Disclaimer: Saint seiya y todos sus personajes no nos pertenecen
Los dialogos van entre "comillas"
"Cap 7: el principio del fin"
Shión estaba reunido en sus aposentos con algunos de los caballeros dorados, Afrodita, Camus, Milo, Mü y Aldebarán. Estaban tratando algunos temas sobre seguridad del recinto sagrado y otros, pero sobre todo de la extraña afectación que sufrían ciertos santos y amazonas, e incluso su propia diosa. Y eso los tenía un poco desquiciados, pues si bien no habían sentido nada que hubiera perturbado su tranquila y apacible vida después de su última batalla contra el dios de los muertos, era muy raro lo que les estaba ocurriendo.
"Maestro" – dijo Mu- "Quizá se trate de una especie de gripe que les afecta la conducta"
"O simplemente que se les ha cruzado el cable" – fue Milo quien habló- "aunque a mi no me molesta para nada ese comportamiento" – dijo como recordando algo que hizo que su sonrisa se ensanchara un poco más.
"Claro¡a ti que te va a importar!" – Camus lo miró seriamente- "si a ti te encanta que las mujeres te vallan acosando por ahí. Ni siquiera por que se trate de tu propia diosa deja de gustarte".
"Tampoco es para tanto... además si a ella le gusta tocarme el culo ¿quién soy yo para negarme a sus deseos? Como mi diosa, debo respetar sus decisiones... jijijiji" – dijo Milo como si fuera lo más normal del mundo.
"Caballeros, se están desviando del tema"- Shion los miraba sin dar crédito a lo que sus oídos escuchaban. Pues si que están mal las cosas. – "debemos hacer algo para intentar resolver esta situación" – se quedó pensando unos momentos sopesando todas las opciones y añadió – "creo que lo mejor que podemos hacer en estos momentos es dejar encerrados a todos los aquejados de este mal hasta que encontremos la manera de devolverles a su estado normal, incluida la propia princesa"
"¿Y cómo lo haremos" – preguntó Aldelbarán.
Pero justo en ese momento hizo su aparición Saga, que llegó rojo como un tomate y respirando dificultosamente por el tremendo carrerón subiendo por las escaleras. Shion y el resto se le quedaron mirando mientras esperaban a que recuperara el resuello. Luego le pidieron que explicara porqué llegaba tarde a la reunión y en semejante estado. Saga les contó que era por culpa de la señorita Kido.
Él subía con su hermano cuando se encontraron en Leo con ella y Aioria y como estaban en una actitud un tanto rara, decidieron que lo mejor era intentar hablar con ellos, pero a solas, así que su hermano se quedó con el caballero y él se llevó a la diosa, pero las cosas no salieron como él esperaba y tuvo que salir huyendo porque Athena había intentado besarlo, y quizás algo más...
Pero los allí presentes no atinaron a razones y se le echaron encima (excepto Milo que pensaba menuda suerte la suya) por asalta- cunas, diciendo cosas como que si no había tenido suficiente con intentar matarla 2 veces, que si ahora quería seducir a una pobre cría de 13 años y cosas por el estilo, con lo que el pobre geminiano tuvo que salir corriendo para mantener su integridad física intacta y otra vez fue corriendo escaleras abajo como alma que llevaba el diablo.
Para su mala suerte (y buena de Tamy) vio a lo lejos a la chica que venía corriendo hacia él con los brazos abiertos y gritándole. El pobre se asustó y corrió con más desesperación buscando una vía de escape.
"NOOOOOOO!- gritó mientras se alejaba de allí perseguido por Saori.
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Varios cientos de escaleras más abajo, en el noveno templo Dohko seguía ajeno a todo lo que ocurría a su alrededor, seguía pensando en su mala suerte y no se había dado cuenta de que la armadura de Sagitario había vuelto a salir de su caja. Como la había despertado de su descanso se encontraba un poco enfadada y con ganas de fiesta. Pero como su dueño, Aiorios, no estaba pensó que de mientras se divertiría un poco con Dohko.
Lo buscó y lo encontró tomando un refresco en la salita del templo, pero no se había dado cuenta de su presencia. Golpeó el suelo que sonó como TOC TOC.
