Notas: Acabo de ingerir veneno y no me siento del todo bien o.o pero como sea, aquí va...
Agradezco a Eleone (¡Hola, prima! :3 Gracias por tu review; aunque no entiendo qué tiene que ver Remus aquí O.o... No, no es él... ni ella, ni ese tampoco. Nos veremos otro día por msn n-nU), Ana-San (Lo que pasa es que a Sirius le gusta mucho hacerle escándalos a James o.ou), Stargirl ("No eran grandes cosas, pero eran cosas que él amaba" .. tee-hee. Gracias por tus comentarios. Y no estaba celoso :3), anna potter, XiCaPRoNGs, Diabolik (Ese beso tendría que haber sido suyo :3), sayuri (calma u-ú), Aliena-wolf (sigo sin entender por qué creen que es Remus O.oU) y Sakuratsukamori (no tienes idea de los ánimos que me das para seguir escribiendo... muchas gracias, prometo seguir esforxándome para no dejar de gustarte :3) por sus reviews!
Akí va el fic.
WUNDERDING
5- Enjoy! I really like you...
"¡¿Alguien te besó y no me lo habías dicho?!"
Suspiró, ligeramente, con la vista clavada en el campo de quidditch y aquellas palabras sacudiéndose violentamente dentro de su cabeza.
Estaba celoso...
Soltó una risa hueca. El sonido ausente de la regadera le relajaba. La brisa fresca agitando su cabello ya revuelto y la sensación de saber que no necesitaba sus anteojos para poder admirar el paisaje a sus pies.
Los árboles de Bosque Prohibido sacudiendo sus ramas y el humo levantándose de la cabaña de Hagrid. Las banderas ondeaban en el campo de quidditch y, abajo, podía ver algunas luces encendidas en las primeras plantas.
"Te veré esta noche."
Se ruborizó ligeramente al darse cuenta de que le esperaba...
"¿Quién eres?"
Nadie respondió. La habitación se encontraba vacía: Remus en una reunión de prefectos, Peter en la regadera y Sirius... ¿Dónde estaba Sirius?
Estaba celoso...
Como si eso fuese posible.
La puerta rechinó ligeramente, movida por la brisa, pero no le prestó atención.
Levantó su mirada y el cielo oscuro le miró desde arriba. Había pocas estrellas. Pronto darían las nueve y no había ya muchas personas en los corredores, así que no había problema si decidía ir a dar una vuelta por ahí...
Se incorporó sobre sus rodillas, pero apenas se levantaba para ir a su baúl a sacar su capa y el mapa, cuando una risita burlona le hizo detenerse de golpe, volver el rostro hacia todas partes, tratando de ver algo que no fuese la luz de la puerta cerrada del baño y las cortinas agitándose en la cama de Lupin.
"¿Q-quién..?"
"Quédate ahí." respondió una voz, y James obedeció instantáneamente. "Me gusta ver tu ropa moviéndose con el viento..."
Él.
"¿¿Cómo has..??"
"Por la puerta, claro." y al pie de la cama de Prongs, una figura alta y delgada se incorporó, con sus ojos blancos brillando ligeramente entre la oscuridad. Dio un paso hacia James y éste ensanchó sus ojos, tratando de ver algo que no fuese la silueta entre las sombras de la habitación. "¿En dónde están los demás?"
"...R-Remus está en una reunión... y Peter se está duchando.." repuso Prongs, señalando la puerta del baño con la cabeza.
"Bien." y acercándose todavía más, el extraño extendió un brazo hacia la puerta cerrada y con un movimiento de su varita ésta quedó sellada con un par de candados.
James le miró, estupefacto.
"¿P-Por qué...?"
Su invitado sonrió, ampliamente, conforme se acercaba más a él. "No deseo que nadie nos moleste.." y por alguna extraña razón su voz hizo que James se estremeciera todo, bruscamente.
"S-Sirius..."
El muchacho detuvo entonces sus pasos, violentamente.
"¿Qué?"
"No sé dónde esté Sirius.." continuó James, mirando la puerta que daba al corredor. "Él podría..."
"No, no podría." interrumpió el otro, deteniéndose finalmente frente a Prongs, quien levantó su mirada hasta que ambas se encontraron. "Ya me he encargado de eso."
"¿Cómo dices..?"
Volvió a reír, de forma ausente, antes de tirar de la cintura de James y golpear el cuerpo delgado del animago contra el suyo.
"Eso es lo de menos." susurró, con sus labios muy cerca del oído derecho del más pequeño, quien jadeó audiblemente.
"¿Q..qué vas a...?" las palabras de Prongs se vieron interrumpidas por un par de labios calientes que se cerraron sobre los suyos, sin mucha alegoría, mientras el otro cuerpo le empujaba suavemente hacia una cama cualquiera.
Y por extraño que esto pareciese, James no puso ninguna clase de resistencia... en cambio abrió sus labios y dejó que la lengua ansiosa del extraño junto a él entrase libremente dentro de su boca, acariciando cada rincón de su cavidad.
