HOLAAAAAAA! Perdón, perdón, gomen, gomen, ha pasado muchìiiiiiiiiiiiiiiiisimo tiempo, desde que dejé de publicar este fic bueno, pasaron varias cosas... AH! Tengo que agradecer a SEINKO, a RIKAX RYUCHI, a MINAMO, a HAKU DEKIN y a SERENITY-CHAN, les digo nuevamente MUCHAS GRACIAS POR SUS REVIEWS! ñ.ñ de verdad estamos, mi amiga y yo muy complacidas y lamento mucho el retraso. Aquí está el cap. 3ª...
CAPÍTULO 3: "¿Y él... de dónde salió?"
- Keiko, Hana, pongan la mesa- ordenó Anna a sus hijos.
- Sí- contestó el pequeño Hana, en cambio su hermana no estaba dispuesta a obedecer.
- No quiero, prefiero hacer otra cosa- dijo la niña.
- Entonces ven y ayúdame- le dijo su madre.
- ¡Sííííí!- exclamó alegremente la pequeña Keiko, corriendo detrás de Anna.
- Papá¿puedes ayudarme?- preguntó Hana a su padre.
- ¡Claro!... chicos vamos a cenar- anunció Yoh a sus amigos. Y al cabo de un rato...
- ¿Y quién cocinó?... ¿Tamao?- preguntó Chocolove.
- No- contestó Yoh mientras colocaba los platos sobre la mesa.
- ¿Acaso tú?- nuevamente preguntó Chocolove.
- No
- ¿Manta?
- No- Yoh , sus hijos y los demás se sentaron (mejor dicho se arrodillaron, en torno a la mesa como se hace tradicionalmente en Japón).
- Anna- contestó el shaman con naturalidad.
- ¡Qué?- exclamaron la mayoría de sus amigos algo sorprendidos.
- ¿Tiene algo de malo que ella cocine, ah! Es cierto casi todos ustedes no tuvieron la oportunidad de probar alguno de sus platillos- luego dieron el agradecimiento antes de comer, Yoh y los pequeños engullían con rapidez su cena, al igual que Manta, Len comía tranquilamente, sin embargo el resto dudaban en probar un bocado, examinando la comida como si esta tuviera algo raro. A Keiko no le gustó esa reacción.
- ¿Por qué no comen?-les preguntó Yoh aparentando curiosidad. Los demás no quisieron responder.
- Es una falta de respeto por parte de los visitantes despreciar la comida que uno les ofrece- dijo con un tono algo enfadado la pequeña Keiko y mostrando el ceño fruncido, esto impresionó a todos.
- Se los aseguro la comida está deliciosa- dijo Yoh con su habitual sonrisa, los demás asintieron y se dispusieron a comer, pensando en su mal actitud, Yoh miraba con ternura a su hija, cada vez se sorprendía más de ella, a pesar de su muy corta edad, Keiko demostraba su acelerada precocidad, tenía un gran parecido a su madre, quien sentía un inmenso orgullo por la niña¡por supuesto que Keiko no era la preferida de su mamá, Anna amaba mucho a sus dos hijos y daría su vida entera por ellos, estaba dispuesta a correr sacrificios para que nada les hiciera falta y su prioridad era verlos felices.
Anna se unió a los demás unos momentos después y observó que todos comían gustosamente.
- Doña Anna la comida sabe deliciosa- le dijo Ryu.
- Gracias- contestó la rubia en un tono algo indiferente y sin ninguna expresión.
- No conocía tus aptitudes culinarias- comentó Horo horo con la boca llena, Anna sólo levantó una ceja, luego le preguntó a Yoh:
- Apropósito¿en dónde se encuentra Tamao?- al escuchar esto Horo horo que comía alegremente se detuvo por unos momentos y su semblante se ensombreció, nadie lo notó.
- No lo sé, no la he visto en todo el día, ustedes saben en dónde está?- se dirigió a Manta y a los niños, ellos negaron con la cabeza.
- Si quieres voy a buscarla- se ofreció Hana.
- No te preocupes, Tamao sabe que esta es la hora de cenar, lo más seguro es que venga aquí después- le dijo su papá.
