PIRATAS DEL CARIBE:
LA MALDICION DEL ROSARIO BLANCO
By Aya K
Capitulo III
EL COMPROMISO Y LA CONFESION DE AMOR
No se esperaba lo que encontró en el salón de su casa y la verdad tampoco quería esperarlo. En el salón junto con su padre, allí estaba el protagonista de todas sus pesadillas, el único hombre al que no quería ver ni en pintura: el comodoro Len Tao. No era que no fuese atractivo, ni inteligente, ni poderoso o rico era que simplemente no lo tragaba. Era un hombre que no tenia respeto por la vida de nadie excepto por la suya y la de los amigos que le ayudaran en sus propósitos.
Cuando entro en el salón fue su padre quien hablo.
-"Anna, por fin ya estas aquí. Siéntate hija debemos de hablar."-dijo muy falsamente.
Anna nunca había visto a su padre mostrándose falso por lo que se extraño notablemente al verlo actuar con una falsa sonrisa en su rostro.
-"Si padre acabo de llegar de casa de Lady D`Arct. Buenas comodoro. Con permiso."- dijo mientras se sentaba al lado de su padre extrañada y saludando cortésmente al comodoro.
-" Bueno hija resulta que el comodoro nos ha hecho una visita con el propósito de pedir ser tu pretendiente a casarse contigo. Yo claro como tu sabes le he dicho que solo tu elegirás a tu marido, cariño."- dijo muy seriamente su padre.
De repente Anna se quedo de piedra. Aquel hombre; aquel hombre al que no le importaba nada excepto él quería ser su marido, estaba claro que allí pasaba algo. El comodoro debía de querer su dote mas de lo que ella pensaba. El ya había dejado de manifiesto que ella le gustaba como futura esposa y ella le había dicho que ni en sueños, claro que no contó con que se lo pediría a su padre. Y allí estaba ella entre la espada y la pared, mientras aquel hombre de ojos dorados la miraba con malicia y deseo. Un escalofrió recorrió su espalda al contestar.
-"No lo sé. La verdad me pilla muy de sorpresa y no sé que decir. Lo lamento comodoro pero deberá de esperar hasta que tome una decisión y le ruego que no me presione pera tomarla."-dijo con autoridad pero muy educadamente.
-"Bueno pues que así sea mi hermosa señora, con permiso."- contesto el comodoro al tiempo que besaba la enguantada mano de Anna y se dirigía a la salida.- "Que tengan un buen día señores."
Anna y su padre se quedaron unos minutos sin hablar. Hasta que él rompió el silencio.
-"Lo lamento mucho cariño, pero no podía hacer nada, tu sabes que quiero que elijas a tu marido y lo sigo manteniendo, pero debo reconocer que el comodoro seria un buen marido."- dijo su padre a modo de disculpa.
-"Sé que seria un buen marido padre, pero también es un desalmado que se ha atrevido el día de mi cumpleaños ha venir a mi casa a pedir mi mano sin anunciármelo a mí."-estallo hecha una furia.-"me da igual lo buen marido que pueda ser nunca me casare son él. Con permiso."
Dicho esto salió del salón y se fue a su habitación donde se acostó en su cama y derramo unas amargas lagrimas hasta que se quedo dormida. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Anna seguía durmiendo placidamente cuando una mano la zarandeo para despertarla.
-"¿Qué ocurre? ... ¿Qui..Quién esta hay?"- pregunto aun medio dormida.- "Ah eres tu Pililika, ¿Qué quieres?."
-"Siento despertarla señorita Anna pero es hora de almorzar."-respondió calmadamente Pililika.
-"No quiero bajar a comer Pililika, dile a mi padre que lo siento, que no bajare."- repuso ella con una triste mirada.
-"Lo suponía señorita, por eso le he subido algo para comer se lo he puesto en el escritorio junto con mi regalo de cumpleaños y el de Tamao, señorita."- dijo Pililika con una sonrisa muy grande.
-"Pililika no tendríais que haberlo hecho."- le repuso al ver lo que había dicho.-"tu y Tamao son mis amigas a parte de mis doncellas no deben hacerme regalos."
-"Por eso mismo señorita, por ser sus amigas, debemos hacérselos."- repuso Pililika.-"y ahora le ruego que se levante, coma algo y abra nuestros regalos."
