PRÓLOGO

(No me gustan, pero es una introducción cortita)

Muchos años han pasado desde la última batalla, nueve para ser exacta, el malvado Naraku ya no habita en este mundo. Fue un combate difícil donde por poco pierden la vida los rivales del demonio, afortunadamente todo salió bien.

Luego de ese final los destinos de todos cambiaron bastante. Sango y Miroku se casaron y ahora tienen tres hijas y dos niños gemelos, los más pequeños. Kikyo murió para descansar en paz. Entre Inuyasha y Aome las cosas fueron complicadas por la diferencia de las épocas, pero al final supieron como arreglarlo y aunque todavía no viven juntos su relación es bastante buena.

Kohaku volvió a la vida, gracias a Tenseiga, claro que no fue iniciativa del propio Sesshomaru, fue gracias a la intervención de Lin; quién pidió llorando a su amo que reviviera al niño. Hakudoshi murió junto con Naraku pero Kanna y Kagura quedaron libres, la niña albina suele deambular por los bosques y Kagura en cierta forma también, sólo que ella permanece siempre cerca de alguien.

Es algo extraño porque en ocasiones pasan varias semanas sin que se acerque lo suficiente para ser vista y cuando lo hace sólo se pasea brevemente, pero a él no le molesta, ni verla acercarse de vez en cuando y sostener una breve conversación ni tampoco percibir su olor todo el tiempo. Ese olor anteriormente tan repugnante se había transformado con la muerte de Naraku, ahora era más dulce y provocativo.

Ahora sí... a lo que vamos

LO MEJOR PARA LOS DOS

Bastante entrada estaba la noche cuando abrió los ojos, se encontraba durmiendo recargado en un árbol y una joven mujer descansaba en su regazo, cerca estaban un dragón de dos cabezas y un pequeño youkai verde. Tomó con delicadeza a Lin y la colocó junto a Ah y Uhn, ella no abrió los ojos. Caminó un poco en dirección a la luna y se perdió entre los árboles.

Hacía tiempo que no hablábamos.

Es extraño que vengas a estas horas ¿Qué quieres?

Nada, sólo llegué hasta aquí para probarte, para saber si tu interés era tando como para venir hasta aquí.

¿Mi interés? ¿Quieres saber cuál es mi interes? Pues te lo voy a mostrar. -En un instante Sesshomaru se encontraba a escasos sentímetros de ella, lo que no la dejó reaccionar.

De repente juntó sus labios a los de ella con fuerza, Kagura intentó resistirse, sabía que no podía dejarlo tener el control de las cosas, pero pronto sus intentos por evitar aquel profundo contacto se vieron mermados. Su deseo de sentirlo cerca hizo que en lugar de empujarlo, como lo había intentado hasta el momento, lo atrajera más tomándolo por el cuello, así se besaron hasta que sus corazones estaban bastante acelerados y les faltaba el aire.

Ese es mi interés. -Dijo él para luego dar media vuelta y partir dejándola ahí, con demasiadas sensaciones a flor de piel.

Maldito -susurró ella en un tono que sólo el viento fue capaz de percibir.

A la mañana siguiente despertó, al abrir los ojos pudo ver a un enanito verde, sintió que algo lastimaba s espalda. Estando todavía media dormida se sentó para darse cuenta de que ya no se encontraba donde la noche anterior, no estaba en su regazo. Volteó hacia atrás y, además de una pequeña roca en el suelo, sólo pudo ver a un dragón de dos cabezas.

Se ha ido. -Dijo con un tono triste luego de bajar la mirada.

Aquí estoy, Lin. -Se escuchó su fría voz.

¡Mi señor sesshomaru! - gritó ella con alegría al darse cuenta de que su amo estaba cerca, pero aún así se preguntaba por qué ella se encontraba en otro sitio y no a su lado, claro que no era propio pregutarlo, no a él. -¿Vamos a partir ahora, mi señor? -de pregntó poniéndose de pie.

No Lin, hoy nos vamos a quedar aquí.

Muy bien, en ese caso Lin va a buscar algo que comer y un río para bañarse.

El sonido de una piedra golpeando en la cabeza de Jaken se escuchó, el pequeño youkai saltó por el susto.

Jaken, acompaña a Lin.

El enanito no sabía bien qué pasaba, abrió los ojos y no dio con el lugar en el que se encontraba su amo bonito, sólo vio a la humana alejándose rápidamente y empezó a seguirla tropezándose a cada paso.