- Don Yoh¿y en dónde está Amidamaru?- preguntó Ryu, mirando a todos lados, el shaman iba a contestarle pero...
- ¡Me buscaban?- todos se sobresaltaron con la sorpresiva aparición del espíritu del samurai en el centro de la mesa.
- Amidamaru no vuelvas a hacer eso, por favor- lo reprendió Manta.
- Lo siento mucho... ¡OH¡qué gusto de verlos de nuevo!- exclamó con alegría el espectro al mirar a todos los invitados- el amo Yoh no dejaba de hablar de todos ustedes...
- ¡Amidamaru?- de repente apareció el fantasma de Balón, seguidos de los espíritus Corono, Morphine, Mick, la esposa de Fausto, y Tokagherou, este último asustó sin querer a los dos niños, quienes gritaron y corrieron despavoridos, escondiéndose detrás de su madre, Tokagherou, que se dio cuenta de lo sucedido exclamó algo decepcionado: ¨¿tan feo soy?¨.
Al acabar la cena, todos quedaron satisfechos, los pequeños estaban muy encantados con Kororo y Morphine y eran cuidados por el fantasma de Elisa, los otros espíritus charlaban animadamente, Yoh y sus amigos salieron a caminar un poco en las afueras de la casa, mientras que Anna buscaba a Tamao, quien no se presentó en la cena.
Los jóvenes pasearon por los gigantescos jardines, y al cabo de unos minutos se sentaron sobre el mullido césped.
- ¡Qué tranquilidad se siente en este lugar!- comentó Ryu.
- Sí- afirmó Chocolove- eres afortunado Yoh.
- H! Bueno... jijiji, creo que lo soy- Yoh miró a Horo horo quien estaba algo distante y pensativo- ¿qué sucede Horo horo¿te sientes bien?- Horo horo salió de sus cavilaciones:
- Ah!... sí, si lo estoy, no me pasa nada malo, estoy bien en serio- se apresuró a decir- ... ah¡Sí! Yoh ... estabas contándonos una historia muy interesante ¿lo recuerdas?- ahora Horo horo mostraba una sonrisa de oreja a oreja.
- OH!... jijiji... bueno... sí lo recuerdo...
VOLVIENDO AL PASADO (-)
¿Pero qué estaba pasando por la mente de Yoh, en ese extraño momento, un torbellino de confusiones lo invadía, era la primera vez que experimentaba esa sensación tan perturbadora¿qué quería hacer realmente, no lo sabía pero no podía desprender su vista de aquella figura cautivadora, era todo un deleite para él, estiró su mano para tocar su rostro, sentía como la sangre se galopaba a su cabeza, como sus mejillas ardían, y como su cuerpo deseaba impulsarse para estar un poco más cerca... pero salió de ese trance... ¨¿qué te sucede Yoh Asakura? Creo que sigues enfermo ¨ , se dijo para sí, luego de unos instantes Anna despertó.
- ¿Yoh... qué es lo que pasa?- le preguntó sentándose, miró a su alrededor y se dio cuenta que estaba en su habitación, eso la turbó- se supone que estábamos en tu habitación.
- Ehhh... Buenas días, digo buenos días Anna- contestó el shaman tratando de recuperar su tranquilidad habitual- bueno yo... te traje a tu... habitación- Anna tuvo que disimular su sonrojo, así que preguntó:
- ¿Ya... te sientes mejor?
- Sí, ya estoy muy bien- la itako se alegró por la noticia, se sentía culpable por lo mal que estuvo la salud de su prometido, que incluso en ese instante quería sonreír y a la vez pedirle disculpas al muchacho, y esa era la impresión que él tenía, sin embargo el orgullo de la joven era más fuerte, así que lo decidió hacer a su modo:
- Bien, de ser así¿puedes preparar el desayuno? tengo mucha hambre- Yoh tenía ganas de llorar...
