2. Libros

¡Creí que esto ya lo habíamos hablado¡No puedes estar así siempre!- Seimus, gritaba a Ginny, en medio del Gran Salón- ¡Mejor dicho, no me puedes dejar así para siempre! Me pediste tiempo, lo tuviste… ahora, por favor, Ginny se razonable…

¿Has de ser siempre así? Te pedí tiempo y el tiempo es ilimitado… aun necesito más… ¡sólo llevamos así una semana!

¡Es mucho!

¡Pues no te pareció tanto cuando tardaron en mandarte los resultados de lo exámenes!

Son cosas distintas…

Un buen número de gente los miraba con curiosidad. Los de Gryffindor casi como mirando una teleserie… pues sabían que era lo que ocurría, los otros lo intuían…

¡Oh por dios!- Ginny cogió la puerta y se fue, sin haber podido desayunar aun.

En la puerta se cruzo con Draco y para poderse apartar de su camino… se golpeó contra Ron, pero no le hizo caso. Siguió caminado hacia fuera del castillo.

¿Lo has visto, Draco?- dijo Pansy pasándole la mermelada.- ¿Has visto ha esa Enana con Seimus?

No, pero me la he encontrado cuando salía… parecía bastante… no se… ¿Cabreada?

Creo que la pequeña Weasley- dijo a mala intención- y Seimus han… mejor dicho, habían tenido algo…- Pansy rió, Draco enmudeció.- ¿Te pasa algo?

Él no les había contado nada… no estaba tan loco para hacerlo.

No, nada- y se puso la tostada en la boca.

"¿Desde cuando una semana es mucho?" Ginny ya había dejado de caminar, ahora sólo pensaba "Pero… ¿no se da cuanta que no puedo pensar?…no claro… lo primero es él… Pues ya esta, quiere que piense rápido, pues lo haré…"

Ginny, volvió decidida al castillo, entró, subió las escaleras de dos en dos y entró a su Sala Común. Buscó con la mirada ha su novio, Seimus, y lo encontró hablando con Ron y sus amigos. Él había sido su chico durante tres meses, sólo le pidió una semana para aclararse las ideas…una semana bastante… ¿rara? Para ella. Una cosa indescriptible sucedía cuando pensaba en cierta persona, pero no había pasado solo durante esa semana, llevaba ya tiempo…Además no se podía concentrar en nada… ¡ni en los estudios siquiera!

Seimus…tenemos que hablar- le dijo dándole dos toques secos en la espalda.

¿Ya?- dijo él esperando que esa semana se acabara por fin…la echaba de menos…

Sí. Tú quieres que la semana acabe ya¿no?

Sí, es que ya ha pasado…

Y quieres saber como me encuentro¿no?

Sí, claro. Quiero saber… Bueno, no. Quiero volver ha estar como antes.

Pues, estarás como antes… como antes de que tú y yo saliéramos.- el chico enmudeció- Se ha acabado. La semana y lo nuestro.- Ginny se fue hacia su primera clase. Seimus, se quedó perplejo, se giró hacia sus amigos, sin entender aún. Ellos, cada vez entendían menos las actuaciones de la pequeña Weasley.

Las clases de la mañana habían terminado, Ginny tenía mucha hambre, pero la comida, tardaría aun una hora… Se fue ha dejar las cosas ha su habitación y luego bajó. Se fue hacia el lago. Era el único sitio, donde, esos días, podía, más o menos, aclarar sus ideas.

Llevaba ya un rato sentada, cuando una sombra, le izo dar cuenta que alguien estaba detrás suyo.

Creo que ya sé quien es él.- Draco se sentó a su lado.

¿Él¿Como que él?

El chico por el que estas, tan… ¿mal?

¿A si!- Ginny notó opresión en el pecho, pero hizo como si no le ocurriera nada. "Tanto se me nota… ¿es que soy un libro abierto?"

Sí, es Seimus – la cara de Ginny hizo ver a Draco que había caído un error. Su cara mostraba decepción, quizá tristeza…

No, te equivocas. – La opresión del pecho se desvaneció.- Él… él y yo acabamos de cortar.

¿Cortar?- Draco ya no entendía nada, de nada.

Sí.

¿Se puede saber el motivo?

Pues estoy muy confusa.

¿Confusa?

Sí.

¿Por qué?

No tengo claro lo que quiere mi corazón, mis sentimientos están muy alterados.

Es decir, que no es uno, son dos.

Sí.

¿Y el otro afortunado?

¡Ginny! – Ron la llamaba desde la puerta del castillo. "Salvada por la campana".

Bueno… esto… me tengo que ir.

Ginny se levantó y corrió hacia su hermano que tenía una cara bastante cabreada.

¿Se puede saber qué hacías con ese!

Lo mismo de ayer.

