A todos los que me mandaron reviews… gracias! ToT… les dejaré una notita a cada uno al final de este capítulo, el que espero les guste n.n. Va dedicado con cariño para ustedes…
A las dos horas de haber levantado el teléfono, Yoh colgó…
Jijiji, esto se va a poner muy interesante… - murmuró.
El Gran Escape
Capítulo 2: La Huida.
Hora: 3:00 de la madrugada. Unos pasos sigilosos resultaban apenas audibles dentro de la pensión, la misión era moverse sin ser oído y, hasta el momento, todo iba a pedir de boca. Los pasos fueron directamente a la cocina… donde pararon en el refrigerador y unas manos salieron desde las sombras y volvieron a ellas llenas de… naranjas. El refrigerador fue cerrado y la sombra silenciosa se movió directamente hacia la puerta de entrada, pero se detuvo, cambió de dirección y subió por las escaleras, dirigiéndose directamente a una habitación en particular.
Abrieron la puerta y una muchacha rubia yacía profundamente dormida. La sombra se acercó lentamente hasta llegar lo más cerca de ella posible. Se agachó y, de la manera más cuidadosa posible, estiró la mano para acariciarle el cabello, pero un suspiro y un movimiento de la joven detuvo este acto y ella, al abrir los ojos sobresaltada por sentir una presencia extraña dentro de su cuarto, no vio a nadie allí. Todo estaba normal, todo en orden, todo como siempre, así que cerró los ojos, pero no sabía que, mientras se disponía a dormir nuevamente, su prometido, Yoh Asakura, iba saliendo, quizás para siempre, de su vida.
No se fue con nada, sólo con Harusame, Amidamaru y su fe en que todo iba a resultar bien. A campo abierto una avioneta lo esperaría para dirigirse a China y allí poder reunirse con los Tao, donde armaría la segunda parte del plan, de la cual Ren no estaba para nada enterado. Se sintió un poco culpable al no decirle nada a Manta, pero él era fácilmente influenciable por Anna y, tarde o temprano, acabaría diciendo la verdad, lo cual arruinaría los planes. Llegó a la avioneta y una cara familiar lo esperaba, una que jamás creyó que vería en ese momento (cara de Yoh: O.o)
Hola, Yoh! – lo saludaron.
F… F… Fausto? OO
No te preocupes, Jun me contó todo – dijo, con su cara de siempre.
Y no le dirás a Anna? – OO?
No, no le diré, guardaré el secreto – sí… el mundo estaba completamente loco.
Pero… por qué?
Quiero que sean felices y, si esto es necesario, pues… adelante.
Y qué tienes que ver tú en todo esto? – Yoh entendía cada vez menos o.o
Pues… yo te llevaré donde los Tao – nn
O.O, acaso sabes dónde es?
Recibí todas las instrucciones, así que sé cómo llegar. Ahora, súbete antes de que me arrepienta y termine por delatarte!
Hora: 4:00 de la madrugada. Yoh Asakura, Fausto, Eliza y la avioneta se abrían paso por el cielo, dejando atrás Funbari, la pensión y el pasado. El joven Shaman se sentía contrariado… por una parte estaba contento porque sentía que todo lo que se avecinaba sería mucho mejor que lo vivido hasta el momento, pero, por otro lado, un temor lo acechaba… el temor de que, aunque todo saliera como el plan quería, Anna siguiera siendo tan dura como siempre. Una punzada de dolor le atravesó el pecho… sí, tenía miedo de que eso sucediera, de que ella definitivamente mostrara que no lo quería y que, además, lo matara por la cuenta de teléfono que dejó antes de irse producto de su llamada de dos horas a China (T.T). No sabía qué le sucedía, nunca antes había sentido miedo haciendo algo, pero en este momento sí… sentía un miedo horrible de que todo se fuera por la coladera y se quedara completamente solo, sin siquiera una prometida, ya que su abuela probablemente aceptaría la petición de Anna de destruir el compromiso. Y hablando de abuelas… se acordó de la suya y más miedo le dio… estaba tan inspirado con todo lo que iba a suceder que ni se le pasó por la mente el recordar a Kino y su carácter huracánico. Piiiiiip, demasiado tarde, ya se había acordado de ella y los nervios que sintió en un principio subieron como la espuma, dejando a Yoh como una verdadera gelatina voladora en medio del cielo y acompañado en su incertidumbre nada más que por su fiel acompañante, que lo miraba con ojos de 6 (Sakenne: jajajajaja, son éstos… "¬¬", en algunos teclados serían ojos de 1), como diciendo "en qué lío se ha metido el Amo Yoh".
