Capitulo Trece
SUEÑOS Y MIRADAS
En el Gran Comedor, el bullicio era como siempre a la hora del almuerzo. Harry y Ron se sentaron entre Hermione y Neville.
-Ron, será que ahora si te dignaras a terminar tus deberes?...pregunto Hermione con cara de pocos amigos.
-Si Hermione, esta tarde haré mis deberes...dijo Ron con tono aburrido. Evito mirar a Hermione porque sabia que esa actitud la ponía furiosa.
-Si te molesta que te recuerde que debes estudiar para aprobar el curso, avísame, y te aseguro que no te me preocupare más por ti...dijo Hermione ofendida.
Ron suspiro, le tomo la mano a Hermione y la beso dulcemente. Lo menos que quería era molestarla aunque a veces lo sacara de sus casillas.
-Lo siento. Es que estoy cansado por el entrenamiento. Tu sabes que no me molesta que te preocupes por mi, que haría yo sin ti...dijo Ron melosamente.
Hermione sonrió y continuo comiendo. Harry también sonrió. Ron tenia razón que harían ellos dos sin la ayuda de Hermione. A el también le faltaban algunos deberes, aunque la noche anterior los había adelantado bastante. En ese momento entraba Dean. Se paro frente a Harry. Lo miro fijamente. Impresionaba furioso. Respiraba con un poco de dificultad. Estaba pálido y sudoroso, como si hubiese corrido. Sus manos estaban cerradas formando un puño.
-Dean que te pasa? Te ocurre algo?...pregunto Harry levantándose.
Hermione,
Ron, Neville, Colin, Pavarti, Lavander y Seamus se percataron de lo
que sucedía y dejaron de comer y charlar. Miraban fijamente a
Dean
Dean respiro profundamente, sus manos se aflojaron. Se dio la
vuela y se marcho. Harry intento seguirlo pero Seamus lo detuvo.
-No Harry déjalo, yo veré que le pasa...Seamus se fue tras Dean.
Ron lo tomo del brazo y lo obligo a sentarse. Harry recorrió la mesa con la mirada y solo en ese momento se percato que Ginny no estaba. Los demás lo miraban de forma acusadora, como si el tuviera la culpa de lo que le pasaba a Dean.
-Que esta pasando?...pregunto Harry algo molesto.
Nadie contesto. Sus compañeros de Griffindor continuaron con su almuerzo y su charla. Hasta Ron y Hermione trataron de ignorarlo.
-Ustedes saben algo. Díganme!...dijo Harry tomando a Ron por el brazo apartándolo de la mesa.
-Ahora no Harry, luego hablamos. Termina tu almuerzo...dijo Hermione en tono bajo y determinante.
Harry perdió el apetito. Ya le extrañaba que había tardado mucho en ser el centro de problemas. Sentía rabia. Ya era bastante saber que Voldemort estaba cerca planeando como matarlo o matar a cualquiera, para también ahora tener que lidiar con líos de chicas. Si Dean estaba molesto con el por Ginny, hablaría con el, le explicaría que entre Ginny y el no había nada, que a el no le interesaba tener amoríos, el no estaba para eso, el no sentía nada por ella. Sin embargo una duda surco por su mente. ¿Realmente no quería nada con Ginny, ¿realmente no sentía nada por Ginny?. Comenzó a dolerle la cabeza. Se sintió mareado. Abandono el Gran Comedor. Al llegar al vestíbulo sintió una puntada de dolor que lo hizo perder el equilibrio. Su cicatriz le quemaba. Se aferró a una columna.
-Harry, Harry...dijo Ron que lo había seguido.
Escucho la voz de Ron como si estuviera a metros de distancia. Pensó que caería al suelo, pero sintió como alguien lo sostenía para evitar el golpe. De repente todo se nublo.
Harry abrió los ojos. Todo estaba oscuro. Miro a su alrededor, veía borroso. Se sentó, busco sus gafas en la mesa cercana a la cama, Se las coloco. Estaba en la enfermería. Solo. Una figura estaba de pie en una esquina de la habitación. La vio acercarse. Su cicatriz volvió a dolerle. Era alguien alto, llevaba un sobretodo negro, una capucha cubría su cabeza y su rostro. Unas manos muy delgadas, con dedos largo de un color pétreo retiraron lentamente la capucha. Unos ojos rojos parecieron iluminar la habitación. El corazón de Harry comenzó a latir rápidamente, su garganta estaba seca. Era Voldemort. Había venido a matarlo. ¿Pero como había entrado?. A cuantos ya había liquidado. Hurgó entre sus ropas.
