jo, con su tacto femenino, se percató de cómo repetía constantemente a su "amiga" Mione en su descripción. Sonrió con dulzura, imaginando a su tía y a su tío más jóvenes y de novios. Casi se le escapa una carcajada al imaginarse a una Hermione de quince años discutiendo con un Ron de quince años sobre cualquier cosa. Las expresiones y sus posibles palabras le llevaron a comparar esa escena con una que ella misma y Dan podrían llegar a hacer.

No era tan diferente a su padre como pensaba, después de todo. Aunque si siguiese la línea genética, ella debería pelearse con James en vez de con Dan. Pero Draco era el enemigo colegial de Harry, por lo tanto, también de Ron. Se preguntaba qué hecho podía haber ocasionado que Draco y Harry se pusieran en el mismo bando. Seguramente lo encontraría en un futuro en los relatos.

Jugueteó un rato con el diario entre sus manos, entre pensativa y divertida. Tomó el revelador dubitativamente y se dirigió a la última página del cuaderno. Siempre hacía lo mismo cuando leía un libro: leía la última oración, que jamás le revelaba nada sobre el final, pero con ésta a veces podía calcular que personajes quedarían con vida y cuáles no. O cosas por el estilo. Pasó el revelador por la última línea y, otra vez, las palabras brillaron intensamente. Esta vez, la letra de Harry era mucho más delicada y trabajada, clara. Seguramente no tendría quince años cuando lo escribió, pero tampoco era la misma letra que ahora.

Lativairam Asenavanemij: heredero de Godric Gryffindor (genético); heredero de Salazar Slytherin (transmisión.)

Permaneció un instante analizando en todos sus sentidos la última frase. No tenía ni idea que podía ser Lativairam Asenavanemij, ni tampoco entraba en su comprensión por qué la línea final del diario íntimo de Harry Potter mencionaba a Godric Gryffindor y a Salazar Slytherin. ¿Herederos de éstos? ¿Todavía existirían? ¿Quiénes serían?

De repente, recordó algo que había leído en su libro de historia del año pasado. Silenciosamente, para no levantar ni Lizzie ni a Helena, se deslizó hasta sus libros y tomó ese determinado. Vagó entre las páginas unos minutos hasta encontrar lo que realmente buscaba.

"Los fundadores de Hogwarts, Rowena Ravenclaw, Helga Hufflepuff, Godric Gryffindor y Salazar Slytherin dejaron indiscutiblemente herederos. Gryffindor y Ravenclaw tuvieron un hijo, del mismo modo que Slytherin y Hufflepuff.

Las grandes generaciones de magos han buscado desde siempre a los herederos de Gryffindor y Slytherin, pero con las generaciones, los herederos no tendrían el mismo apellido que los iniciales (quitando una de las más fáciles soluciones de encuentro.) Sólo los herederos, entre sí o a veces no, saben quién es el heredero de cada fundador, aunque otros grandes magos están bajo el conocimiento de sus nombres, pero por diversas justificaciones, no publican sus nombres.

Según las descendencias, los herederos de Hufflepuff y Ravenclaw han muerto antes de que la humanidad supiera quiénes eran o quiénes habían sido sus anterioridades. Lo que tendría que significar actualmente al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería sólo les subsisten dos herederos, que hasta ahora, son desconocidos."

Joanne permaneció un segundo en silencioso y pensando agudamente en el tema de los herederos con relación a la última línea escrita por su tío Harry. Las ideas vagabundeaban desordenadamente por su mente, causándole un penetrante dolor de cabeza. Observó el diario con una mirada recelosa y volvió a colocarlo entre sus manos.

Cual fuera la relación de las frases con Harry, su intuición le decía que afectaba a su mejor amigo, James. Y si su intuición no fallaba aquella vez, eso era peligroso. Primero se asesoraría de todo lo que pudiese antes de contarles a James y a Daniel. Por el bien de su amigo.

Tomó una pluma y reescribió las mismas palabras que aparecían en la hoja del diario. La página en donde escribió, la colocó como señalador en el libro de historia. Agarró su varita mecánicamente y suspiró con agotamiento. Hizo un leve movimiento ligeramente elegante con ésta y murmuró unas imprecisas palabras.

"Lativairam Asenavanemij: heredero de Godric Gryffindor (genético); heredero de Salazar Slytherin (transmisión)" se volvió invisible a los ojos humanos. Sonrió con cierto pesar y culpa. Les estaba escondiendo algo. Pero algo en su mente le decía que estaba haciendo lo correcto.

¿Poseería la razón de su lado?

***

Aquí estoy nuevamente. ¿Me extrañaste? Supongo que tanto como me añora Voldie. ^^ Mi día ha sido bastante bueno (dentro de lo posible); Lo único que no lo vuelve perfecto es haber tenido clase de pociones y tener que compartirla con Slytherin. ¿Adivina quién se ofreció para ser mi pareja en una compleja receta? Chan, chan, chan!! Malfoy ¬¬

"Conoce bien a tus enemigos, porque luego te terminarás pareciendo a ellos." Ojala esa frase no se aplique a mí y a Malfoy. Si bien, por solamente un día me gustaría dejar de ser Harry Potter para ver como se siente, prefiero seguir siéndolo a tener que suplantar a Malfoy!! ¿Permitir que Parkinson me bese? Guack!! (Aunque sea, a Malfoy ya lo besaron… yo sigo solo como loco malo T_T) ¿Opinas que a alguien le gustaría besar a Harry Potter? ¬¬ ¿Sabes? Hablar contigo es peor que hablar con Ron T_T Me haces sentir perdedor y desdichado! Pareces tan.. Calculador y silencioso, como si esperaras el mejor momento para hablar y lanzar la bomba nuclear. No me digas que no sabes lo que es eso!! Pero si tú provienes de un lugar muggle!! ¿Nunca te hablaron de los temibles terroristas que se inmolan…?

