Disclaimer: Todos los personajes mencionados pertenecen a J.K. Rowling y la Warner Bros. Company.
Summary: ¿Qué haces cuando por accidente acabas dentro del cuerpo de tu peor enemigo? Convertirte en el mejor sly posible (aunque eso signifique afeitarte cada mañana y putear al amor de tu vida). Al menos esto piensa Ginny Weasley, quién por una desagradable catástrofe se ve obligada a vivir durante dos semanas dentro del cuerpo de su mayor enemigo (Draco Malfoy), y en terreno enemigo, las mazmorras. Poco a poco, la pelirroja (ahora rubio) irá descubriendo muchas cosas sobre sí misma y los demás.
Beta Reader: Booh
"MI VIDA COMO DRACO MALFOY"
1- El día en que yo fui él (parte I)
Hay días malos, hay días peores y hay días como hoy, en los que una adolescente en potencia, rebosante de feminidad, mataría a cualquiera que osara mirarla mal... o bien... bueno, mirarla
Me levante a las ocho de la mañana con diez garras afiladas clavadas a conciencia en mi frágil espalda aterciopelada. Sí, Crookshanks había vuelto a ser expulsado de la habitación de Hermione y había decidido instalarse en MI mullida y esponjosa cama. No contento el felino con llenarme el colchón de pelos canela, rasgarme las sábanas y mordisquearme las patas del somier, se colocó estratégicamente sobre mí, de forma que me pasase toda la noche boca abajo, incómoda e inmóvil (causa indiscutible de que me doliera el cuello y lo tuviera que mantener ladeado durante un buen rato). Además el muy grrrrr se dedicó a limarse las uñas con mi pijama nuevo de snitchs, topándose de paso con mi piel.
Al mirarme al espejo (después de lanzar al gatito por los aires hasta la sala común, despertando a todo el mundo por el maullido que el animalito pegó), descubrí que parecía la superviviente de un basilisco enfurecido.
"¡Que coño, ¡realmente lo soy!."
Pasé veinte minutos curándome las heridas infringidas por el animal doméstico de Satanás (a estas alturas creía que Naigini debía ser un encanto) y otros diez solucionando las ojeras y los "arreglos capilares" que Crookshy me había infringido (al parecer el gato había creído que un cambio de look no me vendría mal, ya que me había arrancado media cabellera, y la otra media estaba hecha un ovillito naranja)
"Nota mental: Echarle la bronca a Hermione por ser incapaz de cuidar a su felino y arrancarle las uñas al animal."
Estaba preparada para salir del cuarto de baño (donde me había atrincherado una hora antes a pesar de la retahíla de insultos que me profirieron mis compañeras de cuarto) cuando comenzó a dolerme el estómago de forma inhumana.
-¡Me mueroooooooooooooooooo!- grité tirándome al suelo y transformándome en un ovillito naranja que, rodante por el suelo, daba patadas a diestro y siniestro.
La puerta del baño se abrió, y de ella brotó mi peor compañera de habitación, Monik Delacrois, una francesita sonriente que perseguía (al igual que otro cincuenta por ciento de la escuela) a mi "first, favorite and unic love forever and ever". Claro, ella no sabe que él es sólo mío, muajajaja, bueno... y de esa asalta cunas de séptimo cuyo nombre obsceno no pienso recordar.
El caso es que la chica me ayuda a levantarme del suelo atentamente, una misión muy complicada teniendo en cuenta que mi espalda había adquirido una posición un tanto contorsionada por el dolor y que de ahí no se movía.
Al levantarme y semi-enderezarme miré a la rubita a sus grandes ojos verdes (Ginny suspira tontamente pensando en otros ojos verdes) y descubrí que miraba con pánico las frías baldosas del baño. Segundos después descubrí con espanto a que se debía.
-¡El baño está sangrando!
Por el suelo había un recorrido de sangre. Curiosamente el mismo recorrido que había hecho yo al ponerme a rodar por la habitación. Miré mi falda, estaba impregnada de un color rojo pasión (nada que ver con mi color de pelo). El dolor de estómago se incrementó notoriamente.
-¡No, soy YO la que se está desangrando!
