Advertencia: Spoilers del 5º libro
Disclaimer: Harry Potter y dos sus personajes pertenecen a J. K. Rowling............ creo que ya todos sabemos eso, ¿No? Así que pasemos directamente a la historia
Capítulo 5
Now I'm bounded by the life you've left behind
Your face, it haunts, my once pleasant dreams
Your voice, it'd chased away
All the sanity in me
(Evanescence-My immortal)
-Bien – dijo Lupin – Todo comenzó con el hermano de Sirius, Regulus ¿Sabes quien era? – Harry asintió – Según tengo entendido había alguna especie de arreglo para que el se casara con una joven de buena familia, tu sabes como eran los padres de Sirius, así que se podría decir que la chica no tenía opción, pero durante la cena de compromiso esta chica, se llamaba Aimeé, conoció a Sirius que fue por nada más que por compromiso y al parecer fue amor a primera vista, poco después de la boda Regulus se convirtió en un Death Eater y como era de esperarse no tuvo mucho tiempo para su esposa por lo que Sirius y Aimeé se conocieron más a fondo a base de cartas
Algo así como un año después de la boda alegando que su esposo no le ponía la suficiente atención y eso le dejó el camino libre, por así decirlo, para Sirius y ella de tener un relación formal lo cual no molestó a la familia de Aimeé dado que Sirius era de sangre limpia y a la familia de Sirius pareció no importarle, como te podrás imaginar, Sirius se casó con ella y un año después Aimeé quedó encinta,
Aquel se podría decir que fue el mejor año para los merodeadores, Sirius estaba casado y tenía un bebé en camino, tus padres se habían comprometido y por mi parte, ese año se descubrió la poción Matalobos (en este momento no recuerdo como se llama en ingles, creo que es Wolfsvane, pero hasta no saberlo, no les pongo mala información) - Harry notó como Remus parecía querer evadir el hecho de que Petigrew estaba como su amigo en aquel entonces – Pero la felicidad de Sirius se vio interrumpida cuando Aimeé murió un mes después de que nació su bebé, una niña llamada Samantha, hasta donde supimos la mataron Death Eaters, algún tipo de venganza por parte de Regulus, creemos. Pero Sirius seguía feliz ya que Samantha siguiera en su vida y tus padres siempre lo apoyaron, incluso cuando tú naciste, que fue 2 años después
Después de ahí tu sabes lo que pasó, mientras Sirius era llevado a Azkaban, Samantha fue enviada con sus parientes más cercanos, que vienen siendo los padres de Sirius. Puede que nunca hubieran querido a Sirius, pero adoraban a Samantha, tanto así que, como era de esperarse, le dieron lo mejor de lo mejor pero también implantaron su mala semilla con todas esas tonterías de la pureza de sangre cosa que no fue difícil ya que Samantha solo tenía 3 años, también fue así como le pusieron su segundo nombre, Artemissa, por la constelación (para aquellos que no lo sepan una tradición familiar de los Black es ponerles nombre a sus hijos por una constelación) de la diosa griega de al caza. Al poco tiempo los padres de Sirius murieron y a sus 8 años Artemissa fue a vivir con los Malfoy
-¿¿QUÈ?
-Como lo escuchas, Harry
-¿Aceptaron a al hija de Sirius?
-Hasta donde yo se nunca pusieron ninguna objeción. Bueno, debo de decir que solo un loco no hubiera aceptado a Artemissa, era una niña tan encantadora y excesivamente lista, tanto así que se le solicitó un permiso especial para que pudiera estudiar desde los 9 años y dado que no se lo dieron en Hogwarts ella estudió en Durmstrang hasta que tuvo 11 años y entró a 3º grado. Se graduó de la escuela a tu edad y ahora trabaja como Auror en el ministerio ya que no le gustaba mucho su trabajo como Unspeakable
-¿Trabajaba como Unspeakable?
-Se lo dieron como primera opción lo cual no es nada común, pero ella siempre resaltó el hecho de que a pesar de la familia que tenía era una enemiga a muerte del lado tenebroso
-¿Cómo fue que te enteraste de todo esto?
-Cartas, ella me las enviaba cada vez que podía y me visitó un par de veces. Por supuesto que los Malfoy se opusieron, pero soy su padrino y tutor legal así que no podían decir nada
Hubo un corto silencio, pero eso no lo hizo menos incomodo
-¿Nunca visitó a Sirius en la casa de los Black?
