Capitulo Veintiseis
SORPRESAS EN HOGSMEADE.
Febrero se
había abierto paso. El castillo había vuelto a la
normalidad. Todos se preparaban para la pronta llegada del día
de San Valentín
Harry bajaba las escaleras cuando vio
muchas personas alrededor de la cartelera de anuncios. Había
una invitación que decía con voz sonora y fuerte:
El
espectáculo del año llega a Hogsmeade.
Llegadas
desde Transilvania.
El mejor grupo musical del momento: LAS
SACERDOTISAS DE OSIRIS.
Única presentación: 14 de
febrero.
Lugar: Las tres escobas
Asiste.
-Oh,
ese es el mejor grupo de rock!...decía Seamus
-Es increíble que vengan a Hogsmeade. Será que Dumbledore nos dejara ir?...pregunto Pavarti muy emocionada.
-Tu conoces ese grupo?...pregunto Dean a Harry
-No... dijo Harry con tono melancólico, que mas ignoraría de su mundo.
-Si han puesto ese anuncio, es porque tendremos permitido ir...dijo Hermione quien llevaba ese día el cabello recogido en una cola, algo que a Harry le extraño, pero a Ron le parecía espectacular.
-Hermi hoy estas hermosa...dijo mientras le acariciaba el cabello.
-Yo tengo la colección de sus
discos, si quieres a la tarde los escuchamos, para que te
familiarices...dijo una muchacha de tercero a Dean que aún
parecía desconcertado ante la imagen del grupo musical, donde
se apreciaban cuatro hermosas brujas de más o menos 20 años
con capas azul eléctrico con estampados en forma de
murciélagos.
Bajaron al gran comedor y la noticia del
concierto era motivo principal de conversación. Y como muchos
esperaban, Dumbledore hablo al respecto.
-Me imagino que ya se enteraron del próximo evento a realizarse en Hogsmeade. Sepan que soy un ferviente admirador de esas chicas y cuentan con mi autorización para asistir. Por supuesto estarán bajo la supervisión de sus profesores y prefectos. Y regresaran a una hora determinada, quien no cumpla con las reglas será castigado severamente y se le restaran puntos a su casa.
Harry recordó del baile de navidad del cuarto curso. Igual que en aquella oportunidad no tenia con quien ir, sin embargo eso no le preocupo mucho, había algo que lo inquietaba más como se lo hizo saber a Lupin, luego de la clase:
-No me parece momento para un concierto. Voldemort esta suelto, esperando para atacar, no cree usted que ese podría ser un momento ideal. Además sospechamos que el ataque que sufrió Ginny fue producido por Bellatrix o Colagusano
-Harry no podemos dejar de vivir, por la amenaza de Voldemort o sus mortifagos, eso es lo que el quiere, crear terror. Pero te aseguro que se han tomado todas las precauciones...dijo Lupin con tono seguro tratando de tranquilizar a Harry
-Lo mismo dijeron, cuando el Torneo de los tres magos, y acuérdese como termino...dijo Harry con tono molesto
-Eso nos agarro desprevenidos. Voldemort ya no cuenta con el factor sorpresa. El ministro de magia y el comité de cooperación mágica han hecho todos los arreglos. Además contamos con la ayuda de la Orden.
Harry no se sentía tranquilo, sospechaba que una ocasión como esa, Voldemort no la desperdiciaria.
-Tranquilízate Harry, todo saldrá bien. Ya veras que te divertirás...dijo Lupin sonriendo
-No pienso ir.
-Pero porque?... pregunto Lupin levantándose de su asiento.
-No me siento de animo... dijo Harry al tiempo que también se levantaba.
-Harry, Sirius te dijo que no queria por su culpa, tu no continúes tu vida...dijo Lupin colocando su mano sobre el hombro de Harry
-Ya lo se. No es por eso... dijo Harry dudando de sus propias palabras. Pero a veces se sentía triste por tener que asumir que nunca más vería a Sirius.
-No me mientas, ni te mientas a ti mismo. Es lógico que te sientas culpable si piensas en divertirte, crees que estas faltando a la memoria de Sirius. Pero tu tienes que vivir, el lo quiere así... dijo Lupin con tono comprensivo .
-Estoy cansado de que me traten y me hablen con lastima...dijo Harry caminando hasta la puerta del despacho de Lupin, no quería seguir hablando de Sirius.
-Nadie te tiene lastima. Hace mucho tiempo que dejaste de inspirar lastima. Sabes muy bien que sino te esfuerzas en ser un buen mago, el titulo del niño que vivió, no te servirá para tu vida futura, ni te librara de tu destino... dijo Lupin con rostro serio.
Harry
miro a Lupin, el tenia razón, no podria escapar de su destino.
Mientras regresaba al gran comedor para el almuerzo se encontro
con Luna.
-Hola Harry, que tal?...dijo Luna quien llevaba en sus manos un ejemplar de "El Quisquilloso".
