Saludos a todo/as!

Como creo que dije en el anterior capitulo (creo, pero no estoy muy segura, jaja) este es ya el último capitulo de este fic :(

Pero... ¡hay una sorpresa!

Queda el epilogo :D

Es decir, que no se librarán tan fácilmente de mi :P (y ya saben que es una trilogía, y este sólo ha sido digamos el "segundo", y queda el tercero y último)

En fin, como siempre agradecer a todas las personas que leen el fic (y un mayor agradecimiento a las que dejan comentarios… las contestaciones al fina. Y, como siempre, muchísimas, muchísimas gracias.)

Y a leer!

Como siempre, espero que les guste.

Un beso muy grande

.-.


Capitulo 10: "… Y tú y yo nos encontramos"

En lo más inesperado, en lo más insignificante, puede residir la diferencia.

.-.

Las risas inundaban la habitación.

Risas sinceras, risas de compañeros, risas de amigos que siempre han sido hermanos…

En esos instantes volvían a ser los muchachos que habían sido en la escuela, volvían a ser adolescentes atolondrados y despreocupados por la vida… volvían a ser como habían sido antes de que todo cambiase: un trío inseparable.

Como si no hubiera pasado el tiempo, como si nada hubiera sucedido…

Así estaban.

Juntos de nuevo.

.-.

.-. ¿De verdad hiciste eso? – sentada en la cama del hospital, Hermione escuchaba atónita lo ocurrido la tarde anterior. A su lado se encontraba Ron, también en la cama, y en una de las sillas se encontraba él…

.-. Si – respondió Harry riendo mientras recordaba la cara de todas las personas que estaban en el pasillo al aparecer él de repente, volando sobre la escoba, en mitad del pasillo… Había sido algo digno de ver, y eso era lo que estaban recordando en esos momentos.

.-. Pero… ¿Cómo? – dijo Hermione volviendo la cabeza hacia Ron.

.-. A mi no me mires, yo le dije que fuera más despacio – dijo éste levantando los hombros en modo de disculpa – Cuando le vi fuera casi no me lo creí yo tampoco, pero era real, estaba aquí. De vuelta… y luego… fue todo demasiado rápido, como ya te lo hemos dicho. Pero lo importante es que esta aquí, de vuelta, con nosotros. Ya estamos los tres de nuevo juntos.

.-. Si, he regresado, y esta vez ya no me volveré a ir – confirmó Harry estirando los brazos tanto como podía: toda la noche durmiendo en la silla, junto a la cama de Hermione, le había dejado adolorido. Después, dirigiéndose a la única mujer de la habitación, añadió – Y tú también, Hermione, tu también has vuelto – y después, con un guiño, le besó una de las manos.

.-. Eh, que ahora es mi esposa, compañero – intervino Ron riendo y con una media sonrisa al ver ese gesto

.-. Lo se. Formáis una pareja muy buena – y a la vez que decía esto, juntó las manos de sus dos amigos – Como os dije en la graduación, siempre estaría a vuestro lado, y nunca os he dejado. Solo que… no regrese verdaderamente hasta ayer… Y ni siquiera yo sabia que iba a regresar con vosotros – con una sonrisa sincera, miró a sus dos mejores amigos, a sus dos queridos hermanos, a las dos personas más importantes de su vida, y a las dos personas que habían posibilitado su retorno. Y, en ese instante, en esa mañana recién inaugurada, cuando el sol estaba todavía despertando, supo que había llegado la hora de contarles todo lo que había sucedido en realidad en esa noche de hacia ya tantos y tantos años…

.-.

ooooooOOOOOOoooooo

.-.

El combate entre Lord Voldemort y Albus Dumbledore iba a dar comienzo.

La esperada batalla entre los dos grandes magos de esa época.

Los dos poderes más grandes que existían sobre la faz de la tierra: bien y mal enfrentados

Y sólo uno de ellos sabía como debería terminar esa lucha: era lo que se debería hacer, era lo correcto…

Albus Dumbledore miró hacia atrás, y comprobó como varios de sus jóvenes alumnos se ponían a salvo siguiendo a un muchacho de séptimo curso, uno que esa noche sellaría su destino, tal y como estaba predestinado a ser cuando fuera marcado en la frente… Sabía justo lo que tenia que hacer, aunque ninguno de los dos conocía las verdaderas consecuencias del hechizo que iban a invocar esa noche, no las habían averiguado del todo… por desgracia.

.-. Bien Tom. Como ya te he dicho, esto es entre tú y yo. Así que… empecemos

Y dio comienzo una guerra sin cuartel: las maldiciones, hechizos, encantamientos volaban sin cesar entre uno y otro combatiente.

No daban tregua.

No desfallecían.

No se rendían.

No se daban descanso.

Los dos combatían con todas sus fuerzas, intentando abatir al otro, intentando buscar un resquicio de debilidad para aprovecharlo y vencer.

Y ninguno de los dos, ni Voldemort, ni Dumbledore, se olvidaban de lo que estaba haciendo, y concentraban sus fuerzas en lanzar más y más fuertes los hechizos para hacer caer al contrario.

Una lucha sin descanso, que sólo acabaría cuando uno de los dos estuviese muerto.

Eso lo habían averiguado al verse las caras esa noche por primera vez…

.-.

Lejos de ellos, a varios metros de esa importante zona de combate, Harry ponía a salvo a los alumnos de primer y segundo año de los que se encargaba. Ese había sido el último deseo del director. Ambos sabían que esa noche todo cambiaria, que para que él pudiese enfrentarse a Voldemort, Dumbledore tendría que sucumbir. Eso mismo lo habían confirmado en el momento en que los dos magos se habían encontrado frente a frente. No había otra forma.

Desde el mismo instante en que, siendo un niño, el Señor Oscuro le había marcado, su destino estaba sellado.

