Capitulo 19. El regreso de dos serpientes
Todo fue una maldita emboscada!- gritaba furiosa Pansy
¿Eres idiota Parkinson?- preguntó algo alarmada Hermione – Que emboscada ni que ocho cuartos¿No vistes a todo San Mungo muerto¿No vistes que sólo se salvaron 30 personas a lo mucho¿Eres ciega que cuernos te pasa? – le preguntó Hermione perdiendo completamente la compostura
Basta las dos! – Gritó Ron –no fue ninguna emboscada Pansy, eso lo sabes muy bien, las 30 personas que tenemos en las habitaciones de huéspedes no son de mentiras, tenemos que conservar la calma, ya Seamus está terminando el informe de lo que ocurrió hoy, Dumbledore viene en camino, toda la Orden esta citada aquí en el cuartel dentro de una hora
Voy a subir a ayudar a Molly y los demás- dijo Hermione
ve, es lo mejor que puedes hacer- le dijo con fastidio Pansy
Ron torció los ojos, eran imposibles las dos
El ataque en San Mungo había cesado, los mortifagos lograron su cometido, se habían apoderado de la sangre de unicornio. Los seguidores de Voldemort al darse cuenta que un grupo de aurores se había presentado en San Mungo se retiraron, llevando con ellos el botín, se encontraban en la cocina esperando a que llegaran los integrantes restantes de la Orden que estaban por llegar, todos absolutamente todos habían sido citados por Dumbledore. Harry junto con Molly, Arthur y unos medimagos que no tenían guardia en San Mungo se encontraban en las habitaciones de huéspedes ayudando y calmando a los pocos que habían quedado con vida; San Mungo había sido completamente destruido.
En el cuarto de Ginny se encontraban ésta y Halle
¿Ginny qué paso? – le preguntaba Halle recostada en la cama, ya que todavía estaba algo adolorida por el cruciatus recibido
La pelirroja se encontraba ausente de frente a la ventana con la mirada perdida
Ginny, por favor¿Qué paso?- insistía Halle
recibiste un cruciatus, eso es todo – dijo sin ninguna emoción la pelirroja
no me refiero a eso y lo sabes bien, no soy tan idiota
lo sé, pero créeme que nada paso
Halle se levanto de la cama y se sentó en ella todavía con un poco de dolor
Ginerva Weasly, no te creo, dime que paso- le demandó
vi a Draco- le soltó Ginny volteándose y mirándola a los ojos – estaba en San Mungo, fue quien te lanzo el cruciatus, me iba a matar…
hey hey¿Qué estas diciendo?
lo que escuchaste- respiro profundo la pelirroja – al darse cuenta que era yo se quedó estático, no sé, todo es muy confuso. Estaba ahí con esa horrible capa, le le quite la mascara y y era él, era él – tartamudeaba sin querer y la angustia la consumía – cuando iba a lanzar el avada, se se detuvo y no sé cómo ni por qué me acerque y le quite la máscara y y era él, era él, maldita sea era él!
Ginn… -Halle no sabia que decir por primera vez en su vida – Ginn…
Halle no sé! Sabes, siempre me había imaginado que algún día me tropezaría con él, que sabía que iba a decirle, como iba a actuar, había planeado ese momento en mi mente una y un millón de veces. Pero no, nada fue como lo tenía planeado – Ginny se había sentado en la cama y apretaba con mucha fuerza las sabanas – Lo odio! Lo odio! No sabes lo que fue verlo ahí, paradote con su asqueroso uniforme de mortifago- La menor de los Weasly escupía las palabras –tan imponente, tan Malfoy, tan asquerosamente Malfoy
Halle no la interrumpía su amiga se estaba desahogando
Era como una estatua, sus ojos, sus ojos estaban tan vacíos, pero tan expresivos a la vez. Lo odio! Lo odio, me siento tan tonta, tan estúpida
no, no como dices eso – intervino Halle – no eres tonta por haber amado a alguien, no eres estúpida por sentir, eso es normal ¿todavía lo amas? – preguntó casi en un susurro
Lo odio Halle que te quede bien claro
Lo odias porque todavía lo amas- pronunció Halle como si fuera una noción
Halle no tengo fuerzas, todo ha sido tan rápido, tan confuso, tan inesperado, estoy cansada de llorar, estoy cansada de lamentar mi suerte, no puedo más – terminó por decir Ginny llevándose las manos a la cabeza
Ginny, calma- dijo suavemente la rubia – bien sabías que tarde o temprano te lo ibas a encontrar, es un mortifago y tu miembro de la Orden, era sólo cuestión de tiempo, y tenías que estar preparada para ello, se fuerte, sigue siendo fuerte, esta no será la primera ni la última vez que te lo encuentres…
Halle la reunión es dentro de unos minutos, si quieres te ayudo a bajar- Corto Ginny a Halle ofreciéndole su mano. Halle la tomó y se paró, las dos salieron de la habitación.
Lo que no sabía ninguna de las dos era que más temprano que tarde Draco Malfoy volvería a aparecer…
Todos los miembros de la orden se encontraban en la oficina general, los mismos del quinto año de Harry (cuando el cuartel quedaba en Grimmauld Place), más los nuevos que se habían integrado como Luna, Neville, Seamus, los gemelos, entre otros
Bueno creo que podemos comenzar. Sugirió Ron cuando vio que Snape se retorcía en su asiento y MgGonoggal no dejaba de tener ese molesto rictus en los labios
todavía no Ron, falta gente- dijo despreocupadamente Tonks
Ron volvió a pasar su vista por el salón, para él estaba todo el mundo
Un estruendo se escuchó de una de las chimeneas habilitadas por la red flu
disculpen, creo que llegue un poco tarde – dijo a manera de saludo Liam Van Tessel con su típica sonrisa encantadora
no para nada, sigue haciendo gala de su impuntual-puntualidad –dijo de manera socarrona Snape viendo con desden al que fue su alumno
como siempre tan dulce profesor –dijo Liam de manera sarcástica
Snape! Van Tessel, Snape! Ya no estamos en Hogwarts, ni soy su profesor
como quieras… Snape- dijo dulcemente el castaño arrastrando las palabras
aah mi buen Liam que bueno que llegaste – dijo a manera de saludo Dumbledore ¿Qué tal el viaje?
todo lo bueno que puede ser por red flu ¿Albus?
no hay ningún problema Liam, llámame Albus –contestó sonriente el anciano
Mientras esta conversación transcurría cierta rubia de ojos color miel, le brillaban los ojos y aguantaba estoicamente las ganas de salir corriendo y abalanzarse al recién llegado, su corazón le latía a mil latidos por segundo, la mirada la tenía fija en el castaño. Ginny y Halle se miraban entre si y veían que la rubia estaba algo incomoda en su asiento. Ron miraba a Hermione y a ésta la sonrisa de volver a ver a su amigo no se le quitaba del rostro
Dumbledore ¿desde cuando Liam es miembro de la Orden?