-Hola Luna. Ya te enteraste del concierto que habrá en Las Tres Escobas?...le pregunto Harry al ver la misma foto del anuncio en las primera pagina del periódico que llevaba Luna.
-Si, el periódico que dirige mi padre, hizo una articulo sobre ese grupo. Dicen que es muy bueno. ¿Lo has oído?...dijo Luna sonriendo
-No y tu...dijo Harry cuando una idea le cruzo por la cabeza.
-Tampoco, no soy muy amante de grupos de rock...dijo Luna volviendo a fijar sus ojos en el periódico
-Te gustaría ir conmigo a ese concierto?...dijo Harry sorprendido de su decisión.
Luna lo miro desconcertada, abriendo muchos sus ojos claros. Harry pensó que había metido la pata.
-Claro que si, me encantaría...dijo Luna alegremente
El día de San
Valentín llego sin mucho contratiempo. Parecía que el
colegio en pleno asistiría y Harry se preguntaba como cabria
tanta gente en ese local. El había quedado en verse con Luna
en la estancia principal del castillo, ya que el no sabia por donde
quedaba la torres de Ravenlaws. Harry al igual que el resto de los
compañeros de su curso, no pudieron dejar de notar que las
chicas se ven muy hermosas. Ron no podía ni hablar al ver a
Hermione luciendo sus cabellos lisos sueltos y una túnica que
la hacia ver muy elegante y atractiva. Harry comenzó a reír
al ver la cara de su amigo, pero su riza se interrumpió al ver
a Ginny cuando descendía por la escalera que conduce a los
dormitorios. Estaba realmente espectacular, llevaba una fina túnica
color violeta y su cabello esta trenzado con adornos dorados.
Ambos
se miraron. Ginny se sentía tímida ante la mirada de
Harry, quería desviar sus ojos hacia otro lado, pero no podía
dejar de verlo porque estaba muy guapo.
Cuando salieron por el
retrato de la señora Gorda, Malfoy estaba parado frente a las
escaleras que conducen a los pisos inferiores. Ginny llamo su
atención tocando su brazo, parecía que su mente estaba
en otra parte. Malfoy suspiro cuando vio a Ginny
-Estas...te ves...tan...bella...dijo Malfoy tartamudeando.
Ginny sonrió.
Como siempre, el estaba muy elegante, finamente vestido y arreglado.
Su cabello platinado pulcramente peinado. Le ofreció su brazo
a Ginny y ella sin dudarlo se abrazo a el.
Harry los había
observado y había decidido bajar por otro lado, aunque el
recorrido fuera más largo, quería despejar su mente, no
quería cometer en mismo error que había cometido
durante aquel baile de navidad, cuando había pensado en Cho,
mientras estaba con Pavarti. Luna se merecía toda la atención
que el pudiera brindarle para que pasara una agradable velada a su
lado. Aunque se sintió un poco temeroso, ante la duda de cómo
iría vestida.
Al llegar al sitio predestinado, Luna ya
estaba allí. Harry no pudo dejar de sorprenderse.
Luna
llevaba una túnica de seda color marfil, con su cabellos
rubios sueltos sobre sus hombros, una fina gargantilla adornaba su
cuello y unos hermosos pendientes de brillantes, nada que ver con
aquellos en forma de rábano que le había visto usar una
vez. Y aunque su maquillaje era muy suave la hacia verse tan
diferente. Era sin lugar a duda una de las más bonitas que
había visto, "por supuesto no más que Ginny", pensó
mientras se acerco a Luna. Molesto consigo mismo por tener ese
pensamiento, decidió apartar a Ginny por completo de su mente
por lo menos durante esa noche.
-Hola Harry, pensé que tal vez habías decidido no ir...dijo Luna con tono preocupado
-Discúlpame Luna, me retrace por un pequeño inconveniente, pero ya estoy aquí. Nos vamos...dijo Harry apenado de que Luna pensara que el podía dejarla embarcada. Pensando que tal vez hubiese pasado por eso en otro momento.
Ya en las Tres Escobas, Harry estaba sorprendido de ver cuanta gente podía caber en ese sitio. Pero sospecho que tal vez habían toques mágicos involucrados. Diviso a sus amigos en una mesa alejada de la tarima, donde actuaria el grupo
-Allá están Ron y Hermione, ¿te molesta si nos sentamos con ellos?...dijo Harry alzando la voz, para hacerse oír entre el ruido que había en el lugar.
-A mi no, pero tal vez ellos quieran estar solos...dijo Luna mirando con curiosidad a su alrededor, ya que todo el salón estaba decorado con motivos de San Valentin.
Harry cayo en la cuenta de que era el día de los enamorados. Claro que querían estar solos. Era su primer día de San Valentín juntos. Busco con la vista otra mesa vacía.
