Capitulo Diecinueve
UN DIA DE HALLOWEEN EN LA ESTACIÓN DEL TREN
Harry miro al director comprendiendo que debía ser sincero con él.
Le contó todo lo ocurrido, esperando que Dumbledore se molestara porque no había vaciado su mente de recuerdos. Sin embargo en el rostro de Dumbledore solo se reflejaba preocupación ante las palabras de Harry.
-Y cuantas veces más has tenido ese sueño?...pregunto el director suavemente.
-Realmente no se, tal vez cuatro o cinco veces...dijo Harry recordando y contando las veces que se había repetido ese sueño o que al menos el lo recordara.
Se escucharon unos suaves toques en la puerta del despacho del director.
-Adelante...dijo Dumbledore levantándose de su asiento.
Por la puerta comenzaron a aparecer todos los miembros de la Orden del fénix que Harry conocía, y se quedo sorprendido al ver con la rapidez que habían respondido al llamado de Dumbledore.
-Que ha pasado Albus?...pregunto la Profesora McGonagall vistiendo su acostumbrada bata de tela escocesa.
En ese momento para asombro de Harry, entro el señor Weasley, quien estaba algo despeinado, se notaba que se había vestido a toda prisa.
-Arthur, gracias por venir, gracias a todos por estar aquí...dijo Dumbledore esbozando una pequeña sonrisa.
Todos miraban atentamente a Dumbledore, pero algunos miraban también a Harry alternativamente.
-Hoy han estado mortifagos en Hogwarts...dijo Dumbledore midiendo el impacto de sus palabras.
Inmediatamente comenzó un susurro entre los presentes que fue aumentando poco en intensidad. Se miraban azorados e incrédulos unos a otros, no podían dar crédito a lo que oían.
-Mortifagos en Hogwarts?... pe...pe...pero como?...dijo el señor Weasley tartamudeando un poco, sin salir de su asombro.
-Eso es imposible, el acceso a Hogwarts no es fácil...dijo la Profesora McGonagall cuyo rostro había adquirido una palidez inusual.
-Si eso ha ocurrido, es porque hay complicidad interna...dijo Moody con su voz gruñona, dirigiendo su ojo mágico a Snape, pero manteniendo su ojo normal sobre Dumbledore.
-Si eso ha ocurrido es porque ciertos miembros de la orden no han cumplido con su labor de vigilancia esta noche...dijo Snape con un tono de voz que hizo que los pelos de la nuca de Harry se erizaran, mientras encaraba a Moody, pero luego dirigiendo su mirada a Lupin
-Ellos estaban en el bosque prohibido...dijo Harry rápidamente en defensa de Lupin.
-Que manía la tuya Potter, de meterte donde no te llaman...dijo Snape fríamente sin apartar los ojos de Lupin.
-Severus, por favor no le hables así a Harry...dijo Lupin cortésmente
-Caballeros por favor. Volvamos al asunto que nos reúne aquí en este instante...dijo el señor Weasley.
-Es cierto, que pruebas hay de lo que dice usted profesor?...dijo Snape luego de dirigirle a Lupin un gesto repulsivo.
-Harry los vio en un claro del bosque...dijo Dumbledore pensativamente.
-Que hacia Potter fuera de su cama y en el bosque prohibido a altas horas de la noche, si puede saberse...dijo Snape con una sonrisa maliciosa.
-Luego hablaremos de eso...dijo la profesora McGonagall mirando a Harry con actitud severa.
-Pienso que estamos perdiendo mucho tiempo, deberíamos dividirnos para iniciar la búsqueda...dijo
-Estoy de acuerdo...dijo Moody cuyo ojo mágico se movía rápidamente.
-Ya no están en el bosque...dijo Dumbledore cansinamente.
-Y quienes son esos mortifagos?...pregunto el señor Weasley
-Bellatrix y Colagusano...dijo Harry apresuradamente.
-Entonces pueden estar en Hogsmeade...dijo Lupin mirando a Harry quien le hizo un gesto afirmativo. Ambos pensaban lo mismo, Colagusano sabia como entrar y salir de Hogwarts.
Rápidamente los miembros de la orden, se agruparon de dos en dos, y comenzaron a salir del despacho de Dumbledore, este coloco una mano sobre el hombro de Harry obligándolo a renunciar a sus ansias de ir junto con ellos.
-Harry, regresa a tu casa y trata de dormir, y no le cuentes a nadie lo que ha pasado...dijo Dumbledore tranquilamente, pero en una forma que junto a la mirada que le dedico, Harry supo que debía obedecer muy a su pesar...mañana es Halloween y hay visita a Hogsmeade, disfrútala.
-Pero y si los mortifagos siguen allí...dijo Harry preocupado.
-No. Ya no estarán allí...dijo Dumbledore suspirando, como dando por sentado que la búsqueda que iban a emprender era en vano.
