Capitulo Veinticuatro

EL MEJOR REGALO DE NAVIDAD

Harry y Nick casi decapitado llegaron a la biblioteca, donde él ya sabia que estaba Luna. Se encontraba en un rincón leyendo un grueso y gastado libro sobre Aritmancia.
Harry y Nick se miraron
El fantasma le hizo una seña a Harry de que se acercara a Luna. Con timidez lo hizo

-Hola Luna...dijo Harry sentándose a su lado. Nick se coloco detrás de el.

-Hola Harry, que agradable verte...dijo Luna sonriente. Vio a Nick y también lo saludo muy efusivamente.

-Luna disculpa que te moleste. Pero he venido a pedirte un favor...Harry notaba que sus manos sudaban. No sabia si era por la emoción de pensar, en la posibilidad de hablar con Sirius, o si era por tener que pedirle un favor a Luna, cuando el había estado tan distante con ella.

-Dime Harry en que puedo ayudarte...dijo Luna apartando sus ojos del libro que leía

-Bueno...es difícil de explicar...pero necesito que me ayudes a hablar con mi padrino..dijo Harry rápidamente.

-Tu padrino, el que traspaso ese velo cuando fuimos al ministerio de magia?...dijo Luna abriendo muchos sus ojos, algo a lo que Harry ya estaba acostumbrado.

-Si...dijo Harry muy nervioso

-Yo pensé que jamás me lo pedirías...dijo Luna cerrando el libro y mirando alternativamente a Harry y a Nick

-Entonces puedes hacerlo?...dijo Harry atónito, ya que hasta ese momento seguía teniendo sus dudas.

-Claro. Pero tu también puedes. No te lo dije cuando tuvimos aquella conversación al final del curso pasado...dijo Luna algo sorprendida.

-Si, pero yo...bueno no sabia que tu podías, ni que yo podía...dijo Harry algo apenado ante su ignorancia.

-Bueno no importa. Dime cuando quieres que lo hagamos

-Seria posible ahora, claro si puedes...dijo Harry anhelante de que Luna aceptara

-Pues claro. Me imagino que usted le avisara ¿no?...dijo Luna mirando a Nick.

El fantasma asintió con la cabeza tan vigorosamente, que se le desprendió y quedo colgando. Luna sonrió ampliamente. Harry estaba tan nervioso que ni cuenta se dio.

-Si, si, por supuesto...dijo Nick enderezando su cabeza.

-Pero donde vamos a hacerlo?...pregunto Harry, ya que no le parecía que ningún lugar del castillo seria el apropiado.

-Te acuerdas donde teníamos las reuniones del ED. Me parece un buen lugar...dijo Luna sin dejar de sonreír.

No les fue difícil encontrar de nuevo aquella habitación . Ante el deseo de Harry de poder ver a Sirius, se materializo la puerta que conducía a un lugar parecido a una cueva, como la guarida de un lobo. Pero habían antorchas colgadas en las paredes y unos muebles hechos de cuero. Harry miro a Luna quien se mostraba muy contenta con el lugar. Unos minutos después apareció Nick casi decapitado, avisando que ya Sirius estaba listo.

Luna se coloco en medio del salón, se sentó en una especie de butaca. Se reclino contra el respaldo y cerro los ojos. Harry sentía latir su corazón muy rápido. La garganta la sentía seca, una emoción lo envolvió ante la posibilidad de volver a ver a Sirius.
El color de la piel de Luna se volvió tornasol, su ritmo respiratorio fue disminuyendo y un extraño alo de luz violeta la envolvió.
Nick se le acerco a Harry al oído.

-Deben de ser breves

Harry sintió un escalofrió al tener a Nick tan cerca de el.
De repente el lado de Luna, en el aire, comenzó a surgir una esfera brillante, con tonalidades azules, que fue creciendo y adoptando una forma humana. La forma de Siruis Black.
Harry ahogo un grito, cuando ante sus ojos se materializo su padrino. Era como si no estuviese muerto. Su fina y suave tez. Su larga cabellera negra y sus ojos tan vivos como nunca antes los había visto. Se veía muy rejuvenecido. Su belleza perdida en Azkaban, había vuelto.
Le sonrió. Harry trato de tocarlo, pero era etéreo.

-Sirius...dijo Harry casi en un susurro

-Harry...dijo la presencia igual a como Harry recordaba la voz de su padrino...se que todo ha sido muy difícil para ti...

-Sirius, eres tu?...pregunto Harry sin poder salir de su asombro.