-Tienes razón, mejor nos sentamos en aquella mesa. ¿Te parece bien?
-Si, esta bien ubicada, ni muy cerca, ni muy lejos...dijo Luna agarrando el brazo de Harry.
Se sentaron y pronto un mesonero vestido con un traje, que le hizo recordar a Harry un arlequín, les pregunto si querían tomar algo. Ambos pidieron cerveza de mantequilla. Comenzaron a hablar. Era impresionante descubrir que Luna podía hablar de cualquier cosa, desde quidditch hasta cosas más importantes como la política, sin mostrar su actitud alocada.
Hermione y Ron estaban tomados de la mano, hablaban muy cerca uno del otro.
-Te das cuenta que es la primera vez que celebramos este día...dijo Hermione acariciando el rostro de Ron
-Si y espero que celebremos muchos más...dijo Ron mientras sus labios se posaban sobre los de Hermione...tal vez sea muy pronto, pero quiero decirte algo que he pensado desde navidad.
-Que será?...pregunto Hermione coquetamente.
Ron saco del bolsillo de su pantalón, un estuche de terciopelo rojo y lo puso en la mano de Hermione.
-Quiero que seas mi esposa, cuando hallamos terminados nuestras carreras luego de Hogwarts...dijo Ron mientras abría el estuche, mostrando un hermoso anillo. Que tiernamente puso en el dedo anular izquierdo de Hermione.
Ella lo miro sorprendida y extasiada, una pequeñas lagrimas brotaron de sus ojos. Ron quería un compromiso serio con ella. Ron le había propuesto que fuera su esposa.
-Oh, Ron, es hermoso...yo no se que decir...esto es tan...tan inesperado...dijo Hermione tímidamente
-Solo dime que lo pensaras...dijo Ron besando la mano de Hermione, donde el le había puesto el anillo.
-No tengo que pensarlo. Claro que quiero pasar el resto de mi vida a tu lado...dijo Hermione abrasándolo y besándolo en la frente, en ambas mejillas, en los labios mientras le decía que lo amaba.
Ron se había puesto colorado.
El concierto había comenzado. Para sorpresa de Harry, las brujas tocaban y cantaban muy bien. Aunque no sabia bailar, invito a Luna a la pista de baile. Se rieron al darse cuenta que ninguno de los dos lograba llevar el paso del otro, así que por el bien de sus pies y de las otras parejas decidieron sentarse.
Ginny y Malfoy bailaban al ritmo de la música. Habían tocado varias piezas, cuando Malfoy le dijo suavemente a Ginny al oído.
-Por qué no damos un paseo?
Ambos abandonaron el lugar y caminaron
calle abajo por el pueblo. Estaba muy iluminado y cada esquina y
plaza estaba hermosamente decorada. Llegaron hasta un lugar, donde
pequeñas hadas revoloteaban sobre un estanque circular, de
donde surgía una hermosa fuente con motivos de sirenas y
tritones y se escuchaba en suave croar de sapitos entre los arbustos
y el tintineo del agua. Se recostaron de una baranda azul que
limitaba la pequeña plazoleta del estanque. Malfoy tomo a
Ginny por la cintura y la atrajo hacia el. Se miraron por un momento.
Ginny lo rodeo con sus brazos. Se abrazaron. El acaricio sus
cabellos, lentamente poso sus labios sobre la suave piel de su cuello
y comenzó a besarla. Luego busco sus labios. Ella sintió
su cálido aliento, se estremeció al sentir como Malfoy
temblaba entre sus brazos. La aferró más a el y ella se
dejo llevar. Sus manos masculinas recorrían su espalda. Al
darse cuenta que la pasión les estaba haciendo perder la
capacidad de respirar, se separaron lentamente.
Ginny se sentía
como si estuviera en una nube. No podía moverse. Sentía
un pequeño vértigo que le impedía abrir los
ojos.
Malfoy comenzó nuevamente a besarla, había
hundido su rostro en la cabellera roja de ella que descansaba sobre
sus delgados hombros. Ginny sintió como esos suaves labios
recorrían su cuello.
Las campanas de un reloj lejano
repico doce veces.
-Draco, debemos regresar al castillo, sino nos castigaran...dijo Ginny tratando de recuperar sus sentidos.
-Todavía tenemos media hora...dijo Malfoy mientras la besaba.
-Por favor Draco, regresemos...dijo Ginny suplicante, no le gustaba sentirse tan débil entre los brazos de Malfoy.
-Te amo...te amo...dijo Malfoy en un susurro, abrazando fuertemente a Ginny.
Una extraña bruma los rodeo. Ginny descansó su cabeza sobre el pecho de Malfoy. Una cálida sensación recorrió todo su cuerpo. Pensó que así debía de ser cuando la cera era derretida al calor del fuego. Su relación con Malfoy estaba llegando a niveles insospechados y muy confusos para Ginny. Y eso le estaba dando mucho miedo.
