Yu yu Hakusho pertenece a Yoshihiro Togashi, Sueisha, Jump comics, Fuji TV, Studios Pierrot, etc.
Esta fanfic no tiene propósitos lucrativos y tampoco la intención de violar su copyright.
Arisu Ozaki de Lioncourt
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Capítulo 4
– Ojo por ojo, diente por diente
-"Tienes que matar a mi hermano. Tienes que matar a Yuutaro."
Esas palabras retumbaban en sus oídos. ¿Cómo podría ser que Yuutaro, el youkai que más odiaba, y Yasui, el que más amaba, fueran hermanos? No podía entender. Yasui dijera esas palabras con un poco de tristeza, inconscientemente, como si simpatizara con su hermano, la persona que tanto lo había maltratado. Había salido del bar sin decir nada, no sabía que decir. Bueno, Yuutaro era un demonio muy poderoso, pero si le ganaba, ganaría sus posesiones. No era tan mala idea. Para nada quería esclavos, pero el oro que el youkai tenia (sin contar otras posesiones que el Youko desconocía) era una muy buena idea.
Ya que conocía el lugar, hizo un mapa a mano del Mercado, para ver por donde podría entrar de una forma que ningún guardia lo notara y pudiera sorprender a Yuutaro. Podría entrar por la Ala lateral, donde los guardias estaban organizados de forma simétrica; había dos a la izquierda de la puerta y dos a la derecha. En un lado había una youkai de nivel B inferior como secretaria y al otro había un youkai con la misma función.
Había tres celdas a la izquierda, siendo que una de ellas era la antigua celda de Kurama, y tres a la derecha. Después había más dos guardias a la izquierda y dos a la derecha. En las celdas de la izquierda estaban Natsui, una youkai alada, la ex celda de Kurama y la celda de Yukine, una niña recién llegada (de la derecha a la izquierda, respectivamente). Delante de estas estaban Jikamaru (delante de Natsui), un youkai con cuernos y alas que ya había ayudado Kurama un par de veces, Yumi (delante de la celda que había sido de Kurama), una bella media youkai media humana y Gameji (delante de Yukine), un youkai de diez años que Yuutaro había raptado.
Iba a ser fácil. Si entrara por la celda de Natsui, pasara por las cañerías en el techo, donde abajo estaría "su" celda, que estaba sellada, y iría a la de Yukine, donde estaba una trampa que llevaba a la Ala central del Mercado, era un túnel que el mismo había hecho pero que no le permitía salir del local, solo dislocarse por el sin que nadie viera.
Aún afuera, miró a los guardias. Estos sintieron que ya lo habían visto alguna vez, pero no le hicieron caso. Mala idea. Kurama les proporcionó una sonrisa maliciosa y se fue andando hacia las paredes. Vio una fuerte energía en algunos ladrillos en el medio. Debía de ser la celda sellada. El reiki del sello se extendía hasta la celda de Yukine, entonces le dio unos golpecitos a la derecha de los ladrillos del centro. Escuchó un grito sordo de dentro. Natsui le había oído y, por suerte, estaba sola. Rompió, con elegancia y sin ruido, los ladrillos viejos, y entró, viendo una Natsui muy sorprendida.
-" ¿Quién eres?"- la chica estaba envuelta en una manta, con un plato con arroz y un poco de pan encima.
El zorro suspiró. ¿Será que ya le habían olvidado?
-"Hunf. ¿No te acuerdas más de mí, Natsui? Soy Kurama, el niñito de Yuutaro. ¿Te suena de algo?"- dicho eso comenzó a reírse, tomando cuidado para no ser muy alto y que los guardias lo escucharan.
Natsui abrazó a Kurama. El youko pudo ver varias heridas en su blanca piel. Se recordó de los trágicos años, cuando estaba en aquel mórbido sitio.
-"Kurama, sacame de aquí, ¡por favor! Desde que saliste, Yuutaro está mucho más violento, maltrata a todos nosotros. Necesitamos tu ayuda, sé que eres un ladrón, y dicen que eres muy fuerte. Por favor, Kurama. Sólo tu sabes lo que sufrimos aquí. El resto solo imagina".
-"Sí, es verdad, sé lo que sufrís. Pero no estoy aquí para libertaros, Natsui. Mis asuntos son con Yuutaro. Y deberías saber que no soy una buena persona. Talvez en otra reencarnación salga siendo la más gentil del mundo, pero ahora definitivamente no lo soy".
La youkai se horrorizó con las palabras del Youko, y se limitó a llorar.
Kurama miró a las cañerías, tenía certeza de que nadie había pensado en hacer eso. Le dijo adiós a su antigua compañera, que no contestó, y se adentró en los estrechos tubos, por los cuales consiguió pasar con dificultad.