Anna se levanto y se dirigió al escritorio donde avía dos cajas del mismo tamaño: una azul y otra rosa con una lazo rosa y azul, respectivamente. Anna cogió el regalo rosa sabiendo que era el de Tamao, pues ese era su color favorito, y lo abrió. Cuando lo vio supuso que tenia que haberle costado mucho. Era un juego de joyas con unos pendientes, un collar, un anillo y una pulsera todo en plata y con rubíes rojos como la sangra. Anna estaba asombrada y justo lo abrió cuando la pelirosada entraba por la puerta. Anna se giro y dijo
-"Tamao es precioso. Es lo más bonito que he visto nunca."-dijo mientras abrazaba a Tamao y sonreía.- "gracias.·
-"De nada señorita, es lo mínimo que se merece."- contesto algo sonrojada.- "me alegro de que le haya gustado."
Luego Anna volvió al escritorio y cogió la otra caja, el regalo de Pililika y lo abrió. En el estaba un camisón de seda azul celeste de tirantes y con unos bordados también e azul imitando a las olas del mar.
-"Me dijeron que era la nueva moda para dormir. Espero que le haya gustado."- dijo un poco insegura Pililika.
Y no era para menos puesto que Anna todavía no había dicho nada desde que abriese el regalo de Pililika. Cuando se giro a verlas, unas lagrimas silenciosas se deslizaban por su rostro.
-"Oh Pililika"-exclamo mientras se lanzaba a sus brazos llorando.
-"¿Por qué llora señorita? Me esta asustando."- exclamo preocupada Pililika.
-"Lloro de felicidad."- dijo Anna mientras se reponía y dejaba de abrazarla.- "los pocos recuerdos que tengo de mi madre son en los que ella lleva un camisón muy parecido a este mientras dormía. El camisón no lo puede conservar, porque al morir de una peste el camisón fue quemado por si contenía aun la enfermedad. Me has hecho muy feliz Pililika al regalarme eso. Gracias."
-"De nada señora. Ahora la dejaremos descansar para la fiesta de esta noche."- dijo Pililika emocionada por el relato.-"que descanse señorita Anna."
Diciendo esto las dos salieron de la habitación de Anna dejándola a solas recordando a su madre. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Estuvo toda la tarde en su habitación recordando las cosas que hacia su madre cuando ella era pequeña. Como la llevaba a pasear en coche todas las tardes siempre que hiciese buen tiempo; los largos paseos por las orillas del lago que había en su casa; el ir a visitar a su abuela para tomar el te por las tardes; Los cuentos que le contaba para irse a dormir y aquella canción que tanto le gustaba y que su madre le cantaba para que se durmiese.
Sin poder evitarlo Anna abrió el joyero, que aquella misma mañana su padre le había regalado y vio el colgante de sus sueños otra vez. Lo cogió mientras la música del joyero sonaba y no pudo evitar poner a cantar aquella vieja canción que la tranquilizaba. Aquella canción que su madre le cantaba de niña; omokage.
Siguió cantando sin darse cuenta de que había alguien a la puerta de su habitación oyéndola. Y solo cuando termino la canción Anna se dio cuenta de que había alguien allí.
-"Bravo, bravo. Que bien canta Lady Kyôyama."-exclamo un muchacho de pelo marrón mientras aplaudía.-"parecíais un ángel cantando mi señora."
-"Yoh Asakura que te había dicho de llamar a la puerta."- exclamo furiosa pero a la vez sonrojada por el hecho de que la hubiese descubierto cantando.
-"¿Qué debía llamar a la puerta no?"-dijo el muchacho a la vez que intentaba recordar. -"Muy bien eso mismo y ¿porque no lo habeis hecho?"-exclamo ahora solamente furiosa mientras le miraba con una mirada fría.
-"Porque si no no hubiese podido oír vuestra canción entera y no os hubiese podido contemplar sonrojada."-dijo mientras se reía con una de sus risas.
Risa que ponía a Anna muy enfadada, pero intento calmarse y solo después de calmarse le pregunto
-"Bien y ¿qué quería Señor Asakura?"
-"Bueno he venido para saber si Lady Jeanne ya os lo había contado todo lo referente a ya sabéis."- dijo mientras entraba, cerraba la puerta y se acercaba a ella.
-"Si me lo ha contado y estoy muy preocupada por ella."- confeso preocupada.-" ¿Algo mas señor o solo era eso?