Miré a mi compañera con ojos de loca, no sé si porque me dolía todo y descargar sobre ella era una idea tentadora o porque necesitaba su ayuda y no podía reconocerlo. El caso es que la chica salió de la habitación echando leches, y dejándome a mí en estado cata tónico; echando humo por la nariz mientras veía con chispas en los ojos mi falda nueva del colegio adquirir una nueva variedad de color denominada "rojo encharcado" y (sin despegar los brazos de mi estómago), me mecía de atrás para adelante, intentando menguar el dolor... inútilmente.
Oigo la voz crispada de mi hermano chillándome desde las escaleras, de forma que todo Gryffindor se entera.
-¡GINEBRA WEASLEY, LLEVAMOS DIEZ MINUTOS ESPERÁNDOTE, ¡DATE PRISA O NOS VAMOS SIN TI!
"Mierda, ¡había quedado para desayunar con el anormal de mi hermano, la chica incapaz de controlar a sus animales domésticos y el Dios Sexy del colegio!."
Con una voz digna de Voldemort le respondo al ente unicelular de mi hermano mayor
"No voy a dejar de ver a mi "first, favorite and unic love forever and ever" sólo por un poquito de sangre, un dolorcillo en el estómago y un cuello torcido. A ver... insspira, expira."
-¡ESPERA UN SEGUNDO, POR TU MADREEEEEE!
La voz que brota de mi garganta me acojona incluso a mí, sueno como la madre de Sirius en sus peores tiempos.
Me recompongo y saco mi varita de la túnica (también empapada) apunto al suelo y limpio el hilillo carmesí que lo adorna. Estoy en esto cuando llega mi peor compañera de habitación, también conocida como Monik, sosteniendo entre sus manos un tarro con una poción fucsia y su varita. Sin decirme una palabra me tiende la mano con el frasco, que yo sin siquiera mirarla me lo tomo entero, de un solo trago. Mientras, oigo un fregotego y asumo que mi ropa debe estar en perfecto estado... de nuevo.
Instantáneamente me tranquilizo, el dolor remite hasta volverse un simple malestar, mis brazos dejan de apretar con furia mis costillas y mi cervical vuelve a una postura más humana, hasta parece que vuelvo a ser Ginny y no un clon de Hulk en rojo. Miro a mi ex-enemiga mortal esbozando una tímida sonrisa que ella corresponde.
-Nos ha pasado a todas- me dice cursimente mientras me tiende la mano
"Al final va a ser que no estaba detrás de Harry, sino de mí"Dudo, pero al final le cojo la mano, eso sí... con asquillo, que se note que no quiero nada con ella. Me lleva a la habitación y me obliga a sentarme en su cama.
"Uy... la cosa está empezando a desmadrarse, va a ser mejor que me pire ya a desayunar"
La chica mete la mano en un cajón de su cómoda y saca un objeto blanco que esconde tras su espalda. Se sienta a mi lado y empieza a mirarme de forma extraña
-Gracias por salvarme la vida, si no fuera por ti me hubiera desangrado. Oye, por cierto, ¿Qué era esa poción que me diste, ¿Debería ir a la enfermería?.- le pregunto rápidamente.
La rubia me mira como si me hubiera brotado una tercera teta en la frente, dejando caer la mandíbula un par de metros por debajo de su nivel normal
-Ginny- me dice dudosa- ¿Sabes lo que es la regla?
-Claro- ¿Se pensará que soy tonta?- la regla es un instrumento matemático
Su cara se convierte en un croquis indescifrable. Tras un par de minutos sin el menos movimiento por parte de la rubia decido levantarme, pero ella me para poniendo una de sus manos sobre mi hombro y hablándome como si tuviera dos años
-Ginny, en la vida de toda mujer...
Diez minutos y dos paradas cardíacas después:
-...y así es como nacen los bebés.
-...
-¿Ginny?
-...
-Ginny... ¿Estás bien?
-...
-Si estás bien cierra la boca, o al menos mete la lengua.
Respiro profundamente, intentando asimilar toda la información que acabo de recibir. Lo que tengo se denomina comúnmente "la regla", le pasa a todas las chicas a partir de cierta edad, dura aproximadamente cuatro días, y se repite una vez al mes...
