NOTA: ¡Dios! Yo escribí todas las contestaciones a reviews, pero por un error de fanfiction las he perdido. ¡Lo siento! En cualquier caso sé que hay mucha gente esperando por esto como para ponerme a re-escribirlos. De verdad que lo siento, si puedo los mando en el siguiente.
Mil bessos- Boni
IIIIIIIIIIIIIIIIIIII
Disclaimer: Todos los personajes mencionados pertenecen a J.K. Rowling y la Warner Bros. Company.
Summary: ¿Qué haces cuando por accidente acabas dentro del cuerpo de tu peor enemigo? Convertirte en el mejor sly posible (aunque eso signifique afeitarte cada mañana y putear al amor de tu vida). Al menos esto piensa Ginny Weasley, quién por una desagradable catástrofe se ve obligada a vivir durante dos semanas dentro del cuerpo de su mayor enemigo (Draco Malfoy), y en terreno enemigo, las mazmorras. Poco a poco, la pelirroja (ahora rubio) irá descubriendo muchas cosas sobre sí misma y los demás.
Beta Reader: Booh.
"MI VIDA COMO DRACO MALFOY"
3- El día en que yo fui él (parte III)
Por fin miro a mí alrededor. Todos me miran acusadoramente. (Ron me está clavando sus ojos con tanta ira que por una vez el blando de mi hermano hasta me está dando miedo… Y Harry ¿Por qué me miras así?. ¡Te he dado los mejores años de mi vida y así me lo pagas!)
-¡Pero se puede saber que narices está pasando! - Grito por fin.
IIIIIIIIIIIIIIIIIIII
-¡Tranquilidad! Yo me encargo.- Mi clon diabólico levanta las manos llamando la atención de toda la sala común. Poniendo cara de leona (no es que rugiera como el león de las pelis antiguas- que por otra parte habría sido algo muy cómico-, sino que mostraba fiereza en su expresión), adelantó un paso y me miró con valentía (¡Pero que monaaaaaaaaa!).
- No permitiré que este malhechor rubio y tremendamente sexy se cuele en nuestros territorios- Ahora se llevó una mano a la cadera, en plan madre furiosa, mientras que con la otra me señalaba acusadamente. La sala común estalló en aplausos.
Colin y Denis Creevy empezaron a llorar emocionados y Lavender y Parvati se abrazaron, suspirando tontamente (no es que yo sea una cotilla, pero es más que sabido que esas dos son más que amiguitas), mientras Seamus murmuraba "¿Por qué no podremos ser todos como Ginny?".
Vamos a poner pause y rewind: ¿me han llamado rubia? Sé que soy tremendamente sexy, ¿pero rubia?. ¡Aish, esta gente está peor que Dumbly fumando alucinógenos, ¿No será que Dean ha vuelto a sus andadas como camello? Merlín sabe que cuando lo dejamos me prometió que lo dejaría, y en vez de eso se dedicaría a prostituirse entre los Hufflepuff para pagarse los libros del colegio, un método mucho más digno.
-¡EHHHH!- Gritó a mis compis fumados- Vayan entregándome los porros ordenadamente antes de que llegue McGonagall, por favor.- Me llevó las manos desesperadamente al cuello, no volveré a hablar jamás, ¡parezco Snape con un ataque de flema! ¡Hasta a mi misma me he asustado!
"No pensar en Snape... no pensar en el culillo respingón y peludito de Snape, cortado a la mitad por una tira azul de tela... MIERDA..."
Super-Ginny-Clon-Suplanta-Vidas llega a mí y me agarra del brazo, arrastrándome hasta fuera de la sala común. Yo, en mi completa confusión, sólo atino a mirar hacia atrás, donde mis "supuestos" compañeros, amigos y admiradores me miran como a un bicho (Así que estamos con esas ¿no, ¡Pues olvídense de que vuelva a hacer un striptease en Ravenclaw para recaudar dinero para las orgías de fin de semana, ¡A partir de ahora en vez de ponerse a tono firewisky van a beber agua del grifo!).