Todo empezaría y acabaría con la misma persona

.-.

Consiguió llegar hasta las puertas, guiando a los asustadizos niños, oyendo como detrás de él se desarrollaba una lucha a muerte, siendo pronunciadas las maldiciones más mortíferas y maléficas existentes. Lo último que observó antes de traspasarlas guiando a sus jóvenes compañeros fue el bloqueo de la maldición asesina por parte de Fawkes…

El fénix cayó convertido en cenizas…

Albus Dumbledore ya no tendría ningún otro escudo con el que evitar la maldición asesina…

.-.

Todo el comedor estaba lleno de polvo.

De sangre y muerte.

Pero también de supervivencia.

De valentía y compañerismo.

Los alumnos más mayores ponían a salvo a los más pequeños, volviendo luego para defender el colegio.

Lo mismo que él estaba haciendo ahora: regresar para ayudar.

Miró hacia las ruinas del comedor. Hacia los alumnos caídos, hacia los heridos, hacia los muertos…

Miró hacia atrás, a las caras asustadas de los niños que había salvado, al miedo reflejado en esos jóvenes ojos, a la incertidumbre del futuro, el temblor de sus manos, su lloro y su desconcierto…

Sabía que había llegado su hora.

Dio un paso hacia el comedor, hacia su destino.

Determinación en su rostro.

Si tendría que morir, que fuera por una buena causa, por dar un futuro libre de todo mal a esas personas que no tenían culpa de nada.

Y le vio…

Allí, apoyada todavía en las puertas principales estaba Ginny, con los ojos llorosos, ojos rojos que delataban su gran sufrimiento antes de llegar a ese lugar. Había perdido una parte importante de su vida… Acababa de ser salvada de la muerte, acababa de sacrificarse, por ella, la persona a la que más había amado… Ya nunca más le volvería a ver…

A unos metros de ellos dos, Voldemort y Dumbledore seguían luchando.

.-. Ginny ¿te encuentras bien?

.-. Si… si… estoy bien, sólo…

.-. Ahora tienes que descansar – Harry podía ver la gran pena que le embargaba, el sufrimiento que hacia presa de ella, a pesar de que ella no se había encontrado en el comedor en el momento del ataque ¿Qué habría pasado? No lo sabia, pero se veía que su vida había dado un giro en ese momento.

.-. No… no… descansar no… luchar….defender… - dijo con voz entrecortada Ginny, antes de caer en los brazos del desmayo implacable. Lo último que vio antes de caer fue como de la varita de Voldemort un mortífero y directo rayo verde se dirigía hacia el director de Hogwarts.

Después…. Ya no vio nada más.

El dolor y la pena habían ganado al final, y el frío suelo recibió su cuerpo inconsciente, pero vivo, depositado por el muchacho que estaba a su lado… uno de sus mayores amigos.

Harry, también, había visto lo mismo, y supo que había llegado su hora.

El destino se cumpliría.

Todo empezaría y acabaría con la misma persona

.-.

Gritos y polvo.

Muerte y derrota.

Sangre.

Horror.

Sufrimiento.

Oscuridad…

Dolor…

Muerte…

Pero también… esperanza.

Mientras un solo alumno quedase en pie, Hogwarts no se rendiría.

Y por suerte y fortuna, el ultimo en resistir era un muchacho de cabellos negros, de mirada color esperanza. Ya todos estaban exhaustos, agotados. Tanto los mortifagos, como los estudiantes, profesores, unos con más suerte que otros, algunos compañeros muertos, pero todos los que quedaban vivos agotados, desmayados o, en el mejor de los casos, sin energías para levantarse. Y ver con sus ojos el final, el desenlace, sin poder intervenir, a espesas de lo que la suerte y el destino determinasen.

Bien y mal enfrentados.

Con él todo comenzó

Y todo terminará

Se dirá en las historias si llegan a escribirse,

si esto bien termina.

Y el momento ha llegado,

las estrellas,

el cielo,

determinó que en esa sombría hora,

la tormenta se intensificase,

los rayos iluminasen los rostros y ojos de los dos combatientes.

Rojo sangre

Y verde esperanza.

.-.

Harry Potter sabía que la hora de combatir, de demostrar el valor del bien, había llegado.

Que la hora de enfrentarse a su rival era en ese instante.

Según su mentor, aquel que había caído unos minutos antes, aquel que le había permitido poner a salvo a los estudiantes más heridos… aquel que había muerto, el vínculo que tenían ambos se destruiría esa noche, pero Dumbledore, quizás, no había contado con el rayo que había acabado con su vida.

Así pues, él, el que una vez derrotó, siendo un bebé de un año, al mago oscuro más poderosos de todos los tiempos, se disponía de nuevo a enfrentarse a Voldemort, y esta vez, solo habría un único vencedor… y un único vencido.

No quedaría nada a medias, moriría Voldemort o él, pero el que muriese, moriría del todo.

Un rayo iluminó el cielo, la tormenta presentaba ahora su cara más salvaje, despiadada. La luz proveniente del techo cristalino del comedor reflejaba el sangriento panorama del suelo, del lugar en el que una vez había sido testigo de las risas alegres y desenfadadas de estudiantes sin temor, y que en unas horas se había convertido en el escenario de la ultima batalla, del lugar en donde se decidiría el destino de todo y de todos.

.-.

.-. ¿Dispuesto a morir? - Lord Voldemort sonrió ante el muchacho de diecisiete años que tenia delante, tan seguro estaba del desenlace de la batalla, que no le cabía en la mente otro resultado, no por algo había derrotado ya al mago más poderoso sobre la tierra… después de él por supuesto.

.-. No – contestó Harry en tono desafiante – Dispuesto a matarte, Tom – por primera vez en su vida, llamó al mago por el nombre con el que Dumbledore siempre había llamado al encontrase cara a cara con otro mago, esto le provoco algo difícil de describir, como si el mismísimo director le diese fuerzas para enfrentarse y combatir… y vencer.