Al mediodía, recibieron la visita de Manta, el muy entusiasmado chico le contaba a su mejor amigo sus futuros planes, y los estudios que quería escoger, Yoh sólo escuchaba, y a la vez pensaba que él no tendría la oportunidad de llevar los estudios superiores ya que su futuro estaba previsto... De repente Yoh se incorporó sentía la presencia de un shaman, Manta también se detuvo en hablar, los dos salieron de la casa, y luego fueron cubiertos por una sombra, miraron atrás y ante ellos se encontraba la temible figura de Silver, el Apache, no había cambiado en nada, seguía siendo un hombre de aspecto firme e imponente, inspirando el respeto y admiración de todos los que lo conocían y habían encontrado en él un ser noble. Yoh sonrió al ver esa cara tan familiar, y recordaba cuánto lo había ayudado en la batalla final contra su hermano gemelo.
- ¡Silver¡qué alegría verte de nuevo!- exclamó contento el shaman, Manta también se alegró.
- ¡Cuánto tiempo sin encontrarnos Yoh Asakura!- dijo el apache mostrando una ligera sonrisa.
La itako que salió de la casa para ver quien había llegado le extrañó la visita de Silver; este sólo se quedaría por unos momentos ya que estaba allí sólo para anunciarles un asunto de suma importancia:
- Los grandes espíritus nos han comunicado que aún no es el tiempo de dar inicio al Shaman Fight, la prórroga será tardía.
- ¿Se postergará el torneo?- preguntó Yoh incrédulo, al igual que Anna y Manta.
- Así es, al parecer los grandes espíritus han decidido empezar cuando algún hecho trascendental ocurra, no se sabe con exactitud qué es, ni cuándo ocurrirá...
- Pero¿por qué esperar a que eso suceda?- preguntó la rubia.
- Eso no quisieron revelarlo lamentablemente- los tres muchachos tuvieron que guardarse la intriga que el apache les había dejado.- ya es hora de marcharme, ya tendrán el aviso del comienzo del torneo por medio de sus oráculos virtuales, cuídense mucho.
- Tú también Silver – le dijeron los chicos, el hombre hizo una leve inclinación con la cabeza y desapareció rápidamente ante ellos. Luego la itako dio media vuelta y se fue en dirección a la calle. Los jóvenes no se atrevieron a preguntar a dónde se dirigía.
- ¡Ay, no puede ser que hayan postergado el torneo¡¡y yo que me esforcé tanto!- Yoh cayó sentado al suelo, con cascadas en sus ojos- ¡y lo peor es que no pude asistir al concierto de Bob!.
- ¿No fuiste al concierto?- le preguntó su amigo, Yoh le relato lo que pasó la noche anterior; y Manta en un tono de disgusto, le dijo:
- No sé por qué permites de que ella te siga tratando de esa forma¿acaso no tiene alguna consideración¿qué diablos le hiciste tú para que Anna se comporte así?...
- Manta- le interrumpió su amigo.
- ¿Por qué entonces están comprometidos, a ese paso su matrimonio se irá a la ruina y no será tu culpa...
- Manta- volvió a interrumpirlo Yoh con mucho nerviosismo, sin embargo Manta continuaba hablando exaltadamente.
- Si yo fuera tú, tomaba mis maletas y diría ¨ hasta nunca Fumbari¨...
- ¡Manta!- gritó Yoh.
- ¡Qué!- el shaman aterrorizado le hizo señas para que mirara hacia atrás, Manta obedeció y se encontró con Anna, quien escuchó todas las cosas que dijo; el pequeño no sabía en qué lugar esconderse de la paliza que podría darle Anna, así que se temblando de miedo se encogió y esperó que Anna comenzara con la golpiza, sin embargo...
- ¿Ya terminaste?- se limitó a decir la rubia, quien mantenía su típica y aburrida expresión, Manta balbució como un tonto, pero Anna no le dio importancia y pasó por su lado; antes de atravesar la entrada le dio a Yoh un sobre, y le dijo: ¨ más te vale que lo cuides ¨, y luego entró a la casa, cuando el muchacho abrió el sobre vio que en su interior habían dos tickets: era las entradas para el próximo concierto de Bob en Japón.
Yoh no lo podía creer¿cómo los consiguió, no lo sabía, pero esa era la mejor forma que podía demostrar Anna en decir disculpas, el joven corrió hasta la sala en donde ella se encontraba, respiró hondo, y resistió las ganas de abrazarla, simplemente le dijo muy emocionado: ¨ ¡muchas gracias Anna, no sabes lo que significa esto para mí, de verdad te lo agradezco ¨. La rubia en un tono seco y sin mirarlo le contestó: ¨ sólo cumple con tus deberes ¨, Yoh le prometió que entrenaría muy duro y haría todas las tareas del hogar, y le agradeció nuevamente.