"¿Quién es?" - respondió Dohko pensando que estaban golpeando la puerta para entrar. Entonces sintió unos ligeros golpecitos en su espalda. Se giró para ver de quien se trataba y del susto pegó un salto con el que casi se cuelga de la lámpara del techo. Cuando volvió a poner los pies en el suelo fue retrocediendo al ver a la armadura acercarse a él, hasta que su espalda tocó la pared. La armadura se estaba divirtiendo ese día de lo lindo. Hacía tiempo que no se lo pasaba tan bien.
Dohko intentó zafarse por la derecha pero ella se lo impidió, al cabo de unos cuantos segundos lo intentó por la izquierda, pero se lo impidió de nuevo. Desesperado por verse solo ante el peligro le dijo:
"MOZAAA! (pasaba demasiado tiempo con Aiorios) estate quieta!"
Pero como ya había demostrado ella en veces anteriores, que la llamaran así no le gustaba un pelo, y sacó una flecha (por si alguien se pregunta de donde las saca, todavía estamos investigando), le apuntó y la soltó sin contemplaciones.
"¡Cuerpo a tierraaaaaaa!" – Dohko se tiró al suelo y la flecha pasó, abriendo un agujero en la pared detrás de él. La famosa entrada al laberinto de la casa de Sagitario. Adri se levantó y miró la entrada que se acababa de abrir, luego miró a la armadura que ya estaba lista para hacerle una nueva jugarreta y decidió que en esos momentos lo mejor era escapar por el laberinto.
Como contar todo lo que el pobre tuvo que pasar hasta la salida sería alargar la historia hasta matarnos del aburrimiento mejor lo dejamos en que cuando volvió a salir estaba lleno de barro, con pequeñas cortaduras en brazos y piernas, todo despeinado y sudoroso y balbuceando cosas como no sé qué de una armadura psicótica que quería acabar con su vida.
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Shion dio las últimas instrucciones del plan "AEL" cuyas siglas se correspondían con: "Atrápame Ese Loquito" a los caballeros y cada uno salió hacia sus respectivos puestos. Hasta él mismo había decidido que tenía que hacer algo y se encaminó en busca de Dohko hacia el séptimo templo. Cuando iba llegando al noveno, vio de lejos a Dohko que salía de allí corriendo.
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Cuando Dohko se incorporó vio que en una de las paredes había un mensaje escrito: vallas donde vallas, te estaré observando. Se giró todo asustado y vio que la armadura se encontraba detrás, riéndose de él y lista para lanzar otra flecha. Salió corriendo hacia donde venía Shion y lo alcanzó a tirar al suelo con un placaje cuando la flecha estaba a punto de alcanzarlos.
"Uy, que golpe" – dijo Shion mientras se incorporaba y se sobaba la rabadilla – "como en los viejos tiempos jejeje" – mientras ayudaba a Adrián a levantarse.
"Oye, que viejo lo serás tu"- dijo Dohko muy molesto. Lo que le faltaba, por si fuera poco que una armadura con vida propia y desquiciada le quisiera matar, encima venía este tarado de pelo verde con dos puntos en la frente a llamarlo viejo. ¡El colmo!
"Claro que soy viejo, como tu. Por si no lo recuerdas tenemos como 263 años o por ahí"
"¿Ah, sí? Y yo que creía que tenía 21..." – Dohko lo miraba fijamente tentado de tocarle los puntos de la frente de Shion. (¿Qué tendrán que todos los quieren tocar?)
"Bueno, eso es porque tu cuerpo los aparenta, pero no es real" – Shion lo agarró de un brazo y se encaminó con él hacia arriba – "te veo un poco estresado" – Dohko asintió – "se me ocurre que hace mucho que no charlamos y pensaba que, aprovechando que Athena no se encuentra en su templo, mientras yo preparo algo de picar tu podrías aprovechar para darte un baño en su yacuzzi, que no veas como relaja. Y luego recordamos viejos tiempos, viejas batallas, nuestras juergas de jóvenes y todo eso. ¿Qué te parece?" – espero que pique el anzuelo.
Llegaron y Shion lo guió hasta el cuarto de baño, abrió la puerta y lo empujó suavemente hacia el interior. Luego cerró la puerta y puso el seguro desde afuera sin que Adrián se diera cuenta.
"Ya está, uno menos"- dijo Shion mientras se alejaba del lugar para estar pendiente del resto.