Ah querido Harry, como es bien de tu información y el de todos aquí presente la Orden tiene miembros en las afueras de Inglaterra, se reserva su identidad para conservar seguridad, así como Liam unos cuantos están afuera, sólo que creo que él es el único que nos acompañara esta noche
Harry asintió, debido a la situación de emergencia comprendió que quizás Liam tenía información importante que compartir con todos. Hermione se paró de su asiento
Liam! Que bueno verte, que bien que estés aquí
Los dos se abrazaron y Liam viéndolos a todos pero evitando intencionalmente una mirada se dirigió a todos
si, para mi también es un placer volver a verlos
¿tu no eres cantante?- preguntó de repente Halle
también, pero igualmente desde que me gradué soy miembro de la Orden
Halle sonrió, Ron interrumpió de pronto el momento
Bien, bienvenido Van Tessel, creo que ahora si podemos comenzar
todavía no señor Weasly- dijo Dumbledore – la persona más importante todavía no ha llegado, creo que está por llegar
De pronto Ginny sintió cierta inquietud, el regreso de Liam aunque le había agradado no le daba buena espina, pensó en Draco, pero rápidamente desechó ese pensamiento
Toc toc!
Remus ¿podrías ir a abrir la puerta? Creo que por quien esperamos ya llegó –dijo el anciano
Remus asintió y subió los escalones que separaban a la puerta del recinto
adelante, bienvenido – se escuchó decir al licántropo
Remus fue el primero en aparecer, entre las escaleras se veían unas botas negras y el movimiento de una capa negra, igual a la de Snape, la figura llegó al final de las escaleras
Buenas noches –saludo Draco Mafoy con su tono impasible de siempre
La quijada se les cayó a todos para el piso, menos a unos cuantos que sabían de la presencia del rubio esta noche
¿TU QUE HACES AQUÍ?- fue el gran grito que se escuchó de la boca de Halle
Draco con su típica sonrisa la miró
a mi también me alegra verte, veo que estas bien
Lo que hay que ver! – escupió Halle alterada – Casi nos matas en San Mungo – dijo la rubia señalando con el dedo a Ginny y a ella- y tienes la desfachatez de venir para ac�¿Qué haces aquí?- volvió a demandar la rubia
Creo señorita McManaman que soy el mejor para responder esa pregunta- se adelantó Dumbledore
Draco seguía de pie, impasible, distante de todo el mundo, como siempre había sido, miraba a cada uno de los que se encontraba en esas sillas. Potter tenía la misma cara de idiota que siempre había ostentado, y ni que decir del Weasly quien lo miraba con sorpresa y hasta asco, Pansy era un enigma, con la mirada sería pero con una sonrisa suspicaz, Granger impasible quizás hasta el mismo punto que él lo estaba, Luna al parecer le daba lo mismo, Halle casi lo mataba con la mirada y Ginny, Ginny estaba pálida, en su mirada se podían leer muchos sentimientos, mas Draco no estaba seguro de cuales fueran, se quedó por un momento mirándola, pero cuando escuchó la voz de Dumbledore se volteó hacia donde él estaba
Me imagino – comenzó el anciano- que para todos ha sido una enorme sorpresa ver al señor Malfoy aquí presente, mucho más cuando es un reconocido mortifago- hizo un silencio y viendo que todos les prestaban atención prosiguió- el día que el señor Malfoy salió intempestivamente de Hogwarts, hace un poco más de tres años, antes de irse, fue a mi despacho, me expuso su deseo de no seguirle los pasos a su padre, pero ya era muy tarde, su padre había ido a buscarlo sin previo aviso – hizo otra pausa- en ese espacio de tiempo, donde el señor Malfoy se reunió conmigo me contó que había sido parte del ED y que de verdad no quería ser un mortifago. Viendo que no existía ninguna salida el señor Malfoy se ofreció a ser un espía, un espía entre las filas de Voldemort…
Dumbledore hizo nuevamente una pausa esperando a que todos asimilaran la noticia, de repente Halle interrumpió
Ok¿y por eso tenias que intentar matarnos? O sea ¿qué no importa a quien se tenga que llevar por delante con tal de hacer el doble juego?
Antes de que Dumbledore hablara fue Draco quien respondió
tu no entiendes McManaman la cuestión es sobrevivir, pero si hubiera sabido que eras tu o Gi, Weasly – se corrigió- no las hubiera atacado, de hecho cuando vi que era Weasly no hice nada –intentó disculparse el rubio
Señorita McManaman, señor Malfoy por favor- los dos se dejaron de mirar con algo que parecía odio – Todos aquí presentes saben el trabajo y el peligro que conlleva ser un espía, el señor Malfoy ha expuesto su vida y lo seguirá haciendo para nuestro beneficio. En una guerra hay bajas, a veces se tienen que sacrificar valerosos hombres para poder lograr la victoria
un momento!- le gritó e interrumpió Halle a Dumbledore – ¿usted me está diciendo a mí y a todos nosotros que esta bien que Malfoy nos hubiera matado de haber sido necesario?- pregunto incrédula
exactamente, eso mismo Halle, Gracias a Draco y a otros espías que todavía conservan su identidad a salvo, es que hemos podido muchas veces desmantelar, acabar y disminuir los daños de Voldemort. No estoy diciendo que el trabajo que nosotros hacemos no funcione, sólo que sin la ayuda de la gente, que es muy poca, que hace el trabajo de Draco sería mucho más grave la situación- concluyo el director
Halle no se quedó satisfecha con esa explicación, pero aun así no dijo nada. La reunión transcurrió sin ninguna novedad, se habló y discutió de lo que se hizo y lo que se estaría por hacer. Al terminar todos salieron del cuartel.