El mohoso de Snape también me hunde mi moral T_T Duele mucho que te digan "Sigue participando, total, tienes toda tu vida para lograrlo." Pero Herm viene y me dice "no, no, no. Si pasaras toda tu vida en quinto año, tu vida sería tremendamente corta, Harry. Te asesinaré si eso sucede." Y Ron va y me brinda apoyo moral "aunque sea, estaremos juntos hasta la tumba."

Hablando de Herm, hoy se mostró muy dulce conmigo O.o Yo traté de corresponderle, se lo merece ^^ Muy pocas veces te encuentras a una Mione que te ayude con Pociones, Historia, Herbologia… Transformaciones, Encantamientos… Astronomía, Cuidado de las Criaturas Mágicas… Defensa… Activamente… Aunque sea, le prometí que el siguiente fin de semana le enseñaré bien bien a volar ^^ Aunque me parece que quedó algo decepcionada de mi forma de devolverle el favor _ Tú que crees que ella quería?

A propósito, me acaban de avisar que habrá baile en Navidad O.o No sé si iré.. No quiero quedar *tan* mal como quedé el año pasado… Pobre Parvati… _

¿A quién invitaría si…?  Argh!! Tengo que hablar con Ron _ Aunque sea opina, no como tú que sólo te limitas a leerme.. ¬¬

No he tenido noticias de Siri. ¿Le habrá pasado algo malo?

Hagrid me anda mirando muy pícaramente _ Y no entiendo sus caras. Ron se muere de la risa cada vez que los ojos de Hagrid me miran ¬¬ ¿Tendré payasos en la cara? ¿O será que Hagrid está algo…"rarito"? ¿O hay algo que se me nota demasiado en la cara? Lo extraño es que Cho no se ha cruzado mientras he estado con Hagrid O.o Entonces, ¿por qué me mira tan… significativamente? Encima, me sonrojo. T_T

¿Sabes? Realmente muchas veces me he preguntado… ¿qué sería hoy si hubiera sido un Sly? ¿Si no me hubiera negado a ir? ¿Estaría con Malfoy, diciendo que Herm es una sangre sucia? ¿Existiría todavía? ¿Sería un mago oscuro? ¿Cuán diferente sería mi vida?

Capaz no sería tan diferente, ¿quién sabe? Lo importante es el presente: y hoy, yo estoy en Gry y siempre lo estaré.

James y Dan se estaban riendo estruendosamente, estirados sobre al colcha de sus camas. Joanne tenía el diario en su regazo y miraba a sus amigos con el ceño fruncido, aunque con una pequeña sonrisa iluminando su rostro. Pero ni James ni Dan habían leído los dos últimos párrafos. Ni habían leído la última línea del libro…

- ¡El Dark Lord, una lagartija escurridiza!

- ¡Mi padre, un hurón molesto y fastidioso!

- ¡Mi mamá, una sabelotodo servicial!

- ¡El mohoso de Snape! 

James y Dan no paraban de reírse. Jo les hubiera dado la razón de reírse sino fuera por que una ligera idea sobre el significado de los herederos hubiera invadido su mente. Ahora mismo tendría que estar investigando, pero se vería muy raro y sospechoso que saliera de la habitación sin pronunciar palabra.

- Es obvio a quien invitó tu padre al baile, James. – Sonrió mansamente Joanne, con los ojos con un tinte angustioso. Ninguno de sus dos amigos dijo nada sobre aquello, pero se percataron instantáneamente que algo iba mal.

- Sip. ^^ Me hubiera gustado verlos T_T

- ¿Te parece? A mí no me gustaría ver a mi padre y a mi madre besándose a los quince años. Me sería muy chocante… - Opinó Dan suspirando.

- Mi madre y mi padre a esa edad ni siquiera se conocían todavía. – Señaló Joanne, con una sonrisa un poco más amplia, aunque no dejando de ser preocupada.

- Mi padre realmente estaba paranoico para narrar su vida en papeles Muggles. – Juzgó James sonriendo soñolientamente.

- Muchas personas hacen eso, James. – Dijo Jo, mirándolo entre incrédula y resentida. Su mirada bastó para que Dan se incorporara y sus ojos grises brillaran en picardía.

- ¡Tienes un diario íntimo!

Joanne apretó los labios y desvió la mirada. En ese mismo momento, el Kneazle que dormía apaciblemente sobre la alfombra del cuarto de James se levantó sin darle tiempo a ninguno de los jóvenes de actuar y se lanzó hacia Dan, cayendo exactamente en su estómago y tirándolo bruscamente contra la cama. Empezó a lamerle el rostro juguetonamente, meneando la cola. 

- Que Kneazle más loco… - Opinó Jo riéndose levemente.

- Igual que mi padre.

***

Elecciones Minístrales

Tras la muerte de nuestro ministro de la magia, Percy Weasley, en un accidente automovilístico y la imposibilidad de rehabilitación, hoy se ha llamado a elecciones en el Ministerio de la Magia para los puestos de ministro y viceministro. También se permite votar por la posibilidad de cambios efectivos en el Wizengamot.

