Capitulo Dieciséis

LLUVIA DE LAGRIMAS

Al día siguiente durante el recreo Harry, Ron y Hermione comentaban todo lo que el chico que vivio les había contado la noche anterior.

-Pero aún no entiendo como es eso de que te arrebatara el alma?...decía Ron rascándose suavemente la cabeza como meditando lo que había dicho.

-Yo lo que no entiendo es eso de sacar algo de mi inconsciente para mi conciente...dijo Harry tocándose la cicatriz, que le escocia desde su conversación con Malfoy y había sido una de las causas por lo que no había dormido bien.

-Eso se llama Hipnosis...dijo Hermione mientras leía un libro grueso de pasta negra.

-Hipno...¿qué?...dijo Ron asombrado.

-Hipnosis. Es un método muggle que usan los psiquiatras para resolver traumas de la siquis...dijo Hermione muy desenvuelta como quien explica el uso del cepillo de dientes.

-Por Dios Hermione, háblame en español ¿quieres?...dijo Ron algo enfadado...que es psitraquias y quisis?

-Psi-quia-tra, es un sanador muggle que resuelve los problemas de la siquis, de la mente...dijo Hermione pacientemente.

-He oído hablar de eso...¿crees que alguien esta usando Hipnosis en mi?...pregunto Harry algo abrumado.

-No Harry, como crees, eso no es así tan fácil...dijo Hermione tratando de contener la riza.

-No te burles...dijo Harry enfadado.

-Lo siento Harry, no quiero burlarme, es solo que me causa gracias. NO te acuerdas que Lupin nos explico que se puede hacer magia sin necesidad de usar la varita. Se puede hacer magia con la mente. Alguien esta manipulando tu mente, pero no como la maldición Imperius porque necesitaría estar cerca, muy cerca de ti. Lo están haciendo de otra forma, que aún no nos han explicado y yo no he logrado encontrar...dijo Hermione volviendo a abrir el libro de llevaba en las manos.

Harry y Ron se miraron y este último puso los ojos en blanco e hizo como si se sintiera mariado. Harry sonrió.

-...pero tiene que estar aquí en Hogwart...continuo diciendo Hermione como si no hubiese dejado de hablar.

-Quien?...pregunto rápidamente Ron

-La persona o las personas que están tratando de alterar a Harry, es que no me has escuchado...dijo Hermione enfadada ante el despiste de Ron.

-Malfoy debe saberlo, quizás hasta el mismo los este ayudando a entrar...dijo Harry buscando con la mirada a Malfoy.

-No entiendo como Dumbledore dejo que volviera a Hogwart y más si sospechan que es un espía de quien ustedes saben...dijo Ron dando una pequeña patada en el suelo molesto.

-Dumbledore debe tener sus razones, quizás piensa que así lo puede tener vigilado...dijo Hermione volviendo a leer su libro.

-Baa, yo creo que a Dumbledore le esta afectando la vejes...dijo Ron haciendo movimientos laterales con la cabeza.

-Ron no seas grosero. Como hablas así de Dumbledore, cuando fue uno de los que apoyo la idea de que tu padre fuera Ministro de Magia...dijo Hermione ofendida.

-OH esta bien, defensora de los desvalidos...dijo Ron dándole un beso en la mejilla a Hermione.

-Snape es el único que lo defiende. Solo se que Malfoy ya no es el mismo...dijo Harry retomando el tema.

-Siempre he pensado que Malfoy es un idiota. Como puede alguien cambiar en dos meses. Quien ustedes saben debe haberle lavado el cerebro...dijo Ron con tono preocupado.

El trio de amigos quedaron en silencio meditando las palabras de Ron. Una campana anuncio el fin del recreo.

A la hora del almuerzo, en el gran comedor, la mesa de Griffindors estaba llena. Ginny llegaba apresurada, debía comer rápido para volver a la biblioteca. Neville le hizo una seña para que se sentara junto a el, pero al llegar hasta allí, se dio cuenta que también se sentaría al lado de Dean. Retrocedió para buscar otro asiento.

-Ven Ginny siéntate, todo esta lleno...dijo Dean amablemente.

-No quiero incomodar...comenzó a decir Ginny ruborizándose.

-No digas tonterías Ginny...dijo Dean señalando el asiento.

Ginny se sentó. Su rostro estaba aún más colorado. Dean le sonrió y se volvió para continuar su platica con Seamus y Colin. Neville tenia la mirada clavada en su plato y dijo tímidamente.

-Lo siento Ginny, no me acordaba, no me fue mi intención crear una situación incomoda.

-No te preocupes Neville. Algún día Dean y yo volveríamos a vernos. Fue mejor así...dijo Ginny dándole unas pequeñas palmadas en el hombro a Neville quien sonrió y continuo comiendo.

Ginny vio que más halla estaba Harry junto a sus inseparables amigos. ¿Recordaría Harry que ella le había pedido que hablaran?. Durante el entrenamiento de esa tarde Ginny se había propuesto hablar con el. De repente se sintió nerviosa, pero no se lo atribuyo a su próximo encuentro con Harry. Dirigió sus ojos hacia la mesa de Slytherin. Allí estaba Malfoy viéndola. Ella le sostuvo la mirada. El le sonrió. "Algo se trae entre manos", pensó Ginny pero Neville comenzo a hablarle , por lo que desvió su atención de Malfoy.