Con un golpe seco mi otro yo me estampa contra el retrato de la dama gorda (después de lanzarme fuera de la sala común como si tuviera complejo de Hulk), quien en vez de indignarse por la forma en que la salvaje ésta me está maltratando (tanto física como psíquicamente) la felicita por su valentía. ¡Serás gorda de mierda! ¿Ya no te acuerdas de cómo desafinabas antes de que te diera aquellas clases de canto completamente gratis, ¿Acaso no recuerdas los "retoquitos" que te hice y que te quitaron diez kilos de encima, ¿Quién te apoyaba y aguantaba tus llantinas cuando el barón Sanguinario venía a meterse contigo, ¿eh, eh?... Ya arreglaremos cuentas tu y yo, puerta desagradecida...
En ese momento me doy cuenta de que soy un rato más alta que la nena pecosa que tengo enfrente, ¿me habré equivocado esta mañana al vestirme y en vez de los zapatos de clase me he puesto las plataformas de drag queen en color fucsia que me regaló Pavarti por mi cumpleaños?... Vale... no me las regaló, se las tifé cuando estaba en herbología, ¡enciérrame en Azkaban de por vida por tener buen gusto y poco dinero!
Ginny II mira a cada lado del pasillo antes de apartarme del retrato y arrastrarme hasta un sitio oculto en las sombras, donde ni podían vernos ni oírnos. Si no fuera porque era mi clon diabólico quien me había llevado ahí, hubiera creído que pretendía violarme. Si es que ya me lo dice mi hermano "Ginny, ten cuidado con la ropa que usas, no vayas a pillar un resfriado... o un novio... o te vaya a violar cualquier depravado en una esquina oscura..." Sí señor, Ronald Weasley estaba echo un gran sabio.
-¡Túuuuuuuuuuuuu!- Grito indignada- ¿Quién leches eres y cómo has osado poseer mi cuerpo? - ¿Eso sólo me ha sonado mal a mí? Definitivamente, o me estoy resfriando o tengo un serio problema en la garganta. ¡Juro que si no se me cura de aquí a mañana ingresaré en San Mungo, aunque arruine a mi padre, endeude a la familia por generaciones y acabe viviendo con los Dursley!.
Se muerde el labio inferior como pensándose la respuesta (por amor de Merlín, ¡Qué no sea ni Crabbe ni Goyle!), me mira, me coloca un flequillo, me vuelve a mirar, me grita que me ponga recto, que deje de fruncir el ceño que le voy a producir arrugas y que así no mira un Malfoy.
Abro los ojos de par en par (mis preciosos y almendrados ojos castaños), tratando de comprender las palabras de la versión "Xena, la princesa guerrera" de mí misma.
Casi puedo ver una planta rodadora pasar entre nosotros y los grillos cantando de fondo.
-¿Me has llamado Malfoy?- pregunto ya sin preocuparme por mi masculino timbre de voz. La niñata ésta está empezando a ofenderme, ¡Y COMO ME LLAMO GINEVRA MOLLY WEASLEY PREWET, NO LO PERMITIRÉ!.- ¿Acaso te parece que estos brazos pueden ser de Malfoy?- pregunto extendiendo los brazos, bastante más fuertes de lo que los imaginaba.
Oh, oh
-¿O que este culo podría ser de Malfoy?- Prosigo, tocándome mis cuartos traseros, que me da la impresión son menos respingones que la última vez que los toqué.
Oh, oh
-¿O que este pelo podría ser de Malfoy?- Continúo, jugueteando con un mechón de mi pelo, que resulta ser más corto de lo que recordaba.
Oh, oh
-¿O que este pecho puede ser el de...?- no puedo terminar la pregunta, ya que yo misma me contesto- ¡AAAAHHHHHHHH! ¡ESTOY MÁS PLANA QUE LA TABLA DE PLANCHAR DE FILCH, EL CONSERJE ZOOFÍLICO!
Ginny-la-princesa-guerrera abre mucho los ojos (mis preciosos y almendrados ojos castaños) para acontinuación asegurarse de que nadie me ha oído y darme una colleja en la nuca.
-Ouch- protesto.
-¡No vuelvas a decir una cosa así, mocosa!