Gimió, pesadamente, cuando su espalda tocó la superficie de la cama de Sirius, y su estómago comenzó a sentirse pesado.
Pero no hizo nada para remediarlo...
Las manos del joven sobre él comenzaban ya a descender por su cuerpo, hacia sus caderas, y él no pudo hacer mucho al respecto salvo jadear y aferrarse al cuello delgado de éste, quien parecía que jamás dejaba de sonreír.
"¿Quién eres tú..?" balbuceó Prongs, y el otro rió entre dientes.
"¿Realmente importa?"
"A mí me importa..." la respiración pesada del extraño golpeando su rostro enviaba corrientes eléctricas a través de su espina dorsal.
"¿Por qué?"
"Porque no puedo permitir que alguien a quien no conozco venga a..." se ruborizó, y el otro ensanchó su sonrisa.
"¿Y qué si te digo que me conoces?"
"¿¿Te conozco??"
"Tal vez.."
"Por favor, dime quién eres..."
Pero el otro no volvió a decir nada cuando se inclinó para besar el cuello de James, quien apretó su abrazo y soltó un largo y placentero gemido.
Los labios del arquero descendiendo por su cuello y volviendo a ascender hasta su oreja derecha, con la punta de su lengua trazando su trayectoria sobre la piel pálida de Potter, las manos traviesas acariciando y apretando puntos excitantes y esa respiración caliente que golpeaba el cuerpo delgado de James, enviando sensaciones hasta ahora desconocidas a través de los sentidos adormecidos de éste.
Sus dientes se cerraron alrededor del cuello frágil y Prongs volvió a gemir, esta vez más fuerte, mientras apretaba sus puños alrededor de la tela áspera de la túnica negra que el otro llevaba puesta.
"D-dime quién eres... necesito saberlo..."
No obtuvo por respuesta más que una débil succión seguida muy de cerca por una risa entrecortada.
Peter golpeó la puerta.
"¿Por qué has estado haciendo todo esto..?"
"¿No lo has comprendido?"
"No puedo creerte..."
"¿Por qué no? ¿No te lo he demostrado ya?"
"No sé quién eres..."
"¿Y para qué quieres saberlo?"
"Porque deseo devolver estos sentimientos a alguien que tenga rostro..."
El muchacho desprendió ligeramente su cuerpo del de James y le miró, fijamente, con una débil sonrisa en sus labios.
"¿Qué sentimientos..?"
"...yo..." las mejillas de Prongs enrojecieron, ligeramente, y volvió el rostro hacia un costado.
Peter llamaba cada vez más histérico.
Unos labios se posaron, apacibles, sobre su frente y James jadeó en respuesta.
"Tendrás un rostro cuando llegue el momento.." luego se incorporó completamente, seguido de la mirada castaña. "Tengo que marcharme."
"¿¿Por qué??" gimoteó Prongs, y se sorprendió a sí mismo al notar la mirada confusa del otro. Se ruborizó más.
"No importa. Regresaré pronto..." volvió a inclinarse, y sus labios se encontraron con los de James, quien devolvió un beso ansioso.
Alejándose, caminó hacia la ventana, miró a James de reojo y luego, ante el horror de éste, dio un paso al frente y su cuerpo desapareció.
"¡¿QUÉ DEMONIOS..?!" pero cuando James llegó a la ventana, él ya no estaba.
Se echó para atrás, todavía respirando fuertemente, cuando alguien empujando la puerta del corredor le hizo volver el rostro de golpe, asustado.
Era Sirius.
Sirius Black, echando pestes.
"¿Padfoot?"
"¡¿Qué?!" exclamó Black, caminando a pasos largos hasta su cama y deteniéndose al pie de ésta. "¿Qué le pasó a mi cama?" inquirió, frunciendo el ceño y levantando la mirada hacia un ruborizado James.
"L-lo siento... estaba en ella..."
Los ojos grises le miraron por un momento.
"Bien." luego se dejó caer sobre el colchón bruscamente.
"¿Qué sucede?" pidió Prongs, caminando hacia él.
"¡Shacklebolt!" gruñó el animago, mirando de reojo a su mejor amigo.
"¿Qué con él?"
Padfoot permaneció en silencio un momento, mirando la figura de Prongs erguida contra la luz que se colaba por la ventana.
"N-nada.." se ruborizó y volvió el rostro hacia un costado. "Dice que... todos en la escuela están diciendo que tuve un ataque de celos en Pociones.." alcanzó a balbucear, huyendo de la mirada de un sorprendido Prongs.
"¿Qué?"
Silencio. Sirius tosió ligeramente.
"Ya veo." dijo Prongs, y levantó la cabeza hacia la puerta del pasillo. "Bueno, tal vez debería ir a callarles esa boca, ¿No crees?" sonrió a Sirius, quien le miró también, ligeramente sonrojado.
"Yo..."
Nada. James miraba sus pies fijamente y Sirius lo miraba a él.
"James.. yo... siento lo que sucedió en la mañana.."
"Está bien, no te preocupes." respondió el otro, con una sonrisa.
