El sol estaba rojo. Salía por detrás de las montañas azules, tiñiendo el cielo de un rosa gastado. La luz de la mañana era azul y fría. Algunas golondrinas surcaron el aire en su conjunto y las pocas nubes que había se acentuaban por la mezcla de colores.
Draco desvió la mirada. No había dormido casi y el sol empezaba a anaranjarse. Le quemaba los ojos. El rubio dormía en la habitación de Snape, y Snape en la del profesor de DCAO.
Las frases de Blaise le habían impedido conciliar el sueño. Si bien, él había dejado a zabini deseando no haber nacido con su monólogo, el otro le había herido bastante. Y es que lo que le había dicho Blaise, Draco ya lo había pensado antes. La verdad era que no sabía si era merecedor del apellido Malfoy. Pero¿qué iba a hacer? Era lo último que le quedaba.
El sol empezó a flotar, naranja y amarillo, hiriendo sus preciosos ojos XD. Draco los entrecerró.
No.
Él era un Malfoy.
Aunque no pudiese usar la magia, aunque no viese a los fantasmas de su propia mansión.
Él seguía siendo un Malfoy y ningún estúpido traidor le haría cambiar de opinión.
Draco meditó unos instantes sobre su charla de la noche anterior y empezó a ponerse rojo.
"¿Dije chico, chica o unicornio?"
Por Merlín. No sabía lo que se le había pasado por la cabeza en ese momento, pero seguro que lo dijo sin pensar. Por lo menos no incluyó a las ranas ni a las ovejas nota de la transcriptora: en realidad sí que incluyó a las ovejas como podéis leer en el capi anterior, pero, o bien Draco está muy trastornado como para recordar sus palabras exactas, o bien la que está trastornada es kaworu por no acordarse de lo que escribe. Lo siento kaworu, pero esto de ser una esclava copiadora de textos me da muchas ganas de intervenir. Hala, desaparezco.. En fin, la recompensa fue ver la cara de Blaise cuando lo dijo... aunque esperaba que no se lo contase a nadie. No quería que la gente supiera de siu monólogo con el auror compañero de Harry.
Harry. ¿Y si se enterase él? Draco se puso más rojo aún. No deseaba que escuchara esas palabras. Se pensaría... algo raro.
Pero¿qué estaba pensando¿cómo iba Blaise a contarlo¿Diría que Draco le había humillado? No, Blaise no lo contaría . y no había NADIE más en esa sala, ni siquiera cuadros. Así que todo estaba bien, no había que preocuparse... ¿verdad?
este cap, es muy corto, asi que pongo el siguiente: objetos muggles.
Sid entró en el despacho de Dumbledore.
Lo de "Banana Split" era muy divertido y que lo digas . El moreno había visto la mentalidad guasona del director el primer día y se le ocurrió que sus contraseñas serían algo divertido.
Acertó.
Dumbledore y McGonagall estaban hablando. Esos dos siempre estaban juntos...¿estarían casados?
Bueno, y qué. Sid se acercó con su walkman en la mano. Dumbledore alzó las cejas con sorpresa, Minerva se levantó indignada.
¡Sid¿Cómo has entrado!
Minerva, déjale- Dumbledore le hizo un gesto para que se acercara-. ¿deseas algo, joven?- la mirada de Dumbledore era cariñosa.
Ahora entendía por qué el director había durado tanto. Seguramente él y Merlín eran primos o algo...
Sid se sentó y se quitó el walkman. Después comenzó una breve explicación sobre cómo funcionaba y qué hacía y les puso un auricular en la oreja, uno a cada uno.
La música hizo su efecto.
Minerva abrió los ojos como platos, se quitó el auricular y se lo volvió a poner varias veces.
Dumbledore empezó a moverse al ritmo de la música sonriendo.
Sid paró la cinta.
Esto no es todo-dijo-. Este aparato muggle también sirve para grabar las vces.
Los dos profesores lo miraron con extrañeza. No podían creer que algo muggle, que no fuera un howler, pudiese hacer eso. Pero Sid se puso el walkman en los labios y habló.
Probando, probando. Aquí estoy con el director Dumbledore y la profesora McGonagall. Director, diga algo- y le puso el walkman delante. Dumbledore lo miró sin saber qué hacer, pero pronto sonrió y habló.
Mmmmm... Hola aparato muggle. Encantado.
Sid sonrió, el vejete era muy simple. Entonces se lo pasó a McGonagall, que rehusó. Pero también habló.
No, yo no quiero participar en... esto- dijo señalando el objeto. Sid sonrió. Lo había grabado. Rebobinó la cinta hasta un minuto más o menos y le dio al play.
por favor, escúchense-. Les invitó a que se pusiesen el auricular de nuevo. Los profesores se miraron y obedecieron. Al instante McGonagall y Dumbledore abrieron los ojos con sorpresa, escuchando sus propias voces. Se miraron perplejos. Miraron a Sid. Silencio. Al final, Dumbledore respiró hondo y le miró con una sonrisa.
Sid también sonrió. Sabía que era listo.
Bien, un aparato muy interesante- dijo el director.-pero adivino que no ha terminado tu visita¿me equivoco?- Sid sonrió.
No. La verdad es que quería que escucharan algo que... grabé anoche. Yo estaba tranquilamente en la torre de astronomía, viendo las estrellas, como no, y entonces apareció el profesor Draco Malfoy y se sentó en la ventana. No me mire así, por favor. Le aseguro que no es lo que piensan. Porque el profesor ni siquiera me vio. Es más, no sé si alguien podía verme en la oscuridad. La cuestión es que después entró el auror Blaise Zabini. Aquí ha grabado lo que dijo Blaise y después la respuesta del profesor de pociones. Me pareció que ustedes deberían oírlo.
No es muy agradable escuchar conversaciones ajenas, joven- McGonagall lo miraba enfadada.
escuche- fue lo último que dijo Sid. Cambió la cara de la cinta y rebobinó. Entonces dio al play.
Tanto las personas muggles como las magas tienen una curiosa forma de expresar sentimientos sin hablar. Sus caras. Estas se transforman a medida que sienten cosas distintas. Y realmente algunas son muy divertidas. Hay un montón de caras distintas para expresar cada cosa. Por ejemplo la cara de McGonagall cambiaba de la sorpresa a la incredulidad, al enfado, al desprecio... y la cara de Dumbledore se arrugó tanto que se le cayeron las gafas.
Sid esperó un poco y cuando los dos magos se miraron mutuamente, paró la cinta, cogió los auriculares y se levantó.
Bueno, adiós. Me tengo que ir. Tengo Defensa Contra las Artes Oscuras...-y empezó a ir hacia la puerta.
espera, Sid-. Dumbledore le miró poniéndose las gafas de nuevo.- ¿Por qué nos has traído esto?
Sid lo miró ladeando la cabeza.
porque es justo que sepáis lo que piensa realmente. Draco ha cambiado¿no? Esperaba que con esto las dudas que tuvierais sobre él, se disipasen.
Ya. Y... ¿por qué haces eso por Malfoy?- esta vez fue Minerva la que preguntó.
Sid sonrió mostrando una dentadura reluciente.
¿No es obvio? Me gusta Draco- dijo. Y les guiñó un ojo al salir por la puerta.
Dumbledore y McGonagall se miraron en silencio.
KAWORU
