Capitulo Catorce

LA CITA CON SNAPE

A la mañana siguiente una lluvia torrencial acompañada de fuertes vientos azotaban el castillo. Harry terminaba de vestirse. Dobby entro en la enfermería de manera entusiasta, trayendo una túnica recién planchada.

-Dobby le trae a Harry Potter su túnica, señor...dijo Dobby inclinándose ante Harry

El sonrió al ver al elfo domestico, quien desde muy temprano le había traído ropa limpia. Quería ir a su primera clase, para no dar motivos de más comentarios, que ya debían de estar circulando por todo el colegio. Estaba molesto por haber pasado la noche en la enfermería, pero Dumbledore había insistido. No entendía lo que le estaba pasando. No era igual a lo que le había acontecido meses atrás. Tenia la esperanza de que su reunión con Snape en la tarde aclarara todo, aunque fuese un poco, era la única razón por la que acudiría a la cita. Tomo la túnica que le ofrecía Dobby, cuando alguien entro en la enfermería.

-Hola...dijo Ginny tímidamente.

-Hola Ginny...dijo Harry un poco sorprendido por la visita, pero no muy molesto.

-Harry Potter, quiere que Dobby traiga algo más para el, señor...dijo Dobby tomando el pijama que Harry había dejado sobre la cama.

-No Dobby, muchas gracias. Esta bien así...dijo Harry sin poder apartar la mirada de Ginny.

-Dobby se retira entonces, señor...dijo el elfo domestico abandonando la habitación.

Harry y Ginny se miraron por varios segundos sin atreverse ninguno de los dos a iniciar la conversación.

-Te sientes mejor?...dijo Ginny

-Tu como has estado?...dijo Harry

Ambos rieron al percatarse que habían comenzado a hablar al mismo tiempo.

-Ron me contó lo que te paso, acaso tus pensamientos y los de Voldemort siguen conectados?...dijo Ginny

-No lo se. Soñé con el, pero fue solo eso un sueño, aunque Dumbledore no piensa igual...dijo Harry terminando de abrocharse la túnica.

-Harry, yo se que quizás este no sea el momento...pero necesito hablar contigo...dijo Ginny mirando al suelo.

-Sobre qué?...pregunto Harry un poco asustado. No quería imaginárselo. Porque creía tener la certeza de saberlo.

En ese momento entro Mademe Ponfey.

-Como amaneciste Potter, te sientes mejor?...pregunto mientras examinaba a Harry.

-Bien, muy bien, gracias...dijo Harry zafándose bruscamente de las manos de madame Ponfey.

-Me alegro entonces. Debes apresurarte, pronto será la hora del desayuno...dijo Madame Ponfey seriamente mirando un reloj de arena ubicado sobre una pequeña columna.

Se despidieron de Madame Ponfey. Iban en silencio, camino hacia el Gran comedor. Sin embargo Harry no pudo resistir la tentación de preguntar:

-Me parecio que Dean estaba molesto la otra tarde, ¿por qué?...dijo Harry con tono ambiguo.

"¡Harry se dio cuenta!", pensó Ginny entusiasmada. Pero tratando de asumir una actitud normal dijo:

-Por la foto que salió en el diario el profeta...dijo Ginny poniéndose colorada.

-La foto, ¿cuál foto?...pregunto Harry intrigado.

En ese momento la profesora McGonagall apareció por un pasillo que desembocaba en el que caminaban Harry y Ginny, quienes se sorprendieron al verla.

-¿Qué pasa muchachos, por qué esa cara, Acaso nunca antes me habían visto...dijo la Profesora McGonagall con su habitual tono severo pero con un brillo en sus ojos.

Harry y Ginny se miraron y sonrieron.

-Potter por favor no te olvides de la reunión con el Profesor Snape esta tarde a la seis, será en su despacho. Srta Weasley acompáñeme, necesito hablar con los prefectos...dijo la profesora McGonagall caminando con paso apresurado por el corredor, dirigiéndose a su despacho.