-Es esto lo que buscas?...pregunto Voldemort en forma burlona, mostrándole una varita...creo que no vas a necesitarla. La coloco entre sus dedos y la partió.
El crujido que hace la madera al romperse, se escucho por todo el recinto. El dolor de la cicatriz se agudizo. Una vez más Harry debía demostrar que no tenía miedo.
-Creíste que practicando Oclumancia te librarías de mi...Dumbledore ha perdido su toque...Voldemort rió a carcajadas.
Ese sonido penetraba cada rincón del cuerpo de Harry. Era como si le aplicara la maldición Crucio. Cerro los ojos. Un sonido extraño llegaba a sus oídos.
-Harry, Harry...
Alguien lo zarandeaba. Abrió los ojos, gotas
de sudor rodaban por su cara. Recupero poco a poco sus sentidos.
Alguien le alcanzo sus gafas. Se las coloco. Dumbledore lo miraba
fijamente, Madame Ponfey y la profesora McGonagall estaban, una a
cada lado de la cama.
Se incorporo violentamente. Dumbledore
parecía impresionado un poco por esta actitud. Harry recorrió
la habitación con la mirada, buscando rastros de Voldemort,
pero comprendió que había sido un sueño. Como
leyendo sus pensamientos Dumbledore dijo:
-Ha sido solamente un sueño...su mirada reflejaba preocupación.
-Usted esta seguro...dijo Harry con un hilo de voz, le había parecido tan real que aún sentía latir su corazón.
-Estoy seguro. Ahora descansa Harry. No es momento para explicaciones...dijo Dumbledore levantándose del borde de la cama donde se encontraba. Miro a la profesora McGonagall y aunque no dijo nada, ella asintió con la cabeza. Madame Ponfey le dio a Harry un vaso que contenía una sustancia blanquecina.
-Es para que duermas sin soñar...dijo Madame Ponfey al ver la cara de Harry.
Harry la tomo y bebió, era la misma posición que había tomado cuando había vuelto del cementerio en la tercera prueba del Torneo de los Tres Magos. Un sueño profundo lo invadió.
Ginny caminaba de vuelta al Castillo, ya había oscurecido. Aun se sentía triste. Pero había tomado una decisión y eso ya era un poco de alivio para su alma. Cuando se disponía a ascender por las escaleras de la entrada principal, vio una sombra que se deslizaba por el ala oeste del castillo con rumbo al bosque prohibido. Decidió seguirla. La vio adentrarse en un oscuro paraje. La luna estaba llena. Pensó que podía ser el Profesor Lupin, por lo que desistió. Retrocedió sobre sus pasos. Sin embargo escucho un ruido de pasos que se acercaban. Miro a sus espaldas, por otro sendero cerca de la cabaña de Hagrid, aparecía una figura humana. Sintió miedo. Sus piernas no respondían para iniciar la huida. La figura se acerco a ella.
-Que hace ha esta hora una dulce niña fuera de su cama,...dijo alguien arrastrando las palabras.
Ginny suspiro aliviada aunque algo molesta al descubrir que solo era Malfoy. Se dio la vuelta para proseguir su camino de regreso al castillo.
-Te hice una pregunta pequeña Weasley, acaso me andas siguiendo?...dijo Malfoy mientras la tomaba del brazo.
-No seas estúpido, yo no tengo porque estarte siguiendo...dijo Ginny molesta y tratando de safarse de Malfoy.
-No tienes porque molestarte conmigo. No soy yo quien te ha hecho llorar toda la tarde...dijo Malfoy con un tono de voz muy suave y sin apartar sus ojos grises de los de Ginny, era como si estuviera adentrándose en sus cerebro.
Se sintió relajada. Ya no le importaba mucho que Malfoy la tuviese tan cerca de el. A duras penas pudo articular palabra
-No se de que hablas. Déjame regresar al castillo, por favor.
-Ginny eres mucho más importante que ese Harry Potter. Debes abrir tus ojos, tu mente. Déjate cuidar, yo te quiero cuidar...continuaba Malfoy con ese tono de voz que endulzaba cada fibra del cerebro de Ginny. Sin embargo un dejo de cordura llego a ella y se separo bruscamente.
