Bienvenidos una vez más, bueno, después del estreno del tercer capítulo de "La Mano del Pecado" me entusiasmé en un rato de ocio y soledad en proseguir en este fic. El tiempo es corto y la escritura es larga, espero poder terminar a tiempo, llenar sus expectativas y por sobre todos entretenerlos.
Este capítulo consistirá principalmente para unir cabos dejados demostrados de una manera demasiado extraña en el anterior capítulo. Estoy medio cansado así que por favor considérenlo cuando pongan su review. Recuerden que la mejor manera de mostrar si lo que leen les gusta o no es con un review, además de ser una herramienta indispensable al momento de seguir escribiendo. Bueno eso fue todo.
Y sin más preámbulos, señoras y señores:
Fic: "La Bestia que vive en Mi"
Capítulo 2: Los síntomas
-Hola amado Shaoran – dijo Meiling entrando apuradamente a la habitación, jadeaba un poco.
Shaoran estaba enterrado entre algunos papeles, se volteó para ver a Meiling, se alegró mucho de verla, no estaba muy seguro desde hace cuanto tiempo que no la veía, algo le indicaba que, no estaba seguro, sentía que algo no estaba bien. Se levantó de entre los papeles de su escritorio en el cual estaba sumergido. Tenía un lápiz en la mano, ¡Qué extraño!, Pensó. No le tomó importancia y lo dejó en su escritorio. Meiling además de estar jadeando hace un rato ahora su cara mostraba nerviosismo.
-Hola Meiling, ¿Qué te pasa? Te veo nerviosa.
-No nada Shaoran – Meiling se tranquilizó y con una amplia sonrisa saltó sobre él y lo abrazó.
-Vamos Meiling, suéltame – dijo Shaoran sonrojándose inmediatamente -, tú sabes que estoy con Sakura.
-Pero vamos Shaoran, olvídala, ¿Cómo no puedes olvidarla?, Lo encuentro gracioso, está muy lejos, apenas hablas con ella por teléfono. Pero mírame, yo estoy aquí, tú sabes que te amo. ¿Por qué no me prefieres?
-Vamos Meiling. Tú sabes, no tienes para qué pedirme que te lo diga.
Meiling suelta a Shaoran y lo observa decepcionada. No podía comprender que hacía mal, ella estaba ahí, para él, pero él seguía siéndole fiel a Sakura. Eso la enojaba mucho. El hombre que ella amaba lo tenía a su lado pero aún así no lo podía alcanzar.
Shaoran miraba pasivamente, con gran ternura en sus ojos, él comprendía a Meiling, y sabía que él realmente amaba a Sakura y que cualquier aventura con Meiling sería algo muy nocivo para él. No deseaba que el dulce sueño de amor en el que estaba sumido con Sakura fuera destruido por Meiling, además si el destino los unió, solo el destino podría separarlos.
-Meiling, tú sabes que yo te estimo y quiero mucho, también te amo, pero no de la forma que tú a mí, o yo a Sakura, y a sí mismo también sabes que yo no puedo abandonar a Sakura. Lo siento.
-Si, lo sé – responde Meiling con una notoria cara de desapruebo.
-Oye Meiling – Shaoran dice después de un breve silencio –, ¿Tú habías venido antes aquí hoy?
-¿Venir aquí?, No recién llegué, no viste que estaba cansada de tanto caminar.
-¿Cansada?, No recuerdo.
-No importa, bueno Shaoran, cambiando de tema, ¿Qué era eso que me estabas diciendo?
-¿Qué cosa? – dice Sorna muy extrañado.
-Eso de que me querías y me amabas.
-¿Te dije eso?
-Si, me estabas diciendo eso.
Sorna se queda en silencio un rato, trata de ordenar sus ideas, pero no lo logra. Se desespera un poco, un pequeño apretón en su cerebro se hace notar.
-¿De verdad te estaba diciendo que te amaba?
-Sí, efectivamente...
Una sórdida y malvada sonrisa se dibuja en rostro de Meiling.
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-¡Adiós Shaoran!
Sakura cuelga el teléfono muy emocionada, sus mejillas notoriamente sonrojadas, había hablado con su amado Shaoran. Estaba muy feliz y esa felicidad radiaba en toda su habitación. Todo había estado muy bien hasta ahora, había hablado con Shaoran, también con su mejor amiga y en especial porque se entretendría en grande en una pequeña fiesta en la casa de Tomoyo.
Sakura palpó sus mejillas, estaban notoriamente sonrojadas, sonrió profundamente, eso solo podía ser por el profundo amor que sentía por Shaoran. Se tendió en su cama y dijo:
-Amo a Shaoran.