-Uno: no me llames mocosa; dos: ¿a qué te refieres con "no vuelvas a decir una cosa así"; tres: ¿Qué es lo que le pasa a mi virginal cuerpo? ¡¡¿Dónde están mis tetas!; cuatro: súbete un poco la falda, ¡¿no ves que la llevas por las rodillas, ¿Quieres que pierda mi reputación o qué?
La persona de sexo desconocido que a clonado mi cuerpo suspira ruidosamente para luego volver a sujetarme del brazo (verás que me hace un cardenal la guarra esta) y llevarme escaleras abajo murmurando para sí misma "¿Quién me manda a elegir a la niña más tonta de todo el colegio?"
Lo tomo como un insulto (no lo tomo; eso HA SIDO un insulto) y le pego una colleja en la nuca que la hace caer por las escaleras y rodar salvajemente hasta el siguiente rellano.
Primer pensamiento tras verme caer: Por fin las clases de Judo dan su fruto.
Segundo pensamiento tras verme caer: Tengo que tirar ese tanga, me queda un poco justo.
Tercer pensamiento tras verme caer: ¡¡ RÁPIDO, ES UNA SITUACIÓN DE VIDA O MUERTE! ¡¡QUE ALGUIEN ME TRAIGA CERA ARDIENDO PARA UNOS MUSLOS MUY, MUY PELUDOS (AUNQUE PRECIOSOS)! ¡Merlín mío! ¿Por qué nadie me había dicho que tengo una selva más indomable que las greñas de Potter en la parte trasera de los muslos?
La chica despatarrada sobre el suelo se levanta con un gemido de dolor y me mira iracunda, sobándose un brazo. Hay que explicar que la pobre había caído boca abajo, haciendo que la falda se le subiera hasta la cabeza y uno de sus antebrazos se despellejara. Pobre (jijijijijiji, ¡sufre, roba cuerpos!) Gracias a Merlín nadie la ha visto.
En fin, que seguimos nuestro recorrido escaleras abajo. Y escaleras y más escaleras, todas hacia abajo. ¿Acaso me lleva al centro de la tierra o qué?. No, nos detenemos frente a una pared, que tras unas palabras de Ginny II se abre, dejando entrever una sala común.
Mi sentido arácnido me informa de que estamos en Slytherin. ¿Por qué lo sé? Bueno, puede que sea porque las paredes son de piedra y hace un frío que me pone de punta todos los pelos del cuerpo (que empiezo a notar... son muchos); puede que sea porque toda la estancia está decorada en tonos verde, plata y negro; puede que sea porque los alumnos lucen en la túnica el logotipo de la casa; puede que sea porque sobre la chimenea hay tallada una serpiente gigante; puede que sea porque sobre mi cabeza hay un cartel gigante en letras fosforitas que pone "Viva Slytherin y su pureza de sangre" y una especie de grabación colocada en el techo repite una y otra vez "Slytherin mola, Slytherin mola"; o tal vez puede que sea por el mapa del colegio que hay a la entrada de la sala, en donde (bajo un punto rojo que simboliza el punto en donde me encuentro), pone "Está usted en la sala común de Slytherin"...
... Sin comentarios...
Me dirigen hasta unas escaleras y después hasta un dormitorio (donde entro un poco a regañadientes). Durante el trayecto los alumnos no se han dignado a mirarnos, cada uno estaba a lo suyo.
O sea, ¿que yo entro a hurtadillas a mi sala común y me echan fuera a lo bestia y mi clon entra aquí arrastrándome y le ignoran? Ver para creer.
Entramos en un dormitorio. Cierra la puerta. La insonoriza. Saco la varita, no sea que esta sea una de las viola-pelirrojas con las que me he cruzado de camino a la sala común. Me ignora y me indica que me siente en una de las camas mientras "ella" se acerca a un baúl, lo abre y extrae de él un pequeño objeto que rápidamente identifico como un espejo de plata. Lo que me faltaba, encima la muy zorra esta forrada.
-Lo que te voy a enseñar puede que te asuste- me susurra tenebrosamente. Por un momento imagino que el espejo puede ser algo así como una versión mágica de una televisión. Quien sabe, a lo mejor esta viendo una peli porno o alguna otra salvajada de esas.