¿Hablar?

Sí.

¿Por qué tanto interés?

No es asunto tuyo, y por favor Ron déjame tranquila, ya soy lo suficiente mayor para saber lo que me hago.

¡No lo parece!

¡RON ES MI VIDA NO TE METAS EN LO QUE NO TE CONVIENE!

Se marchó dejando al Weasley ahí plantado como si nada.

"¿Qué le pasará a Ginny¿Quién será la otra persona que ocupa su corazón? Quizá sea yo. Pero… pero… que dices Draco es una leona, y además Weasley". Draco estaba muy confuso. Se levantó y se fue hacia el castillo como Ginny había hecho, pero en la puerta se encontró a Ron.

¡Aparta Weasley!

No me da la gana.

¡La puerta es un lugar de paso!

¿Qué le has hecho a Ginny?

¿A la Enana?

A Ginny.

A la Enana, pues no le he hecho nada, solo hablar.

Aléjate de ella.

Será si a mi me da la gana.

Aléjate de ella.

No te metas en su vida, ya es lo suficiente mayor Weasley, tú y tus hermanos no la vais a poder estar vigilando toda la vida, es hora de que tome sus decisiones como casi todos los demás.

Se marchó con esas palabras a la biblioteca, tenía que buscar una cosa muy importante, algo que le era urgente, algo para ayudar a uno de sus amigos del colegio Español, ese algo que le ayudaría a salvar sus vidas de Lord Voldemort.

Durante la hora de comer, Ginny comió a más no poder. Esa mañana con todo el jaleo no habló, además estaba furiosa porque su hermano la quería controlar y eso le hacia venir más apetito aún. Cuando terminó, llegaron Harry y Hermione. Ella los ignoró y se fue a la biblioteca, para mirar de concentrarse un poco en los estudios. Su madre, Molly, estaba más que furiosa con sus notas, pero ella… ella no podía hacer nada. Veía esos ojos grises en todas partes y ese… ese pelo… ese pelo en todas partes. "No se como lograré sacarme el curso, si esto… si esto de aquí dentro no se calma." Dijo tocándose el pecho.

Entró en la biblioteca y se sentó en una mesa, sola, cerca de los libros que necesitaba, para su resumen de Defensa contra las Artes Obscuras. Por fin había logrado concentrarse.

¡Mierda! No logro encontrar ese maldito libro.- Malfoy entró en su campo de visón, buscaba desesperadamente un libro.

¿Cómo se llama ese "maldito libro"?- dijo Ginny sin poderlo evitar.

Uno de tapa morada, con un triangulo dorado en la portada.

¿No será este?- dijo Ginny levantando el libro que estaba usando para su trabajo, para que él lo pudiera ver.

Sí, ese, es.- Draco y Ginny se miraron a los ojos durante unos instantes, pero al darse cuenta cada uno apartó la vista hacia el objeto más cercano a ellos.

Ten. Creo que lo necesitas con más urgencia que yo…- dijo Ginny dándole el libro.

¿Eh?… esto… gracias.

No hay de que.

Draco se iba ha ir, cuando de repente se paro. Y volvió a girarse hacia la pequeña Weasley.

Oye… ¿necesitas ayuda?- Ginny le pareció que se moría, pero sin darse cuanta afirmo con la cabeza. - Gracias.- dijo al fin cuando el Slytherin se sentó a su lado.

No, a ti, por prestarme el libro. ¿Qué es?

Defensa contra las Artes Obscuras… Tengo que explicar que son la Veelas.

Vaya, eso es fácil.- Draco apuntó unas cuantas cosas en un pergamino y le dio a Ginny.- esto es lo más importante.

Vaya, gracias. Ahora lo redacto.- dijo Ginny sonriendo, haciendo pensar a Draco que eso era lo mas bonito que había llegado a ver…

Bueno…- dijo saliendo de sus pensamientos.- me tengo que ir.

¿Ginny?- la voz Seimus, venia de detrás del sillón.

Hola…

Tenemos que hablar.

Tú tienes que hablar, pero yo no. Así que si me disculpas…- dijo levantándose del sillón.

No, no te disculpo.- dijo sentándola otra vez.

Seimus, no tengo nada que decir…- dijo cruzando los brazos.

Tú no, pero yo si. Ginny, esto es… es increíble, no te pedí que me dejaras, solo que me dijeras algo…

Sí, pero te pedí más tiempo y no lo aceptaste…

Pues lo acepto ahora.

Seimus…- dijo levantándose y poniéndose delante suyo- no. No es porque necesite tiempo… es que…

Es que ¿qué?

Esto nuestro se a acabado- dijo ella poniendo voz comprensiva.- Ya no hay nada, por favor acéptalo.- le dio un par de golpes amistosos en el hombro y se fue, hacia fuera.

