PIRATAS DEL CARIBE:
LA MALDICION DEL ROSARIO BLANCO
By Aya K
Capitulo XI
LA ODISEA DE LA TRIPULACION
Tortuga.
Para cualquier persona normal, el nombre de un animal, de un ser vivo con caparazón y lento al andar…….para un pirata…….la libertad.
Solo así se podía llamar a lo que rebosaba en todo los rincones de aquella isla, libertad. Muchos lo llamarían libertinaje, desenfreno, codicia, avaricia, lujuria, gula, alcohol……y mil y un adjetivos uno mas despectivo que otro.
Pero pocos podían ver lo que detrás de todo aquello se escondía. Libertad en estado puro. No había normas, no había leyes, no había control; cada uno hacia lo que quiera y necesitaba cuando lo quería y necesitaba.
No importaba que para el mundo aquel fuese un lugar que había que esquivar a toda costa, para los piratas era hallar una libertad que solo conocían en un barco, pero en tierra firme.
Lugar apartado de todo dominio conocido y indeseado por cualquier rey, era una tierra de nadie, un lugar al que poder escapar, huir y en el que nadie te pediría mayores explicaciones.
Un lugar que solo existía en la mayoría de los sueños de la gente, pero que los piratas habían hecho realidad.
Hao sabia de sobra que era estar atado y por eso agradecía eternamente esa libertad que le propiciaba un barco o la isla a donde se dirigía y que ya se veía en el horizonte. La alcanzarían al llegar la noche pero antes…………
Habría que saber hasta donde estaba dispuesto realmente el muchacho a llegar.
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La pregunta que rondaba la mente del joven Yoh Asakura no era otra que¿Dónde estará Anna?
Llevaba pensando en ella desde que habían salido de si hogar, el único sitio donde había sido relativamente feliz desde que dejo Inglaterra para buscar a su padre.
Y ahora mismo lo que mas le extrañaba era que no pensaba en que pasaría cuando volviese, si le echarían de la isla o le ahorcarían, ahora mismo su pensamiento solo lo ocupaba una mujer, Anna.
La misma mujer que le había robado el corazón hacia tanto tiempo y que no sabía porque amaba con locura. Sus pelo rubio, sus ojos negros como dos abismos por los que deseaba caer hasta el fondo; sus labios, rojos, rojos en contraste con su pálida piel; cosa que aun le extrañaba sobretodo viendo en el Caribe; pero quizás esos misterios, el que estuviese llena de contradicciones, eso era precisamente lo que mas amaba de ella.
Seguía pensando en ella y en lo que haría por salvarla cuando noto que alguien se acercaba y al girar la cabeza vio ante el, al Capitán Hao; propulsor de aquella extraña y loca aventura.
-"Llegaremos al anochecer muchacho; lo primero que haremos será encontrar una tripulación para este barco. Yo solo no puedo manejarlo y, sinceramente, tus dotes de marinero dejan bastante que desear."
Yoh tan solo asintió, aun no conseguía entender que era lo que le agradaba y a la vez rechazaba de aquel hombre. Podía ser su extraña apariencia; las ropas típicas de un pirata pero parecía que el le había buscado un estilo propio; los dientes de oro, signo inconfundible; el sombrero de tres picos, extraño signo español pero a la vez que le hacían parecer distinto a todos; y la extraña forma de peinarse la barba y el pelo: trenzas y rastas. La verdad es que parecía un hombre con claros propósitos pero………había en el algo que hacia desconfiar a Yoh de el. Algo que sabia y no le había dicho y que jugaba en contra del joven herrero, pero ¿Qué era¿Qué le ocultaba?
-"¿Y como encontraremos a alguien que este tan loco como para acompañarnos?"- pregunto el chico sabiendo que la respuesta no iba a aclararle muchas dudas.
-"Facil, preguntaremos."
Una sonrisa hizo que los dientes de oro dentellearan, lo había presentido la respuesta no le aclararía ninguna duda.
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La noche se imponía al día, y Tortuga renacía hasta el próximo amanecer. Era una ciudad nocturna de eso no había duda, por el día los únicos que estaban despiertos eran los encargados del muelle y pocos mas.
Las calles eran angostas y llenas de barro y suciedad. Un olor a abandono, alcohol y muerte llenaba todo el ambiente. Las únicas mujeres despiertas en aquella ciudad solo vivían de los borrachos y de las peleas. En cualquier esquina una muerte a espada o a pistola.