Ginny se dirigió a los jardines, sus emociones estaban a flor de piel, había sido demasiado por esa noche, estaba cansada, tanto física como mentalmente, eran apenas las 2 de la madrugada y sin embargo ella creía que de las 7 de la noche a esta hora habían pasado siglos. De repente se encontró con los sentimientos encontrados, no sabia que pensar, que decir, su turbación era demasiado grande. Se abrazaba ella misma protegiéndose del frío londinense, pero la verdad era que trataba de confrontarse a si misma.
No sabes cuanto tiempo espere para volverte a ver – dijo Draco detrás de ella
hubieras esperado toda la vida –dijo ella secamente enfrentándose a esos ojos grises que le hacían perder el control
Draco estaba hermoso, como siempre había sido, los años y la dura vida que llevaba le hacían aparentar más años de los que verdad tenía, todavía llevaba puesta su capa negra, su cabello más largo que lo habitual, estaba recogido en una pequeña coleta, una pequeña cicatriz, pero visible que llevaba cerca del mentón se notaba, en sus ojos se podía notar un dolor inmenso que estaba sintiendo. Haciendo caso omiso a lo que había dicho la pelirroja la siguió observando y continúo hablando
estas igual a como te recordaba, claro ahora eres toda mujer y te ves más bella todavía
Malfoy basta¿Qué quieres?
a ti¿es que no es lo suficientemente obvio?
jajaja – se rió amargamente Ginny –disculpa¿crees que puedes venir, presentarte como un espía y esperar a que todo el mundo te reciba con los brazos abiertos?
yo no espero que todo el mundo me reciba con los brazos abiertos, yo solamente espero a que tu no me mires con el mismo desprecio que los demás, yo no te he hecho nada
¿ah no¿te refresco la memoria?- dijo amargamente- para empezar casi me matas hoy y para resumir la cuestión te fuiste sin decir nada y te convertiste en mortifago, oh no perdón, "espía" –agregó con algo de sarcasmo, no puedes llegar aquí como el salvador del mundo y pretender que no ha pasado nada, que seguimos en Hogwarts
yo te deje una carta ¿nunca te llegó?
claro que me llegó, pero han pasado muchas cosas Malfoy- dijo la pelirroja con cierta tristeza
¿me dejaste de amar?- preguntó el rubio impasible
Ginny lo miró por unos cuantos segundos antes de responder
ya es muy tarde, estoy cansada, buenas noches Malfoy
Ginny avanzó pasándole por un lado a Draco, al llegar al marco de la puerta se detuvo un segundo sólo para escuchar el sonido de un fósforo y un "buenas noches Weasly". Ginny se dirigió al cuarto de Marcel, entró calladamente y observó a su hijo durmiendo placidamente, mientras lo observaba las lagrimas escapaban por sus ojos. Era un tortuoso sueño lo que estaba viviendo, lo había visto y había hablado con él, y aunque lo seguía amando el rencor que sentía por sentirse abandonada por él era mucho más grande, a eso le sumaba el hecho de que él nunca intento contactarse con ella, que ella lo creía un mortifago, que él nunca estuvo ahí para su hijo, eran muchas cosas que rápidamente pasaban por su cabeza. Se acercó a Marcel y le dio un beso en la cabeza, salió de su cuarto y entró al suyo, se dispuso a dormir, por suerte ya Draco se tendría que haber ido de la casa.
Liam estaba acomodándose lo mejor que podía en el cuarto que le había sido asignado para que pasara los días que necesitaría pasar en Inglaterra, Draco también estaba dentro del cuarto y él y Liam hablaban y se ponían al día de muchas cosas
Guao Draco la verdad es que nunca me imagine la reacción de todos cuando se descubriera que eres espía, se exaltó la que creí que no diría nada
bueno no es para menos, le lancé un criciatus- dijo el rubio resignado – siempre odie el día en que llegaría esta día, al principio pensaba que no ocurriría pero al ver como se fueron desarrollando las cosas era inevitable, sabes, siempre me imagine el drama en la cara de todos, son demasiado Gryffindors como para contener sus emociones
¿Qué piensas hacer?
nada, ya lo hecho esta hecho, mañana tengo que volver con el Señor, sino sospecharía, ha sido un infierno para mi, tener que estar ahí estos tres años-dijo con rabia- maldito mi padre que no pudo mantenerme al margen de sus estupideces. Nunca me imagine que estaría hasta el cuello con este asunto y más con esta vena angelical que me salió no sé de donde- el rubio se desahogaba, tenía 3 años que no lo hacia con nadie –siempre hubiera sido más fácil que me atrajera el lado oscuro, como todo el mundo pensaba, y de hecho me atrae, no lo voy a negar, pero no para hacer las cosas que el Lord hace… tal vez, tal vez si no me hubiera enamorado las cosas serían distintas, pero también, también yo de idiota- se giró hacia su amigo- Liam no sabes las cosas que ahí hacen, no sabes lo que me ha tocado hacer, no sabes, cada vez siento que me voy quedando sin alma, un día, poco a poco todos los días y de repente me encuentro con lo que deje atrás y me regresan las ganas de vivir
Draco no sé que decirte, sólo sé que los malos nunca ganan
Draco se hecho a reír, por primera vez, genuinamente desde hace tanto tiempo, se sentía vivo, ahí en esa casa donde estaba todo lo que añoraba y amaba y donde algo estaría a punto de cambiar su vida para siempre
vaya! veo que es como los viejos tiempos- dijo Pansy pasando por la puerta
Guao Parkinson, igual que siempre, interrumpiendo momentos- le respondió Draco
no podría decir lo mismo de ti ¿espía? La verdad es que Dios existe ¿nos podrías dejar a solas por un momento? Necesito hablar con Liam, te prepare un cuarto, por si piensas pasar la noche aquí, creo que deberías
gracias- dijo el rubio, se paró de la silla, le hecho una mirada a Liam y se dirigió a la puerta
por cierto- lo detuvo Pansy antes de que saliera – ha sido una noticia agradable, la verdad siempre sospeche que en tu huida había algo que no cuadraba
Draco le asintió con la cabeza y esbozo una media sonrisa, salió por la puerta y la cerró, sabía que esos dos tenían muchas cosas por decirse.