-Suéltame. No me mires así. ¿Tu cuidarme a mi?. Me crees idiota. Tu Draco Malfoy, que no te cansas de insultar a mi familia y menospreciar a mi hermano Ron. Tu que eres...TU...no podía continuar, había vuelto a mirar esos ojos grises. Otra vez se sintió débil.
-Las cosas pueden cambiar. A veces el amor puede cambiar las cosas...dijo Malfoy acariciando su rostro.
"¿El amor, ¿Cuál amor?", se preguntaba Ginny retumbando en su cabeza las palabras de Malfoy. Sabia que Malfoy de alguna manera la estaba dominando. El no era más fuerte que ella. No podía dejarse dominar. Cerro los ojos para evitar el contacto visual, y lo empujo. Luego usando la poca energía que le quedaba, corrió.
No supo como había logrado llegar hasta la sala común. Respiraba con dificultad. Sentía un dolor en el costado izquierdo de su torax. Se sentó en una butaca cerca de la chimenea. Cerro los ojos. No lograba entender que clase de magia era la que Malfoy había empliado en ella. Pero de seguro era magia negra. Tenia que tener cuidado como Lupin le había dicho. Malfoy era peligroso, no era de confiar. Recordó esos ojos grises y sintió un estremecimiento. Alguien coloco una mano sobre su hombro. Se sobresalto.
-Disculpa Ginny, no fue mi intención asustarte. Te encuentras bien?...dijo Ron acercando una silla.
-Si, si, tranquilo estoy bien...dijo Ginny rápidamente, para que Ron no sospechara nada.
-Estas segura?. Me contaron lo que paso entre tu y Dean...dijo Ron con tono suave. Imaginaba que su hermana no debía de encontrarse bien, por lo que la había esperado, para hablar con ella...puedes confiar en mi, soy tu hermano.
Ginny lo miro y el le sonrió. Lo abrazo fuertemente y cuando el también lo hizo, ella comenzó a llorar.
Ron se sintió triste. Su
hermana estaba sufriendo y sabia que no podía hacer mucho.
Pero no quería que se sintiera sola, como en su primer año,
con todo el lió de Tom Riddel.
Ginny sabia que Ron no podía
ayudarla, pero su compañía era muy reconfortante.
Al
cabo de unos minutos, Ginny se separo de Ron y el tiernamente seco
sus lagrimas.
-Te sientes mejor?...dijo Ron dándole un beso en la frente.
-Si. Gracias por estar aquí...dijo Ginny sonriendo...termine mi relación con Dean.
-Quizás sea lo mejor...dijo Ron bajando la mirada. No podía disimular que la noticia le agradaba.
-Se que te alegras...dijo Ginny mirando a su hermano con picardía.
-Bueno, tu sabes...Dean no es una mala persona...pero tal vez tu te merezcas a alguien mejor...dijo Ron mientras sus orejas se tornaban rojas.
-Alguien como Harry...dijo Ginny levantando el rostro de su hermano para encontrar sus ojos.
-Si, serian una gran pareja...dijo Ron alegremente.
-Sabes que Harry no me quiere...dijo Ginny con un tono melancólico.
-Claro que te quiere. Solo que esta confundido. Los vi cuando bailaban en la ceremonia de aceptación. Debes darle tiempo...dijo Ron tomando las manos de Ginny entusiastamente.
-No Ron. Harry solo me ve como la hermana menor de su mejor amigo, quizás como una amiga.
-Pero el salvo tu vida, ¿te acuerdas?...dijo Ron esperanzado.
-No lo hizo por amor a mi, lo hizo por ti, por nuestra familia, por el colegio... "quizás en el fondo hasta por el mismo, para hacerse el héroe"...al pensar esta última frase, Ginny sintió que algo andaba mal. Un sentimiento extraño abrazo su corazón.
-Ginny, yo se que Harry te quiere, debes tener paciencia...dijo Ron
-Es tarde. Mañana comienza una nueva semana. Es hora de dormir...dijo Ginny levantándose del sillón. No quería continuar hablando de Harry
Ron la siguió pero en ese momento recordó algo
-Ginny, ¿tu no sabes que Harry esta en la enfermería?