-Adiós Harry, luego hablamos...dijo Ginny algo triste por terminar la platica con Harry. Pero quizás era mejor así. No sabia si lo que pensaba hacer era buena idea. La noche anterior había estado muy segura de su decisión, pero analizando la perspectiva de tener a Harry en frente, ya no se sentía tan valiente.

Harry se despidió con un movimiento de su mano. Miro su reloj, que le había regalado Hermione en su cumpleaños. Tenia que apurarse si quería desayunar, antes de entrar a la primera clase. Sin embargo al imaginarse la cara de todos y hablando en susurros sobre el, desistió de la idea. En el recreo quizás podría ir a las cocinas y pedirle a Dobby algo de comida.
Se encamino hasta el aula de Transformación, estaba sola. Se sentó en unos de las mesas centrales. Mirando hacia la pizarra distraídamente, se fijo en algo. Una imagen comenzó a dibujarse. Pestañeo varias veces para comprobar que su visión estaba bien. La imagen se volvía corpórea. Era una serpiente verde. Sus ojos amarillos lo miraban, abrió la boca mostrando unos colmillos blancuzcos y afilados. Se abalanzo sobre Harry sin darle tiempo a reaccionar por la sorpresa. Callo de espaldas contra el duro suelo del aula. El grito que salió de su garganta resonó produciendo eco. Abrió los ojos y sintió vértigo. Todo daba vueltas a su alrededor, sentía como si el piso se lo tragara. Poco a poco su corazón recuperaba su ritmo normal. No encontraba las fuerzas para moverse, permaneció allí tendido varios minutos. Rogó profundamente. que el primero que entrara por la puerta fuera Ron. Agudizo sus oídos para escuchar algún movimiento extraño. Parecía que todo estaba en calma. Sintió mucha angustia. Una vez más se preguntaba:"¿Me estaré volviendo loco?". Como pocas veces su deseo se hizo realidad, Ron había salido a la enfermería al ver que Harry no había ido a desayunar y al no encontrarlo, algo le dijo que estaría en el aula de transformaciones.

-Harry, Harry, ¿qué ha pasado?...dijo Ron mientras corría hacia Harry.

Lo ayudo a levantarse. Harry instantáneamente miro hacia la pizarra y luego a su alrededor. No había rastros de ninguna serpiente. Ron lo miraba asustado.

-Estoy bien, solo me caí...dijo Harry poniendo nuevamente la silla en su puesto.

-Harry, no me mientas, ¿qué te paso?...dijo Ron tomando a Harry por un hombro y obligando a que lo mirara.

-No ha pasado nada, solo me caí...volvió a repetir Harry, pero más como para asegurarse el mismo que había sido una alucinación.

En ese instante entraron los demás alumnos. Tomaron sus asientos. Ron no dejaba de mirar de reojo a Harry. Hermione se dio cuenta que Harry y Ron actuaban extraño.
En el descanso, antes de entrar a la clase de Defensa contra las Artes Oscuras, Hermione manifestó su desconcierto ante la actitud de ambos amigos.

-¿Que les pasa, están muy raros esta mañana?

-Harry nos esta ocultando algo. Cuando fui a buscarlo me imagine que estaba en el aula de transformaciones. Estando a pocos metros escuche un grito y corrí, y lo encontré boca arriba tirado en el suelo, pálido y sudoroso. Pero el dice que no fue nada...dijo Ron de mal humor.

-Te dije que no paso nada. El grito fue porque perdí el equilibrio y no pude evitar caerme...dijo Harry tratando de que su voz sonara normal. NO quería contarle nada a sus amigos hasta que el mismo se aclarara.

-Eso es mentira y lo sabes. Acaso ya no confías en nosotros...dijo Ron con tono ofendido.

-Harry, sabes que puedes contar con nosotros. Quizás si nos cuentas lo que paso, podamos ayudarte...dijo Hermione quien tampoco se creía la explicación de Harry.

-Estoy cansado de que siempre piensen que a mi alrededor pasan cosas raras. Me tratan como si me estuviera volviendo loco...dijo Harry atropellando las palabras.