Las diferentes tres listas ha poder ser elegidos son: (Ministro-viceministro)

· Primer lista: Alastor Moody – Sirius Black

· Segunda lista: Lucius Malfoy – Jim Esdara

· Tercera lista: Stephen Barker - Laura Madley

Hay que recordar que la señora Madley fue la viceministra de P. Weasley. Stephen Barker, auror; Lucius Malfoy, ex miembro del consejo escolar; Jim Esdara, jefe del departamento de relaciones nacionales e internacionales; Alastor Moody, ex auror; S. Black, ex auror, ex director de la Academia Prakigam de aurores y jefe del departamento de deportes mágicos. 

Mañana les entregaremos los resultados de las votaciones. ¿Quién será el próximo ministro de la magia?

- Ni loco voto por la segunda lista. – Murmuró Harry, releyendo el artículo mientras desayunaban.

- ¿El abuelo Sirius fue auror? – Preguntó James curiosamente, mientras agarraba una de las galletas del recipiente que se encontraba como centro de mesa.

- Sí, y uno muy bueno. – Señaló Herm, sentada al lado de su marido. – Pero se retiró por falta de juventud, aunque en los últimos tiempos ha intentado ingresar en la sección de estrategias de aurores… Pero Harry no se lo permite… - James, Dan y Jo miraron sorprendidos al dichoso Gryffindor.

- Imagínense a Sirius haciendo estrategias… - Se excusó, encogiéndose de hombros. James y Dan contuvieron la risa mientras que Jo exasperaba con los ojos.

- No sabía que el padre de Helena era el vicepresidente de la fórmula de Malfoy. – Dijo Jo, elevando las cejas sorprendida.

- ¿No sabías que son viejos amigos de la infancia? – Cuestionó Harry mirando a su ahijada con una mirada inteligente. – Sospechamos que también es mortífago. Pero no hemos encontrado pruebas para demostrarlo.

- ¿Y permites que Lizzie esté con la hija de ese…?

- Sirius me dio el lujo de ser amigo del hijo de Lucius Malfoy. – Sonrió Harry con los ojos chispeantes de burla. – Yo no selecciono las amistades de Lizzie, James. Solamente las analizo.

- Pa… - Susurró dubitativamente James. Miró a su padre nerviosamente a los ojos y jugueteó con sus dedos antes de continuar. - ¿Qué nivel ocupan la familia Reldid en el ministerio? ¿Y tienen sospechas de ser magos oscuros?

- ¿Reldid? – Preguntó Herm alterada y mirando a James con los ojos bien abiertos.

- No conozco a ninguna familia con ese apellido, James. – Anunció escéptico Harry, inmediatamente luego que Herm terminara de soltar su exclamación. El trío de jóvenes de Gryffindor se miraron pasmados entre ellos, intercambiando suspicaces miradas.

- ¿Estás seguro, pa? – Harry asintió lentamente, con los ojos fijos en el Profeta. Joanne de repente, recordó una pregunta que no afectaría esa conversación en gran medida. Pero se mostraba temblorosa a emitirla. Ella sabía la respuesta, pero quería una más experta y experimentada.

- ¿Y quién es Riddle, Tom Riddle?

James y Dan miraron a Joanne fijamente, ambos pensando que se había vuelto maniática en cuanto a ese tema. El rostro de Harry se volvió serio e impasible, observando a su ahijada con ojos fríos y calculadores. Hermione reaccionó muy diferente a su marido: ahogó una exclamación y tuvo que aplicar un hechizo reparo a una de las tazas cercanas a ella.

- ¿Dónde leíste su nombre, Jo?

- En un libro de historia. – Hizo un gesto de desinterés. Había ideado perfectamente esa mentira. – Pero no explicaban ciertamente quién es.

- Quién era, Jo. – Le corrigió Harry pensativamente, parecía sumergido en sus más profundos recuerdos. – No encuentro otra palabra más para explicarte que: Lord Voldemort, el señor tenebroso.

- ¿Lord Voldemort era como un…?

- Nombre falso… No sé como llamarlo realmente. Lord Voldemort es Tom Marvolo Riddle, con las letras cambiadas de lugar. – Joanne fingió un leve estremecimiento y agachó falsamente sus ojos culpables a su vaso de jugo.

- La tercera lista, ¿cómo se denomina, pa? – Cambió James de tema olímpicamente.

- Al partido lo llaman Neupassitralve, la neutral. La nuestra es Truplathin, basada en la Orden del Fénix, y la de Malfoy es Deaslowth, basada en la orden tenebrosa (aunque hay gente que todavía no se ha percatado de ese detalle.)

- ¿Por qué nombres tan raros, pa? – Sonrió socarronamente Potter júnior. 

- Algún día lo comprenderás. – Sonrió enigmáticamente Harry, guiñándole un ojo a su hijo.

***

- ¿Qué calle dijiste que era, James? – Preguntó Joanne mirando por encima del hombro de Dan y leyendo silenciosamente un cartel.

- Es la siguiente. – Indicó James mientras observaba ese extraño aparato muggle, eléctrico y con señales luminosas para regular la circulación de los automóviles (cotidianamente llamado "semáforo".)

- Odio caminar por las calles Muggles, me siento perdido y como si fuera un extraterrestre. – Dijo recelosamente Dan mientras cruzaban a la vereda del otro lado.

- Lo de perdido, te entiendo, ¿pero por qué extraterrestre? – Cuestionó Joanne observándolo de reojo, mientras esquivaba a un muggle que pasaba corriendo y que hubiera podido dejarla derribada en el suelo.

- Porque me siento como una especie diferente de ser humano. – Explicó Dan encogiéndose de hombros. Joanne elevó las cejas mirándolo socarronamente y James se limitó a mirar distraídamente los locales de venta muggles.

