Capítulo 11

Ya eran cerca de las siete de la noche, Paola y sus amigas estaban terminando de arreglarse en su habitación. La, bueno, hermana de Genzo estaba con un hermoso vestido azul oscuro de dos piezas: una blusa de tirantes y una falda larga. Tenía el cabello recogido en un moño elegante y bien elaborado. Se había colocado la gargantilla que el muchacho misterioso le había regalado. Yuuki, que iría con Matsumoto, se había puesto (nadie sabía cómo exactamente) un vestido blanco estrecho y con un gran escote, que le aconsejaba no agacharse por nada del mundo XD. Naoko, que iría obviamente con Yoshida, tenía puesto un vestido celeste sencillo pero elegante, y Kimiko, que iría con Kawabe, lucía un vestido negro similar al de Naoko (qué mala soy para las descripciones de vestidos, he ahí lo malo de nunca usarlos XD). Las parejas de las muchachas las esperaban al pié de la escalera del vestíbulo. Después de lisonjearlas por lo bien que se veían, decidieron encaminarse al salón de baile.
-Hola –saludó una voz conocida -Vince –saludó Paola sonriente, al ver al muchacho bien arreglado, mientras sus amigo seguían con su camino- ¿Cómo has estado?
-Algo ofendido porque prácticamente me has estado ignorando –contestó el muchacho sonriendo -Sabes que no es así, he estado muy ocupada.
-¿Y tu pareja? –le preguntó curioso -Eh...para ser sincera, me animé a asistir al baile hace unas horas, así que no tengo.
-¿Una muchacha tan linda se quedó sin pareja?
-Me harás sonrojar, no sigas –le pidió Paola apenada -¿Quieres que vayamos juntos al salón de baile?
-Pero ¿y tu pareja?
-Le dio varicela esta mañana, así que pensé en ir solo, no me perdería el baile por nada -Bueno, si es así... -accedió la muchacha, tomando del brazo a Vince

Entraron en el mentado salón de baile. Realmente se veía distinto a como era diariamente: decorado con elegancia, a media luz, con un escenario al frente de la puerta de ingreso. Ya varias parejas se encontraban allí, bailando muy romanticonas (fuchi OO ). Kazuki llegó junto a Tsubaki, que se veía más tímida que de costumbre, pero no menos feliz al estar junto a Eirina. Ken llegó acompañado de una muchacha de pelo castaño y ojos del mismo color, cuyo rostro feliz contrastaba con el de desánimo del muchacho, que daba la impresión que lo habían amenazado para ir con ella. Naoko estaba más que contenta al estar con Yoshida. Koike había ido con Kinomoto, la principal organizadora del evento, unos decían que por interesado, ya que quería aparecer en el escenario para presentar a los reyes del baile (ay, Koike...XD). Paola y Vince se sentaron en la misma mesa que el resto de sus amigos. La muchacha que iba con Ken le insistía a éste en que la saque a bailar, pero él, con un rotundo NO le quitó las ganas.
-Voy por unos refrescos –se ofreció Vince gentilmente, poniéndose de pié y dirigiéndose a la mesa de las bebidas -No te veo muy contento –comentó Paola a Ken -Y yo me extraño cuando te veo –respondió el muchacho mordazmente- ¿No que no ibas a venir?
-Bueno, digamos que la curiosidad por ver cómo quedó todo me animó -Me lo hubieras dicho, así veníamos juntos y no tenía que..venir con ella -Pareciera que te hubieran obligado -Y lo hicieron –corroboró Ken de mal humor- ¿Acaso no la reconociste? Es Akira, la hija del Director -Jajaja¿ejercieron presión para que la trajeras? –se burló su amiga cruelmente -El director me dijo que ella tenía muchos deseos de ir, así que "debía hacerlo"
-Ése hombre es de lo peor –comentó Paola fastidiada- Y míralo, allá está, con...la señorita Matsumoto -¿Y cómo encontraste a Vince? –le preguntó su amigo, ignorando las miradas de coraje que Paola le lanzaba a los responsables del colegio -Me dijo que su pareja había tenido varicela y que vendría solo –explicó la muchacha -¡Vaya! –comentó Ken sorprendido, mirando hacia la puerta- Pues para tener varicela, me parece que Kaoru tiene buen aspecto

