Toda esa semana se la pasaron terminando de organizar el festival. Paola había notado que Kojiro ya no hablaba con ella como antes, como si la estuviera evitando. Cada vez que se quedaban solos, él se iba con alguna excusa o la ignoraba deliberadamente, lo que por alguna razón le provocaba una punzada de desilusión en el pecho. Ken se comportaba de un modo distinto, no tan diferente al de antes, pero sí un poco más cariñoso y jovial, porque como ya había aceptado su situación con ella, eso ya no lo avergonzaba. Por una parte la muchacha se sentía triste, pero por otra, cuando estaba con Ken el día se le alegraba sin razón alguna. Debido a que su confusión emocional había ido en aumento trataba en ocasiones de estar a solas meditando.
-Paola... –la buscó Kazuki, entrando en su dormitorio- ¿Qué estás haciendo?
Paola estaba cabeza abajo, con los pies apoyados en la pared.
-Meditando –respondió su amiga
-¿Y cuándo sabes que meditaste lo suficiente? –le preguntó su amigo, arrodillándose junto a ella- ¿Cuando el rostro se te pone morado?
-Kazuki, me estás perjudicando –le reclamó Paola, que ya tenía un color guindo en la cara debido a la posición nada fisiológica en la que se hallaba
-Lo siento, pero no entiendo para qué tanta meditación
-Cosas de mujeres –contestó la muchacha, deslizándose lentamente hasta quedar de pie- Por cierto ¿nadie te vio entrando aquí? Sabes que está prohibido
-No, y no le veo lo malo, no estoy haciendo nada indebido
En ese momento Yuuki entró y no se percató de la presencia de los muchachos. Ingresó en el baño, dejando la puerta abierta.
-Oye Yuuki, Kimiko dijo que ordenaras tus envases de cremas –comentó Paola
-Ay Kimiko, se pasa de ordenada –se quejó Yuuki, saliendo del baño mientras se quitaba la camiseta y se quedaba en ropa interior
-Hola Yuuki –la saludó Kazuki cordialmente
-Hol...¡Kazuki, qué haces aquí! –exclamó la muchacha avergonzada, tratando de cubrirse
-Vine a visitar a Paola –explicó el chico, contrariado
-¡No puedes aparecerte así en ninguna habitación de chicas! –lo regañó Yuuki, dando un portazo para encerrarse en el baño
-Si fuera tú no estaría dándomelas de trigo limpio –contestó Kazuki tranquilamente- Ya sabemos que tú eres una de las pervertidas que andaba espiando al vestidor de los varones desde un baño
-¿Cómo se enteraron de eso? –preguntó Paola sorprendida
-No me digas que tú...¡ay Paola! Si querías ver a Ken en paños menores, sólo tenías que pedirlo, él no se hubiera molestado.
-Cállate, baboso –lo espetó Paola avergonzada, dándole un golpe en el brazo- Yo no dije que era una de las pervertidas
-Jaja, no te enojes, era sólo una broma –se disculpó Kazuki riendo, mientras se sobaba el brazo adolorido- El conserje encontró la rendija ésa un día por casualidad, mientras limpiaba el baño de mujeres
En ese momento alguien tocó la puerta, asustando a Kazuki, que tuvo que meterse debajo de la cama de Kimiko.
-¿Sí? –preguntó Paola fingidamente, mientras abría la puerta
-Paola, tienes visita, te esperan en el jardín central –le dijo la regente
-Eh, gracias señorita, enseguida voy –respondió la muchacha, luego cerró la puerta- ¿Quién será?
-Será mejor ir a ver –le aconsejó Kazuki, saliendo de su escondite- ¿Quieres que te acompañe?
