Notas del autor: Por amor de Dios, tengan piedad y
dejen reviews, este fic es un estilo totalmente nuevo para mi y de verdad
me gustaria oir sus
comentarios.
Cena para 4
-¿y de quien fue la brillante idea?
-Hermione por supuesto, tu sabes que Ron odia la sola
idea de pensar en tu timbre de voz
Draco le tiro una mirada herida y Harry sonrío un poco, lo tomo del cuello y acerco su cabeza hasta poder besarle la frente. Draco se inclino hacia el, descansando en el pecho de Harry, voltio hacia arriba y prosiguió con la discusión.
-Esa es una actitud sensible, ¿porque demonios
granger no lo entiende?Yo odio a Weasley, el me odia a mi, es una relación
completamente sana y reciproca por lo cual es contra las leyes de la naturaleza
tratar de alterarla.
-nunca he entendido porque no se llevan bien
-predisposición genética
-pero deberían de tratar
-bah, todo es culpa de weasley, si fuera un hombre de
verdad hubiera dicho que no y punto, abofeteado a Granger y después
tenido sexo desenfrenado con ella hasta que la idea de una cita doble con
nosotros halla sido una vil alucinación producida por beber tanta
poción alisadora.
Harry miraba a su novio con una chispa divertida en los ojos. Draco asumió la posición natural numero 3, no me estas tomando en serio maldito perro del mal.
-¿ya terminaste?
-claro que no, aun me falta mencionar como por mas genio
que se la tire Granger aun no alcanza a descubrir el intrincado y apócrifo
significado de anticonceptivos... ¿por qué?
-creo que es tiempo de tener sexo desenfrenado
Y la idea de tener que ir a una cita doble con en el matrimonio weasley fue solo un recuerdo perdido en la mente de Draco, junto a la vez que su padre decido exploar su lado femenino una aburrida tarde del 88... hata el sig. martes.
**
Sin embargo, la idea no fue reprimida por Ronald Weasely, quien miraba amargado sus hojuelas de maiz imaginando que eran cierto rubio platino...
-Ron, Cariño, corazon, ¿podrias por favor no jugar con tu comida? Les das mal ejemplo a los niños.
-No estaba jugando con mi comida. De hecho pretendia que asesinaba a Malfoy. Y eso nunca es mal ejemplo.
Hermione le tiro una mirada de hastio, Ron siguio apuñalando los corn Malfoy.
-Mama, ¿podemos ir con ustedes?
-No
-Por favor, el tio Harry es genial
-No
-Ademas la ñiñera nos maltrata
-Dudo que llamar al ministerio de magia pidiendo ayuda a su mejor equipo de inombrables sea considerado 'maltratar' –y agrego observando la cara de David- ni siquiera en Afganistan.
-¡Pero ese tipo de actos lastima nuestros sentimientos!
-¡Exacto! ¡Solo la queriamos integrar a nuestros juegos!
Ron miro a sus trillizos. Jake, Ryan y Kevin, y se convencio de que alguien debe de haber odiado mucho, mucho a los Weasley en el pasado y haberles tirado una maldicion de pestes masivas en lugar de hijos. Posiblemente algun Malfoy.
Miro con terror a su hija Diana, a la cual Hermione alimentaba sin mucho apuro mientras amenazaba a los trillizos con mandarlos a Durmstrang, o peor, con Snape. La bebe tiraba papilla felizmente por todos lados y con el gesto de una persona completamente complacida con su lugar en el mundo.
En unos meses Diane aprenderia a hablar.
-¡RON! ¡Que dejes de jugar con tu comida!
**
-Voy a ponerme tan borracho que elogiare el cabello de Granger.
Harry oprimió cariñosamente la mano de Draco. El rubio sufría de sus típicos casos de ansiedad pre-encuentro con alguien que lo conociera de su época en Hogwarts (una de sus peores, el papel de villano redimido se le veía mucho mejor). No era novedad que Draco Malfoy no era el sujeto mas amado del planeta, pero en años recientes, que con haberse convertido en un mortifago que en realidad era un espía de Dumbledore y haber 'seducido' al chico que vivió, epitome de lo correcto en el mundo mágico, además de ser, claro un malfoy... Bueno, solo digamos que la gente no lo queria mucho.
