Ey, esta vez no me he tardado tanto, ¿eh? XD Bueno, aquí regreso con el capítulo 14º. ¡¡Que disfruten!! ^_^

blackspirit: ¿Yo perversa? No sé de qué me hablas... ¡¡WAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!! Ejem... Muchas gracias ^_^

herms malfoy: Je, je, je, aquí está el desenlace X3 Muchas gracias.

Jennyfer S. Lleneri: ¬_¬ Sí, Peter merece eso y mucho más... Y bueno, Snape y McGonagall de niñeros siempre me gustó la idea ·_· miralos en ese plan y te partes XD y bueno, McGonagall también pierde los papeles de vez en cuando... A mí también me cae muy bien Tonks... Muchas gracias ^_^

katherine: me alegro de que te guste ^_^ Muchas gracias.

Nazale: ¿Cara de comida de lobos? XDDDDD Harry es la nueva mascota para comida de lobos, ya me veo su cara en las latas XDDDDD Muchas gracias.

lillyan black: Je, je, je ^_^U intentaré hacer los capítulos algo más largos... Muchas gracias.

Lily de Black: muchas gracias ^_^ y me alegra saber que la sigues.

Disclaimer: personajes y el mundo de Harry Potter de Rowling... como siempre ÚoÙ

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Capítulo 14º: Sentido común

Remus abrió los ojos lentamente, estaba en una habitación blanca, que de alguna forma extraña brillaba. Estaba acostado en una cama de sábanas blancas, se sentía dolorido y cansado. Se llevó una mano a la cabeza, la cual le dolía mucho.

-Vaya, ¿ya te has despertado?

Remus miró a un lado de su cama, allí estaba, sentado, con su pelo negro azabache, desordenado, ojos azules oscuros, gafas de montura redonda, sonriendo...

-¿James?

-¿Cómo te encuentras, Moony?

-Hum... -Remus intentó reincorporarse pero era imposible. -Mal, me duele todo el cuerpo.

-Lo siento. Ayer te descontrolaste y Sirius y yo tuvimos que doblegarte.

-No pasa nada. Si no lo hubierais hecho seguro que habría acabado con vosotros.

James sonrió a su amigo y éste le devolvió la sonrisa.

-Muchas gracias por estar siempre ahí, Prongs.

-No hay de qué, ¿para qué están los amigos entonces?

-No creo que muchos amigos hagan lo que vosotros hacéis.

James le dio a su amigo una cálida sonrisa y puso una mano sobre el hombro de Remus.

-¿Por qué no descansas? Te sentará bien.

-Me gustaría, pero seguro que tendré pesadillas y no me agrada la idea.

-Tranquilo -James cogió la mano de su amigo- me quedaré a tu lado, asi que no temas nada.

Remus sonrió levemente y cerró los ojos.

-Gracias.

***

El lobo gruñía enseñando todos y cada uno de sus afilados dientes. Harry estaba paralizado del miedo. El licántropo acercaba su hocico cada vez más a Harry, quien temblaba de pies a cabeza. El lobo olió a Harry que era su nueva presa y se lamió los labios. Volvió a olerle y un pensamiento fugaz pasó por su cabeza:

"¿Harry?"

Algo en su interior le decía que no debía hacerlo, no podía... Y muchas imágenes de recuerdos pasaron por su cabeza... James... Sirius... Hogwarts... La casa de los gritos... luna llena... Prongs... Padfoot... Peter... un imponente ciervo y un enorme perro negro a la luz de la luna llena... Harry... Harry...

Harry se encogió y se llevó las manos a la cabeza, esperando el mordisco. El lobo dudó unos segundos y al final tomó una decisión... Lamió las lágrimas que Harry tenía en su rostro. El pequeño miró a los ojos dorados del licántropo.

-¿Eh?

Volvió a lamerle la cara, lo que causó que Harry sonriera.

-¿Tío Remus?

El lobo hizo una mueca que podría confundirse con una sonrisa.

***

-¿Qué tal todo? -preguntó Dumbledore cuando se reunieron todos en un lugar que acordaron momentos antes.

-Nada -dijo Tonks cabizbaja.

Sirius pegó una patada al árbol más cercano.

-Serenidad, Sirius, poniéndonos nerviosos no conseguiremos nada.

-¿Pero dónde podemos buscar? -preguntó Shacklebolt.

-No lo sé -susurró Dumbledore.

Un nuevo aullido resonó en la noche. Todos miraron a los lados, nerviosos.

-Harry -susurró Sirius. Salió corriendo, se transformó en perro y desapareció en la oscuridad.

-¡Black! ¿Adónde va? -gritó McGonagall.