Dohko creyó lo que Shion le había dicho y se dispuso a darse la ducha. Estaba todo guarreado, así que por el momento eso fue lo que hizo. Al cabo de unos 20 minutos, más o menos, encontró algo de ropa limpia por allí y se la puso. Luego se dirigió hacia la puerta e intentó abrir, pero no pudo. Llamó a Shion pero nadie contestaba. Desesperado nuevamente se dedicó a golpear puerta y paredes para que le sacaran con tan mala suerte que golpeó una tubería y ésta se rompió. Empezó a salir agua y poco a poco el nivel del agua fue subiendo.
"Hay mi madre"- dijo- "este sueño hace mucho que dejó de gustarme. Quiero despertarme ya"- y siguió aporreando la puerta.
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Mila atravesó sin problemas el primer templo. Solo se encontraba Kiki, pero como Mu no estaba el niño se dedicaba a hacer el vago y la dejó pasar. Pasó Tauro sin encontrarse con su guardián y Géminis también. Y llegó a Cáncer.
Shaina entró en el templo como si no fuera con ella, es más, creo que ni siquiera pensó que DM pudiera estar ahí. Pero cuan grande fue su sorpresa al encontrarse con el guardián de esta casa recién salido de la ducha, con solo una toalla rodeando su... ejem. En ese momento Shaina se quedó petrificada mirando al caballero, babeando ante su escultural figura (será malo maloso, pero de que está bueno, lo está). Máscara se dio cuenta de la reacción de ella, y sonriéndose con una de esas sonrisas maliciosas se fue acercando lentamente a ella, que seguía sin apartar su vista de su cuerpo.
Cuando hubo llegado hasta donde ella se encontraba parada lentamente acercó sus labios a los de ella, que puso sus manos en el torso de él, acariciando. En ese preciso momento, cuando sus bocas estaban a escasos milímetros se oyó de fondo un carraspeo que rompió el bello momento que había, haciendo que se giraran hacia el lugar del ruido.
"¿Qué haces?" – fue la pregunta que le hizo Shiryu a su novia, mientras cruzaba los brazos con cara de muy pocos amigos.
"Tienes razón" – contestó ella, y entonces se dedicó a estrujar las tetitas de MM, éste último parecía muy divertido con la situación. Se oyó otro fuerte carraspeo y algo así como un gruñido.
"¿Qué estás haciendo!"- volvió a decir Shiryu, a lo que ella contestó de nuevo con un simple "tienes razón" y esta vez puso sus manos en el culo de MM y lo estrujó.
"¡MI-LA-GROOOS!"- y un Juan Carlos muy cabreado salió del lugar.
Entonces MM ya no pudo seguir aguantando la risa y también se fue hacia los aposentos privados de su templo, dejando a una Shaina un poco desconcertada por la reacción de su novio. Al final se marchó de allí en busca de sus amigas. (1)
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A la par que ocurría esto en Cáncer, Mu y Alde habían llegado a Virgo, donde se encontraba Shaka meditando (o durmiendo, no lo tenemos muy seguro). Aquí Mu dijo a Alde que fuera él a hablar con Shaka, ya que de fijo a él no se atrevería a hacerle algo por semejante propuesta. Y Mu se fue en busca de los santos perdidos, digo de los santos de bronce, ya que ellos se encargarían del dragón, y Alde entró a hablar con Shaka. Le contó todo lo que había ocurrido en el templo del patriarca y la conclusión a la que habían llegado respecto de los aquejados por tan devastador mal.
"¿Y qué quieren que haga yo?"- fue la respuesta del santo de la virgen – "alguien tan cercano a un dios no se ocupa de esas cosas... "
"Pero tú eres hindú, sabrás como ocuparte de una cobra" – contestó Alde – "seguro que sabes hipnotizarla o algo así para poder encerrarla sin que nos saque los ojos"
"No todos los hindúes sabemos hacer eso"
"Pero seguro que tú, tan cercano a un dios seguro que si..." – fue la respuesta de Alde, con mucho retintin.
"Ahí me has pillado ¬¬. Está bien, lo haré." – contestó Shaka mientras se levantaba y ajustaba su túnica- "Pero sólo porque así Saori me dejará meditar tranquilo y en paz "
Alde satisfecho consigo mismo se marchó hacia su propio templo. A los pocos minutos apareció Shaina de muy mal humor, y no por lo ocurrido en Cáncer, sino porque cuando llegó a Leo sus amigas no estaban allí y ahora tenía que subir hasta arriba del todo.