A pedido del anciano Yomei, en los siguientes días Yoh y su prometida, pasarían tres semanas en Izumo y en la montaña Ozore respectivamente, para un nuevo régimen de entrenamiento hasta terminarlo, sin embargo Yoh volvió a Fumbari más pronto de lo esperado, teniendo la casa completa sólo para él, bueno, casi porque tuvo el agrado de darle la bienvenida a sus amigos: Ryu, Horo horo, Len Tao, Fausto y el pequeño Manta, quienes harían compañía al muchacho por unos días. Ellos también se enteraron de la postergación del torneo y sus opiniones respecto al tema estaban divididas: a Ryu y Horo horo les pareció bien esa decisión de los grandes espíritus, según ellos tendrían más tiempo de preparación, por otro lado Ryu, Len Tao y Fausto, sospechaban que nada bueno vendría después. Pero por ahora no importaba el torneo ni los grandes espíritus, ellos decidieron divertirse todo lo que se les permitía, y lo mejor es que Anna no llegaría dentro de una semana más, o eso era lo que creían ellos.
Yoh despertó con muchas ganas de ir al baño, la noche anterior fue muy movida: Ryu invitó a su banda ¨ de forajidos ¨ y a su vez ellos trajeron algunas chicas, con lo que Horo horo y el shaman de la espada de madera quedaron fascinados, esto había producido tal alboroto, que Yoh, Manta y Fausto, no quisieron participar en aquella reunión y se fueron a sus habitaciones, Len tuvo que verse obligado a permanecer en la sala junto a los demás, ya que las chicas no se le despegaban ni un solo instante.
Yoh no quería imaginarse el caos en que estaría la sala después de eso; se dirigió al único baño que no había sido tocado por Horo horo, ya que los otros se encontraban en ¨ reparaciones ¨ por culpa de sus problemas estomacales, lamentablemente Manta se le adelantó así que el joven tuvo que esperar, entró de nuevo a su cuarto y se apoyó en el alfeizar de su ventana, por unos momento miraba distraídamente el cielo, hasta que se dio cuenta de que alguien venía hacia la pensión, el bajó rápidamente directo a la puerta principal, para ver de quien se trataba.
Por un momento él tardó en reconocerla, pero se dio con la sorpresa de que se trataba de su prometida, ¨¿Anna¿eres tú?¨¿esa joven era realmente ella? El cambio sí que le asentaba bien.
Anna solo dijo un frío ¨ hola ¨, luego pasó por el costado de su prometido, él sólo la seguía con la mirada hasta que recordó que el interior de la casa era una total calamidad y eso significaría problemas si Anna llega a descubrirlo, así que rápidamente se puso en frente de ella sin dejarla pasar, eso alteró un poco a la joven.
- ¿Qué es lo que pasa?- le preguntó en forma de reproche.
- Nada... sólo es que no esperaba que llegaras tan pronto- rió nerviosamente- ¿por qué no me cuentas qué tal te fue por allá?...- era obvio que la itako, se dio cuenta de lo que estaba pasando, y era en vano esos tontos intentos de detenerla. Ella quiso entrar por la fuerza, pero Yoh no le permitía.
- ¿Por qué no me dejas pasar?- ya muy alterada estaba a punto de gritarle.
- No puedes entrar aún...
- ¡Pero qué te sucede¡esta es mi casa!
- Lo sé es que... –el chico no sabía que hacer o que decir estaba actuando de forma improvisada, y Anna ya sabía lo que le estaba ocultando, Anna a punto de perder su poca paciencia, le dio un empujón y abrió de golpe la puerta corrediza, pasó por el recibidor para llegar a la sala y se asombró de toda la suciedad que rondaba por cada rincón de la sala; conformada por una gran cantidad de desperdicios migajas, envolturas, latas, algunas bebidas derramadas, cigarrillos que han sido consumidos platos sucios, y encima el polvo que ha quedado en todos esos días en que no hubo limpieza. Anna miró fulminantemente a Yoh, pidiéndole explicaciones inmediatas, el chico se enredó un poco al hablar.