-Insensato -gruñó Snape. -Si no sigue el plan nunca encontraremos a Potter.

-Déjelo, Snape, está nervioso y tiene todo el derecho -añadió Dumbledore. -Bien, sigamos nosotros con la búsqueda. McGonagall, usted...

***

-Tío Remus, tengo sed -dijo Harry que estaba sobre el lomo del licántropo. Éste lanzó un leve gruñido y cambió de rumbo, para dirigirse a un pequeño río que había cerca. Harry bajó del lobo con gran esfuerzo porque el tobillo aún le dolía. Se acercó a la orilla y cogiendo con sus pequeñas manos agua, comenzó a beber. El lobo se acercó al río y también comenzó a beber. La escena tan entrañable y extraña era observaba por alguien desde detrás de unos arbustos.

-No... no es posible -tartamudeó Sirius, quien nunca en su vida había visto algo como eso.

-¿Sirius? ¿Qué está ocurriendo?

Sirius miró rápidamente sobre su hombro, Tonks estaba agazapada detrás de él.

-Chist. Cállate -le chistó Sirius. -Y no hagas ruido.

-Está bien -susurró Tonks, pero perdió el equilibrio y cayó de espaldas al suelo, alertando al licántropo, que alzó las orejas y miró hacia todos los lados.

-¿Tío Remus, qué ocurre?

-Maldita sea... has alarmado a Remus -gruñó Sirius.

-Lo siento...

Remus miró hacia el arbusto donde estaban escondidos Sirius y Tonks, y sintiéndose en peligro, agarró a Harry por la ropa y salió corriendo.

-¡Mierda! Tonks, busca a Dumbledore e infórmale de todo. ¡Deprisa! -le ordenó Sirius, para después transformarse en perro e ir detrás de Remus y Harry.

El licántropo corría a través del bosque, ágilmente. Había subido a Harry sobre su lomo para ir más rápido. Cruzó unos troncos que había sobre el río y formaban un improvisado puente y pasó a la otra orilla. Miró hacia atrás para ver si no venía nadie. Suspiró aliviado, e iba a dejar a Harry otra vez en el suelo cuando un rayo plateado impacto en uno de sus costados y cayó al suelo, Harry salió despedido.

-¡Tío Remus! -Harry se acercó al licántropo a gatas y comenzó a moverlo. -¡Despierta! ¿Qué te pasa? -sollozó.

-Vaya, el plan no ha funcionado -dijo Peter saliendo de la oscuridad. Parecía nervioso y se frotaba las manos. Harry miró a todos lados, asustado, buscando ayuda.

-¡Socorro! -gritó.

-¡Cállate! -Peter le apuntó con su varita. -Si no lo quieres pasar muy mal.

Harry se calló, rezagado, y miró a Peter. -Así me gusta, muy bien. Ahora -Peter se rascó la cabeza con una mano -tengo que pensar un nuevo plan. A los demás no les agradará la idea de que el plan ha fracasado... Tal vez... -dijo pensativo, pero el hilo de sus pensamientos fue cortado por los ladridos de un perro.

-No... no puede ser... no... -tartamudeó.

-¡Sirius!

En la otra orilla apareció Sirius en su forma canina, que se transformó enseguida al encontrarles. Se quedó quieto mirando a Peter, quien temblaba y retrocedía lentamente.

-Tú... -Fue un susurro casi inaudible pero Peter pudo percibir toda la rabía que había en esa palabra.

-¡Tío Sirius! -gritó Harry mientras que unas lágrimas caían por sus mejillas.

Sirius olvidó a aquel ser y miró a su ahijado, y de repente, sintió un alivio y una felicidad que reemplazó toda la ira anterior.

-Harry -dijo Sirius, iba a cruzar hacia la otra orilla sobre los troncos pero Peter se acercó a Harry, lo cogió por el cuello de la camisa y le apuntó con su varita.

-Quieto -dijo Peter con voz temblorosa. Sirius le miró furioso.

-Ni se te ocurra hacerle el más mínimo rasguño a Harry -gruñó. -Como le hagas daño te mato con mis propias manos.

Peter tragó saliva, sabía que Sirius enfadado era un peligro, pero ahora estaba fuera de sí.

-Vamos... Sirius -tartamudeó Peter. -No hay que ponerse así... soy yo... Peter... tu colega... Wormtail...

-Para mí ya no eres nada, Pettigrew. Ni Peter, ni Wormtail. Y ahora suelta a Harry -Sirius dio un paso más.

-¡No te acerques! ¿No querrás que Harry salga herido?

-No te atreverías, es solo un niño.

Peter puso su varita sobre la cabeza de Harry, dando a entender que si tenía que hacerlo, lo haría. El pequeño, mientras tanto, sollozaba asustado.