.-. Veo que tu deseo es morir esta noche. Que así sea – dictaminó el mago, a la vez que comenzaba con el combate, lanzando sus más poderosos hechizos al muchacho, que se defendía lo mejor que podía.

La hora del destino había llegado.

.-.

.-. ¿Sólo sabes hacer esto? – se burló de forma cansada Harry tras un buen rato de recibir los más mortíferos y dañinos encantamientos sobre él. Lo que no sabía Voldemort era que él se había estado entrenando duramente, preparándose para este momento, para esa situación, entrenándose hasta quedar exhausto con Dumbledore, hasta quedar agotado tras sesiones maratonianas de defensa y ataque. De aprenderse los métodos más antiguos y más olvidados de defenderse, para atacar y acabar con cualquiera que estuviese amenazando al mundo. Su último año no había estado ni un minuto quieto, había estado preparándose para su enfrentamiento con Voldemort… hasta las últimas consecuencias.

.-. Veo que el viejo te ha entrenado bien – logró pronunciar el otro mago, tras ver como una maldición poderosa impactaba contra el escudo del muchacho y no le causaba ni un rasguño (aunque también veía que ese esfuerzo agotaba al joven, la situación, en cuando a energía y esfuerzo era el mismo para los dos combatientes; el cansancio ya se reflejaba en la cara de los dos) – Pero no creo que esto termine con tu victoria, muchacho – de nuevo volvió a mandar un rayo verde, ahora al agotado joven.

En ese momento ocurrieron muchas cosas a la vez, hechos que nadie pudo describir más tarde, y los que lo intentaron, descubrieron que no existían palabras para hablar de lo sucedido: fue tal la violencia del impacto, fue tal la energía liberada en ese lugar, fue una cosa tan inaudita, nunca antes vista, que los pocos que quedaban en pie, mucho tiempo después, todavía no creían haber visto lo que observaron esa noche: el cielo y la tierra se aliaron en esa noche, los relámpagos fueron más fuertes que nunca. Pareció que el cielo se abría, que todo se destruía, pero… en un momento dado (no se supo cuando ni por qué, parecieron surgir de las entrañas de la tierra) los muertos a manos del Innombrable aparecieron al lado del joven Potter, igual que esa vez que se enfrentó al otro mago, en su cuarto año, aunque esta vez era diferente, no existía la jaula, pero si una conexión entre ellos, una conexión más fuerte, a causa de aquella herida en forma de rayo que tenia el muchacho en su frente.

La marca tenebrosa, alzada majestuosamente en medio de la tormenta, fue mortalmente herida por un rayo proveniente de la tormenta, como augurando lo que se desarrollaba en el salón del castillo. El mismo rayo pareció traspasar las oscuras nubes e iluminar por unos instantes el rostro de los dos únicos combatientes, y, en ese segundo, Voldemort vio ante él los rostros de las personas que había matado. Muchos de ellos al lado del muchacho, otros les rodeaban, en un intento por crear un vacío entre ellos y los demás, cosa que no permitió ver a nadie lo que ocurrió a continuación en el interior, tal era la magnitud de los poderes de los muertos.

.-.

.-. Ha llegado tu hora Tom – dijo Harry. Su cansancio y agotamiento eran patentes. Ya sólo le quedaban unas pocas fuerzas, las ultimas, y las que utilizaría para lo que tanto y tanto tiempo había estado estudiando y planeado con el director. Sentía su energía deslizándose por su cuerpo, sentía el apoyo de Dumbledore a su lado, su aliento, su ánimo por seguir. Si, estaría a su lado en ese ultimo paso.

Enfrente de él, Voldemort seguía con la actitud de superioridad que le caracterizaba, como si no viera a las miles y miles de victimas a su alrededor, como si no viera que estaba encerrado en un circulo de muertos… que estaban ahí para juzgarle.

Nadie vivo, excepto ellos dos, en el medio, iba a poder ver lo que sucedía en el interior. Nadie lo sabría nunca. Nadie lo averiguaría pues el vacío creado entre los muertos y esos dos vivos era imposible de traspasar con los ojos.

Todo el mundo se desmayó en el exterior.

Nadie se acordaría nunca de las palabras que se pudieron escuchar en el interior del círculo…

.-.

Se había detenido el combate.

Harry se incorporó, erguido, decidido, en medio del círculo.

Sabía que había llegado el momento.

A su alrededor, miles de almas le apoyaban y, aunque no pudiera distinguirlas, sabia que sus padres, su director, y muchas más personas que le habían conocido alguna vez, estaban a su lado. Ahí, apoyándole en su decisión.

Voldemort, por su parte, le miraba con venganza, por haber interrumpido el combate, y tirado la varita al suelo, a sus pies… No se daba cuenta de que las almas de sus víctimas se aproximaban, se cernían en torno a él…

Y empezó el hechizo de invocación.

.-. Hago una llamada a la Muerte – empezó a decir Harry, al principio con miedo, luego, tras ver como las almas avanzaban hacia su asesino, con decisión. Si, eso era lo que había que hacer… sin miedo a las consecuencias. Sin miedo a nada – Llamo al juez supremo de la vida. Reclamo un juicio por los crímenes cometidos – los muertos se iban acercando cada vez más a Voldemort – Reclamo justicia para este asesino de almas inocentes. Aquí y ahora. Reclamo que se haga justicia. Que se le juzgue de manera justa y que se le condene – Sentía como sus últimas fuerzas iban desapareciendo poco a poco, pero tenía que continuar. Cogiendo aire, siguió reclamando – Por el daño que hizo. Por las muertes que causo. Aquí y ahora. Hágase justicia. Sus victimas lo reclaman. Aquí y ahora. Con estos testigos de sus crímenes – Con una de sus manos señaló hacia todas las almas que les rodeaban – Aquí y ahora ¡Que se celebre el juicio! – le empezaba a faltar aire, no resistía. Cayó al suelo de rodillas, pero logró terminar la invocación, logró pronunciar las ultimas palabras – Yo, la única victima que no pudo matar, el único que una vez le derrotó… Aquí y ahora, pido a la Muerte que se presente.