Liam se arrecostó de un escritorio que estaba en el cuarto, apoyo sus manos en la punta de éste. Su sensualidad estaba presente. La camisa azul oscuro a medio desabrochar dejaba ver un poco de su pecho, su cabello perfectamente cortado distaba mucho del desordenado que llevaba en Hogwarts, pero su sensual mirada, su perfecta sonrisa, sus rasgos delicados seguían siendo iguales, estaba descalzo, justo cuando entre Pansy él se estaba cambiando para acostarse.
Pansy se mantenía a una prudencial distancia, no se había movido de la puerta que en estos momentos se encontraba cerrada
Veo que no has perdido un ápice de tu agresividad – le dijo Liam ante todo saludo
La rubia sonrió coquetamente, Liam prosiguió
Muchas gracias por permitirme pasar los días que sean necesarios aquí, en tu casa
No tienes porque, este es el cuartel de La Orden también, si estas en ella eres bienvenido aquí – hizo una pausa y observó a Liam a los ojos – aunque en La Orden o sin ella siempre serás bienvenido aquí
Liam sonrió y se pasó una mano por el cabello, los dos se quedaron en silencio sin saber que decir
ha pasado tanto tiempo ¿no? – dijo la rubia – para mi es casi un sueño que estés aquí, en frente de mi. La última vez que nos vimos dijiste que me amabas, pero que no era el momento- hizo una pausa- estoy aquí para saber si es el momento, si todavía sientes ese amor por mi, quiero saber si ya paso el tiempo suficiente, si me puedes amar, sino me olvidaste, si todavía puedo aspirar a sentir ese amor que hace tiempo dijiste tenerme
El castaño se sorprendió, pero al instante se sonrió para si mismo, Pansy no había cambiado, siempre al grano, directa. Y ahí estaba enfrente de él, con su larga cabellera rubia con el mismo aspecto desordenado de hace tres años, sus hermosos ojos de color miel, su nívea piel que tantas noches había recordado en brazos de otras.
no lo sé – fue la escueta respuesta
Gracias por la canción, es lo más lindo que han hecho por mi, quiero saber - Pansy caminaba hacia el escritorio donde estaba apoyado Liam – si ya me perdonaste por mis tonterías de adolescente- Pansy estaba muy cerca del castaño – quiero saber, aquí y ahora, si tengo una oportunidad contigo, porque si no la tengo, entonces no tengo nada que hacer aquí
La rubia caminó hasta llegar a estar a un palmo de la cara de Liam, donde los dos podían distinguir perfectamente la respiración el uno del otro, donde las miradas eran un duelo de resistencia
¿la tengo o no la tengo? – preguntó seductoramente la rubia
Liam no contestó, se sentía un poco aturdido, sabía que volver a ver Pansy significaba aclarar un pasaje de su vida que creía olvidado y sepultado, pero ahí estaba ella, como siempre, enfrentando las cosas de una vez, tratando de conseguir lo que quería, y él, él con la respiración agitada, turbado y confundido
tranquilo Liam – sonrió Pansy con resignación- siempre sospeche que tu orgullo se sobreponía a tu amor
Se dio media vuelta y caminó hacia la puerta, justo cuando estaba extendiendo su mano para tomar el pomo de la puerta y abrirla, Liam la agarró por un brazo
espera!
Pansy se volteo y los dos quedaron muy cerca, Liam la jalo con el brazo hacia si, sintiendo como el cuerpo de Pansy tocaba el suyo, bruscamente busco su boca y le plantó un beso. Un beso agresivo que no pidió permiso, Pansy echó sus brazos al cuello de Liam y trataba de pegarse, si eso era posible, más a su cuerpo. Sus lenguas batallaban en un pasional juego, redescubriendo sus bocas una vez más, sintiendo sus sabores. Liam respiraba el olor de Pansy, ese que lo ahogaba en sus sueños. Se separaron bruscamente, de la misma forma en que empezaron el beso. Se quedaron viendo por unos segundos y los dos sonrieron.
Se volvieron a besar pero esta vez el beso fue lento, muy lento, cariñoso, dulce, Liam recorría con sus manos el cuerpo de la rubia por encima de su ropa, ella hacia exactamente lo mismo con él, lentamente comenzaron a desprenderse de cada una de sus prendas, necesitaban sentirse, el calor y las chispas que bullía en el ambiente era mágico, sin dejarse de tocar y besarse llegaron a la cama, donde se amaron una y otra vez, no hubo un solo centímetro de sus pieles que no besaran, que no acariciaran, hicieron el amor hasta desfallecer, volvieron a ser uno del otro y uno solo.
El sol comenzaba a aparecer tímidamente y se colaba por la ventana, estaban extasiados, sudorosos, cansados, pero estaban en los brazos uno del otro. Liam le acariciaba con sus dedos su piel desnuda, mientras ella tenia su otra mano entrelazada con la de él y reposada en su estomago. Inesperadamente el castaño se monto encima de ella, apoyándose en sus brazos y la miró a los ojos, apartándole unos sexys mechones de cabello que cubrían su cara
Te amo Pansy Parkinson
A la rubia se le iluminó el rostro y sonrió de la manera más pura y radiante como nunca antes lo había hecho, como jamás en su vida había sonreído
Yo también te amo Liam
Se besaron una vez más
Quédate conmigo Liam – le pidió la rubia en un susurro
siempre
Y una vez más, la cuarta en la noche, y ahora que era de mañana, hicieron el amor.
