Todo lo que ya hayan leído en los libros de JK Rowling, es exclusivamente suyo. Lo demás, es puro invento, inspirado en la canción de Coldplay, homónima a la historia. Sin fines de lucro.

Capitulo 5

¿Cómo creerá que sientes lo que dices,

oyendo cuán bien dices lo que sientes?

¿Anne?.-

Giró sobre sus pies al escuchar su nombre. Nada la había preparado para la sorpresa que se llevó al verlo.

Donnato... - susurró, pasmada. Como saliendo de un trance, se acercó a él y lo abrazó como pocas veces había hecho. Cuando al fin pudo reaccionar, se separó del hombre y lo miró a los ojos, como queriendo comprobar que no era sólo un sueño. –Tanto tiempo sin verte, Donnato... ¡qué sorpresa!- Logró articular al fin.

Lo mismo digo.- respondió él, con una sonrisa de oreja a oreja impresa en su rostro. –¿Hace cuanto tiempo que no nos vemos¿Siete¿Ocho años?-

Diez... diez años.-

Diez años... Pero veo que te han sentado muy bien, Anneta. - Dio unos pasos hacia atrás, para contemplarla. Donnato no exageraba: Anne había cambiado mucho desde la última vez que se habían visto; y si se la miraba con ojos masculinos, era cierto que ese tiempo le había sentado bien. Muy bien.

No exageres. Siempre el mismo adulador.- se sonrojó la joven. –¿Y que ha sido de tu vida?- preguntó.

No ha cambiado mucho. Sigo viviendo aquí, sólo que ya no con mis padres. Sigo soltero y sin apuro, cosa que mi madre recrimina cada vez que voy a visitarla. Como verás, las cosas no han sufrido cambios drásticos.- expuso Donato. -¿Y tú? Supe que te quedaste en Inglaterra, pero nada más.-

Vamos a tomar un café y te cuento la historia completa. Es algo larga para contarla aquí, en medio de esta marea de gente.-

Es buena idea, pero me parece que interrumpí tu búsqueda.- dijo, señalando la lista que Anne tenía en la mano.

Oh, esto.- respondió, moviendo el papel. El encuentro la había desconcertado tanto que ya se había olvidado de lo que estaba haciendo antes. –Estoy buscando un vestido.- dudó un momento si debía decir que ese vestido era para su casamiento o no.

Oh. No puedo ayudarte con eso. Bien sabes que no soy concurrente a los paseos comerciales.-

Si, lo sé. Si sigues siendo como antes, no eres nada simpatizante de estas cosas.-

Si quieres, te acompaño. Pero no creo que te sirva de demasiada ayuda. La moda no es de mis tópicos preferidos, como sabrás.-

No, mejor tomemos ese café. Puedo seguir mañana con esto.- guardó la lista en su cartera y volvió su vista hacia Donnato. –¿Aún existe el bar de la otra cuadra?.- preguntó, mientras caminaban.

Si, existe aún. ¿Quieres que vallamos allí?.-

Si, vamos.-

°°°°°

Se había quedado sólo otra vez. Neville se había ido con Lavander. Ron y Hermione estaban haciendo su segunda ronda.

Por tercera vez, escuchó la puerta del compartimiento abrirse. Allí estaba ella. Otra vez, con ese brillo que sólo ella tenía.

Hola, Harry.- saludó, con su voz angelical.

Hola.- respondió embelesado, estado que se acentuó cuando ella se sentó a su lado.

¿Te pasa algo?.- le preguntó, notando que estaba un poco perdido.

¿Qué?.-

Que si te pasa algo.- repitió

No puedes ser tan evidente, Potter. –No, nada.- aseguró.

¿Seguro?.-

Seguro.-

¿Porqué estas solo?

Ron y Hermione están de ronda. ¿No tendrías que estar tú también?-

No, yo hice la anterior. La próxima no es sino hasta dentro de una hora.-

Ah.- dijo, a falta de algo inteligente que acotar. Se preguntó si ése era el momento correcto para descargarse y sacarse ese saco de arena que tenía dentro. Se preguntó si la situación era lo suficientemente apropiada para la confesión que había quedado inconclusa. Después de mucho pensarlo, había decidido que, por más que le dijera que la amaba, ella no cambiaría sus planes por él y que valía la pena decirlo, al menos para no cargar con la incertidumbre de qué hubiera podido pasar. Las cosas se darían como el destino quisiera y no había nada que él pudiera hacer para cambiar eso. Si no lo hacía ahora, tendría que esperar todo un año para hacerlo.

¿Seguro que estás bien?.-

Seguro.-

¿Quieres que me valla?.-

NO, por favor, no te vallas! –No. ¿Porqué querría que te fueras?-

No lo sé. Parecías pensativo cuando entré y tal vez quisieras seguir a solas, sólo eso.-

No, está bien. Mis pensamientos pueden esperar a más tarde.-

Si tú lo dices... - la situación se estaba tornando un poco incómoda. Casi nunca se quedaban sin tema de conversación, y cuando eso sucedía, las aguas no estaban muy calmas. -¿Cómo vas con la rehabilitación?.- preguntó, con la esperanza de que la pregunta no le cayera mal.

Bien, dentro de todo, gracias.- Gracias por hacer hablar al silencio. –Estuve toda la semana haciendo los ejercicios que me mandaron, tomando cuanta poción me pusieron enfrente... Pero valió la pena, porque me siento mucho mejor.-

Me alegro. Es realmente sorprendente lo ileso que saliste de la batalla. Podría haber sido mucho peor.-

Si, es lo que dicen todos. Yo opino que es un milagro que no haya muerto hace diez días. Todavía no sé cómo hice para no caer.-

No digas esas cosas. Todos confiábamos en que saldrías victorioso. ¿No te consta? Te lo dijimos millones de veces, sólo que no querías escuchar.-

Harry no supo qué decir. Más que el voto de confianza del mundo, le importaba su voto de confianza. No había nada más importante que ella. No había argumento válido para explicar la importancia que ella había tomado para él los últimos dos años. Ya nada era más importante que ella.