Sin embargo, me pasa el espejo, y sin cambiar su tono escalofriante me insta a que le eche un vistazo. Aunque un poco dudosa, decido hacer caso a la tía esta de las narices, a ver si así me devuelve el cuerpo, se compromete a auto-castigarse (como todo buen elfo doméstico) y puedo volver a mis quehaceres diarios; como leer cartas de admiradores, obligar a algún pringadillo que me haga los deberes o utilizar la capa de Harry para espiarle mientras se cambia en los vestuarios tras el entrenamiento.
-¡¡AAAAAAHHHHHHHH!
PLAF.
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIAuch, mi cabeza. Abro un ojo lentamente, tratando de descubrir dónde me encuentro. Lo primero que veo es un chico de cabellos negros y ojos verdes que me mira preocupado desde mi lado. ¡Sí! Todo ha sido una pesadilla de la que Harry ha venido a salvarme. Ahora nos montaremos en su saeta y volaremos hasta las Vegas, dónde nos casaremos, con Dobby como padrino (ya que puede teletransportarse hasta allí con sus superpoderes de elfo doméstico). Entonces abro el otro ojo, encontrándome no sólo con que mi caballero de la brillante escoba no era Harry, sino más bien Blaise Zabini; sino que me encontraba tumbada en una cama de mantas verdes y encima a mi lado se encontraba una pelirroja extrañamente familiar que me miraba con destellitos de odio brotándole de los ojos.
Por último, recordé que es lo que acababa de ver en el reflejo del espejo que me habían pasado, y casi me desangro del susto. Personalmente sólo hace unas horas que soy "mujer", aun no sé como va esto de la menstruación.
Me incorporo en la cama. A mi derecha se encuentra Blaise, y a mi izquierda yo-misma.
-Quiero una explicación, ¡¿POR QUÉ LECHES SOY MALFOY Y QUIÉN A PROFANADO MI CUERPO!.
Blaise me mira asustado por los gritos que estoy profiriendo, parece que lo de tener un tono tan masculino tiene sus ventajas.
-A ver, intento de Banshee en miniatura, ha pasado algo que no tenía previsto y que Blaise te va explicar- Dijo la pelirroja mirándome con una cara de mala leche que no recuerdo haber puesto nunca. Bueno, tal vez aquella vez que papá intentó quitarme un diente que se me movía con unos alicates (N/A: Basado en una experiencia real de la autora que ha traumatizado de por vida). Blaise mira espantado al comentario de la persona en mi cuerpo, pero traga saliva y me mira como un perrito sin hogar. ¡Que cucoooo!.
-Verás Weasley. Draco y yo estabamos intentando gastar una broma al trío de oro- oigo a la chica murmurar algo como "malditos"- que consistía en hacernos pasar por ti y bueno... no tiene importancia. El caso es que hicimos...
-... hiciste... - comenta la clon dándole una colleja a Zabini.
-El caso es que... hice... una poción multijugos para poder utilizar tu cuerpo durante una hora. Acabamos la poción y aprovechamos...
-...aprovechaste...
-Aproveché que habías entrado en un baño poco concurrido para dejarte inconsciente durante una hora, mientras Draco tomaba la poción y gastaba la broma. La cosa es que por un minúsculo error durante la cocción de la poción, en vez de cambiar el cuerpo de Draco por el tuyo, lo que hizo fue intercambiar las almas de ambos, tranportándote a ti al cuerpo de Draco y viceversa, ¿me sigues?.
Tomo aire y miro a Blaise alzando una ceja. ¡Eish! ¡Puedo alzar una sola ceja! ¡Siempre había querido hacerlo!.
-¡YO TE MATO, ZABINI!- le grito no muy civilizadamente lanzándome sobre el en plan gata en celo. Sin embargo entre los dos logran dominarme, aunque Blaise parece bastante acojonado. Normal, Draco es un rato más alto que él. Me tranquilizo, al fin y al cabo no es tan grave, al menos sé que Harry no me ha rechazado y que todo se puede solucionar.- Bien, ¡al despacho de Snape!.
Lo que hasta hace unos instantes era un clon diabólico de mi misma (y ahora es Draco Malfoy) y Blaise se miran durante unos segundos de forma cómplice, finalmente Draco se gira hacia mí.