-Bueno –aceptó su amiga, encogiéndose de hombros- ¡Eh, Yuuki! Ya puedes salir que ya nos vamos
-¡Ya lárguense! Y la próxima no metas a tus amigos así a nuestra habitación –la regañó su amiga desde el interior del baño
-Ok, ok, lo siento –se disculpó Paola evitando la risa, mientras se iba
Llegaron al jardín central, donde vieron que un grupo de sus amigos se agolpaba alrededor de un par de muchachos. (Nota: con el permiso de Lily, porque yo soy mala inventándome nombres, voy a acudir a los nombres que ella usó con los hermanos Wakabayashi, gracias de antemano ;P)
-¿Qué estará pasando? –preguntó Paola, acercándose más
-Qué crees Paola –le dijo Ken sarcástico- Tu primo hermano se acordó de ti y decidió venir a visitarte
-¿Qué? –dijo la muchacha confundida, abriéndose paso- ¡Genzo!
-Así que aquí estás –le dijo su primo de mal humor- ¡Cómo es eso de que yo soy tu primo hermano!
-La hiciste buena, "primita" –se burló un muchacho un poco más bajo que Genzo, pero muy parecido a él que estaba parado junto al portero japonés, cruzado de brazos
-Eh...yo... –balbuceó Paola nerviosa- ¿Qué hacen aquí?
-No me cambies el tema –la regañó Genzo- ¡Mis padres me mandan a ver cómo estás y cuando llego me topo con que has estado inventándote una vida!
-No es cierto –se defendió la muchacha diplomáticamente- Sólo obvié algunos detallitos
-No vengas a fastidiar a tu prima –dijo Kojiro amenazante, acercándose a ellos- Bastante tuvo ella con tener que aguantarte todo el tiempo que estuvo contigo
-¡De qué demonios están hablando! No sé qué les estuvo contando Paola, pero me temo que ésos "detallitos" que obvió son muy importantes
-¿De qué habla, Paola? –le preguntó Kazuki confundido
-De nada, no le hagan caso –respondió Paola ansiosa
-Tú y Touya son un par de estúpidos niñitos rebeldes –siguió burlándose el acompañante de Genzo
-Cállate Kenji –lo espetó la muchacha enojada
-Así que yo soy tu primo –dedujo Genzo tratando de mantener la calma- Eso significa que Kenji también lo es.
-¡Vaya! Y entonces...¿quién es nuestra hermana? –preguntó Kenji burlón a su hermano- ¿Keiko?
-No entiendo –dijo Kojiro- ¿Paola es tu prima hermana, no?
-Si eso dice –contestó Genzo, arreglándose la gorra, como queriendo ocupar en algo sus manos para no tener que ahorcar a Paola- Entonces, mis padres son...tus tíos
-Sí –murmuró Paola, cabizbaja
-Y Sabrina sería tu...¿madre? –preguntó Kenji enarcando las cejas
-Ahá
-No puedo creer que seas tan mentirosa –la regañó Genzo, moviendo negativamente la cabeza
-¿A qué te refieres? –preguntó Ken intrigado
-Evidentemente Paola es mi prima hermana –contestó Genzo tranquilamente- Claro, que sin el "prima.
-Paola Wakabayashi –explicó Kenji- Es la cuarta hermana de la familia Wakabayashi, compuesta por Genzo, por mi y nuestro hermano Touya, aunque éste último ha tenido dificultades con la familia y ha decidido hacer su vida por separado, ahora prefiere llevar el apellido de nuestros abuelos maternos...los Shinobara
-Y al parecer "Paolita" se ha unido a su hermano rebelde y quiere vetar cualquier vínculo con nuestra familia, hasta el punto de negar a nuestros padres y negarnos a nosotros
-Ustedes se lo merecen –se justificó Paola, sin ánimo de mirar a sus amigos, que no podían creer lo que escuchaban
-¿Entonces tú eres hermana de Genzo? –le preguntó Kojiro estupefacto
-No lo puedo evitar –respondió Paola encogiéndose de hombros
-¿Por qué la mentira? –preguntó Kojiro decepcionado, para luego marcharse
-Veo que hiciste buenos amigos aquí en el Toho –le dijo Genzo, con un tono un tanto irónico- Kojiro Hyuga.
-Respétalo imbécil, él es mucho mejor que tú en varios aspectos –lo desafió su...bueno, hermana
-No me insultes, niñita engreída –la amenazó Genzo- Tú y yo tenemos mucho de qué hablar
-¡Yo no quiero hablar contigo¡Sabes que te detesto Genzo Wakabayashi! –exclamó Paola ya sin avergonzarse- ¡A ti y a tu familia perfecta, donde Touya ni yo encajamos!
