Draco y ella aparecieron enla puerta de una tienda de objetos mágicos. Hermione se dio la vuelta.
¿Sabrás encontrar el caldero chorreante? Sigue todo recto. Por allí.-dijo, y señaló la dirección a Draco. Este asintió. Cuando la chica se estaba marchando miró al rubio.
Oye Draco, la verdad es que siento que has cambiado. Mucho.
Draco la miró sorprendido.
Ten cuidado- Terminó Hermione y se fue, dejando solo a Draco sin magia en medio de montones de magos con túnicas y sombreros.
Draco empezó a caminar y pronto se encontró con gente que corría gritando. Algunas voces le resultaban familiares.
Vamos, tranquilo. Me encanta que hayas venido a verme, pero no puedes estar aquí...
¡Hagrid, deja de hablarle y captúrale o haré que te despidan¡Cómo se te ocurrió criar un dragón!- esa voz, esa angustiosa voz Draco la conocía muy bien.
Era Cornelius Fudge.
Y entonces Draco lo vio. Un enorme dragón morado y azul estaba saqueando una tienda de frutas. Sus alas se movían a los lados y si alguien se acercaba rugía. Ni siquiera Hagrid, el semiogro, lograba estar junto a él mucho tiempo. Norberto le daba con la cola y lo mandaba con el resto de la gente. Y es que lo que más repugnaba a este dragón era el miedo. Y todos los de su alrededor le temían. Ese olor...por eso no dejaba que se acercaran...ninguno...
Una figura andaba hacia él, despacio. El dragón husmeó el aire. No había miedo en él, más bien estaba sorprendido, pero no asustado. Norberto dejó de comer y giró su cabeza hacia el muchacho rubio.
Sus ojos se encontraron.
Los dos dragones se miraban mutuamente mientras la gente se quedaba en silencio.
Draco escuchaba susurros de Fudge y otros magos que le decían "Lucius" pero no le importaba, todo se le había ido de la cabeza. Estaba impresionado ante la majestuosidad de aquella criatura, pensó que nunca había visto a un ser tan bello y letal.
El dragón debió de entender lo que pensaba ya que se hinchó de orgullo. Le gustaba ese chico, así que abrió las fauces, para horror de draco y los demás y le cogió de la ropa, montándolo después en su lomo.
Draco parpadeó y miró abajo. Los magos con ojos como platos lo miraban desde muy lejos.
E...eesto está muy alto-Draco estaba pálido.
¡Lucius, cómo te atreves!- fudge le apuntaba con la varita.
Draco estaba harto, se cortaría el pelo.
¡No soyLucius, soy Draco!- chilló.
Hagrid y Fudge le miraron atónitos. Esta vez fue Hagrid quien habló.
¡Baja de ahí, Norberto está muy raro!
¡Cómo que raro! Hagrid, es un dragón.-Fudge estaba perdiendo los nervios.
¿Y cómo narices voy a bajar!- el rubio se tambaleaba a cada paso del dragón.
De repente Norberto se quedó quieto y en posición. Nadie entendía nada, excepto el semigigante.
¡Norberto, NO!
El dragón batió las alas. El viento hizo que los magos se cayesen. Draco se agarró fuertemente al cuello del dragón.
Y despegaron.
Draco había olvidado lo que era volar. Hacía tanto que no montaba en escoba que había olvidado esa sensación, ese placer.
Flotando en el aire a lomos del dragón Draco se sentía en paz. Sonrió a pesar del miedo que tenía y acarició el cuello de la criatura.
Entonces sintió la magia, le hacía cosquillas en la mano, pero nada más.
"Nunca podré recuperar mi magia"
Era un hecho. Como también lo era que ahora esos magos idiotas le estarían persiguiendo, que cuando volviese al estudio tal vez le hubiesen despedido, o que su casa siempre estaría tan sola, tan abandonada. Pero eso no le importaba, en ese momento lo único que quería era volar, sentir el aire fresco en su cara y se descubrió pensando que ni siquiera Harry Potter había montado un dragón, y sonrió.
Bastante rato después, Norberto bajó a tierra. Cuanto más se acercaba, más creía Draco que conocía el lugar, y cuando por fin aterrizó, Draco supo con temor en dónde se encontraba.
Estaban en el bosque oscuro.
¿No me podrías haber dejado en un sitio mejor?
El dragón se había tumbado para que Draco bajara. Y ahora lo miraba divertido.
Draco estaba furioso. Le daba mucho miedo el bosque. Siempre se lo daría. Pero tenia que ir a Hogwarts.
Bueno, me voy. Pero, tú me esperas¿no?
El dragón soltó un sonido gutural. Draco pensó que era un sí.Y se internó en el bosque.
Llevaba como quince minutos andando sin encontrar la salida y estaba completamente agotado. Entonces oyó ruido de pasos. Su cara pálida se puso más blanca aún y miró petrificado lo que le salía al paso.