Yoh se puso muy nervioso y se sonrojo a mas no poder. Anna no entendía esa reacción hasta que Yoh deposito una caja en su regazo, pues aun estaba sentada en la silla del escritorio, le dio un beso en la mejilla y musito a la vez que salía de la habitación:
-"Feliz cumpleaños Lady Anna Kyôyama."
Luego cerro la puerta y se fue. Anna se había quedado en estado de shock a causa del beso pero se repuso, abrió la caja y encontró una pulsera de oro blanco con incrustaciones de esmeraldas y una grabado que traía "AI SHITERU ANNA". Anna se quedo helada ante la inscripción y corrió hasta el bacón donde vio como Yoh se alejaba corriendo de su casa.
Yoh ese estúpido, si ese estúpido que le había robado el corazón.
-"Ai shiteru Yoh." -dijo mientras volvía ha entrar en su habitación y se ponía la pulsera.
CONTINUARA
Próximo Capitulo: La fiesta de cumpleaños de Lady Kyôyama.
N. de la autora: vale es muy precipitada la declaración ¿no? Pero esto va para rato y va a haber mas problemas. Lo siento x las q querían a len como Jack sparrow pero en el próximo sabrán quién hará de el y espero q les guste el cambio. ^^. Bueno si les gusto envíen un review y sino también. Ahora las contestaciones de los reviews:
Sweet Mary Angel: (si ya lo has visto todo entonces no habrá problemas para q nadie mas t asombre ^^. Lo siento pero no va a ser Jack, gomen. Y tampoco el malo. En este capitulo ya se ve quien es y va a dar bastante guerra a anna y Yoh. Creo q si q deberías controlarte ^^. Gracias x el review.) Picola: (tranquila q lo seguiré. ^^) Expectra: (lo siento pero tendrás q esperar un poco. ^^ Y a ver si te gusta quien será. Lagome: Gracias y tienes razón no había mejor sustituto para orlando bloom. Si quieres saber quien será Jack tendrás q esperar al cuarto capitulo. ^^) Asuka de Black: (gracias. Tendrás q esperar para saber quien será Jack y ana y Yoh también van a tardar un poco en hablar. ^^)
Y gracias a todos los q aguantan leer este fic. No se q haría sin ustedes. (Q melodramática no ¬¬). Bss.
LA MALDICION DEL ROSARIO BLANCO
By Aya K
Capitulo III
EL COMPROMISO Y LA CONFESION DE AMOR
No se esperaba lo que encontró en el salón de su casa y la verdad tampoco quería esperarlo. En el salón junto con su padre, allí estaba el protagonista de todas sus pesadillas, el único hombre al que no quería ver ni en pintura: el comodoro Len Tao. No era que no fuese atractivo, ni inteligente, ni poderoso o rico era que simplemente no lo tragaba. Era un hombre que no tenia respeto por la vida de nadie excepto por la suya y la de los amigos que le ayudaran en sus propósitos.
Cuando entro en el salón fue su padre quien hablo.
-"Anna, por fin ya estas aquí. Siéntate hija debemos de hablar."-dijo muy falsamente.
Anna nunca había visto a su padre mostrándose falso por lo que se extraño notablemente al verlo actuar con una falsa sonrisa en su rostro.
-"Si padre acabo de llegar de casa de Lady D`Arct. Buenas comodoro. Con permiso."- dijo mientras se sentaba al lado de su padre extrañada y saludando cortésmente al comodoro.
-" Bueno hija resulta que el comodoro nos ha hecho una visita con el propósito de pedir ser tu pretendiente a casarse contigo. Yo claro como tu sabes le he dicho que solo tu elegirás a tu marido, cariño."- dijo muy seriamente su padre.
De repente Anna se quedo de piedra. Aquel hombre; aquel hombre al que no le importaba nada excepto él quería ser su marido, estaba claro que allí pasaba algo. El comodoro debía de querer su dote mas de lo que ella pensaba. El ya había dejado de manifiesto que ella le gustaba como futura esposa y ella le había dicho que ni en sueños, claro que no contó con que se lo pediría a su padre. Y allí estaba ella entre la espada y la pared, mientras aquel hombre de ojos dorados la miraba con malicia y deseo. Un escalofrió recorrió su espalda al contestar.
-"No lo sé. La verdad me pilla muy de sorpresa y no sé que decir. Lo lamento comodoro pero deberá de esperar hasta que tome una decisión y le ruego que no me presione pera tomarla."-dijo con autoridad pero muy educadamente.