"Pareces un poco estresada"- en esos momentos Shaka estaba recargado contra un pilar, siempre con sus hermosos ojos cerrados y el pelo flotando suavemente a su alrededor. Ella sólo respondió con un gruñido y cara de pocos amigos. – "Sé de algo que puede relajarte"
"¿Seguro qué sabes cómo relajarme?"- le contestó con una voz muy seductora y una mirada lujuriosa pintada en su rostro que consiguió poner muy nervioso a Shaka.
"Sí, claro. Con música... la música relaja a las fieras"- y sacó una flauta sabe dios de dónde y se dispuso a tocar. Mila parecía como en trance, con los ojos en blanco, y balanceándose al compás de la música fue tras Shaka que la guiaba hacia el templo del patriarca, donde la dejó encerrada en el mismo cuarto que Dohko, al que ya le llegaba el agua a la cintura. (Dohko en el baño y ella en el cuarto)
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Aiorios después de salir del templo de su Aioria estuvo dando vueltas por ahí sin rumbo fijo hasta que llegó a un bosque que no estaba muy lejos de los doce templos. Todavía algo resentido con su novia por que había preferido a Kanon que a él (lo siento mucho, pero ¿quién no querría a Kanon?) se sentó en un tronco caído a pensar.
Pero no le dio tiempo a pensar mucho porque unos ruidos cercanos lo distrajeron. Miró hacia el lugar de donde provenían los ruidos para ver acercarse hacia él a Shura, que venía lenta y seductoramente. Aiorios se le quedó mirando pasmado mientras pensaba ¿Y a este que mosca le pica?
"¿Te gusta lo que ves?" – solo se le ocurrió preguntar al santo de la cabra .
"No"- fue la respuesta de Aiorios, provocando una caída estilo anime del español.
Shura repuesto de la impresión se levantó como si nada y siguió con su tema: "Había pensado que luego tu y yo... en mi templo..."- se acercó hasta él y le fue pasando una mano por los brazos, pecho- "unas velitas..."
Aiorios no sabía dónde meterse y mucho menos como sacarse a la cabra de encima sin parecer muy brusco. Así que se negó muy educadamente, pero el españolito seguía insistiendo. "Si no salgo huyendo ahora éste seguro que acaba sodomizándome" pensó Álvaro. Y nada más terminar de pensarlo salió corriendo.
"Hoy no te me escapas"- dijo divertido Shura mientras veía alejarse al de sagitario, luego salió corriendo tras él.
Aiorios corrió y corrió hasta que al gran templó llegó. En un cuarto se metió y allí se escondió. Pues Shura venía pisándole los talones y no estaba para juegos de ese tipo. Shura había visto dónde se había escondido y cuando fue a entrar apareció Shion y se lo impidió, mientras lo alejaba de allí y le contaba que estaba ocurriendo.
Aiorios estaba recostado contra la puerta de la habitación con los ojos cerrados. Cuando sintió que Shura se alejaba los abrió y vio que allí de pie se encontraba Shaina que lo miraba con cara de interrogación.
"¿Y tú qué haces aquí?- preguntaron ambos a la vez.
"Yo... ni idea..." – contestó ella- "lo último que recuerdo es que estaba con Shaka y de repente aparecí aquí"
"Joer, desde que estamos aquí parecéis las tres perras en celo. Conmigo no os ponéis así..." – dijo haciendo un puchero- "no sé que tengas estos caballeritos que no tenga yo..."
"Son altos, guapos, atléticos, atentos, tienen morbo..." – estuvo enumerando un sin fin de cualidades más.
"Vale, vale, me quedó claro"- y se sentó en una silla que había por allí.
Y en el cuarto de baño Dohko ya se encontraba con el agua a la altura del pecho. El pobre ya empezaba a desesperar un poquito, pero muy poco.
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En una habitación no muy lejos de allí estaban los de bronce (incluido Seiya) con chichones por todo el cuerpo, de seguro se habían agarrado a golpes o vete tu a saber. Hyoga estaba haciendo hielo para ponerse y Shiryu estaba sentado algo más apartado del resto, mientras pensaba que menuda panda de pringaos estaba rodeado. Shun apareció de nuevo, pues se había ido a algún lado, y se acercó a su hermano para cuchichearle algo al oído (Mu acababa de hablar con él y le había pedido que llevase a Shiryu al cuarto con los otros). Ikki asintió y le siguió la corriente.