-Ginn... falta algo...
Miró a mi nueva profesora de sexualidad (pienso en la bronca que se va a llevar mami en mi próxima carta)
-...Para no mancharte tienes que usar una... eh... cosa que absorbe.
-Mmmm... ¿Y esa "cosa" qué es, ¿Una aspiradora?
-Ehhhh. No – Me enseña la cosa blanca que minutos antes sacó del cajón y la coloca en una de mis manos.
Es un objeto blanco de algodón, forrado por un extremo de cartón y con forma alargada. Un hilito (o pequeña cuerda) cuelga de uno de sus extremos. Sostengo el objeto mientras me planteo como podrá usarse semejante artilugio... seguro que es de origen muggle.
-Y esto... ¿Qué es?.
-Es un tampón.
-Ah, tambón...
-No, tampón.
-TAMPÓN, vale... ¿Y cómo se usa el tampón?.
-Pues- Se acerca a mí y comienza a susurrarme al oído...
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHH, ¡APÁRTATE DE MI, VICIOSA!.
IIIIIIIIIIIIIIIIIIII
Sostengo una tila entre mis manos. Después de romperle la nariz a Monik, he logrado calmarme y ella ha podido terminar de explicarme de que va eso de la regla.
"Nota mental: Matar a Crookshanks, bronquear a Hermione, no hablar en un par de meses a mamá y comprarle algún regalillo a Monik"
Finalmente he optado por la opción "B", también conocida como "compresa". He creído que esta era más indolora y menos sádica, aunque la verdad... bastante incómoda.
Me despido de mi mejor enemiga y le devuelvo su tila. No la recoge, está muy ocupada deteniendo la hemorragia nasal. Me he ofrecido a acompañarla a la enfermería, pero me ha asegurado que se las apaña sola. Me ha entregado como dos litros de poción fucsia, cuyo objetivo es menguar el dolor de ovarios, y unas doscientas compresas (los tampones que se los quede ella), me ha dicho que cuando los acabe puedo ir a la enfermería y Pomfrey me dará más.
Vuelvo al baño y me doy un último vistazo. Pelo lacio, cara maquillada pero no embadurnada, cuello enderezado, ropa limpia y ordenada, falda acortada, piernas depiladas, compresa en su sitio... Perfecto.
Salgo de la habitación y comienzo a bajar las escaleras de forma sensual, llamando la atención de todos los tíos que aún esperan en la sala común. Rápidamente me doy cuenta de que mi hermano a cumplido su amenaza y se ha largado sin mí, así que dejo de caminar despampanantemente (hecho que molesta sumamente a mi club de fans). Sin mucho entusiasmo cojo mis libros y miro el reloj, estoy hambrienta, tanto Kick Boxing me ha abierto el apetito. ¡Mierda! Ya es muy tarde, con todo lo del jodido gato y la visita de la mujer de rojo se me ha pasado el tiempo volando.
Olvido lo de desayunar y mando al hambre a dar una vuelta mientras salgo corriendo en dirección a las mazmorras. Nada mejor para empezar el día que clase doble de pociones sin haber desayunado y llevando una lancha absorbente entre las piernas.
Y corro como si escapara de un Thestral hambriento, saltando los escalones de dos en dos hasta llegar al aula de pociones. Al frenar derrapando frente a la puerta del aula, una realidad me golpea con la misma fuerza con que lo haría una "lectura ligera" de Hermione. La puerta está cerrada, llego tarde.
¿Y ahora, ¿Qué hago? Entrar o no entrar, esa es la cuestión. Bueno, meditemos la situación... mmmm, ¿Será por esto por lo que Monik no quería que la acompañara a la enfermería, porque sabía que llegaba tarde y quería que me comiera el marrón?
"Nota mental: Hacerme un bolso con la piel de Crookshanks, chillarle a Herm que es una desconsiderada, no enviar un regalo a mamá por Navidades, enviarle bombones a Monik, pero... que estén podridos, muajajaja"
En fin, hay que entrar... a la de una... a la de dos...