El sol ya estaba en todo su esplendor, gracias a los acontecimientos de la noche muchos miembros de la casa se encontraban todavía dormidos, menos el pequeñín de la familia, éste ya estaba muy despierto y se encontraba comiendo alegremente en la cocina de la casa junto a su abuela y Hermione que estaban haciendo la comida para el batallón de gente que tenían en la casa. Marcel estaba sentado en su sillita.
tedmine! –dijo alegremente
No Marcel, no quieras ser pillo, todavía falta un poco de papilla- dijo Hermione sentándose al lado de él y tomando la cucharilla para terminar de dársela a Marcel
vaya Granger quien lo diría, eres mamá- se escucho decir desde la puerta a Draco Malfoy
Hermione se quedó helada, sin saber que decir y con la cucharilla levantada
Tia mione no es mi mamá – respondió Marcel con cierta altanería
ah no – dijo Draco acercándose hacia él y observándolo detalladamente, le parecía muy gracioso - ¿y quien es?
Antes de que Marcel pudiera contestar, Hermione intervino
Molly ¿Cuánto falta para que este listo el desayuno?
falta poco Herm, señor Malfoy si quiere puede esperar un poco a que este listo – le dijo Molly con mucha educación y cierta reticencia ya que a pesar de todo era un mortifago
Draco se sentó en frente de Marcel y se lo quedo observando
¿Cómo te llamas?
Madcel
¿Marcel? – le pregunto Draco para reiterar la respuesta, Hermione miraba con cierto cuidado
sip, Madcel
mucho gusto Marcel, mi nombre es Draco
Daco! – repitió el niño con una sonrisa, el rubio se la devolvió
¿Cuántos años tienes Marcel?
dos, voy pada tres!
Draco volvió a sonreír
Bueno creo que Marcel ya termino de comer – dijo Hermione alzándolo en su regazo
vaya Granger si pensé que decías que era un pillo precisamente porque no había terminado
Hermione le dedico una sonrisa nerviosa, Justo en ese momento Molly interrumpió y le dijo que dejara al niño en su sillita y que le ayudara a poner los platos que ya estaba listo el desayuno. La castaña hizo caso de su suegra y con cierto nerviosismo volvió a dejar al niño en su silla. Draco continuaba sentado frente a Marcel y observaba como éste jugaba con su plato, estaba fascinado por la criatura que tenía en frente de él, lo miraba con detenimiento y detallaba sus cabellos rubios y lo encontraba casi parecido a los suyos propios, igualmente sus facciones angulosas y perfectas, le miro con sumo detenimiento sus ojos, esos ojos tan puramente azules que le recordaban a alguien, pero era esa mirada, la que era casi un reflejo de la suya lo que hacia que no dejara de mirar a ese niño y producía en su cuerpo cierta sensación desconocida hasta los momentos. Dedujo que el niño era un Weasly ya que ese color de ojos eran iguales a los de Ginny, y hasta los del mismo Ron, pero por qué ese sentimiento de compatibilidad tan fuerte que sentía por él desde el primer momento que lo vio hace tan sólo unos minutos, lo seguía observando inescrutablemente, Marcel le sonrió, de la misma forma en que Draco sabía sonreír, esa sonrisa que había olvidado y poseía. Lo reconoció. De pronto entendió todo.
Una a una las piezas fueron encajando en ese rompe cabezas que hace minutos no existía, tuvo la certeza de que ese niño era su hijo, no sabía por qué, sólo lo supo. Creyó que un rayo lo partía en dos, se sentía aturdido, mareado, confundido, sintió como si le acabaran de dar un golpe o un cruciatus. La señora Weasly se acerco hacia donde él, estaba más pálido de lo habitual, y eso ya era mucho decir
Señor Malfoy ¿se siente bien?- le preguntó mientras le tocaba un hombro
Hermione lo entendió todo, sabía que Draco lo había deducido, todavía estaba sorprendida de que Molly no se hubiera dado cuenta, quizás era el ajetreo del desayuno, eran exactamente una copia de la otra, sólo que el color de los ojos eran diferentes y el cabello menos rubio. Draco se empezó a reír, una risa amarga que salía del fondo de su corazón.
Harry acababa de entrar a la cocina al igual que Remus, se extrañaron ante semejante imagen; Draco riéndose con dolor, Hermione sería y Molly preocupada ante semejante actitud. El licántropo lo comprendió al instante, el parecido era demasiado como para pasar desapercibido, miró al pequeño y a Draco y negó con la cabeza. Harry era más lento y estaba desconcertado igual que Molly
MOMI!- gritó Marcel al ver a Ginny entrar por la puerta de la cocina
La pelirroja se quedó estática ante semejante escena, Draco se volteó y la miró con odio, con ese odio que él sólo era capaz de expresar a través de su mirada, como hacia hace tantos años cada vez que veía a Harry
¿Qué pasa, por qué no se sientan el desayuno está casi listo?- preguntó Molly y se dirigió a la estufa – Hermione ayúdame por favor
La castaña como una autómata se dispuso a ayudar a Molly. Harry se sentó en la mesa, observó a Draco y a Ginny, y se extraño mucho más de lo que ya estaba, Remus hizo lo mismo que Harry, un extraño silencio que sólo era interrumpido por las cacerolas y los platos de Molly era lo que se escuchaba, mientras Draco y Ginny seguían observándose, mientras el rubio la perforaba con la mirada y la pelirroja se acercaba a su hijo
momi ed es Dacco- dijo Marcel con una sonrisa señalando a su padre y viendo risueño a su madre
buenos días amor- se acerco Ginny y le dio un beso a la frente mientras seguía mirando a Draco
Se conocían tan bien que en ese intercambio perpetuo de miradas Draco había confirmado lo que sospechaba, Ginny para él era un libro abierto, en sus ojos se veía temor, culpa, resignación, determinación, aceptación y pena; Draco también era un libro abierto para la pelirroja, la comunicación que habían cultivado con miradas hace tantos años no se había desvanecido y ella pudo entrever el odio y la pena que consumía a Draco Malfoy. Parándose bruscamente y de manera elegante el rubio salió de la cocina pasando al lado de Ginny sin ni siquiera mirarla
Draco espera!- soltó Ginny desesperadamente y salió tras de él
Molly que seguía poniendo los platos sobre la mesa se detuvo
¿se puede saber que paso? – preguntó extrañada a los presentes
creo que eso es algo que sólo Ginny puede responder – le contestó la castaña con seriedad, ante lo cual Molly quedó más desconcertada
En el camino a los jardines, buscando un poco de aire, y cruzando la amplia sala se llevo muebles y mesas mientras Ginny iba detrás de él, en eso los vio Halle que bajaba las escaleras y se asombro un poco.