- ¡James, Jo, Dan! ¡Espérennos! – Escucharon que les gritaban atrás de ellos, a unos cuantos metros de distancia. Los tres voltearon simultáneamente sobre sus talones, sorprendidos, hasta contemplar a Lizzie y a Helena corriendo hasta ellos precipitadamente. Cuando los alcanzaron, se apoyaron sobre sus rodillas para recuperar el aliento.

- ¿Qué hacen aquí? – Preguntó James algo malhumorado.

- Queríamos ir con ustedes. Digamos que solas no tenemos buena localización y orientación en el mundo muggle. – Fundamentó Lizzie rápidamente y con una ligera sonrisa en sus labios. – A propósito, ¿a dónde van?

- A una librería. – Contestó Joanne alegremente. – Queremos buscar unos libros que nos interesan e investigar sobre un tema específico que no encontramos información.

Como deberían pasar de ser percibidos, el quinteto se había vestido con todas ropas normales. Jo llevaba una camisa de mangas cortas blanca y un short azul. Elizabeth también vestía una camisa, aunque de diferente estilo que la de Jo, y llevaba una falda de colores suaves. Helena lucía una blusa simple y un pescador de Jean. James y Dan vestían sencillas blusas de verano y shorts. Se filtraban como cinco adolescentes buscando divertirse en el centro de Londres muggle.

Al poco rato de caminar por las calles, entraron en una inmensa edificación correspondiente a un shopping (N/A: o centro de compras, como deseen llamarle ^^), internándose en lo que verdaderamente era una multitud de personas-compradoras-compulsivas por la cantidad de bolsas que cada persona llevaba consigo. El trío de Gryffindor, que en los veranos solía pasar un montón de tiempo allí, sabía perfectamente dónde estaban los lugares que les interesaban pues sino era seguro que se perderían entre tantos locales y personas.

La librería no estaba muy lejos de la entrada. Primero contemplaron la vidriera en busca de alguna novedad deslumbrante, aunque no encontraron nada. Ingresaron con aire de "somos jóvenes cultos y estudiosos." Allí, el quinteto se dividió instantáneamente. Joanne se dirigió a la sección de ciencia ficción, James a policiales (o de detectives), Helena y Lizzie a historia universal (sobre todo a mitología) y Dan simplemente vagaba entre las secciones con rebosante aburrimiento al no hallar el ejemplar que buscaba. Joanne, que había agarrado un libro de ciencia ficción y ahora se disponía a observar "novelas", le miró con una ceja alzada y le hizo señas para que se acercase.

- ¿Por qué no buscas lo que…?

- Tú y James son buenos para ello. A mi me da la sensación que los libros y las estanterías me quieren comer. T.T

- Dan, perdóname, pero eres un idiota. ¬___¬

Malfoy se limitó a sonreír burlonamente y, sacándole la lengua, se volteó caminando hacia James, preguntándose mentalmente que buscaba ahora su amigo si ya se había leído completamente aquella sección. Capaz pensaba que habría llegado algún libro nuevo, pero su pensamiento era erróneo. Cinco minutos después, James acompañaba a Dan a la sección de "ciencias oscuras", como los muggles denominaban a la brujería y su práctica.

Pero antes de comenzar la búsqueda, uno de los empleados de la librería se acercó a ellos, dispuesto a cuestionar sus intenciones.

- ¿Qué andan buscando por aquí, muchachos?

- Sólo estamos mirando, gracias. – Contestó Joanne quien en ese momento se acercaba al dúo por detrás.

- ¿Están interesados en algo específico de las ciencias oscuras? – Preguntó el empleado, observando a los jóvenes con desconfianza agudizada.

- Nada en especial. Sólo miramos. – Repitió Jo, pero esta vez con más énfasis y firmeza en su contestación. El empleando, captando la indirecta, se giró y se alejó murmurando algo que ninguno de los tres Gryffindor llegaron a interpretar.

- Bien. Dan, James, busquen los brebajes y encantamientos que les nombré. Yo tengo que buscar otra cosilla…

- ¿Qué? – Preguntó Dan curioso, intentando seguirla hacia el lugar de aquella sección a donde se encaminaba.

- Por el momento, no tienes por qué enterarte. Así que ayuda a James.

- ¿Jamie? Pero si ya encontró los libros ¬__¬ Tiene un tic mágico para esto…

- Bueno, entonces, vayan a pagar los libros. – Joanne le entregó a Dan dos libros gruesos. – Son los que llevo yo. Dile a James que en casa le pago. ^^

- Okis. Siempre hago de mensajero T___T ¿Para qué son?

- Para no aburrirme en mis ratos libres, ¿para qué más? Y tú, ¿no te elegiste ningún libro?

- No me interesa nada.

- Te prestaré alguno de los míos.

- La noche que se me viene T__T Los tuyos son terriblemente aburridos, Jo. ¬___¬

- ¡No lo son! ¡Además, ni siquiera los has leído! – Dan le miró sonriente por su floreciente indignación y se volteó en dirección a James, dejando a Jo con lo suyo.

La muchacha empezó a buscar entre los ejemplares de aquella estantería. Estaban perfectamente ordenados, pero no hallaba exactamente lo que buscaba. Capaz era medio ilógico buscar sobre las figuras célebres mágicas en el mundo muggle, pero de vez en cuando, algún ejemplar importante se escapaba y se infiltraba… Este fue el caso. Luego de diez minutos de constante búsqueda, se topó con un viejo manual de biografías del mundo mágica real.