Los muertos apresaron finalmente a Voldemort, su varita cayó al suelo, haciendo compañía a la de Harry.

El mago se debatió desesperado: en ese instante había comprendido que se proponía el joven. Le miró con rabia, le escupió con ira. No, un muchacho de tan sólo diecisiete años no podía acabar de esa forma con él. Le miró arrodillado en medio del circulo mientras sentía las manos heladas que se aferraban a sus brazos, a sus piernas, a todo su cuerpo, impidiéndole moverse. Sus ojos se contrajeron con ira, volviéndose cada vez más rojos, más sangrientos.

.-. ¡No puedes! Yo soy inmortal. Yo soy…– gritó en medio del tumulto, y las palabras que iba a pronunciar a continuación murieron al sentir sobre su boca una mano gélida… la mano de un fantasma.

Se hizo el silencio.

Los muertos se retiraron.

Lord Voldemort cayó al suelo de rodillas, igual que el joven que había pedido el juicio.

Ambos exhaustos, ambos sin fuerzas para seguir luchando.

"He oído tu llamada. Aquí estoy" oyeron los dos en su mente.

Harry levantó la mirada y la vio: una alta figura se había materializado en medio del círculo.

La Muerte esperó, rígida e imponente, con su túnica negra y la capucha encima de su calavera, señalando, con uno de sus blancos y huesudos dedos hacia el joven muchacho que le había llamado.

Con las últimas fuerzas que le quedaban, Harry se puso en pie despacio: había llegado el momento.

.-. Si, yo te he llamado – dijo finalmente, después de unos segundos de silencio, al sentir el poder de esta en la sala, al sentir el hechizo cumpliéndose – Aquí y ahora quiero que se celebre un juicio contra los crímenes que ha cometido Tom Ryddle en contra de la humanidad – le señaló, y a continuación a todos los que les rodeaban – Y aquí y ahora te presento a mis testigos: sus victimas – miles y miles de muertos se arremolinaban en torno a esas tres figuras.

"Hay un alto precio para este tipo de juicios: tu vida. ¿Aceptas?"

En ese instante el tiempo se paró para Harry. Tanto Dumbledore como él habían estado investigando exhaustivamente ese hechizo perdido en ese último año, ese último recurso para destruir al mal mismo, pero ninguno de los dos había logrado averiguar eso: las consecuencias, el precio que había que pagar para cumplirlo.

Ahora lo sabía.

Un alto precio.

Su vida.

Cerró los ojos fuertemente, sabiendo que era lo que tenia que hacer, pero teniendo miedo de hacerlo. No podía dejar a sus amigos solos, no podía abandonarles ahora, no podía romper las promesas que hiciera a Ron de un futuro después de la escuela, no podía…. Pero, a pesar de ello, sabia que tenia que hacer. Como tantas y tantas veces le dijera el director: a veces, lo difícil era hacer lo correcto.

Y esta era una decisión difícil, y a la vez tan fácil.

Su vida.

Su muerte.

Haría daño a mucha gente, personas que confiaban en él, que eran su familia, sus hermanos… lo sabia. Quizás, al cabo de mucho tiempo, comprendieran que era eso lo que tenia que hacer, que si no lo hacia condenaría a la historia a repetirse.

.-. Si, lo acepto – dijo abriendo los ojos, y dejando que un par de lágrimas se deslizaran en sus mejillas. Ya estaba hecho, no habría marcha atrás.

"Así sea"

Y empezó el juicio.

La Muerte hizo aparecer una balanza en su mano. En un platillo fueron surgiendo miles de pequeños destellos; en el otro… nada. Al fijarse bien Harry en esos destellos, comprobó que estos surgían de cada una de las victimas de Voldemort que tenían a su alrededor: sus testigos, los muertos. En cuanto la balanza quedó completamente en calma, se vio que estaba completamente inclinada en un lado hasta el límite…

"Se ha juzgado tu vida" la Muerte hizo desaparecer el objeto "Se ha emitido un veredicto" se volvió hacia Voldemort, y con un gesto de sus manos, éste se vio envuelto de fuertes cadenas, que hicieron que cayera completamente al suelo: condenado "Desaparecerás. El desprecio absoluto. No tendrás magia, ni nombre. Tu vida se reducirá a la nada. Serás una sombra más en un mundo de sombras. Donde están los hombres como tú. Condenado irás al infierno. Nunca más podrás regresar. El mal sea exterminado por siempre jamás" y dicho eso, el que había sido uno de los más feroces y temidos magos oscuros de todos los tiempos desapareció para siempre de la vida y del mundo. El mal había sido vencido para siempre…

"Ahora tú" la Muerte se dio la vuelta hacia el joven: ya sólo quedaba recoger el pago por su llamada.

.-.

Harry se encontraba agotado, arrodillado, apoyado en el suelo con sus manos sostenía su cuerpo, ya no podía más. Se empezó a incorporar para afrontar lo que fuera cara a cara. Esa había sido su decisión, y no iba a dar marcha atrás, y más ahora que todo se había cumplido, que el mal había vencido, que Voldemort había sido destruido…

Un bajo precio por la paz eterna…

Pero…

Un especto, un muerto de los miles que les rodeaban se había adelantado, y arrodillándose ante la Muerte, pronuncio las palabras que quedarían grabadas en la mente de Harry para siempre:

.-. Pido el perdón para la vida de este muchacho, de Harry Potter

Era nada más y nada menos que Albus Dumbledore, o mejor dicho, el fantasma del director y la ultima víctima de Voldemort.