A la mañana siguiente el castillo había amanecido decorado con enormes calabazas, murciélagos y cosas relativas a Halloween y ya muchos alumnos de tercero y de los otros años superiores habían abandonado el castillo rumbo a Hogsmeade. Harry no tenia muchas ganas de ir, aun tenia que realizar sus tareas de Pociones y Transfiguración. Sin embargo Ron y Hermione lo animaron a ir con ellos, aceptando más por cortesía que otra cosa. No había podido dormir muy bien, no podía apartar aún de su mente lo ocurrido la noche anterior y no había visto a ningún miembro de la orden, para preguntarles. El único era Snape que estaba sentado en la mesa de profesores. "A el no le voy a preguntar nada, aunque mi vida dependiera de ello", pensó Harry con amargura, recordando como Snape había acusado a Lupin de irresponsable en el despacho de Dumbledore, insinuando que era el culpable de la presencia de los mortifagos en el bosque prohibido.
-Quiero hablar con Harry, la duda me esta matando, quiero saber que paso con el y Ginny...le había dicho Ron a Hermione en el Gran comedor mientras comían esterando a Harry.
-Quizás sea mejor que no te metas en eso, ellos solos deben resolver sus diferencias...había dicho Hermione algo molesta por la actitud entrometida de Ron
-Pero si no quiero ser entrometido, solo quiero saber...Ron había dejado la frase a medio terminar cuando Harry se había sentado junto a el.
Las Tres Escobas estaba llena de alumnos y profesores, cuando Harry, Ron y Hermione entraron. Hermione busco una mesa mientras Harry y Ron buscaban unas cervezas de mantequilla. De camino a la mesa, en donde Hermione ya estaba sentada, Harry observo que Ginny estaba sentada con algunos de sus compañeros de quinto curso. Hablaban y reían. Más allá estaba Cho sentada con Michael Corner, el antiguo novio de Ginny. Un sentimiento de soledad lleno su alma. Sintió un inmenso deseo de regresar al castillo.
Ginny
miro su reloj de pulsera. Una sensación de vació en su
estomago le impedía concentrase, en la conversación que
se desarrollaba en la mesa donde estaba sentada. Recordó que
Malfoy le había dicho que la esperaría en la estación
del tren. No podía entender porque se sentía nerviosa.
Como podía siquiera pensar en la posibilidad de acudir a esa
cita. "Es Malfoy, el ser más malvado y perverso que he
conocido. Ha insultado hasta el cansancio a mi familia. Su padre es
un mortifago. ¿Cómo puedo estar pensando en el, pensó
Ginny molesta consigo misma. Tomo un trago de cerveza de mantequilla.
"Pero se ha comportado tan diferente últimamente. Ha sido
tan...simpático, tan...seductor", seguía pensando
Ginny. Le costaba reconocer que Malfoy había sido muy
diferente con ella, "Bueno en realidad nunca se ha metido conmigo
directamente..." sus pensamientos fueron interrumpidos por el
estruendo de una carcajada colectiva de sus compañeros de
mesa. Varios minutos siguió Ginny sumida en sus pensamientos.
De repente se paro y abandono el bar sin hacer caso alguno a la
reacción de sus amigos.
Afuera hacia una brisa fresca, el
cielo estaba muy azul, con pocas nubes. En el horizonte el sol
iluminaba las montañas haciendo que se dibujaran en ellas
diferentes matices de verdes, azules y amarillos.
Camino con paso
vacilante hacia la estación del tren. Dos sentimientos
luchaban en su interior. Uno sensato: regresar al castillo, olvidarse
de toda esa tontería y dejar plantado a Malfoy como el se lo
merecía. Otro más fuerte: descubrir que quería
Malfoy y lo más importante descubrir que quería ella.
De repente una duda la hizo detenerse "Y si es una trampa, y si
Malfoy solo quiere burlarse de mi". Ya estaba frente a la estación,
a unos cuantos metros estaba el Expreso de Hogwarts, un antiguo tren
rojo, en donde los estudiantes llegaban y se iban de Hogwarts. Miro a
su alrededor, efectivamente no había nadie, había sido
un engaño, una trampa. Se sintió estúpida.
Pero
al iniciar el camino de regreso, desvió su mirada hacia unos
bancos multicolores que estaban ubicados cerca del anden y lo vio.
Allí estaba Malfoy, sentado con la mirada fija hacia el
inmenso cielo azul.
Ginny no pudo resistir acercarse. Después
de todo no había sido un engaño, ni una trama, ni una
broma. El estaba allí esperándola.
-Hola Draco...dijo Ginny tímidamente, sorprendida de llamar a Malfoy por su nombre.
Malfoy se levanto y la miro con sus profundos ojos grises. Vestía una elegante capa verde con broches de plata con la forma del escudo de Slytherin, sobre la túnica de Hogwart recién planchada y sus cabellos estaban finamente peinados. Ginny se sintió cohibida ante su presencia, como siempre ella solo llevaba cosas de segunda mano.