Lo estrujó contra sí con temor fugazmente, antes de dirigirse hacia sus amigos que la estaban esperando para pagar todo junto. Las dos Slytherin habían tomado un ejemplar sobre leyendas y mitos muggles (completamente un desperdicio de dinero, según James) que junto a los tres libros agarrados por Jo más los otros tres que encontraron James y Dan hicieron una suma considerable de dinero a pagar, pero no excesiva. James pagó todo en efectivo, obviamente muggle, y se retiraron de la librería como críos a los que acababan de comprarle el mejor juguete de la juguetería.

- ¿Cuánto tiempo tenemos que pasar aquí? – Preguntó Lizzie, observando su reloj de muñeca.

- Por lo menos tres horas más. ¿Sugerencias? – Dijo James pensativamente, observando a su alrededor.

- Podríamos ir al cine…

- ¿Cine? – Preguntó desconcertada Helena. Los Potter, Malfoy y Weasley le miraron aturdidos y sorprendidos, como si no creyesen que sinceramente Esdara no conociese la palabra "cine."

- Cierto que vives en un ambiente totalmente mágico… - Dijo Lizzie, acordándose en ese momento de ese pequeñísimo detalle.

- Deberás cursar estudios muggles. Es bueno saber ubicarse como un muggle, no son tan estúpidos como parecen. Han creado cosas que valen la pena… Y el cine es una de ellas. – Explicó Joanne sonriendo levemente.

- Allí se exhiben películas cinematográficas. – Dijo Dan, pensando que con esa frase aclaraba todo, cuando en realidad confundió más a Helena.

- Sino sabe lo que es cine, tampoco sabrá lo que es una película cinematográfica. Cinematografía es la captación y proyección sobre una pantalla de imágenes fotográficas en movimiento. – Expresó Joanne pacientemente.

- No hay mejor manera de saber lo que es el cine que viéndolo. – Aclaró James sonriéndole a Helena mientras le guiñeaba un ojo. - ¿Quién sugiere la película? – Preguntó, apuntando al mismo tiempo a la cartelera presentada arriba de ellos.

- La danza de la muerte. – Sonrió malévolamente Dan.

- Suena escalofriante. – Opinó Lizzie entusiasmadamente.

- No, ahora que lo pienso mejor… - Murmuró Malfoy divertidamente. - ¿Por qué no vemos "el regreso de Barney II"? Capaz se asemeja a Scream o alguno de esos. ^^

- ¿Barney? – Se horrorizó Joanne, observando a Dan como si se hubiese vuelto loco. - ¡Es el dinosaurio estúpido de los niños muggles!

- ¡Más respeto! ¡Yo lo miraba! T_T

- Dan, tú nunca viste nada de la televisión fuera de mi casa ¬___¬

- ¿Y qué me dicen de… "la nieta de Frankenstein"? – Preguntó sarcásticamente Lizzie, burlándose de la película, al mismo tiempo que interrumpía la anterior conversación-discusión entre Malfoy y Weasley.

- Es malísima. – Dijo James, mirando de reojo a su hermana.

- ¿Ya la han visto? – Preguntó Helena que se sentía perdida entre tantos sabelotodo sobre el mundo muggle.

- A veces repiten las películas de la temporada anterior. Generalmente son las mejores… En este caso no se aplica la regla.

- ¿Y por qué repiten?

- Para conseguir más dinero. – Sonrió ampliamente Jo con aire de obviedad. – Bueno, ¿cuál vamos a ver al final?

- La danza de los muertos. – Dijeron fanatizadamente los cuatro jóvenes al unísono. Aunque Dan agregó entretenido: - En el regreso de Barney va a ver mucha gente, es la semana de estreno. Vamos la semana que viene, ¿eh? Yo no me la pienso perder.

***

Escuchó atentamente como las voces alegres de sus dos mejores amigos se alejaban cada vez más de su habitación, sintiéndose de repente infiel a ellos. No era que los estuviera traicionando, solamente estaba investigando sobre ese tema que tanto llamaba su atención, y quería hacerlo sola, porque además tenía la ligera sospecha que éste estaba recelosamente ligado a ellos y a sus padres. No estaba desconfiando de la intimidad que había entre ellos tres, pero la tentación que le invadía era mucho más que eso.

Observó a Lizzie y a Helena, que estaban parcialmente acortadas, juntas, vestidas con sus prendas de dormir, leyendo el mismo libro y riéndose ahogadamente, a causa de no querer hacer demasiado ruido para no molestar. Se preguntó que gracia tenía un libro de mitos y leyendas muggles, pero no les prestó muchísima más atención a las Slytherin. Buscó a tientas debajo de su cama y sacó el ejemplar de biografías de célebres personas mágicas.

Lo contempló con admiración y aturdimiento, mientras limpiaba distraídamente la tapa para apreciar mejor la tapa y lo que en ella expresaba. Con letras elegantes y brillantes (dentro de su medida) indicaba el título: "Historias de Vidas Encantadoras." Joanne sonrió astutamente. Para los muggles, sería un simple libro biográfico si sólo leían el título. Pero tenía un doble sentido. Encantadoras se refería a brujas y magos, los "encantos" que éstos realizaban.

Luego de limpiarlo ligeramente, lo suficiente cómo para poder leerlo, recordó mentalmente aquella frase de la última página del diario de su tío: "Lativairam Asenavanemij: heredero de Godric Gryffindor (genético); heredero de Salazar Slytherin (transmisión.)" Debía primero encontrar información sobre ambos fundadores y hallar alguna forma de informarse sobre sus herederos. Buscó en el índice del libro dónde empezaba la letra G y buscó al fundador de su casa. Allí leyó información sobre su vida, sorprendiéndose en algunas partes y dudando en otras sobre la fidelidad de ciertos sucesos.