-Verás, el uso de la poción multijugos es un poco... erg... ilegal. Y algunos de los ingredientes necesarios se los tuvo que robar Blaise a Snape,- El moreno baja la mirada y comenta algo de que le tienen explotado.- así que no podemos decírselo, podrían expulsar a Blaise.- El moreno mira pálido a Draco y luego se gira hacia mí, tirándose a mis pies y empezando a alabarme como su Dios.
-Por favor, Weasley, no hagas que me expulsen. Mi abuela me matará.
Miro con algo de penilla al chico, pero rápidamente me recompongo.
-No queda otra opción, querido. Míralo por el lado bueno, tal vez te expulsen, pero yo recuperaré mi precioso cuerpo, ¿No te consuela?
Blaise se hecha a llorar desconsoladamente, mientras murmura algo de querer a su madre.
-En realidad Blaise ya ha descubierto cual fue el error, y si le das un poco de tiempo puede solucionarlo- Comentó Draco llevándose un mechón de pelo tras la oreja.
Miro al chico a mis pies, que ahora está en posición fetal, contándose los dedos de las manos y cantando una canción de cuna.
-¿De cuánto tiempo estamos hablando?- pregunto finalmente.
Zabini parece recuperarse de su extraño ataque de mieditis aguda y me mira con los ojos brillantes.
-Estoy seguro de que en dos semanas estará completamente arreglado.
-¡¿DOS SEMANAS! ¡NO, DE ESO NADA! ¡NO PIENSO PASAR DOS SEMANAS EN EL CUERPO DE ESTE DESGENERADO, Y AÚN PEOR, QUE ÉL LAS PASE EN MI CASTO TIPITO!- Tomo aire y prosigo gritando- ¡QUIERO VERLES DESFILANDO YA HACIA EL DESPACHO DE SNAPE, O ME ENCARGARÉ DE DESFIGURARLOS A AMBOS A PUÑETAZOS!... No, espera, a Draco no, pero a ti, Blaise, sí.
El chico pone morritos, mientras mira a Draco con los ojos aguados.
- Recuerda, Draco, si me pillan a mí te pillan a ti.- Trató de convencerlo el oji-verde.
-¿Cómo? ¡Nada de eso! ¡Tú me obligaste a tomar esta estúpida poción!- Le espetó el chico en mi cuerpo.
- Pero... ¿QUÉ? ¡¿CÓMO PUEDES HACERME ESTO DESPUÉS DE SIETE AÑOS DE SERVIDUMBRE POR MI PARTE!- Blaise parece quedarse afónico mientras empalidece un poco más y le salta un extraño tic en el ojo izquierdo. Finalmente pone los ojos en blanco y se desmaya frente a mí.
Sí, ya lo sé, tengo un corazoncito demasiado sentimental, pero el chaval me da penilla.
Miro a Draco, que parece dubitativo.
-Nadie se tragará que "eso"- Señalo a Blaise, arrastrándose por el suelo- te ha obligado a hacer nada.- Le comento con tranquilidad.
Draco gruñe y me mira con desgano.
-Blaise tiene razón,- dice al final- a mi también me expulsarían. ¡MALDICIÖN!. Weasley, hazlo por Blaise, su abuela era la torturadora oficial de Voldemort. – Desde el suelo Blaise empieza a sollozar mientras grita "¡El potro no, abuela, el potro no!". -No tendrás que hacer nada, Blaise hará los deberes por ti. Además, yo soy un año mayor que tú, sacaré buenas notas haciéndome pasar por ti.- A continuación Draco me pone la misma cara que yo le había puesto a Snape esa misma mañana cuando entré tarde a su clase. ¡Maldición! No puedo negarme a esa carita.
-¡No me mires así, Malfoy! ¡No colaría, mis amigos lo notarán! Soy demasiado fabulosa para ser imitada.- Draco pone los ojos en blanco.
-Puedo imitarte perfectamente- me espeta mientras se pone de pie y hace un paseíllo triunfal por la habitación. En este instante estoy viendo una versión de Goyle pelirroja. No es agradable.
-¡Deja de caminar así!- le gritó- ¡Me siento avergonzada de mi misma!.
-Bueno, y yo qué, ¿eh?. ¡Pareceré una maricona! ¡Mi reputación a la basura!.- me grita dramáticamente.