-No digas tonterías
-¡No son tonterías! Touya fue el único que siempre me apoyó y que siempre me quiso ¡ustedes siempre prefirieron a la estúpida de Keiko, la tan perfecta Keiko, que lo único que no tenía era una familia propia!
-¡Al menos ella no se inventó una familia ficticia! –le reclamó Genzo airadamente
-¡Sí, claro! Pero cuando nos presentaban a sus amistades, nuestros padres siempre decían que ella era una hija más de ellos.
-No puedo creer que te hayas puesto celosa –comentó Kenji incrédulo- Necesitas un psiquiatra urgente.
-¡No fueron celos! Fue rabia de saber que la preferían a ella ¡Acaso nunca te pusiste a pensar, Genzo, por qué te detesto tanto!
-Porque no cumplo con tus caprichitos –contestó Genzo pausadamente
-¡No, no es por eso, nunca fue por eso! –aclaró Paola, con los ojos vidriosos y la voz que se le quebraba- Fue porque un día yo te escuché decirle a tus amigos que Keiko era tu hermana y que yo...que yo sólo era tu primita odiosa
Genzo abrió los ojos desmesuradamente, quizá recordando aquello que Paola mencionaba.
-¿Lo recuerdas, verdad? –se burló Paola, limpiándose una lágrima que amenazaba con brotar- Así que, me dije yo, si él dice que no soy más que su prima, bien, pues entonces lo mismo será él de mi, de hermanos no tendremos nada
-¿Están locos los dos o qué les pasa? –les preguntó Kenji fastidiado- Están mal de la cabeza, en serio
-Si mis amigos me preguntan, sí, les respondo –siguió la muchacha, mirando a sus compañeros- Tengo un hermano, pero sólo uno, su nombre es Touya Wakabayashi
-Paola –la interrumpió Ken apenado- Será mejor que nos vayamos, no te encuentras bien
-Gracias Ken, pero lo estoy, no te preocupes –respondió la muchacha- Si mis padres quieren saber cómo estoy, díganle que estoy bien, y que no necesito nada de ellos
-En efecto, ella no requiere nada de ustedes –aseguró una voz masculina
Todos voltearon y vieron a un muchacho alto, con gafas negras, que se acercaba tranquilamente hacia Paola sonriendo.
-Hola pequeña, no creí que habías planeado una reunión familiar
-Yo no la planeé, ellos llegaron solos –refunfuñó Paola
-Me lo imaginaba, Tomiko me llamó diciéndome que Genzo debía encontrarse contigo por encargo de sus padres –siguió el muchacho tranquilamente- Lo que no sabía era que llegaría al mismo tiempo que yo
-Vaya Touya¿no saludas a tus hermanos? –preguntó Kenji irónico
-Saludé a mi hermana ¿no? –respondió él mordazmente
-¿Qué haces aquí Touya? –le preguntó Genzo molesto
-¿Acaso no es evidente? Vine a ver cómo está mi hermanita
-Esto ya se puso complicado –comentó Koike a Shimano por lo bajo
-Vete Genzo –le exigió Paola- Tú y Kenji no tienen nada qué hacer aquí, no los quiero ver
-Pero Paola –trató de reclamar el muchacho, cierto dolor se pudo reflejar en sus ojos
-Ya oíste a mi hermana –continuó Touya con un tono amenazador- Dile a tus padres que yo cuidaré de ella y que no tienen que estar mandándole vigías
-NUESTROS padres –puntualizó Kenji, apretando un puño
-Como sea –dijo Touya sin inmutarse- ¿Vienes Paola? Tengo muchas cosas que hablar contigo
Paola le sonrió a Touya y se fue con él, dejando a Genzo y Kenji con un palmo de narices.
-Nosotros...no lo sabíamos –admitió Kazuki entristecido
-Nunca creí que Paola nos negaría así –comentó Genzo más para sí- Bien, Kenji, será mejor irnos
-Esto es ridículo ¡no puede ser que el problema de Touya con nuestros padres haya llegado hasta este punto!