Luego de correr un rato llegó algo cansada hasta unos arbustos que daban unas moras comestibles, se sentó en el suelo junto a él y empezó a recogerlas. El pequeño youkai llegó detras de ella, ya se encontraba totalmente despierto, pero bastante sofocado, al alcanzarla simplemente se dejó caer en el suelo.

Señor Jaken, usted sabe por qué nos quedamos en el mismo sitio desde hace varios días.

No... yo... no sé... nada -le respondió en un suspiro intentando recobrar el aliento.

Es extraño, nunca lo habíamos hecho... muy bien, ya son suficientes, se escucha un río, creo que es atrás de aquellos árboles, voy abañarme, señor Jaken, -dijo la humana poniéndose de pie con losrecientemente recolectados frutos envueltos con sus ropas. En youkai sólo asintió con la cabeza y cerró los ojos.

Llegó hasta el río, er ancho pero su corriente no era demasiado fuerte, sería fácil bañarse ahí. Dejó los frutos en una orilla junto con su vestimenta y entró en el agua, nadó un poco por el río, eso era lo más divertido de bañarse, nadar y jugar. Porque a pesar de ya no ser una niña pequeña, su espíritu sí lo era, se conservaba totalmente inocente y libre de malos sentimientos, por lo que gustaba de jugar.

Cerca de ahí paseaba un conocido muchacho, era un poco más grande que ella. Tenía como misión recolectar algunas raíces resistentes para crear armas, era temprano pero aín así su cargamento ya era bastante grande. Se topó con unos arbustos y escuchó el sondo de un rió del otro lado.

Vaya, qué bueno, me muero de sed, creo que voy a detenerme un rató aquí.

Cruzó los arbustos con cuidado de no perder las ramas y raíces que llevaba amarradas con una cuerda y a cuestas, pero pasando los arbustos había una depresióm, él lo sabía pero no ha había percatado antes de cuán empinada era. Se tambaleó un poco, estaba a punto de caer y para no hacerlo soltó su pesado cargamento que rodó hacia abajo hasta caer en el agua. Eso produjo un sonido algo estrepitoso, lo que asustó bastante a la jovencita que se bañaba en aquellas aguas.

¡Aaaaaaaa! -gritó ella sumergiéndose casi por completo en el agua, ahora sólo sus ojos eran visibles.

¡Lo siento! -dijó el muchacho mientras corriía hasta el río, pensó que había lastimado a alguien con su error y lo primero que hizo fue apresurarse a ayudar, su carácter siempre noble y también algo inocente no le permitió reaccionar de otra forma.

Cuando llegó hasta el agua y estaba ya sumergoda la mitad de su cuerpo se dio cuenta de que la única persona ahí era una joven mujer que lo miraba curiosa y atentamente, pero no la reconoció.

¿Kohaku? -le ¡dijo ella saliendo un poco del agua y dejando ver su rostro y cuello.

¿Li...Lin? Yo... ¡Lo lamento mucho! -estaba totalmente apenado, sus mejillas se ruborizaron bastante, aunque ella no lo notó, inmediatamente dió media vuelta para no mirarla.

Me asustaste, pensé que era un mounstro, pero sólo eres tú, me da mucho gusto verte, hace... pues demasiado tiempo que no nos vemos, tanto que ya no recuerdo, Lin era más pequeña y tú también l... -una ráfaga de fuego dirigida ¡al joven, quién la esquivó gracias a sus abilidades como exterminador, interrumpió las palabras de Lin.

¡Déjala en paz! Humano tonto, el gran Jaken te aniquilará.

¡No! Señor Jaken, él no es un montro, él es Kohaku, mi amigo. -él había recobrado su postura, de pie y mirando en dirección opuesta a Lin, pero ahora estaba bastante mojado, ya que para esquivar el ataque del youkai verde se vio obligado a tirarse al río.

S.. sí, señor, fue un accidente, yo pasaba por aquí y... y no sabía que Lin estaba en el río, pero... ya me voy, nos vemos Lin y dusculpa por asustarle. -luego empezó a correr y ni siquiera se detuvo a recoger su ahora perdido paquete, sólo pensaba en salir de ahí, sus mejillas estaban aún más rojas que antes, si eso era pisible, y sus piernas temblaban, nunca había estado tan avergonzado en toda su vida. Se alejó lo más que pudo para olvidar aquél embarazoso encuentro, aunque en cierta forma estaba muy contento de haber visto a su pequeña amiga Lin, al parecer aquella inocente, habladora y alegre niña no había cambiado en lo más mínimo.