-Nadie a dicho, ni pensado que te estas volviendo loco...dijo Ron pausadamente, tratando de no exasperar el carácter de Harry.

-Harry, por Dios, no seas tan inmaduro. No te das cuenta que solo nos preocupamos por ti...dijo Hermione perdiendo la paciencia.

Ron la miro con ojos exaltados. Ese comentario seguro molestaría a Harry.

-Ahora resulta que soy un inmaduro...comenzó a decir Harry a gritos, cuando la campana de inicio de clases sonó. Camino apresuradamente, dejando a sus amigos atrás. Sabia que no se había comportado bien, pero quizás así lo dejarian tranquilo.

-No debiste hablarle así, vistes como se puso?...dijo Ron quien tomo la mano de Hermione mientras atravesaban el patio, con rumbo al aula de clases.

-Es que me impacienta la actitud de Harry. Acaso no ve que nos preocupa. Están pasando cosas muy raras...dijo Hermione con tono preocupado.

-Lo se, pero así no vamos a conseguir que nos cuente nada. Algo paso en el aula de Transformaciones. Estaba muy asustado...dijo Ron en voz baja para evitar que algunos alumnos que pasaban cerca de ellos los oyeran.

-Pero que seria lo que paso. Seria que vio u oyó algo?...dijo Hermione pensativamente...Harry no te ha comentado si ha vuelto a tener aquel sueño?

-No, ¿por qué, crees que tenga relación con lo que esta pasando?...pregunto Ron intrigado.

-No se, tal vez...dijo Hermione.

Habían llegado al aula. Divisaron a Harry y se sentaron uno a cada lado de el.
Harry los miro y se alegro de que sus amigos estuvieran allí con el.

-Lo siento...dijo algo apenado.

-Ya nos estamos acostumbrando...dijo Ron sacando su varita de la mochila.

En ese momento entro Lupin, se veía ojeroso y muy pálido. Harry recordó que había luna llena.

-Buenos días muchachos, hoy vamos a comenzar a estudiar los conceptos básicos de la magia negra...dijo Lupin quien tomaba su varita y apuntaba al pizarrón donde aparecieron varias palabras...comencemos por definir que es magia negra. A ver Hermione.

Como siempre Hermione era la única en levantar la mano. Se paro y con voz clara dijo:
-La magia es el arte de producir por medios extraordinarios y ocultos, efectos contrarios a las leyes naturales, en el caso de la magia negra es la que tiene por objeto la evocación de los demonios. También se le conoce como artes ocultas.

-Excelente Hermione, diez puntos para Griffindors. Es importante que sepan que la magia negra o las artes ocultas necesitan de una mayor preparación y que no debe existir ningún sentimiento noble al practicarlas, se realizan con la finalidad de dañar, dominar o matar.

-Como las maldiciones imperdonables?...pregunto Neville tímidamente.

-Si, son casi el mismo principio básico, con la diferencia que aquí no se usa la varita mágica, sino la mente. Y que pueden ser utilizadas clandestinamente, solo se necesita el contacto visual. Sin embargo no es materia de esta clase que ustedes aprendan a usarla, sino a defenderse de ellas. Aprenderán a bloquear su mente, para que no puedan dominarlos.

-Aprenderemos Oclumencia?...pregunto Hermione muy entusiasta.

-No, eso es para el nivel de EXTASIS. Simplemente aprenderán a poner su mente en blanco y a evitar ser manipulados.

Lupin continuo su clase, Harry ponía mucha atención, quizás en algunas de las explicaciones de Lupin estaba la clave para lo que le estaba pasando.

Faltaban diez minutos para la seis de la tarde, cuando Harry salió de la torre de Griffindor con rumbo al despacho de Snape. No se sentía muy animado ante la idea de estar a solas con Snape, pero la curiosidad era enorme, por saber de que quería hablar con el.
Toco la puerta. La voz de Snape se escucho decir:

-Pase.

Al entrar Harry se llevo una sorpresa al ver allí al profesor Dumbledore, a la profesora McGonagall, a Moody y a Lupin.