Hola de nuevo. Ya he regresado con un capítulo nuevo. ^^ He tardado en escribirlo porque he estado ocupada y también porque no tenía muy claro como seguirlo. Pero con un poquillo de retraso, aquí os traigo el capítulo doce ^_^ Espero que lo disfruten.
Norm: perdón por haber tardado en actualizar ^_^U Muchas gracias.
Isa: tenemos la misma opinión sobre la rata ¬_¬ Muchas gracias.
merly: bueno, aún no tengo muy claro como va a acabar el secuestro, pero seguro que Peter no va a acabar muy bien =D Porque eso es lo que quiere todo el mundo. Muchas gracias.
Lily E. of Potter: *Hikaru se echa para atrás* Tranquila, tranquila ^_^U que no voy a dejar que le pase nada a Harry. Si quieres matar a alguien prueba con Peter, que nos harías un gran favor XD Muchas gracias.
txiri: tardé en seguirlo, pero ya está el capítulo 12º. Muchas gracias.
David Laich: uouh! Muchisimas gracias ^.^ Tu review me ha animado mucho. ^^
Moony_Merodeadora: la verdad es que creé este fic para darle a la vida de Harry un poquito de color, que el pobre las pasa canutas UoU Y también a Sirius y a Remus. Me alegro de que te guste esa parte del fic ^.^ yo me emocioné escribiéndola *o* Y tranquila, Peter tendrá su merecido =D Muchas gracias ^^ y por cierto, te agregué al messenger como me dijiste ^_^
Zulma: me alegro de que te esté gustando mi fic. ^^ Harry se merecía una segunda oportunidad. Y sobre el final de Peter, aún no lo tengo claro ¬_¬ pero el perdón se lo va a dar su madre... ¿También estás leyendo La Profecía de Gryffindor? Me alegro mucho de que también te guste ^_^ Muchísimas gracias.
Sorasaku-yolei*Hermi: sis, modera tu lenguaje XD no sabías que existieran tantas palabras mal sonantes para describir a Colagusano XD Y tranqui, que a Harry no le va a pasar nada, por ahora XD Y bueno, tampoco la aparición de Tonks y Shacklebolt es un gran spoiler XD Pero es que tenía que meter a dos aurores sis XD Muchas gracias por tu review, lokis ^^
Gochi Sakurazukamori: es que Peter no tiene nada de corazón ù_ú el muy maldito. Perdón por haber tardado en actualizar ^^U Muchas gracias.
Disclaimer: personajes y mundos de Rowling. ¿Acaso alguien no lo sabía? Ô.o
*^*^*^*^*^*^*^*^*
Capítulo 12º: Confianza y desconfianza.
-¿Tío Peter? -preguntó Harry aturdido.
-Sí, soy yo, tío Peter -repitió el animago. Hizo ademán de acercarse a Harry, pero el pequeño se echó hacia atrás todo lo que pudo. -¿Qué ocurre, Harry?
-No te acerques.
-¿Por qué? No voy a hacerte ningún daño.
-¿Entonces por qué me has traído aquí?
-Pues... porque... -Pettigrew meditó unos segundos la respuesta, -porque quería hablar y jugar contigo. -Harry frunció el entrecejo y lo miró con desconfianza.
-¿Por qué tío Sirius y tío Remus nunca me hablaron de ti?
-Porque -Pettigrew comenzó a sudar y a temblar, -hice algo que no les gustó.
-¿Conociste a mis padres?
-¡Claro que sí! Fuimos a la misma casa en Hogwarts. Yo era un buen amigo de tu padre.
-¿De verdad? -preguntó Harry con algo más de confianza.
-Sí.
Peter abrió los brazos, Harry dudó unos instantes pero al final, abrazó a Pettigrew.
-Tranquilo, Harry. No voy a hacerte nada -dijo Peter mientras pasaba una mano por el pelo de Harry. -No por ahora -susurró para sí.
En una clase de la escuela de Mongrelville, Sirius estaba de pie, en medio del aula. Desde que se enteró de la noticia, no podía razonar con facilidad. La idea de que había perdido a Harry y que nunca regresaría invadía su mente. Remus le daba esperanzas y mandó a avisar a Dumbledore, pero aún así, Sirius estaba hundido.
Sirius miró hacia las ventanas de la clase, que daban al jardín. Allí había pasado todo y Sirius no pudo hacer nada. En los marcos de las ventanas había una fila de tazas de barro, pintadas y adornadas. Sirius se fijó especialmente en una, tenía pintado un perro negro y escrito "Snuffles" en un lado. Sirius tomó la taza y le dio la vuelta, en la parte inferior había escrita una dedicatoria: "Para tío Sirius de Harry". El corazón de Sirius se encogió dolorosamente y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-¿Señor Black? -preguntó una pequeña voz desde la puerta.