Hora… indefinida, pero ya de mañana. La avioneta del amor se preparaba para aterrizar e Yoh se afirmaba con todas sus fuerzas en el asiento, hasta que recordó que para algo existía el cinturón de seguridad y se lo abrochó, aliviado. Cerca de diez minutos después ya estaban en tierra, en un lugar bastante desierto, sólo adornado con el verde del pasto, flores, árboles…
Sakenne: Yoh, mira hacia el lado y deja de describir las cosas como si no pudieras mover la cabeza ¬¬.
Yoh: estoy mareado x.x.
Sakenne: tú te quisiste ir en avioneta.
Yoh: no me dejaste otra alternativa ¬¬.
Sakenne: no me diste ninguna sugerencia. –
Yoh: no tenía idea de que podía hablar contigo T.T. –
Sakenne: O.o… es verdad . .
Yoh: ves? nn, si hubiera sabido me voy en avión de primera clase o… en barco! Síiiiii, en barcooo!
Sakenne: ¬¬, claro, y hubieras llegado a China próximo a cumplir 80 años y justo al funeral de Jun, aparte que deberías recordar que la mansión Tao no está cerca de nada que tenga que ver con grandes afluentes de… agua! u.ú
Yoh: u.u, parece que no te gustó la idea.
Sakenne: mejor déjame a mí hacer la historia u.ú.
Yoh: de acuerdo, de acuerdo, pero para la próxima me mandas en algo que no me maree tanto, sí? n.n'
Sakenne: OK ¬¬.
Yoh: Yupiiiiii!
Sakenne: deja continuar con la historia!
Yoh: Sí n.n…
En qué iba? Ah, sí! De pronto, Yoh voltea y se encuentra de frente con una construcción sólida, alta e increíblemente imponente. Se queda mirándola con la boca abierta y no se dio cuenta cuando el doctor Fausto se puso al lado de él, así que imaginen nada más el salto que pegó cuando le empezaron a hablar.
Ésta es la Mansión Tao…
Guauuu… - dijo Yoh, desde el suelo, donde había llegado a parar gracias a la siempre salvadora fuerza de gravedad.
Yo que tú me levanto y te vienes conmigo… mira que si no, te vas a perder y con lo distraído que eres dudo mucho que te encontremos antes de que cumplas 50 años.
Sí n.n
Yoh: oye, Sakenne, tan despistado crees que soy?
Sakenne: ehmmm, sí.
Yoh: u.u.
Sakenne: no te preocupes, va bien con tu personalidad.
Yoh: n.n, si tú lo dices…
La caminata desde la pista improvisada de aterrizaje hasta la entrada de la mansión Tao fue bastante larga e Yoh, ni siquiera a una décima parte del recorrido, ya iba con la lengua afuera. Eran demasiadas cosas para él: la escapada, el viaje, el clima diferente, el sueño… hambre! Con el estómago dándole un concierto de lujo pensaba en que Ren ojalá le tuviera algo para comer, porque ya no podía más. Para hacerse más corto el viaje se fue pensando en naranjas y en cosas ricas y, justo cuando iba a comerse una torta de 400 personas en su imaginación, se pega feroz colisión con una muralla. Mira hacia arriba… y sus ojos sólo ven concreto y piedras… se aleja un poco más y se da cuenta de que está frente a una tremenda construcción de tipo oriental (cuando digo tremenda es TREMENDA!), la cual se veía bastante extraña metida entre tanta naturaleza. Fausto estaba subiendo unas escaleras (las cuales Yoh no vio porque estaba demasiado concentrado pensando en pasteles y perdió el rumbo yéndose un poco para el lado) y lo miraba con cara de "sígueme". Yoh subió corriendo y, otra vez, chocó con algo… esta vez era un portón imponente con dragones tallados y de un color oscuro. Los famosos dragones estaban tan bien tallados que, por un momento, parecían reales. Con esa visión, Yoh saltó un poco más incluso que cuando Fausto lo asustó… quedando otra vez en el suelo. De pronto, el portón se abrió y una figura femenina se dejó entrever en las sombras y, tras esa figura, venía otra de menor tamaño y con un extraño peinado hacia arriba…
Yoh! – de repente, la sombra femenina se vio claramente y se abalanzó sobre el joven Shaman. – Qué alegría tenerte aquí!