Al llegar a los jardines, Draco hecho a correr sin rumbo fijo, hasta que llegó al límite de ellos, busco en sus bolsillos los cigarrillos y procedió a encender uno, miles de sentimientos recorrían su cuerpo y mente.
La silueta vestida de negro se encontraba de espaldas, Ginny se detuvo sólo unos segundos para respirar y armarse de valor, en un gesto de nerviosismo se pasó las manos por las orejas colocando su cabello detrás de ellas, el frío era espantoso y la estaba casi congelando ya que sólo traía su ropa de dormir puesta que consistía en un pijama de pantalón y camisa largo
Draco – llamó casi en un susurro
Éste se volteó impávido y la miraba casi con la misma resolución de cuando iba a matar a alguien por órdenes de Voldemort
Weasly – hizo una pausa y la miro de arriba abajo – eres la peor broma de mal gusto que me ha jugado la vida
Draco
Muy simpático tu discurso de anoche – dijo con sarcasmo – haciéndote la santa Ginerva, ofendida, dolida y resulta que terminaste siendo peor que yo, más mentirosa, más malvada, más patética…
PAFF!
Ginny no le dejo continuar, le dio una cachetada
no te permito Dra…
no me permites ¿qué?- le dijo con sorna y sobándose la mejilla – ¿no me permites que te diga la verdad¿Qué te diga exactamente lo que pienso en estos momentos de ti¿no me permites que te diga… -cada vez subia más el tono de voz y la agarraba fuertemente por la muñeca mientras la zarandeaba
me mentiste, nos abandonaste! – gritó Ginny lo más fuerte que pudo mientras se soltaba del agarre del rubio
me fui, pero nunca te engañe, nunca te oculte mis sentimientos hacia ti, hasta escribí una estúpida carta antes de mi partida, hasta tome unos minutos para decirte lo que sentía, para que no creyeras que te había mentido, para que no creyeras que había sido un juego, además ¿cómo sabía que los abandonaba?– cada vez subía más el tono de la voz - mira que soy idiota, siempre supe que los Weasly no valían nada y me vine a enamorar de uno y te ame tanto que cuando mi padre me dijo que no me quedaba otra opción que estar al lado del Señor, hable con el vejete de Dumbledore para poder estar cerca de alguna manera de ti, porque me había convencido, estando contigo, que la decisión que había tomado era la correcta, que estar del lado del bien era lo correcto, porque tu eras el bien, porque tu eras mi luz y mentira, resulta que eres peor que Bellatrix y toda esa panda de serviles que veo todos los días, porque resulta que me ocultaste que tenias un hijo, UN HIJO, un hijo mío…
Draco – le llamó Ginny con las lágrimas corriéndole por su rostro
no, ni te atrevas a decir que no es mi hijo, porque es idéntico a mi¿crees que un Malfoy no reconoce a un Malfoy¿creías que nunca me iba enterar¿creías que …
ERAS UN MORTIFAGO! – le gritó Ginny a todo pulmón interrumpiéndolo - ¿crees que era muy agradable para mi y para Marcel saber que su padre es un asesino¿Qué mata a diestra y siniestra y hace sufrir a la gente¿Qué era un mentiroso? Por Merlín si ayer casi me matas!
nunca te engañe –respondió el rubio más calmado
Ginny tiritaba del frío, Draco se percató de ese detalle
creo que es mejor que continuemos adentro, te estas muriendo del frío
no
no seas obstinada, entremos
no
Draco torció sus ojos en señal de impaciencia
vamos a la casa de la piscina a hablar, la acabo de ver al pasar
A Ginny le pareció buena esa opción, no quería entrar a la casa y ver la cara de todos interrogantes mientras ella y Draco tuvieran cosas por resolver, la verdad si se estaba muriendo de frío, pero no quería entrar a la casa. Hicieron el recorrido en silencio, la pelirroja se abrazaba a si misma y de vez en cuando se pasaba la mano por su cabellera larga. Al llegar a la casa de la piscina ella pasó primero y Draco después.
Realmente era muy acogedora la casa de la piscina, decorada en tonos beiges y marfiles, la sala constaba de dos sofás, un pequeño mini bar y una chimenea, la utilizaban mucho cuando era verano y primavera. Al entrar lo primero que hizo Malfoy fue encender la chimenea, Ginny estaba a punto de una hipotermia, se quedaron en silencio por unos minutos en los cuales el calor inundaba la sala y Ginny poco a poco iba recobrando su color, se sentó en uno de los sofás y el rubio hizo lo propio en el de enfrente. El Slytherin observaba cuidadosamente a esa frágil mujer enfrente de él. Ella se retorcía las manos al mismo tiempo que unas cuantas lágrimas caían por su rostro, mientras su cabello le cubría parcialmente el rostro. El rubio no pudo evitar que ese sentimiento de odio que sentía hace tan sólo unos instantes se transformara en milésimas de segundo en lo que él recordaba se sentía el amor, las ganas de abrazarla y reconfortarla eran superior a sus fuerzas, de acariciar esos cabellos, de decirle que no le gustaba verle así, pero no podía.