Pero una emoción muy especial le penetró completamente al pasar la página y encontrarse con un árbol genealógico de la familia de Gryffindor. Aunque no se acercaba a la actualidad según llegó a ver. El último miembro que llegaba a decir aquel libro era Oliver Wabfoch, que había tenido una hija, llamada Celestine. O sea que allí la familia había perdido nuevamente su apellido. ¿Cuál sería el actual apellido de los descendientes de Gryffindor?

Buscó la S y leyó la biografía de Salazar con algo de reconcomio. Observó de reojo en un momento a Helena y a Lizzie, que continuaban leyendo aunque ya no riéndose por cada frase. Antes, ella y Lizzie solían leer juntas novelas románticas o de ciencia ficción, pero aquel año en Hogwarts había modificado totalmente a su anterior mejor amiga. Se preguntó por qué la menor de los Potter había sido seleccionada para Slytherin, siendo que antes ella siempre había mostrado una postura Gryffindor, como toda su familia. Ahora sí podía decir que Lizzie podría ir a Sly, pero antes nunca lo había sospechado.

Y de repente, una idea cayó en su cerebro como un balde de agua fría. Recordó la frase escrita por Harry en el diario: "¿Qué sería hoy si hubiera sido un Sly? ¿Si no me hubiera negado a ir? ¿Estaría con Malfoy, diciendo que Herm es una sangre sucia? ¿Existiría todavía? ¿Sería un mago oscuro? ¿Cuán diferente sería mi vida?" Harry había estado apunto de ir a Slytherin también.

Buscó en el libro a la familia Potter, sintiéndose como una detective que acababa de toparse con una pista realmente valiosa, encontrando como última información cercana a la actualidad al que sería el bisabuelo de Lizzie y James, Adrian.

…Adrian Potter se había casado con Celestine Wabfoch…

Y el balde de agua fría terminó por caerle en su totalidad, empapándola con una dudosa realidad.

***

- ¡No puede ser!

El chillido desesperado de Lilian la tarde siguiente de la salida al shopping muggle, cuando el quinteto estaba sentado en el jardín de los Potter, disfrutando de los rayos cálidos del sol, puso los pelos de punta a todos los presentes. A pesar de la tranquilidad que había abundado, la muchacha acababa de salir de la casa y por los rasgos de su rostro, lucía tremendamente preocupada por un asunto desconocido para los demás, que hasta ese momento habían estado tranquilos.

- ¿Qué sucede, hermanita? – Se burló James, que se jugaba en ese momento con Dan al ajedrez.

Dan estaba pensando su siguiente movimiento y James aprovechó su limitado recreo, sabiendo de antemano que Malfoy se tomaría su tiempo, teniendo en cuenta que podía ser su última jugada, pues James le iba a ganando.

- ¡El amuleto…! – Empezó Lizzie inquietadamente.

- Ya te dije que es un talismán… - La interrumpió James impacientemente. 

- ¡…No está! – Terminó, sin escuchar para nada a su hermano.

- ¿Qué? – Exclamaron al mismo tiempo Helena, James y Joanne, volteándose a verla con los ojos abiertos, sin creerse lo que acababan de escuchar, dejando de hacer lo que cada uno estaba haciendo. 

- ¡Lo he perdido! – Sentenció derrotadamente, sintiéndose irresponsable.

- ¿No lo habrás dejado en tu habitación? – Cuestionó inmediatamente James, lanzándole una fugaz y significativa mirada a su hermana, que representaba completamente incredulidad.

- Nunca me lo he sacado, James. – Dijo Lily, cruzándose de brazos tercamente.

- ¿Entonces? – Preguntó Joanne, cerrando el libro policiaco que estaba leyendo en ese momento, señalando la página que iba.

- Ayer a la noche no revisé si lo tenía. – Dudó Lizzie mordiéndose un labio. Jo intentó hacer memoria, y ahora que lo pensaba… No había visto el collar de serpiente reluciente en el cuello de Lily mientras ella leía con Helena…

- ¿Lo habrás perdido mientras estábamos en el mundo muggle? – Preguntó observando a la menor de los Potter atentamente.

Si Lily decía que no se lo había sacado, significaba que o se le había desprendido el collar y ella no lo percibió o se lo habían robado, algo muy usual en las calles muggles de Londres.

- Pero Lil, no te preocupes, ya lo tendrás de nuevo. – Objetó James volviendo a serenarse. - ¿No era que siempre me decías que si te lo sacabas volvía a ti?

- Pero, ¿y si esta vez no es así…? – Suspiró intranquilizadamente.

- Mejor por ti sino vuelve. – Opinó Dan que seguía con la vista fija en el tablero, estrujando sus neuronas.

El semblante de Elizabeth era dubitativo y consternado. Ninguno del trío de Gryffindor entendió por qué se preocupaba tanto por algo tan insignificante, pero Helena la miraba de reojo con una extraña impresión...

Sólo Jo desconfiadamente se dio cuenta de ese detalle.

***

- ¡James! – Chilló Joanne furiosa, corriendo por el pasillo rápidamente y doblando en la esquina. - ¡James, cuándo te encuentre, lamentarás haber nacido…!

- ¡Eh, Jo! – Dijo alegremente Dan, que caminaba justo al final del pasillo por el cual estaba circulando Joanne velozmente con una pila de libros. - ¿Buscas a…? – No pudo terminar la frase, que Weasley le había chocado y le había hecho caer al suelo dolorosamente, ella arriba de él.