Paola dirigió su mirada hacia la entrada, donde vio a una joven evidentemente molesta, buscando con la mirada a alguien. Luego buscó a Vince y se dio cuenta que éste se había percatado de la presencia de Kaoru y estaba escondiéndose de ella.
-No lo puedo creer –se indignó Paola- Me mintió.
-Oh, vamos Paola, no me vengas a decir que recién te viniste a dar cuenta la clase de tipo que es Vince –la espetó su amigo -Con razón es un Schneider –refunfuñó Paola -Hola –los saludó Takeshi sonriente -¿Qué haces aquí? –le preguntó Ken- Aun no tienes la edad suficiente para estar en el baile -Paola tiene mi edad y está aquí –se defendió Takeshi sacándole la lengua- Es sólo cuestión del curso en el que está, además, como ayudé bastante en la organización, Kinomoto me regaló un ticket -¿Viniste solo? –le preguntó Paola -No, vine acompañando al capitán –respondió el muchacho, señalando con su cabeza en dirección de Kojiro, que estaba unos metros más allá charlando con la señorita Matsumoto, acompañado de Maki -¿No que no iba a venir? –dijo Paola indignada- ¿Y porqué vino con ella¡No es del Toho!
-Es lo de menos... –trató de tranquilizarla Ken, algo molesto por la actitud de su amiga- Ya olvídalos...¿quieres bailar?
-Creí que no bailabas –dijo Paola, aun con un tono de molestia -No bailo...con alguien con quien no quiero bailar –aclaró el muchacho, poniéndose de pié y extendiéndole una mano, que Paola tomó luego de dibujar en su rostro una sincera sonrisa

En ese momento Kojiro y Maki se acercaron a la mesa y saludaron a todos.
-Hola –los saludó Maki sonriendo cordialmente -Hola Maki –la saludó Ken, devolviéndole la sonrisa- Ah, mira, te presento a Paola, Paola ella es Maki -Hola –saludó Paola secamente, mirándola de arriba abajo -¿Tú eres la prima de Genzo, no? –le preguntó Maki, tratando de no corresponder a la antipatía de la joven -Ése idiota y yo prácticamente no somos nada¿ok? –aclaró Paola fastidiada -Con razón Kojiro me decía que eres muy parecida a él –ironizó Maki, casi sin que se notara- Los dos son igual de carismáticos XD -Ejem, ejem –se aclaró la garganta Ken- ¿Vamos o no a bailar?
-Cierto, vamos –respondió Paola, marchándose con el muchacho -¡Kojiro! –lo saludó Kazuki emocionado, acercándose junto a Tsubaki- Creí que no venías -Lo animé al último –respondió Maki sonriendo- Me enteré que habría un baile y que él no asistiría, así que yo lo convencí, porque los años de colegio son los más recordados -¿Eso es cierto? –preguntó Kazuki, tratando de llamar la atención de Kojiro, que no dejaba de mirar en dirección a Ken y Paola -Ahá –murmuró el capitán del Toho

La fiesta estaba en lo mejor. Paola casi había olvidado el mal rato que había pasado al tener que hablar con Maki, ya que realmente se estaba divirtiendo con Ken.
-Ja, ahorita estoy tan bien que la verdad ni me importa conocer al admirador ése –pensó Paola, sonriendo al contemplar al portero japonés -¡Oigan! –llamó la atención Koike al notar que con un educado "queridos compañeros, por favor requiero su atención", repetido unas 5 veces no había funcionado- Eso es, ahora que están más callados quiero anunciarles que procederemos a pasar por cada mesa con las ánforas donde emitirán su voto sobre quiénes consideran deberían ser el rey y la reina del baile