Sirius volteó a ver, allí estaba Hermione.
-¿Hermione?
-Dicen que Harry se ha ido, ¿es verdad? -preguntó la niña acercándose a Sirius.
-Sí -respondió Sirius conteniendo las lágrimas delante de la niña.
-Pero, ¿él va a volver? Harry me dijo que iríamos juntos al circo, y además tengo que devolverle su dibujo. -Hermione le enseñó el dibujo que hizo antes Harry. Sirius lo cogió y lo observó de cerca. -¿Volverá?
Sirius miró a la pequeña, quien tenía el rostro compungido. No podía decirle que no, si lo hacía, estaba admitiendo que se había rendido a recuperar a Harry y que su ahijado estaba muerto. Como James y Lily...
De repente, un pensamiento fugaz atravesó su cabeza, si él hubiese desaparecido, James iría a buscarlo, aunque fuera imposible encontrarlo, aunque pereciera en el intento.
-Tranquila, él va a volver -le dijo Sirius a Hermione. Ella sonrió y salió corriendo del aula, despidiéndose.
-Voy a encontrarlo, James. -Sirius agarró algo que tenía bajo la camiseta. -Aunque me cueste la vida.
Sirius iba a salir del aula, cuando chocó con Tonks en la puerta.
-Tonks... ¿Qué ocurre?
-¡Auch! ¡Eso ha dolido! -dijo Tonks, frotándose la naziz. Dumbledore... Ay... Ya está en La Guarida. Ha traído ayuda.
-¿Se encuentra bien, señor Lupin?
-Sí, no se preocupe por mí, profesor Dumbledore.
-¿Se puede saber cómo ha ocurrido? -preguntó McGonagall, exaltada.
-No lo sabemos -negó Remus con la cabeza. -Pero creemos que ha sido cosa de Pettigrew, -Remus dijo con furia el nombre de su viejo amigo.
-¡Ese maldito traidor! ¿¡Cómo se atreve!? ¡Cómo me lo encuentre le voy a arrancar la cabeza de cuajo! -bramó Hagrid fuera de sí.
-Gritando no vamos a solucionar nada -añadió Snape, mirando a Hagrid de soslayo.
-Lo sé... Lo sé... pero no he podido evitarlo.
-Tranquilo, Hagrid. Yo me encuentro igual -añadió Remus mirando al suelo. Suspiró y miró a Dumbledore. -¿Quién se ha quedado en Hogwarts?
-La profesora Sprout y el profesor Flitwick se hacen cargo sin ningún problema. Además, están la profesora Sinistra, Kuttleburn y el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, Tockggle.
-Bien. -Remus miró por la ventana. -Yo creo... que debo irme ya. Ya casi es la hora. -Remus se puso su gabardina. -Espero... que encuentren a Harry... sano y salvo.
-Tranquilo, Lupin. Cuando regreses Harry ya estará aquí -añadió Dumbledore con esperanza.
Remus sonrió todo lo que le permitió la angustia y la preocupación. Abrió la puerta corrediza del salón, que daba a los enormes terrenos de La Guarida, se despidió y se marchó con paso rápido.
-Ojalá Harry esté bien -susurró McGonagall.
La puerta principal de La Guarida se abrió de par en par, y un perro negro entró por ella, pegando un salto, y transformándose a la mitad del salto en Sirius.
-Profesor Dumbledore... profesora McGonagall... Hagrid... -susurró Sirius, confuso. -Snape... -Éste último se sorprendió de que Sirius no diese ninguna muestra de odio hacia él. -¿Han venido a buscar a Harry?
-Así es.
Sirius sonrió levemente, cuanto más fuesen, más probabilidades había de que encontrasen a Harry. En ese momento, Tonks y Shacklebolt entraron en la mansión, sin aliento.
-Eso no es justo, Sirius -dijo Tonks entrecortadamente, -tú puedes correr a cuatro patas... nosotros no podemos.
-Buenas tardes, profesor Dumbledore -le saludó Shacklebolt.
-Buenas tardes a los dos. Bien, es mejor que comencemos con la búsqueda.
-Está bien. -dijo Tonks con iniciativa y alzando los puños, -¿por dónde comenzamos a buscar?
-No tenemos ninguna pista. Sería inútil empezar a buscar en un sitio en el que no estamos seguros de que Potter se encuentre cerca -añadió Snape en un susurro.
-Severus tiene razón -corroboró Dumbledore.
-¿Entonces, qué sugiere que hagamos, profesor?
-Necesito un mapa de los terrenos de La Guarida y de Mongrelville. Cuanto más grandes sean, mucho mejor, Sirius.