.-. Pido el perdón para la vida de este muchacho, de Harry Potter

Miles y miles de muertos más se empezaban a arrodillar, siguiendo el ejemplo del antiguo y respetado mago. Y todos y cada uno de ellos, suplicaban clemencia hacia ese joven muchacho que había librado al mundo del mayor mal que había existido, de su asesino. De un joven que había ofrecido su propia vida por la de los demás. Un sacrificio realmente difícil de hacer y afrontar. Y este joven lo había hecho… por el mundo entero, por la paz, por ellos…

.-. Pido el perdón para la vida de este muchacho, de Harry Potter

Mirara donde mirase, todos los fantasmas se estaban arrodillando, dejándole a él y a la Muerte en el medio, los únicos que se encontraban de pie.

.-. Pido el perdón para la vida de este muchacho, de nuestro hijo, de Harry Potter.

Harry se sobresaltó: había reconocido esas dos voces. Sin poder resistirse, se dio la vuelta y vio que allí, destacándose sobre los demás, dos formas se delimitaban, haciéndose sus rasgos reconocibles… También estaban arrodillados como los demás, suplicando por su vida. Sus padres. No pudo evitar derramar lágrimas de emoción al verles allí, junto a él.

.-. Pido el perdón para la vida de este muchacho, de Harry Potter

Las suplicas continuaban.

El último que vio arrodillarse fue a un hombre joven, que reconoció de inmediato como el padre de Tom Ryddle: tenía sus rasgos, su orgullo de la cara, pero no la humanidad en sus ojos, tal y como tenia este. La primera victima de Voldemort. Fue el ultimo en arrodillarse.

Y después… silencio.

La Muerte miró a su alrededor, y volvió a mirar al joven que tenia enfrente.

Nunca antes había sucedido eso.

Con voz potente y firme, empezó a hablar:

"El precio ha sido siempre el mismo. Una vida por otra vida. Todo tiene que tener equilibrio" el corazón de Harry se contrajo en un repentino dolor, haciéndole caer al suelo. Mientras, la Muerte seguir hablando, mirando ahora a los muertos arrodillados frente a ella "Las victimas han hablado y han condenado a su asesino. El juicio se ha celebrado. Ha de pagarse el precio. La vida es reclamada" no sentía el aire entrar a sus pulmones, su corazón empezaba a latir fuertemente, en los últimos intentos por sobrevivir "Pero…" la negra figura alzó una de sus manos, y el dolor que tenia en su interior dejó de existir "Puedo darle una única oportunidad" era como si la Muerte tuviese un débil rasgo de humanidad contraído a lo largo de sus miles y miles de años de existencia "Su vida volverá a ser suya si, y sólo si, se cumplen unas condiciones"

Harry levantó la vista del suelo, su cuerpo ya no sufría, se sentía ligero, descansado… vivo como nunca lo había estado. Esperó impaciente las últimas palabras del trato.

Su última oportunidad para recuperar su vida.

"Cuando pasen tantos días como victimas reclaman tu salvación" la Muerte señaló a su alrededor, a los muertos que les rodeaban "Cuando pase ese tiempo, tu destino quedará sellado, y ya no habrá retorno posible. Si alguien, tras los 5200 días que dure tu destierro de la vida, sigue creyendo que eres, no que fuiste. Si alguien todavía cree en tu regreso, que todavía eres una persona que existe. Si todavía alguien piensa en ti como presente, no como pasado… Entonces, volverás a recuperar tu vida, volverás a la realidad, al presente, y tendrás un futuro.

Pero, en cambio, si ya nadie queda ya esperándote, si han dejado de creer, deberás resignarte a dejar a todos atrás. A abandonarles, sin poder verles nunca más. Cumplirás el trato y cruzaras la puerta.

A cambio de ese pacto, antes de que cumplas 18 años tendrás que desaparecer, salir de la vida voluntariamente, si no, se romperá, y morirás sin remedio, sin poder regresar….

¿Aceptas el trato?"

…5200 días…

Sólo tenía en su mente esas cifras ahora.

¿A cuanto equivaldría¿Cuántos años serian? Muchos, demasiado tiempo…

Pero, si a cambio de todo ese sacrificio (el desaparecer de la vida, no ser visto por nadie, convertirse en una ráfaga de viento que observa todo) podría regresar… No había duda, lo haría

Y más, cuando confiaba tanto en sus amigos.

.-. Si, acepto

"Así sea"

Y la Muerte desapareció de la habitación, llevándose con ella a los testigos del juicio.

Harry parpadeó.

Y cayó al suelo agotado.

Agotado, pero vivo.

Lo ultimo que vio, antes de desmayarse, fue las dos figuras de sus amigos corriendo hacia él.

Confiaba en Hermione.

Confiaba en Ron.

Seguro que siempre pensarían en su regreso.

Podía confiar ciegamente en ellos, en su amistad.

.-.

ooooooOOOOOOoooooo

.-.

.-. Así fue como sucedió todo – terminó de contar Harry, de vuelta a la realidad presente. Allí, en esa habitación de hospital, en compañía de sus dos mejores amigos de siempre. Después de más de catorce años, volvían a estar juntos, de nuevo juntos.

.-. Pero yo…- tartamudeo Ron al terminar la explicación - … Yo perdí la esperanza de que regresaras. Yo fui el último. Ya nadie esperaba que volvieras…. Y ahora… No comprendo.

.-. Si. Yo al principio tampoco lo comprendí, pues te vi hace unos meses, en medio de esa tormenta, cuando caíste en la desesperación absoluta – Harry, fiel a su promesa, había estado junto a ellos en cada instante de sus vidas, tal y como les había contado minutos antes – Y cuando me vi volando por el vacío pensé que se acababa todo ahí, que ya nunca más volveríamos a estar juntos como lo habíamos estado antes…

Cerró los ojos, y recordó el desconcierto al caer por un lugar lleno de oscuridad, un lugar donde no se veía inicio ni final…

Cuando el trato había sido cerrado…

.-.

ooooooOOOOOOoooooo

.-.