-Lo hacía tan a menudo como podía, pero nunca durante el día, decía que era muy arriesgado que alguien la siguiera
Remus consultó su reloj de pulso y se sorprendió al darse cuneta de que eran las 11
-Harry, es hora de que vayas a la sala común, si acaso te encuentras con Filch dile que yo te entretuve, solo para no causarte problemas
-Está bien, profesor – dijo recogiendo sus cosas del suelo del aula y se dirigía a la salida, cuando.........
-Recuerda vaciar tu mente antes de dormir, Harry
-Si, profesor
* * *
Artemissa abrazó contra su pecho el peluche con la forma de un perro con ojos azules
Cualquiera a quien se le describiera esa escena la costaría trabajo creer que esta fuera cierta ¿Quién creería que una Auror del ministerio le tendría miedo a una noche de luna semi llena y se refugiara en un animal de peluche? Bueno, hay que admitir que todos tienen una debilidad.........
Desde que había cumplido 3 años ese peluche no se había apartado de su lado ni una noche dado que fue un regalo de su padre, aún recuerda cuando se lo dio
*Flash Back*
-Cariño, despierta
Artemissa estaba medio dormida en su cama, ansiosa ya que el siguiente día sería su cumpleaños
-¿Qué pasa, papá?
-Quería darte tu regalo
Eso despertó definitivamente a Artemissa y sus ojos se ensancharon en alegría al ver al animal de peluche
-Se llama Snuffles. Quiero que lo cuides, ¿Deacuerdo? Este peluche tiene mucho de mí y si lo cuidas es como si me cuidaras a mí. Quiero que me prometas que siempre lo tendrás cerca
-Te lo prometo, papá
La niña se arrojó a los brazos de Sirius, por lo que este la abrazó más fuerte
-¿No crees que vayas a volver, verdad? – Sirius se separó de ella, ya no le sorprendía, desde hacía mucho que creía que su hija había nacido con un don de Legimency, estaba por decirlo que no, pero ella se le adelantó – Se que desconfías de el por que yo también lo hago, solo prométeme que no harás tonterías y que si no crees que vayas a regresar por lo menos no me mientas
-Está bien, puede que no regrese, pero si eso pasa solo toma mi lechuza y envíale una carta a Remus explicándole que no regresé, no le digas nada más, prométemelo que por ninguna circunstancia se lo dirás
-Lo prometo
*Fin del Flash Back*
Fiel a su promesa no le dijo nada a Remus, a pesar de que creyó que podría arreglar algo. En el fondo ella sabía que estaba siendo rencorosa con su padre y lo peor era que creía que se lo merecía
A pesar de eso el peluche nunca se apartó de su lado durante las noches ya que sin este no creía poder ser capaz de dormir aunque las noches de insomnio no faltaron eso era generalmente por alguna otra causa. Un excelente ejemplo era aquella noche. Se sentía inusualmente ansiosa y no tenía idea de por que así que abandonando su idea de dormir sacó de su bolso un cigarrillo y salio de la cama
Se dirigió al pequeño balcón de la habitación que el director había predispuesto para ella (la de Marik estaba justo al lado), ya que no creía que las reglas permitieran fumar dentro del castillo
Se llevó el cigarrillo a los labios cuando se dio cuenta de que no tenía con que prenderlo, estaba por darse la vuelta para tomar su encendedor cuando chocó con alguien
Su primer instinto fue tomar su varita del bolsillo y apuntar directamente a la yugular del desdichado que se había metido en su habitación que no parecía sorprendido por su reacción, al contrario, parecía divertido
-¿Necesitas fuego? – aquella voz tan familiar.........
-¿Erick?
Artemissa bajó su varita para luego abrazar a Erick Scout, su novio. Erick podía ser descrito como un niño muy alto. Tenía cabello castaño corto y cuerpo delgado, alto para su edad, ya que a sus 17 años era de la misma estatura que Artemisa o incluso más alto, pero lo que realmente lo hacía resaltar eran sus ojos. Eran ojos comunes de color avellana y grandes pero había algo mágico y hechizante en su mirad que hacía que por un momento lo gente dejara de lado las pequeñas cicatrices causadas por un brote de acné en la adolescencia o el hecho de que eso ojos estuvieran ocultos tras unas gafas de montura cuadrada. Había algo en esos ojos que era, sin lugar a dudas, mágico
-Me encanta la forma en que saludas
-¿Disculpa? – dijo Artemissa separándose un poca para poder mirarlo a la cara
-Eso, primero intentas asesinarme y luego me abrasas
-Hay que ser preventiva
-Si, pero no paranoica
-Tú no eres el auror aquí, ¿O si? – dijo abrasándolo más fuerte - ¿Me pareció que me ofreciste fuego?