Ginny sabía que era la primera que tenía que hablar, ahora que estaban un poco más calmados, sabía, porque lo conocía, que él estaba esperando a que fuese ella quien hablase, armándose de valor preguntó lo que siempre, desde que él se había ido la estaba atormentando
¿fue verdad lo que escribiste en esa carta?
cada palabra – dijo el rubio sin titubear
¿alguna vez me amaste? – preguntó Ginny temiendo saber la respuesta
si - volvió a responder el rubio sin titubear
La emoción que invadió a Ginny ante semejante respuesta fue indescriptible, un calor recorrió su cuerpo, llenándola y purificándola de cierta manera, lo que la ánimo a hablar, de haber sido diferente la respuesta quizá no lo hubiera hecho. En esas fracciones de tiempo toda la confusión y las dudas que sintió a lo largo de esos tres años se disiparon instantáneamente, Draco decía la verdad, lo podía ver en sus ojos
supe que estaba embarazada a la semana que te fuiste, pero para ese entonces deduzco yo que tenía como un mes – comenzó la pelirroja como si se quitara un gran peso de encima – no intente contactarte, no por la carta, en donde me pedías que no lo hiciera, sino porque creí que me habías engañando¿no me engañaste verdad?- volvió a preguntar la pelirroja como por décima vez
no, jamás, aunque te cueste creerlo, me enamore como un tonto de ti- sonrió el rubio con cierta amargura y resignación al terminar de responder, Ginny sonrió de la misma forma
cuando estábamos juntos yo siempre confié en ti, pero sin embargo siempre estaba esa vocecilla molesta que me repetía a cada rato que tu eras un Malfoy y yo una Weasly- Ginny lo miró para ver su reacción – siempre la ignore, tan sencillo porque sí creía en tu amor en mi, en lo que me profesabas, en lo que me decías, pero el día que te fuiste nada más dejando esa carta esa voz me gritó con todas sus fuerzas lo que siempre me decía, que tu no me quisiste, que sólo era un juego para ti, una forma tonta y absurda de vengarte de mi hermano y Harry por todos esos años de rivalidades y simplemente me auto convencí de eso, de cierta forma era más fácil creer eso
Draco asentía a lo que la pelirroja decía
era más fácil olvidarme de ti, diciéndome eso, que creer que me amabas, pero el destino me tenía preparada una jugada con la cual no contaba, estaba embarazada y eso era algo que me uniría y haría recordarme tu presencia en mi vida por siempre- Ginny sonrió al terminar de decir esto – me quería morir cuando supe mi estado, sería muy difícil darles una explicación a todos, ya que ni novio me conocían, pero conté con el apoyo incondicional de Hermione y Halle, y cuando empecé a sentir y a estar consciente de que un ser crecía dentro de mi, cuando lo empecé a sentir, cuando supe que el producto de mi amor por ti crecía dentro de mí, supe que no todo era tan malo. Pero no estabas, fue muy duro enfrentarme a mis padres, a mis hermanos, a Harry, a la escuela, a mis amigos, a los profesores y tu no estabas ahí, y no estabas ahí porque te habías ido para convertirte en mortifago
lo siento- dijo Draco con un nudo en la garganta –de haberlo sabido…
¿hubiera cambiado algo¿te habrías quedado conmigo?- preguntó la pelirroja con pesar
no lo sé- contesto el rubio con suma sinceridad – pero hubiera luchado por los tres, de alguna manera me hubiera inventando algo, pero habrías tenido mi apoyo incondicional
pero no sucedió, y no podemos echar el tiempo para atrás
Ginny…
No Draco, no digas nada, las cosas no se pueden cambiar
No, no puede ser así, no puedo ignorar el hecho de que tengo hijo, no me pidas que me haga el de la vista gorda porque no puedo
Draco- dijo muy pausadamente – no quiero que te acerques a él, no confió en ti, a pesar de esa increíble historia en la cual eres espía, no, no tengo muy claro en realidad quien eres, todo esto es muy confuso – dijo agarrándose con las manos las sienes
lo entiendo, también lo es para mi, pero no puedo hacer lo que me pides, él es mi hijo también, no puedes, no puedes separarme más de él
¿por qué? Si antes no te intereso ¿por qué ahora, deja las cosas así como están
Joder! Ginerva! – le gritó Draco perdiendo la poca compostura que había logrado recuperar momentos antes y se paró del sofá justo para encender otro cigarrillo – Si no me intereso antes era porque no sabia
Por favor- le dijo Ginny en tono de suplica - ¿para que quieres jugar el papel de padre ahora si nunca has estado y no vas a estar, tu te vas a volver a ir, a cumplir con tu rol en esta guerra, yo no quiero que Marcel sufra, no quiero que sepa que tiene un padre que no va estar, así estamos bien
Draco le daba otra calada a su cigarrillo, así que por eso era todo el drama. Ginny no quería que Marcel sufriera, una parte de él entendía a la pelirroja…
Eran pasadas las tres de la tarde, el día había sido muy largo para todos los habitantes de la casa. Al regresar de la casa de la piscina, Molly estaba esperando a Ginny en la sala, Ginny sabía lo que venía, entraron al estudio de la casa y la pelirroja procedió a contarle su historia con el rubio.
Draco Malfoy se encontraba en la habitación de huéspedes, al igual que Ginny su mente y corazón era un torbellino de emociones. A pesar de que cargaba sus propios demonios, y estaba acostumbrado a ellos, volver a ver a Ginny lo podía tolerar, sabía que tarde o temprano sucedería, pero un hijo, enfrentarse a la realidad de tener un hijo, de que era padre, era algo que definitivamente no podía manejar. Sentía miles de cosas, una gran alegría por saber que le había dado vida a alguien, a ese niño que indiscutiblemente era Malfoy, pero que, a pesar de no tener el cabello rojo, era un Weasly también, una perfecta mezcla de los dos, el producto de un amor vivido hace años, y que aunque lo trataba de ignorar continuaba y seguía palpitante en su corazón, Marcel era el producto de su amor.
A su vez la tristeza lo invadía, con la vida que le había tocado, jugar en dos bandos, cada cual más peligroso, saber que existe un presente, pero no un mañana, nunca se imagino que podía formar una familia, y aquí estaba, en la casa de Parkinson, su hijo y la mujer que amaba, ellos eran "su" familia, la que siempre había querido formar, sonrió con melancolía y pensó para si mismo lo irónica que es la vida.