"Oigan chicos¿por qué no jugamos a algo?"- preguntó Shun con su carita más inocente.
"No"- fue la tajante respuesta del resto, excepto Ikki, que ya estaba tronando sus nudillos.
"Porfa, a la gallinita ciega"- y el niño puso cara de borrego a medio morir mientras intentaba convencer a Shiryu, lo que aprovechó Ikki para explicar a los otros dos lo que ocurría.
"¿Y quién se la queda?" – preguntó Seiya.
"¿Pues quién más?"- le contestó Hyoga mientras le asestaba un pequeño collejón , ya por el mero echo de ser una costumbre.- "Shiryu, se le da bien eso de no ver nada"
"Pero yo no quiero"- contestó el aludido.
"Tú si quieres"- fue la tajante respuesta de Ikki, con su típica mirada de niégate-otra-vez-y-muere.
"Vale, yo si quiero"- y se dejó que le pusieran una venda en los ojos.
Una vez con ella puesta entre los cuatro le agarraron y le condujeron a otra habitación con el pretexto de que esa otra era mucho más grande y podrían jugar sin tropezarse. Dicha habitación resultó ser donde estaban los otros encerrados. Le dejaron allí y salieron a todo correr. Juan Carlos se dedicó a buscarlos creyendo que seguían jugando.
"¿Voy bien¿Voy bien?"- preguntaba en voz alta con los brazos extendidos.
"No cariño, no vas bien" – Shaina lo miraba sin saber que estaba haciendo su novio. Éste se quitó la venda y se quedó mirando a Aiorios y Shaina.
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Aioria seguía buscando a Kanon por todo el santuario, pero como no fue capaz de dar con él decidió regresar a su templo y descansar un rato, a parte de que había dejado a su pequeño minino sólo y de seguro ya se habría intentado comer a alguien. Al llegar vio sentada en las escaleras de la entrada a Marin, parecía aburrida, como si llevara mucho rato esperando.
"¿Marin¿Qué haces aquí?"
"Yo... Qué difícil es esto. Pues he estado pensando un poco sobre lo ocurrido... y venía a pedirte perdón por haberte golpeado antes"- dijo ella mientras se ponía en pie y se acercaba al caballero.
"Oh, no te preocupes, ya no tiene importancia"- dijo el caballero. Capaz que si le digo lo contrario me arrea otra...
"Bueno, y ya que hemos hecho las paces... se me ocurre que podríamos... jugar a algo" – terminó la frase la amazona del águila.
"¡Me pido las fichas negras!"
"No es ese tipo de juego" – contestó ella mientras se acercaba al santo y sacaba un látigo de detrás suyo.
En ese momento Aioria se quedó como hipnotizado ante el látigo y le salió el minino que llevaba dentro. Marin también saco un aro enorme e hizo chascar el látigo contra el suelo, como los domadores de los circos. Aioria no lo pudo resistir y saltó a través del aro, cayendo en un saco que estaba situado debajo y Marin lo cerró.
"Ya está"- ella terminó de cerrarlo y silbó - "ya podéis salir a por él, chicos"
Camus y Milo salieron de detrás de las columnas en las que estaban escondidos y se acercaron a recoger el saco a los pies de Marin.
"No sabía yo que te gustaban ese tipo de juegos"- dijo Milo mientras le guiñaba un ojo a la amazona- "con razón este santito"- mientras señalaba el saco- "no deja que se te acerque nadie..."- y ella en respuesta le atinó una colleja al escorpión y luego se marchó.
"Te está muy bien empleado"- contestó Camus intentando aguantar la risa. Luego entre los dos llevaron el saco a la famosa habitación de Athena, donde estaban los otros encerrados. Tan rápidos fueron que los otros no vieron nada hasta que cerraron la puerta.
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David pensó que lo mejor era dejarlo ya porque estaba ya por amanecer y no había dormido nada de nada, pero es que estaba realmente interesante. Decidió que echaría un sueñecito cortito y luego seguiría leyendo. Así que dejó el libro sobre la mesita y se dispuso a dormir un rato.
Continuará...
Notas de Autoras:
(1)Lo que pasó de verdad en la casa de Cáncer es otra escena censurada que podréis leer en el Fic "escenas censuradas de Viaje al Santuario", esta en la categoría "M".
Gracias a todos por leernos.