-Si eso es lo que quieres......... - Erick comenzó a besar suavemente el cuello de Artemissa que el sabía era su punto débil. Ella lo separó diciéndole
-Sabes que no me refiero a eso
Erick sacó de su bolsillo un encendedor plateado con una "S" grabada y lo encendió para que Artemissa pudiera prender el cigarrillo
-Gracias
Hubo un corto silencio mientras ella fumaba y el solo la miraba
-Es bueno verte al fin – dijo ella – han pasado casi.........
-1 mes y dos semanas, pero ¿Quién los cuenta? – Dijo recargándose en la ventana – Además, el hecho de no verte me hizo curar más rápido
-Si, de un accidente que tú mismo provocaste
-Lo siento, pero tú sabes que la aventura es mi segundo amor
-¿Y el primero?
-Eres tú, claro está
-No seas cursi, deberías de tener más cuidado, sabes que eres inmune a cualquier tipo de curación mágica y eso fue lo que te llevó a tener que recurrir a medicina muggle – esto ultimo lo dijo con un gesto de asco
-¿Hasta cundo podrás perdonarme?
-Hasta que caigas en cuenta de que corres un gran peligro haciendo tantas tonterías. Tienes una enfermedad mágica incurable que te hace recurrir a medicina muggle por cualquier pequeñez y con todo y eso vives arriesgando tu vida
-Primero, no arriesgo mi vida, son sol deportes.........
-Si, deportes muggles
-Y segundo, prefiero eso a vivir atrapado en una jaula donde siempre esté a salvo. Tu sabes que es importante para mi hacerlo, es lo único que me hace sentir vivo
-Lo sé, es solo que......... ya he sufrido muchas perdidas, no creo poder soportar otra
-Si esto es por lo de tu padre.........
-No es solo eso, es que es la historia de mi vida: primero mi madre, luego los mejores amigos de mi padre, mis abuelos y ahora mi padre, es como si a toda la gente a la que amara de alguna forma le trajera mala suerte – esto ultimo Artemissa lo dijo en un susurro ahogado
-No digas eso, la vida hay que vivirla a cada segundo y, perdona que diga esto, pero mandar al demonio el pasado, el presente es ahora. Tú me dijiste eso, tú me enseñaste a salir de la burbuja en la que estaba atascado cuando nos conocimos, si no fuera por ti seguiría como un idiota que tendría miedo de todo y de todos encerrado en soledad y autocompasión
-Si, mira lo que logré para ti, 6 semanas en cama con una pierna rota
-Oh, esa clase de mierda suele pasar. Además vivir en tu casa fue de lo mejor, esos elfos domésticos me trataron como un rey
-No es mi casa, es la casa de mi tío Lucius y tengo que decirte que solo te tratan así por ser mi novio
-Bien, eso me da otra razón para mi lista de por que debería casarme contigo
-¿Llevas una lista? – dijo Artemissa entre risas
-Claro, de otra forma no podría recordarlas todas
-Eres un iluso con la peor memoria de la que he tenido noticia, hay veces en las que me pregunto por que te quiero
-Solo por que yo te amo – dijo Erick tranquilamente – Oye, apenas pasa de media noche, ¿Quieres ir a buscar diversión en Hogsmeade?
Artemissa lo meditó un momento
-Claro, solo espera a que me cambie, no puedo salir en pijama
* * *
La luz de la luna llena iluminaba el castillo y sus alrededores, tan intensa como si solo fuera un día nublado
Aquella espectacular visión hubiera dejado embelesado a más de uno, pero no a él ya que los recuerdos asaltaban su mente de tal manera que no podía ver nada en realidad, su mente estaba muy ocupada recordando.........
"-Nos volveremos a ver – dijo - ¡Verdaderamente, Harry te pareces a tu padre!
Aquel día había salvado a su padrino de un destino peor que la muerte solo para que muriera dos años después
Algo que seguía dándole vueltas en la cabeza era que él tenía prácticamente toda la culpa pro aquella muerte. No abrir el paquete de Sirius, olvidar que Snape era parte de la orden, ir hasta el departamento de misterios. Todos aquellos errores que pudieron haberse corregido lo habían llevado a presenciar la muerte de la única persona a la que alguna vez pudo haber considerado un padre y un hermano a la vez, alguien que siempre lo apoyaría
Pero se había equivocado
Lo había dejado morir
El lo había matado
-¿Harry?