Caía.

Se encontraba en medio de una oscuridad que le rodeaban por doquier.

Mirase a donde mirase siempre veía la negrura a su alrededor.

Una caída desenfrenada.

Sus recuerdos pasaban a gran velocidad por su mente, desvaneciéndose mientras la oscuridad le daba la bienvenida a su reino.

Caía.

Notaba que la velocidad se incrementaba, y no podía hacer nada para evitar el duro golpe.

El vacío le arrastraba hacia un lugar determinado

Caía

Y después…

Parpadeó.

A través de sus parpados cerrados sintió la luminosidad del sol

Después, la tierra, esponjosa y acogedora bajo su cuerpo.

Poco a poco, imperceptiblemente, casi como si fuese otro quien lo hiciera, movió una mano, acariciando la hierba sobre la que descansaba. El aire tibio del atardecer rozó su cara, tenuemente, como una caricia que le invitaba a despertar…

¿Dónde se encontraba?

¿Qué habría pasado finalmente con él?

Abrió los ojos y vio los árboles a su alrededor.

El corazón saltó dentro de su pecho.

¡No podía ser!

Los reconocía

Y…

¡Sabia quién era él!

No había desaparecido, no había dejado de existir, sino que…

Estaba de vuelta.

Vivo.

Inmensamente feliz, dio la vuelta, sintió el suave roce de la hierba contra su cara, sus mejillas, su cuerpo.

No pudo evitar lágrimas de completa felicidad al sentir ese tacto sobre su rostro, lágrimas de completa y absoluta alegría.

Estaba de vuelta.

Volvía a ser dueño de su vida.

¡Volvía a estar vivo!

Rodó varias veces sobre sí mismo, de puro y completo entusiasmo.

Reconocía el lugar, reconocía donde estaba, y lo más importante, volvía a estar vivo, de regreso.

Cuando, exhausto, se tumbó en el trozo de bosque donde había aparecido, se dio cuenta de que llevaba puesta una túnica oscura, igual que el color de los árboles: parda.

Había regresado y estaba vivo.

Y, de repente, sintió en su interior como si una parte de sí mismo se estuviera perdiendo… irremediablemente.

Conocía esa sensación de caída, pues era lo que había experimentado minutos antes.

Y supo quien estaba en peligro.

El lazo de amistad que le unía a ella era irrompible.

"Aguanta Hermione. Lucha con todas tus fuerzas" pensó mentalmente mientras se levantaba y miraba a su alrededor, buscando una manera de llegar hasta sus amigos. Le necesitaban más que nunca.

Con mirada desesperada, observó todo lo que le rodeaba, los árboles, el bosque… ¡el campo de quidditch!

Echó a correr hasta ese lugar, esperando que la caseta de las escobas siguiese allí todavía, después de tanto y tanto tiempo.

Lo estaba.

Metió la mano en uno de los bolsillos de la túnica, y sacó su varita. También eso volvía a tener.

Con un hechizo eficaz, rompió el candado, y cogio una de las escobas que se encontraban allí.

Seria la primera vez que volara desde que se había marchado…

Pero, como esa cualidad era innata en él, enseguida se vio surcando el cielo, siendo uno con el viento.

Rumbo al lugar que le señalaba su corazón.

Rumbo a donde se encontraban sus dos amigos, sus dos hermanos.

.-.

ooooooOOOOOOoooooo

.-.

Al abrir Harry los ojos, tras contar las sensaciones que le habían embargado a su vuelta, tanto Ron como Hermione pudieron ver sus ojos más verdes y alegres que nunca… y una sonrisa en su rostro llena de felicidad

Al fin volvían a estar los tres juntos.

Harry siguió contando lo sucedido…

.-.

ooooooOOOOOOoooooo

.-.

Temía llegar demasiado tarde.

Sentía como la energía de Hermione se agotaba, se desvanecía poco a poco.

Como si se rindiera a esa caída.

No.

No podía ser.

No podía rendirse.

No ahora, que volvían a estar los tres juntos.

Sus lágrimas de alegría se convirtieron en lágrimas de desesperación.

"No puedes hacernos esto ahora Hermione. No puedes abandonarnos. Hazlo por Ron, hazlo por Helara, hazlo por el niño que acaba de nacer… Hazlo por tu familia y hazlo por mí. Tenemos que estar de nuevo los tres juntos. Lucha. Tú puedes vencer. Hermione, tu puedes luchar contra la muerte y ganarle"

Pero, mientras pensaba esto, sentía como ella se estaba perdiendo…

Y después….

Vio enfrente suyo un gran edificio, un hospital.

Y, en una de las puertas de salida de emergencia, esas que se ponen en una pared y dan a la calle, una niña de poco más de un año le miraba con ojos felices. Sin decir nada, abrió los brazos y se lanzó hacia delante, hacia la escoba que llegaba en esos momentos al lugar.

En el instante en que recogió a la pequeña en sus brazos, a la hija mayor de sus mejores amigos, Harry sintió que Hermione había vencido, y estaba viva…

Igual que él.

Alegre, dio un par de vueltas en el aire, aferrando a la niña, que reía y reía al estar abrazada a él.

.-. En esto no eres igual que tu madre. Pequeña Helena… – dijo Harry con voz muy alegre, terriblemente contenta, al saber que todo estaba bien. Y ella respondió riendo, una risa clara y limpia. Ahí, junto a ella, se encontraba el gran amigo de sus padres… el que hasta entonces había estado perdido

Dieron juntos un par de vueltas más en el aire, sintiendo la sensación del viento al pasar ellos por el medio…

.-. Ya veras que cara se le pone a Hermione cuando se lo contemos… - añadió en plan confidente Harry a la pequeña, cuando empezaron a realizar, una vez más, una voltereta en el aire. Ella respondió con más risas infantiles…

Y, de repente, a mitad del vuelo, Harry le vio.