-Dame a Harry -Sirius dio otro paso, y Peter le apuntó ahora a él, deteniéndose. -Bien. ¡Escapa, Harry! ¡Ahora!

Peter volvió a apuntar a Harry, que sollozaba cada vez más fuerte.

-No... no puedo... snif... mi tobillo... me duele...

Sirius gruñó de tal forma que podía confundirse con el gruñido de un perro y se acercó más a Peter, que levantó su varita hacia Sirius.

-Maldito...

-¡Sirius! ¡Harry!

Todos miraron hacia la otra orilla, Dumbledore y los demás habían llegado y apuntaban a Peter con sus varitas, quien bajó su varita hacia Harry.

-No os acerquéis, está utilizando a Harry de escudo.

-¡Quietos! -ordenó Dumbledore. -Shacklebolt, baje su varita, puede que Pettigrew se ponga nervioso por eso.

-Lo tengo a tiro, profesor, justo en la cabeza.

-Profesor -suplicó Sirius.

-¡Shacklebolt, baje esa estúpida varita! -gritó McGonagall.

-Puedo hacerlo, profesora.

-¡Baje la varita! No, mejor, arrojen sus varitas lejos. ¡Ahora! Si no quieren que el niño sufra -Peter colocó su varita sobre el cuello de Harry.

Todos miraron a Peter, quietos, sin hacer el más mínimo movimiento. El primero en hacer algo fue Sirius, con su mirada llena de odio, lanzó su varita muy lejos. Dumbledore fue el siguiente en hacerlo.

-Albus -susurró McGonagall, no podía creer que Dumbledore se rindiera ante Pettigrew.

-No tenemos otra opción. Haced lo que os pide.

Todos intercambiaron miradas y al final también arrojaron sus varitas.

-Bien, bien... mucho mejor -añadió Peter mientras retrocedía lentamente. Sirius se abalanzó sobre él pero Peter le apuntó con su varita.

-¡Quieto!

-Estamos desarmados, hemos hecho lo que nos has pedido -gruñó Sirius. -Ahora entréganos a Harry.

Peter agarró a Harry con mas fuerza y dando otro hacia atrás.

-Lo siento Sirius, desde un principio había venido a por el niño, asi que no puedo... ¡AAAAAAAHHHH! -chilló Peter cuando fue alzado del suelo por Remus, que había recuperado el conocimiento y estaba furioso, Peter soltó a Harry que cayó al suelo de rodillas y luego levantó la cabeza para ver como Remus levantaba a Peter sobre su cabeza.

-¡Sirius, coge a Harry! -gritó Dumbledore a Sirius que estaba paralizado contemplando la escena. Cogió en brazos a Harry y se alejó del licántropo, que al ver como se llevaban a Harry aulló y lanzó a Peter contra un árbol, dejándolo inconsciente. Remus saltó sobre la espalda de Sirius, cayendo este bajo el peso del lobo y Harry salió rodando por el suelo.

-¡No! -chilló Harry aterrorizado.

-¡Black! -Dumbledore corrió para ayudarle junto a los demás. Sirius apretó los dientes y se concentró para transformarse en perro, cuando lo hizo, se puso a cuatro patas rápidamente, lanzando al licántropo hacia atrás. Sirius se puso delante de Harry, para protegerlo. Remus se reincorporó y encaró a Sirius que empezó a ladrarle para intimidarle. Entonces los recuerdos de Remus volvieron a su mente...

"¿Sirius?"

El licántropo se relajó y miró a Sirius con una expresión más agradable y moviendo la cola.

"No puede ser..." -pensó Sirius. "¿Me reconoce?"

Sirius se relajó también y movió la cola para responder a su amigo, pero entonces Remus miró a los demás con furia renovada.

"¡NO!"

Remus se lanzó sobre Tonks y Snape quien apuntó a Remus con su varita, pero algo gris pasó corriendo por su lado y saltando a los ojos del licántropo, un gato gris atigrado.

-¡Profesora! -chilló Tonks.

-Los animales son inmunes a las mordeduras de hombres lobos, Sirius y McGonagall tienen más posibilidades que nosotros -añadió Shacklebolt.

-Shacklebolt, Tonks, colocáos junto a Harry para protegerle -le ordenó Dumbledore.

-Entendido.

Mientras tanto, Remus intentaba librarse de McGonagall agitando la cabeza hacia todos lados, al final, Remus lanzó a la gata contra el suelo.

-¡MIAAA!

-¡Profesora! -gritó Harry y se acercó a la gata y la cogió en brazos.

-Miauu...

-Harry, ten cuidado -Tonks agarró a Harry, mientras que Sirius y Shacklebolt se colocaban delante de ellos.