Muy pocos en la casa sabían lo que había sucedido esa mañana, todo estaba muy revuelto. Molly no se molesto con su hija, en parte había entendido las razones que ésta tuvo para ocultar su relación con Malfoy, a la vez pensó que lo que estaba hecho, estaba hecho y que no tenía sentido molestarse, por cosas del pasado y mucho menos ahora que su hija era toda una mujer, lo que si le dolió a la mujer pelirroja era el amor dolido que pudo ver en los ojos de su hija, su hija estaba sufriendo porque no quería a Draco cerca de Marcel, pero lo que en realidad le dolía era que se acercase nuevamente a ellos y los abandonara, ese era el verdadero temor de Ginny y Molly supo distinguirlo en seguida, todavía existía mucho amor en el corazón de su hija, y ese amor le estaba haciendo daño, porque realmente su hija estaba tomando una decisión opuesta a su corazón: el no permitir a Draco acercársele.
Toc toc! Sonó la puerta en la cual Draco se encontraba, Liam y Pansy entraban cuidadosamente tomados de la mano, Draco no se sorprendió ante ese gesto, desde sus dos últimos años de escuela supo que entre esos dos había algo, pero que al igual que Granger y Weasly eran muy testarudos como para admitirlo, además que se le agregaba el ingrediente que la relación de los dos, para ese entonces, había sido algo bastante sórdida.
¿me vienes a botar de tu casa?
Pansy torció los ojos
No seas idiota, no vengo a eso- se soltó de la mano de Liam y fue hasta donde estaba el rubio sentado, se sentó al lado de él y le agarró la mano – he venido porque sé lo que pasó esta mañana
vaya tal parece que esta casa es un hervidero de chismes al mejor estilo Hogwarts –bufó el rubio
no seas pesado Draco! Escúchame, creo que deberías- el rubio miró a Liam, éste afirmo con la cabeza y Draco le devolvió la mirada
Draco- Pansy le tomó una mano –si quieres recuperar lo que alguna vez fue tuyo y ganar más de lo que tenías… dale tiempo al tiempo, quédate cerca de lo quieres
Draco no hizo sino sonreír tristemente, Liam se sentó al otro lado de él y le paso una mano por sus hombros. Los tres se quedaron un rato de esa manera, se miraron entre si y sonrieron
me alegro por ustedes- dijo Draco de pronto mirando a su amigo y a su nueva recién adquirida amiga
Gracias – dijo Liam
sabes Draco- dijo Pansy – Cuando existe el amor, todo es posible –terminó por decir la rubia viendo a Liam a los ojos
En la noche todos estaban nuevamente reunidos en el cuartel de La Orden, en los sótanos, antes de empezar a hablar cualquier asunto que tuviera que ver con la guerra, Dumbledore se dirigió a la solitaria figura de Draco Malfoy que yacía recostada en una de las chimeneas, apartado de todos
Sr. Malfoy- dijo el anciano – no es que su presencia me desagrade, pero ¿no tenía que estar usted ya en otro lugar?
Al lugar que se refería Dumbledore era con Voldemort
sino le importa Dumbledore – comenzó Draco a decir, con cierta altanería y tirando al piso el cigarrillo que tenía y pisándolo –… he decidido quedarme – al terminar de decir esto, sus ojos se encontraron con cierta pelirroja
El anciano le dirigió una mirada satisfecha, dándole a entender que hacia lo correcto, sin embargo volvió a preguntar
¿Disculpe Sr, Malfoy?
Draco dirigió su vista hacia cada uno de los presentes, vio como Molly Weasly lo miraba bajo una diferente luz, como si estuviera estudiándolo, vio como Hermione le asentía con los ojos, vio a Remus Lupin, que si no se equivoca tenia cierta sonrisa en sus labios, vio que Snape estaba tratando de descifrar lo que pasaba, vio que Ron no entendía nada, vio a Harry y entendió que al chico de oro ni le iba ni le venia, vio como Liam y Pansy le sonreían desde sus asientos asintiendo su cabeza, vio la expresión sorprendida de Halle y vio en los ojos de Ginny el horror que esas palabras acababan de producir en ella y también vio cierta esperanza, ante lo cual no dudo en repetir la decisión que había tomado
que me quedo, he decidido quedarme
El saber de la existencia de Marcel le hizo comprender que la vida le había dado otra oportunidad, otra oportunidad para tener lo que siempre había deseado y esta vez no lo iba a dejar pasar…
Este capitulo va dedicado a Saramelis, Muchas gracias por alentarme a seguir escribiendo y a todas aquellas chicas que me dejaron review. Quiero que sepan, que aunque a veces la historia parece saltar un poco es porque de verdad se me está haciendo muy larga, y quizás no me estoy enfocando bien en los otros personajes, pero tratare en lo posible que no sea asi, Draco y Ginny son los principales, pero los otros también tienen su cuota de protagonismo aquí.
Otra cosa, para todas aquella que se sorprendieron o confundieron con el nombre de Marcel, ya que pensaban que era una niña, les digo que Marcel es un nombre masculinofrancés, la verdad me sorprendió mucho esa confusión.
Marce: gracias por tus palabras, espero que este cap te haya parecido lo mismo.
Laura Rupert: Gracias, espero y hayas disfrutado este cap. No fue nada romántico, pero eso ya vendrá más adelante, por lo menos aquí hubo bastante Draco/Ginny
Pilika lasthope: para mi es un gustazo que sigas mi historia, espero y te haya gustado este cap.
Laurana-malfoy-rin: sabes, no se por que, pero siempre he querido saber que significa ese "rin" en tu nickname, no se cosas mías : P , sorry por lo de Bill pero fue el primer nombre de los Weasly que me vino a la cabeza, gracias por tus comentarios acerca del cap pasado.
Verónika: Gracias, gracias
Sthepany Weasly: la verdad que hice el intento por no demorarme en actualizar, espero que no me haya tardado tanto. Lo que pasa es que se me hacen los caps muy largos y bueno, mas una que otra cosa, no actualizo tan rápido como quisiera, gracias.
Aziral: hola! Bueno espero y no me quieras matar por este cap, no creo, este cap promete que el próximo estará bueno, eso creo yo, jeje, gracias por seguir la historia.
Besos y abrazos a todas
Ya sabes, si te gusto el cap o por el contrario no te gusto, házmelo saber, sólo tienes que dejar un review D D
Caroline