"No, es que yo... no sé, creo que realmente me puse celoso..."
Los ojos castaños de Prongs se volvieron hacia él, bruscamente.
"¿Co-cómo..?"
Sirius inclinó la cabeza y varios mechones de su cabello negro cayeron sobre su frente.
"Es decir... jamás me habías ocultado algo así y, bueno.."
"¡No te oculté nada!" se defendió Potter, sonrojándose furiosamente. "Es sólo que... no había tenido la oportunidad de..."
"¿Quién fue?" interrumpió Padfoot, y James lo miró, fijamente. "James..."
"Te burlarás de mí.."
"¡Nunca haría algo así! Eres mi mejor amigo.."
A M I G O
Prongs se sentó a su lado, sintiendo una punzada en su pecho, y le sonrió de forma ausente.
"¿Recuerdas las flechas?"
"Seguro, pero..." los ojos grises de Sirius temblaron. "¡¿Estás diciéndome que..?!"
"...vaya... ¿Y quién es?"
"¿¿James??"
"N-no lo sé.."
Sirius saltó sobre la cama, anonadado.
"¡¿QUÉ?!" gritó, mirando aterrorizado a James. "¡¿Estás diciéndome que has permitido que te bese un completo desconocido?!"
"...heh..."
"¡Bueno, pero estará en Hogwarts, ¿No?!"
"...sí, supongo.."
"¡¿CÓMO QUE SUPONES?!"
"...lo..lo vi anoche, cuando entraste en la Sección Prohibida..."
"Ah..." Black frunció el cejo. "Demonios, y ni siquiera encontré nada ahí.." refunfuñó, frotándose la herida todavía abierta.
"Y hace unos segundos...."
"¿Eh?"
"...estuvo aquí.."
El rostro de Padfoot se decoloró, y dentro del baño, Peter se dejó caer de rodillas, chillando porque alguien abriese la puerta.
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"...Sirius..."
Nada. Sirius Black continuó caminando frente a él, sin molestarse en volver el rostro.
"...Vamos, Sirius... No puedes seguir enojado conmigo.." gimoteó James, tirando de su manga detrás de él, centro de varias miradas indiscretas de algunos grupos de Ravenclaws y Slytherins que pasaban por ahí. "Padfoot.. ya me disculpé contigo... ¿Qué más quieres que te diga?"
"¡Por Merlín, eres mi mejor amigo! ¡¡No puedes tomar esto así!!"
Entonces, finalmente, Sirius se detuvo. Volvió el rostro hacia él, implacable, y lo miró.
"Y es por eso mismo que lo estoy tomando como lo estoy tomando.." siseó, de forma fría. "¡¡¡No puedo creer que hallas dejado entrar a un maldito psicópata a nuestra habitación, así como si nada!!!"
"....yo..."
Los brazos de Padfoot se extendieron hacia él y sus manos se cerraron alrededor de sus hombros, fuertemente.
"Me preocupo por ti, James, ¿No lo entiendes? ¡¿Qué si se trata de alguien que desea dañarte?!"
"...n-no sé... yo..." inclinó la mirada, pero una de las manos de Sirius sujetó bruscamente su mentón y tiró de él hacia arriba. Su mirada de furia comenzó a desvanecerse, dando paso a una de preocupación, y James se sintió repentinamente culpable.
"¿Qué fue lo que te dijo?"
"No mucho realmente..."
"¿Cómo entró a la torre?"
"Eh... ¿Por la puerta?"
"¿¿¿Es un Gryffindor???"
Prongs parpadeó, sorprendido de su propia torpeza. Debía de ser un Gryffindor para poder entrar, eso era algo prácticamente obvio... Cabeceó.
"Supongo que sí..."
"¿Cómo es?"
Los ojos castaños le miraron fijamente por un segundo.
"Es alto... y tiene el cabello negro.."
"Es un hombre."
"...heh........"
"¿Y su rostro?" continuó Padfoot, como si nada, y James carraspeó.
"...no sé... usa una máscara o algo.."
"¿Qué?"
"No sé quién pueda ser..."
"Ya veo.."
Aflojando su agarre, Sirius desvió su mirada hacia un costado, como si estuviera pensando.
"¿Sirius?"
Entonces volvió a tirar de él, hasta que sus cuerpos chocaron y los brazos de Black envolvieron su espalda suavemente, la cabeza reclinada sobre uno de sus hombros.
"Me encargaré de conseguirte un rostro." susurró, y James se ruborizó ligeramente. "Todo estará bien.."
Torpemente, ignorando las miradas curiosas de los estudiantes que pasaban por el pasillo, James asintió y envolvió sus brazos alrededor de Sirius, cuya espalda se tensó por un segundo.
"Ahora dime si te gusta..." murmuró Black, con su respiración golpeando la piel de Prongs, y éste enrojeció todavía más.
Pero no respondió.
Y con la nariz pegada a la piel de su cuello, Sirius sonrió, débilmente, enterrando su mirada gris y vacía en el joven de cabello castaño que les observaba al final del pasillo, junto a otro todavía más pequeño.
continua...
