Ni Yu Yu Hakusho, ni su copyright ni nada de eso son míos (ya me gustaría), son de Yoshihiro Togashi, Fuji TV, Studios Pierrot...

Capítulo 2 – Días negros

El chico sacudió los plateados cabellos, que caían hasta el hombro. Retiró con cautela los escamosos brazos que lo envolvían: era de aquel horrible demonio verde con el cual había sido obligado a "pasar la noche".Vistió sus ropas, que eran apenas algunos trapos blancos y sucios enrollados a su cuerpo.¿Por qué todo tenia que ser así?¿Por qué tenia que ser violado y humillado todos los días?

Limpió los indicios de lo ocurrido de su bello e infantil rostro; no quería recordarse de los asquerosos acontecimientos de la noche anterior.

Comenzó a andar sigilosamente por los siniestros pasillos del Mercado de Esclavos de la Zona Sur del Makai. Los pasillos eran largos, y sus paredes eran pintadas de marrón oscuro, gastado por el tiempo. Al pasar por habitaciones y celdas, escuchaba gritos de agonía y voces desconocidas y algunas otras familiares. Se preguntaba si era así con él también, si las personas que pasaban por su celda se sentían cómo el se sentía al pasar por las de los demás.

Paró al llegar delante de una puerta, distinta de las demás. Posó sus orejas zorrunas en la puerta, escuchando voces desconocidas.

"... ¿un youko, no? Acostumbran ser muy rebeldes...Si lo describiste bien, ¡es una raridad!¡Un youko albino!"-comentó uno, con la voz más gruesa.

"Debe ser bueno en la cama. Al final, todo el Makai conoce las habilidades de los youkos, ¿verdad?"-dijo otro, riéndose.

Yuutaro era un youkai alto, de cabellos negros, cortos y de punta. Sus ojos verdes eran llenos de avaricia y lujuria. Estaba siempre con ropas negras y cinturones de cuero atados al cuello, lo que le daba un toque medio loco, siniestro. Era un youkai inteligente y poderoso; con su perversión y fuerza de voluntad, había conquistado aquellos terrenos y esclavizado a centenas de youkais débiles y con eso ganó mucho dinero. Su visual era casi humano; utilizaba gafas rectangulares que le caían hasta la punta del nariz y su único rasgo de youkai eran las pinturas negras que tenía en la cara, mas precisamente desde abajo de los ojos hasta el fin de su bello y enigmático rostro.

"No se confíen tanto...A pesar de la apariencia, ese zorro es muy rebelde; siempre que tiene oportunidad, se escapa"-Yuutaro intentaba convencer al trío con el que estaba hablando, pues esa noche quería divertirse con su zorro.

"Mierda. Sólo dice eso cuando...desea estar conmigo", pensó el muchacho, despeinándose con los dedos. Era el favorito de su señor, y el único por el cuál Yuutaro dejaría de aceptar un trabajo.

"No hay problema. Una oportunidad como esta no aparece siempre, querido Yuutaro. Pagaremos lo que quieras para estar apenas una noche con él"-el último, el cual Kurama nunca pudo ver el rostro, pues estaba cubierto por una capa, entregó a Yuutaro tres bolsos rellenos de oro-"¿Aceptas o olvidas?

Era una chance que Yuutaro no podía negar. Entonces, decidió dejarse caer a la tentación del dinero.

"Bueno, pero no le podréis lastimar..."-fueron agregados más tres bolsos-"Por lo menos, ¡no mucho!"

Al oír eso, Kurama estaba dispuesto a salir corriendo, pero los youkais fueron más rápidos y ya habían notado su presencia, abriendo rápido la puerta.

"Vaya, vaya... ¿Quien tenemos aquí? nuestro invitado llegó..."-los tres agarraron Kurama, y se lo llevaron al primer cuarto que encontraron, sin importarse si era el del zorro o no.

Estaba acabado .Esta noche si que no podría olvidar. Aquellos youkais habían utilizado y violado el pequeño Kurama, que ahora ni levantarse podía, de tanto dolor. Su cabeza casi explotaba, su cuerpo estaba acabado. Cada parte de su cuerpo había sido torturada lentamente; permanecerían por muchos días las marcas arañazos, cortes, mordidas, hinchazos y heridas producidas por cuchillos de los youkais. Había sido cruelmente violado por los tres hermanos (como descubrió después), que lo humillaron y rieron se de él.

Pero arriba del dolor estaba la vergüenza. Ya no aguantaba más; escaparía hoy mismo, no le importaba cuanto le dolería cualquier movimiento...Todo su sufrimiento se acabaría cuando se fuese...

Después de unas horas, consiguió levantarse. Yuutaro no iba a dejar que nadie lo tocara hasta la noche; su mejor "reliquia" se veía amenazada de muerte si dejara.

Kurama vistió su traje, había restado poco de él, pero tapaba los sitios más importantes.

Retiró algunos ladrillos de la pared, los más gastados y antiguos. Era un hueco pequeño. Pero pudo pasar fácilmente, gracias a que era muy delgado; había comido poquísimo aquella semana. Generalmente, Yuutaro se preocupaba con eso y le daba de comer, pues si no podría perder mucho dinero. Cuando salió, pudo sentir, y ver, como era estar libre. El sol le hacia daño a su pálida piel, acostumbrada a la luz atrás de rejas. Vio de lejos una casa de madera, más exactamente, un bar.

Necesitaba comer, y, en su mente, ese era el lugar indicado.

Hola,

Y había publicado este fic antes, en Slasheaven, y espero que os guste

En los primeros capítulos no hay yaoi, sólo un poco de Shotacon, y algo así, pero después viene, no se preocupen. Este fue el primer fic que escribí, no seáis muy severos ÇÇ

Abrazos,

Arisu Ozaki de Lioncourt

En Slasheaven, tiene el nombre de "Mi vida de zorro" ( ¿cuál os gusta más?)

En ese mercado de esclavos, se vende y se alquila…Por eso, no extrañéis que el youko no sea de una persona sólo

Tomatazos o comentarios, por favor