Allí, en la misma puerta donde había visto a la pequeña, se encontraba él.

Sonrió.

No le había fallado.

Ya estaban juntos de nuevo.

Se aproximó rápidamente a la puerta, teniendo el sol del atardecer detrás.

.-. Hola Ron

.-.

ooooooOOOOOOoooooo

.-.

.-. Si. Y después los tres en la escoba recorrimos los pasillos hasta donde te encontrabas tú, Hermione…

.-. Dando un susto de muerte a todos los que estaban fuera, esperando – añadió Ron divertido, al recordar la situación.

.-. Eso es verdad – se disculpó Harry, alborotándose el pelo, tal y como hacia de adolescente, y tal y como le había visto hacer a su padre muchas veces en las fotografías que conservaba de él – Pero lo importante era ver si estabas bien.

.-. Y lo estabas – Ron se acercó a ella, su amiga, su esposa, su compañera – Los médicos no se lo creyeron, de repente estabas al borde de la muerte, y al instante siguiente estabas repleta de salud… aunque un poco cansada y dormida muy profundamente.

.-. Por eso me pase la noche aquí, junto a Ron y Helara, esperando que te despertaras.

.-. Y tenias que hacerlo en el momento en que estaba fuera – rió divertido Ron, recordando como había bajado un momento a rellenar unos papeles, y cómo le habían avisado rápidamente de que su mujer había despertado. Por eso había llegado sudoroso y jadeante – Ya no te vuelvo a dejar ni un instante sola – añadió dándole un gran abrazo. Harry, viéndoles, supo que estaban hechos el uno para el otro, como siempre había imaginado cuando estaban los tres en el colegio.

.-.

Tras unos minutos de risas, permanentemente presentes desde que los tres estuvieran de nuevo reunidos, y esta vez ya nada les separaría, Hermione sorprendió a los dos: acababa de comprender lo ocurrido realmente.

.-. Fue ella ¿verdad? – en su cara se reflejaba una sonrisa de entendimiento, la misma que solía poner cuando resolvía algo realmente difícil en Hogwarts.

.-. Has acertado como siempre, Hermione – confirmo Harry cogiendo de nuevo a Helara, a la pequeña hija de sus dos amigos – Si, fue ella, lo comprendí en cuanto la vi tenderme los brazos y saludarme en la puerta…

.-. No consigo comprender ¿Quién? – interrumpió Ron, mirando a uno y a otro sin saber de quien hablaban

.-. ¿Quién puede ser Ron?. ¿Quién te ha escuchado contar nuestra historia desde que nació?. ¿Quién ha crecido conociendo como eran sus padres, que hacían, como pensaban, en sus años de escuela?. ¿Quien se dormía, en tus brazos, con las aventuras de tres alocados niños?. ¿Quién, aparte de nosotros tres, conoce cuanto sucedió en nuestros años en Hogwarts? – le dijo Hermione cogiendole la mano y mirándole a los ojos profundamente.

.-. ¿Ella?. ¿Helara? No puede ser.

.-. Si, ella. Para ella yo no estaba muerto ni desaparecido. Estaba muy vivo gracias a las aventuras que le contabas para entretenerla – confirmó Harry, alzando a la niña y poniéndola en sus rodillas. Helara, como respuesta, palmoteó divertida al ver como los tres adultos centraban sus ojos en ella.

.-. Los niños creen que todo es posible, esa es la magia de la inocencia, Ron. Una de las magias más poderosas que existen. Desde pequeña tú le hablabas de Harry como una persona que existía realmente, no como una persona que ya no estaba. Y siguió creyendo eso aunque tú dejaste de creerlo.

.-. Y deseó con todas sus energías que el amigo de su padre regresara para ayudarle – Siguió con la explicación Harry, depositando a la niña en brazos de su padre, de su mejor amigo – Yo, para ella, no estaba muerto, era alguien vivo, alguien que existía. Jamás dejó de pensar en mí como alguien que dejó de existir. Estaba vivo, era real… Como tú le enseñaste. Y fuiste tú, Ron, quien le deposito esa esperanza en su corazón… y nunca se marchitó en él.

Ron estrechó junto a su pecho a su pequeña, y sonrió.

.-.

Y tal y como había predecido Dumbledore hacia años, cuando apareció de repente en las bodas de Fred y George Weasley: si se cree en algo con las suficientes fuerzas… algún día las esperanzas se hacen realidad

Y eso era lo que había sucedido.

De nuevo estaban los tres juntos.

Gracias a una esperanza en el corazón.

…pero no en el que todos pensaban.

Pues, si se tiene verdaderas esperanzas, aunque estas desaparezcan en ti, no han dejado de existir, se habrán traspasado a otra persona sin saberlo, y esa creerá por ti. La esperanza no muere, sigue viviendo, aunque sea en otro corazón y desconozcas que estaba ahí hasta que lo descubres.

La esperanza nunca muere, siempre esta viva.

.-.

La alegría volvió a inundar la habitación.

De nuevo estaban juntos.

Juntos y nunca más se separarían.

Ninguno de los cuatro sabia que le depararía el futuro, ninguno de los cuatro conocía ya que pasaría a partir de ahora, pero lo que si sabían era que, juntos, afrontarían las cosas que vinieran.

Juntos de nuevo.

Los tres inseparables.

Y con una persona más…

La que había conservado esa esperanza en su corazón, sin dejar que se marchitará.

.-.

Fin

.-.


.-.

