3. Romeo y Julieta no son nada

"Vaya, creo que he sido un tanto… quiero decir que me he precipitado… ¿He hecho bien en explicarle? No, no he hecho bien, sí quiero decir, que sí que hice bien. La verdad es que Ginny, me va a volver loco, no paro de pensar en ella. ¿Por qué el amor es tan complicado¿Por qué ha tenido que cambiar tanto¿Por qué no ha seguido siendo la Enana que conocí cuando iba a segundo curso?"

Draco… ¿Qué hacías con la fea de la Enana? – dijo Parkinson.

Hablar.

¿Insultándola?

Hablar.

No puedes ir hablando con los Gryffindor de esa manera.

Yo hago lo que me da la real gana.

Pero… ¿Y qué hay de la imagen que damos de Slytherin?

¡Y al cuerno con la imagen! Creo que es más importante la persona… – "Y mucho más si es Ginny." – Ahora vuelvo.

Draco salió corriendo hacia el lago donde había dejado a Ginny. "Espero que aún este allí, por qué… quizá sí que ella me quiere, pero… si no se lo digo… nunca sabré la verdad."

¡Ginny!

La muchacha se giró pensando que sería su hermano, pero no, era Draco.

¿No te habías ido con Parkinson?

Sí, pero… Bueno quería hablar contigo.

¿Conmigo?

Sí.

Yo no he hecho nada.

¿Eh?

Es que últimamente cuando quieren hablar conmigo es para reñirme.

Yo creo que eso no lo voy a hacer.

Pues mejor.

Oye una cosa… Quizá pienses que me aprovechó de lo que ha pasado con Seimus, pero… yo no se si voy a ser capaz de esperar mucho mientras me como el coco…

¡Ginny! – gritaron al unísono Ron y Seimus.

¡No puede ir ahora! – gritó Draco sin mirar y sin darse cuenta de lo que acababa de decir – el caso es que… ya llevo una buena temporada pensando en otra chica, como te he dicho antes… y bueno, no se si te interesará saber quien es, pero a mí me gustaría que tú supieses de quien te hablo porque… simplemente… esa chica… esa chica… eres tú.

Draco cayó y tras pensar los que le había dicho se fue sin decir nada. Ginny se quedó sentada en el suelo analizando lo que acababa de oír y estaba segura de que su cara se estaba volviendo del mismo color que su pelo.

Ginny… - dijo Hermione preocupada.

¿Qué?

¿Qué no te encuentras bien?

Sí, sí que me encuentro bien.

Es que como no has bajado ha cenar.

Ya, lo único es que estoy un poco cansada, creo que me iré ya a la cama

Ya habían pasado varias horas y Ginny daba vueltas en su cama. "Si no paro de pensar en lo que he oído hace pocas horas por los labios de Draco creo que me volveré loca y mucho no podré dormir. La verdad es que si no he bajado a cenar a sido por miedo a toparme aunque solo fuese con su mirada. El chico por el que me he estado comiendo el coco últimamente ha dicho lo que yo menos podía creer que diría. Creía que siempre seguiría siendo la Enana y no Ginny. Claro que para mí ya no es Malfoy, sino Draco. ¿Qué hora debe ser?" Ginny descorrió las cortinas y miró la hora. "La una. Creo… que… lo siento Harry, voy a necesitar algo tuyo". Ginny se levantó de su cama y se fue hacia el dormitorio de su hermano, abrió la puerta lentamente y localizó el baúl de Harry. Lo abrió despacio y lentamente sacó la capa de invisibilidad, se la puso y se dirigió rápidamente hacia su lugar favorito. El lago.

"¿Qué habrá pensado Ginny? No se si seré capaz de esperar a verla de nuevo para saber lo que piensa". Draco paseaba por la sala común de Slytherin y se acercó a un de las ventanas. Y vio a la persona que necesitaba ver, vio a Ginny Weasley saliendo de debajo de una capa de invisibilidad y se cobijaba entre unos arbustos para no ser vista.