Después de unos minutos, llegó a la celda de Yukine. Era una niña chiquita, de pelo negro y largo, no tan baja como Kurama cuando allá estaba, y de ojos rosas. Tenía una belleza infantil e inocente, pero sus ojos transmitían todo el dolor que sentía. Kurama se vio en ella cuando bajó, se sintió angustiado por saber que mismo que fuera alguien fuerte y respetado, ya había tenido una de las peores vidas que se puede tener.
Yukine estaba a los llantos, abrazando su propio cuerpo.
-" ¡Sal de aquí! ¡Yuutaro ya ha dicho que debía estar sola durante dos horas!"
-"No te voy a hacer daño, niña. La verdad, solo estoy aquí por obligación, nada más. ¿Cuál es tu nombre, eh?"
-"Yukine, y no te creo"- la niña se alejaba de Kurama.
-"Mi nombre es Youko Kurama, no nos conocimos. Ya estuve aquí durante 14 años, y no tengo el mínimo interés em niños. Así que o crees em mí o te matas pensando que te haré daño"-lo dijo tan friamente que hasta él mismo se asustó.
- "Y que quieres, ¿ladrón?"- Kurama pudo notar mucho sarcasmo em su vozecilla.
- "Mejor ladrón que esclavo, niña. Quiero pasar por uma trampa que hay ahí. Ya pasaría por "mi" celda, pero está sellada".
- "Bueno, haz lo que quieras. Yo no tengo nada a ver com esto, al fin de cuentas".
No podría negar que la enana era muy inteligente. Tocó em el suelo y rompió algunas piedras; después se adentró em el túnel. No pudo dejar de notar como los demás estaban siempre em buen estado físico; no tenían hambre ni estaban heridos, por lo menos no em lugares visibles. Se acordaba perfectamente de aquel hediondo lugar, por eso consiguió llegar rapidamente hasta la Ala Sur. La Ala Sur era el único compartimiento del Mercado que no tenia celdas. Solo tenia tres cuartos que eran llamados "Habitaciones especiales". Las habitaciones especiales eran tres dormitorios más sofisticados donde los youkais más ricos podían entrar. Kurama conocía muy bien aquel sitio. En la Ala Sur también estaban la sala de Yuutaro, pra donde Kurama se dirigia, la cocina, el alojamiento de los guardias y la "Sala de préstamo", donde había ciertos objetos que Kurama desearía olvidarse.
Mató a todos los guardias dela Ala; doce en total. Paró delante de la puerta de la sala de Yuutaro; no tenía certeza de que conseguiría matar Yuutaro. Era muy fuerte para un principiante como él. Pero Yasui le había puesto confianza, no querría defraudarlo(ni quedarse si la recompensa, todas las posesiones de Yuutaro). Empujó la puerta y entró. Como no habia nadie se sentó en una silla, a esperarlo. Cuando iba comenzar a repartir unas cuantas "plantitas indefensas", vió que la cortina se abrió, y de ella salió un hombre alto y de pelo azabache.
-"Cuanto tiempo, Kurama. ¿Me echaste de menos? Espero que sí, ya estaba pensando en buscarte"- com la misma sonrisa maliciosa y la voz sarcástica, Yuutaro se sentó delante del zorro.
-"Sí, es verdad. Pasó mucho tiempo. No soy más aquel que te daba tanto placer, Yuutaro".
-"Sigues siendo la misma mujercita que antes, ¿no? Estás temblando por dentro, Youko. ¿Que viniste a hacer, vengarte?"- se echó a reir, viendo el fastidio de Kurama.
-"Puede ser. Pero antes de matarte me gustaría saber si conoces a alguién llamado Yasui".
-" ¿Yasui? Ahora lo entiendo. Mi dulce hermanito te acogió, ¿no es así? Solo podía ser"- Kurama no respondió- "Te contaré una historia, mi lindo. Yasui, mi hermano más viejo, me ayudó a construir este lugar, el sitio donde comenzó tu sufrimiento. El era muy parecido conmigo en aquellos tiempos. Juntos, capturamos muchos demonios y los encerramos. Decidimos juntos, también, que utilizariamos un sistema distinto de lso otros Mercados. Los youkais que aquí vinieran podríano no solo comprar esclavos, sino pagar y "utilizaros". Así ganaríamos muchísimo dinero. Después Yasui se acbardó y se convirtió en un- ¿que era?- estúpido barman. Antes tenía mucho poder, pero ahora no pasa de un trasto. Ya que estamos, puedo contarte outra cosa...Siempre quisiste saber de tu familía. Tu madre era una bella youkai muy parecida contigo, y tu padre también. Deberían de ser primos, eran muy parecidos. Pero la cuestión era que los dos eran muy bonitos y yo y más tres youkais intentamos cogerlos. Se resistieron mucho, entonces los torturamos y violamos. Tu padre se murió antes, como un perro. Yo esperé que tu madre te tuviera para poder llevarte al Mercado. Cuando hiciste un año y algunos meses, ya tenías tamaño para mis propósitos. Y así pasate unos trece años. Hasta que huíste. ¡Pero no tienes idea de como te quedaba bien aquella ropa de puta! Afinal, esta es tu verdadera esencia"-Yuutaro sonreía tanto que Kurama ya no podía mirarle-" ¿Qué más quieres saber? Puedo describirte muchas cosas, si te apetece..."- se rió de nuevo.
