Yu yu Hakusho pertenece a Yoshihiro Togashi, Sueisha, Jump comics, Fuji TV, Studios Pierrot, etc.

Esta fanfic no tiene propósitos lucrativos y tampoco la intención de violar su copyright.

Arisu Ozaki de Lioncourt

La "casa" era totalmente hecha de madera. Una de las ventanas estaba rota, y la otra tenia marcas de uñas. Era un sitio pequeño, de apariencia frágil, culpa de los viejos robles que las sustentaban.

El Youko abrió la puerta cuidadosamente, con miedo de que se cayera.

Sintió un fuerte olor a bebida, algo no muy nuevo para él, y vio varios youkais tirados al suelo, y otros riéndose y bebiendo unos líquidos de colores oscuros que Kurama nunca había visto.

Querría poder irse a otro sitio, pero su estado no le permitía moverse mucho, entonces decidió quedarse allí.

Cuando se dio cuenta, vio que lo observaban. Eran ojos lujuriosos, femeninos y masculinos, como los de Yuutaro, y algunos, más atrevidos, ya se le iba acercando.

Pero todos pararon al ver un grupito acercándose al zorro plateado; eran cuatro youkais que parecían ser más fuerte que los demás, consiguiendo con eso su respeto y admiración. Al medio, seguido por los otros tres, iba un youkai pelirrojo que a pesar de tener el aspecto más delicado de todos, iba al mando.

"Vaya, vaya…Cuanto cobras, ¿pequeño?"-dijo Kizuna, el jefe del grupo. Los demás se rieron por su comentario.

Kizuna era un yaminade, el acariciador de las tinieblas. Tenía las orejas y las uñas bastante afiladas, su pelo era corto, del mismo color que los ojos. Llevaba puesta una ropa oscura, una camiseta negra, hasta un poco arriba del ombligo, y unos pantalones azul oscuro pegados al cuerpo. Por arriba, tenia una capa negra hasta los pies.

Dos de los youkais, unos mellizos pelinegros, lo cogieron por la cintura. Kizuna se echó a reír, mientras Kurama pataleaba y gritaba. Consiguió soltarse, salió corriendo lentamente, temiendo otra violación, otro golpe, otro daño. Pero dio de cara con el barman, un youkai alto, de cabellos castaño oscuro hasta la nuca, tenia orejas redondas y peludas y una cola rayada con blanco; probablemente era un tanuki. Su mirada demostraba la más pura y talvez no tan simples frialdad.

El tanuki lo cogió por la cola y, sin decir nada, lo llevó para dentro de la casa.

"¿Quién eres?"- exclamo débilmente el Youko.

"Cálmate, zorro. No te voy a hacer daño"-el tanuki deja Kurama en un sofá y le alcanza un pedazo de pan-"Mi nombre es Yasui, ¿y el tuyo?

"Youko…Kurama"-dicho eso comienza a comer desesperadamente el pan que Yasui le dio, dejando caer algunas migajas en el sofá.

"Quanto tiempo hace que no comes, ¿Kurama?"- dijo, sin querer mostrar preocupación en la voz.

"Hum…diez…días".

"Eres muy resistente a pesar de ese aspecto tan enclenque que tienes. Ni se como aguantaste tanto tiempo, ¡estás todo herido!" – ahora se burlaba. Yasui era un youkai raro, que cambiaba rápidamente de una hora para la otra,

"Es que yo…estaba en el Mercado".

"Ah, claro. Eres una raridad. Que querías, ¿con ese color de pelo?"

"¿Qué esperabas que hiciera?"

"Nada.Yo ni te conocía, como podría esperar algo de ti, ¿zorro tonto?"

¿Cómo ese tipo puede ser tan malo? ¿Será que no ve que estoy herido? ¿Por qué tiene que quedarse ahí, riéndose de mí?

"Yasui-san… ¿Puedes entrenarme por favor?"- Kurama se arrodilla en el suelo, casi tocando la nariz en este.

"¿Yo? ¿Entrenarte a ti? ¿Por qué? ¿Qué es lo que gano en eso? Además…Apuesto que no eres ni un poco obediente, muy orgulloso y no sabes portarte. No, creo que no".

"Pero...Haré lo que quieras… ¿Quieres mi cuerpo? Si lo quieres…".

Yasui se enfadó mucho con la actitud de Kurama; no quería ser confundido con un pederasta cualquiera. Dio un golpe en el rostro del muchacho.

"¡Niño estúpido! yo no soy un pervertido, ¿vale? Y no entrenaría a nadie que se ofreciera así"- cogió a Kurama por los hombros, levantándolo-"Si quieres que te enseñe, ¡olvida lo que has dicho! Ni se te ocurra continuar siendo un juguete, ¡Kurama!"

"Es que yo…Yo no quiero…"-Kurama miraba fijamente a las rayas marrones que Yasui tenia en el rostro, intentando no llorar-"Yo no quiero ser dañado nuevamente…".

Yasui abrazo el Youko fuertemente, conmovido por su historia. No había perversión en ese abrazo, era ternura. Sentía por el youko lo que sentiría por un hijo.

"Muy bien. Te entrenaré, si así lo quieres. Pero primero…"- soltó a Kurama y le pasó una toalla blanca-"Te bañarás y comerás algo. Después cuidaré de tus heridas; no te puedo entrenar así, te puedes morir si no. Por eso…Comenzamos mañana."

"¡Sí!"

Hola

Nya…gracias si alguien leyó este fic…y gracias especialmente a Satouri Sama…me encantó tu review! \o\

Ah, y no piensen que voy a dejar Kurama ser feliz tan rapidamente…

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Au Revoir

Arisu Ozaki de Lioncourt