¡Hola!
Este es mi segundo fic. Deseo con todas las fuerzas que os guste. Si tenéis sugerencias, críticas o lo que sea, ¡dejadme un review! ¡¡¡gracias!!!
¿Alguien puede decirme como poner negritas y subrayados, por favor? ---------------------------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------------
CAPÍTULO 1: OTRA VEZ
Miró a su alrededor. Definitivamente cada vez había más gente en aquella estación, y ni la mitad tenían conocimiento de lo que sucedía en aquellos momentos detrás de la pared que se encontraba entre los andenes 9 y 10. Sería la penúltima vez que cogería el Hogwarts Express en viaje de ida. Esto le producía un sentimiento de tristeza y nostalgia a la vez que la alegría de saber que pronto podría escoger la formación mágica que ella quería.
Traspasó la puerta mágica para encontrar un andén mucho más alegre y bullicioso. Eso la enternecía; por fin volvía a su hogar. Desde que empezó a estudiar en Hogwarts su casa había dejado de ser su hogar: su hermana Petunia, con la que antes tan bien se había llevado, ahora le hacía la vida imposible. No podía comer cuando ella comía, no podían ver juntas la televisión, etc.
Quería buscar a sus amigas, pero sabía que debía ir al vagón designado a los prefectos, así que, contra todo lo que ella quería hacer, se dirigió hacia allí. La mayoría de los demás prefectos ya estaban allí.
- Hola.
- ¡Hola Lily!
- ¡Hola Evans!
Y más saludos por el estilo salieron del vagón. Había cuatro prefectos nuevos; uno para cada casa. De Gryffindor el nuevo prefecto era Armey Jacker, un muchacho alegre y muy inteligente que siempre hacía lo posible para ayudar. Era alto y castaño, de piel morena y ojos negros. Seguramente haría lo posible para que se cumpliesen las normas, aunque Lily no estaba segura de que él las cumpliese siempre.
Lupin estaba sentado mirando tristemente al vacío. "Es verdad", se dijo, "el año pasado el director me dijo que este año designarían otro prefecto de sexto curso." Así que era Lupin. Bueno, por lo menos no era el estúpido Potter... Aunque seguramente perjudicaría mucho más a los Slytherins y daría vista gorda a sus estúpidos amiguitos. Tan solo esperaba que Potter no estuviese tan pesado como el curso anterior.
Después de escuchar las indicaciones que tenían que darles antes de empezar el curso pudieron salir, unos para ir a vigilar los pasillos y otros, los que querían, podían ir con sus amigos. A ella le tocaba el turno de vigilar los pasillos hacia las cinco de la tarde, así que se dispuso a buscar el compartimento dónde estarían sus amigas.
Las encontró al final del tren. La señora del carrito de la comida ya había pasado y todas estaban comiendo. Después de los saludos típicos ella también se sentó a comer. Hacía mucho que no veía a sus amigas, pues por culpa de Petunia estuvo todo el verano castigada sin poder quedar con nadie.
- ¿Qué tal os fueron las vacaciones, chicas?
- Como siempre, ya sabes. Mi padre trabajando como un loco, mi madre en casa de mi abuela y yo cuidando de los niños... -respondió Drea, una chica morena, de cabellos negros y largos y ojos almendrados.
- ¿Cómo están Jeremy y Jason?
- Han crecido mucho; ya sabes, de tener un año a dos, los niños crecen mucho. Y aún me cuesta distinguirlos, y ellos parecen saberlo, pues hacen todo lo posible por hacerme la vida imposible.
- Me encantaría verlos, ¡eran tan monos! –Eso lo dijo Susan, una muchacha de cabello castaño oscuro que le llegaba justo por los hombros. Era bastante delgada y un poco bajita. Llevaba el pelo recogido en dos moños pequeños con el resto del pelo suelto. Tenía los ojos de un marrón muy claro y llevaba unas gafas de montura delgada.
- Lo que me da miedo es que con lo traviesos que son ya ahora acaben convirtiéndose en muchachos como Potter y Black...
- No digas estupideces, que se vuelvan tan estúpidos es imposible. Nadie en su sano juicio dejaría que sus hijos se volviesen así. Un día me gustaría conocer a los padres de estos presuntuosos, seguro que están medio locos, sino no lo entiendo. -Las otras empezaron a reír.
- ¡¿Qué?! Es verdad...
- Veo que aún estás molesta por lo de fin de curso del año pasado... -dijo Sel Sareth, una chica que, aunque no era una de sus mejores amigas, a veces se juntaba con ellas. Era alta y rubia y no demasiado delgada. Tenía los ojos marrones y una sonrisa que hacía que más de uno se girara.