Señor Jaken, él no quiso hacer nada malo. -dijo la niña aún sumergida al pequeño youkai verde, quien de inmediato de dio cuenta de que estaba muy cerca de la humana desnuda, sus verdosas mejillas se pusieron rojas y salió corriendo a toda velocidad sin detenerse hasta que se vio del otro lado de los árboles -Qué extraño, ¿Por qué habrán salido corriendo los dos así? Pues verdaderamente no lo entiendo. -Luego de estas aplabras simplemente salió del agura, se vistió y comió su desayuno y cruzó los árboles que se nterponían entre ella y Jaken.

Por fin terminas, niña, vámosnos porque mi amo bonito debe estar enojado porque no llegamos y todo va a ser mi culpa.

sí. -la muchacha sonrió y asintió con la cabeza, pero antes de empezar a caminar se gró levemente hacia atrás y susurró algo al viento - Cuídate Kohaku. -Luego emprendió camino detrás del enanito verde.

Él siguió con su labor, o más bien empezó de nuevo con ella, y no consiguió terminarla hasta ya tarde. Cuando regresó a la aldea ya era de noche, su hermana lo esperaba en la entrada de su cada, lo cuál era algo sencillo considerando que vivían uno al lado del otro.

Por fin llegas Kohaku, me tenías preocupada.

Lo siento, es que no había muchas raíces que sirvieran.

Está bien, ya estás aquí. Te ves cansado mejor vete a dormir, buenas noches. -le dio un beso en la mejilla y se metió a su casa donde su esposo la obsevaba por la ventana.

Buenas noches, hermana.

Entró en su pequeña morada, dejó caer pesadamente su cargamento en el suelo y luego se recostó en sus aposentos (N/A: no sé cómo se llama esa cosa sobre la que duermen :p). Intentó dormir, pues en verdad estaba sumamente cansado, pero todo fue inútil, sólo pensaba en ella, en aquella amiga que hacía un par de años que no tenía noticias de ella y que en ese día simplemente había aparecido ante sus ojos, era tan bonita como siempre, pensó estó y sus mejillas enrojecieron. -¿Pero qué estoy pensando? -se dijo a sí mismo y luego nefó con la cabeza. Así pasó un rato más hasta que por fin consilió el sueño.

A la mañana siguiente se levantó algo tarde, salió de su casa, fue hasta el río más cercano, tomo un baño y se dirigió a buscar a su hermana.

¡Tío Kohaku! -se escucharon dos pequeñas voces al unísono.

Hola pequeños, ¿Cómo están?

Muy bien tío -respndió uno. -Mi mami ya viene -añadió el otro.

Hola Kohaku, por fin despiertas. -seescuchó la voz de la exterminadora desde la puerta de entrada.

Sí... es que... no dormí muy bien. Déjame que te ayude, a la parte de atrás ¿Cierto? -luego tomó los dos baldes con agua que la mujer llevaba.

Sí, muchas gracias. Niños, vayan a jugar afuera, pero no causen destrozos

¡Sí!

¿Y los niños? -le preguntó Kahaku al regresar.

Los mandé a jugar.

Ya veo, ¿Y tu esposo? No es común que lo dejes salir solo -le dijo algo apenado pues sabía la razón por la que el monje no salía sin ella muy frecuentemente.

Fue a hacer un exorsismo, algo pequeño y como ayer tuvimos una amenaza de ataque aquí en la aldea, no podíamos ir los dos, pero no fue sólo, las niñas fueron con él.

Ya veo. -sonrió y se apenó un poco.- Estonces ¿Vamos a hacer las armas ahora?

Sí, claro, vamos ¿Tienes las herramientas ?

Sí.

Y los dos se dirigieron a la casa de al lado por los materiales yo todo lo necesario, luego empezaron a trabajar, no era labor sencilla pero sí muy necesaria ya que por el momento Inuyasha y Aome se encontraban en la época moderna y proteger a las personas era su labor. Así pasaron un rato, trabajando y conversando de mounstros y cosas de la aldea, nada fuera de lo común pero Kohaku se notaba distraído.

¿Qué te sucede? Te ves muy distante.

Nada, estoy bien, es es que ayer...

¿Qué pasó ayer?

Esa niña... la jovencita que viaja con el hermano de Inuyasha hacía mucho tiempo que no la veía.

¿Te encontraste con Sesshomaru? -le preguntó preocupada.

No, sólo con ella y con el youkai verde

¿Pasó algo malo?