- ¡La próxima vez, mira por donde corres, Joanne! – Le regañó Daniel acariciándose la cabeza mientras intentaba ponerse de pie. Joanne tardó unos segundos en salir de su aturdimiento y sonrojada, agarró los libros de Dan, esparcidos por el suelo.

- Lo siento, Dan… - Le tendió los libros y le sonrió, avergonzada. Su tono era suave y cohibido. – Estaba buscando a James… Y no miraba ni por donde caminaba…

- ¿Entonces, cómo pensabas encontrar a Jamie?

- Buena pregunta. ¬___¬ - Susurró la joven. Comenzaron a caminar, en sentido contrario, lado a lado. – A propósito, ¿de qué son esos libros?

- Transformaciones. – Sonrió orgullosamente Malfoy. – Estaba buscando información para tío Harry. ^^ ¿Para qué buscabas a James? – Preguntó intrigado.

- Es que… ¬___¬ Estábamos haciendo una poción… (para entrenar) y él en broma, me salpicó un poco del contenido del caldero sobre *mi* cabello. – Dan pestañó y contuvo una sonrisa. Miró de reojo el cabello rojizo de Joanne: se había colocado una gorra y con ella, escondía todo su cabello.

- ¿Y tu cabello…?

- ¡OH! No, no, no hablemos de eso…

- ¿Por qué?

- Porque no.

Dan iba a protestar justo cuando sintieron unas pisadas bruscas detrás de ellos. Joanne se volteó inmediatamente para concentrar miradas con James, quien estaba rojo y acalorado. Pero en ese movimiento, Joanne no se percató que era una trampa: Dan aprovechó su distracción para quitarle su gorra en un movimiento hábil y rápido. La cabellera de Joanne cayó preciosamente sobre sus hombros.

James y Daniel se le quedaron mirando fijamente, ambos con la boca ligeramente abierta. El antiguo cabello largo hasta los hombros de Joanne había cambiado profundamente de color. Su clásico color rojizo se había convertido en negro bien oscuro, con mechas rojizas. En las puntas, poseía unos rulos que inicialmente hubiera sido imposibles de aparecer naturalmente. Estaba igualmente precioso, pues aquel color negruzco hacía lucir a sus ojos celestes puramente relucientes.

Joanne se quedó de piedra e instantáneamente, se ruborizó aun más. Retrocedió unos pasos con los ojos llenos de lágrimas y se mordió el labio para contener un posible gemido provocado por la conmoción. Ni James ni Daniel entendían por qué el cambio de look había afectado tanto a Jo, si éste la favorecía en cierto sentido.

- ¿Jo, qué sucede? – Preguntó Daniel, mirándola preocupado y sorprendido.

- Mi cabello…

- Está hermoso, Jo. – La interrumpió repentinamente James. – No entiendo por qué te has enojado, no te ha quedado tan mal… Hasta me arriesgaré a decir que te ha quedado aun mejor.

- ¡Ustedes no entienden! La pócima que estábamos haciendo provocó un cambio violento en mi cabello. Hace media hora que James vertió la pócima sobre mí, y ya he pasado por unos cuantos de estilos diferentes. Cada veinte minutos va cambiando, mi cabello era verde hace un rato y lo tenía sumamente corto… Y los cambios continuarán hasta que tía Mione no consiga el antídoto… Y esto afectará notablemente a mi cabello verdadero…

- No entiendo por qué el drama. Si no saldrás de la casa por hoy, tía Herm no tardará tanto en conseguir el antídoto… - Indicó Daniel elevando una ceja.

En ese mismo instante, el cabello de Joanne pasaba a ser completamente blanco y le llegaba hasta debajo de la cintura. Fue un cambio de segundos, pero estimuló una mueca en el rostro de Jo.

- No sé si tú pensarías lo mismo si estuvieras en mi situación, Daniel. – Joanne se volteó y comenzó a caminar rápidamente en sentido contrario a los muchachos tercamente.

- Qué carácter. – Opinó Dan sonriendo débilmente. - ¿Por qué lo hiciste, Jamie?

- Le he sacado fotos sin que se diera cuenta. ^^ - Le murmuró mientras observaba fugazmente a su alrededor, como si temiera que lo escucharan.

- Ahmm… ¿Y para qué? – Preguntó Dan sin entender del todo.

- Algún día podré chantajearla en Hogwarts, ¿no te parece? – James le guiñó un ojo pícaramente.

- Eso es jugar sucio. – Sonrió perversamente Dan, rodeando el cuello de su mejor amigo con un brazo, dándoles aspecto de cariñosos hermanos.

- Además… Yo tengo el antídoto para la poción… - Dijo Potter minutos después luego de un incómodo silencio donde se había notado que Dan había estado pensando en esa posibilidad.

- ¿Y no se lo darás?

- Sí, pero… No hasta que nos diga qué está tramando investigando a escondidas. – Sonrió ampliamente James.

- ¡Ven acá, Potter, o lamentarás el día que has nacido! – Escucharon que chillaba Joanne a unos cuantos metros detrás de ellos.

Podría ser que les hubiera escuchado, capaz no… Pero el dolor de estómago que le provocó a Dan tanta alborotada risa junta no le permitió pensar determinadamente en ese detalle.

Joanne tenía el cabello de un color amarrillo canario terriblemente exagerado y un corte de pelo totalmente disparejo (notable a simple vista) en las puntas. Sin duda estaba a la moda, pensaron James y Dan felizmente, sabiendo perfectamente que a Jo no le gustaba estar a la moda moderna… El dulce placer de hacer enojar a su mejor amiga ya se había olvidado… Ahora volvían a sentirlo gustosamente mientras se daban vuelta y juntos empezaban a correr para huir de la tigresa en la cual se había transformado Jo. 