- Bu... bu... bueno, esteee... estee... yo digo, los chicos pues... estaban organizando una reunión... yyy... ¡espera Anna!... –eso le bastó a la ahora muy enojada rubia, quien subió por las escaleras aún con su maleta en mano, Yoh la siguió suplicándole que no se enfadara pero ya era demasiado tarde y por el pasillo ella se detuvo al escuchar unos molestos ronquidos que provenían de su alcoba, ella abrió la puerta y lo que vio era la gota que colmó el vaso: Horo horo dormía plácidamente en el futón de ella, con la boca abierta, ella se aproximó tan despacio como si fuera un depredador en busca de su ingenua presa, y soltó su maleta, produciendo un golpe seco en el suelo, pero eso hizo despertar a Horo horo.
- ¿Ehh..?- hola... - preguntó el chico, que miraba a la joven con ojos soñolientos, al parecer este no la reconocía aún- ¿quién eres?...
- ... "tu peor pesadilla"- dijo en su mente la rubia- ¿dormiste bien Horo horo?- le preguntó con una fingida amabilidad en su voz.
- ...¿Ahh?... sí, he dormido muy bien... "esperen un segundo"- se dijo en su mente- "yo la conozco, sí la he visto en una parte..."- sólo le valió unos segundos más para que el shaman del norte se diera cuenta de quien estaba en frente suyo.
- ¡Anna!- el chico saltó espantado del futón, Yoh que asomó temeroso su cabeza por la puerta luego tuvo que apartarse ya que Horo horo cayó estrepitosamente y trató de huir gateando de las manos de Anna, Yoh tuvo que salir en su defensa.
- ¡Espera Anna, todo fue culpa mía¡en serio!- en tono suplicante.
- ¡Tú cierra la boca!- le espetó, la enojada rubia, quien no se había movido de donde estaba- ¿por qué tenías que dormir en mi recamara?- se dirigió a Horo horo- ¡se supone que hay muchas más en esta pensión!
- ¡Lo siento mucho, de verdad no pasará de nuevo¡pero por favor no me eches de aquí!- rogando, se acercó de rodillas y juntó las manos- te prometo que haré todas las tareas del hogar, voy a limpiar, a lavar, a cocinar, a barrer, sacaré a pasear a zolobino¡pero no me botes de aquí por favor!- la itako que miraba aburrida al muchacho, no le respondió, sin embargo salió de su alcoba. Manta que recién había desocupado el baño, salió y preguntó: ¨¿Por qué? Tanto alboroto, todavía es temprano ¨- hasta que vio a Yoh con una expresión de miedo, a Horo horo en suelo, y a la joven rubia, al igual que el chico Ainu exclamó con pavor.
- ¨¡Anna!¨, no... no sabía que llegarías tan pronto- dijo con una sonrisa nerviosa.
- Inmediatamente, vayan a limpiar todo ese desastre, en la sala- ordenó Anna, todos asintieron y fueron a trabajar. Ryu, Fausto y Len quienes se despertaron a causa de la bulla que se formó, al salir se toparon con Anna, los tres ya sabían lo que debían hacer: también tendrían que limpiar la sala, le dieron tímidamente los buenos días y se apresuraron en acompañar a los otros.
Dos horas después la sala y la cocina estuvieron impecables, Ryu había preparado un buen desayuno, en el transcurso del día todo había marchado tranquilamente, los chicos tenían el permiso de quedarse en la pensión todo el tiempo que se les plazca, siempre y cuando cumplían con sus tareas designadas, el único que no tenía que hacer nada era Len Tao, ya que le pagó muy bien a Anna. Ya pronto vendría el atardecer, Yoh tuvo que ir a hacer las compras para la cena, acompañado de Manta. Y cuando se dirigía al supermercado, le extrañó mucho ver que en los postes de luz cerca de su casa se habían posado varios cuervos, Anna también lo notó cuando miró por su ventana, así que también ella salió.