Pero Ginny…- dijo girándose para verla marchar. Ella se había ido. Lo había dejado… se desplomó en el sillón.

"Se que he hecho lo correcto, pero me sabe mal. Si continuábamos lo estaría engañando, pero… esta destrozado." Ginny andaba sin mirar, concertada en su mente. "Era lo mejor… se rehará…"

¡Ginny!- la voz de Ron la saco de sus pensamientos. Se giro hacia él, sin muchas ganas.- Llevo un buen rato llamándote. Se han girado todos menos tú…

¿Sí? Que bien…

Tenemos que hablar…- dijo el hermano acogiéndola por el brazo y llevándola a un aula vacía.

¡Ron, suéltame, me haces daño!- dijo ella, haciendo un movimiento para que su hermano la soltara.

Perdón…- Indicó a Ginny que se sentar, pero no le izo caso.- Ginny, mama esta preocupada por ti…por tus notas… no sabe que te pasa ni que hacer.

Vaya¿es de eso de lo que querías hablar? Pues la verdad es que mama no parece preocupada, más bien… enfadada.

No es eso… Ginny tus notas han bajado en picado. No sabemos que te pasa, estas rara y para colmo te juntas ha 'hablar' con Malfoy- esas últimas palabras las dijo con desprecio.

Ron, que estés preocupado por mi y que mama también lo este… lo entiendo. Pero no quiero que ni tú ni ella, ni nadie, me controléis. Creo ser bastante mayor.

¿Qué quieres decir? Hoy con Seimus, digamos que no has sido muy…

¿Muy qué¿Ron te crees que es fácil…¿Te crees que es fácil tener los sentimientos…? - Ginny callo de golpe. Bajo la cabeza y se miró los zapatos.

¿Qué pasa con los sentimientos?

Nada, déjalo. No lo entenderías…

Prueba…

No, no quiero jugar. Ron, quiero que me dejes hacer lo que yo crea conveniente con mi vida…- Ron abrió la boca pero Ginny continuo.- Te agradezco que te preocupes, pero si te necesito… deja que sea yo quien pida ayuda.- esto último lo dijo cogiendo la mano de su hermano.

Sí, pero… es que… eres mi hermana pequeña…

Lo se… por eso te lo digo… por favor, déjame caer. Si me hago daño aprenderé, sino… sino no seré nada.

Ron sonrió y ella agradeció que su hermano la entendiera. "Tengo que aprender de mis errores."

Draco sin evitarlo, escucho la conversación. Estaba fuera, mirando su horario y lo oyó todo. En cuanto oyó la última palabra se puso otra vez ha andar. Se iba hacia el Lago, ha mirar de ordenar sus pensamientos.

Cuando ya llevaba un buen rato el frío se había hecho intenso. Hacia rato que no estaba solo, pero ni se dio cuanta.

Cojeras frío… - por fin, la persona que lo había estado observando des de hacia un buen rato le hablo.

Draco se giró.

¿Tú? Parece que nos encontramos en todos sitios¿eh?

Sí. – Dijo sin moverse – Insisto… cojeras frío.

No pasa nada – hizo un gesto para que se sentara.

Dra… - rectificó – Malfoy… ¿te puedo hacer una pregunta? – Él la miro – ¿Para que buscabas ese libro tan…¿Tan desesperadamente?

Lo necesitaba… bueno yo no… bueno sí, pero no para mí…

No entiendo.

En España… mejor dicho en Cataluña… hay problemas. Ahí esta… esta mi… mi ex y un buen amigo mío. Quiero ayudarles.

Vaya… creí que no tenias más amigos que… Goyle, Crabbe y Parkinson…

Pues… te equivocas… - dijo el en un tono muy normal, sin sarcasmos ni nada.

Y… ¿Cómo era ella? – Ginny se dio cuanta de su error. – Perdón… no quería… sino quieres no respondas.

No, no pasa nada… - él le sonrió. Era una sonrisa tierna. – Pues, ella… ella era… no se. Muy guapa e inteligente. Pero no pudimos seguir…

¿Por? – se sintió tentada Ginny.

Yo me tenía que ir… ella tenia que quedarse… y además… sus padres no me tenían mucho aprecio.

Vaya… lo… lo siento.

No has de sentir nada. Ahora las cosas han cambiado. Ella esta saliendo con uno…

¿Y tu? – Ginny no se dio cuanta de lo que había preguntado hasta que el Slytherin le respondió.

Yo… yo estoy aquí sentado. Sin entender… sin entenderme… Solo tengo ojos para una chica y no se… ella no creo que le guste.

¡Draco! – Pansy llamaba al Slytherin. Él se levantó, frotó la cabeza de la pelirroja y la despeino, mientras le decía adiós.