Era Remus, al parecer Harry no era la única persona en el castillo que no podía dormir
-¿Pasa algo?
-No – dijo Harry – solo necesitaba pensar
-¿Sobre algo en especial?
-¿Por qué lo pregunta, profesor?
-Por que recuerdo a un grupo de amigos que cuando no estaban en detención o en problemas o a la mitad de una aventura venían aquí a pensar y observar las estrellas, recuerdo a uno en especial que solía buscar una estrella llamada Canis mayoris, mejor conocida como.........
-Sirius – dijo Harry – nos la enseñaron en Astronomía
-Así es, Padfoot siempre dijo que esa estrella lo guiaría en tiempos de obscuridad. Es curioso como son las cosas Sirius fue llamado así por esa estrella y resultó que su forma animagui era el perro
-¿Qué? Yo creí que uno elegía en que convertirse cuando se volvía un animagus
-No, la forma que adquiere un animagus es como un reflejo de su personalidad, Sirius se transformaba en perro por ser un reflejo de su lealtad y se su cariño
-No me sorprendería que su hija fuera igual a él
-Si, de hecho Artemissa es tan parecida a Sirius que incluso tu estarías sorprendida por lo mucho que se parecen
-Remus, hay algo que me he estado preguntando, ¿Por qué ninguno de ustedes impidió que Sirius fuera al departamento de Misterios esa noche?
-No creas que no lo intentamos, pero Sirius dejó muy en claro que sería más fácil que el infierno se congelara a que te dejara solo así que nos vimos forzados a acceder
-Pero sabían que era peligroso para él y aún así dejaron que fuera – dijo con ira en su voz, casi tanta ira como la que el dejó ver aquella noche en el despacho de Dumbledore
-Ese es el gran riesgo de estar en la orden, tienes el riesgo de morir en cualquier instante, en cualquier misión. Fue por eso por lo que Sirius no aceptó que te unieras, fue lo mismo que hizo con Artemissa y lo hizo por que se preocupaba por ustedes
-Lo siento, Remus, es solo que me cuesta hacerme a la idea de que no voy a volver a verlo nunca
-Lo volverás a ver, pero para eso todavía falta mucho tiempo
-¿Un año te parece mucho tiempo? – dijo Harry con una voz ronca muy distinta de la suya
-¿De que hablas?
-De la profecía, según Trenlawney tendré que matar a Voldemort o el asesinado seré yo
-¿Y como sabes que eso pasará en un año?
-¿Qué? ¿Cuándo dije yo eso? – dijo Harry sorprendido
-Lo dijiste hace solo unos segundos
-Bueno, no importa, de cualquier manera es cierto, ¿no? será un milagro que salga de Hogwarts con vida
-No seas pesimista, Harry, ¿No se te ha ocurrido pensar que tal vez tu destino es acabar con Voldemort y vivir feliz para siempre?
-Por favor, Remus – dijo Harry poniéndose de pie – La vida no es un cuento de hadas, NADIE puede vivir feliz para siempre, nadie
Con esto Harry se cubrió con al capa de invisibilidad y se fue de regreso a al torre de Gryffindor
A pesar de que Remus solo había intentado animarlo Harry dudaba mucho que siquiera el creyera sus propias palabras
El viaje hasta la torre fue corto ya que había descubierto un atajo que lo llevara de la torre de astronomía hasta ahí
Después de pasar por el retrato de la dama gorda Harry se sentó en uno de sus sillones favoritos frente al fuego que estaba, en esos momentos, apagado
-Incendio
El fuego se encendió y Harry dejó que el calor inundara su cuerpo pero a la vez se abrazó a si mismo, tratando que un poco de aquel calor pasara de su piel a su frío y tieso corazón
Harry nunca supo cuanto tiempo pasó frente al fuego antes de, con mucho pesar, ponerse de pie y subir hasta su habitación más dormido que despierto. Fue entonces cuando pasó
Súbitamente Harry sintió una terrible opresión en el pecho, justamente donde estaba su corazón. Le falto el aire y al intentar respirar cayó en cuenta de que no podía hacerlo
Sintió que caía escaleras abajo rápidamente mientras la opresión en su pecho se hacía más y más fuerte
Vio como las luces se encendían y los rostros preocupados lo rodeaban. Alguien grito que buscaran a la profesora McGonagall antes de desmayarse
TBC