En Fumbari el sol caía lentamente, mostrando un hermoso ocaso, el viento comenzaba a soplar fuertemente, haciendo agitar las ramas de los árboles. Un muchacho de apariencia extraña, se aproximaba a paso lento, y con una mirada astuta contemplaba el frontis de la pensión Asakura, esbozó una sonrisa torcida, al encontrar el lugar que tanto había buscado, sí ese era el lugar, pero ¿qué es lo que quería de ahí?.
Adentro todos conversaban animadamente sin advertir la llegada del muchacho, Len Tao, quien era el más perceptivo de todos, logró notar la presencia del extraño, sin duda alguna era un shaman.
- Alguien está aquí- anunció de repente, interrumpiendo la conversación de los demás, no se trataba de una persona confiable, más bien emanaba una fuerza desconocida, se podría decir peligrosa, que ya todos podían percibirlo. De inmediato, los shamanes se pusieron de pie y salieron al encuentro del extraño. Lo vieron, gran parte de su rostro estaba oculta por la capucha negra que llevaba sobre su cabeza, y esta le hacía resaltar un aspecto siniestro, sin embargo fue el primero en hablar.
- ¿Está aquí Yoh Asakura?- preguntó con voz grave.
- ¿Quién es el que lo busca?- Horo horo se atrevió a inquirir.
- Eso no les conviene a ustedes- contestó fríamente- solo les pregunté si está Yoh Asakura, y solo quiero que me contesten si está o no.
- Él no está¿pero quién eres tú?- esta vez el que preguntó fue Ryu.
- No les interesa, esperaré a Asakura- dijo con tono de voz aún más desagradable. Los shamanes estaban desconcertados¿pero de dónde salió este tipo, se hacían la misma interrogante. Horo horo que no soporta ese tipo de actitudes, lo encaró.
- ¡Pero quién demonios te crees que eres¿¡cuál es tu problema al no decirnos tu nombre?...
- ¡Sólo quiero saber quién rayos es ese maldito Asakura!- lo interrumpió- y no quiero perder la paciencia con una bola de pelmazos ridículos¿está claro?- replicó de manera abrupta, mirándolos a todos con desprecio.
- ¡Cómo te atreves insolente?- exclamó Ryu, algo ofendido, sin embargo Horo horo, ya quería estrangularlo
- ¡Voy a darle su merecido!- el chico Ainu, ya estaba preparado para propinarle una golpiza, pero fue tomado de los brazos por Ryu y Fausto- ¡suéltenme!- gritaba, sin embargo el sujeto se burlaba por lo bajo.
En ese momento, Yoh y Manta llegaban cargando las compras, pero pararon en seco cuando vieron al desconocido, este dio media vuelta y se encontraron frente a frente.
- ¿Eres tú Yoh Asakura?- preguntó ansioso.
- ¡Don Yoh¡no se confié de él, tenga cuidado!- gritó Ryu.
- ¡Así que eres tú!- el tipo sonrió nuevamente.
- Sí, soy Yoh¿y tú quién eres?...
- Perfecto- sólo murmuró en tono triunfante, y sin previo aviso apareció un espectro, que tomó forma: era un gigantesco y aterrador cuervo, que emitió un chillido ensordecedor, produciendo un onda de viento muy fuerte. Yoh ordenó a Manta en medio de ese viento huracanado que se dirigiera a un lugar seguro, el pequeño accedió y corrió hacia la calle. Luego el muchacho fue atacado sorpresivamente por la horrenda ave, siendo aventado al suelo, sus amigos invocaron a sus espíritus para ir en su ayuda, sin embargo, Len Tao, los detuvo.
- Esperen, no se entrometan en esto- les exigió.
- ¡Estás loco?- le gritó Horo horo, que quedó atónito- ¡cómo vamos a abandonarlo?
- Yoh puede arreglárselas solo- él pronto se defenderá- los demás no sabían que hacer o qué decir, simplemente se volvieron en los espectadores del combate que no demoró en empezar. Yoh llamó a su espíritu Amidamaru, quien trajo su espada. Este la desenvainó, y arremetió contra el ave
Manta encontró a Anna en el camino, le contó de manera desesperada, sobre la aparición de un extraño y peligroso sujeto en la casa, la muchacha ya lo había presentido. Rápidamente la rubia seguido por Manta corrieron en dirección a la pensión.