-"Bueno pues que así sea mi hermosa señora, con permiso."- contesto el comodoro al tiempo que besaba la enguantada mano de Anna y se dirigía a la salida.- "Que tengan un buen día señores."
Anna y su padre se quedaron unos minutos sin hablar. Hasta que él rompió el silencio.
-"Lo lamento mucho cariño, pero no podía hacer nada, tu sabes que quiero que elijas a tu marido y lo sigo manteniendo, pero debo reconocer que el comodoro seria un buen marido."- dijo su padre a modo de disculpa.
-"Sé que seria un buen marido padre, pero también es un desalmado que se ha atrevido el día de mi cumpleaños ha venir a mi casa a pedir mi mano sin anunciármelo a mí."-estallo hecha una furia.-"me da igual lo buen marido que pueda ser nunca me casare son él. Con permiso."
Dicho esto salió del salón y se fue a su habitación donde se acostó en su cama y derramo unas amargas lagrimas hasta que se quedo dormida. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Anna seguía durmiendo placidamente cuando una mano la zarandeo para despertarla.
-"¿Qué ocurre? ... ¿Qui..Quién esta hay?"- pregunto aun medio dormida.- "Ah eres tu Pililika, ¿Qué quieres?."
-"Siento despertarla señorita Anna pero es hora de almorzar."-respondió calmadamente Pililika.
-"No quiero bajar a comer Pililika, dile a mi padre que lo siento, que no bajare."- repuso ella con una triste mirada.
-"Lo suponía señorita, por eso le he subido algo para comer se lo he puesto en el escritorio junto con mi regalo de cumpleaños y el de Tamao, señorita."- dijo Pililika con una sonrisa muy grande.
-"Pililika no tendríais que haberlo hecho."- le repuso al ver lo que había dicho.-"tu y Tamao son mis amigas a parte de mis doncellas no deben hacerme regalos."
-"Por eso mismo señorita, por ser sus amigas, debemos hacérselos."- repuso Pililika.-"y ahora le ruego que se levante, coma algo y abra nuestros regalos."
Anna se levanto y se dirigió al escritorio donde avía dos cajas del mismo tamaño: una azul y otra rosa con una lazo rosa y azul, respectivamente. Anna cogió el regalo rosa sabiendo que era el de Tamao, pues ese era su color favorito, y lo abrió. Cuando lo vio supuso que tenia que haberle costado mucho. Era un juego de joyas con unos pendientes, un collar, un anillo y una pulsera todo en plata y con rubíes rojos como la sangra. Anna estaba asombrada y justo lo abrió cuando la pelirosada entraba por la puerta. Anna se giro y dijo
-"Tamao es precioso. Es lo más bonito que he visto nunca."-dijo mientras abrazaba a Tamao y sonreía.- "gracias.·
-"De nada señorita, es lo mínimo que se merece."- contesto algo sonrojada.- "me alegro de que le haya gustado."
Luego Anna volvió al escritorio y cogió la otra caja, el regalo de Pililika y lo abrió. En el estaba un camisón de seda azul celeste de tirantes y con unos bordados también e azul imitando a las olas del mar.
-"Me dijeron que era la nueva moda para dormir. Espero que le haya gustado."- dijo un poco insegura Pililika.
Y no era para menos puesto que Anna todavía no había dicho nada desde que abriese el regalo de Pililika. Cuando se giro a verlas, unas lagrimas silenciosas se deslizaban por su rostro.
-"Oh Pililika"-exclamo mientras se lanzaba a sus brazos llorando.
-"¿Por qué llora señorita? Me esta asustando."- exclamo preocupada Pililika.
-"Lloro de felicidad."- dijo Anna mientras se reponía y dejaba de abrazarla.- "los pocos recuerdos que tengo de mi madre son en los que ella lleva un camisón muy parecido a este mientras dormía. El camisón no lo puede conservar, porque al morir de una peste el camisón fue quemado por si contenía aun la enfermedad. Me has hecho muy feliz Pililika al regalarme eso. Gracias."
-"De nada señora. Ahora la dejaremos descansar para la fiesta de esta noche."- dijo Pililika emocionada por el relato.-"que descanse señorita Anna."