Disclaimer: Harry Potter y dos sus personajes pertenecen a J. K. Rowling............ creo que ya todos sabemos eso, ¿No? Así que pasemos directamente a la historia
Capítulo 5
Now I'm bounded by the life you've left behind
Your face, it haunts, my once pleasant dreams
Your voice, it'd chased away
All the sanity in me
(Evanescence-My immortal)
-Bien – dijo Lupin – Todo comenzó con el hermano de Sirius, Regulus ¿Sabes quien era? – Harry asintió – Según tengo entendido había alguna especie de arreglo para que el se casara con una joven de buena familia, tu sabes como eran los padres de Sirius, así que se podría decir que la chica no tenía opción, pero durante la cena de compromiso esta chica, se llamaba Aimeé, conoció a Sirius que fue por nada más que por compromiso y al parecer fue amor a primera vista, poco después de la boda Regulus se convirtió en un Death Eater y como era de esperarse no tuvo mucho tiempo para su esposa por lo que Sirius y Aimeé se conocieron más a fondo a base de cartas
Algo así como un año después de la boda alegando que su esposo no le ponía la suficiente atención y eso le dejó el camino libre, por así decirlo, para Sirius y ella de tener un relación formal lo cual no molestó a la familia de Aimeé dado que Sirius era de sangre limpia y a la familia de Sirius pareció no importarle, como te podrás imaginar, Sirius se casó con ella y un año después Aimeé quedó encinta,
Aquel se podría decir que fue el mejor año para los merodeadores, Sirius estaba casado y tenía un bebé en camino, tus padres se habían comprometido y por mi parte, ese año se descubrió la poción Matalobos (en este momento no recuerdo como se llama en ingles, creo que es Wolfsvane, pero hasta no saberlo, no les pongo mala información) - Harry notó como Remus parecía querer evadir el hecho de que Petigrew estaba como su amigo en aquel entonces – Pero la felicidad de Sirius se vio interrumpida cuando Aimeé murió un mes después de que nació su bebé, una niña llamada Samantha, hasta donde supimos la mataron Death Eaters, algún tipo de venganza por parte de Regulus, creemos. Pero Sirius seguía feliz ya que Samantha siguiera en su vida y tus padres siempre lo apoyaron, incluso cuando tú naciste, que fue 2 años después
Después de ahí tu sabes lo que pasó, mientras Sirius era llevado a Azkaban, Samantha fue enviada con sus parientes más cercanos, que vienen siendo los padres de Sirius. Puede que nunca hubieran querido a Sirius, pero adoraban a Samantha, tanto así que, como era de esperarse, le dieron lo mejor de lo mejor pero también implantaron su mala semilla con todas esas tonterías de la pureza de sangre cosa que no fue difícil ya que Samantha solo tenía 3 años, también fue así como le pusieron su segundo nombre, Artemissa, por la constelación (para aquellos que no lo sepan una tradición familiar de los Black es ponerles nombre a sus hijos por una constelación) de la diosa griega de al caza. Al poco tiempo los padres de Sirius murieron y a sus 8 años Artemissa fue a vivir con los Malfoy
-¿¿QUÈ?
-Como lo escuchas, Harry
-¿Aceptaron a al hija de Sirius?
-Hasta donde yo se nunca pusieron ninguna objeción. Bueno, debo de decir que solo un loco no hubiera aceptado a Artemissa, era una niña tan encantadora y excesivamente lista, tanto así que se le solicitó un permiso especial para que pudiera estudiar desde los 9 años y dado que no se lo dieron en Hogwarts ella estudió en Durmstrang hasta que tuvo 11 años y entró a 3º grado. Se graduó de la escuela a tu edad y ahora trabaja como Auror en el ministerio ya que no le gustaba mucho su trabajo como Unspeakable
-¿Trabajaba como Unspeakable?
-Se lo dieron como primera opción lo cual no es nada común, pero ella siempre resaltó el hecho de que a pesar de la familia que tenía era una enemiga a muerte del lado tenebroso
-¿Cómo fue que te enteraste de todo esto?
-Cartas, ella me las enviaba cada vez que podía y me visitó un par de veces. Por supuesto que los Malfoy se opusieron, pero soy su padrino y tutor legal así que no podían decir nada
Hubo un corto silencio, pero eso no lo hizo menos incomodo
-¿Nunca visitó a Sirius en la casa de los Black?