Aún recordaba ese horrible pero a la vez hermoso día en el que se habían separado pero a la vez unido en un amor tan profundo, ya se habían vuelto a ver en persona reiteradas veces pero nunca podían aprovechar de la mejor manera ese tiempo. Normalmente eran encuentros por coincidencia, pero ahora con la ayuda de las cartas ella podía viajar hacia donde vive Shaoran y poder tener citas de ensueño. Su poder como maga era muy alto, al igual que Shaoran, el duro entrenamiento los había vuelto invencibles en batalla y suficientemente poderosos para poderse juntar aún existiendo una gran distancia que los separaba.
"Tomoyo debería llegar en una hora más...", pensó, estaba cansada, había hablado mucho rato con Shaoran y el día había sido muy atareado. Mucho cansancio. Ya se estaba durmiendo. Finalmente cayó vencida por el cansancio en su cama. Un poco de descanso no le haría mal antes de que llegara Tomoyo.
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Un ruido. Una mirada inquisitiva al teléfono. Estaba sonando. Se acerca. Duda en tomarlo. Sigue sonando. Algo le decía que no sería algo bueno. Toma el auricular. Duda de nuevo. Se decide. Lo levanta. Un sonido. Lo pone en su oído. Se escucha una voz:
-¿Tomoyo?
Se estremece. Algo realmente no estaba bien.
-Sí...
-¡Qué alegría me da escucharte!, Pensé que no te iría a encontrar a estar hora.
-Sí...
-¿Qué pasa?
-Nada, es que... No sé, no me siento bien.
Silencio.
-Tomoyo. Tengo algunas malas noticias.
Tomoyo solloza levemente de su lado del teléfono siendo imperceptible para su interlocutor.
-Tomoyo, ya te había explicado. Perdí mis poderes, ya no podré visitarte como lo hacía tiempo atrás. Lo siento, ese maldito me quitó todos mis poderes, de verdad lo siento...
El sollozo de Tomoyo ya se hacía notar por el teléfono. Ya sabía lo que venía, pero una pequeña luz de esperanza aún latía junto a su corazón dentro de sí.
-Pero... – el llanto de Tomoyo le dificultaba hablar –, podemos hablar por teléfono, por correo electrónico, pero podemos mantenernos juntos.
Un acusador silencio destrozó las esperanzas junto con su corazón, ya era muy tarde, entendía esto a medias. Había un sujeto que le quitó sus poderes a su amado. No estaba segura, pero parece que había sido Clow, ¿O no?, Eso ya no importaba, su vida se acabaría en unos instantes, no deseaba eso.
-Tomoyo, también me arrebató el amor que siento por ti. No sé como explicártelo, primero te amaba con pasión y ahora casi con asco hablo contigo por teléfono. Lo siento, tendrás que rearmar tu vida así como yo tendré que hacerlo.
Un leve golpe. Un chasqueo. Un eterno pitido que destrozó inexorablemente el alma de Tomoyo. Había cortado, todo ya estaba hecho y nada podía hacer, su alma se esparcía por el cuarto como sus recuerdos de él. Se desmoronó, cayó al suelo, desmoralizada, desalmada, dolorida, sentida. Rogando quien sabe por qué.
-Te odio yo también Eriol – gritó desde el suelo.
Pasaron varios minutos, nadie se percató que estaba en el suelo en un salino mar de lágrimas. "La fiesta", ese pensamiento cruzó la mente de Tomoyo, "Sakura me había llamado", ese otro también. Era hora de dejar todo esto y olvidar a Eriol. Había sido bueno una vez pero ya no la volvería a lastimar.
Sakura la había llamado bastante rato atrás, esperaba no llegar tarde, además todo ya estaba listo para la fiesta. No podía ser que eso la tirara su ánimo tanto hacia el suelo.
Tomoyo se levantó, tomó un abrigo que tenía cercano, se colocó sus zapatos que tenía en la entrada, "Tengo un traje que le fascinará a Sakura", y con una gran sonrisa en su rostro salió corriendo a la casa de Sakura. Necesitaba alegrarse para disipar esa áspera y amarga tristeza que tediosamente le intentaba roer su fracturada alma.
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Un gran bostezo. Sakura había recuperado la conciencia. Se sentía mal, además contrastaba mucho con la felicidad que había tenido poco rato atrás. Poco abrigada y con el cuello en mala posición le había provocado un gran dolor de cuello y un poco de fiebre. Aunque en su cuerpo había dolor, ella sentía mucha felicidad interior, amaba y era amada, por y para el mismo hombre. Cerró los ojos y empezó a recordarlo, a él. De repente una voz la sacó de su fantasía.