-Perdona- le dijo alzando una ceja, ¡Cómo mola, jijiji!-, pero yo puedo ser más tío que tú - le explico amablemente antes de sacarle la lengua y cruzar las piernas seductoramente.
Malfoy empieza a chillarme barbaridades sobre castrarlo sin querer, pero no le presto mucha atención. Después de diez minutos se queda sin aire y para un momento para respirar. En ese momento aprovecho yo para hablar.
-Malfoy, aunque nunca admitiré que lo he dicho: tienes razón, esto no puede funcionar. Tú no sabes ser yo y yo no quiero ser tú.- la pelirroja me fulmina con la miraba.- Vale, yo tampoco sé ser tú.
-Pero... pero eso se puede arreglar- Murmura una voz en la habitación saliendo de Merlín sabe dónde.- Ambos podéis aprender.- Prosigue la misteriosa voz.
-¿Has oído eso?- le pregunto a la chica mientras miro a mi alrededor. Ella (o sea él) Me mira rodando los ojos y señalando al suelo. ¡Anda mira, si era Blaise el que hablaba!.
El pelinegro se pone en pie, aún con lagrimillas en los ojos.
-Te prometo que te haré los deberes, sólo tendrás que ir a clase. Serán dos semanas de vacaciones.- Me murmura con los labios temblorosos.
Argggggg, difícil decisión. Por un lado expulsar a Blaise Zabini y Draco Malfoy del colegio; por otro dos semanas de desparrame en el cuerpo de Malfoy. Incluso podría aprovechar para "tomar prestado" algo de su dinero familiar. No mucho, bastaría con cincuenta mil Galeones. Eso por no pensar en que podría hacer lo que quiera... Malfoy siempre hace lo que le sale de las pelotillas del ombligo y nadie le dice nada. Mmmm, y comer lo que quisiera sin tener que contar las calorías, e ir a la misma clase de Pociones que Harry. Eso por no hablar de las ventajas que da ser un Slytherin... Argggggg, difícil decisión.
Salgo de mi trance mental para encontrarme con que Draco y Blaise están frente a mi, mirándome con ojos esperanzados. Los miró de forma guay y comento como quien no quiere la cosa.
-Dentro de una hora tendré hambre. Si para entonces no eres capaz de imitarme, tú y tu perra faldera- Señalo a Blaise con un dedo acusador- estáis fuera del colegio.
IIIIIIIIIIIIIIIIIIII-Me llamo Ginevra Molly Weasley Prewett. Estudio en Gryffindor, quinto año.- le digo mientras termino de pintarle la raya del ojo y le explico el secreto para que no se saque un ojo y por consiguiente ME saque un ojo.- No tengo realmente mejores amigos, aunque nunca estoy sola y sé a quién acudir en cada ocasión. Por las mañanas me despierta una compañera de cuarto y desayuno con el trío de oro. A las clases te puede llevar Colin, compartimos todas, básicamente porque está colgado por mí desde primero. Por las tardes tendrás que entrenar con el equipo de Quidditch. Ron y Harry están en el equipo, por si necesitas preguntar algo. Más te vale que juegues tan bien como yo, y ni se te ocurra tratar de copiar nuestras técnicas.- le advierto apuntándole a la cara con el perfilador de labios.
Los deberes te los puede hacer cualquier chico de tu curso e incluso de tu curso superior, como Dean o Seamus. El caso es que hay que coquetear un poco con ellos, así que mejor ve por lo seguro y pídeselo a Colin. Aparte de eso, tendrás que estar siempre fantástica. Tanto vestida como peinada, maquillada y depilada. Hay una última cosa que debes saber.- le digo respirando profundamente.- Ya eres mujer.- me mira con cara de póquer, pero no pienso explicarle todo eso de la regla, que lo aprenda el solito.- Si tienes cualquier duda puedes mandarme una lechuza o preguntárselo a Monik Delacrois, que por lo visto es de confianza. – Termino de pintarle los labios y de darle las últimas instrucciones sobre la cantidad exacta de colorete que hace falta para que el maquillaje sea invisible para los profesores. Él asiente con solemnidad y empieza su discurso.