Remus se olvidó de ellos y encaró a Dumbledore y a Snape.

-Snape, emplee solo hechizos aturdidores.

-Sí, profesor.

Remus corrió hacia ellos y ambos lanzaron hechizos contra Remus, pero éste ágilmente los esquivó, saltando sobre ellos, pero un tronco pasó por delante de Dumbledore y Snape y el lobo se encaramó a él.

-¡Hagrid, ten cuidado! -le advirtió Dumbledore.

Hagrid mantenía el tronco en alto con Remus encima.

-Tranquilo, profesor Dumbledore, lo tengo controlado.

Hagrid miró al licántropo que se acercaba a él, trepando por el tronco y gruñendo con rabia.

-¡Por las barbas de Merlín! -Hagrid asustado lanzó el tronco hacia donde estaban Sirius y los otros.

-¡No! -exclamó Dumbledore. Snape lanzó un leve gruñido de desesperación. Tonks se echó a un lado con Harry. Dumbledore apuntó al tronco con su varita y éste se quedó suspendido en el aire. El licántropo se quedó confuso al verse flotando en el aire pero al final volvió a atacar a Snape, quien le apuntó con su varita pero antes de disparar Sirius había agarrado a Remus por su yugular y lo había alejado de Snape.

"De esto seguro que me arrepiento."

Remus golpeó a Sirius con una de sus garras, quien se apartó de él lanzando leves gemidos caninos.

-¡Tío Sirius! -gritó harry.

El lobo decidió olvidar a los demás y enfrentarse a Sirius, que ahora no le importaba si era su amigo si él se interponía entra su comida y él. Remus golpeó a Sirius en la cabeza y en el lomo mientras que el animago intentaba morderle para detenerlo.

-¡No! ¡Ya basta!

-¡Harry, tú no puedes hacer nada! -le dijo Tonks que intentaba mantener alejado a Harry.

-¡Le está haciendo daño! ¡No, suéltame!

-Harry, por favor...

-¿Qué hacemos? -preguntó Shacklebolt cuando un rayo rojo pasó por su lado e impactó en Remus, cayendo al suelo. Shacklebolt miró sobre su hombro y vio como Dumbledore bajaba su varita.

-¿Qué tal estás, Sirius?

-He estado mejor -contestó Sirius cuando volvió a ser humano otra vez. Se tocaba el rostro para asegurarse que no estaba herido.

-Bien, es mejor que atemos a Lupin. A los hombres lobos la magia no les afecta demasiado.

-Está bien -Sirius se giró para amarrar a Remus cuando se lanzó sobre él, tirándole al suelo y abriendo sus fauces para acabar con Sirius.

-¡NO!

El licántropo se detuvo a escasos centímetros del cuello de Sirius.

-Tío Remus -sollozó Harry. -No... por favor...

El lobo miró a Harry, cerrando su boca, parpadeó un par de veces y miró a Sirius, quien estaba paralizado y respirando agitadamente. Remus le miró como si supiera quien era y se apartó de él, aparentemente algo asustado y confuso por lo que casi iba a hacer. El licántropo volvió a mirar a Harry que lloraba, luego miró a cada uno de los que estaban allí.

-¿Qué le ocurre? -preguntó Shacklebolt.

-Es como si nos reconociera -añadió Tonks.

Dumbledore apuntó a Remus y de la punta de su varita salieron unas cuerdas que ataron a Remus, quien no opuso ninguna resistencia.

-Parece ser que todo ha acabado -susurró Dumbledore. Todos suspiraron aliviados. McGonagall saltó de los brazos de Harry y volvió a su estado original. -¿Cómo estás, Minerva?

-Me he llevado un buen golpe, pero estoy bien.

-Harry... -dijo Sirius acercándose a su ahijado y cogiéndole en brazos para abrazarlo. -Ya pasó todo, pequeño.

Harry se acurrucó en los brazos de Sirius, llorando.

-¡Eh! ¿Y Pettigrew? -exclamó Tonks.

Todos miraron donde momentos antes estaba Peter inconsciente, no había ni rastro de él.

-¡Ha escapado!

-Dejadlo -dijo Dumbledore a Tonks y a Shacklebolt que iban a ir detrás de Pettigrew. -Hemos tenido muchas emociones por hoy. Mejor regresemos, ya tendréis más oportunidades para atraparlo. Además, Harry necesitará descansar.

Tonks y Shacklebolt asintieron, resignados. Dumbledore se arrodilló ante el licántropo.

-Dentro de poco llegará el amanecer.

Remus le respondió con un leve gruñido, mientras que el cielo se tornaba de un color anaranjado, típico de un nuevo día.

Continuará...