-Si. Gracias a tu amiga, mi esencia espiritual puede manifestarse. Pero debo ser rápido, por el bien de ella. Escucha Harry. He visto con pesar que tu corazón esta lleno de mucha tristeza por mi partida. Pero tienes que saber, que aunque me tomo por sorpresa, estoy bien y ya he aprendido a disfrutar mi nueva vida. Harry no te deprimas, no te dejes dominar por la melancolía. Tienes que saber que yo siempre estoy contigo al igual que tus padres...

-Mis padres, los has visto?...dijo Harry embargado de emoción.

-Si, nos hemos encontrado. Harry queremos que seas feliz. Queremos seguir viviendo en todos tus triunfos y fracasos. No vivas en el pasado, ni solo de recuerdos.

-Pero porque no puedes hacer como Nick, como Phineas o tu madre, para yo poder verte y hablarte, sin necesidad de todo esto?...pregunto Harry

-No es fácil explicarte todo eso, en el corto tiempo que tengo. Y de todas maneras, no vale la pena. Solo quise este encuentro para tratar de apaciguar tu tristeza. Pero ya debo marcharme. Saludos a Ron, a Hermione, y por favor dile a Remus que yo también lo extraño, pero que James y yo estaremos esperándolo y dile que busque en el baúl negro del cuarto de mi madre. Adios Harry, cuídate y convierte en un gran mago.

-No Sirius, no te vallas, no, no me dejes, vuelve...dijo Harry corriendo hacia la figura de Sirius que comenzó a desvanecerse. Atravesó una especie de nube gris y sintió una cálida brisa, cuando volvió sobre sus pasos, ya Sirius no estaba.

Harry se sintió triste, pero una tranquilidad lo invadió.

-Adios Sirius...dijo Harry seguro de que donde estuviera su padrino lo estaría escuchándolo.

Un quejido le hizo recordar la presencia de Luna en la habitación.
Había vuelto el color a su cara. Había abierto los ojos, pero se le notaba algo mareada. Harry la abrazo para impedir que cayera al piso.

-Luna, Luna, estas bien?...dijo Harry preocupado

-Esta un poco débil. Toma un poco de agua y dale de beber...dijo Nick señalando una jarra de agua que había sobre una mesa que Harry no recordaba haberla visto.

Harry no sabia que contenía esa especie de agua, pero al primer trago, Luna recobro su porte habitual.

-Como fue todo Harry, conseguiste los que querías?...pregunto Luna acariciando el rostro de Harry dulcemente.

Harry se sintió extraño ante esa reacción de Luna, pero trato de que no se le notara, después de todo ella le había hecho un gran favor, y no dudo en pensar que le había dado el mejor regalo de navidad. Por lo que no dudo en asistir a la cena de navidad en su compañía.
Se sentaron juntos en la misma mesa, ya que como en otros años, Dumbledore había habilitado una sola mesa, para comer todos juntos, ya que eran como unas veinte personas.
Harry le contó a Luna todo lo que le había dicho Sirius y le explico algunas cosas para que ella entendiera. Pasaron una noche muy agradable. Se despidieron al pie de la gran escalera
-Gracias por todo Luna...dijo Harry tímidamente

-Me alegro haber sido útil. Lastima que no hubiese sido más largo el tiempo para que hablaras más con tu padrino...dijo Luna alegremente.

-Bueno, no importa. Hable con el y me pude despedir...dijo Harry mas contento.

Ambos chicos se miraron. Harry se sentía nervioso, no sabia como expresarle a Luna lo mucho que le había ayudado su disposición a que Sirius pudiera hablar con el.

-Mis compañeros tienen una pequeña fiesta en nuestra casa. Espero nos veamos pronto...dijo Luna despidiéndose

-Gracias una vez más

Luna sonrió, se veía muy bonita esa noche. Se acerco a Harry para su sorpresa le dio un pequeño beso en la mejilla.

De vuelta a la sala común de la torre de Griffindors, Harry tomo asiento en su butaca favorita frente a la chimenea. Se sentía feliz. Aunque en un principio, el hecho de que su conversación con Sirius fuera tan corta, lo desilusiono mucho. Pero luego cayo en cuenta que había podido lograr un gran deseo, hablar por ultima vez con Sirius.
Estaba muy concentrado en sus pensamientos, sin percatarse que algo pasaba con el fuego que ardía en la chimenea.
Reacciono al observar que alguien surgía de entre las llamas.
Se paro de su asiento, al ver como Ron lleno de algo de hollín, entraba a la sala común a través de la chimenea. Traía un paquete bajo su brazo derecho.

-Hola Harry, Feliz Navidad. Te has tardado en volver...dijo Ron tímidamente

Harry miro a Ron, ese día no podía haber sido mejor.

-Creo que te debo una disculpa...comenzó a decir Ron

-Hable con Sirius...dijo rápidamente Harry sin dejar que Ron continuara hablando.