-Me llamo Draco Lucius Malfoy Black, estudio en Slytherin, sexto año. No confío en nadie ¡Y he dicho nadie, aunque en este caso supongo que necesitarás a Blaise. Él te dirá lo que tienes que hacer y cómo comportarte en cada ocasión. Por lo demás siempre estarás con la gente guay. Vestirás como Blaise te diga y caminarás como te he enseñado. Nada de cruzar las piernas, sonreír, guiñar ojos o hablar con la gente civilizadamente. Tú eres superior y ellos lo saben. Tendrás que ir a los entrenamientos de Quidditch y ser increíblemente seductor en todo momento.- me dice sonriéndome maliciosamente.
No cruzarás palabra con Potter y sus amiguitos menos que sea indispensable y por supuesto siempre serán insultos. No hagas nada con mi cuerpo que no quieras que haga yo con el tuyo.- me dice seriamente.- Para todo lo demás, Blaise te irá pasando mis instrucciones. Te mandaré una lechuza en cuanto me salga algún inconveniente. Y recuerda, nuestro objetivo es que nadie se entere de que durante, aproximadamente, las próximas dos semanas no estaremos en nuestros respectivos cuerpos.- Asiento con la cabeza como si fuera una espía entrenada para suplantar una personalidad. Todo esto tiene su lado emocionante.
Draco se despide de mí con la cabeza, va a bajar a cenar y reincorporarse a su vida como Ginny. Yo, a pesar de no haber almorzado y haber estado toda la puñetera tarde encerrada en el dormitorio tratando de aprender a comportarme como el besugo rubio éste, no tengo hambre por una sencilla razón: Draco comió antes de prestarme su cuerpo, por lo que el cuerpo que habito comió hace sólo unas horas. Por otro lado yo no desayuné y no almorcé. A estas alturas Malfoy debe estar muriéndose de hambre, aunque claro, eso es genial para mi tipito, así que no me quejo.
-Más te vale que cuando recupere mi cuerpo siga siendo virgen.- Le advierto antes de que salga de la habitación. La chica baja la cabeza con pesadumbre y me murmura que eso no será un problema.- Nada de ir cotilleando cuando mis compañeras de cuarto se cambien de ropa, un rumor de que soy lesbiana y me castro las pelotas.- prosigo, haciendo el gesto de tijeras con la mano derecha. Malfoy tensa su cara ante la simple idea de que lo deje echo un Eunuco.- Te bañarás y vestirás con los ojos cerrados, ¡y nada de irte tocando!.- Esta vez Draco sonríe enigmáticamente y sin siquiera contestar baja las escaleras y sale de la sala común apresuradamente. Prefiero no pensar que ahora puede estar dirigiendose a un baño a Merlín sabe qué. En fin, ya no hay vuelta atrás.
Cierro la puerta de la habitación y me meto en la cama de Draco sin siquiera cambiarme de ropa. Lo cierto es que me da miedo lo que pueda encontrar y sé que necesito descansar: mañana, sin duda, será un día muy largo. El último pensamiento que pasa por mi cabeza antes de quedar dormida en el más placentero sueño (en el que Harry y yo hacemos cosas que no estaría bien que mencionara aquí), es "Merlín mío, ¿en dónde me he metido?".
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIBueno, hasta aquí. ¿Qué les ha parecido, yo no estoy muy segura del resultado final, pero en fin: ya es tarde para cambiarlo. A partir de ahora pasarán aproximadamente dos semanas hasta que Ginny y Draco vuelvan a sus cuerpos. Durante ese tiempo se desarrollará la trama del fic, y creo que para dejarlo aún más claro los títulos de los capítulos explicaran en que día del proceso están.
A partir de ahora empezará la parte "cómica", es decir, la parte en que cada uno de ellos tiene que vivir la vida del contrario, con sus ventajas e INCONVENIENTES. No quiero decir nada, pero tengo pensado ponerles en las situaciones más inverosímiles posibles. Por favor, mándenme sus opiniones sinceras sobre el fic. Necesito saber cómo ven las cosas para hacerlo bien; mucho más ahora, que cada ve estoy más insegura sobre el resultado.
Muchos bessos y gracias por todo- Boni.