Y dicho y hecho, un grupo de estudiantes pasó por cada mesa con unas cajas de mediano tamaño forradas de color verde oscuro, donde debían emitir su voto, anotando en un papel que les daban el nombre del rey y la reina que elegían.
-Veamos –analizó Kazuki- Voy a poner a...¡ya sé!
-Rayos, no me decido por quién de ustedes votar –confesó Paola contrariada dirigiéndose a sus amigos -¿Por quién votarás Naoko? –le preguntó Yuuki curiosa -Obvio, por Yoshida y por mi -Qué modesta –se burló Kimiko- Por mi parte considero que Ken y Paola se verían bien como reyes del baile -¿Bromeas, no? –inquirió Paola forzando una sonrisa- A mi no me metas en esos líos ridiculines -Tienes razón –apoyó Yuuki- Ellos serían perfectos...voy a votar por ustedes -¡Ken, hazlas entrar en razón! –se indignó Paola -Vamos, déjalas, no creo que dos votos cuenten mucho –la despreocupó su amigo -¿Y tú Kojiro? Por quién votarás –le preguntó Kazuki, al notar que su amigo se veía sumamente incómodo -¿Eh? Pues...por Naoko y Yoshida –contestó el aludido algo contrariado, saliendo del apuro -Yo también voy a votar por Ken y Paola –comentó Maki sonriente, anotando su voto -Ay, gracias –dijo Paola sarcástica- ¿Ves Ken? Ahora son tres votos, alegrémonos.
-Jajaja –se reía Shimano divertido, acercándose- Ya...¿ya votaron, jaja, debo recoger sus votos, jajaja -¿Se puede saber de qué te ríes con tantas ganas? –le preguntó Kawabe -Jajaja, Vince, jajaja, lo vi suplicándole a Kaoru que por favor no lo golpee por dejarla plantada, jaja -Se lo merece –dijo Paola con rotundidad -Bien –llamó su atención Koike desde el escenario- Haremos el recuento de votos y se los haremos saber, mientras tanto...¡que la fiesta continúe!

La música volvió a sonar. La mesa que compartían los jugadores del Toho se fue vaciando de a poco, dejando sólo a Maki y Kojiro, junto a Paola y Ken que conversaban animadamente.
-Jajaja¿de veras? –le preguntaba Ken incrédulo después que Paola le contaba todas las diabluras que le había hecho alguna vez a Genzo -Sí, después de eso mi "hermanito" no pudo sentarse bien por dos semanas, jaja -Oh...mi celular, enseguida vengo –le dijo Ken, levantándose de la mesa -Eh...voy al tocador –se excusó Maki, marchándose también

Paola miraba a su alrededor, fingiendo interés en el baile estrambótico de Koike y su pareja (parecía que les estaba dando un ataque convulsivo XD.
-Paola, necesito hablar contigo –le pidió Kojiro tímidamente -¿Ah¿Me hablabas? –dijo Paola, haciéndose la desentendida -¿Podemos salir un rato? Aquí hay mucho ruido -Eh... no sé, es que Ken va a volver dentro de poco y la verdad no quiero que se preocupe si no me vé aquí –inventó la muchacha con un tono de voz bastante fingido -Por favor –dijo el muchacho de una forma tan sincera, que Paola no supo qué inventar -Bue...bueno, vamos –accedió la muchacha, poniéndose de pie y saliendo delante de él