-Eso es cosa de Touya, lo que me molesta es que le haya lavado el cerebro a mi hermana
-Por lo que oí tú tienes tu cuota de culpa –añadió Ken sarcástico- "Primo"...
Genzo vio con recelo a Ken, que le sonrió irónico y luego se marchó.
---------------------------------------------------------------------
Ya pasado el gran shock que había provocado la gran revelación de la verdadera relación de Paola con Genzo, todos sus amigos trataron de continuar normalmente con su amistad. Aunque para Kazuki fue particularmente difícil el admitir que por primera vez, Paola no había sido sincera del todo con él.
-Vamos Kazuki, perdóname ya –le pidió Paola, mientras seguía a su mejor amigo por uno de los pasillos la mañana del baile de su colegio
-Ya te dije que te perdoné –respondió el muchacho no del todo convencido
-No quería decírtelo, para mi era muy vergonzoso –volvió a explicarle Paola por enésima vez
-Bueno, bueno, ya todo olvidado
-Paola –la llamó la regente cuando la vio pasar cerca de ella- Te dejaron esta nota en recepción
-¿A mi¿y quién?
-No lo sé, sólo tómala ¿sí?
Paola agarró el sobre y lo volteó, no tenía remitente ni ninguna señal que explicara su origen. Abrió el sobre y leyó la nota que había adentro, se quedó estupefacta.
-Hoy iré al baile con Tsubaki, al fin tuve el valor y se lo pedí –le contó Kazuki emocionado, sin percatarse que su amiga estaba como en trance- ¿Ya pensaste qué harás esta noche si no irás al baile?
-De...debo ir al baile –murmuró Paola atónita
-¿Por qué? –preguntó Kazuki extrañado- Si hasta hace unos minutos jurabas y perjurabas que no irías por nada del mundo, que porque no te gusta
-Él irá –alcanzó a decir Paola, antes de irse aprisa a su dormitorio
-¿Quién irá?
Paola llegó a su habitación emocionada y una vez más notó que le habían dejado una rosa. Naoko acababa de salir de la ducha y la miró sonriente.
-¿Una nueva rosa, eh? –preguntó pícaramente- ¿Quién será el donjuan?
-Hoy podré saberlo –respondió Paola contenta, dándole un beso a la rosa con cariño
-¿Cómo? –preguntó Naoko sorprendida, sentándose junto a su amiga
-Mira –le dijo Paola, alcanzándole la nota
-Veamos –leyó Naoko- "Paola: cada día dejé para ti una rosa blanca, esperando el día en que por fin me armaría de valor para enfrentarme nuevamente a ti. Te pido que hoy asistas al baile, allí estaré yo, esperándote, con una rosa en el bolsillo de mi saco"...¡vaya! bastante cursi el muchacho¿y qué harás?
-Pues ir al baile –contestó su amiga, como si fuera algo obvio
-Pero Paola, si dijiste que no ibas a ir, no compraste el ticket y...no tienes pareja
-¿Y qué? El ticket me lo puedes conseguir tú, y en cuanto a la pareja, no lo necesito
-Puedes ir con Kazuki –aconsejó su amiga
-No, él ya quedó con Tsubaki
-Qué problema –se lamentó Naoko- ¿Y si le pides a Kojiro?
-¿Estás loca? Me moriría de la vergüenza al sólo enfrentarlo, además él dijo que no irá
-¿Y Ken? Estaría puestísimo
-Le dije que no iría, y creo que tampoco irá, así que...ni modo
-¿Ken no irá? Con razón muchas de sus fans estaban aun con la ilusión de que las invitara
-No sé si irá, pero yo tengo que ir –dijo Paola decidida- Debo saber quién es el muchacho que me envió las flores y la gargantilla de plata (por cierto, eso había en la cajita que encontró)
-Qué historia –se admiró Naoko- Parece de novela
-No seas ridícula, esto es simplemente...mi vida, y ya ¿ok?
-Ok...