Un unicornio blanco le miró con arrogancia.
Draco suspiró.
Los unicornios no eran malos.
Sólo te atacaban si les atacabas tú, o se acercaban si eras una doncella vírgen.
El unicornio se acercó a Draco.
Draco cambió del blanco al rojo.
Había olvidado que él era virgen.
El unicornio restregó su cabeza(cuerno) contra Draco.
Si, si, vale. Oye¿no sabes dónde está la salida, verdad?
Pero los unicornios no hablan.
Conmovedor. Draco Malfoy virgen a los veinte años.
Los profesores de pociones si.
Draco se sobresaltó y miró temeroso hacia la voz.
Cuando vio quién era, su corazón latió con fuerza.
Su querido profesor Snape(y el mío también) lo miraba con una mueca burlona entre los árboles.(estaba recogiendo setas)(...venenosas)
¡Snape!-Draco corrió hasta él con lágrimas en los ojos. Lo había echado tanto de menos...era el único profesor que le había mostrado cariño y comprensión en la escuela.
Draco se paró a un centímetro de Snape. Quería abrazarlo después de esos dos años, pero le daba vergüenza.
Snape soltó un suspiro y lo abrazó por su cuenta.
Draco sintió los brazos de su antiguo profesor de pociones y la capa de hielo de su corazón se derritió y se derramó por sus ojos.
Draco estaba llorando, después de dos años sin mostrar sensibilidad alguna.
¿Qué¿Qué pasa?-Snape se asustó al ver las lágrimas.
Draco bajó la cabeza, no quería que le viese así. Cayó de rodillas en el suelo y empezó a dar rienda suelta a toda la tristeza acumulada durante esos dos años.
Snape lo miró con compasión y le acarició la cabeza.
Draco apoyó su carita contra el pecho de su profesor.
Estuvo cerca de diez minutos llorando.
El unicornio los miraba con curiosidad. Estaba pastando tranquilamente. Y moviendo su larga y blanca cola.
Cuando los sollozos de Draco se convirtieron en pequeños hipidos y sus convulsiones en pequeños temblores, Snape se separó un poco y le tendió un pañuelo. Draco lo cogió y se secó la cara.
Gracias...-susurró...-no..., no sé qué me ha pasado...yo...- pero Snape movió la cabeza. Él sí sabía lo que había pasado.
Severus había sufrido como Draco, quizá más. Y sabía lo que era la soledad, que todos te dejen de lado...que nadie te quisiera...
No queria que su mejor alumno siguiera sufriendo. Ya había sufrido bastante. Snape había estado seguro de que fue Draco quien mató a Lucius...quizá para proteger a Potter. Y eso lo estaba trastornando poco a poco. Pero en esos dos años no había podido ir a con solarle, ayudarle, Dumbledore se lo había prohibido. Y a Dumbledore Fudge. Así que el adolescente había pasado dos años rodeado sólo de muggles, a la espera de que su odio contra ellos se disipara.¿Lo habrían conseguido?
Vamos.- Snape cogió a Draco y lo ayudó a incorporarse.- Iremos al castillo.
En el camino, Draco, poco a poco, fue recuperando el control. Cuando pasaron el Gran Comedor, su mirada impasible había vuelto a su rostro. Los alumnos que los veían juntos se apartaban con miedo.
Y por fin llegaron al despacho de Dumbledore.
... Banana Split.-dijo Snape, ruborizado. Odiaba las costumbres del viejo y sus estúpidas contraseñas. Subieron a la escalera giratoria y se encontraron en el despacho.
El fénix Fawkes miró a Draco. Éste lo miró curioso.
Estaba todo desplumado.
Entonces el bicho ardió y se hizo cenizas.
Draco pestañeó.
De las cenizas surgió una cabecita roja, a la que empezaron a salirle plumas.
Draco alzó una ceja.
Nunca había visto eso.
Movió la cabeza para despejarse y miró hacia la mesa de Dumbledore.
Éste y Minerva lo miraban con sorpresa.
Los labios de Dumbledore se movieron.
Lucius...-dijo.
Draco puso los ojos en blanco.
Eres su vivo retrato, Draco.
Draco alzó la ceja, por segunda vez.
El vejestorio lo habia reconocido a la primera. Sólo era otra de sus bromas.
Mc.Gonagall suspiró aliviada.
y bien, aqui actualizamos esta parte, Snape White y yo... a las ...3 de la mañana, hora española...y tenemos mucho sueño...asi que, hasta otra, bye!
KAWORU
¿A que mola lo del unicornio?
KAWORU: por fin teneis aqui al tan esperado profeor de pociones, snif.
SNAPE WHITE: no puedo pensar a estas horas, así que sólo diré que no podeis quejaros de lo mucho que nos preocupamos por que leais esto. me ha costao 3 minutos escribir esto, y me corrige KAWORU