-Lo hacía tan a menudo como podía, pero nunca durante el día, decía que era muy arriesgado que alguien la siguiera
Remus consultó su reloj de pulso y se sorprendió al darse cuneta de que eran las 11
-Harry, es hora de que vayas a la sala común, si acaso te encuentras con Filch dile que yo te entretuve, solo para no causarte problemas
-Está bien, profesor – dijo recogiendo sus cosas del suelo del aula y se dirigía a la salida, cuando.........
-Recuerda vaciar tu mente antes de dormir, Harry
-Si, profesor
* * *
Artemissa abrazó contra su pecho el peluche con la forma de un perro con ojos azules
Cualquiera a quien se le describiera esa escena la costaría trabajo creer que esta fuera cierta ¿Quién creería que una Auror del ministerio le tendría miedo a una noche de luna semi llena y se refugiara en un animal de peluche? Bueno, hay que admitir que todos tienen una debilidad.........
Desde que había cumplido 3 años ese peluche no se había apartado de su lado ni una noche dado que fue un regalo de su padre, aún recuerda cuando se lo dio
*Flash Back*
-Cariño, despierta
Artemissa estaba medio dormida en su cama, ansiosa ya que el siguiente día sería su cumpleaños
-¿Qué pasa, papá?
-Quería darte tu regalo
Eso despertó definitivamente a Artemissa y sus ojos se ensancharon en alegría al ver al animal de peluche
-Se llama Snuffles. Quiero que lo cuides, ¿Deacuerdo? Este peluche tiene mucho de mí y si lo cuidas es como si me cuidaras a mí. Quiero que me prometas que siempre lo tendrás cerca
-Te lo prometo, papá
La niña se arrojó a los brazos de Sirius, por lo que este la abrazó más fuerte
-¿No crees que vayas a volver, verdad? – Sirius se separó de ella, ya no le sorprendía, desde hacía mucho que creía que su hija había nacido con un don de Legimency, estaba por decirlo que no, pero ella se le adelantó – Se que desconfías de el por que yo también lo hago, solo prométeme que no harás tonterías y que si no crees que vayas a regresar por lo menos no me mientas
-Está bien, puede que no regrese, pero si eso pasa solo toma mi lechuza y envíale una carta a Remus explicándole que no regresé, no le digas nada más, prométemelo que por ninguna circunstancia se lo dirás
-Lo prometo
*Fin del Flash Back*
Fiel a su promesa no le dijo nada a Remus, a pesar de que creyó que podría arreglar algo. En el fondo ella sabía que estaba siendo rencorosa con su padre y lo peor era que creía que se lo merecía
A pesar de eso el peluche nunca se apartó de su lado durante las noches ya que sin este no creía poder ser capaz de dormir aunque las noches de insomnio no faltaron eso era generalmente por alguna otra causa. Un excelente ejemplo era aquella noche. Se sentía inusualmente ansiosa y no tenía idea de por que así que abandonando su idea de dormir sacó de su bolso un cigarrillo y salio de la cama
Se dirigió al pequeño balcón de la habitación que el director había predispuesto para ella (la de Marik estaba justo al lado), ya que no creía que las reglas permitieran fumar dentro del castillo
Se llevó el cigarrillo a los labios cuando se dio cuenta de que no tenía con que prenderlo, estaba por darse la vuelta para tomar su encendedor cuando chocó con alguien
Su primer instinto fue tomar su varita del bolsillo y apuntar directamente a la yugular del desdichado que se había metido en su habitación que no parecía sorprendido por su reacción, al contrario, parecía divertido
-¿Necesitas fuego? – aquella voz tan familiar.........
-¿Erick?
Artemissa bajó su varita para luego abrazar a Erick Scout, su novio. Erick podía ser descrito como un niño muy alto. Tenía cabello castaño corto y cuerpo delgado, alto para su edad, ya que a sus 17 años era de la misma estatura que Artemisa o incluso más alto, pero lo que realmente lo hacía resaltar eran sus ojos. Eran ojos comunes de color avellana y grandes pero había algo mágico y hechizante en su mirad que hacía que por un momento lo gente dejara de lado las pequeñas cicatrices causadas por un brote de acné en la adolescencia o el hecho de que eso ojos estuvieran ocultos tras unas gafas de montura cuadrada. Había algo en esos ojos que era, sin lugar a dudas, mágico
-Me encanta la forma en que saludas
-¿Disculpa? – dijo Artemissa separándose un poca para poder mirarlo a la cara
-Eso, primero intentas asesinarme y luego me abrasas
-Hay que ser preventiva
-Si, pero no paranoica
-Tú no eres el auror aquí, ¿O si? – dijo abrasándolo más fuerte - ¿Me pareció que me ofreciste fuego?