El entrenamiento de esa tarde fue bastante duro, el primer partido se acercaba. Harry estaba muy satisfecho con el progreso del equipo como se los hizo saber, en los vestidores:

-Estoy muy contento, todos han puesto mucho de su parte para mejorar y se han superado. Deben tener confianza en sus habilidades. Los felicito.

-Gracias Harry, tu también has sido un muy buen entrenador...dijo Colin con una gran sonrisa.

Todos aplaudieron y comenzaron a retirarse. Ginny le había pedido a Hermione que se llevara a Ron para poder hablar a solas con Harry. Hermione así lo hizo. Harry terminaba de guardar las pelotas en el armario, cuando Ginny llamo su atención

-Harry, quiero hablar contigo...dijo Ginny tímidamente, sus mejillas tenían un suave color rosa.

Harry la miro. Hubo unos minutos de silencio. Harry intuía el motivo de aquella conversación por lo que quería marcharse con alguna excusa, pero ni su voz lograba salir por su garganta, ni sus pies parecían obedecerle.
Ginny sabia que debía hablar rápido o Harry se cansaría. Respiro profundo, tratando de dejar la timidez y el miedo, para no pasar por tonta.

-Harry, recuerdas el día que nos conocimos?...dijo Ginny tratando de romper el hielo.

-Si, claro...dijo Harry recordando aquella niñita que lloraba y reía mientras perseguía el tren.

-Y te acuerdas la primera vez que visitaste la madriguera?...dijo Ginny en tono suave

-Como no recordarlo...dijo Harry recordando a una niña que llegaba a la cocina y que luego huía al ver que el estaba allí sentado junto a Ron.

-Nunca te has preguntado porque era tan tímida ante tu presencia...dijo Ginny acercándose lentamente a Harry.

-Me imagino que era porque no me conocías, pero ahora que hemos compartido más, tu timidez a desaparecido...dijo Harry quien notaba que su corazón comenzaba a latir más rápido al ver que Ginny se le acercaba.

-No era simplemente timidez y tu lo sabes...dijo Ginny colocándose frente a Harry muy junto a el.

Harry podía oler su perfume, a pesar de que aún vestía el uniforme del equipo de quiddicht y que no hacia mucho que habían terminado el entrenamiento. Ella lo miraba con esos hermosos ojos castaños, el podía verse reflejado en ellos. Sintió un enorme deseo de besarla. , otra vez aparecía esa extraña sensación en el estomago Quería dejarse llevar por ese extraño sentimiento, un sentimiento que no podía explicar. Una voz en su interior le gritaba:"bésala, eso es lo que quieres, bésala". Sin embargo un recuerdo lleno su mente y su sentidos, unas palabras retumbaron en su cerebro:

"...solo aquel nacido mientras el séptimo mes esta muriendo, tendrá el poder para vencer al Señor tenebroso...y el lo marcara como su igual...porque uno no podrá vivir mientras el otro exista..."

Harry se aparto, era como si una fuerza invisible los separara. "NO, no puedo, no puedo quererla", pensó Harry Ginny se asusto ante la reacción de Harry. No entendia lo que pasaba.
Harry trato de evitar su mirada. Sabia lo que ella sentía por el y en ese momento el tambien descubrio que sentía lo mismo por ella. Pero su destino era otro. No quería causarle daño a Ginny, ella merecia ser feliz con alguien que le asegurara estabilidad y le pudiera ofrecer un hermosos futuro. Y el no podía hacerlo. Hacia unos meses había descubierto que algún día tendría que enfrentarse a Voldemort porque solo uno de los dos podía seguir viviendo.
Armándose de valor para no flaquear ante sus recién descubiertos sentimientos dijo

-Ginny, estas confundida. Crees que sientes algo por mi, pero eso es solo porque yo soy el mejor amigo de tu hermano y por toda esa tonta fama que se ha desarrollado. El tiempo te ayudara a descubrir que...

-Harry yo te amo...dijo Ginny con voz entrecortada, interrumpiendo a Harry. Ginny no entendia la actitud de Harry, pero por un momento al mirar esos ojos verdes había descubierto que el tambíén la amaba.

Al escuchar la declaración de Ginny, Harry sintió como si un viento cálido lo envolviera. Alguien le había dicho, por primera vez en su vida que lo amaba. Muchas veces había soñado con esas palabras en la boca de otra mujer: su madre y por varios años pensó y anhelo que Cho las dijera. Pero ahí estaba Ginny, una niña que se había convertido en mujer ante sus ojos diciéndole que lo amaba.
Ginny lo abrazo. Harry se dejo abrazar.
Pero nuevamente una fuerza extraña los separo. Harry no entendía que había pasado porque el no había hecho nada, sin embargo era mejor así. Había tomado una decisión.