-Está bien. -Sirius subió los escalones de tres en tres, con dirección al desván.
-Parece muy nervioso, ¿no cree? -comentó McGonagall a Dumbledore.
-Es lógico. Seguramente está pensando que esto puede acabar tan mal como el incidente de hace cinco años.
Todos intercambiaron miradas, unos tragaron saliva y otros temblaron ante el recuerdo de años atrás. Incluso Snape parecía incómodo. Sirius bajó las escaleras en un salto, traía entre los brazos varios mapas.
-Aquí los traigo profesor.
-Ahora tenemos que extenderlos por el suelo.
Como eran muchos mapas, Shacklebolt y Tonks ayudaron a Sirius a desenrollarlos y a colocarlos.
-Ya está -dijo Sirius poniéndose en pie.
-También necesito algo hecho por Harry.
-¿Hecho por Harry?
-Sí, un dibujo u otra cosa.
-¿Un dibujo? ¡Oh, sí! -Sirius rebuscó en su capa con manos temblorosas. -Aquí tengo un dibujo que hizo Harry... y también... una taza de barro que hizo en la escuela.
Dumbledore tomó las cosas que Sirius le dio, se acercó a una mesa y las depositó allí.
-Ahora lo que necesito es un biombo de cristal.
Sirius asintió y salió corriendo otra vez al desván. Apareció enseguida con un biombo de cristal de forma ovalada, que entregó a Dumbledore.
-Gracias.
-No hay de qué.
Dumbledore colocó el biombo sobre las cosas de Harry, sacó una pluma dorada, un tarro con una especie de tinta roja muy espesa, escribió con ella caracteres muy extraños alrededor del biombo, y al final, colocó la pluma sobre el biombo de cristal.
-¿Para qué es todo esto? -preguntó Tonks desconcertada.
-Esto es un antiquísimo metodo de búsqueda de personas desaparecidas. Se necesita una pluma de fénix para escribir los signos, y sangre de dragón mezclada con polvo de cuerno de unicornio -explicó McGonagall.
-¿Y es... eficaz? -preguntó Sirius, esperanzado.
-Sí. Realmente eficaz.
Dumbledore sacó su varita y tocó con ella la pluma de fénix. Inmediatamente, los caracteres comenzaron a brillar y a girar, formando una especie de aro dorado. El aro se elevó formando un cilindro, ocultando el biombo de cristal y la pluma.
Todos observaban el proceso de búsqueda en silencio, Sirius ni siquiera pestañeaba, quería ver todo sin perder ningún detalle. De repente, como si fuese absorbido por la pluma, el cilindro fue empequeñeciendo hasta desaparecer, dejando a la pluma brillando intensamente. Dumbledore cogió la pluma, la colocó en la palma de su mano y sopló. La pluma se elevó hasta el techo, dejando tras de sí una brillante estela dorada. La pluma se deslizó sobre los mapas haciendo círculos. Después de unos minutos de estar flotando en el aire, se posó en un mapa.
-Harry se encuentra justamente ahí -dijo Dumbledore. Sirius se lanzó a donde había caído la pluma y miró el mapa con detenimiento. Todos los demás se acercaron.
-¿En este lugar en concreto? -preguntó Sirius.
-Sí.
-Aquí... es la zona donde Remus se convierte en licántropo.
Las palabras de Sirius cayeron en el grupo como un cubo de agua fría. Todos palidecieron y se quedaron sin habla.
-Ven, Harry. Vamos a dar una vuelta -dijo Peter poniéndose la capa.
-¿Adónde tío Peter? -preguntó Harry inocentemente.
-Ahora lo sabrás.
Salieron de la cueva y se adentraron en el bosque. Harry seguía a Peter mientras observaba los pájaros y las ardillas que había en los árboles.
-Mira, tío Peter. Son ardillas.
-No tenemos tiempo para eso, niño. Date prisa.
Harry se quedó un poco rezagado con la contestación de Peter. Éste miraba muy seguido al cielo, que se estaba volviendo anaranjado, típico del atardecer.
-¿Pero quieres darte prisa? -Peter agarró a Harry de la muñeca.
-¡Ay! Tío Peter... me estás haciendo daño.
Peter aceleró el paso, tirando de Harry. El pequeño comenzó a asustarse, Sirius y Remus nunca lo habían tratado de esa forma, y solo los Dursley lo habían tratado mal.
-Suéltame... Quiero volver con tío Sirius. Quiero ir a casa -sollozó Harry.
-Ya hemos llegado -dijo Peter emocionado.
Harry miró al frente y vio en el suelo un enorme agujero que parecía haber sido cavado por alguien. Harry miró al interior cuando llegaron al borde, y lo que vio lo dejó de piedra.
Continuará...