No, sólo fueron unos instantes, el ayudante de Sesshomaru intentó atacarme porque creyó que le estaba haciendo daño a Lin, pero no pasó nada esquivé el ataque y luego ella lo detuvo.

Debes tener cuidado si el hermano de Inuyasha hubiese estado ahí no sé qué hubiese pasado.

S´, tendré mas cuidado. -sonrióy volvió a su trabajo enérgicamente, luego inició una conversación sobre la amenaza del sía anterior y fingió estar interesado en la historia que su hermana le contaba.

Ella despertaba, era demasado tarde pero no había conseguido consiliar el sueño hasta el amanecer, un asunto ocupaba su mente.

Vaya, por fin despiertas, eres una dormilona, no sé por qué el amo Sesshomaru te deja que estés con nosotros.

Lo siento. ¿Y el amo Sesshomaru? -lepreguntó con voz triste al no verlo a su alrededor.

No lo sé, él se fue y me dijo que nos quedáramos aquí, que volvería mañana.

Así que va a pasar la noche en otro sitio.

Pues claro, niña tonta eso es lo que te estoy diciendo.

Voy a buscar algo de comer y al río, vuelvo en un rato.

No puedes ir tú sola y si nos vamos los dos y el amo bonito regresa se va a anojar mucho, quédate aquí.

Ah, Uhn vengan conmigo ¿Contento señor Jaken?

No te puedes ir así... si en amo Sesshomaru regresa se va a...-pero Lin ya no escuchó más, se encontraba montada en el dragón de dos cabezas y camino al sitio del día anterior.

Llegó hasta los arbustos de moras pero no tenía hambre.

Voy al río, espérenme aquí. -las dos cabezas asintieron.

Se sentó en la orilla, jugaba con sus pies y pensaba en lo mismo, en él.

"Anoche no me dejó dormir cerca y fue por ella, esa mujer no me agrada... quizás no debí seguirlo debí quedarme donde él me dijo pero no pude evitarlo, nunca antes me había prohibido así dormir cenrca de él. Tal vez hice algo malo, tal vez fui mala y él está enojado pero... de cualquier forma se fue con esa mujer".

FLASHBACK

Sesshomaru miraba pensativo la copa de un árbol, del árbol donde había dormido la noche anterior.

¿Ya vamos a dormir? -preguntó entusiasta la jovencita ya acostumbrada a dormir en e regazo de su amo.

No Lin, hoy hoy vas a dor mir con Jaken, yo tengo cosas que hacer.

Ella se sintió triste pero comprendió que su amo debía salir y ella no tenía posibilidades de evitarlo. Se dirigió hasta el drgón y se recostó en él, cerró los ojos y se quedó dormida por un corto rato. Al despertar lo vio ahí, justo donde habia dicho que no iba a estar, eso le pareció extraño pero pensó que quizás se había arrepentido, pero luego vio esa sombra, era aquella mujer extensión de Naraku, Lin se asustó un poco. La mujer se acercaba, llegó hasta su señor, él se puso de pie y la miró fijamente, luego la tomó entre sus brazos y con un rápido movimiento la arrinconó contra el árbol y luego empezó a besar, Lin cerró los ojos muy fuerte, como si con eso la escena que presenciaba fuese a desaparecer y, aparentemente así fue, porque cuando los abrió de nuevo ya no estaban "Seguramente fue mi imaginación" -pensó.

Pero para evitar quedarse con la duda se levantó y se acercó al tronco y escuchó algo a unos metros de ahí, su corazón latía rápido pues temía ser descubierta por su señor, pero aún así siguió y siguió, caminaba en la oscuridad hasta que escuchó algo. No eran voces, era más bien el sonido de alguien recostándose sobre el suelo bruscamente, en ese momento no pudo más y regresó a donde estaban Ah y Uhn, se recostó y así se quedó el resto de la noche, con los ojos cerrados pero sin dormir, sólo pensando en lo que vio, o más bien en lo que no fue capaz de ver.

FIN DEL FLASHBACK

Recordar ésto le dolía mucho, sentía una gran ansiedad en su pecho, como nunca antes, era demasiado intensa, las lágrimas empezaban a rodar por su rostro, no pidía más y lo que era peor, no tenía idea de por qué era ¿Qué era lo que sentía? Era algo totalmente desconocido y no era muy agradable.

CoNTiNuaRá...

Hello! Pues aquí estoy con Sessho otra vez, éste fic la verdad no sé bien para dónde va pero espero que les guste. Si alguien lo pide puedo poner un lemon Sessho-Kagura en el próximo capi.

Byes!