Salieron del salón de baile y se dirigieron a uno de los más cercanos jardines del colegio. Una linda luna creciente iluminaba el cielo despejado de color azul oscuro (ja! Rompí con el esquema de las lunas llenas XD). Paola se apoyó en el barandal de mármol esperando el discurso de Kojiro, pero no escuchó nada, así que volteó y notó que el joven estaba justo detrás de ella, a tan sólo unos centímetros. Como ella era más bajita, algo contrariada trató de desviar su mirada para no toparse con el rostro del muchacho, pero grande fue su sorpresa cuando se topó con una hermosa rosa blanca que se hallaba en el bolsillo del saco de Kojiro.
-Pe...¿pero qué? –preguntó Paola atónita -Una rosa más –dijo Kojiro con una voz cálida, tomando la flor y ofreciéndosela a Paola- Una rosa más para ti -¿Tú eras el que me daba las rosas? –preguntó la muchacha, sin poder creerlo aun, tomando como automatizada la rosa que el joven le extendía -Así es, seguro creerás que es algo realmente ridículo, pero me nació hacerlo y lo hice –explicó Kojiro algo avergonzado- Aunque admito que nunca hubiera esperado una reacción así de mi -Pero no entiendo ¿cómo hacías para entrar a la habitación sin que te vieran?
-Simple, pidiéndole ayuda a algunos amigos.
-¿Y por qué me dabas las rosas? –inquirió Paola, mirándolo fijamente -Al principio porque quería animar esa mirada de tristeza que tenías –contestó el muchacho, posando una de sus manos en una mejilla de Paola- Después, porque creí que era la única forma de demostrar...lo que siento -Je, vamos Kojiro –se quitó Paola algo ruborizada- El desagrado no se demuestra con flores -¿Desagrado?
-¿Crees que no me di cuenta que desde hace días me andas evitando como si tuviera lepra?
-Ah, eso, es algo que...bueno, una actitud infantil que tuve pero que no podía evitar -¿Por qué?
-Escuché la confesión que Ken te hizo –admitió Kojiro, mirando el cielo con tristeza- Sé que está enamorado de ti -¿Lo escuchaste? –preguntó Paola sorprendida -Sí, y me debatí mucho tiempo entre el hecho de quedarme callado para siempre o animarme a confesarte lo que yo siento -Ahora sí que no te entiendo –dijo Paola confundida -Me gustas Paola –confesó el muchacho mirándola con ternura- Y creo que siento algo más por ti, pero...no creo estar haciendo lo correcto -¿Lo correcto? Y por qué no -No puedo hacerle eso a Ken –admitió Kojiro desanimado, mirando nuevamente la luna- Él es mi mejor amigo -Claro, Ken, se me había olvidado el "detallito" de su amistad.
-¿A qué te refieres?
-Te cuento una pequeña historia: una amiga retornó a su ciudad, donde había dejado a sus amigos, cuando llegó descubrió a dos muchachos nuevos que eran los mejores amigos que nadie podía conocer. El problema fue que mi amiga se enamoró de los dos, y tuvo que poner sus sentimientos sobre la mesa y decidirse sólo por uno, no fue fácil, pero lo hizo, porque uno de ellos destacaba más entre los dos.
-¿Y cuál fue la elección de tu amiga? –preguntó Kojiro interesado -Si bien el muchacho atento y jovial la hacía sentirse muy bien, y a ella le gustaba mucho su sonrisa y su forma de ser; descubrió que el amor que decía sentir hacia él no era más que un profundo cariño y admiración, pero que no era verdadero amor.
-¿Y por el otro?
-Del otro se había enamorado en verdad, pero ése muchacho últimamente no la trataba bien, es más, parecía que le daba asco su presencia, lo que la desanimó mucho, además claro, que él ya tenía novia.
-¿Y ella cómo sabía que tenía novia¿y por qué aseguraba que el chico le tenía asco?
-Porque de un día a otro la repelía como podía y ella se sintió muy mal, por eso decidió olvidarse de él y seguir adelante con la amistad que tenía con el otro muchacho -¿Pensaba olvidar al que quería?
-Lo intentaba, y aun lo intenta, pero créeme que no le es fácil –admitió Paola, devolviéndole la rosa- Y mucho menos cuando él le confesó que también la quería, pero que no debía estar con ella...y como ella ya había sufrido una terrible desilusión antes, decidió que no quería sufrir más

Paola, decidida, iba a marcharse, cuando sin querer se tocó el cuello y notó la gargantilla.
-Ah... y toma, será mejor que te la devuelva -¿A mi? Pero si no te la di –confesó el muchacho entre decepcionado y extrañado, rechazando la gargantilla que Paola le alcanzaba -¿No fuiste tú el que me la regaló junto a una rosa?
-No, no fui yo -Vaya, entonces ¿quién me la habrá dado?
-Paola –retomó Kojiro la conversación- No te vayas, te lo ruego -¿Y para qué Kojiro? –preguntó Paola algo cansada- Me traes aquí, me confiesas una cosa y enseguida me dices que no podrá ser porque te hace sentir mal...no entiendo -Entiéndeme, Ken es mi mejor amigo -Ahá, y por eso sería bueno que seas sincero con él, porque al menos yo sí lo seré.
-No comprendo -¿Sabes una cosa bien rara que me pasó? –dijo Paola forzando una sonrisa- Creí amar a alguien que me lastimó mucho, pero luego me di cuenta que amor no era, y de pronto ¡zas! Caigo en la conclusión que..¡me enamoré de ti!

Llegó el turno de Kojiro para quedar estupefacto ante semejante confesión.
-Pero bueno, una no lo puede tener todo en la vida –dijo Paola soltando un suspiro de decepción- No tengo el amor, pero el dinero y la salud me quedan, al menos hasta que mis padres decidan desheredarme por andar negándolos o hasta que adolezca de alguna enfermedad tropical rara, y la verdad...

Paola no pudo continuar, porque de pronto se hallaba besando a Kojiro, que de un impulso atrajo a la muchacha hacia él.