Sangre mezclada en el barro bajaba por las calles e intentaba limpiar la mugre presente en todo rincón de la ciudad, mas no era probable que lo consiguiera.
Yoh seguía a Hao sin perderle de vista, porque no se fiaba de el y porque era el único que sabia a donde iban. El pirata caminaba tranquilamente disfrutando de las risas, la música y el aire que inundaba el ambiente.
-"Aspira el aire muchacho, Tortuga, el único lugar donde el alma es libre. Sígueme"
Había una taberna por cada dos casas o tiendas y eso eran muchas tabernas para una ciudad que ocupaba casi toda la falda de la pequeña isla.
Hao siguió avanzando entre borrachos, tabernas, muertos y mujeres hasta llegar a una pequeña granja casi al final de la ciudad. Entraron tranquilamente y se fijaron en que el aire estaba viciado de un olor, el olor característico de los animales de establo.
Hao se acerco a un pequeño lavadero y lleno dos cubos de agua en el, después le dio uno a Yoh y le mando seguirle.
Entraron en la piara de los cerdos, y vieron que utilizando a un cerdo como almohada dormía un hombre. Era pequeño pero el que le conocía sabia que era astuto y muy peligroso. Llevaba las típicas ropas piratas y un pañuelo atado al cuello, nada mas destacaba de el, salvo la barba de varios días que le cubría parte de la cara.
Hao se acerco a el y le lanzo su cubo de agua fría encima, los ronquidos cesaron al instante y el hombre se despertó sobresaltado cogiendo un pequeño cuchillo que llevaba en la mano.
-"¿Quién osa despertarme¿Quién es el maldito que se ha atrevido?"- maldecía buscando por toda la sala al culpable, entonces levanto la cara y encontró a Hao sonriéndole tranquilamente sobre el.-"¡Oh! Eres tú¿a que debo el que me hayas despertado de esa manera, maldito pirata?"
-"Negocios Oyamada, negocios"- repuso con una sonrisa socarrona el pirata.
-"¿No sabes que no se debe despertar a un hombre de esta manera, Hao?"
-"Si, si el hombre que despierta al que dormía profundamente, invita a este ultimo a una copa para hablar de negocios, grandes negocios"- replico el pirata mientras le tendía la mano al otro y le guiñaba un ojo.
-"¡Oh, ya veo! En ese caso el durmiente aceptara encantado esa copa para hablar tranquilamente de negocios con el que lo ha despertado."- dijo sonriendo mientras cogia la mano que Hao le tendía y se incorporaba lentamente.
Cuando estuvo completamente erguido y trataba de mantenerse recto una nueva ola de agua fría choco contra su ropa ya mojada.
-"¡Demoniso¡Ya estoy despierto! –exclamo mientras la ropa chorreaba.
Hao miro a Yoh sorprendido por el acto, mientras esta aun sujetaba el cubo en sus manos y se excusaba diciendo:
-"Era por el olor."- dijo tímidamente, provocando una sonrisa en el rostro del Capitán Hao y una mueca de disgusto en la del bucanero, Manta Oyamada.
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Hao se deslizo entre la gente de la taberna como una serpiente, mientras en sus manos sostenía dos vasos llenos de Ron, la única bebida que los piratas consumían como agua.
Se acerco a la mesa donde estaba su camarada sentado y al pasar cerca de Yoh que se apoyaba en una columna se detuvo, miro alrededor y luego al muchacho diciéndole:
-"Vigilalos, nunca sabes que pueden hacer."
Después se sentó en la mesa y le tendió su vaso a su compañero. Puntualizo: "solo uno" y su amigo asintió deseando que durase mucho tiempo.
Tras un largo trago: reconstituyente para uno, glorioso para otro abordaron el tema que les interesaba.
-"Y bien Hao¿A que has venido a Tortuga?"- pregunto Oyamada interesado.
-"Veras mi buen amigo, me propongo reunir una tripulación y perseguir al mal nacido de Fausto."
-"¿Estas loco? Nadie sabe donde esta la Isla de Muerta donde atraca Fausto y aunque lo supieses no encontrarías a ningún hombre tan loco para acompañarte."-replico el pequeño hombre rápidamente.- "Además ya sabes que ese hombre es muy peligroso, recuerda lo que te hizo la ultima vez Hao.