***

Entre las sombras, un movimiento parsimonioso alertó sus sentidos agudamente. Retrocedió instintivamente y fijó inexactamente sus ojos oscuros en aquella indefinida figura que se acercaba lenta y amenazadamente a él. Un sonido silencioso, escalofriante e inquietante quebró el tenso silencio del callejón. Se acomodó contra la pared fría y mugrienta, cerrando los ojos al mismo tiempo que escuchaba unos suaves chillidos de ratas a sus pies entre las cajas malgastadas.

Abrió sus ojos para hallar que la figura estaba ahora mucho más cerca y continuaba emitiendo aquel sonido que agobiaba sus oídos. Su corazón latía precipitosa e irregularmente mientras su respiración se iba volviendo cada vez más agitada a medida que las sombras daban paso a la identidad de la desconocida figura.

No era una persona demasiado alta, no mediría más de un metro y sesenta centímetros. Vestía una elegante túnica larga (pues llegaba a tomar contacto con el suelo) y sombría, por lo cual se confundía con la oscuridad de aquella noche estival, haciéndole acordar lejanamente a viejos relatos de ficticios brujos de la antigüedad. Una capucha ocultaba fácilmente su rostro, por lo cual únicamente podía observar el color misterioso de aquellos ojos castaños, pero que poseían un brillo único y especial, de un color rojizo. Capaz fuera por el efecto de la luz del callejón en los ojos de la figura o simplemente porque su vista era notablemente defectuosa. Pero destellos escarlatas brotaban de ellos inexplicablemente.

Más tarde, dejó de darle importancia a eso al advertir el arma blanca que la persona portaba en sus manos: una daga refinada, delicada y exquisita, que se agitaba y chocaba contra el suelo furiosamente, como si estuviera buscando impacientemente a su víctima ideal y no la encontrara.

El pánico invadió su razonamiento. Comenzó a deslizarse velozmente hacia atrás, sin darse cuenta que se encontraba en un callejón sin salida. Siguió caminando a espaldas hasta que se topó distraídamente con la dichosa pared que no le permitiría huir. Contempló, entonces, a la figura que caminaba pausadamente hacia él, sacudiendo la daga aterradoramente. Se detuvo a pocos pasos de él y no pudo contener los escalofríos que le invadieron y le hicieron temblar cobardemente. Titubeó antes de sollozar con voz débil algunas palabras.

- ¿Qué deseas de mí? – El individuo permaneció inmutable e indiferente por unos cuantos instantes, hasta que finalmente su voz ronca se hizo oír.

- Deseo que me devuelvas lo que me pertenece. – Contestó amenazadoramente. El tembloroso muchacho permaneció rígido e inmóvil pensando qué podía ser lo que le pertenecía a aquel individuo. Pero éste le contestó, leyendo sus pensamientos. – El collar, el amuleto o el talismán, como quieras llamarle.

Abrió sus ojos en completo shock. Buscó entre sus sucias ropas el dichoso objeto que había sustraído aquella tarde a una joven distraída. Era un collar con un amuleto en forma de serpiente. Lo había usurpado sabiendo lo valioso que era y el buen dinero que podía sacar de la venta de éste. Pero ahora no estaba de acuerdo con quedárselo… Si por el dinero tenía que dar su vida… Así que cobardemente apretó el amuleto en su puño y extendió su mano, para mostrarlo lujosamente sobre su palma, entregándolo a aquella persona anónima.

Lo que sucedió a continuación de aquello fue absolutamente desagradable. La figura blandió trémulamente la daga ante sí y contradiciendo el pensamiento del muchacho, que suponía que sencillamente iba a agarrar el amuleto y esfumarse sin hacerle daño, le escindió la mano estirada, en la que se encontraba el indescifrable collar.

El muchacho callejero chilló doloridamente cuando sintió el profundo dolor punzante recorriendo todo su cuerpo y cayó de rodillas al suelo, sintiendo vivos mareos y llorando intensamente, sin poder siquiera contemplar su brazo sangrante, ahora sin su mano. Le daba pavor y se horrorizaba cada vez más al sentir como la sangre se deslizaba, empapando y manchando su ropa, y llegaba al suelo, donde se expandía entre la inmunda basura. Minutos más tarde, el muchacho caía inconsciente entre su propio charco de sangre.

La figura se inclinó donde yacía el collar junto con la mano cortada y tomó el talismán con un gesto de natural victoria. Observó indiferente como la sangre del muchacho adornaba el callejón y sonrió malévolamente, volteándose inalterablemente y desapareciendo súbitamente en el aire. Sólo dejó tras de sí, marcado en el suelo, el símbolo de un anillo formado por una serpiente enrollada, agarrándose firmemente de la cola con su propia boca.

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Hello! ¿Cómo están? ^^

Gracias a todos aquellos que han dejado reviews. ^^ Sobre todo Kris, que no ansía que le eche la culpa de mis retrasos. xD Pero en estos días termino el cole muggle y prometo dedicarme a escribir más rápidamente. ^^

Como también escribo en HarryArgentino.com he sido nominada por sus premios anuales a mejor escritora menor de 15 años, mejor fict no terminado (Los Hermanos Potter)  y mejor fict terminado (HPDestino).. Les agradecería eternamente si votaran por mi en caso que mis ficts les hayan/estén gustando. ^^ Para votar deben hacer primero socios de la page: ios sobre este cap.! ^^ Besos!

Parvati