-Hola Sakura – dijo Tomoyo entrando a la habitación de Sakura –, vine inmediatamente cuando me llamaste...
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Sus labios eran cálidos pero algo dentro de ellos le daban la impresión de un sabor amargo, descortés, ponzoñoso. Retiró sus labios y pudo ver con claridad los labios que besaba. Vio una bella mujer de pelo negro y largo. Pero, no lo comprendía, era algo distinto, algo le decía que estaba haciendo algo mal. Sintió como su pecho se remecía al no poder entender bien. Algo empezaba a rememorar, un agudo dolor de cabeza le comprimió su cabeza. Rápidamente recogió su mano, estaba atascada dentro del pantalón de la muchacha, intentó con la otra mano, pero estaba muy ocupada quitándole la ropa; no era el momento para todo esto.
-¿Qué pasa Shaoran?
Shaoran recibió un flujo de recuerdos que se calaron por su cráneo y hicieron estremecerse todo su ser. Todo volvía a su trastocada mente, ya sabía quien era el, o mejor dicho, la responsable de esta traición, la acababa de besar y si no fuera por mucho quien sabe que hubieran hecho.
-Meiling, por favor ¡Sal de aquí! Ya no quiero que sigas, ya recordé todo...
En el rostro de Meiling se disolvió toda la anterior felicidad y lujuria. Angustia era la mejor manera de describir lo que le pasaba, debía ausentarse un momento. Cogió su ropa del suelo y huyó cerrando la puerta por donde salió.
Meiling estuvo un rato afuera mientras se vestía, estaba sentada contra la puerta de Shaoran, pensando. Ahora que lo meditaba encontró muy injusta su manera de actuar, era como si ella misma lo estuviera traicionando, se sintió mal, en un rato más cuando se tranquilizara Shaoran. Lloró. Se sintió más mal, se terminó de vestir, ya era hora de terminar todo esto. Abrió la puerta. Entró Meiling y pudo ver a un enfermo Shaoran con apariencia muy febril acostado en su cama con un reloj en la mano.
-¿Qué día es hoy?
-Veintidós de Agosto.
Él la miró con muy mala cara. Se levantó de la cama con una cara de pocos amigos especialmente tenebrosa, llevaba una lámpara en su mano.
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Realmente la buena música ayuda a inspirarse, incluso aunque sea el tema principal de Mario Bros orquestado... ¡Es bueno y qué! T.T déjenme...
Bueno espero que hayan entendido este fic, por que algunos de los que lo leyeron aparentemente no vieron lo que yo quería que no vieran, unan cabos y prepárense para el próximo capítulo que les prometo que les fascinará.
Recuerden, leer es bueno, leer fics es aún mejor y leer los míos una maravilla.
Dejen Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews!!!
Agradecimientos a todos las personas que lean este fic y los escritores de fics de SCC, y en especial a mis admiradores, amigos y familia y aún más especiales a Samurai con ajo y a LordPatamon por ser unos grandes lectores de mis fics.
Agradecimientos extras y especiales a:
TERRY MAXWELL: No te preocupes, no es necesaria ser lenta para no entender a la primera el verdadero significado de este fic. Además, te recuerdo que Eriol perdió sus poderes, debes leer la pequeña introducción del primer capítulo antes. Ok? Jejejeje.
Okinu: Ya se viene el próximo capítulo pero te siento decir que probablemente quedarás en las mismas condiciones: Totalmente intrigada. Jajajaja.
Maron: Ya se viene el siguiente capítulo, ¡¡Si a lo Gore!!, sangre, muerte y confusión era lo que pretendía con este fic. ;)
Renialt Shirou: Si lees el segundo capítulo te podré hacer la siguiente pregunta: ¿Estás segura con lo que piensas?
Alegria: Qué puedo decir, muchas gracias por ser la primera en leer mi fic. Espero ver pronto tu review para el próximo capítulo. De todos modos esa era mi intención al escribir escribir este fic.
Estoy haciendo dos nuevos super proyectos; uno en digimon y otro en CCS. Espero ver sus reviews ahí también. ;P
Master, the Gambler
"Háblanos sobre el Digi-Mundo (...)
y Yamato respondió:
Es un paraíso que no existía en la Tierra pero que ahora es parte nuestra, la puedes tocar, sentir, oler; es inexplicable describir la fantasía cuando se fusiona con la mismísima realidad (...)"
Conversación entre Yamato y un alumno en "El último profeta del Digimundo"
Y Sí a la publicidad innecesaria!!!