Al menos era reciproco. En el mundo solo había 2 personas, las cuales parecían agradarle a Draco, su madre (única persona capaz de criticar a la misma velocidad que Draco) y Harry.
Los demás eran adornos de la vida, algo así como muebles muy molestos.
Finalmente la puerta del elevador se abrió mostrando el pasillo que antecede al lujoso departamento de los Weasley ubicado en las Torres Finnigan. Estas estaban convenientemente localizadas en el centro de Diagon Alley. A Hermione aparentemente le gustaba estar cerca de la acción, y los capuchinos celestiales de Ernie's. A ron le encantaba la vista, y a los trillizos les encantaba tirar bombas llenas de pus de dragón, con un poco de orina de troll en los días lluviosos, a los transeúntes.
En noticias relacionadas, la cuenta de los weasley en Gringotts había sido misteriosamente cancelada.
Era un buen lugar y si no hubiera tanta gente, a Harry y a Draco tal vez les gustaría vivir ahí. Draco miro la puerta que los separaba de su horrible destino.
-¿Por qué tuvimos que subir? ¿Por qué no pudimos esperarlos abajo?
-Quiero saludar a mis ahijados.
-Torturarme mas bien.
Otro apretón, seguido de un beso.
-Vamos, ¿por qué estas tan preocupado? Tu siempre te muestras seguro, arrogante y brutal contra toda persona que no te agrada
-¿Te mencione que fueron tus hermosos elogios los que ganaron mi corazon?
-Ves, además, yo nunca actuo así de nervioso cuando salimos con tus amigos
-Eso es porque nunca salimos con ellos.
-Como si quisiera escuchar la vida sexual de Crabbe
-¿Y la de Weasley es mejor?
-Considerando que no es ilegal en 24 paises, Si.
-Oh por favor, lo legal es taaaaaan aburrido.
Harry miro a los ojos a Draco.
-Todo va a salir bien, ya veras.
-Eso dijiste la ultima vez-
-¿y que fue lo peor que paso? Aparte de que tuvieras esas encantadoras orejas de conejo, como te dije, fue una velada estupenda.
Draco no contesto. Harry lo tomo de la sien, sus manos rodeando su cara.
-Hazlo por mi.
Draco suspiro.
-¿Estas seguro de que tenemos que hacerlo? Estoy dispuesto a ofrecerte favores sexuales a cambio de mi libertad.
-Tú me ofreces favores sexuales por lavar tus calcetines.
-Y nunca lo haces, me debes varias amigo.
Para infortunio de Draco, Harry había aprovechado la pelea verbal, para tocar el timbre ['¡traidor!'], Hermione abrió, como siempre luciendo radiante y con una sonrisa que a Harry le parecía franca y responsable y Draco llamaba secretamente la sonrisa de 'soy una trepadora de poder'.
-¡Hermione, cariño! ¡Luces divina! Adoro coo quedo tu cabello, cada vez se ve mas natural.
-Oh gracias, Draco, siempre tan atento, y tu Harry, ¿no piensas saludar?
-Eh.. disculpa estaba en estado de shock ante el carisma natural de mi novio
-Lo se, el uso de mi sorprendente carisma siempre hace eso.
-Claro, todos recordamos la graduación
-Excepto que lo que dejo a Harry sin habla esa vez no fue el nulo carisma de Malfoy, cariño.
La voz sombría de, Ron Weasley recargado contra el marco de la puerta, vestido elegantemente y con la cara de un hombre que se resigno a enfrentar al pelotón de fusilamiento.
-Tan amable de ti recordar mis sorprendentes poderes sexuales weasley,
-¡Como te atreves pedazo de..!
-¡¿Y mis sobrinos?!
-¡Adentro! ¡Es mas! Pasemos, especialmente tu Draco, oh mira ahí están, digan hola chicos.
Hermione Granger, directora del comité de relaciones muggles le tiro una mirada a su esposo que hubiera puesto a temblar a Lord Voldemort.
Le pareció oír como el pelotón apuntaba sus varitas.
De momento el odio de Ron por Malfoy se disparo a los cielos.
Fin parte 1.