-Hola. Por qué pensantes que era una trampa y que quería burlarme de ti?...dijo Malfoy tomando la mano de Ginny y besándosela.
Ginny no supo que contestar, como supo el, lo que ella había pensado.
-Ya no importa, solo importa que estas aquí. Gracias...dijo Malfoy con tono suave
-Gracias, de que?...pregunto Ginny sonriendo sutilmente
-Por acertar mi invitación...dijo Malfoy mientras le señalaba el bando donde hacia varios minutos el había estado sentado.
-Todo esto me parece demasiado extraño...dijo Ginny, no quería seguir con la duda ante la nueva actitud de Malfoy hacia ella.
-No veo que puede tener de extraño, el que yo quiera estar contigo...dijo Malfoy mirándola fijamente.
Ginny tuvo la sensación de estar flotando, era como si todas sus preocupaciones, miedos y angustias desaparecieran, era como si solo importara estar allí junto a Malfoy. Sin embargo se concentro en la realidad que la rodeaba y la lucidez volvió a su mente.
-Draco, tu siempre te has creído superior. Solo valen tus compañeros de Slytherin, porque son sangre pura. Para ti, todos los demás somos de segunda categoría. He visto como tratas a los hijos de muggles, como mi amiga Hermione. Recuerdo como te comportaste con mi hermano el año pasado, durante los juegos de quiddicht y no olvido que por tu culpa mis hermanos Fred y George y también Harry fueron expulsados. Además no te acuerdas como te aliaste tu y tus amigotes con Umbrige, para hacerle la vida imposible al resto del colegio. La secundaron en todas las barbaridades que ordenaba...dijo Ginny molestándose cada vez más al ir recordando todas las cosas que Malfoy había hecho. El guardo silencio, bajo la mirada
Malfoy coloco el dedo índice de su mano derecha sobre los labios de Ginny, impidiéndole seguir. Ella sintió como nuevamente sus fuerzas disminuían. Su rabia de fue disipando.
-Como te dije una vez, hay cosas que no se pueden cambiar y que quizás no he hecho bien. Pero uno puede tratar de ser diferente...dijo Malfoy arrastrando las palabras sin dejar de mirar a Ginny.
-Pero es que no puedo creer, que de la noche a la mañana cambies de esta forma...dijo Ginny mirando sus manos, comenzaba a sentirse nerviosa.
-Quizás pasan cosas que nos pueden hacer cambiar. Tu no eres la misma que conocí hace cinco años...dijo Malfoy levantando el rostro de Ginny para mirarla fijamente.
-Pero si tu y yo no hemos tenido mucho contacto, ¿que puedes saber tu de mi?...dijo Ginny dudosa ante las palabras de Malfoy.
-Eso crees tu. Reconozco que tal vez por mucho tiempo me deje cegar por algunos otros sentimientos, pero desde hace varios meses, he comenzado a verte de manera diferente...dijo Malfoy acariciándole el rostro a Ginny.
Ginny sintió un escalofrió al sentir el roce de la piel de Malfoy sobre la suya. Ella retiro su rostro lentamente, volvió a bajar la mirada y se levanto.
-Tu sabes lo que yo siento por Harry y eso no ha cambiado...dijo Ginny tímidamente.
-Yo haré que eso cambie...dijo Malfoy con una sonrisa en los labios, aunque sus ojos eran fríos, como si analizara cada palabra que decía.
Ginny se sentía muy confundida. Hacia varios días le había declarado su amor a Harry, en el fondo tenia la certeza de que todavía lo amaba. Pero ahora no entendía este nuevo sentimiento. Era tan diferente a todo lo que hubiera podido sentir antes por otro chico. Y Malfoy con su actitud la confundía más. ¿O seria que quería refugiarse en este extraño sentimiento por el rechazo de Harry?. Malfoy interrumpió sus pensamientos.
-Ginny yo se que para ti debe de ser difícil entender mis palabras, después de todo lo que tu, de forma muy brillante has recordado hoy. Además estoy claro sobre lo que sientes por Potter. Pero solo te pido que me des una oportunidad de demostrarte lo que yo siento por ti...dijo Malfoy acercándose lentamente a Ginny.
Ambas miradas se
encontraron. Malfoy se acerco mucho más a Ginny. Ella decidió
dejarse llevar, quizás así podría sacar a Harry
para siempre de su corazón.
El la rodeo con sus brazos.
Ella apoyo su cabeza en el pecho de Malfoy. Una extraña
electricidad recorrió su cuerpo. Cerro los ojos.
Unos fríos
labios rozaron los suyos. Ginny sintió que Malfoy se
estremecía. Se separaron lentamente, se miraron. La mirada de
el era diferente, era de sorpresa, de asombro, era como si hubiera
pasado algo que el no se esperaba.
-Qué pasa Draco, te ocurre algo?...dijo Ginny preocupada por la actitud de Malfoy.
-No, no ha pasado nada...dijo Malfoy volviendo a abrazar a Ginny.