Los jóvenes continuaban en la pelea, ninguno de los dos dio su brazo a torcer, estaban a la par, y el que diera un mal paso, sería el vencido. Hasta que hubo una pausa, los dos un poco agotados, aún permanecían en posición de defensa, con la mirada fija en el otro, los demás estaban en un momento lleno de tensión. Sin embargo, Anna apareció en la escena de la batalla, Yoh y el sujeto advirtieron la llegada de la joven que los miraba desconcertada y a la vez con cierta preocupación.
- ¡Anna, no te acerques¡es peligroso!- Yoh muy alarmado le avisó. Sin embargo la joven no le prestó atención y mantuvo sus ojos fijos en el desconocido, caminó hacia Yoh, pero sin desprender su vista en el otro. No era normal ver algo de temor en los ojos de Anna, pero en ese momento la veían así.
- ¿Qué haces aquí?- le preguntó al extraño. Este se bajó la capucha, y al fin se dejaba ver completamente, era un joven que tendría aproximadamente la edad de ellos, tenía el cabello muy oscuro, y la tez pálida, además de ser poseedor de unos hermosos ojos grises, el chico podía ser el equivalente a Len Tao, era muy bello. No obstante, él la miraba fascinado, ya no le importaba la maldita batalla, había Emocionadoencontrado a la persona que tanto deseaba ver dijo:
- Anna... -caminó hacia ella con el ademán de querer abrazarla ante de todos en el especial la de Yoh.
PRESENTE ( °.°)
¡PAPAAAAAAAAAAAAAA¡.- DIJO LA PEQUEÑA KEIKO.
Q que pasa.- dijo sobresaltado.
Hace 15 minutos q te estoy llamando y no me haces caso.- dijo apunto de llorar.
No lo q pasa esque estava contando a mis amigos una historia.- dijo llevnado a la pequeña a su regazo.
A ¿Cuál? Blanca nieves.- dijo keiko.
Eh no.- dijo con gotitas
La cenicienta.- dijo keiko.
Tampoco.- dijo – leiko lo q le contava era algo sobre lo q me paso.
Ah.- dijo decepcionado- entonces es aburrida o tonta, me voy con mama.- dijo parándose.
Q dijiste.- haciendo cosquillas a su hija.
No me da risa basta.- dijo corriendo llamando a su mama.
Creo q tienes a lidiar con una mini anna yoh.- dijo horo horo.
Ella se pone asi por las noches.- dijo yoh con su clasica risita.
Papa.- esta vez era hanna- me toca q me leas mi historia ya son las 9:00 pm.
Q dijo yoh mirando su reloj.
Creo q ya es muy tarde les termino de contar si puedo. Dijo yéndose con hanna cargado.
Ahí se acomodan en las habitaciones tamao les va a indicar yo me voy a acostar a hanna.- dijo antes de perderse por las escaleras.
5 minutos depuse ya se preparaban para irse a dormir cuando
oigan todos bajaron la cabeza.
Q deseas pequeña keiko.- dijo ryu con dulzura.
Si q deseas – en voz baja engendro.-dijo horo horo.
La pequeña le dirigio una de esas miradas matadoras a horo horo.
Keiko sacando de su espalda su rosario se la ato al cuello de horo horo.
Escuchame bien si me vuelves a llamar asi no viviras para contarlo.
Horo horo paso saliva.
Ahora diganme adonde se fue mi papa.- dijo keiko no soltando a horo horo al contrario lo apretava con mas fuerza.
Se fue hace 5 minutos con tu hermano le dijo.
Ya veo.- soltando un poco a horo horo.
Keiko q haces.- entro anna.
Yo nada mama .- soltando rapidamente a horo horo.
Segura.-dijo levantando la ceja.
Si solo buscava a papa.- dijo alzando las manos para q su mama la carge.
Esta con tu hermano durmiendo lo mismo q deberias estar haciendo tu no es hora para q estes despierta.- dijo acomadandola en su pecho.
Hasta mañana.- dijo anna.
Si hasta mañana.-con un tono de nada amable.
Bueno aquí termina el 3 cap espero q les guste cualquier rewies es bien aceptado bueno nos vemos zayonaraaaaaa.