-"Por eso mismo querido amigo, por eso mismo, la ultima vez no contaba con una poderosa aliada."
-"¿Cuál? Sabes de sobra que es imposible matarlos, tu mismo conoces la leyenda y las historias, y hay testigos suficientes para dar por cierto lo que vieron"
-"Lo se, amigo, lo se. Pero las otras veces no supe como abordar el tema, yo creo que es mas bien una cuestión de influencias."- dijo mientras sonreía y miraba a Yoh disimuladamente.
Sin embargo, Oyamada parecía no darse cuenta de la señal y bebía distraídamente de su vaso hasta que Hao insistió en su señal. El bucanero pareció entender y se acerco mas a el en tono confidencial.
-"¿El chico¿Qué pasa con el?"
-"Ese es mi as en la manga."
-"¿El? No creo que te sirva de mucho, parece muy asustadizo e inquieto."
-"Ese chico que hay ves, es el hijo de Mikihisa Asakura, el Samurai."
-"¿Qué? Me estas diciendo que se chico es el hijo del gran Samurai."- Oyamada pensó rápidamente la declaración y después afirmo sonriendo.-"Quizas si que haya hombres tan locos como para emprender esta aventura."
-"Brindemos por eso."
Y los vaciaron sus vasos ajenos a que un joven había oído toda la conversación. Yoh empezaba a ver claro que no estaba en aquella aventura solo por Anna, había algo mas que nadie le había contado y la clave estaba en su padre y aquel pirata, Hao.
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Hacia dos días que habían llegado a Tortuga y por fin parecía que obtenían resultados. Oyamada les había mandado un mensaje aquel día diciendo que tenía a unos cuantos candidatos que posiblemente servirían para sus propósitos.
Así que salieron de la posada donde habían pasado la noche y se dirigieron al muelle para pasar la revisión a la tripulación, sabían que no encontrarían a muchos marineros dispuestos a emprender tremenda aventura pero había que intentarlo y además la esperanza era lo último que se debía perder.
Llegaron al muelle a los pocos minutos y allí encontraron a Oyamada y a una fila de marineros al cual mas excéntrico y loco, todos alineados listos para pasar la revisión del que podría convertirse en su capitán.
TO BE CONTINUE…………
N de la autora: Hola...esto...bueno...lo siento? Se que no tengo disculpa, he tardado siglos en actualizar y para colmo el capitulo es mas corto que los anteriores...en fin...en realidad queria escribir mas pero es que se me fue la inspiracion y para colmo mi ordenador murio hace poco por lo que...no tengo donde escribir en condiciones. Lo siento...no se para cuando podre actulizar de nuevo.
En realidad deberia esto estaba escrito de hace mucho tiempo pero esperaba poder escribir algo mas. Sintiendolo mucho publico un poco incompleto mas que nada para que no me maten los que lo leen (alguien lo sigue leyendo?) En fin...espero que os haya gustado (el peque capitulo) si eso me dejais un review...esta vez si que acepto las amenazas de muerte y de todo...menos a poder ser los virus...como ya he dicho mi ordenador esta muerto...
Bueno ahora contestaremos a los reviews...es increible aun asi sigue habiendo alguien que lee este fic ;;
Kary Anabell Black: Gracias por dedicarte a leer el fic...mi fan mas aferrima ;; que mona ella! en fin...otra vez me he tardado meses en actualizar, esta vez nada mas y nada menos que siete ;; sorry...espero que te haya gustado y bueno te vere en el mesenger y muchisimas gracias por lo que me has comprado Eres un sol. Un beso muy grande. Hasta la proxima.
kla : Me alegro de que te haya gustado, lamento no ser mas constante con las actualizaciones...soy un poco desastre. Espero que logres perdonarme y sigas leyendolo. El final aun me lo estoy planteando...no se muy bien si hacerlo fiel a la pelicula o darle mas protagonismo al otro vertice del triangulo (como lo llamo yo) eso si...intentare hacer un triangulo bastante interesante, tengo alguna cosita planeada por ahi jujuju. Un beso.
Nada mas...bueno...espero no tardar mucho en el proximo capitulo. Aunque aun no se el titulo del capitulo (estoy fallando en mis obligaciones) aunque eso es porque no se si seguir con los dos protagonista o cambiar a la "doncella en peligro" Si me hechais una ayudita mejor que mejor .
Saludos,
AYA K