Espero que les haya gustado

Y nos vemos pronto en el epilogo de esta historia :D

Besos mil

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Contestaciones a los reviews (de nuevo, muchísimas, muchísimas gracias)

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. . cervatilla . . Saludos! No pasa nada, con tal de que te gustase (y por lo que se ve fue mucho) estoy satisfecha :D Sobre lo que dices del capitulo 9, bufff, me siento todavía sorprendida al ver que logro sacar esas sensaciones de las personas 0.0 Y si, has acertado, Hermione ha estado luchando por su vida… y al final ha vencido. Como se dice, cuando ya has llegado al fondo, sólo queda ir hacia arriba, y eso es lo que va a pasar con ellos a partir de ahora: los sufrimientos han acabado (espero ¿o no?... ya veremos) Y bueno, no me digas que no me sonroje cuando ponéis tantas y tantas cosas buenas en los mensajes. De nuevo, muchas gracias por tu/s comentario/s. Yo soy la que tendría que estar dándote las gracias por leer, y no tu por cómo escribo (ya que sólo plasmo en el papel lo que mi loca mente se le ocurre :P) En fin, un gran abrazo y espero que te haya gustado este ultimo (pero no ultimo, ultimo del todo) capitulo. Besos.

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. . sarah-keyko . . Hello! Muchas gracias por el comentario. Me alegra ver que logre transmitir lo que imagine para esa escena (la del vuelo). No era fácil, y al principio pensé que no lo había logrado describir todo lo que había imaginado, pero luego… era exactamente como pensé, y estoy muy satisfecha de que te haya gustado. Muchas gracias, y espero que este capitulo te haya encantado también. Mil besos.

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. . japi . . Muchas gracias! Muchas gracias! Muchas gracias! Muchas gracias! Ya veo claramente que te encanto el capitulo anterior :D Como le digo a sarah (la contestación anterior) al principio me resulto un poco difícil describir tal y como había imaginado todo… pero lo conseguí. Y como tu, creo que es uno de mis capis preferidos (sobre todo cuando logra "volar"… no sabes la emoción al imaginar esa escena ;D) En fin, que miles de besos y espero que este capitulo también te haya gustado. Nos vemos.

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. . Dark Lady Evans . . Saludos mi querida dama Evans :D Y si, muchas veces espero tu comentario con ansias (además, me gusta lo extensos que son, y las cosas que comentas) En fin, tu duda (y la de todos, creo) ya esta aclarada, no se tarda mucho en saber de quien se trata… y todo lo demás. Iba a tardar mucho menos, pero en este capitulo una, llamémosle, "escena" se atascaba, y no podía poner el capitulo sin ella (una pista, la del bosque… si te has leído el capitulo ya, sabrás a cual me refiero) En fin, de nuevo me vuelvo a poner colorada, pero que se le va a hacer, con esta estupenda muchacha por aquí :P Pd: Y de regalo, a final de semana creo que habrá un capitulo de otra historia que tengo por aquí… (suenan campanas) Un besote muy grandeeeee! Y Nos vemos.

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. . ophelia dakker . . Saludos! Sii, Hermione esta viva… y además… ya habrás visto que las alegrías nunca vienen solas :D Y sobre lo que pides (la explicación de cómo ocurrió todo-todo-todo) ya esta en este capitulo (que espero que te haya gustado) Nos vemos, y miles de besos.

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. . tintitamarle . . Hola! Tu si que me has emocionado hasta el infinito al hablar así de mi historia. Como digo muchas veces a quien me pregunta cómo logro hacer esto, yo sólo puedo responder humildemente que escribo lo que tengo en la mente. Necesito escribirlo, y yo soy la primera sorprendida al repasar los capítulos terminados y darme cuenta de que YO he escrito todo eso, a veces ni logro creérmelo, pero es verdad, yo, mis manos, mis dedos, han sido los que han impreso en la pantalla (o en el papel, según que casos) las cosas que ocurren, los sentimientos que transmiten… Todavía no se como lo hago, será porque pongo mi corazón en cada letra, en cada frase, en cada página… Necesito transmitir lo que siento (o lo que sentí, o lo que imagino que se siente) y no se me ocurre ninguna otra manera que escribirlo… Se que suena raro, pero es lo que ocurre. A veces, incluso, aunque yo haya pensado una escena, la haya descrito, desarrollado… al escribirla finalmente, me sorprendo al ver el resultado final (y tu misma pones como ejemplo una de esas, la vez en la que están Hermione y Ginny juntas… la soledad de esta ultima al final no la había imaginado, pero cuando estaba escribiendo lo anterior, esa sensación apareció en mi mente y tuve que escribirla…) Hoy no puedo (es demasiado tarde aquí) pero mañana te enviare un mensaje, y así podrás comentarme lo que quieras. Pero ahora, yo soy la que estoy enormemente agradecida al recibir este sentimental (y valga la redundancia) comentario. Y como siempre lográis hacerlo, me he vuelto a poner colorada. Muchas gracias, de nuevo. Y espero que este ultimo capitulo te guste, te emocione, y te encante tanto como los anteriores. Un abrazo y un gran besote.

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. . ronnie . . Saludos! Lo primero, muchas gracias de nuevo por el mensaje, y ahora de nuevo, por este review :D Como veras, este es ya el ultimo capitulo de « Una esperanza en el corazón » (ahora falta el epilogo y se acabo... de momento) Sobre lo de la secuela, si vas a mi perfil (pinchando en el nombre, podrás comprobar que existe una historia nueva "Harry Potter y el fin de una era"… y si, efectivamente, es la continuación, el 7 año. Ya esta puesto el primer capitulo, a ver si te gusta) Y, bufff, yo no se que comen o beben mis musas pero son hiper-hiper-activas, así que todavía estaré dando un rato la lata por aquí con mis fics ;) De nuevo, agradezco tu mensaje, y espero que este capitulo te haya gustado. Besos miles.

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