Kurama estaba en estado de choque. Le había dicho tantas cosas que ya no sabía si realmente conseguiría luchar. Por outro lado, esas cosas le daban más motivos para pelear, la rabía le consumía por adentro.
-"Tu nombre es Kurama, mejor no lo olvides. Harás todo lo que te mande, si no quieres que te descuartize vivo".
-"Eso es una niña o un zorro, ¿Yuutaro? Ya vendré más veces, eso es de buena cualidad, mismo que no sea una mujer".
-" ¡De cuatro, zorra! Ya verás lo que te pasa por morderme...".
-"Una hora com Kurama son solo tres monedas, amigo mío. No le hagas mucho daño, que después es mi turno".
Kurama se acordaba de todas las personas que le habían tocado, hombres y mujeres. Las frases estaban en su cabeza. Pero el primero sería Yuutaro.
El youko avanzó sobre Yuutaro y comenzó a golperlo en el rostro. También le daba en el pecho y en el vientr, la sangre de Yuutaro salía violentamente por su boca, y caía sobre la blanca ropa de Kurama. Pró al ver que si seguía Yuutaro podría desmayar; el Youko quería verlo sufrir, por eso no podría dejarle desmayar.
Kurama sacó una semilla del bolsillo y creó un látigo de rosas, el Rose Whip. Yuutaro estaba en el suelo, aún sonreía y no demonstraba dolor ninguno. Kurama desgarraba la carne de su enemigo, y este solamente sonreía.
-"Me acuerdo de cuando te tocaba y te lamía, mi zorro. Eres tan inocente... ¡Pero tuviste suerte de que yo no fuera un viejo verde y gordo! Gemías mucho, ¿sabes?"- Yuutaro pasó la lengua por los labios y se tragó el sangre que por allí salia.
-" ¡Eres
asqueroso!"-cogió Yuutaro- "Pero no te preocupes, te haré
sufrir como me hiciste".
Comenzó a sacar los cinturones y
accesórios de Yuutaro, solo dejando sus gafas y
pantalones.
-Ahora verás.
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Kurama salió de la sala de Yuutaro. Su ropa estaba encharcada de sangre y sudor, un poco rota y estaba descabellado. Debajo de su brazo estaba el cuerpo de Yuutaro, sin una pierna, ensangrentado y sin ropa, pero estaba despierto.
-"Donde prefieres morir, ¿Yuutaro? Te doy esse placer. O mejor, no te lo daré. Sigues mirandome a la cara, por eso yo escogeré. Iremos al centro de la ciudad".
-"Lo que quieras. Espero que estés feliz, zorra"- aún sonreia.
Arrastró Yuutaro
hasta el centro de la ciudad. Había muchos youkai allá,
y todos conocian Yuutaro.
Kurama sacó outra planta, que se
convirtió en una espada.
-" ¿Que quieres perder primero? ¿El brazo o la outra pierna?"
-"Creo que me gustaría más el brazo izquierdo".
-"Por arrogancia".
Comenzó a sacar los dedos de Yuutaro uno a uno, comenzando por las uñas. Después le sacó la mano. Hizo lo mismo com la pierna. Al fondo, muchos youkais se reían, outros estaban asustados y algunos estaban enfadados.
Kurama miró a la persona que ya le había hecho tanto daño en esse estado tan miserable. Pero Yuutaro puso la mano en su hombro, haciendo que Kurama perdiera la concentración por esse acto. Pero salió una luz negra que lo tiró lejos y le hizo casi tanto daño, pero sin descuartizar, que lo que le había hecho a Yuutaro.-"Mismo que me mates, nunca lo olvidaras, Kurama mío"- dicho eso se murió, y muchos youkais dieron gracias a Kurama, que no respondió y otros se fueron com miedo.
-"Eres el mayor tesoro del Mercado, Kurama. Eres un objeto que sirve para dar placer".
El youko salió cojeando y fué hasta el bar de Yasui, para decirle que había ganado y para saber más sobre las inquietantes palabras de Yuutaro.
Pero tuvo una gran sorpresa al llegar.
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holaaa
Hm…este es uno de mis capitulos favoritos espero que os guste
Gracias por los reviews, espero recibir mas -
Abrazos,
Arisu Ozaki de Lioncourt No meu gustó q Yuutaro se muriera ;-;