- ¡Pues claro! Como si no fuese poco lo que hicieron al Snape este y como me lo agradeció él, ese estúpido Black va y me deja flotando durante dos horas con el pelo rosa fucsia. ¿Tu estarías contenta con esto?
- Hombre, pues Sirius Black es muy guapo y –continuó hablando sobre Sirius, james y Remus durante aproximadamente una hora, que las otras aprovecharon por comer y dormir un poco (discretamente). Por suerte otra chica vino a buscarla y dejaron de oírla.
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Hacia las cinco Lily salió de su compartimento para empezar su ronda por los pasillos. A medida que e iba acercando al vagón del medio iba oyendo más y más ruido. No había duda de quien estaba en aquél vagón.
Llegó delante de un compartimento que parecía un campo de batalla. Tirados por el suelo habían un par de alumnos de Slytherin que Lily conocía de vista. En verdad, si no los hubiese conocido de algo no habría sabido que eran de Slytherin, pues iban vestidos con unas medias rosas y unas camisetas azul claro con corazones rosas.
No necesitaba verlo para saber qué había pasado. Enfadada, abrió la puerta del compartimento de golpe. Los chicos que había dentro levantaron la vista perezosamente. Dos de ellos ya llevaban la varita en mano.
- Ah, hola, eres tú. ¿Qué te trae por aquí? ¿Ya has sucumbido a mis encantos? Porque podríamos quedar, ¿te va bien hoy a las doce de la noche en la torre de astronomía? Es un lugar muy íntimo... -dijo James guiñándole un ojo.
- ¡Puedes parar de una vez! ¡Ya estáis revirtiendo los hechizos de estos dos Slytherins ahora mismo!
- Verás, es que técnicamente esto es imposible... -dijo Sirius.
- Pues tendrás que dejarte de técnicas, porque esto os ha costado dos semanas de detención. ¡Y no hay peros que valgan! ¿Entendido?
- Er... Sí. Pero, ¿seguro que no quieres una cita?
- ¡Déjame en paz!
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Esto es solo el principio, pronto empezará la guerra entre ambos bandos. Si os gusta, si no os gusta, si tenéis nuevas ideas, ¡dejadme un review, por favor!
Khye
Este es mi segundo fic. Deseo con todas las fuerzas que os guste. Si tenéis sugerencias, críticas o lo que sea, ¡dejadme un review! ¡¡¡gracias!!!
¿Alguien puede decirme como poner negritas y subrayados, por favor? ---------------------------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------------
CAPÍTULO 1: OTRA VEZ
Miró a su alrededor. Definitivamente cada vez había más gente en aquella estación, y ni la mitad tenían conocimiento de lo que sucedía en aquellos momentos detrás de la pared que se encontraba entre los andenes 9 y 10. Sería la penúltima vez que cogería el Hogwarts Express en viaje de ida. Esto le producía un sentimiento de tristeza y nostalgia a la vez que la alegría de saber que pronto podría escoger la formación mágica que ella quería.
Traspasó la puerta mágica para encontrar un andén mucho más alegre y bullicioso. Eso la enternecía; por fin volvía a su hogar. Desde que empezó a estudiar en Hogwarts su casa había dejado de ser su hogar: su hermana Petunia, con la que antes tan bien se había llevado, ahora le hacía la vida imposible. No podía comer cuando ella comía, no podían ver juntas la televisión, etc.
Quería buscar a sus amigas, pero sabía que debía ir al vagón designado a los prefectos, así que, contra todo lo que ella quería hacer, se dirigió hacia allí. La mayoría de los demás prefectos ya estaban allí.
- Hola.
- ¡Hola Lily!
- ¡Hola Evans!
Y más saludos por el estilo salieron del vagón. Había cuatro prefectos nuevos; uno para cada casa. De Gryffindor el nuevo prefecto era Armey Jacker, un muchacho alegre y muy inteligente que siempre hacía lo posible para ayudar. Era alto y castaño, de piel morena y ojos negros. Seguramente haría lo posible para que se cumpliesen las normas, aunque Lily no estaba segura de que él las cumpliese siempre.
Lupin estaba sentado mirando tristemente al vacío. "Es verdad", se dijo, "el año pasado el director me dijo que este año designarían otro prefecto de sexto curso." Así que era Lupin. Bueno, por lo menos no era el estúpido Potter... Aunque seguramente perjudicaría mucho más a los Slytherins y daría vista gorda a sus estúpidos amiguitos. Tan solo esperaba que Potter no estuviese tan pesado como el curso anterior.