Diciendo esto las dos salieron de la habitación de Anna dejándola a solas recordando a su madre. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Estuvo toda la tarde en su habitación recordando las cosas que hacia su madre cuando ella era pequeña. Como la llevaba a pasear en coche todas las tardes siempre que hiciese buen tiempo; los largos paseos por las orillas del lago que había en su casa; el ir a visitar a su abuela para tomar el te por las tardes; Los cuentos que le contaba para irse a dormir y aquella canción que tanto le gustaba y que su madre le cantaba para que se durmiese.
Sin poder evitarlo Anna abrió el joyero, que aquella misma mañana su padre le había regalado y vio el colgante de sus sueños otra vez. Lo cogió mientras la música del joyero sonaba y no pudo evitar poner a cantar aquella vieja canción que la tranquilizaba. Aquella canción que su madre le cantaba de niña; omokage.
Siguió cantando sin darse cuenta de que había alguien a la puerta de su habitación oyéndola. Y solo cuando termino la canción Anna se dio cuenta de que había alguien allí.
-"Bravo, bravo. Que bien canta Lady Kyôyama."-exclamo un muchacho de pelo marrón mientras aplaudía.-"parecíais un ángel cantando mi señora."
-"Yoh Asakura que te había dicho de llamar a la puerta."- exclamo furiosa pero a la vez sonrojada por el hecho de que la hubiese descubierto cantando.
-"¿Qué debía llamar a la puerta no?"-dijo el muchacho a la vez que intentaba recordar. -"Muy bien eso mismo y ¿porque no lo habeis hecho?"-exclamo ahora solamente furiosa mientras le miraba con una mirada fría.
-"Porque si no no hubiese podido oír vuestra canción entera y no os hubiese podido contemplar sonrojada."-dijo mientras se reía con una de sus risas.
Risa que ponía a Anna muy enfadada, pero intento calmarse y solo después de calmarse le pregunto
-"Bien y ¿qué quería Señor Asakura?"
-"Bueno he venido para saber si Lady Jeanne ya os lo había contado todo lo referente a ya sabéis."- dijo mientras entraba, cerraba la puerta y se acercaba a ella.
-"Si me lo ha contado y estoy muy preocupada por ella."- confeso preocupada.-" ¿Algo mas señor o solo era eso?
Yoh se puso muy nervioso y se sonrojo a mas no poder. Anna no entendía esa reacción hasta que Yoh deposito una caja en su regazo, pues aun estaba sentada en la silla del escritorio, le dio un beso en la mejilla y musito a la vez que salía de la habitación:
-"Feliz cumpleaños Lady Anna Kyôyama."
Luego cerro la puerta y se fue. Anna se había quedado en estado de shock a causa del beso pero se repuso, abrió la caja y encontró una pulsera de oro blanco con incrustaciones de esmeraldas y una grabado que traía "AI SHITERU ANNA". Anna se quedo helada ante la inscripción y corrió hasta el bacón donde vio como Yoh se alejaba corriendo de su casa.
Yoh ese estúpido, si ese estúpido que le había robado el corazón.
-"Ai shiteru Yoh." -dijo mientras volvía ha entrar en su habitación y se ponía la pulsera.
CONTINUARA
Próximo Capitulo: La fiesta de cumpleaños de Lady Kyôyama.
N. de la autora: vale es muy precipitada la declaración ¿no? Pero esto va para rato y va a haber mas problemas. Lo siento x las q querían a len como Jack sparrow pero en el próximo sabrán quién hará de el y espero q les guste el cambio. ^^. Bueno si les gusto envíen un review y sino también. Ahora las contestaciones de los reviews:
Sweet Mary Angel: (si ya lo has visto todo entonces no habrá problemas para q nadie mas t asombre ^^. Lo siento pero no va a ser Jack, gomen. Y tampoco el malo. En este capitulo ya se ve quien es y va a dar bastante guerra a anna y Yoh. Creo q si q deberías controlarte ^^. Gracias x el review.) Picola: (tranquila q lo seguiré. ^^) Expectra: (lo siento pero tendrás q esperar un poco. ^^ Y a ver si te gusta quien será. Lagome: Gracias y tienes razón no había mejor sustituto para orlando bloom. Si quieres saber quien será Jack tendrás q esperar al cuarto capitulo. ^^) Asuka de Black: (gracias. Tendrás q esperar para saber quien será Jack y ana y Yoh también van a tardar un poco en hablar. ^^)
Y gracias a todos los q aguantan leer este fic. No se q haría sin ustedes. (Q melodramática no ¬¬). Bss.
