Harry no sabía porque, pero más que con Ron, él estaba enfadado con Hermione. Ella nunca le había traicionado, pero ahora lo estaba haciendo, porque mientras que él estaba peor que nunca a ella le daba igual.
Hermione parecia notar aquella actitud, ya que Harry continuamente le obsequiaba con miradas llenas de odio.
El último día de las vacaciones, Harry estaba como siempre en la habitación de Ron tumbado en su cama. No había bajado a cenar, no quería fastidiarle la fiesta a los demás. Cuando la puerta se abrió.
¿Puedo entrar?-Pregunto tímidamente la voz de Hermione desde la puerta.
Harry no la contestó, pero al oir su voz se le había encogido el estomago.
Ella por su parte entró y se sento en la cama en la que estaba tumbado Harry. Él que estaba de espaldas a ella trago saliva, se estaba empezando a poner nervioso.
Hermione empezo a acariciarle su descontrolado pelo, eso hizo que un escalofrio recorriera todo su cuerpo
¿Qué te pasa, Harry? hace unos días que te noto más enfadado de lo que te había visto nunca-Le pregunto Hermione muy bajito en el oído- en especial conmigo.
No me pasa nada, Hermione-contesto en tono no muy convincente
Mirame a la cara cuando hables conmigo- Le exigio Hermione
A Harry no le quedó más remedio que hacerla caso, al mirarla a los ojos la furia que le había invadido los últimos días desaparicio en un instante, y por un momento tubo ganas de besarla.
¿Qué te pasa?-Le volvio a preguntar ella.
Na-Nada, ya te lo he dicho Hermione- dijo Harry saliendo del trance
Nunca has sabido mentir-dijo ella dandole un inesperado beso en la mejilla-Baja a comer algo, mañana saldremos temprano para ir a King Cross y no te dará tiempo a desallunar.
Dicho esto ella salió de la habitación.
Harry se quedo absolutamente confundido¿Podía que a él le gustará Hermione? Una voz en su cabeza le dijo: "No, eso es imposible" ¿Pero por que se había puesto así?