-Si eso es lo que quieres......... - Erick comenzó a besar suavemente el cuello de Artemissa que el sabía era su punto débil. Ella lo separó diciéndole
-Sabes que no me refiero a eso
Erick sacó de su bolsillo un encendedor plateado con una "S" grabada y lo encendió para que Artemissa pudiera prender el cigarrillo
-Gracias
Hubo un corto silencio mientras ella fumaba y el solo la miraba
-Es bueno verte al fin – dijo ella – han pasado casi.........
-1 mes y dos semanas, pero ¿Quién los cuenta? – Dijo recargándose en la ventana – Además, el hecho de no verte me hizo curar más rápido
-Si, de un accidente que tú mismo provocaste
-Lo siento, pero tú sabes que la aventura es mi segundo amor
-¿Y el primero?
-Eres tú, claro está
-No seas cursi, deberías de tener más cuidado, sabes que eres inmune a cualquier tipo de curación mágica y eso fue lo que te llevó a tener que recurrir a medicina muggle – esto ultimo lo dijo con un gesto de asco
-¿Hasta cundo podrás perdonarme?
-Hasta que caigas en cuenta de que corres un gran peligro haciendo tantas tonterías. Tienes una enfermedad mágica incurable que te hace recurrir a medicina muggle por cualquier pequeñez y con todo y eso vives arriesgando tu vida
-Primero, no arriesgo mi vida, son sol deportes.........
-Si, deportes muggles
-Y segundo, prefiero eso a vivir atrapado en una jaula donde siempre esté a salvo. Tu sabes que es importante para mi hacerlo, es lo único que me hace sentir vivo
-Lo sé, es solo que......... ya he sufrido muchas perdidas, no creo poder soportar otra
-Si esto es por lo de tu padre.........
-No es solo eso, es que es la historia de mi vida: primero mi madre, luego los mejores amigos de mi padre, mis abuelos y ahora mi padre, es como si a toda la gente a la que amara de alguna forma le trajera mala suerte – esto ultimo Artemissa lo dijo en un susurro ahogado
-No digas eso, la vida hay que vivirla a cada segundo y, perdona que diga esto, pero mandar al demonio el pasado, el presente es ahora. Tú me dijiste eso, tú me enseñaste a salir de la burbuja en la que estaba atascado cuando nos conocimos, si no fuera por ti seguiría como un idiota que tendría miedo de todo y de todos encerrado en soledad y autocompasión
-Si, mira lo que logré para ti, 6 semanas en cama con una pierna rota
-Oh, esa clase de mierda suele pasar. Además vivir en tu casa fue de lo mejor, esos elfos domésticos me trataron como un rey
-No es mi casa, es la casa de mi tío Lucius y tengo que decirte que solo te tratan así por ser mi novio
-Bien, eso me da otra razón para mi lista de por que debería casarme contigo
-¿Llevas una lista? – dijo Artemissa entre risas
-Claro, de otra forma no podría recordarlas todas
-Eres un iluso con la peor memoria de la que he tenido noticia, hay veces en las que me pregunto por que te quiero
-Solo por que yo te amo – dijo Erick tranquilamente – Oye, apenas pasa de media noche, ¿Quieres ir a buscar diversión en Hogsmeade?
Artemissa lo meditó un momento
-Claro, solo espera a que me cambie, no puedo salir en pijama
* * *
La luz de la luna llena iluminaba el castillo y sus alrededores, tan intensa como si solo fuera un día nublado
Aquella espectacular visión hubiera dejado embelesado a más de uno, pero no a él ya que los recuerdos asaltaban su mente de tal manera que no podía ver nada en realidad, su mente estaba muy ocupada recordando.........
"-Nos volveremos a ver – dijo - ¡Verdaderamente, Harry te pareces a tu padre!
Aquel día había salvado a su padrino de un destino peor que la muerte solo para que muriera dos años después
Algo que seguía dándole vueltas en la cabeza era que él tenía prácticamente toda la culpa pro aquella muerte. No abrir el paquete de Sirius, olvidar que Snape era parte de la orden, ir hasta el departamento de misterios. Todos aquellos errores que pudieron haberse corregido lo habían llevado a presenciar la muerte de la única persona a la que alguna vez pudo haber considerado un padre y un hermano a la vez, alguien que siempre lo apoyaría
Pero se había equivocado
Lo había dejado morir
El lo había matado
-¿Harry?