-Ginny, perdóname si alguna vez hice algo para que ese sentimiento creciera en tu corazón. Perdóname si de alguna manera fortalecí ese sentimiento. Perdóname...perdóname por no poder corresponderte...dijo Harry tratando de que su voz sonara natural, sus ojos se habían humedecido por lo que rápidamente bajo la mirada, tomo su capa y el uniforme escolar y salió de los vestidores.

Ginny se quedo allí parada por un tiempo que ella nunca pudo llegar a precisar. Un silencio inundo la habitación, roto solo por el tintineo de unas gotas de lluvia. Había comenzado a llover copiosamente. Un relámpago ilumino la puerta que conducía el campo de quiddicht. Una brisa helada entraba por cada rincón.
Lagrimas comenzaron a rodar por el rostro de Ginny, nunca había sentido algo como lo que ahora experimentaba. Era como si su corazón no latiera, como si su sangre no circulara por sus venas para mantener el calor corporal. Sintió frió, un intenso frió que la hizo comenzar a temblar, y solo un pensamiento le hacia recordar que aún estaba viva. Harry no la amaba. Por un momento había pensado que el le correspondía. Le había abierto su corazón. Y el la había rechazado. De una manera muy caballerosa y sutil, pero la había rechazado. NO la amaba.
Sus piernas no pudieron sostener más el peso de su cuerpo, sus rodillas se doblaron y chocaron contra el frió suelo. Se cubrió el rostro con las manos para tratar inútilmente de que sus lagrimas no mojaran sus ropas, como afuera lo hacia la lluvia con el césped.
De repente sintió que unas manos la tomaban por los brazos. Pensó que eran ideas suyas, porque estaba segura que no había nadie más en los vestuarios. Aunque...y si era Harry que había vuelto a decirle que la amaba. Se voltio para ver quien era.
Sus ojos se encontraron con unos ojos grises.
Ginny se aparto. Aunque todavía estaba arrodillada, al realizar ese brusco movimiento para separarse de Malfoy perdió el equilibrio y cayo al suelo.
Ginny no tenía fuerzas para enfrentar a Malfoy que estaba allí ofreciéndole una mano para ayudarla a incorporarse. Su rostro y su mirada reflejaban serenidad. Por un impulso que no logro comprender acepto y tomo su mano.

-Cuanto tiempo llevas aquí?...pregunto Ginny horrorizada al percatarse que tal vez Malfoy había sido testigo de todo.

-El tiempo suficiente para confirmar que Potter es un verdadero idiota...dijo Malfoy con tono suave pero arrastrando las palabras como siempre.

-Puedes burlarte como siempre lo haces, no me importa...dijo Ginny tristemente sin evitar que otras vez sus lagrimas mojaran su rostro.

-No estoy aquí para burlarme...dijo Malfoy acercándose a Ginny.

Tiernamente tomo el rostro de Ginny entre sus manos y seco sus lagrimas. Ginny no pudo evitar que sus miradas se encontraran. Nuevamente sintió que su mente se vaciaba, el calor volvia a su cuerpo. Ya no sentía frió, aunque continuaba lloviendo y la brisa ahora azotaba la puerta y las ventanas.

-Ginny abre tu corazón. Deja que otras personas puedan conquistarlo...dijo Malfoy

Una luz de cordura lleno la mente de Ginny. Y aparto las manos de Malfoy de su rostro.

-Déjame tranquila. No necesito ni quiero tu consuelo...dijo Ginny tomando su mochila para marcharse. Pero un nuevo relámpago la hizo dudar salir al vendaval.

-Entiendo tu actitud hacia mi. Mi pasado no es una buena carta de recomendación...dijo Malfoy con una sonrisa en sus labios.

Ginny estaba tan confundida. La actitud de Malfoy era desconcertante. Algo le hacia dudar. Algo se traía entre manos.

-Por supuesto que no. Acaso crees que no recuerdo todo lo que le has hecho a mi hermano y a Harry...Ginny sintio una puntada de dolor en su corazón al recordar a Harry.

-No puedo negar eso. Ni tampoco puedo dejar de sentir lo que siento hacia sus personas...dijo Malfoy seriamente.

-Pero si ellos no te han hecho nada...dijo Ginny molesta.

-Eso es algo personal que quizás ahora no comprendas. Solo quiero que sepas que ese asunto no tiene nada que ver contigo...dijo Malfoy acercándose nuevamente a Ginny.

Ginny no se movio, lo dejo acercarse a ella. Como el clima imperaba afuera, fuera de los vestidores, así sentía Ginny su corazón. No entendía porque sostenía esa conversación con Malfoy, cuando hacia unos minutos Harry la había rechazado. Esos ojos grises que tantas veces habían reflejado odio intenso, ahora la miraban de una forma tan diferente, que la hacían perder la noción del tiempo y de su persona.

-Ginny, permíteme quererte, permíteme que sane el dolor que Potter te ha causado...dijo Malfoy tomando las manos de Ginny y besándolas.

Un escalofrió recorrió su cuerpo, una sensación de asombro la invadió. Malfoy se le estaba declarando.

-Tu estas loco. Estas tramando algo. Esto no es normal. Tu no eres el Draco Malfoy que yo conozco...dijo Ginny soltándose bruscamente. Tomo su mochila y salio de los vestidores.