¿Tú confiabas en que yo saldría victorioso?- Necesitaba confirmar lo que le acababa de decir. Su confianza en él había cobrado más importancia que el de cualquiera. No importaba lo que opinara el mundo. No importaba que el mundo confiara en él. Sólo importaba que ella lo hiciera.

Por supuesto que sí, Harry. No debería caberte duda para preguntar eso. Eres uno de mis mejores amigos¿cómo no iba a confiar en ti¿Cómo no iba a confiar en tu victoria, luego de haberte visto entrenar por años?-

Una vez más, se quedó sin palabras. Lo salvó la puerta, que se abrió por cuarta vez en las escasas dos horas que llevaba de viaje. Thomas entró por ella, salvándolo de aquella incómoda situación.

°°°°°

Cumpliendo con el acuerdo, te escribo habiendo llegado "sana y salva" a Roma. Creo que exageras al desconfiar tanto de los aviones.

Por aquí sigue todo más o menos igual. Roma no ha cambiado demasiado en estos diez años... Cosa que no me sorprende, sabiendo lo conservadores que son aquí.

Pasando a los preparativos: ya he conseguido un precioso vestido, pero hay que hacerle algunas modificaciones, para lo cual Linda vendrá dentro de unas semanas, cuando termine con sus presentaciones en Praga. Creo que sería conveniente que tú vallas encargándote de tu traje estando allí; si lo dejamos para cuando llegues, probablemente no tengamos el tiempo suficiente.

Como verás, los primeros quince días aquí no tuvieron mayores sobresaltos.

Espero que el trabajo marche bien.

Te ama, Anne.

-----

Si, así está bien... ¿O debo decirle que encontré a Donnato? No... probablemente vendría hasta aquí sólo para hacerme una escena... No, mejor no... Después de todo, es sólo mi amigo... Sólo mi amigo.

°°°°°

Cuéntanos, Anne.- dijo Hermione, amablemente. -¿De donde es que vienes?-

Estaban los cuatro, sentados en la terraza de Florean Fortescue, compartiendo un gran pote de helado.

De Italia. Mi padre trabajaba en el Ministerio de Magia de Roma, en la Comisión de Relaciones Internacionales.- expuso Anne. –Lo trasladaron cuando terminó el año escolar. Siempre rotan a la gente de puesto o de ciudad.-

¿Sólo él quedó destinado aquí?-

No, el padre de una amiga también fue trasladado a Londres. Ella vino con nosotros, pero está haciendo compras en la ciudad muggle, con su madre. Más tarde puedo presentárselas, si quieren.-

Por supuesto.- aceptaron los otros tres.

Anne sonrió complacida. Se sentía bien haber conocido gente tan amable en su primera visita al Callejón. Miró su reloj, para controlar que no se le hiciera demasiado tarde. Se sorprendió de la hora que era. El tiempo se le había pasado volando.

Oh, se me ha hecho tarde. Probablemente Thomas ya me está esperando para irnos.- dijo. –Debo irme. Muchas gracias por todo. Supongo que nos veremos en Hogwarts¿no?-

Si, supongo que si.- respondió Harry.

Les presentaré a Carol allí, entonces. Adiós.-

Adiós, Anne. No vemos.- Saludó Harry, levantándose de su asiento para darle un beso en la mejilla.

Adiós, Anne. Un gusto.- agregó Hermione, haciendo lo mismo.

Adiós.- dijo Ron, repitiendo el gesto de sus amigos.

Hasta luego, chicos.- se despidió Anne, saludando con la mano. Se dio vuelta y los chicos la siguieron con la vista hasta que se perdió entre la gente.

°°°°°

Caminaba por entre la gente, dirigiéndose hacia la salida del aeropuerto. Acababa de dejar a Anne en la puerta de arribos del avión.

Se preguntaba si estaba bien lo que había hecho. Tal vez debería haber dejado el trabajo para otro momento y haberse ido con Anne a Roma. Sin embargo, había decidido que lo mejor era terminar con sus tareas en Londres, para estar en cuerpo y mente enteras con su esposa cuando terminara.

Definitivamente, no entiendo cómo entra tanta gente en un mismo lugar. La marea de gente iba y venía por un mismo lugar. Que poco prácticos. Desvió su camino y se metió entre las mesas de un bar, acortando caminó por allí.

Ahora, caminaba más tranquilo. Los bullicios y gentíos nunca habían sido de su agrado.

Paseó su mirada por el lugar y sintió que el aire le faltaba. No, no puede ser. Allí sentada estaba una joven. Una joven que leía un libro y tenía una taza de humeante café al lado. Una joven, poseedora de una cabellera pelirroja que Harry había visto sólo a un grupo de gente en la vida.

Caminó hacia ella, vacilante, luchando por respirar. Concentrada, ella no se dio cuenta de que alguien se le acercaba. No se dio cuenta de eso sino hasta que, sorprendida, sintió una mano sobre su hombro.

Se dio vuelta y vio aquellos ojos esmeralda que no veía desde hacía ocho años y que tanto había extrañado.

¿Ginny?-

°°°°°

Muchas gracias a SpyWitch, Conny-B (lean sus fics, son los dos fantásticos), marce y Gerulita, que han comentado los capítulos anteriores.

Como siempre, dejen reviews, por favor! Saludos!