Era Remus, al parecer Harry no era la única persona en el castillo que no podía dormir
-¿Pasa algo?
-No – dijo Harry – solo necesitaba pensar
-¿Sobre algo en especial?
-¿Por qué lo pregunta, profesor?
-Por que recuerdo a un grupo de amigos que cuando no estaban en detención o en problemas o a la mitad de una aventura venían aquí a pensar y observar las estrellas, recuerdo a uno en especial que solía buscar una estrella llamada Canis mayoris, mejor conocida como.........
-Sirius – dijo Harry – nos la enseñaron en Astronomía
-Así es, Padfoot siempre dijo que esa estrella lo guiaría en tiempos de obscuridad. Es curioso como son las cosas Sirius fue llamado así por esa estrella y resultó que su forma animagui era el perro
-¿Qué? Yo creí que uno elegía en que convertirse cuando se volvía un animagus
-No, la forma que adquiere un animagus es como un reflejo de su personalidad, Sirius se transformaba en perro por ser un reflejo de su lealtad y se su cariño
-No me sorprendería que su hija fuera igual a él
-Si, de hecho Artemissa es tan parecida a Sirius que incluso tu estarías sorprendida por lo mucho que se parecen
-Remus, hay algo que me he estado preguntando, ¿Por qué ninguno de ustedes impidió que Sirius fuera al departamento de Misterios esa noche?
-No creas que no lo intentamos, pero Sirius dejó muy en claro que sería más fácil que el infierno se congelara a que te dejara solo así que nos vimos forzados a acceder
-Pero sabían que era peligroso para él y aún así dejaron que fuera – dijo con ira en su voz, casi tanta ira como la que el dejó ver aquella noche en el despacho de Dumbledore
-Ese es el gran riesgo de estar en la orden, tienes el riesgo de morir en cualquier instante, en cualquier misión. Fue por eso por lo que Sirius no aceptó que te unieras, fue lo mismo que hizo con Artemissa y lo hizo por que se preocupaba por ustedes
-Lo siento, Remus, es solo que me cuesta hacerme a la idea de que no voy a volver a verlo nunca
-Lo volverás a ver, pero para eso todavía falta mucho tiempo
-¿Un año te parece mucho tiempo? – dijo Harry con una voz ronca muy distinta de la suya
-¿De que hablas?
-De la profecía, según Trenlawney tendré que matar a Voldemort o el asesinado seré yo
-¿Y como sabes que eso pasará en un año?
-¿Qué? ¿Cuándo dije yo eso? – dijo Harry sorprendido
-Lo dijiste hace solo unos segundos
-Bueno, no importa, de cualquier manera es cierto, ¿no? será un milagro que salga de Hogwarts con vida
-No seas pesimista, Harry, ¿No se te ha ocurrido pensar que tal vez tu destino es acabar con Voldemort y vivir feliz para siempre?
-Por favor, Remus – dijo Harry poniéndose de pie – La vida no es un cuento de hadas, NADIE puede vivir feliz para siempre, nadie
Con esto Harry se cubrió con al capa de invisibilidad y se fue de regreso a al torre de Gryffindor
A pesar de que Remus solo había intentado animarlo Harry dudaba mucho que siquiera el creyera sus propias palabras
El viaje hasta la torre fue corto ya que había descubierto un atajo que lo llevara de la torre de astronomía hasta ahí
Después de pasar por el retrato de la dama gorda Harry se sentó en uno de sus sillones favoritos frente al fuego que estaba, en esos momentos, apagado
-Incendio
El fuego se encendió y Harry dejó que el calor inundara su cuerpo pero a la vez se abrazó a si mismo, tratando que un poco de aquel calor pasara de su piel a su frío y tieso corazón
Harry nunca supo cuanto tiempo pasó frente al fuego antes de, con mucho pesar, ponerse de pie y subir hasta su habitación más dormido que despierto. Fue entonces cuando pasó
Súbitamente Harry sintió una terrible opresión en el pecho, justamente donde estaba su corazón. Le falto el aire y al intentar respirar cayó en cuenta de que no podía hacerlo
Sintió que caía escaleras abajo rápidamente mientras la opresión en su pecho se hacía más y más fuerte
Vio como las luces se encendían y los rostros preocupados lo rodeaban. Alguien grito que buscaran a la profesora McGonagall antes de desmayarse
TBC
