Clase de 1969

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Capitulo I

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Romance Mágico

Eran minutos de interminable regocijo. Caminaba hacia el tren con casi todas las miradas fijas, atentas en mi. Solo en mi. La regordeta Lilianne Evans. ¡Ah, cuanto placer era aquello¡Cuanta alegría que sentía!

Euforia, delirio.

Alumnos por aquí, alumnos por acá. Y todos mirándome. Seguí caminando; simulaba estar pensando en cualquier otra cosa. Como si no notara sus ojeadas. Creo fui una gran actriz; nadie noto mi alarmante gozo interior.

Cuando subí al tren y encontré mi vagón, no había rastro de los Merodeadores, quizá un alien los haya raptado pensando en que la regordeta Lilianne Evans se lo agradecería algún día en el espacio. ¡Lastima que fuera solo un sueño!.

Para entonces, yo me había sentado ya placidamente cerca de la ventana. El compartimiento estaba vació, y seguro así llegaría al final del camino. Vació.

Por ahora, debía hacer un recorrido por el tren. No es que quiera alardear, ni que todos me miren, pero necesito autoestima. Salí del compartimiento y camine. De nuevo, la reacción fue la misma. Estaba nerviosa pero por fuera me veía, supongo yo, calmada y lista.

No pensaba en nada, sino en hacer bien todo. Caminar. Sonreír inocentemente. ¡UF, que trabajo! Termine agotada.

"¡Señorita Evans!".-

¡Ah! Que susto me dio. ¿A quien se le ocurre hablar así cuando estoy tan nerviosa?

"Profesora MacGonanal".-Dije.

"Se supone que debe estar en el compartimiento de prefectos".-Dijo con severidad.-"Desde hacia 5 minutos".-

Usted lo ha dicho profesora 'se suponía'. Ahora¿En que pensaba para no recordar que soy el Premio Anual?

"Perdóneme, profesora. Allá mismo me dirigía".-

Caminamos en silencio, con su mirada extraña y estricta fijada –también- en mi. No me sorprendió. Se estaría preguntando que paso con la regordeta, tonta-tonta, Lilianne Evans.

"¿Profesora?".- Pregunte al verla directo a los ojos.

"Compartirás el Premio Anual, Evans".-Contesto.-"Mejor dicho: El Premio Anual compartirá el puesto con tigo. El director supuso que una actitud como la tuya seria buena ayuda".-

Asentí interesada. ¡Eso va a ser genial! Durante años había estado estudiando como animal, desvelándome para lograr un puesto alto, o para alcanzar al mejor de la clase. El Oh-todo-poderoso Potter. Pero no. Siempre él era el mas alto en clase. Y siempre Lupin le seguía. Y ya en tercero: La regordeta tonta-tona Evans.

¡Oh, Merlín me quiere mucho!

Entramos al compartimiento; algo mas amplio que los demás. Había tapices rojos en los sillones, y una pequeña mesita redonda de madera vieja en el centro. Estaban los prefectos de cada casa, y al entrar tras la profesora, todos me miraron.

Entonces mi mente canturreo alegre sin que lo pudiera evitar: ¿Quién ser�, quien ser�? La vergonzosamente atractiva pelirroja que esta frente suyo. ¿Quién ser�?.

"Comencemos".-

La junta transcurrió con tranquilidad. Potter estaba del otro lado del compartimiento, junto a la ventana. El, como algunos de los otros, me miraba de ves en cuando. Y comprobé con deleite que no me reconocía. Fruncía el ceño de ves en cuando al mirarme, preguntándose si... tal ves... pero no, luego negaba sutilmente su cabeza desgreñada.

¡Un momento!. ¿Qué mierda hacia Potter allí?. ¡Por Merlín y las grageas de moco! El es el Premio Anual.

Al atar los hilos, no voy a mentir, mi mente sufrió una propina de alegría inimaginable. Creía volverme loca de tanta emoción. ¡Preparen una habitación en San Mungo, una demente drogada de satisfacción necesita urgente atención!.

¡Valla si Merlín me amaba, me deseaba¿Cómo era posible? Esta bien. Tengo suerte por ahora, debo aprovecharla. Veamos: Potter era el numero uno en clases, es natural que sea el Premio Anual. Remus esta a la par, entonces... ¿Por qué a mi?.

"...Será la señorita Evans, ya que debido a la inusual habilidad que tiene el joven Lupin para meterse en problemas, se le ha negado el bla, bla, bla...".-

Esta bien¡Merlín se quiere casar conmigo!.

Pasaron los minutos, interminables. Sin embargo, la emoción que me había embargado no me dejaba. Me costaba mantener la postura seria y atenta, pero lo logre. Al final de la junta, el sol se había puesto para esconderse. La profesora solía ser perfeccionista , y había indicada a todos y cada uno todas y cada una de las actividades que debía realizar, sin poder resumir o saltarse a un alumno somnoliento.

"Eso es todo, pueden retirarse los prefectos. Premios Anuales, esperen un momento".-

Así se hizo. Quedamos en la cabina solamente Potter, la profesora y yo. La ahora linda Lily Evans.

"En la carta que se les fue enviada están claramente escritas las indicaciones. Sabrán que tener esta cargo es de suma obligación y honor. Y bla... bla...".-

MacGonagal continuo con su introducción y la de la carta –que habíamos ya leído-.

Para cuando el discurso parecía haber llegado a la primera mitad del glorioso final, el cielo se teñía de manchas rojas, moradas. Estaba atardeciendo. ¡Y ella seguía hablando!

"Entonces, para concluir, ya saben bien que hacer. Compartirán sala común en la torre especial para ustedes cuando hayan logrado simpatizar o lograr trabajar en equipo, mientras tanto, seguirán durmiendo en la torre con sus compañeros de casa...".-

¡Mierda!

Y así, la profesora siguió y siguió. No mire a Potter a los ojos en ningún momento, sin embargo, el lo hacia. No por alardear pero es natural: Una chica nueva, a quien no había visto nunca y que es endemoniadamente seductora. Si, Merlín y los Dioses por fin se fijaban en mi.

"Entonces... pueden retirarse".- ¿Tan pronto?. Un momento, no escuche nada de lo que dijo.

¿Qué hago ahora?

Potter se levanto y seguido de la profesora salio, luego yo. Maldito y estúpido Potter; aun cuando soy yo la mala ahora, me sigues causando problemas. ¿Qué se supone que dijo MacGonagal que debía hacer¡Todo por estar pensando en tonterías!.

Espere un momento en la puerta, aturdida. Sabia que MacGonagal me había dado indicaciones, pero... ¿Cuáles habían sido?.

"Disculpa... tu...".-

¡Potter!

Fin del Capitulo # 1

¡Wow! 29 Reviews. Les doy las gracias a todas por sus comentarios, sin embargo, sigo sin tener futuro para la historia. Quizá este capitulo no sea de su agrado, si es así, díganmelo y parare con todo.

Lyon De Lincourt.