Ginny y la capa de Potter.

Draco salió lentamente de Slytherin no sin antes coger su capa, pues afuera hacia frío. Consiguió cruzar todo el castillo sin ningún inconveniente y salió de él rápidamente dirigiéndose hacia donde estaba Ginny.

¿Ginny?

La chica se sobresaltó.

Tranquila soy yo, Draco.

No me des esos sustos, se supone que no puedo estar aquí.

¿Y crees que yo si? – dijo él mientras se acercaba y se sentaba junto a ella.

De pronto la chica se dio cuenta, y se puso nerviosa y colorada.

Tranquila que no muerdo.

No es por eso que estoy nerviosa.

¿No?

No.

¿Entonces tienes frío?

A parte de eso…

¿Tienes frío?

Sí bastante.

Draco se quitó la capa y se la puso a ella mirándola fijamente a los ojos, cosa que provocó que Ginny estuviese aún más nerviosa. Pero… un sonido estrepitoso se oyó y poco después una muy profunda dijo:

¿Quién hay ahí?

Draco y Ginny se sobresaltaron y como acto reflejo Draco cogió la capa de Harry, cogió a Ginny, se metió entre los arbustos y cubriendo a Ginny con la capa él también se tapó, poco después apareció una silueta que ambos reconocieron como la del guardabosque Hagrid.

¿Cuánto tiempo estuvieron escondidos? No lo sabían, pero cuando al fin Hagrid se fue ambos respiraron tranquilos.

Esto… Draco…

¿Qué?

Que estas encima mío.

¿Te molesta?

Sí… quiero decir no, no es que me moleste pero… bueno…

Draco se empezó a levantar pero Ginny como si de salvar su vida se tratase le cogió de la camisa de su uniforme el cual aún no se había quitado.

Quédate un poco más como estabas, me gusta notar tu calor, me gusta notar tu corazón y me gustas Draco, me gustas mucho.

Draco sonrió tiernamente y se volvió a tumbar encima de Ginny cerrando los ojos.

Esto nos traerá problemas Weasley.

Lo se, pero no puedo evitar lo que siento por ti.

Hay demasiadas cosas en nuestra contra, pero… yo aguantaré por ti, Enana.

Y diciendo esto se besaron.

Al lado de esto Romeo y Julieta no son nada – dijo Draco.

Es verdad.

Draco entró en el Gran Comedor y mientras se sentaba en la mesa de Slytherin hecho un vistazo a la mesa de Gryffindor y se encontró con los ojos verdes de Ginny, hizo un pequeño saludo con la cabeza y se sentó a hablar con sus amigos sin poder evitar de vez en cuando a Ginny, más de una vez sus miradas se toparon.

Draco tienes correo – dijo Goyle.

Draco salió de su ensimismamiento y miró a la parda lechuza que tenía delante. Le desató la carta y la lechuza salió volando. Draco miró el sobre y pudo leer:

"No lo abras en la mesa. G. W."

Draco se levantó de la mesa.

Me he dejado un libro en la sala común voy a buscarlo.

Y diciendo eso salió al Vestíbulo y fue en busca de un aula vacía, para leer la carta.

Hola Draco:

¿Cómo estas? La verdad es que no se que decir, solo quería decirte que nos tendremos que inventar una buena excusa para decir el porque hemos dejado de hablar, porque si decimos cosas distintas lo quedaría muy bien. También seria bueno inventarnos unos buenos alias si pretendemos escribirnos más a menudo.

Ayer cuando me fui a la cama conseguí dormir tras varios días despierta, creo que hicimos bien, me gustaría volver a sentir tus labios sobre los míos, no se si seré capaz de esperar a volverte a ver en privado, pero no tengo más remedio, ojalá esto no fuera así, a la vez que soy feliz sufro por no poder formar contigo una pareja como todas la demás.

Te quiere.

G.W.

Draco acabó de leer la carta y respiró profundamente. La próxima vez que se encontrase con Ginny la metería en un aula vacía para poder hablar con ella