Después de escuchar las indicaciones que tenían que darles antes de empezar el curso pudieron salir, unos para ir a vigilar los pasillos y otros, los que querían, podían ir con sus amigos. A ella le tocaba el turno de vigilar los pasillos hacia las cinco de la tarde, así que se dispuso a buscar el compartimento dónde estarían sus amigas.
Las encontró al final del tren. La señora del carrito de la comida ya había pasado y todas estaban comiendo. Después de los saludos típicos ella también se sentó a comer. Hacía mucho que no veía a sus amigas, pues por culpa de Petunia estuvo todo el verano castigada sin poder quedar con nadie.
- ¿Qué tal os fueron las vacaciones, chicas?
- Como siempre, ya sabes. Mi padre trabajando como un loco, mi madre en casa de mi abuela y yo cuidando de los niños... -respondió Drea, una chica morena, de cabellos negros y largos y ojos almendrados.
- ¿Cómo están Jeremy y Jason?
- Han crecido mucho; ya sabes, de tener un año a dos, los niños crecen mucho. Y aún me cuesta distinguirlos, y ellos parecen saberlo, pues hacen todo lo posible por hacerme la vida imposible.
- Me encantaría verlos, ¡eran tan monos! –Eso lo dijo Susan, una muchacha de cabello castaño oscuro que le llegaba justo por los hombros. Era bastante delgada y un poco bajita. Llevaba el pelo recogido en dos moños pequeños con el resto del pelo suelto. Tenía los ojos de un marrón muy claro y llevaba unas gafas de montura delgada.
- Lo que me da miedo es que con lo traviesos que son ya ahora acaben convirtiéndose en muchachos como Potter y Black...
- No digas estupideces, que se vuelvan tan estúpidos es imposible. Nadie en su sano juicio dejaría que sus hijos se volviesen así. Un día me gustaría conocer a los padres de estos presuntuosos, seguro que están medio locos, sino no lo entiendo. -Las otras empezaron a reír.
- ¡¿Qué?! Es verdad...
- Veo que aún estás molesta por lo de fin de curso del año pasado... -dijo Sel Sareth, una chica que, aunque no era una de sus mejores amigas, a veces se juntaba con ellas. Era alta y rubia y no demasiado delgada. Tenía los ojos marrones y una sonrisa que hacía que más de uno se girara.
- ¡Pues claro! Como si no fuese poco lo que hicieron al Snape este y como me lo agradeció él, ese estúpido Black va y me deja flotando durante dos horas con el pelo rosa fucsia. ¿Tu estarías contenta con esto?
- Hombre, pues Sirius Black es muy guapo y –continuó hablando sobre Sirius, james y Remus durante aproximadamente una hora, que las otras aprovecharon por comer y dormir un poco (discretamente). Por suerte otra chica vino a buscarla y dejaron de oírla.
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Hacia las cinco Lily salió de su compartimento para empezar su ronda por los pasillos. A medida que e iba acercando al vagón del medio iba oyendo más y más ruido. No había duda de quien estaba en aquél vagón.
Llegó delante de un compartimento que parecía un campo de batalla. Tirados por el suelo habían un par de alumnos de Slytherin que Lily conocía de vista. En verdad, si no los hubiese conocido de algo no habría sabido que eran de Slytherin, pues iban vestidos con unas medias rosas y unas camisetas azul claro con corazones rosas.
No necesitaba verlo para saber qué había pasado. Enfadada, abrió la puerta del compartimento de golpe. Los chicos que había dentro levantaron la vista perezosamente. Dos de ellos ya llevaban la varita en mano.
- Ah, hola, eres tú. ¿Qué te trae por aquí? ¿Ya has sucumbido a mis encantos? Porque podríamos quedar, ¿te va bien hoy a las doce de la noche en la torre de astronomía? Es un lugar muy íntimo... -dijo James guiñándole un ojo.
- ¡Puedes parar de una vez! ¡Ya estáis revirtiendo los hechizos de estos dos Slytherins ahora mismo!
- Verás, es que técnicamente esto es imposible... -dijo Sirius.
- Pues tendrás que dejarte de técnicas, porque esto os ha costado dos semanas de detención. ¡Y no hay peros que valgan! ¿Entendido?
- Er... Sí. Pero, ¿seguro que no quieres una cita?
- ¡Déjame en paz!
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Esto es solo el principio, pronto empezará la guerra entre ambos bandos. Si os gusta, si no os gusta, si tenéis nuevas ideas, ¡dejadme un review, por favor!
Khye