Hola, Jun – alcanzó a responder éste, momentos antes de ser completamente aplastado por el abrazo apretujado de la mayor de los Tao
Jun, mejor suéltalo – se oyó una voz detrás de la aludida
Ella así lo hizo e Yoh vio, después de mucho tiempo, la familiar silueta de quien, en principio, fue su enemigo y hoy era su gran amigo: Ren Tao. Éste le dio la mano, para ayudarlo a levantarse.
Así que huyendo de tu prometida, ya era hora – el joven Tao lo miró con cierta comprensión.
Es que…
Es que qué…
No aguantaba más…
Se nota, cualquiera estaría loco al lado de ella…
Oooyeee, no era para tanto – ToT
Cómo que no? Cualquiera sabe que esa prometida tuya es capaz de matar de los nervios hasta a un tótem.
Ooooyeeeee!
Lo siento, sólo digo la verdad. Si no fuera como yo te digo, no estarías aquí… u.ú
Pero…
Pero nada!
Pero… O.o
Pero nada, Yoh, tú sabes que tengo razón!
Bueee… prefiero no pelear contigo n.n
No creas que te salvarás de eso… A.A
Huh? O.O
Tu hospedaje en MI Mansión no será gratis…
O.O! Me vas a cobrar muy caro? – Yoh sentía cómo su estómago se empezaba a contraer…
No, no te voy a cobrar… sólo quiero entrenar con alguien que esté a mi altura… en este caso, contigo.
Ahhhh, entrenar! n.n, ya creía que me ibas a tener lavando platos…
No, para eso hay servidumbre – Ren sonrió un poco
Ren! – un grito sacó a los chicos de su ensueño
Dime, Jun…
Déjame a solas con Yoh
De acuerdo… - caminó hacia dentro de la casa junto con Fausto y su esposa Eliza. – Nos vemos después.
Nos vemos n.n – Sonrió Yoh.
Estaba nuestro querido Shaman agitando la mano en señal de despedida cuando, de repente, una mirada inquisitiva lo volvió a la realidad… era Jun.
Yoh… - ella le sonrió abiertamente.- Me alegra saber que decidiste seguir el plan.
Sí, es que no sabía qué hacer con Anna…
Es que ella está demasiado convencida de que te tendrá por siempre y eso hace que se… cómo decirlo… se malcríe un poco. Es tan orgullosa como mi hermano…
Y crees que resultará lo que planeaste?
Por supuesto – Jun se lanzó a reír. – Pero recuerda esto… yo también quiero que me ayudes con algo…
Lo sé, lo sé…
Y bien… cuándo empezamos con mi plan?
Ehhh… cuando quieras…
Desde el almuerzo entonces – A.A, Jun rió con malicia…
Hora: 13:00 horas en Japón. Anna estaba en el living de la pensión, sentada, con una mano en el auricular del teléfono y la otra marcando con firmeza un número que conocía muy bien… Mientras daba el tono de marcado, ella pensaba millones de cosas, pero había un presentimiento que no la dejaba en paz… presentía que algo le había sucedido a Yoh…
Mansión Asakura…
Señora Asakura… habla Anna
Anna! Qué sorpresa! Cómo te va?
No tengo tiempo para hablar de mí. Dígame… se encuentra Yoh?
Yoh? Pero si Yoh no ha venido desde hace 3 meses…
Quéee? – la itako sintió una puntada de miedo y ganas de permanecer callada, dejándose sólo para ella sus temores, pero pudo más la fidelidad a la familia de su prometido y decidió hablar. - Entonces… temo decirle que su único hijo ha desaparecido…
Continuará…
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Naru: Gracias por el review…y no te preocupes, seguiré el fic, aunque no pueda actualizar mucho debido a que estoy en semana de exámenes. Prometo leer el tuyo apenas pueda y dejarte una opinión como se merece. Saludos
Verox: Gracias por los halagos. El plan de Jun se verá con el tiempo, porque es bastante largo y complejo, digno de ella . Saludos para ti también
Minamo: Obvio que será un YohxAnna, ya me tiene completamente harta el HaoxAnna, aunque a ratos me viene la idea de hacer un Lemmon entre esos dos… por mientras, esto seguirá relajado, aunque no descarto la idea de ponerme medio pornográfica, jajajaja! Saludos
SaQra: Seguí tus sugerencias . Gracias por las felicitaciones y espero que sigas escribiendo tan bien como siempre
Besos a todos y nos vemos en el Capítulo III. Bye, Bye… Sakenne.
